domingo, 4 de noviembre de 2012

Lid de la utopía estadounidense vs. la ucronía castrista

Lid de la Utopía estadounidense vs. la Ucronía castrista
Se cumplen 55 años de dictadura comunista en Cuba
Sin la venia ajena

Epopeya de Gilgamesh
Si caigo, habré conquistado la fama.
La gente dirá: ¡Gilgamesh cayó
luchando contra el fiero Humbaba!...
Estoy decidido a penetrar
en el bosque de los cedros,
Hasta ahora es feliz mi corazón:
oigo este canto, veo una flor
y quiero fundar toda mi gloria.
Tablilla III, columna 4

“Motivos de los Lobos”

Lo que todo ciudadano decente ansía
Indudablemente, atenidos al fracaso de los totalitarismos y sus desastres históricos, políticos, económicos, morales, sociales y en especial éticos; y considerando cada uno de los factores humanistas distintivos de cualquier comunidad humana decente, la respuesta seria: no. Dicha negación responde al halo misantrópico de la idea y no a una actitud de oposición sistemática a  los totalitarismo. Sino, porque estos regímenes malignos son ofrecidos al público cándido, basados en formas que incluyen otros factores filosóficos desvirtuados por mendaces y disparatados, como sus distintivos, siempre abortados en los totalitarismos cotidianos como sistemas nefastos sin anti crítica, de naturaleza átona para los izquierdistas.

           Ahí yacen las promesas de no trabajar, sino vivir bajo un subsidio paternalista del estado, que toda persona decente ansia, pro que no todos merecen. Los totalitarismos, en particular los de izquierda, proponen el paternalismo a costa de las fuerzas productoras, sin hacer distingos entre los beneficiarios de la dádiva publica.

            En consecuencia, a estas tiranías les es necesario mantener al individuo sobre la forma en que se preocupe en como subsistirá en el día siguiente. De tal forma el conjunto de necesidades de las familiar que supeditados a la volitud estatal. Los bolcheviques, ensayaron variantes conducentes a doblegar al pueblo ruso. 

            Esta maniobra devino en el término Holodomor o sea, matar a las personas por el hambre y las enfermedades inducidas artificialmente por el estado totalitario que posee en sus manos todas las llaves. Esta forma opresiva es el elemento de control, alimentos, calzado, vestuario, vituallas, servicios, medicinas, empleo, movimiento, prebendas especiales de la Élite en el Poder, etc. 

"New Harmony", Indiana, EE.UU
Concepción de Utopía por Robert Owen

(Lit. de F. Bates, 1838)
            Toda actividad, por ínfima que sea, excluye el pensamiento individual y libre. Luego, estará supervisada y autorizada por organismos del estado totalitario y la burocracia estatal. Recordar que la clase oficialista parasitaria, la cual detenta todos los privilegios, como la excepción de la leva militar y otras corrupciones. Ello es debido a que la Inteligencia del Klan no puede poner en peligro la continuación de la dinastía castrista.

              Esta clase generacional de brote reciente, siempre anda en aumento por la incorporación de los nuevos nepóticos generacionales: hijos, parientes, concubinas y el resto de los cómplices del Klan reinante; arribados a la edad laboral para los cuales no existen plazas vacantes en el círculo de la Maffia opresora.

            Esa es una de las razones alucinantes de la deficiencia extrema de las sociedades socialistas, para no decir de las declaradas comunistas, una enajenación kafkiana inducente a la destrucción sistemática de la dignidad del individuo, la familia y los valladares morales y éticos de la sociedad judeo-cristiana (y no otra que se lo merezca), por ejemplo, en la “Utopía Comunista”, apoyar la “obliteración de las mujeres”, en aras de preservar la cruel cultura musulmana.   

            Nadie en la Distopía Castrista (ejemplo viviente, no teórico ni futurista) estará autorizado para plantearse metas personales. El Estado (o sea, el Máximo Líder) es quien decide a qué debes aspirar y la cantidad que el estado suministrará al individuo y su familia "si se porta bien" Además de recalcarle siempre, el resto de las necesidades (educación, medicina, etc. controlados por el Estado) que le Líder Máximo les provee y que a todos les preocupan.

            Otra consecuencia consiste en la creación de un aparato estatal burocrático inmenso, a los fines de controlar y vigilar a cada ciudadano. De toda esta estructura infernal, solo los miembros de la cúpula tienen acceso a la abundancia de los países libres y democráticos, al resto solo le corresponde la starvación permanente de todas (lo que es falso) sus necesidades.

            Cierto que Utopía es una abstracción idealizada como un estado perfecto, el cual debe ajustarse sine qua non, a las necesidades y aspiraciones del ciudadano común, decente. Los delincuentes, tales residuos de la  vieja corrupción de los izquierdistas indoamericanos, son aupados por los comunistas como elementos de auto destrucción de las democracias. 

            Es entender que esa redención durante la vida carece de sentido. Al igual sucede con los fieles fervorosos del cristianismo. El concepto aclara que la vida no es un suplicio, sino, la gracia divina máxima de la cual debemos disfrutar como un regalo. Y no como castigo; vital, sin dañar al prójimo.

            El grupo de países integrantes del  Mercado Común Europeo, después de abandonar los criterios jingoístas que incluían las trifulcas permanentes elevadas a política de estado y tornarlas pacifistas, sentaron determinadas bases indispensables tendentes al utopismo, con aires de un socialismo popularizado. La unificación de monedas bajo el símbolo del "euro", fue uno de esos pasos.

             Los Estados Unidos de Norteamérica de manera igual, han venido trabajando por el bienestar de su población con propósitos semejantes, desde sus inicios, ha avanzado hacia el objetivo utopista, con pasos discretos y firmes. 

             Es entender que en un sector cumbre de esa pirámide-hábitat donde hoy bien convive una gran parte de la Humanidad; se asienta un grupo de las naciones más potentes del mundo libre y democrático, liderado por los Estados Unidos de Norteamérica, a manera de Utopía, junto con otras naciones todavía esforzadas con los rudimentos del pleno ejercicio de la democracia

             Desde ese sector privilegiado, hacia el abajo abismal, yace el resto de las comunidades las cuales muto proprio, renuentes al Gran Cambio que les enderece el camino. Es una histéresis de naciones fallidas, las cuales de alguna forma y etapa, fueron o son en la actualidad regentadas por los hilos del castrismo  retrógrado. 

             Allí  pernocta la tripa insaciable de la Ucronía, un conjunto secuencial integrado por conglomerados binarios, inevitables, devenidos de Distopías Malvadas.

             Aquel paraíso, todavía perdido como el de Milton; soñado por cada generación desde hace siglos, tantos, que la aspiración se remonta hasta el proyecto de Utopía (y aun antes en liturgias, tradiciones y leyendas de sociedades arcaicas), expuesto por el ateniense Platón (347 a.C.) en su “República”, una de sus obras imperecederas.

            Valdría decirles, basta, a estos depredadores. Sucede que las miserias humanas y chabacanerías que adornan a los líderes de esas turbas desclasadas y rambuleras, que integran los totalitarismos políticos y fundamentalismos religiosos contemporáneos (indo-latinoamericanos, africanos y asiáticos); como ejemplos significativos;  intentaron en vano colgarse de este resquicio histórico de la cultura judeo-cristiana

            Durante el Renacimiento surgieron otros proyectos con propósitos semejantes: hacer de este mundo un lugar agradable para todos sus habitantes, sin distingos de fueros, privilegios, razas e ideas políticas o religiosas.

            Esta bienandanza del pensamiento occidental, no encaja en el tribalismo fundamentalista de las sociedades atrasadas cuya finalidad única, dictada por la envidia, descansa en el terrorismo contra Occidente y todo lo que huela a civilizado.
 

"Jardin del Eden"
Hieronymus Bosh (El Bosco)
(Circa, 1450-1516)
           Anterior a la obra renacentista del inglés, Thomas More (Tomás Moro); existieron otros intentos algunos basados en leyendas, narraciones épicas o religiosas, dirigidas al mismo tema.

            Nadie podría suponer hoy día, que los viejos totalitarismos, ya desprestigiados por el crimen, genocidio contra sus pueblos, narcotráfico y corrupción galopante, promuevan la Utopía para la Humanidad.

             Tales fueron, como mundos justos y alternativos; la “Isla de la Inscripción Sagrada del griego Evémero (340-260 a.C.), “El Jardín de Gilgamesh” (del Edén, coincidente con el relato bíblico), Teogonía con los mitos de Hesíodo (VIII, a.C.) y otros.

            Desde el Renacimiento, cada proyecto tendente a alcanzar el ideal de la “sociedad perfecta” o “sociedad utópica”; es una mezcla de aspiraciones filosóficas, mitos, leyendas religiosas y razonamientos inherentes a cada sociedad en particular.

            Sin embargo la concepción parte, en buena medida, de la propuesta hecha por Tomás Moro (1478-1535) en 1516; momento en que presentó su obra definitiva “Utopía”; la cual dio nombre a otras utopías entre el  cúmulo de obras político-sociales sobre el mismo tema.

            El término lo concibió Moro para su obra ”Dē Optimo Rēpūblicae Statu de que Nova Ínsula Ūtopia”, donde Utopía es el nombre dado a una isla y a su comunidad ficticia que la habitaba; cuya organización política, económica y cultural contrastaba con las sociedades humanas de la época.

            Así, aparecieron durante el Renacimiento hasta bien entrado el siglo XIX proyectos de sociedades utópicas, que fueron desde la mencionada Utopía, pasando por las narraciones de Américo Vespucio sobre las recién avistadas islas de “Fernando de Noroña”, en 1532 y otras menos significativas.

            En general el espacio abierto por el descubrimiento de un Nuevo Mundo (América) a la imaginación, devino terreno fértil natural para que infinidad de factores imaginativos, estimularan el desarrollo de la ficha utópica de Tomás Moro.

            No todos los criterios desarrollados o simplemente propuestos en relación a la sociedad utópica, han sido considerados viables de manera tan idealizada, inicialmente, por estar alejados de la realidad. Y en la mayoría de los casos inabordable, por el valladar que representaban los intereses creados.

            Existen criterios que critican tal sociedad, entre otros factores, la tendencia a la morosidad y lenitud de los ciudadanos; tal como se ha demostrado en los experimentos comunistas, mundiales, con la instauración de dictaduras férreas (URSS, Cuba, hoy el Eje Apocalypto (ALBA), bloque de satélites europeos, etc.) por parte de los líderes, que se auto consideran eternos (por contar con la fuerza represiva, que no es la benevolente imaginada por Platón) para mantenerse en sus cargos.

Los socialistas utópicos, tocan a las puertas
Ya adentrados en 1800, fundamentalmente por el fenómeno de la burbuja creada en virtud de la incipiente revolución industrial y el liberalismo, alimentados por el ímpetu comercial y económico de Inglaterra; salieron de sus agujeros las riadas de sans culottes de intelectuales y sofistas, residuos de la añagaza cruenta de la Époque de la Terreur (Terror jacobino del siglo XVIII). Ellos, estaban ansiosos de retornar a los buenos tiempos de la guillotina del rompe y raja.

            Los más destacados de esta corriente fueron Robert Owen en Inglaterra, y Henri de Saint-Simon, Charles Fourier y Étienne Cabet en Francia entre otros de menos brillo. Rasgos comunes se pueden encontrar también en las facciones insurreccionalistas de Graco Babeuf, Filippo Buonarroti y Auguste Blanqui.

            No tardó que estas fuerzas dispersas se disolvieran hacia 1864, cuando un amplio movimiento socialista se agrupó en la Asociación Internacional de Trabajadores (1864-1876) ―nominalizada como la  "I Internacional Comunista"― según el ideario tan utópico como cruento por las ideas de Karl Marx y Mijail A. Bakunin. Y paso el tiempo.

            De tal modo, se sucedieron antes de la Primera Guerra Mundial (IGM) otras convocatorias; donde los seguidores del alemán Marx, artífice de su obra cumbre “Das Kapital” (El Capital), antecedido en 1848 con su incendiario “Manifest der Kommunistischen Partei” (Manifiesto del Partido Comunista), que no vacilaron en conectar con el extremismo izquierdista.

            Marx, logró después eliminar hábilmente a sus contrincantes ideológicos (Bakunin, Plejanov, etc.) cuyos puntos de vista hacia una sociedad justa, él repudiaba. De esta manera, presionó a los fines de que los puntos de vista suyos, prevalecieran.

            Vladimir Ilyich Ulyanov (aka, Lenin), procedente de una familia de terroristas ―antípoda de Bakunin―, entendió que la tesis marxista le venia como anillo al dedo de sus ambiciones vengativas.

            Tal odio a la familia imperial, se incubó en Lenin puesto que uno de sus hermanos, Aleksandr; miembro activo de una facción terrorista la Naródnaya Volia (Voluntad del Pueblo); había sido ahorcado por atentar en 1886 contra la vida del Zar Aleksandr III.

            En consecuencia, Lenin estructuró a sus adeptos en un partido político, cuyos fines eran derrocar el zarismo en Rusia e implantar la denominada "dictadura del proletariado", instrumento del Terror Rojo, desatar do por los bolcheviques sobre la burguesía citadina y rural, incluyendo los mujicks rusos.

            Tal sucedió en octubre de 1918, finalizando la IGM, cuando destacamentos bolcheviques comandados de manera certera por Trotsky; uno de los lugartenientes de Lenin; tomaron apaciblemente el Palacio de Invierno en Petrogrado, desatando una verdadera carnicería entre los defensores ya rendidos, incluyendo a las heroínas del  “Batallón de Mujeres”, fieles al Zar; las cuales fueron violadas y después masacradas por la ordalía bolchevique.

La ordalía bolchevique
Durante los siguientes 60 años, la ordalía sangrienta desenlazada por los bolcheviques; entonces rebautizados comunistas; continuó inexorable; a fin de desentenderse de las masacres de los sicarios bolcheviques originales implicados en el asesinato innecesario de la familia imperial y millones de ciudadanos rusos y de otras nacionalidades, entre un sinnúmero de barbaridades.

            En el intervalo de paz entre el inicio de la IGM y la IIGM, en Europa sucedieron acontecimientos extraordinarios. Entonces el continente se estremeció por el ascenso al poder político de otros sociópatas ―Adolph Hitler en Alemania con su ideología nazi y Benito Mussolini en Italia, fundador del fascismo―; incluyendo masacres  genocidas como las perpetradas por los nazis contra las minorías judías, gitanas, homosexuales, discapacitados, etc.

            Emergida la URSS triunfante entre las potencias vencedoras contra el nazi-fascismo, los comunistas rusos armaron el cerco en torno a sus nuevas posesiones anexadas en la Europa del Este, instalando “repúblicas populares” (tiránicas). La fiesta macabra se le terminó a Moscú (y a La Habana) con la caída del Muro de Berlín (Berliner Mauer).

            Desde mucho antes, en 1959, el Dr. Fidel Castro Rúz; auxiliado por fuerzas mercenarias nacionales y foráneas confabuladas en el extranjero (México); dirigidas por el Comintern (Internacional Comunista); desalojó del poder al Presidente Fulgencio Batista y Zaldívar e instaló en la silla republicana una dictadura comunista.

            Los guerrilleros, ofrecieron al pueblo la “igualdad social y la abundancia de Jauja, sin esfuerzos mayores", iguales a las existentes en el campo socialista. Una demagogia absoluta, dado que ello era falso, aunque si aherrojo a los cubanos en medio de la satelitería  europea comunista, supeditada al Kremlin.

            Al final, se apoderaron de todos los bienes públicos y privados, fusilaron a los opositores y exiliaron a dos millones y medio de ciudadanos. Nada nuevo en las tituladas “revoluciones”, la cual se apoltrono en el poder desde hace más de 50 años.

            Sobre la Isla de Cuba y sus cayos adyacentes, no tardó en cernirse una sombra siniestra. La Isla de Cuba fue cercada con un Muro de Azúcar Amargo, idéntico al Muro de Berlín y en su interior, conformaron  una sociedad coincidente con la narración de George Orwell en su “Animal Farms: A Fairy Story”. Donde:

            "En la granja ―apuntaba el dueño cada recién llegado, apresado, esclavizado o capturado―, todos los animales son iguales, excepto que algunos animales, son mas iguales que otros

Utopía democrática vs Ucronía totalitaria
El tiempo desastroso de la pos guerra (Primera Guerra Mundial, IGM) se deslizaba sin mayores desatinos. Un día, Adolph Hitler, veterano de la misma y condecorado con dos “Cruz de Hierro”; decidió que era el tiempo  fin de poner en marcha su viejo proyecto eugenésico de implantar su utopía racial  “en el bien de Alemania y del Drittes Reich (Tercer Reich)”, salvadores de la Humanidad. Hitler, apoyaba la tesis de "Eugenesia es la auto dirección de la evolución humana"

            Sueño-pesadilla se reverdeció, a partir del momento cuanto fue nombrado Reichskanzler (Canciller Imperial) de la todavía República de Weimar, por el Presidente de Alemania, Paúl von Hinderburg, en 1933. De inmediato implanto la dictadura nazi. En 1939 Europa estalló en llamas.

            Sus huestes blindadas no tardaron en hacer desaparecer a todas las naciones europeas independientes, las cuales fueron ocupadas por los ejércitos a alemanes. Mientras, los  rusos ya puestos de acuerdo con sus primos nazis y deseosos de ensanchar su imperio, ocuparon y se zamparon las repúblicas bálticas independientes de Estonia, Letonia  y Lituania.

            Sin embargo, ambas potencias, autos titulados como promotores de un "Nuevo Orden Utópico para toda la Humanidad", no tardaron en entrar en conflictos de intereses a causa de sus ambiciones respectivas. En 1941, Hitler puso en marcha el “Plan Barbarosa” y no dudó en invadir la tierra rusa.

            Para mayo de 1945, sobrevino el doble desastre a la nación alemana, con la victoria de los Aliados contra el Eje de Acero y por su parte, sobrevino la ocupación de parte de su territorio por los ejércitos bolcheviques.

            El Comintern se percató de la posibilidad de inmiscuirse en el traspatio norteamericano e hizo varios intentos de montar revoluciones, en Centro y Sudamérica y el Caribe, con el pretexto agrario y la justicia social

            El Jóker Cubano, el Dr. Fidel Castro Rúz  logró engatusar a un grupo de jóvenes idealistas y en unión de sus propios secuaces, invadió Cuba desde México y desató en la isla una cruenta guerra de guerrillas, montada sobre el terrorismo. La democracia en Cuba seria enterrada, sin ningún miramiento.

            Tras dos años de confrontación contra las fuerzas armadas del Presidente Fulgencio Batista y Zaldívar, finalmente tomó el poder  por métodos violentos e instauró en Cuba; la que este líder denominó “dictadura del proletariado”, de franco corte marxista y al estilo sanguinario de los bolcheviques rusos comandados por Stalin.

            Los castristas, anunciaron después la construcción de una utopía popular comunista, basada en el marxismo-leninismo y abjuraron de todo vestigio de democracia y derechos ciudadanos. Las libertades civiles y los derechos humanos fueron sepultados, basados en el terror de estado desplegado por el régimen castrista, sobre los atribulados e inermes ciudadanos.

Fracaso del experimento castrista
La Utopía (o “lugar que no existe”), cuya versión satánica los comunistas intentaron enraizar en Cuba, nunca primó en la realidad. El intento malsano, no tuvo oportunidad de cuajar y les resultó a los castristas y a sus émulos indoamericanos, un rotundo fracaso. Tal sociedad utópica, en la pesadilla bolchevique, supuso un bodrio inerte y así hicieron creer a los cubanos; que los bienes y servicios colgaban de los árboles, como en mítica Jauja 1.  Allí, nadie debía ni tenía que trabajar, todo preconizado y auspiciado bajo una ideología paternalista, falsa, actuando como decoración siniestra.

            Como resultó natural, era la receta perfecta para convertir un país laborioso y emprendedor en un territorio donde pastarían los morones, sin mover un dedo. El caldo, resultó desastre desde sus inicios.

            Las Utopías falsas como las castristas y sus versiones indoamericanas, africanas y asiáticas, como tales, devinieron en sus antónimos o sea, distopías (cacotopías o utopías perversas) contrarias a sociedad libre y civilizada.

            En la etapa distópica, el estado totalitario se torna en maquinaria trituradora de la libertad y la decencia de sus miembros e incluso, conducente al exterminio de ciudadanos pacíficos bajo una fachada benevolente.

            Hacia su final, algo que sus líderes demagogos saben de antemano, nunca lograrán arribar al “punto Jonbar de inflexión” a fin de invertir la historia. Dicha abstracción letal les conduce a una "Ucronía" o “momento que no existió”, como parte de una historia contra factual, alternativa. Bajo esta premisa, la historia habría tomado otros derroteros.

            En las Ucronías clásicas (generadas dentro de una anomalía virtual), ya en su estado sublimal, por ejemplo se enuncia: “Hitler no fue derrotado sino que venció a los Aliados

            Un ejemplo clásico ucrónico ha sido propagado en un intento de reescribir la Historia, cuando comunistas y fundamentalistas islámicos afirman que: "El Holocausto de los Judíos, nunca existió"

            La práctica de la libre empresa y la democracia, muestran que el fracaso ideológico de las Utopías Radicales deviene en Distopías Malignas clavadas en el pasado y suspendidas sobre el abismo de una Ucronía enajenante, de cuyo virtual binario no hay retorno al mundo real donde se disuelven.

            “En las ideas expuestas en este artículo, cualquier símil o análisis de la lid republicana-demócrata vinculada al proceso electoral convocado para Noviembre 6 de 2012, es pura coincidencia”.

Lionel Lejardi. Noviembre, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press

1    País de Cucaña o La Cucaña (también País de Jauja o Jauja) es un país mitológico del cual se hablaba frecuentemente durante la Edad Media. En esta tierra mitológica no era necesario trabajar y el alimento era abundante. Se suponía que quienes lo habitaban vivían entre ríos de vino y leche, y que montañas de queso y lechones ya asados pendían de los árboles ya con una faca en el lomo, listos para ser prontamente degustados.
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sábado, 15 de septiembre de 2012

..George Orwell, su "1984", Neo, Trinity, Morpheus y la insinuante celda 101

..George Orwell, su "1984", Neo, Trinity, Morpheus y la insinuante celda 101
Se cumplen 54 años de dictadura comunista en Cuba
Sin la venia ajena

Por años, todo pensamiento político
ha estado viciado por lo mismo.
La gente puede prever el futuro
 sólo cuando coincide exacto
 con sus propios deseos,
y los sucesos más obvios
 pueden ser ignorados
 cuando no son bienvenidos”
George Orwell

¿Ciencia-ficción, distópica o libertaria?
Capítulo II
Quizás, Ucronía Utópica
Cuando Morpheus tuvo a Trinity frente a él, se quedó observándola por unos segundos. Lo peor del caso era que mientras más apacible pareciera, mas inquieta estaría por dentro.

            ― ¿Sabes qué, Trinity?―. Morpheus deslizó la frase en un tono que alertó a su mano derecha. Él, siempre mostró una economía de palabras para expresar sus sentimientos.

            ―Presiento que estás preocupado. ¿El asunto se relaciona con Neo? Digo, porque desde que él se nos unió, se convirtió en el elemento de mayor importancia. Mas ahora, cuando hemos tenido traiciones, que casi nos diezman.

            ―Imposible ocultar que lo amas y eso, te ocurrió así (Morpheus chasqueó los dedos) de un chispazo. Yo, todavía no he encontrado mi media naranja  ―comentó con un aire distendido.

            ―Sí, es cierto. Pero ve al grano. ¿Quieres?

            ―Claro. Es que Neo no está convencido aun de que es “El One”. Y eso, tú debes cambiarlo ―concluyó Morpheus, enfatizando el adjetivo.

Pavonia
Lord Fredrick Leighton
            Transcurrido diez meses desde la rendición de Alemania y sus aliados, en 8 de mayo, 1945; el ex Primer Ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial (IIGM), Winston Churchill, esperaba apacible a que descorrieran las cortinas del pequeño teatro del College donde lanzaría su discurso histórico.

            El lugar no era el idóneo para la importancia y prestigio del visitante. Pero este político de sensibilidad extra sensorial y visión preclara, portaba un discurso el cual había preparado con esmero y que resultó trascendental.

            Un tiempo antes, le invitaron a dictar esa conferencia el 5 de marzo, 1946; en el Westminster College del pequeño pueblo de Fulton, Missouri. 

             La visita era en ocasión de recibir una distinción honorífica de dicha institución. Churchill, quien gozaba de un prestigio inmenso, tituló a su discurso “The Sinews of Peace” (pudiera ser, En la relación especial entre EE.UU y Gran Bretaña, radica la fuerza de la Paz Mundial).


             El párrafo más importante y deseado, fue señalado:

            “Desde Stettin en él (Mar) Báltico hasta Trieste en el Adriático, una Cortina de Hierro ha descendido a través del continente (europeo). Detrás de esa línea (fronteriza) yacen las capitales de los viejos estados de la Europa Central y del Este. 

            Varsovia, Berlín, Praga, Bratislava, Viena, Budapest, Belgrado, Bucarest y Sofía, todas esas ciudades famosas y sus ciudadanos habitantes de esos países yacen en la que yo llamo la esfera soviética, donde todos (los integrantes de la misma) están sujetos en una forma u otra, no solamente a la influencia soviética sino también en alto grado y en muchos casos, incrementando las medidas de control desde Moscú...”

            En efecto, Churchill utilizó (un eufemismo) para referirse a la frontera virtual; no sólo física sino también ideológica, que dividió Europa en dos, después de la II GM. Los historiadores aciertan cuando afirman que ese fue el instante inicial que demarcó el inicio de la denominada: “Guerra Fría

            La línea fronteriza de la que hablaba Winston Churchill, era aquella que separaba a los estados comunistas totalitarios, encabezados y bajo la batuta política, económica y militarmente de la Unión Soviética y aquellos otros estados democráticos alineados con los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y el resto de las naciones de cultura judeo-cristiana.

            Por error histórico, se identificó durante largo tiempo la frase de “Cortina de Hierro” como originalmente gestada por el estadista inglés. Solo que la ucronía cernida sobre la confusión que significó la II GM quizás inminente a finales de los años 30s, no se materializó.

Sorpresas que da la vida
Sí, porque el 25 de febrero de 1945, en un artículo publicado varias semanas antes de finalizar la II GM con la rendición de Alemania, en el semanario nazi, Das Reich” (El Imperio), apareció un artículo premonitorio titulado Das Jahr 2000" (El año 2000) de su editor y director decía en su acostumbrado editorial de barricadas:

            "Si los alemanes bajan sus armas, los soviéticos, de acuerdo con el arreglo al que han llegado Roosevelt, Churchill y Stalin, ocuparán todo el este y el sudeste de Europa, así como gran parte del Reich. Una “Cortina de Acero” (Ein Eiserner Vorhang) caerá sobre este enorme territorio controlado por la Unión Soviética, detrás de la cual las naciones (aprisionadas) serán degolladas. La prensa judía en Londres y Nueva York seguirá aplaudiendo, probablemente”.

            El autor del artículo en cuestión, fue quien fungía de Gauleiter de Berlín y Ministro de Propaganda e Información del gobierno nazi, el archi conocido Paul Joseph Goebbels, el mismo que en mayo 1 de 1945 se suicidó junto su esposa Magda y los seis hijos de ambos, en el Führerbunker en una habitación cercana a la de su amado Líder Máximo, Adolph Hitler y su esposa Eva Braun.

            Era mismo Gauleiter al cual el viejo Hans no le escuchó bien la frase de marras. Era la sentencia que tanto Joseph Goebbels como Lutz Schwering von Krosigk, repetían de manera incesante. El primero, penúltimo canciller de Alemania; mientras que el segundo, el último, hasta la derrota nazi en mayo 8 de 1945.

             La frase, sazonada con sus correspondientes ajos y cebollas diplomáticas; a manos de miembros de las cancillerías y gobernantes de los países europeos en sus disputas y guerras verbales, antes del desastre iniciado en Sarajevo en 1914, por unos terroristas serbios.

            Resalta coincidente, que "las leyes de protección ambiental vigentes en Alemania" obligaban a que los teatros dispusieran de una pesada “cortina de plomo”, la cual serviría de protección a los espectadores en caso de incendios provenientes de los escenarios.

La contra-obertura
Luego, es de entender el entorno bélico y totalitario que envolvió a la Humanidad y con ello a George Orwell y sus reacciones psíquicas y espirituales, durante toda su vida de observador del quehacer del individuo. Sin embargo éste supo también reseñar tanto lo que veía como lo que intuía. La novela de Orwell, “1984" (que pudo haberse titulado también, “2012", con el arribo de los desastres pronosticados por la llegada del "Doomsday" maya); mostraba la sociedad totalitaria que el intuía como una ucronía utópica, al caer el mundo civilizado bajo  una dictadura de un régimen totalitario nazi o comunista, absolutamente cerrados y despóticos.

            Esa pesadilla tomo forma tras la derrota nazi, sustentado por un partido y filosofía único; integrando todos sus componentes  represores como sicarios estatales para la conservación vitalicia del régimen opresor. Esa nave de fantasmas, fue copiada en cada país sujeto a Moscu.

            Incluia, toda la masa de ciudadanos oprimidos inmersa en una extensa capa de burócratas alabanciosos del Líder Máximo, de turno. Todos, autócratas, sus dinastías, represores, sin faltar las burocracias inmensas de los apparátchiks, parados sobre las espaldas del pueblo aterrorizado.

            Nos clarifica el concepto de la dicotomía fascismo-comunismo, con la concepción del filósofo alemán contemporáneo Jürgen Habermas, quien de manera escueta definió que,

            ―El Comunismo, es el simple “fascismo de la izquierda

            En el caso de Cuba, es una vitrina zoológica sofisticada, minuciosamente diseñada por la nomenklatur habanera; bajo la inefable dirección artística y guión cinematográfico de los hermanos Castro.

            La muestra puede ser vista (bajo un tono gris) entre los escombros de la que entonces fue la otrora ciudad de La Habana, capital de la Isla de Cuba. 
Es que para el prototipo que muestra del diluvio nacional cubano, asi sera la antesala del resto de las naciones indoamericanas en vía igual, basta un botón.

            Los pueblos dominados por los comunistas, estarían inmersos por los regímenes locales en una guerra permanente contra enemigos extranjeros imaginarios; sumidos en una hambruna perenne (Holodomor) controlada por cartillas de racionamiento y un cúmulo de arbitrariedades.

            Ello a causa de la ausencia de todo derecho personal, de expresión, reunión, progreso, asociación y tránsito; y carentes de lo más indispensable para la vida personal, a la que no tendrían acceso por designios del dogma comunista opresor.

            En este caso, Orwell veía al mundo liderado por el denominado “Gran Hermano o Hermano Mayor” el cual les advertía por las cámaras de TV y pantallas de vigilancia que “él, el Gran Hermano, siempre los vigila”.

Titulación de la obra 1984
Es interesante como preludio, observar lo acontecido con otra novela (anterior) de Orwell, “Animal Farm: A Fairy Story”; un juguete fabulario de procacidad anti-totalitaria, genial, aunque de estilo diferente. Orwell, ya advertido y convencido por su intuición propia de los planes comunistas desde los años de la pre guerra (IIGM), en 1943 comenzó a escribir la novela satírica “Animal Farm”, la cual para abril de 1944 ya estaba lista para imprimir.

            Pero sucedió que el supuesto editor Victor Gollancz del ”Left Book Club”,(Club de libros de Izquierda) quien era dueño de la editora que fungía como pulmón del Comintern; también resultó fuente inagotable de la cual fluía la literatura izquierdista, de la pre guerra mundial (IIGM), la  conspicua “Gollancz Inc.” de Inglaterra.

            En realidad, Gollancz era un conocido y monísimo izquierdista de esos camuflados bajo “frac y chaqué”, un comunista redomado de la horda afín con el stalinismo sanguinario, quienes disfrutan a todo tren (ver el catalán Picasso o al francés Sartre) de la dolce vita que ellos criticaban demagógicamente, sin dejar de disfrutarla.

            Encarnaba a uno de esos tipos con aspecto de burgués rancio de salones y atelieres, quien se negó a publicar la novela de Orwell, aduciendo “porque atacaba y se burlaba del régimen soviético, que a la sazón era un aliado en la guerra contra el Eje de Acero”.

            Cierto, tanto como el escritor sabía de que era una alianza circunstancial con una manada de lobos, cuyo objetivo era arrasar con las democracias de una manera cruenta y animal, tal hicieron con el zarismo.

            De igual modo le sucedió a Orwell con otro peje conocidísimo de la misma charca, T. S. Eliot (Premio Nobel); también poeta antisemita y amigo de los izquierdistas. Este escritor, de paso, integraba la cofradía de los siempre dudosos Premio Nobel de Literatura o de la Paz.

            Este último, fungía como editor de la editorial norteamericana de Faber and Faber en Londres. Éste personaje, quien torpedeaba la democracia desde la orilla zurda; le rechazó tanto “Animal Farm” como “A Scullions Tale” (Cuentos de pinches de cocina), la versión primera de “Down and Out in Paris and London”).

            Las desgracias del autor no pararon ahí, ni cuando Jonathan Cape aceptó publicarle el libro; porque en un cierto momento Cape se vio imposibilitado de cumplir su palabra a causa de las intrigas de un individuo (agente ruso) el cual, sorprendentemente, trabajaba en el Ministerio de Información Británico, de nombre Peter Smollett.

            Sucedió que el tal Smollett, por sus influencias en dicho ministerio (nunca se explicó el "por qué"), presionó a Cape para que no publicara “Animal Farm”. Resultó ridículo que un tiempo después, el tipo fuera capturado por los servicios del MI5 británico y acusado como agente de la KGB, mientras espiaba en el Ministerio de Información.

            Finalmente, la editora “Secker and Warburg” accedió a la publicación de “Änimal Farm”, lo cual se materializó de manera fausta en Agosto de 1945.

            Más adelante, corriendo Agosto de 1948, Orwell todavía no había elegido el título que pondría a la que seria su obra fundamental. Para el otoño de ese mismo año, ya el escritor disponía de dos títulos, sobre los cuales se expreso así:

            “…I haven’t definitely fixed on the title but I am hesitating between NINETEEN EIGHTY-FOUR and THE LAST MAN IN EUROPE.”

            (“... No he fijado definitivamente cuál será el título, porque dudo entre MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y CUATRO y EL ÚLTIMO HOMBRE EN EUROPA”)

            No demoró en escoger el primero. Entonces se estableció una disyuntiva nueva, entre elegir el título simple con la cifra numérica del año o la ortografía literal de dicho número. En Diciembre de 1948 envió el libro para edición con el título de “1984".

            Sorpresivamente, en Junio de 1949 el libro, finalmente, se publicó ¿...? como “NINETEEN EIGHTY-FOUR(wik)

La distopía orwelliana
Ya en plena Guerra Fría, es cuando Orwell decide lanzar otra ofensiva con sus publicaciones; esta vez apoyado bajo cuerdas por el gobierno británico, las cuales resultaron un éxito notable. La obra “1984" de Orwell es frecuentemente comparada con otra del mismo genero “Brave New World” (Esplendido Nuevo Mundo), la cual es la novela más famosa del escritor británico Aldous Huxley, publicada en 1932.

            El título de esta última, tiene origen en la obra de William Shakespeare, “La Tempestad”, cuando Miranda pronuncia su discurso (wik) Es una obra de ciencia-ficción (fabularia).

            En ambos casos, se trataba de sendas antinomias distópicas de las novelas utópicas (como las de Platón, Moro, Campanella, Harrington, Spencer, etc.); las cuales conducen a imágenes anticipadoras al mundo futuro, imperfecto, donde la maquinaria estatal trituradora, siempre indispensable, ejerce el control totalitario de la vida social e individual de todos los seres como tales, reduciéndolos a un número aleatorio dentro del hormiguero.

            Las estructuras políticas que hemos conocido en la actualidad como formas grotescas que devinieron en las sociedades reales comunistas (marxistas, fundamentalistas, trotskistas, castrista o maoístas) en las que se instalaron férreos y ominosos totalitarismos, como las de URSS, China, Cambodia, Vietnam, Corea del Norte, Cuba, etc.

            Todas, primas hermanas afectuosas de las sociedades fascistas y nazis; en el haber de sus posibles homologadoras en ciernes, como Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia o las que andan en remojos como Argentina, Brasil o quizás Uruguay, entre otros regímenes pro izquierdistas. Todos, ahora en manos de los tirapiedras y ex guerrilleros sesenteros.

            En 1984, la obra “Mil novecientos ochenta y cuatro” de George Orwell junto a la obra maestra de Ray Bradbury, “Fahrenheit 451", fueron honradas con el galardón del “Prometheus Award” ³, por su contribución a la literatura distópica de Ciencia-Ficción.

            Destacamos que el segundo título "EL ÚLTIMO HOMBRE EN EUROPA", manoseado por Orwell para su obra maestra ("1984") les viene al régimen cubano como anillo al dedo. Representa el “sálvese quien pueda” que trasfigura la banalidad totalitaria imperante en Cuba, conducido por los hermanos Castro, en una botija repleta no de errores y pecados de lesa humanitas tan inimaginables como inenarrables

            “George Orwell” (née, Eric Arthur Blair) murió tranquilamente de tisis (¿...?) en Camden, Londres, UK; el 21 de enero 1950 a los 46 años de edad. Este iluminado nos dejó con las manos extendidas en espera de sus brotes nuevos. 

            Quizás, se debe a que le faltó la otra mitad del trecho por recorrer, en su batallar anti comunista. Sin embargo, de acuerdo al pedigrí habitual en el modus fasciendi de los comunistas, cabria preguntar:

            ¿Tuvo el escritor la certera e indetectable premonición de una venganza por parte del Comintern, —entonces en las manos de José "Pepe" Stalin (El Viejo) —, organismo represivo destinado a eliminarlo, como a todos los considerados enemigos? 5

Fin de la saga.

Lionel Lejardi. Abril, 2011
www.elasuntocubano.net
Legacy Press

3    El “Prometheus Award”, es un premio literario de ciencia-ficción otorgado anualmente por la “Sociedad Libertaria Futurista” (Libertarian Futurist Society). El mismo, fue creado en 1979 por L. Neil Smith, pero no se comenzó a entregar con regularidad, hasta la creación de la sociedad en 1982.

            Los títulos premiados deben obras con la temática sobre ciencia-ficción libertaria, es decir, centradas en la política y el orden social derivados de las aplicaciones a la ciencia-ficción de los principios filosóficos del libertarismo. El trofeo consiste en una moneda de oro que representa el comercio y el pensamiento libre.

4    El “libertarismo” (del inglés libertarianism, traducido al español en ocasiones como “libertarianismo” o “liberalismo libertario”), es una filosofía política que afirma la vigencia suprema de la libertad individual (o libertad negativa).
Es decir, el derecho del individuo sobre sí mismo, cuyo límite no es otro más que el derecho ajeno. 

            El sustento de la ideología libertaria es la filosofía individualista, la política anti estatista y la economía capitalista del  laissez faire et laissez passer (dejar hacer y dejar pasar); en razón de que para los libertarios, toda relación humana debe ser producto de pactos voluntarios y la fuerza, sólo puede emplearse legítimamente contra otros de manera defensiva o ante el incumplimiento de un acuerdo o "principio de no-agresión"

5    Los cubanos, no deben olvidar que el líder estudiantil comunista Nicanor Mc Partland y Diez (alias, "Julio Antonio Mella"); fue asesinado a balazos el 10 de enero de 1929 en Ciudad México DF, cuando paseaba con su amante la fotógrafa Tina Modotti; a manos de sicarios italianos de la entonces KGB bolchevique; entre otras razones, por adjurar del stalinismo y pasarse a las líneas trotskista. Un crimen achacado a un sicario del entonces Presidente Gral Gerardo Machado Morales (1925-1933)

            Saber que Lev Davidovich Bronstein (aka, "León Trotsky"), también abjuró del stalinismo y fue asesinado en la misma ciudad mexicana, el 21 August de 1940; por un agente stalinista de la KGB bolchevique, Ramón Mercader (aka, "Jackes Monard"). Este sicario, fue homenajeado por el Dr. Fidel Castro Rúz y vivió en Cuba un tiempo, después de ser liberado de la prisión mexicana. Este último, de igual modo, fungía como un sicario de origen catalán miembro del Partido Comunista Español (stalinista).
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