martes, 15 de noviembre de 2016

Domhnall Val rugió, "Quiero ser Presidente de los Estados Unidos de América”

Domhnall Val rugió, "Quiero ser Presidente de los Estados Unidos de América
Se cumplen 57 años de dictadura comunista en Cuba
Sin la venia ajena
(Miniserie, "Trump and other contemporary political achievers")

Sobre la Economía
Toda interferencia gubernamental
en la economía, consiste en conceder
a otros, un beneficio no ganado,
extraído por la fuerza a algunos hombres,
a expensas de otros.
Ayn Rand
“Un Asunto Cubano”

Dilemas de Donald y otras maravillas de las democracias

Trump, ¿chief de un gobierno colegiado?
Improbable, absolutamente. Claro que se trataría de analizar un desatino a partir del absurdo típico de Ionesco o quizás de uno o varios Kafka colegiados e intangibles dado el silencio perpetuo que les rodearía. A esos fines habría que considerar los tres modo de pensar en Ciencia Jurídica, según Carl Schmitt (1996); ajustados al pensamiento germánico del aufsichtsrat (entidad de carácter deliberativo) incompatible con las prácticas democráticas. Ello, devendría abrumador por la imposibilidad de existir un Gobierno Colegiado sin Parlamento, en las democracias verdaderas en funciones, tales son los Estados Unidos de América. Porque en alguna forma, Domhnall Val (Donald), que en la realidad del inglés moderno seria: née, Donald John Trump; experimentó, lo que nunca antes en su vida semi pública de ciudadano simple le satisfizo, al escuchar a sus íntimos familiares y amigos escogidos, la propuesta o recomendación de que activara su postulación como candidato presidencial del Partido Republicano para las elecciones generales anunciadas a celebrarse en noviembre 8  de 2016.

            En esa faceta tal entrepreneur exitoso con las alzas y bajas normales de quienes, arriesgan su capital en Bienes Raíces, Bolsa de Valores, Espectáculos, Centros Deportivos, Concursos y otras actividades mil o en aquello que le dictare su real gana; se encontró con un sinnúmero de competidores y críticos de atipicidades rabilargas (claro que de aquellos que cargan sus dignidades a la izquierda); dados por economistas apócrifos, todos liberales, enchumbados en lamentos y ululares de balalaikas tan singulares y placenteras a los colegas demócratas.

Donald J. Trump
Cortesía de Campana Presidencial
Noviembre 2016
Ello, dado que en la palestra pública, esas artes mágicas y esoterismos, son propios de los brujos populistas enredados en sus retortas, no precisamente las del "El Aprendiz de Brujo" Tales crisoles son diferentes a los de aquellos otros magos y ciertas sacerdotisas con del punto "G" alborotado, inmersos todos en los complicados avatares financieros del "tit for tat" de ciertas tribus endémicas de Wall Street.

Sucede que ahora todo aquel bagaje de intereses y acciones bursátiles, incide en que el discurso actual ríspido el cual hubo de desdoblarse en la versión actual de sus proyectos, referidos como respaldo a la inevitable propuesta de candidatura presidencial en una especie del "toma y daca" (el quid pro quo en el retorno de Hannibal) del castellano contemporáneo.

En la mente de Donald apunta a que sin proponérselo, devino en una revolución transcripcional propia del lenguaje críptico financiero, de corte electoral. Un enigma gótico para los legos en artes de la dialéctica locutiva. Pero, en modo alguno, un acto perlocucionario, donde Trump osaba enunciar en su estilo: "quid pro quo, domine"  Esta decisión competitiva de Donald Trump, acapara prácticamente la atención nacional de los estadounidenses y casi la absoluta curiosidad recelosa de los extranjeros dedicados al parafraseo intrincado del apotegma aterrador para nuestros enemigos.

Porque en la contienda del socialismo utópico franco-nórdico europeo, la constante económica entre los polos directores de la economía en EE.UU. y Europa, devino y tuvo la gentileza de mostrarnos uno de sus destellos en una obra de reflexión impresionante, El Desafío Americano, escrita nada menos que por un socialista radical. Contenía un resultado lógico no algebraico, alejado de los tensores físicos del escritor y economista parisino de la social-democracia; Jean-Jacques Servan-Schreiber (aka, JJSS) No solo como el sonido de un sol chivato para la atención de los economistas europeos ante un libro impactante, sino también, sintonizado con las fuerzas generadoras de riquezas del capitalismo moderno, representado en todos y cada una de los estamentos sociales del actual y genuino pueblo estadounidense y otras sociedades exitosas del Mundo Libre. Todos hartos hasta la cocorotina de los populismos paternalista a costa de los bolsillos ajenos.

"Tan solo con abrir la boca y decir lo que se piensa, basta para desatar cualquier número de enemigos, advirtió Martin Luther King al disertar sobre las incógnitas nacionales e internacionales, mientras exponía a lo crudo lo que se opina sobre las causas y falacias nocivas a los EE.UU. y la manera de solucionarlas. Una charla que no muchos deseaban entablar. Tal sentencia entre otras puso en atención a Trump, quien ha estremecido y dado que el entredicho en medio de las primeras andanadas, a los respectivas Estamentos de las plataformas políticas de sus correligionarios. De rechazo, los proyectiles tocaron a los líderes y miembros del Partido Demócrata, cuya estrella era diana de manera justa y eficaz durante años, del ataque directo de la bancada republicana la cual incluye aquellos de nuestros correligionarios con aspiraciones presidenciales propias. Y bien que así sea nutrido el listado en las primarias.

            Son las inigualables bellezas de la democracia, el poder disentir y debatir de manera abierta con el oponente, más si este abusa de los ciudadanos inermes tal es en los totalitarismos. Valga que nuestra Constitución previó bien temprano tener armados y entrenados a sus ciudadanos, como advertencia a los designios de cualquier tiranuelo embebido de tropicalismos, pululante por y desde ciertas "Chiquitas Bananas" Y digo "tropical", porque los tiranos de nuestra región, devenidos cuasi reyezuelos africanos sin serlo, por el parecido. Salvo en ocasiones por su actuar, son los copycat del Aedes aegypti capaces de portar e inocular cualquier basura ideológica tipo sika, totalitaria y marxistoide a los jóvenes norteamericanos incautos.

            Y ni decir, del tembleque populista que reforzó a sus proyectos electorales la única aspirante posible a vistas competir por el Partido Demócrata, la Sra. Hillary R. Clinton, en lugar de alejarse del otro paradigmático púrpura en ciernes, Sr. Bernard (“Bernie”) Sanders y sus coqueteos con los carcamales totalitarios. Clinton, es reflejo de una experimentada candidata, muy culta y con experiencia y habilidades notables; aunque no muy alejada del pandemónium de la cadena de sus sus errores actuales y próximos pasados. La cúpula del Partido Demócrata, no se sabe por cuales cábalas y sortilegios, decidió incluir en el ticket de aspirantes presidenciales y en la monta de contrincante en segunda opción para los votantes, a un personaje singular y de no menor prosapia izquierdista, "Bernie" Sanders la cual transpira zurderas por cada uno de sus poros.

            Este último, palafrenero nato, funge en la actualidad como miembro activo del Partido Demócrata del cual es veterano desde 2015, cuando cambió del bando de los Independientes al Demócrata. Tal movida, bajo no se sabe cuáles designios, hitos, cartomancias o revelaciones (encasillados entre los divinos, aunque este líder es ateo) O quizás, atendiendo mandatos de extramuros. Así de fácil, Sanders ahorcó sus hábitos de de filas nihilistas (demasiado visible e incómoda) y se escabulló entre las huestes demócratas donde ciertas pelambres hirsutas de rojo einsteniano decepcionan Inclusive que nos asustan por emitir destellos similares.

            Al parecer, el nido demócrata no advirtió al huevo extraño en su nido y lo ungió con el beneplácito y le arrulló el viejo pedigrí a este conspicuo veterano de jerga socialista, terco admirador de toda clase de extremistas, tiranos y totalitarismos, el irreverente Sr. Sanders. Ver sus años mozos si los tuvo si ponemos a un lado la taciturnidad, porque líder, indudable por la magnitud de sus seguidores, ya senador por Vermont; arrastra un pedigrí joven bien alineado a los movimientos de activismo fachadas (sino todos, una buena parte de los cuales eran apoyados por el Comintern y la Cuba castrista) por desgracia, afiliados a los enemigos sigilosos de EE.UU. La historia completa, debe andar por uno de los folios enrojecidos de los rincones históricos.

          Se trata por el botón de muestra (sus pelos) con una intoxicable fragancia marxista, el cual sus activistas promotores destapa, refresca y reverdece; la marchita y usual inopia futurista de los demócratas cándidos e idealistas aunque confundidos entre la democracia real que palpa a diario y la estarvación de la extrema izquierda. Esta divagación política o manía populista, está basada exclusivamente en aumentar los impuestos a quienes generan riquezas y empleos, a fin de engrosar las filas de sus activistas gubernamentales a los fines de paliar los malos hábitos de estos dependientes de una falta de ánimo endémica y desidia en realizar cosas, decir, mantenerse en un trabajo estable.

Beau Geste
Tal gesto quizás, parangonando un tal beau geste de entre legionarios, debía ser cuidado de no confundirlo con la novela homónima Beau Geste original de P. C. Wren; tan propia de la literatura y cinematográfica de los años 20, sin que tenga nada tiene que ver con el populismo de algunos gobernantes. No es difícil y además gratificador, saludar con sombrero ajeno (regalar los dineros del erario público a la usanza populista) para mostrar a los estadounidenses el absurdo actual y sin futuro del mundillo liberal. Recordar y admitir que tal actuar conduce inexorablemente a ese jardín de una sola "flor de cactus" ya agotada. Es para dejar el país victima desolado de su otrora fertilidad estupenda, es que al parecer los inquilinos de las casas presidenciales propenden a los fines de ganarse la simpatía electoral de los aprovechados de la candidez celestial de demócrata y sus dirigentes, al parecer temporalmente, hipnotizados con redenciones y salvaguardas destinadas a perpetuar un efímero “Culto a la Personalidad”

            La Sra. Clinton, quien arrastra un historial de experiencias políticas reales, acertadas o equivocadas, ha sido dejada al garete por los obamistas quienes; nunca prestos (lo conocido) en enfrentar a quienes son nuestros enemigos mortales según declararon oficialmente ellos mismo. Decimos, los islamistas radicales por citar unos ejemplos infaustos. Estos últimos, auto proclamados "nuestros adversarios” sin haberlos atacado, dan la impresión absolutamente falsa y según ellos; de estimar a Obama desde el punto de vista religioso y ancestral un factor extranjero no antagónico y en su lugar, opinan algunos excedidos en sus apreciaciones, sospechosamente diplomático.

            El manto de populismo desorbitado (su legado) con el cual desea retirarse el Presidente Obama del teatro demócrata; fracasó en arenas del Sahara el cual es un simple tropo regional. Ni tan siquiera, cuando “FORBES” arrimó a Trump a la lista de los hombres más ricos del mundo, asignándole a éste último una fortuna de unos 4,100 millones (USD) La cifra, fluctúa con el tiempo y maldad de sus enemigos, quienes le echan en cara que fue el heredero de su padre y no ellos, envidiosos de su raquítica prosapia. Tampoco cuando la revista lo oreó al aire libre con las delicias de las personas más influyentes de nuestro planeta. Allí y no por volitudes poderosas, confluyen personalidades diversas, de cualquier continente, nacionalidad, religión o etnia.

            Reafirmar y anunciando que en Norteamérica todos los ciudadanos decentes nacidos o naturalizados (con ciertas excepciones) tienen la misma oportunidad de ser senador, excepto Presidente de los EE.UU. Este último, dado que este cargo solo puede ser ocupado por un ciudadano norteamericano por nacimiento.

            Claro que en nuestro caso no se trata de ver el nombre de “Donald” con su apellido actual de “Trump” Saber que este último posee varios significados que van desde “persona admirable o confiable”, hasta un instrumento musical. Sin nada hilarante y sí, muy respetable. De cualquier manera se trata del candidato presidenciable por el Partido Republicano aspirante a la silla prima en las elecciones generales convocadas para noviembre de 2016, Mr. Donald (née, John) Trump.

Yo, me pago lo mío
Trump, penetró bien temprano al pugilato político por la Casa Blanca donde pelearían entre sí los candidatos republicanos aspirantes a la Presidencia de los EE.UU. en las elecciones de 2016. Estos ciudadanos, la mayoría políticos profesionales, de manera sorprendente totalizaron 17 republicanos. Unos pocos no políticos como el propio Trump, pero todos ansiosos por captar la preferencia de los votantes. El tiempo, los fondos (dinero) y la selección natural, decantaría la lista inicial hasta que restara el candidato oficial final, por el Partido Republicano. El vencedor en las primarias, se las vería con el demócrata elegido en las elecciones iguales por aquel partido, entendido con iguales intenciones sanas de servir a su país.

            De inicio, la única favorita por los demócratas se vislumbrada en la ex Secretaria de Estado, la Sra. Hillary R. Clinton. Hoy, por desgracia, la Clinton tambalea en sus deseos atiborrada de denuncias, sospechas y otras alegaciones, por lo que ya en las filas demócratas se vislumbran otros líderes sustitutos, eventuales. Es que dicha candidata se ha visto envuelta en un número intolerable de escándalos por su errática actuación en el cargo, además de no contar con todas las simpatías personales de la grey demócrata. Los simpatizantes de este partido en el poder, una significativa porción casi decepcionados, permanecen en compás de espera hasta que se sientan en condiciones de enunciar su o sus probables candidatos.

            Un consenso advertido entre las respectivas membresías partidistas, apunta a preferir candidatos no políticos profesionales, lo cual enturbia los cuartos de finales en la contienda entre los aspirantes presidenciales. Al parecer y desde los inicios, nuestro conciudadano Donald Trump acaparó el interés y atención diaria de toda la nación y de inmediato, a todo el Orbe. Cada palabra gesto o expresión de su rostro aunque fuese estática, seria símbolo de algo inaudito que todos desearían desatar y desentrañar, o mejor, como si el candidato se lo susurraría solo a "él", un escucha anónimo, impaciente.

            Con sus declaraciones ardientes y controversiales tanto acerca de cómo solucionaría los nudos neurálgicos de la problemática nacional e internacional de los EE.UU. y sus interrelaciones foráneas; como el futuro real de sus planes y programa; millones desearían conocer detalles como las bondades de la prima láctea del Colostrum triunfante. Trump está convencido de que los Estados Unidos requieren de un purgante igual o al menos parecido a aquellos que nos hacían tragar nuestras abuelas, “para limpiar las tripas, espantar el insomnio y aligerar el trasero”, tal decían ellas.

            Este líder aboga, vehemente, por retornarle a los EE.UU. el esplendor y respeto casi perdidos, durante los últimos períodos del actual gobierno demócrata, comandado por el Presidente Barack Hussein Obama II Jr., todavía a cargo de la oficina presidencial hasta noviembre de 2016. De paso, éste republicano sacó a colación una serie de atascaderos de los cuales casi todos los líderes y otros notables sabían y que ninguno optó nunca por debatirlos a la luz de todo el pueblo norteamericano.

Los asombros de la opinión pública de los EE.UU. en especial los líderes del ala republicana, diferentes a Trump, debieron coincidir en que ni nuestras abuelas ni el Sr. Trump, estaban equivocados. Ya no se trataba de la legitimidad de puntos álgidos como prestigio, respeto, terrorismo, racismo, inmigración ilegal u otros latentes, sino de sus causas y contenidos. Algunas sino todas las soluciones propuestas por Trump, chocaban con los puntos de vista de cierta parte de los aspirantes presidenciales republicanos y por decantación a parte de sus seguidores, temerosos de levantar polvaredas de oposición en minorías, de todo tipo, proliferadas hasta el delirio social, durante los últimos decenios.

Él, sin ambages, predijo la solución primaria de cada mensaje de y hacia la población toda de los EE.UU., la cual en esencia se trata de un todo complejo de nacionalidades y minorías, excluyendo los grupúsculos y bandas excluibles, ansiosas todas  (en el mejor de los casos) de soluciones y no de retoricismos.

¿Gobierno Colegiado?
Ya se coció o de hecho se abandonó la idea peregrina de una debacle anticipada de Trump, ya en sus funciones presidenciales. Ello, considerando su elocuencia a veces entendida como inflamatoria, atenidos  a la filtración de rumores desde inicios de diciembre de 2015, en algún que otro de los sectores influyentes o no. Además de otras corrientes del Partido Republicano, las que a contrapelo, según premoniciones, la elaboración de una especie de “Pentarquía” o "Gobierno Colegiado" de probables integrantes de las secretarias, más sensibles y posible reajuste, de manera audaz, del posible presidente de los EE.UU. en una versión de su “gabinete de guerra

Estimada como probable la elección de Trump y si este se desvía de la lógica o programa administrativo y/o política partidista, se advertía la implementación o tenencia de una especie de gobierno plural, como un “gabinete a la sombra” (virtuales de emergencia), que luce no existir en el Partido Demócrata. Veamos el caso del Parlamento inglés que tomara temporalmente los hilos de mayor influencia en los EE.UU., a fin de que el nuevo Presidente, retorne al camino normal, sin estridencias. En septiembre 3 de 2015, Donald Trump firmó públicamente, junto con el resto de los republicanos aspirantes a la Presidencia de los EE.UU. un “Convenio de Intención” en el cual cumplidas ciertas condiciones, este líder renunciaba a formar un nuevo partido político propio, alejado del republicano actual. Este convenio implicaba, lo natural, que todos los aspirantes apoyaran la decisión de la Convención Primaria.

            El Establishment republicano, quizás en una decisión de capricho maniática ante el triunfo de Trump en las primarias, violo su propio juramento al desconocer y mostrar disgusto por la victoria de este candidato e hizo una llamada general a desconocer el Convenio de Intención aceptado inicialmente. Con este modo de actuar, se burlaba los deseos libérrimos  de millones de votantes. Ello fue falta hidalguía.

No fueron pocos, aun desde las filas republicanas, que dudan que Trump cumpliera su promesa, si su candidatura comienza a hacer aguas o si por su popularidad y puntos de vista, el partido le vira las espaldas. De cualquier manera, el Partido Republicano, racionalmente, debe hacer su mayor esfuerzo por no agravar la postura anti Trump, de algunas de sus figuras relevantes (ello, nunca sucedió).

Dejar hacer, dejar pasar
El candidato presidencial Donald Trump, al parecer semejante a como hizo en su tiempo la Élite de Enciclopedistas francesa del siglo XVIII y sin reservas, revolvió hogaño aquellos lodos y polvos de antaño mezclados en el acontecer de la política actual fundamentada en la macroeconomía de los EE.UU. Porque entonces los estratos de la pequeña y media burguesía europeas, se aglomeraban peligrosamente, referidos a aquellos tiempos brumosos y en remolino frente a puertas o reductos de gobiernos que se consideran per se, autárquicos, activos en cada estado europeo. Estos sectores de nuevo tipo, ya estaban solicitando primero y demandando después, un cierto número de libertades y derechos de los ya autodenominados “ciudadanos” en virtud de la ya pre existente e inicial "Déclaration des droits de l'homme et du citoyen" (Carta de los derechos humanos y ciudadanos) aprobada por la Asamblea Nacional francesa de 1789, en plena Ilustración. Hoy, a tenor de circunstancias apremiantes, en parte por las amenazas terroristas; hemos de de retrotraernos a eventos históricos tan lejanos y nos evoca muecas como aquellos raros caramelos sour, recomendados por los médicos para destupir los canales salivares.

Es que hoy se trata de dilucidar, masticando y digiriendo los gerundios de un bolo tornado "intríngulis feo" Es acudir a los pioneros exitosos de la nata filosófica de los precursores  Enciclopedistas, cuando alcanzados ya los dos tercios del siglo XVIII; propusieron un paquete de reivindicaciones mínimas en favor del Hombre y los Ciudadanos, acordes con el ya denominado Siglo de las Luces, donde les ofrecían a dichas monarquías el camino incipiente para un desarrollo pausado pero indetenible, a cargo de las fuerzas sociales, económicas y productivas.

Tampoco es probable que Trump duplique los criterios de esas viejas estructuras institucionales ya arcaicas (sin manejar el concepto de entonces respecto a las colonias de ultramar, en términos imperiales), sin que estas despertaran del letargo de siglos bajo gobiernos autocráticos. El Sr. Trump logró estudiar dos años en la Fordham University en el Bronx, se transfirió a la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, donde se graduó finalmente de Licenciado en Ciencias con grado académico en Economía. En una valoración justa de este líder como tal y en términos de capacidad, experiencia y Coeficiente de Inteligencia (IQ), bien valdría preguntar.

            Y no se trata de un endiosamiento cacofónico o idolátrico, porque atenidos al tono de las opiniones de algunos émulos; el denuesto es muy diferente al de un juicio, siempre válido, pero que sea imparcial y acertado. Claro, sin indulgencias. Luego, sería necesario las cero estridencias de modo que sus oponentes no lo visualicen como una Némesis (Ramnusia) romana, sino la griega original. Porque no nos referimos al canon legal de la justicia retributiva, intrincada en mayólicas de la Ley del Talión* Porque dada la evidencia de que no hay crimen, sería injusto someter el juicio a tal evocación extemporánea.

            Sino, ponderar el juicio con una acción (supongamos el espejo legal) solidarizada y pacificada con la moderna filosofía del utilitarismo justiciero por su finalidad teológica propia, en consonancia con la tolerancia social y compasión contractual. En dicha universidad, Trump aprendió de los viejos reclamos burgueses de alta y media clase, tenedores de los fondos que aguardaran por un cambio en las crujientes e ingentes interrelaciones entre las monarquías y sus ciudadanos.

            Observar que entonces las monarquías de aquella época, tal pretenden los actuales programa del populismo (sus fans le dicen justicia social, sin advertir a los "beneficiarios") que tal justicia devendría de los actuales impuestos, regulaciones y leyes no dejaban avanzar la economía burguesa de entonces, que en las condiciones actuales descansa la base doctrinaria económica del Partido Republicano.

Quizás el más significativo de los lemas burgueses dirigidos a lo más profundo de los Establishments monárquicos en el último cuarto del siglo XVIII, en el que después nos resultó ser en opinión de algunos “La Regla de Oro Básica de la Economía” Este lineamiento quedó sentenciado de la manera siguiente,

Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même
(Dejar hacer y dejar pasar, que el mundo girará por sí solo)

            Este lema, que algunos vemos como el prontuario, vademécum, biblia o el ABC de la gestión económica para el desarrollo, fue enunciado por un filósofo fisiócrata francés de mediados del siglo XVIII, Jacques Claude Marie Vincent de Gournay, en el cual si reflexionamos sobre la ética y lógica, éste nos recomendaba a manera de axioma,

"Que los gobiernos deberían sacar sus manos torpes de la naciente Economía proto Capitalista y dejar en manos de la burguesía e inteligencias productivas, la creación y manipulación de riquezas accesibles para todos"

Montesquieu y los security belts de las democracias
Tal como sucede hoy con plena libertad en todos los órdenes, donde como nunca antes los pueblos alcanzaron el nivel de vida y bienestar social actual, en nuestro caso con la indudable acción bipartidista de la democracia norteamericana; es razón por la cual Servan-Schreiber advirtió los errores populistas de la Europa capitalista de la pos guerra (II Guerra Mundial) en su obra “El Desafío Americano”, una obra indispensable para los políticos y economistas contemporáneos. Claro es que no se ha requerido mayores experimentos (ni menores, como los fracasos del populismo marxista, al decir "partout" (en todas partes) a fin de machacar una y otra vez, para demostrar la eficiencia absoluta de un sistema ya probado como generador de riquezas y libertad sin cortapisas y lo mejor, en manos y alcanzable por cada ciudadano integrante del pueblo común.

Al parecer y pensamos que en el espíritu de Trump, estas frases quizás no expresadas con claridad meridiana, se concentra buena parte sino toda la filosofía propugnada en sus palabras, por el actual candidato a Presidente de los EE.UU. Sr. Trump, a los fines de enderezar el viejo roble americano que a todos parece y evidencia estar hoy torcido. Quizás, Trump apunta a un sacudión apropiado y laxativo como aquel del Gral. Andrew Jackson propinado a Florida a finales del siglo XVIII; cuando soltó unos buenos sombrerazos a diestra y siniestra por el Panhandle, antes de ser elegido gobernador de nuestro estado (FL) y más tarde, como el séptimo Presidente de los EE.UU.

            Su modo de hacer las cosas, considerando la bravura de Jackson durante la guerra de independencia de los EE.UU. (Revolución Americana) y otros eventos, le ganó el mote de "Old Hickory" ¿Cómo y con cuál nom de guerre Donald Trump pasará a historia? Quizás habría que preguntarle a Megera, Alecto y Tisífone  ("Las Tres Furias"), porque esas cosas de profecías, son tales númenes delicados por tratarse del devenir histórico de la Humanidad (hoy en juego por estas presidenciales) solo deben ser manejadas por nuestro nouveau Dante, poetizando la visión futura de los EE.UU. quizás ansioso de reescribir centurias de otra obra similar, quizás al estilo de Wall Street. Nada de ostentaciones. Entonces, el presidente electo haría un gesto,

            "Señores, la cosa es muy simple —diría el Sr. Donald J. Trump a los miembros de su gabinete, en el primer día de su gobierno—, solo se trata de cumplir una promesa reiterativa: poner todo en orden y las leyes en su lugar  

             Los miembros de su equipo gubernamental, todos a la una como los aldeanos de "Fuenteovejuna" los imaginamos azorados tales si los fuesen, pararían las orejas de duendecillos traviesos.

© Lionel Lejardi, Septiembre, 2015                                                                        
lejardil@bellsouth.net
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Addendum

(*)     “Ley del Talión”,  Deuteronomio 19: 17-21

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