martes, 5 de julio de 2016

Ontología del comunismo, socialismo y sus afines

Ontología del Comunismo y sus derivados
Se cumplen 59 años de dictadura comunista en Cuba

Dijo Ella, presagiosa
“No hay diferencia entre comunismo y socialismo,
 excepto en los métodos para alcanzar su objetivo cimero
que es: esclavizar al hombre.
 El primero, aplicando la fuerza bruta
 y el segundo mediante el voto.
En esencia, sin importar la artimaña
es la diferencia que existe entre el asesinato y el suicido”
Ayn Rand

'Un Asunto Cubano'

Tenues diferencias ontológicas en la retorta zurda

Un soplo diabólico en el crisol humano
De eso se trata. Dado que algunos supersticiosos, transcurridos los primeros tiempos del Génesis; supusieron que los hombres responderían al soplo divino, como los ciudadanos enfurecidos de ‘Fuenteovejuna’ Dios guió la nata fundamental de la Creación hacia el It filosófico de la Verdad Única. Esa Verdad que como tantas fuerzas de la Razón, también yacía ingrávida entre tinieblas de lo incógnito. Es transfiguración notoria para estos otros Jinetes del Apocalipsis Supersticioso, guías logopédicos y foniátricos de los zurdos contemporáneos; lo anunciado por boca y panderetas de unos entes raros, comunistas y sus confundidos seguidores mesmerizados con el corrimiento hacia el rojo einsteniano; no abundaría el tiempo ni la mano celestial cierta que apartara de una y por todas, el cieno y las aguas. Porque el cieno, es el cardumen idóneo de enemigos y tergiversadores natos de las democracias y la Civilización Judeo-Cristiana, hoy en Cruzada redentora y justiciera en tiempos de los horrores sarracenos, vencidos definitivamente en Granada por comandos isabelinos. Una victoria empujona de la posterior hazaña colombina.

            Porque según sus profetas falsos, por lo demás repletos de agujeros y sañas; no hubo en los designios divinos suficientes elementos para formar la tierra, cielo, luces, fuego; siquiera la detonación un hálito divino y además, beatífico, dentro del crisol donde resultó exitosa la alquimia creadora de la Humanidad.
El primer capítulo del Génesis
 escrito sobre un huevo,
(Cortesía del Museo de Jerusalem)
            
            Sucedió que Dios puede ser todo lo bueno y puro que imaginemos, menos un pícaro mercachifle. Porque en un instante sin tiempo, el Diablo sopló sañas y marañas, haciendo de las suyas. Los pueblerinos indignados, habitantes de aquella villa maltrecha (La Habana) se hartaron de las impudicias de aquellos Comendadores Humectantes como la Bruja Roja, enchumbados en malicias, vilezas y robos de honores.

            Y una mañana, de improviso, hasta la campana ronca del templo repicó dobleces y los ciudadanos de Fuenteovejuna, de una vez y por las anteriores; todos a la una; cada criatura sin distingos de niños, mozos y mayores, decidieron rebelarse contra los gobernadores y sus enrojecidos vampiros chupadores y como antaño sus ancestros, hicieron de aperos sus armas.

            No es difícil constatar hoy, lo no consustancial e inmisericorde de esas apologías hieráticas comunistoides y sus variantes miméticas, torcidas a fuerza de fracasos y dislates permanentes. Vendidas como hechos a suceder y que nunca lo fueron ni lo serán. Como tampoco lo fue aquella cantata siniestra de los sans culottes zurdos que en los versos satánicos de ‘La Internacional’ auguraba “…la Tierra será el paraíso, de toda la Humanidad…”, y por ese vericueto se les perdió el redoble de los granaderos, tumbadoras y cornetines chinos. Vale que siempre existieron soñadores, quienes revolvían incansables cada una de las retortas que les asignó el Creador. Igual sucedió entre los diferentes conceptos o teorías acerca de las tendencias filosóficas adecuada para resolver todos los males sociales elaborados por el propio Hombre en su evolución.

             Eran aquellos males formados por esas cúspides de egoístas, Líderes Máximos y Mínimos, cuyas vanidades degeneraron en auto culto de sus propias personalidades perversas, hasta lograr un mundo al que devinieron polidiextros sexuales, intoxicados con un ateísmo feminoide y mirando las costras , abominable. Las Virtudes, muchas más que los pecados capitales, dieron la impresión de permanecer relegadas, casi adormecidas. No era cierto. Seguían un plan cuidadosamente trazado desde la Creación, que les hizo perdurar a través de todos los tiempos y vicisitudes, hasta hoy. final, entre estas prevalecieron dos entre las otras muchas, la real y su espejo virtual. Con el tiempo, las virtuales inmaterialidades (también estereotipadas como, virtudes difuminadas) quedarían relegadas para ensoñaciones ambiciosas de líderes vampirizados o los tanatos universitarios, futuros intelectuales y académicos dóciles al rugido del Morlock en turno.

            Estos últimos dinásticos, todos nepóticos y doblegados en el cesto de la proto historia de los fracasados, tales son los demagogos actuales y los restos de tripas no digeribles. Temas sinópticos destinados a fenecer en aulas de recintos universitarios. Por su parte las reales materializadas, se robustecieron con las experiencias y el trabajo denodado de los hombres, deviniendo en democracias fructíferas. A la par, versiones de las virtuales humectadas, devinieron barcarolas flácidas en las diferentes aguamalas de las charranadas zurdas. Las mismas, que antier fueron ofertadas a los Caifá de ponchos, nardos o narras sin guiones de oblicuidades visuales factibles, aunque fuese para la mise-en-scène mínima. Ver los experimentos comunistas, fracasados todos; devenidos transitorios y sin gloria, con la cola inevitable de los socialismos fabianos europeos y los proto socialismos utópicos apolillados en sus ataúdes de papel. En esencia, ambas propendían (cada una a su manera) a la subsistencia teórica de la raza humana. Pero, en un descuido de los dioses, restos calcinados del ideario virtual, se conformaron cada uno por su parte.

            La más destacada, no por sus calidades humanas sino por la violencia intrínseca que le impregna, mostró una fuerza inicial ilimitada (resultó en un aburrimiento transitorio) y se auto nombró: filosofía comunista y sus asociadas' Repletas de tembleques como a las hogazas de pan blanco a punto de hornear, a las que sobra harina de empanizar, no de la masa sino de la malicia que les envuelve.
            El resto, de la hornada son las variantes afines, en una sarta de principios sesudos matizados y degradados por su carencia de Altos Principios, a partir de la mal denominada filosofía socialistacon infinidad de primas-hermanas, los proto socialismos feminoides de los liberales.

            Alertar que estos concluyeron en sendos juguetes filosóficos (en realidad biberones de zánganos, rellenados con leche de las Arpías), destinados a los malabares y correteos hípicos como los de Les Santimbanques de la Ópera Comique, la creación homónima de Louis Ganne. Todos sobrevinieron a partir de la Filosofía del Pesimismo Crudo, aquella versión primada a la que en la actualidad le hurgan caminos para explicarlas por vías matemáticas; tal que en alguna forma fue concebida, así entonces por los griegos, dado que ahora, se perfilan las disciplinas sustentadas en los conceptos de la Metafísica. De modo semejante ocurre con los fenómenos socio-económicos y en especial, aquellas  turbulencias evolutivas del bicho humano vinculado como actor a estas, digo macho-cabrío tal como fue concebido por Dios, al cual los pensadores inconexos han tratado de explicarlas de formas diversas. Los entendidos, consideraron que la mejor forma de abordar tales intríngulis, seria aplicarles disciplinas ‘ontológicas’

Ontología, ¿qué es y a qué huele?
En sus inicios huele un poco a la sarta de ajos que ambientan consultorios de algunos frenólogos, psiquiatras, psicólogos y otros magos reparadores del intelecto y personalidad; quizás temerosos de que algún que otro vampiro adamado, como la Sookie Stackhouse de ‘True Blood’ Sin embargo, Gottfried Wilhelm Leibniz, la definió como la ‘Filosofía del Ente’ o ‘Ciencia de lo que ‘es’ y de la ‘nada’, del ‘ente’ y del ‘no ente’, de las cosas y de sus modos, de la sustancia y del accidente. Demasiado complejo por lo abstracto y recordar que nos la estamos viendo con filosofías virtuales comunistas (escenarios violentos y crueles) y filosofías virtuales socialistas, todas, escenarios de entelequias paralizantes. En la realidad científica, la Ontología trata del estudio “de lo que es” y sus ideólogos metafísicos casi siempre asocian el fenómeno ontológico con una pregunta clásica ya: ‘¿Existe o existió el hecho o evento?’ Muchas preguntas tradicionales de la filosofía pueden ser abordadas como de naturaleza ‘ontológicas Por ejemplo: ¿Existe o existió Dios? En esencia, se les da connotaciones ontológicas. Como disciplina de la metafísica, sus versiones fueron estudiadas por Hartmann, Husserl y Heidegger, entre otros.

            De ahí la diversidad explicativa de los sociólogos ante la conducta del hombre solo, dentro de su hábitat o en colectivo. Filósofos, políticos, religiosos, escritores entre otros, han aportado su explicación de realidades como son el socialismo, comunismo o fascismo y también, sus variantes afines. Todas estas filosofías, proporcionadas en opacidad de lo inmaterial, dejan un rastro difícil de seguir. La línea que demarca socialismo del comunismo (para algunos fabianos o sea, socialistas no marxistas), lo es también para mí; es tenue y depende de un instante del tiempo virtual, no del contenido filosófico atribuido a ambos fenómenos. La novedosa escritora, filósofa y pensadora norteamericana Ayn Rand, nos alertaba cuando expresó acertadamente sobre la similitud o igualdad de ambos dislates temáticos, no filosóficos.

            Con la absorción de toda la economía de un país por los asaltantes de su sociedad inerme (riquezas totales acumuladas por esa sociedad democrática, desde su despunte) ahora bajo ataque de los destacamentos armados de sus enemigos, se inicia de inmediato de la maceración del tejido social, sus valores éticos, morales, espirituales y derechos humanos. Así se inicia la etapa de la pobreza y miseria absoluta, como etapa superior de destrucción de la economía nacional capitalista emprendedora y la libre empresa; tanto como el envilecimiento acelerado del pueblo relegado a la condición de simples esclavos del régimen comunista, en lo peor, si es dinástico.

            El proceso de creación individual fenece y se inicia la etapa animal de supervivencia del individual, ahora en calidad de mero recolector en busca de su subsistencia diaria. El humano creador, se transforma en un ente dislocado y sin esperanzas Es el totalitarismo de los desclasados, la chusma y la dictadura del lumpen proletariat. Un acertijo cínicamente pronosticado por Karl Marx y la ineficiencia fracasada de sus teorías políticas y económicas. Ver la singularidad desastrosa concurrida en los casos anfióticos desarrollados en Cuba y Venezuela, culminados en desórdenes estrepitosos. La primera, declarada socialista y después comunista, mientras que la segunda se proclamada socialista, para acabar ambas en el mismo abrevadero de elefantes blancos.

            Sus líderes apócrifos, Fidel Castro y su discípulo Hugo Chávez, dos arquetipos fallidos del ‘Hombre Nuevo’, dos ludópatas empedernidos, ya fueron castigados por la Historia. Ahora fenecen entre aullidos y estertores, dado que siendo adictos ‘sin sustancia’ al juego de poderes, es indudable que desviamientos les han conducido a algunas formas de cleptomanía, piromanía o tricotilomanía. Atendemos a la primera, dado que la manifestación si es con sustancia adictiva, perfectamente palpable en la adicción al dinero físico del erario público ya defalcado; del cual han despojado a sus países respectivos, conduciéndolos hacia la miseria. Hoy, son una especie de elefantes que, tras penetrar en una locería y romperlo todo, ya no saben qué hacer. No atreverse a salir del estatus de protección que les brinda el poder, a fin de no confrontar las consecuencias del pueblo enfurecido. De ahí, su aberración demencial al poder político fundamentalista de sus acólitos.

            Maldecidos por sus pueblos y sin anotarse un solo tanto en su favor, y en la espera ominosa de la Parca que, bienvenida les sea por haber destruido minuciosamente a sus países y envilecido a sus atribulados ciudadanos. Con lo peor, su indefensión ante el ‘tentetieso cabrón, que te parto los coj...’ Así de simples son estos animales.

¿Qué dijo Habermas?          
La aseveración anterior no es la Síntesis sino una Tesis privativa involucionada. Luego es considerar por otra parte la observación desarrollada por el filósofo y sociólogo alemán, Jürgen Habermas; quien entre otros conceptos, es propulsor de la denominada Praktische Philosophie (Filosofía Práctica), la cual incluye la ética, moral, cívica, filosofía, política y derecho; cuando de un sopapo bien dado, deslindó la fábula bolchevique, acerca de que tales doctrinas impositivas y conculcadas al individuo a la fuerza, les convierte en categorías  nocivas al ente humano, tanto o más que el Nacismo y el Fascismo. Habermas nos acerca a paridad malsana equiparable como, sin más, el proto fascismo de la izquierda. No importa si el color es verde-olivo como la distopía bongosera de la jauría castrista apoyada de manera demencial por el lumpen proletariat que le sigue o el rojo-garibaldino de la ucronía pana, esa chusma que succiona la ubre gubernamental que paga el pueblo útil venezolano, guaracheado a los sones de los tamo-tams selváticos, seguida de la gavilla vagabunda, irremediablemente envilecida en la pereza.

            A grandes trechos y considerando los trabajos de la obra filosófica, que incluye una deliciosa crítica de Habermas a Marx y el ordenamiento del Materialismo Dialéctico y su percha historicista; hurga también en la concepción del llamado Lebenswelt (Mundo de la Vida) enunciado por Edmund Husserl.

Dialéctica de la Ilustración
En la obra Dialektik der Aufklärung (Dialéctica de la Ilustración), escrita por Theodor Adorno, Max Horkheimer y otros discípulos de la Escuela de Frankfurt, los autores dedicados e inmersos en la denominada Kritische Theorie (Teoría Crítica). Esta corriente responde a una novedad comprometida con un ideario social con fuertes signos emancipatorios, achacables todos a las estructuras ideológicas y económicas establecidas en la sociedad moderna tan enferma de secularismo amoral. Todo acaba en la cantidad (no porcentual) del ideario democrático, se hayan atrevido detrás de la Cortina de Hierro, a pensar como individuo egoísta e independiente de la masa obnubilada y no como entes colectivistas. Es estudiar a plenitud la impronta de  ‘The Fountainhead’ de la misma Ayn Rand. En ‘Teoría Crítica’, sus páginas encontraremos un análisis crítico de la cultura de masas, preconizada por Hegel, Marx, Freud entre otros, al mismo tiempo que asoman orejas las anti culturas propuestas por el fascismo y comunismo, dos idearios con tendencias ideológicas; aparentemente refinadas, por sus puntualizaciones casi demenciales en exaltar las Bellas Artes.

            En ambos estamentos (mejor, redestiladas como los licores malos de muy baja calidad) que de manera antropológica advierte de una conjunción diferida, la cual resulta repelente para cualquier inteligencia media. Estas tituladas nuevas culturas, y lo peor, identificarlas como la ansiada por la gente común solo logro erigir capillas totalitarias cerradas a cal y canto, al vapuleado hombre de ‘a pie’ Un pobre animalejo con su amor propio, autoestima, honor, ética y altos principios arruinados por el régimen castrista.

            Un ente diluido, sin un ápice de cultura (así mutado por nazis y comunistas) para entender la diferencia entre el pas de deux y la cuarta figura del pas de quatre propio del ‘Capetillo’ cubano, esa especie de rumba de cajón, al desnudo. Ello aflora, cuando las filosofías distópicas de la izquierda; que a la chusma envilecida se la venden y hacen regir como socialismo paternalista, no siendo más que un alto horno del Hombre Nuevo (una nueva especie virtual de eunucos mentales representativa del ‘extra vago’), se apoderan temporalmente de la candidez de las masas, siempre moronas e indolentes. La misma que adecuan a lo que le puede beneficiar y por lo cual, luego, esa indolencia cacharruna inoperante de esas mismas masas, es castigada por sus propios líderes expoliadores, manteniéndola desorientada y sin recursos propios. Es el inicio también del hambre colectiva, planificada y controlada por el estado opresor.

            De ahí que con su discurso eventual, la izquierda en un plano temporal e insistente azuza con su terquedad y la propensión a auto vincularse al concepto de Razón con el sistema social moderno, a los fines de distanciarse de su origen y modo de actuar basado exclusivamente en un terrorismo de estado, del peor corte medieval.

Ilustración e Iluminismo
Para entender a cabalidad esta obra es necesario hacer referencia al concepto kantiano de Aufklärung und Erleuchtung (Iluminación e Iluminismo) Ese mundo ordenado, elegante y talentoso devino envidias de los Iluministas). Ambas de las cuales, aunque refuljan tales como criterios ya obsoletos; contienen todos los elementos humanos, sociales, espirituales e ideológicos a fin de lograr su modernización, una de las actividades deslumbrantes de la Francia del siglo XVIII, siempre exitosas. Era el arribo de aventureros desordenados que finalmente, destruyeron el cenit de la delicadeza. La Razón, acorralada por la horda revolucionaria, cedió paso irremediable a la chabacanería de los descamisados (san culotes) parisinos. Esta obra, contextualizada tan temprano como en 1944, exiliada fuera de Alemania ante el totalitarismo nazi, circularía de manera underground en el gulag comunista de la Europa del Este durante los años 50 y 60, convirtiéndose, sin embargo, en un texto de cabecera para los alemanes demócratas. La propuesta central del libro será la defensa del criterio histórico-social de que un genocidio provocado por los nazis, como fue el Holocausto Judío y de otras minorías, generalmente étnicas, siempre existió. Nunca lo contrario, tal arguyen los defensores del genocidio nazi-fascista, de que los hechos reales, nunca ocurrieron.

De modo igual sucedió con el genocidio inmisericorde menos conocido, orlado con el nombre siniestro de Holodomor ucraniano ejecutado con saňa igual, por los ‘bolcheviques humanitarios’,  en todo el territorio de la hoy Ucrania, a inicios de los años 30 del siglo XX, con la consecuencia de unos 8 millones de ucranianos muertos por hambre planificada por los bolcheviques. Es crónica registrada. Después lo normal, siempre huidizos, se cambiaron el nombre por lo de "comunistas", a causa de la mala fama de los primeros ante la opinión pública internacional; porque la nacional, a los comunistas les importa tres carajos. Tal es su desparpajo y desprecio por los criterios de quienes denominan "su pueblo" Ambas filosofías eugenésicas (atención al término) un acontecimiento no casual, sino factor y devenida consecuencia mórbida de las pedanterías ideológicas zurdas; en algún sentido supremacista, que blasonaba todavía de forma incoherente; en la estructura y constitución de las entonces, potencias imperiales de Occidente.

Nada extraño a la luz de los resultados nefastos advertidos en pleno siglo XXI. Un aspecto que en la actualidad, el derecho a la independencia, absolutamente tartamudea y anda en trapisondas punibles por las leyes locales e internacionales. Paremos el tema, en seco. También hay que reflexionar sobre el hecho de que ambos filósofos no sostienen en absoluto, la idea de que nuestra sociedad judeo-cristiana ‘sólo sea capaz de generar sistemas totalitarios’ Luego, en contraposición definió:

            ”Echó por tierra la solemnidad criminal de la ontología disparatada justificadora mendaz del Comunismo, Socialismo y sus variantes afines. Todas bien cercanas al estupro Nazi-fascista en concordancia con sus categorías filosóficas comunes en el actuar totalitario, genocida y eugenésico en contra de la integridad humana: física, intelectual, moral y espiritual”

            Si fuera de esta forma, nadie podría justificar la robustez democrática actual de la Europa y en especial de la Alemania Federal, Estados Unidos, Canadá, Japón, Sud-Corea y el resto de las democracias no autoritarias, ni ‘socialistas de mentiritas’ que bien les sirven a los malversadores locales. Todo ello no ha sido más que una descomunal equivocación ad valorem (no en el sentido impositorio) los orígenes de la involución, como “parto de los montes”, esa escandalera comunista que al final solo pario ratones; auspiciado y diseminado por los líderes del lumpen proletariat. Tal sucedió por la razón simple de que esas sociedades (aterrorizadas por el tentetieso) no responden a su “yo” (It) sino al de ‘ellos’ Desde mi punto de vista la ‘Teoría Crítica’ debería impulsar un cambio social, increíble para los escépticos; impulsada desde las aulas universitarias; no desde los tugurios, favelas o barrios marginales tal pregonan los vendedores callejeros del igualitarismo (tan descabellado y criminal como el de François-Noël Babeuf en su ‘Conspiración de los Iguales’) tales si fueran naranjas a mondar. Es que, Babeuf, fue guillotinado por ‘sus iguales

El criticismo de Habermas
Habermas es el miembro más eminente de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt y uno de los exponentes de la ‘Teoría Crítica’ una herramienta aplastante para los restos de los totalitaristas trasnochados. desarrollada en el Instituto de Investigación Social de dicha escuela alemana. Entre sus aportaciones está la construcción teórica de la democracia deliberativa y la acción comunicativa. Este pensador emérito ha sido galardonado con premios prestigiosos por sus trabajos, otorgados en países como España, Alemania, Francia, Estados Unidos, Japón, etc. Una vez a Habermas, a quien en cuestiones de filosofías e ideologías modernas o contemporáneas es difícil confundir; le preguntaron en una conferencia impartida en la Escuela de Frankfurt, su opinión acerca del comunismo, socialismo y sus variantes afines europeas, asiáticas, tropicales, indoamericana, etc.

            Este filósofo y sociólogo de altos calibres, ante las auto denominaciones de estos grupos conjurados en favor de los totalitarismos (que no pueden ser clasificados como humanistas, por ser sistemas dictatoriales y satrapias violentas), Habermas las sentenció de manera tácita y sin vacilaciones como tesis sin síntesis, bien merecido, o mejor:

"Todos los totalitarismos zurdos, son puros fascismos de izquierda"

© Lionel Lejardi. Febrero, 2012
lejardil@bellsouth.net
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