sábado, 12 de agosto de 2017

*1«Sargento, ¿a qué esperar para comenzar la revolución?» i/…n

*1«Sargento, ¿a qué esperar para comenzar la revolución
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(Miniserie, según norma EDC)
Se cumplen 59 años de dictadura comunista en Cuba

"Un Asunto Cubano"
Sobre el carácter
"Casi todos los hombres
 pueden soportar la adversidad.
Pero si quieres poner a prueba
el carácter de un hombre,
dale poder”
Abraham Lincoln
La Revolución del 33

Preámbulos de: La Revolución de "Los indignados"
La denominada Revolución del 12 de Agosto de 1933 devino evento sui generis, que arrancó calenturas el mismo día en que el líder nacional, entonces Presidente Constitucional de la República de Cuba; el popular soldado independentista Gral. Gerardo Machado y Morales; quien declaró que en virtud de una mayoría bicameral, estaba autorizado e impuso con la complicidad  del propio Congreso (ambas cámaras) una prórroga de sus poderes presidenciales; por por un periodo adicional de 4 años mas, decir otro periodo entre 1929-1934. Esta acción ilegal de acuerdo a la Constitución de 1901 era una acción política completamente punible por las leyes. La Presidencia de Cuba, Machado la había ganado en buena lid en las elecciones generales de 1925. Esta acción impensada, resultó nefasta e increíble para la bancada de legisladores democráticos, oposición del resto de los partidos políticos, clases vivas, estudiantado y el resto de las entidades  ciudadanas. Su mandato, hasta entonces lícito por elecciones libres, secretas y democráticas; se convertiría en su estancia en el cargo de 4 a 8 años; de manera inicial; a fin de convertirlo en una prórroga de poderes indefinida, quizás extensible por más tiempo. Tal arbitrariedad hoy in vogue, es propia de entelequias utópicas enfermizas devenidas dogma usual (de por vida), tal es la distopía dinástica implantada en Cuba (de facto y no de jure) por la tiranía castrista, desde 1959. Es el mismo embeleso extendido a distopías regionales del ‘Foro de Sao Paulo’ como legado del fascismo de izquierda (tal sucede con la gripe del pollo) El presidente Machado sin medir consecuencias, armó y puso en vigor un decreto a fin de extender su mandato "legal" en otro ilegal, entre 1929-1934.  

En esencia, se trataba de validar lo que de manera consensual por todos periodos electorales a partir de 1901, estaba prohibido en la "Constitución de Cuba de 1901” vigente desde febrero de 1901; la cual regiría a partir de la instauración del primer gobierno democrático de 1902, libre, soberano e independiente. Reiterar que en el espíritu de la Carta estaba prohibida la reelección del presidente de la república más allá de su periodo, para el cual fue elegido" El Presidente Machado cometió una ilegitimidad cuya acción, en la investidura de la figura política de cualquier mandatario actual, sería catalogada como “autogolpe de estado” La torpe quintaesencia de tal desvarío, no por casualidad, estaba prevista en la Constitución vigente.

Luego, aquella ruptura  premeditada de la ‘Carta Magna’ republicana;  era una decisión de lesa patria (recordar que tal frase, muy común en política, es "el crimen de cualquier forma y maltrato, a la Constitución y el resto de sus leyes  complementarias" Fue una arbitrariedad jurídica expuesta de facto ante los ojos de la ciudadanía indignada, pero inerme. Luego, tal acción nefasta fue vista por por la generalidad del pueblo, en calidad de capricho senil y torpeza ilegal del Presidente. Un acto desleal hacia la ciudadanía toda, por cuyas razones debía ser repudiado (como lo fue) por el pueblo cubano en pleno.

Es difícil imaginar que algún historiador contemporáneo occidental (serio, por antonomasia) pueda coexistir, entre el orfeón de corifeos proliferantes entre las medianías y chaturas de la 'intelectualidad proto esclavista de la cuadra de ideologos' apostillados en loar al régimen castrista en la Cuba actual. Estos personajes son los mismos diletantes a quienes Martí denominó tales 'plumas viles al servicio de despotismos' Hoy, esos confundidores de la opinión pública, se acurrucan en la extrema izquierda de los pseudos socialismos y comunismos contemporáneos. El pueblo isleño de los 30s, coincidía en que tal modo de actuar de los machadistas, no difería de los delitos con propósitos idénticos impulsados por los viejos y nuevos Líderes Providenciales (ptolemaicos, machos, hembras y entreverados), desparramados a lo largo y ancho de la meseta Indoamericana actual.

No se hizo esperar la rebelión de casi todos los cubanos de cada estamento social democrático, incluyendo a enojo de los demócratas; los sempiternos arribistas desclasados, oportunistas  y pancistas consuetudinarios. Decir, la 'sillage rouge-noir' (estela rojinegra) habitual del lumpen proletariat repleto de comunistas, zurdos ambidiestros, anarquistas, socialistas, liberales, babubistas tácticos, terroristas, etc.) siempre en acecho de los ataques subversivos de la izquierda fascistoide, a los fines ilegítimos de derrocar su gobierno todavía constitucional, que ya se les había antojado tiránico a la mayoría de la población cubana. Ello, dado que su peculiaridad inherente de autoritarismo, fue anticipada no en fecha, pero sí lo fue con el nombre de dictadura, a tenor de sus adornos y connotaciones político-estratégicas.

El entonces, en las primeras décadas republicanas, Machado, mecías hamacas entre los más jóvenes y destacados generales independentistas, de ahí también su descollar como líder nato. Desde temprano la nobel ciudadanía cubana, se encaminó en la senda emprendida por la "República de Cuba" el 20 de mayo de 1902, y entró de lleno en la vida social, económica y política de la isla, y como socio pleno en el concierto de las naciones, como un emprendedor más de la nueva clase de dirigente. Con los años, Machado devino destacado ejecutivo de General Electric Co. y de igual modo como vicepresidente de la Cuban Electric Company. En su aval político, Machado había apoyado la intervención de los EE.UU. contra España; como una solución rápida, quizás incruenta al mínimo y posible a vistas, tendente a acelerar la independencia y soberanía de Cuba.

Luego, el Gral. Gerardo Machado y Morales devino, en las elecciones de 1925, como el quinto presidente electo de Cuba, sustituyendo al Dr. Alfredo Zayas y Alfonso como su homólogo saliente. Tal decisión bajo el voto individual y secreto de la libre expresión del pensamiento. Un derecho que hoy para asombros de observadores de la tragedia cubana de intra y extramuros; está vedado a los opositores y demócratas en Cuba; y su ejercicio es considerado crimen de mayor cuantía, punible con cárcel, desempleo permanente y degradación social al punto de un "paria intocable" que alcanzan a toda su familia. Es lo normal bajo las parodias de sociopatías seudo constitucionales de cada totalitarismo. Ello resulta inadmisible según la ética independentista y constitucional nuestra (estadounidense) y resultó una de las faustas consecuencias de la guerra  “Cubano-hispano-americana”, al ser plasmada ipso facto la cláusula donde se establecía, entre otras, la tan discutida como la "Enmienda Platt" oteadora y oidora  de los devaneos de algún que otro líder providencial, mesías revolucionario o “presidente de dedo”, que los hubo; subyugado por las caricias de su reelección a los fines de disfrutar del poder ‘más allá de lo estipulado por las leyes

Todo el esfuerzo machadista, a pesar del “no” a la 'reelección presidencial, pendía sobre el espíritu nacional tal condición sine qua non para la estabilidad del país, según establecía y tal se reflejó en la ‘Constitución de 1901’  La situación socio-política de Cuba en agosto de 1933, se congeló en una interrogante insalvable e infausta para una mayoría del pueblo y la paz relativa de la Isla de Cuba, se alteró por la furia del pueblo enardecido.
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Una épica ‘reyoya’, enseña sus fauces al despotismo
Machado no valoró la advertencia incólume de que en 1895 los soldados ‘mambises’ veteranos de la ‘Guerra de los 10 Años’, ‘Guerra Chiquita’ y otras intentonas de rebelión de índole separatista; era ya incontenible de los criollos centro y sudamericanos, antes y durante las luchas contra la metrópolis española. De hecho, los patriotas bisoños lograron articular con buen planeamiento y organización, diferentes proyectos ingentes para liberar a Cuba. Aquellos patriotas no vacilaron en retornar a la manigua el 24 de febrero de 1895 repletos de propósitos liberadores. En tanto que el después electo como presidente Gerardo Machado, pasados aquellos inolvidables momentos de gloria en pos del ansiado sueño independentista; quizás obnubilado al confundir la real simpatía del pueblo con una gloria de idolatría falsa y orlada de admiración aduladora, en lo que no era más que su egolatría, no vaciló en hacer trizas la Constitución. Sin embargo el pueblo, se dispuso a impedírselo.

Para estos veteranos independentistas, les significaría volver a remembranzas y hazañas inenarrables; en esa especie de teatro virtual de rebelión donde por décadas, concertaron mil operaciones libertadoras. Todo, ya en los albores del 24 de febrero de 1895, recordando momentos e instantes cruciales de la gesta iniciada el 10 de octubre de 1868, por el abogado, hacendado y patriota cubano, Dr. Carlos Manuel de Céspedes y López del Castillo, un bayamés insigne, el cual fue objeto de consenso mayor, como  político e histórico, al ser denominado y considerado "Padre de la Patria" Luego, debemos recordar que en esa fecha definitiva, se reiniciaba el relevo de soldados y aceramiento combativo de sus viejos y nuevos líderes. Decir, que las conspiraciones y complots devenidos desde los albores de la ya parturienta, ‘Ilustración’ del siglo XVIII, impulsados por los francmasones de la Revolución Francesa (1789) y que desovaron en la Revolución Independentista Cubana.

Con ello se propendía elevar a casi medio siglo, los intentos criollos de obtener la liberación política y económica con la instauración de una república democrática. Para ello, los cubanos  acudiendo a la lucha armada, única vía dejada abierta por el poder imperial, para alcanzar la independencia en la última, mayor entre todas y más  preciada “Joya de la Corona Metropolitana”, de la península Ibérica. Los unos, combatientes veteranos del 68 (“Guerra de los 10 Años”, 1868-1878) mientras que los otros; cubanos bisoños fueron incorporados voluntariamente a las fuerzas mambisas, todas, integrantes del ‘Ejército Independentista Cubano’ Esos hombres y mujeres, aunaron esperanzas liberadoras en la alborada primaveral de aquel febrero, a mediados de la última década del siglo XIX.

La gesta revolucionaria, no arremetía contra ninguna clase social, secta o poder hegemónico sino, que era portadora de la demanda de libertad, soberanía e independencia del pueblo, solicitada de manera pacífica en las cortes durante decenios por representantes criollos; tal correspondía a un estado moderno y todos los territorios limítrofes de la Isla de Cuba, que por aquella época constituían las posesiones más preciadas de España, su Metrópolis colonial, cerrada todo razonamiento. Esa era España, la vieja ‘madre patria’ europea la cual se negó siempre a entregar de buena gana, la independencia solicitada bajo una lógica pacifica por sus súbditos, criollos de la Isla de Cuba, su mejor, más productiva y rica de sus posesiones ultramarinas. Porque vale que España nos consideraba sus propios ciudadanos (ultramarinos), pero con tenues asomos de libertad e independencia.

La tutela colonial española sobre Isla de Cuba, lindaba en una data desde cuatro siglos atrás, cuando la aventura colombina reveló la existencia más allá de la columnas de Hércules, donde la insondable Mar Océano conducía al fin del mundo ptolemaico, donde las cataratas infernales. Cierto que, con la independencia de las noveles repúblicas de Centro y Sudamérica; entre finales del siglo XVIII y principios del XIX; los realistas inmigrantes de esas ex colonias, más convencidos de su fuerzas y otros sectores ancestrales y poderosos, estaban renuentes a perder sus fueros y privilegios en la Mesoamérica de tierra. Tampoco la Indoamérica en su totalidad, agradeció a España y las otras naciones europeas, que les introdujera a la civilización y los sacara del atraso esclavista y antropofágico, incluyendo ablaciones y otras mutilaciones. Todo un arsenal primitivista, al que los nativos (sus cronistas) le bautizaron como "cultura autóctona"

Reconcentración
Así, dichos contingentes de civiles y fuerzas militares de la Corona, se replegaron hacia Cuba cargados con los bienes, capitales, soldados y pertrechos de guerra que lograron rescatar de la avidez de sus vencedores, de todo aquel mundo armado por los buscadores de las míticas  Jauja y El Dorado y de lo que ellos estimaron mas tarde ‘el desastre independentista del 98’ Durante el transcurso este nuevo y reiterado levantamiento libertario, las fuerzas colonialistas, con una potencia numérica que no tardó en alcanzar más de 10: 1 a su favor; con respecto a las fuerzas mambisas, como es natural, mal armadas, vestidas y peor avitualladas por las campañas y continuos combates, arremetieron contra los patriotas con una temible fuerza militar experimentada y desproporcionada. Entonces, la población civil quedó sumergida en un sufrimiento inenarrable, como nunca antes y parecido al status quo aplicable a Cuba, Venezuela y otros territorios.

Los colonialistas españoles utilizaron todo método al alcance de sus manos contra los mambises y la población inocente, en especial, aquella considerada vinculada de manera directa a la causa libertaria; en especial esa parte de la sociedad nutrida con el campesinado, acusándolo de "colaboracionistas" decir, de aquello imbricado a bolsones rurales proveedores de alimentos, pertrechos y otros enseres a los insurgentes.

La denominada ‘Reconcentración’, resultó en una acción militar inhumana; eminentemente de carácter punitiva; pero ahora extraída del arsenal colonialista en contra la población rural, acusada de ser colaborantes, así como centros de suministro y apoyo a los criollos beligerantes (guerra total), empujó de manera obligada a dicho sector campesino hacia las áreas urbanas. Tal estrategia fue puesta en marcha e instrumentada por el Gral. Valeriano Weyler y Nicolau, quien entre otras condecoraciones militares y títulos nobiliarios; ostentaba la distinción de ser considerado entre los “grande de España”  Weyler además, fungió anteriormente como Capitán General de las Filipinas.

Tal estrategia genocida indujo el hambre intencionada por voluntad expresa del gobierno español (“starvación”) Esta ultima esta referida a cuando un estado terrorista corta todos recursos alimenticios, medicinales, combustible, etc. y el resto de los elementos esenciales para sobrevivir a la población civil en rebelión y desarraigada de su hábitat; unida a las enfermedades endémicas del trópico; propendían a eliminar la posible ayuda de la población a los insurgentes, provocando un diezmo inmenso de la misma. Ver los casos de países de la América hispana.

Todo ello unido al abandono total de asistencia a los damnificados por parte de las autoridades coloniales, devino escándalo internacional a causa de su crueldad, mortandad y atropello contra los civiles indefensos; los cuales fueron diezmados en varios centenares de miles, por causa del hambre y las enfermedades. No tardó que la prensa norteamericana clamara por una mediación o intervención militar directa, por parte de los EE.UU. en el conflicto genocida de los colonialistas españoles en contra los cubanos rebelados por su independencia. Esta práctica, en ciertos aspectos resultó semejante a la llevada a cabo por los británicos, durante el último cuarto del siglo XIX, contra los rebeldes independentistas denominados “boers” o colonos neerlandeses (holandeses), por lo general criollos descendientes, en la que después sería, tras su independencia de la Gran Bretaña, la República de Sudáfrica 2

El “USS Maine”: 1ra. Intervención de EE.UU.
Sucedió que en la noche de enero 25 de 1898 entró al puerto de La Habana, en “son de visita amistosa" el acorazado de segunda clase "USS Maine" Este navío de guerra era del tipo Pre-dreadnought  o sea, sujeto a un diseño novedoso; entre otros adelantos de la mecánica, construcción naval y electrificación, a los fines ineludibles de la modernización de las fuerzas armadas estadounidenses. La nave era también la primero botada al agua con el nombre de un estado de la Unión casi a la par con el “USS Texas” No obstante, el propósito ‘supuesto encubierto’ real del acorazado era el de la persuasión y sugerir a los españoles aunque fueran atacados, que se esforzaran en cumplir las reglas mínimas de humanizar la guerra y no dañar a los civiles, innecesariamente. También en el decir, a los fines de proteger los intereses norteamericanos vistos en peligro, a causa de la nueva guerra separatista (revuelta independentista, así denominada) desatada por los criollos cubanos emancipadores y encandilados con los esplendores de nuevo siglo de la revolución industrial, contra las poderosas fuerzas colonialistas de ocupación.

Siendo una nave de guerra, el “USS Maine” se apareció en La Habana sin aviso previo, lo cual era inusual según las prácticas diplomáticas. Ello hizo que España se irritara, por lo que ésta no tardó en ripostar la descortesía norteña con el envío del crucero “Vizcaya” al puerto de New York. Según la propaganda comunista del régimen castrista y conculcada a los estudiantes y escolares de todo el sistema nacional educacional cubano, mediante los libros de ‘Historia de Cuba’ Esta narrativa real es sustituida por una versión adulterada de los hechos, porque estos oteadores y veedores circunstanciales en el historicismo (tal lo asumen Croche y von Ranke) atado a los totalitarismos; los historiadores e ideólogos políticos de la Isla, por supuesto, fue y es constantemente reescrita en beneficio del régimen comunista.

Luego, dicho acorazado como buque, estaba supuesto por los españoles y después por los marxistas; como un ‘muy conveniente’  trasto naval o detritus mecánico; razón por la cual (cuentan los enemigos de los EE.UU) fue destinado a provocar una auto agresión del propio gobierno de los estadounidense a fin de justificar una intervención posterior en Cuba. Por el contrario y sin embargo, el USS Maine, desmintiendo falacias anti norteamericanas, formaba parte de una nueva generación de buques de guerra, armados entre 1890 y 1910; los cuales utilizaban máquinas (motores primarios) reciprocantes de vapor, habilitadas de varios estados de vaporización que hacían a sus motores primarios, más eficientes, entre otras mejoras más modernas tales como el control cibernético eléctrico de su artillería de cubierta incorporada.

Dicho evento, devino tragedia con la sorpresiva destrucción total del buque, a causa de una explosión poderosa a la par que “misteriosa” por su origen desconocido en los primeros momentos. De la gestación del complot, se culparon mutuamente ambas potencias. Los medios de difusión (prensa plana) de España y EE.UU. jugaron papeles decisivos en el resultado del intercambio de las acusaciones. El hundimiento y neutralización total del acorazado y la pérdida de la mayor parte de su tripulación compuesta de unos 352 oficiales y marineros de los cuales murieron 254 tripulantes, se arguyó por ciertos historiadores, que no hubo oficiales fallecidos. Ello fue motivo dicen, a que el resto de la oficialidad disfrutaba de un sarao o fiesta organizada por las autoridades españoles en honor de los oficiales visitantes, en la propia capital. Todo ello es falso según arrojo la investigación posterior, puesto que la orden (dada las tensiones entre EE.UU. y España) fue de no permitir el desembarco de la dotación, ni sus oficiales a tierra firme.

Ello devino en el denominado ‘incidente del Maine’ el cual fue la chispa que genero el conflicto bélico posterior entre ambas potencias, a causa de que tras unos días después del arribo de dicha nave la rada habanera; a las 21:10 h en la noche del 15 de febrero de 1898, esta embarcación estalló inesperadamente por causas desconocidas. Producto de dicha explosión poderosa, el navío de guerra se hundió a medio calado en el mismo puerto de La Habana. De ello, surgieron innumerables culpas y conjeturas. Las bajas norteamericanas, fueron elevadas. Hasta entonces, las causas no estuvieron determinadas hasta un tiempo posterior.

España se declaró ajena de provocar el incidente y con unos EE.UU. casi convencidos de que la tragedia no estaba distanciada del interés de los españoles a una supuesta agresión “bajo bandera falsa” (autoagresión) no quedando satisfechos con las explicaciones hispanas (2) Luego, los EE.UU. le exigieron aclaraciones a España, que algunos historiadores suponen infundados y cuyos  resultados fueron emitidos tras una ardua investigación técnico-militar conjunta, que debía efectuarse antes de una fecha determinada.

Joint Resolution” del Senado de EE.UU.
Considerando estos hechos graves, unidos al aplastamiento inhumano de la población civil (campesinos) por los colonialistas, las fuerzas políticas los EE.UU., clases vivas y casi la totalidad de la prensa estadounidenses (con periodistas influyentes como Hearst y Pulitzer a la cabeza), exigieron una respuesta norteamericana contra el genocidio colonialista en plena marcha, por las las fuerzas de ocupación españolas y sus seguidores sobre la población criolla, inerme. Tal acción política interna de los EE.UU. se materializó en la ‘Joint Resolution’ (Resolución Conjunta) Luego, Cuba debía y resultó ser, precisamente atenida al original y único objetivo de la "Joint Resolution”; una nación libre e independiente, aunque con ciertas regulaciones sobre su soberanía.

Ello devino después que el 11 de abril de 1898, el Presidente de los EE.UU. William McKinley envió un mensaje a ambas cámaras (Representantes y Senadores) referido a la guerra de independencia en Cuba contra la metrópolis española. El 19 de abril de 1898 el Congreso de los EE.UU. de ambas cámaras, emitió la ya mencionada “Resolución Conjunta”; por la que se declaró “que el pueblo de la Isla de Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente…”  (1)  Por la misma, se hizo que tal iniciativa vinculada al destino de esta nación vecina de Cuba, declarara la guerra a España en abril 25 de 1898 ante la no atención de esta última nación a un memorándum de los EE.UU. a la potencia ibérica.

La declaración de guerra no se hizo esperar, la cual desembocó en la denominada a inicios por Washington, como “Guerra Hispano-Americana”, la cual en la realidad era una modalidad afín adelantada del conflicto ya existente entre la metrópolis europea y los criollos luchadores por la independencia. Los hechos reales devinieron en ser registrada a sugerencia de los independentistas en su carácter verdadero de “Guerra-Cubano-Hispano-Americana

Luego, los historiadores mambises la denominaron con justeza, en la natural corrección histórica de los tratados de sobre la Historia de Cuba, como finalmente quedó nombrada como “Guerra Cubano-Hispano-Americana” salvando la veteranía o “seniority” del Ejército Independentista de Cuba en el viejo conflicto datado en firme, desde octubre 10 de 1868. El 16 de julio de 1898, tras una guerra relámpago (Blitzkrieg) contra enclaves marítimos en Cuba, Puerto Rico, Hawái, la isla de Guam en el archipiélago de las Marianas o Ladrones y otras posesiones ultramarinas de España, las fuerzas navales de los EE.UU. ocuparon dichos territorios.

Del conflicto entre ambas potencias, España debió despedirse para siempre de sus territorios coloniales, decir ‘ultramarinos’, los allendes a la Mar Océano. Aunque con la impronta de sus huellas inestimables, proveniente de una metrópolis prima en la etapa de civilización colonizadora; completada exitosa durante cuatro siglos; fue llevada a cabo en unión de otras naciones europeas diferentes en lenguajes, culturas y estilos, desbordadas sobre del continente americano. Para la metrópolis española, la guerra contra los EE.UU. puesta en manos, alejadas de las tácticas y estrategias modernas (incluyendo el retraso tecnológico) se tornó en potencia auto gestora de innumerables fracasos en cada uno de los escenarios de operaciones militares antes y durante el conflicto hispano-americano.

En consecuencia, España se declaró derrotada y rindió sus fuerzas militares en buena lid, al Ejército y Armada estadounidenses, en unión de las unidades patrióticas locales de apoyo; demandantes de la independencia (mambises) También, en el resto de los focos guerrilleros existentes en algunas de esas otras posesiones, en especial, las Filipinas. Tal como resultó con los actuales movimientos desideologizados entre otros, los pseudo independentistas de las Filipinas; los cuales hoy propugnan iguales rezagos atorados en elucubraciones del mundillo proto marxista, el mismo de las imágenes goyescas, como las de un Neptuno devorando a sus hijos.

La “Constitución de Cuba, de 1901 y sus enmiendas
En consecuencia y de inmediato, la guerra Cubano-Hispano-Americana se dio por terminada por la rendición de España ante la destrucción del poderío naval y de la élite de los ejércitos regulares de ocupantes en tierra. La derrota fulminante ocurrió tanto en Cuba como con las escuadras navales españolas en el Pacífico (Filipinas), el Caribe y otras posesiones ultramarinas de la metrópolis. Un tratado de Paz quedó pendiente de ser acordado de manera formal y definitiva, que marcaría la derrota española entre ambas naciones, con la pérdida total para España de todas las colonias y con ello la desaparición absoluta, lamentable y para siempre del viejo imperio, donde "no se ponía el sol"

De inmediato, comenzó la ocupación militar de la Isla de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y el resto de las posesiones españolas imperiales. Cierto que el triunfo de los patriotas independentistas quedó bastante ensombrecido por su ausencia en las negociaciones, al no ser invitados como delegados y parte beligerante, a las conversaciones para la firma del tratado de paz. También se ignoró a los cubanos arguyendo razones varias, aunque siendo los mambises soldados combatientes  y parte sustancial de las acciones. Ello se arguyó bajo criterios de retaliaciones posibles por parte de los mambises, contra los españoles, infidentes e irregulares colaboracionistas, criollos activados como soldados, partidarios de España (los guerrilleros, uno civiles armados como tropas paramilitares de irregulares)

Resultó curioso que Ángel Castro, padre del finado Dr. Fidel Castro Rus, tirano de Cuba por decenas de años, resultó ser uno de aquellos guerrilleros, tras cumplir por encargo la leva en Cuba de un señorito español ocupando se lugar en filas (era lo usual en España y nada ilegal) retornando a la Isla más tarde. Ya en calidad de terrateniente montó su negocio en tierras en Birán, zona de Holguín, provincia de Oriente, tratando a sus “empleados’ (exacta a la denominación tolstoyana de las ‘almas” en sus novelas bucólicas, con un trato degradante copiado al estilo de los ‘mujicks’  bajo la égida de los ‘kulaks’ rusos (siglos XVIII y XIX) Luego, es como decir que el trato inhumano y humillante de los castristas al pueblo cubano, es filosóficamente entendible, ‘porque de casta le viene al galgo

Hechos oficiales vengativos que nunca ocurrieron ni antes ni después del armisticio, ni tampoco durante la etapa republicana, tras concluirse el “Tratado de París”  (Diciembre 15, 1898), concertado entre los gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica y el Reino de España. A pesar de las evidencias independentistas pacificas de las fuerzas mambisas, ambas potencias desconocieron a estos beligerantes autóctonos en las negociaciones de paz y el traspaso de la Isla de Cuba hacia un régimen republicano, libre, soberano y con rumbo al concierto de las naciones democráticas.

Tras la firma del armisticio y evacuadas las tropas españolas de sus territorios antiguos, sobrevinieron 4 años de ocupación militar de la Cuba por el gobierno de los EE.UU. a los fines de ordenar y reparar años de estragos bélicos y el derrumbe natural de toda la estructura colonial, e instauración de una república democrática y civilista. Además, los EE.UU. se esmeraron en reconstruir y restaurar sanitaria, material, moral, institucional y económicamente la isla en ruinas. Ello implicaría dotar de una estructura institucional clásica de poderes básicos: Poder Legislativo (Cámara y Senado), Poder Judicial y sus órganos códigos y el Poder Ejecutivo en la persona de un Presidente de la República.

Así, se convocó a una Asamblea Constituyente Legislativa, la cual proclamó finalmente en Febrero 21 de 1901 la “Constitución de Cuba de 1901” con ciertas enmiendas figurativas, pero validables bajo situaciones de excepción. Felizmente para todos los cubanos, el 20 de Mayo de 1902, fue proclamada la ansiada República de Cuba asumida y validada en su Constitución de 1901 y el resto de las leyes y poderes implementados, propios de una democracia moderna. Cesando de este modo. La primera intervención de los EE.UU. en los asuntos cubanos.

Un cubano separatista y después independentista convencido, Tomás Estrada Palma, entonces delegado del Partido Revolucionario Cubano en el exterior; pro tempore; había asumido el cargo de Delegado por la caída en combate el 19 de mayo de 1895; en “Dos Ríos”, Provincia de Oriente, Cuba; del tenente en funciones de ese cargo; el prócer José Julián Martí y Pérez, luego ya en la república “Apóstol de la Independencia de Cuba”  Estrada Palma en ocasión de las elecciones primarias y por voluntad expedita del pueblo cubano, fue elegido como primer ‘Presidente de la República de Cuba

Así, el vetusto dominio colonialista español sobre el archipiélago cubano feneció para siempre. Los habitantes todos de la Isla de Cuba y sus territorios circundante, sin distingos, fueros ni privilegios y de manera automática, dejaron ser tenidos y considerados súbditos de España, con ciudadanía española. Entonces, adquirieron de hecho y por derecho propio, el carácter de ciudadanos de la República de Cuba.

Con las últimas notas del himno nacional de Cuba (Himno de Bayamo) estrenado en ocasión del inicio de la Guerra de los 10 Años (1868-1878); la estrella solitaria de la bandera nacional topó con la punta del mástil en la fortaleza de “El Morro” Con ello, Cuba se declaraba libre, soberana e independiente. Un legendario soldado mambí integrante de la tropa presente— dio un grito de,

            —« ¡Viva Cuba libre! »— y todos los presentes le secundaron a viva voz.

Entonces, no uno de los tantos, sino quizás el máximo exponente aún vivo de las cruentas luchas independentistas y de todas las vicisitudes de la gesta emancipadora cubana, el Mayor Gral. Independentista Máximo Gómez Báez; jefe del entonces y ya en funciones, el Ejército Nacional de Cuba, quien en ese momento ostentaba el más alto galardón militar cubano de "Generalísimo del Ejército Libertador” de Cuba; exhaló un suave suspiro y murmuró a sus colegas de la comitiva, todos ahogado por la emoción,

            —«Sí, creo, que hemos llegado»

La saga continúa,
  
© Lionel Lejardi. Septiembre, 2011
 lejardil@bellsouth.net 
Legacy Press 
Addendum (wik)
(En construccion)

1
2    La primera de estas guerras bóeres se desarrolló desde el 16 de diciembre de 1880 hasta el 23 de marzo de 1881; y la segunda, entre el 11 de octubre de 1899 y el 31 de mayo de 1902. Estos enfrentamientos dieron como resultado la extinción de las dos repúblicas independientes que los bóeres habían fundado a mediados del siglo XIX: el Estado Libre de Orange y la República de Transvaal (Río Vaal)
3    Atendiendo a los planos de cubiertas y bodegas del USS Maine, como otros tantos, es de observar que los depósitos de combustible (carbón) para las máquinas de vapor (motores) de aquella época; estaban situados colindantes (según los armadores del buque) con el recinto de explosivos y municiones y/o "santa bárbara" de la nave. Es conocido que en los depósitos de carbón, interiores o exteriores, se producen igniciones espontáneas del carbón interactuados con la temperatura del aire y otros factores. La termodinámica explica a los ingenieros eléctricos y mecánicos el fenómeno, hoy casi obviado con el empleo de otros combustibles.
4    Dicha enmienda data desde el 28 de febrero de 1901, el senador estadounidense Orville H. Platt propone enmendar la Ley de Gastos del Ejército de los EE.UU., incluyendo en ésta una cláusula ("Enmienda Platt") que regularía las relaciones entre el nuevo estado independiente cubano y los EE.UU.
5    Un ejemplo puede ser visto en el ver el film norteamericano "We Were Strangers" (en español, ‘Rompiendo las cadenas’) 1949 de John Garfield, cuyas copias salvo una, cuentan los analistas de cine cubano; fueron ocupadas, secuestradas e incineradas por los castristas, inmediato que se encaramaron en el poder. Trataba sobre un hecho real sucedido durante el machadato (Revolución de 1933): el intento de asesinar al Presidente Machado, cuando éste asistiera al entierro de Clemente L. Vásquez-Bello, Presidente del Senado, quien previamente había sido escopeteado y muerto por los opositores. Los Castro, temían el ejemplo de un pueblo cubano iracundo, contra un gobierno que los ciudadanos de entonces (como los de ahora) estimaron despótico y tiránico.
6    El Dr. Rubén Martínez Villena, era un joven abogado cubano, además de brillante, quien en 1923 formó parte de "La protesta de los 13" contra el Presidente Alfredo Zayas. De ideas radicales, contactó con el grupo comunista de Julio Antonio Mella (advertir que el nombrado "Mella", no es un nombre real) el cual fue el defensor de este último, en el juicio donde se le acusaba de terrorismo por colocar una bomba en el teatro "Pairet" Su purga, se justificó por los comunistas aduciendo que estaba enfermo de tisis (murió en 1934). Lo cierto era que el puesto de Secretario General del PCC fue asignado a otro de los oseznos del Comintern, Blas Roca Calderío, de tendencia estalinista. Villena, entre otros intelectuales hipnotizados con el marxismo-leninismo de los comunistas sobaqueros, perdió legal ante los caporegímenes estalinistas cruentos del cártel comunista cubano.
7    El Dr. Fidel Castro Rus, no requirió demasiadas neuronas para implementar de inmediato, la liquidación de toda la “Ancien garde rouge de stalinien” (vieja Guardia Roja estalinista) ahora cubana desde 1925, heredera del PCC original de 1925, del que Mella ofició entre los fundadores y después, por sus disidencia, mezclado como traidor entre otros residuos indeseables, heredados del pos machadato. De manera meticulosa estos líderes de clase cuarta se difuminaron uno por uno, en el “Glorioso Partenón de los Alados” Este, una especie de retablo del altar menor propio de los "desorejados pobres de la Tierra", donde el dogma no permite dejar huellas visibles en las crónicas gubernamentales, salvo las de aquellos iconos autorizados para eternidad. No así, en el retablo del Altar Mayor, antesala del “Partenón de los Líderes Máximos Inmortales”; advertidos ya todos los ciudadanos sobrevivientes en intramuros, de que la exigüidad del cupo de sepulcros blanqueados en la tónica bíblica "tan solo daba para dos almas divinizadas' y no otros, decir, aquellos del montónpilaburujónpuña'o del barrio, diferentes de los menos iguales de la granja castrista, administrada y a cargo de los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz”

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