lunes, 16 de julio de 2012

Obama y Chávez en una singular Missa in tempore belli


Obama y Chávez en una singular Missa in tempore belli
Se cumplen 53 anos de dictadura comunista en Cuba
Sin la venia ajena
El comunismo, es simple fascismo de izquierda
Habesmas

Kermesses y otras seriedades
Tal parece que sí, puesto que ambos asisten espiritualmente con lujo impresionante a una “Misa en Tiempos de Guerra”. Porque resulta una dicotomía insalvable para nuestra comprensión que el Presidente, Barack Hussein Obama II, declare que: “… el régimen de Hugo Chávez en Venezuela no ha tenido un impacto serio en la seguridad nacional de EE.UU.” Es de pensar que lo llevado a cabo por Chávez contra los EE.UU y las democracias continentales, hasta ahora, es solo un “impacto gracioso”.
Fallan los estrategas que delinean el discurso político de Obama, en lo concerniente a las Relaciones Exteriores de los EE.UU con nuestros enemigos declarados y observan los hechos con un simplismo aterrador o desconocen a despropósito la gravedad del tema en relación con nuestra seguridad nacional.
Cualquier escolar que sepa leer o escuchar sobre lo que sucede en Venezuela, perfectamente aplicable a lo que acontece en el racimo de inútiles constituidos en el que denomino “Eje Apocalypto” o lo que igual el ALBA, diferiría diametralmente opuesto a las aseveraciones del presidente Obama al evaluar lo contractual de los síntomas de un peligro inminente, comenzando por la influencia que ejercen enemigos latentes como Rusia y China y peligros inminentes, como son los vínculos mafiosos de Chávez con Cuba, Irán, Siria y otros de igual ralea teocrática y totalitaria.
Es obviar o mirar hacia el otro lado impregnados de una antítesis menos antagónica de lo que en la fría realidad, deviene ya insostenible como línea a tempore de ese Eje Apocalypto (ALBA). Alarma una despreocupación radical y constante, de los trajines que en política exterior despliega en chavismo y suponerlo diferenciable de su copycat, el castrismo, el cual condujo a la “Crisis de los Misiles” en octubre de 1962.
Así, por tales derroteros insensatos, fue como se auspició el “Pacto de Múnich” (München) en septiembre de 1938 contra Checoslovaquia a la que los fascistas desmembraron con el visto bueno de Occidente y que después se consideró  “nichtig ex tunc” (no válidos desde el principio) y que propició el concepto del munichismo apaciguador por culpa de Chamberlain (UK) y Daladier (Francia).
 ¿Despertará a tiempo el presidente Obama de su letargo en el jardín, del “Rey Hamlet”?
© Lionel Lejardi. Octubre, 2012
lejardil@bellsouth.net
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