jueves, 15 de diciembre de 2016

2 Trump y More, hitos de simas virtuales II/II

  2 Trump y More, hitos de simas virtuales
II/II
Se cumplen 57 años de dictadura comunista en Cuba
(En construcción)    
La libertad en democracia
Goza de tres dogales impuestos:
Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Juntos, son barreras
a la opresión y anarquía.
Apenas, liviandades sobre
la espalda ciudadana.
Si eliminas uno, el resto
la aplastarían sin piedad 
Lionel Lejardi
"Un Asunto Cubano"
(Miniserie, ‘Distopías malignas’  

"Punto Jonbar de inflexión"

Thomas More, hito de la Libertad vista en democracia
Tomás Moro, fue un político, pensador, humanista, teólogo y escritor inglés y además, poeta, traductor y Lord Canciller de Enrique VIII. En 1535 fue enjuiciado por orden del propio rey Enrique VIII y acusado de alta traición por no prestar el juramento antipapista (contra el Papa romano) frente al surgimiento de la novísima Iglesia Anglicana. Cuando se menciona Anglicana  se menciona “la Humanidad”, todas consideraciones históricas relacionadas con el ‘Renacentismo’; atañen a la civilización judeo-cristiana de la Europa del Este, y su religión prima, el “Cristianismo”, solidificadas por sus mensajeros.  Porque este movimiento, ex profeso, fue despreciado e ignorado por el conjunto de países adormilados con leyendas mitologías propias o importadas, como Europa y Medio Oriente. Tras la expansión del imperio árabe, una parte considerable de la Europa cristiana fue obligada a aceptar la cultura y religión musulmana. Algunos países absorbidos por el islamismo, todavía coexistente en cuenca mediterránea, en especial los vinculados al antiguo mundo bizantino.
                                                                                                                                
            Estas últimas, desde las asiáticas insulares  hasta las continentales, donde primaban el taoísmo, budismo, indostanismo, etc. (todas, relativamente pacíficas y tolerantes con las otras), hasta los totalitarismos teocráticos agresivos e intolerantes de la religión islámica y sus centenares de sectas homicidas; carenando  al final de sus estertores, en los remanentes de sus homólogas las africanas y sus similares  indoamericanas. Desde el esparceo del Renacimiento, no resultó extraño que brotaran concepciones o sueños, tendentes a reordenar aquellas sociedades bullentes cuyos proponentes de una manera u otra exponían ideas sugestivas, pero desligadas del mundo real. Cada proyecto social mostraba una caratula artística tendente a alcanzar el ideal de la sociedad perfecta o sociedad utópica como una mezcla simplificada de hados y aspiraciones filosóficas, mitos, leyendas religiosas y razonamientos inherentes a cada sociedad en particular.  
Hans Holbein, the Younger - Sir Thomas More - Google Art Project.jpg
Thomas More (1527)
Hans Holbein (el Joven)
(Cortesía Frick Collection (New York
y WIKI)

Sin embargo, la concepción primada del ‘gen humano’ parte, en buena medida, de la propuesta hecha por Thomas More (castellanizado, Tomás Moro), en 1516; momento en que presentó su obra definitiva (latín), ”Dē Óptimo Rēpūblicae Statu de que Nova Ínsula Ūtopia” (Libro,  Del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía)  De ahí surgió e imprimió el término “Utopía”; la cual dio nombre a otras concepciones imaginarias similares, donde ciertas regiones en el mundo irreal de los pensadores, representaban panaceas o utopías, entre el  cúmulo de obras político-sociales elaboradas por la imaginación de otros tantos pensadores, laicos, ateos, religiosos, etc. sobre el mismo tema. La esencia de esta situación peligrosa en que resultó sumido Moro, surgió por una elemental cuestión de principios éticos y teológicos —pensemos de la esencia de las Sagradas Escrituras— al oponerse éste al divorcio del rey Enrique VIII con su esposa en ese momento, la reina Catalina de Aragón, y además, desafiante al no aceptar el Acta de Supremacía, en la cual se declaraba al rey Enrique VIII como cabeza de esta “nueva iglesia” un tanto protestona de la Católica Apostólica y Romana, sui generis.
                                                                                                             
            Este conjunto de decisiones arriesgadas, le resultaron suficientes al Enrique VIII, para que los tribunales lo declararan culpable de traición al Rey y la Corona inglesa y en consecuencia recibió la condena a muerte. Tomás Moro permaneció en prisión en la emblemática “Torre de Londres” hasta ser decapitado el 6 de julio de ese mismo año de 1535. Transcurridos más de tres siglos, después, Moro fue beatificado en 1886 y canonizado en 1935; junto con John Fisher, por la  Iglesia Católica la cual lo consideró un santo y mártir. Resultó sorprendente que por su parte, la Iglesia Anglicana lo considera igualmente un mártir de la Reforma Protestante, luego que en 1980, fue incluido en su lista de santos y héroes cristianos, anglicanos.

El término Utopía lo concibió Moro, tal ya mencionamos, específicamente para denotar en su obra ”Dē Óptimo….. Utopía”, donde el término era el nombre dado a una isla ficticia (o, “lo que no existe”) y a su comunidad artificiosa que la habitaba; cuya organización política, económica y cultural pretendía ser esencialmente comunitaria primitiva. Tal imagen contrastaba con las sociedades humanas de la época, dominadas por clases aristocráticas y clericales, las verdaderas poseedoras de todo el poder. Por supuesto, tomando como ejemplo las sociedades europeas, estructuradas al estilo de las casas aristocráticas en manos del primer poder, según estamentos de entonces, la nobleza, seguida de la clase clerical. No tarde, en el último cuarto del siglo XVIII, la correlación de fuerzas, debieron ceder espacio a la pujante presencia del tercer poder, la influyente y cada vez mas poderosa, burguesía.

”La conjuration des Égaux”
Inmersos entre estos grupos abigarrados, se encontraban los seguidores de François-Nöel Babeuf (alias, El Graco); un personaje de prosapia singularísima; catalogado como político, teórico y revolucionario francés, surgido a la luz pública por avatares de la Revolución Francesa. Para él, un agitador profesional; además de ser periodista a media tinta y líder de su grupo propio de extremistas; los hechos violentos y sanguinarios llevados a cabo por los sans culottes (descamisados) parisinos contra el gobierno autocrático de Louis Capeto (Louis XVI), iniciados el 14 de julio de 1792 para derrocar la vieja dinastía (dicho, ancien régime) semi feudal. Los vencedores del ancien régime de Louis XVI, las hordas populacheras dirigidas por el Directorio Revolucionario, opinaba furioso, no había profundizado suficiente en el drama francés. Luego, conformó un movimiento sedicioso tendente a derrocar al Directorio y radicalizar aún más “La Terreur” sobre los nobles, clérigos y burgueses. Hacia finales de 1790, entró en contradicción con los extremistas del Directorio y los jacobinos de pura cepa. Babeuf con su propio grupo de recalcitrantes, publicó entre otros escritos, el que denominó "Conspiración de los Iguales" (La conjuration des Égaux). Este agitador pretendió destruir el Directorio e implantar en su lugar un gobierno al estilo del comunismo primitivo.

            Algo parecido a la Utopía de Moro (sin los edictos genocidas de los jacobinos) en sus disfrutes de riquezas, bienes de consumo, alimentos y licores finos (ninguno de los cuales jamás explico de dónde y quienes producirían esas riquezas y portentos), pero con una guillotina más filosa. En la mayoría de los proyectos tendentes a modificar la sociedad, se proponía como condición indispensable, anular el derecho de la propiedad, bienes capitales en monedas y las tierras, repartiéndolas entre quienes no las poseían. En ningún caso, estos líderes futuristas, indicaban la forma en que después de la distribución de estas riquezas, para hacer a todos en lugar de ciudadanos ricos, seres miserables; se generarían las nuevas riquezas, para no convertirnos a todos, en unos ciudadanos de tercera clase, todos ciudadanos cicateros.
          
            Es entender que esa redención política durante la vida carece de sentido. Al igual sucede con los fieles fervorosos del cristianismo. El concepto aclara que la vida no es un suplicio, sino, la gracia divina máxima de la cual debemos disfrutar como un regalo divino, no como castigo, sin dañar al prójimo. Con el advenimiento del siglo XIX, irrumpieron personajes alucinados del calibre de Karl Marx y Engels y los seguidores del comunismo, inmersos todos en adoraciones del jacobinismo más rancio, según opinión de sus fanáticos, seria aplicado para solventar las diferencias en las interrelaciones entre el capital y el trabajo. A los fines de arrancar de cuajo y desmontar el sistema capitalista, era imprescindible y además cómodo, barrer con las estructuras del ancien régimen e implantar en su lugar, por la fuerza el discurso sociopático del terror marxista.

            Esta pretensión se basó en el síndrome social artificial, al cual acompañaba una versión catastrófica de actividades letales, proclives a la toma violenta del poder político, militar y económico, por parte del denominado Lumpen Proletariat, una cantera de pícaros y holgazanes, inagotable. De estas acciones serian excluidos el campesinado y todas las clases vivas, poderes legislativos, judiciales y ejecutivos, y otras instituciones; implantando la repartición indiscriminada de bienes creados por la burguesía y la nobleza, al abolirse el derecho de la propiedad. La represión sobre todos los opositores, ignorando sus quejas y puntos de vista; dado que Marx y sus seguidores envidiosas de la clase productiva, consideraban como condición indispensable para mantenerse en el poder. En cada caso, la concepción de Utopía, seria tergiversada a gusto del Líder Máximo en funciones (los hermanos Castro), ansioso de tergiversar la Historia con Ucronías metas fantasiosas.

Aristonomenklaturs
Es indudable que, atenidos al fracaso de los totalitarismos y sus desastres históricos, políticos, económicos, morales y sociales; y considerando cada uno de los diversos actores humanistas distintivos de cualquier comunidad humana decente; la respuesta a tales propuestas, en el marco del siglo XXI seria: No. Dicha negación responde al halo misantrópico de la idea y no a una actitud de oposición sistemática a los totalitarismo; que por las bien andanzas y preservación de las ideas democráticas, bálsamos de la actual civilización judeo-cristiana, todo vestigio de absolutismo proto fascista o comunista debe ser aniquilado para siempre. Sino, porque estos regímenes malignos son ofrecidos al público cándido, tal panacea lúbrica, hedonista, holgazana y sin altos principios; basados síndromes disformes sociales, en formas de una perniciosa endemia perniciosa, la aristonomenklaturs destructivas y sociopáticas. Decir que el Poder político democrático se tornaría en Poder político burocrático, un nuevo poder. Pero este último no sería más que el inaceptable disparate social, tomando la pirámide burocrática comunista de la ya solidificada como dinastía aristocrática de la  nomenclatura partidista real en una ”Oclocracia Popular Virtual”  Evidentemente esta tergiversación de la democracia es disfuncional, como han demostrado hasta ahora todos los disparates ensayados los comunistas y socialistas contentivos de fracasos económicos (ver sus respectivas anti historias a través de los siglos XX-XXI), tal mostraron las tituladas “dictaduras del proletariado”, diluidas en fracasos en cada lugar donde fueron implantadas, a todo lo largo del siglo XX y primer cuarto del XXI.

            Esos ejemplos llevados a la práctica, incluyen otros factores filosóficos desvirtuados por mendaces y destructivos, en calidad de sus “logros” distintivos: los siempre abortados en los totalitarismos cotidianos como sistemas nefastos con y sin anti crítica, de naturaleza átona para los izquierdistas. Ahí yacen las promesas de no trabajar, sino vivir bajo un subsidio paternalista del estado, pretextado bajo cualquier sinrazón o justificación del fracaso social, espiritual o médico, creíble para los vecinos entrometidos. Es lo que en definitiva, toda persona “decente” ansía, bajo la ley del menor esfuerzo que no todos merecen. Los totalitarismos, en especial los de izquierda, idealizan la morosidad y holgazanería como una manera legal de estafar a sus vecinos. Los gobiernos populistas toman este punto de vista como una práctica “decente” de obtener el poder político y económico de la explotación de los ciudadanos, a manos abiertas.

            Ellos patrocinan el paternalismo estatal a costa de las fuerzas productoras que auto inoculadas con el VIH de las siempre crecientes oleadas de “Hombres Nuevos”, unos estafadores perfectos de meritóratas inflados por la propaganda estatal; cuyos regímenes fabrican aceleradamente, sin distinguir entre los beneficiarios de la dádiva pública. Basta inducirlos a esa especie de drogadicción que es la holgazanería generalizada. En consecuencia, a estas tiranías les es necesario mantener al individuo sobre la forma en que, se preocupe en cómo subsistirá en el día siguiente, anteponiendo ante otro deseo, obligación o responsabilidad, social o familiar: la obtención de alcohol. De tal forma el conjunto de necesidades de las familiar queda supeditado a la volitud estatal.

            “Esta forma opresiva es el elemento de control sobre los alimentos, alcohol, drogas y estupefacientes, calzado, vestuario, vituallas, servicios, medicinas, empleo, acceso a  redes sociales, literatura, films, combustibles, libertad de movimiento, etc.”  El ciudadano penetra aterrado en ese nuevo mundo alucinante y se considera “encajado” de por siempre en los manicomios fantasmagóricos de las “Granjas de Animales” o “GULAGS”.  En instantes, el corral, se cierra hermético durante decenas de años. Por ejemplo, el sistema carcelario castrista imperante en la nación del país cubano entero, impuesto al pueblo en 1959, ya rebasó el medio siglo.” Toda actividad, por ínfima que sea, estará controlada, supervisada y autorizada por el  estado totalitario y la burocracia estatal. Nadie estará autorizado para plantearse metas personales. El estado es quien decide a qué debe aspirar el individuo inerme y la cantidad que el estado le suministrará por ello.

Ensoñación vs. Pesadilla
Cierto que Utopía es una abstracción idealizada como un estado perfecto, el cual debe ajustarse sine qua non, a las necesidades y aspiraciones primarias del ciudadano común, decente. Los delincuentes, se redefinen como tales residuos de la  vieja corrupción de los izquierdistas indoamericanos. Es entender que esa redención durante la vida carece de sentido. Al igual sucede con los fieles fervorosos del cristianismo. El concepto aclara que la vida no es un suplicio, sino, la gracia divina máxima de la cual debemos disfrutar como un regalo, no como castigo, pero, sin dañar al prójimo. El grupo de países integrantes del  Mercado Común Europeo, después de abandonar los criterios jingoistas que incluían las trifulcas permanentes elevadas a política de estado y tornarlas pacifistas, sentaron determinadas bases indispensables tendentes al utopismo, con aires de un socialismo popularizado. La unificación de monedas bajo el símbolo del "euro", fue uno de esos pasos. Los Estados Unidos de Norteamérica de manera igual, han venido trabajando por el bienestar de su población con propósitos semejantes, desde sus inicios, ha avanzado hacia el objetivo utopista, con pasos discretos y firmes.

             Es entender que en un sector cumbre de esa pirámide-hábitat donde hoy bien convive una gran parte de la Humanidad; se asienta un grupo de las naciones más potentes del mundo libre y democrático, liderado por los Estados Unidos de Norteamérica; a manera de Utopía; junto con otras naciones todavía esforzadas con los rudimentos del pleno ejercicio de la democracia. Desde ese sector privilegiado, hacia el abajo abismal, yace el resto de las comunidades las cuales motu proprio, renuentes al Gran Cambio que les posibilite enderezar el camino. Es una histéresis de naciones fallidas, las cuales de alguna forma y etapa, fueron o son en la actualidad regentadas por los hilos del castrismo retrógrado. Allí  pernocta la tripa insaciable de la Ucronía, un conjunto secuencial integrado por conglomerados binarios, inevitables, devenidos en Distopías Malvadas. Aquel paraíso, todavía perdido como el de Milton; soñado por cada generación desde hace siglos. Esos siglos fueron tantos, que la aspiración se remonta hasta el proyecto de Utopía (y aun antes en liturgias, tradiciones y leyendas de sociedades arcaicas), expuesto por el ateniense Platón (347 a.C.) en su República, una de sus obras imperecederas.

            Valdría decirles ¡basta!, a estos depredadores.

            Sucede que las miserias humanas y chabacanerías que adornan a los líderes de esas turbas desclasadas y rambuleras; que integran y dan vida a los totalitarismos políticos y fundamentalismos religiosos contemporáneos (caribeños, indoamericanos, africanos y asiáticos); como ejemplos significativos; intentaron en vano colgarse de este resquicio histórico, que les permitió la bondad de la cultura judeo-cristiana.

© Lionel Lejardi. Mayo, 2011
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press
EDC-2526

martes, 15 de noviembre de 2016

Domhnall Val rugió, "Quiero ser Presidente de los Estados Unidos de América”

Domhnall Val rugió, "Quiero ser Presidente de los Estados Unidos de América
Se cumplen 57 años de dictadura comunista en Cuba
Sin la venia ajena
(Miniserie, "Trump and other contemporary political achievers")

Sobre la Economía
Toda interferencia gubernamental
en la economía, consiste en conceder
a otros, un beneficio no ganado,
extraído por la fuerza a algunos hombres,
a expensas de otros.
Ayn Rand
“Un Asunto Cubano”

Dilemas de Donald y otras maravillas de las democracias

Trump, ¿chief de un gobierno colegiado?
Improbable, absolutamente. Claro que se trataría de analizar un desatino a partir del absurdo típico de Ionesco o quizás de uno o varios Kafka colegiados e intangibles dado el silencio perpetuo que les rodearía. A esos fines habría que considerar los tres modo de pensar en Ciencia Jurídica, según Carl Schmitt (1996); ajustados al pensamiento germánico del aufsichtsrat (entidad de carácter deliberativo) incompatible con las prácticas democráticas. Ello, devendría abrumador por la imposibilidad de existir un Gobierno Colegiado sin Parlamento, en las democracias verdaderas en funciones, tales son los Estados Unidos de América. Porque en alguna forma, Domhnall Val (Donald), que en la realidad del inglés moderno seria: née, Donald John Trump; experimentó, lo que nunca antes en su vida semi pública de ciudadano simple le satisfizo, al escuchar a sus íntimos familiares y amigos escogidos, la propuesta o recomendación de que activara su postulación como candidato presidencial del Partido Republicano para las elecciones generales anunciadas a celebrarse en noviembre 8  de 2016.

            En esa faceta tal entrepreneur exitoso con las alzas y bajas normales de quienes, arriesgan su capital en Bienes Raíces, Bolsa de Valores, Espectáculos, Centros Deportivos, Concursos y otras actividades mil o en aquello que le dictare su real gana; se encontró con un sinnúmero de competidores y críticos de atipicidades rabilargas (claro que de aquellos que cargan sus dignidades a la izquierda); dados por economistas apócrifos, todos liberales, enchumbados en lamentos y ululares de balalaikas tan singulares y placenteras a los colegas demócratas.

Donald J. Trump
Cortesía de Campana Presidencial
Noviembre 2016
Ello, dado que en la palestra pública, esas artes mágicas y esoterismos, son propios de los brujos populistas enredados en sus retortas, no precisamente las del "El Aprendiz de Brujo" Tales crisoles son diferentes a los de aquellos otros magos y ciertas sacerdotisas con del punto "G" alborotado, inmersos todos en los complicados avatares financieros del "tit for tat" de ciertas tribus endémicas de Wall Street.

Sucede que ahora todo aquel bagaje de intereses y acciones bursátiles, incide en que el discurso actual ríspido el cual hubo de desdoblarse en la versión actual de sus proyectos, referidos como respaldo a la inevitable propuesta de candidatura presidencial en una especie del "toma y daca" (el quid pro quo en el retorno de Hannibal) del castellano contemporáneo.

En la mente de Donald apunta a que sin proponérselo, devino en una revolución transcripcional propia del lenguaje críptico financiero, de corte electoral. Un enigma gótico para los legos en artes de la dialéctica locutiva. Pero, en modo alguno, un acto perlocucionario, donde Trump osaba enunciar en su estilo: "quid pro quo, domine"  Esta decisión competitiva de Donald Trump, acapara prácticamente la atención nacional de los estadounidenses y casi la absoluta curiosidad recelosa de los extranjeros dedicados al parafraseo intrincado del apotegma aterrador para nuestros enemigos.

Porque en la contienda del socialismo utópico franco-nórdico europeo, la constante económica entre los polos directores de la economía en EE.UU. y Europa, devino y tuvo la gentileza de mostrarnos uno de sus destellos en una obra de reflexión impresionante, El Desafío Americano, escrita nada menos que por un socialista radical. Contenía un resultado lógico no algebraico, alejado de los tensores físicos del escritor y economista parisino de la social-democracia; Jean-Jacques Servan-Schreiber (aka, JJSS) No solo como el sonido de un sol chivato para la atención de los economistas europeos ante un libro impactante, sino también, sintonizado con las fuerzas generadoras de riquezas del capitalismo moderno, representado en todos y cada una de los estamentos sociales del actual y genuino pueblo estadounidense y otras sociedades exitosas del Mundo Libre. Todos hartos hasta la cocorotina de los populismos paternalista a costa de los bolsillos ajenos.

"Tan solo con abrir la boca y decir lo que se piensa, basta para desatar cualquier número de enemigos, advirtió Martin Luther King al disertar sobre las incógnitas nacionales e internacionales, mientras exponía a lo crudo lo que se opina sobre las causas y falacias nocivas a los EE.UU. y la manera de solucionarlas. Una charla que no muchos deseaban entablar. Tal sentencia entre otras puso en atención a Trump, quien ha estremecido y dado que el entredicho en medio de las primeras andanadas, a los respectivas Estamentos de las plataformas políticas de sus correligionarios. De rechazo, los proyectiles tocaron a los líderes y miembros del Partido Demócrata, cuya estrella era diana de manera justa y eficaz durante años, del ataque directo de la bancada republicana la cual incluye aquellos de nuestros correligionarios con aspiraciones presidenciales propias. Y bien que así sea nutrido el listado en las primarias.

            Son las inigualables bellezas de la democracia, el poder disentir y debatir de manera abierta con el oponente, más si este abusa de los ciudadanos inermes tal es en los totalitarismos. Valga que nuestra Constitución previó bien temprano tener armados y entrenados a sus ciudadanos, como advertencia a los designios de cualquier tiranuelo embebido de tropicalismos, pululante por y desde ciertas "Chiquitas Bananas" Y digo "tropical", porque los tiranos de nuestra región, devenidos cuasi reyezuelos africanos sin serlo, por el parecido. Salvo en ocasiones por su actuar, son los copycat del Aedes aegypti capaces de portar e inocular cualquier basura ideológica tipo sika, totalitaria y marxistoide a los jóvenes norteamericanos incautos.

            Y ni decir, del tembleque populista que reforzó a sus proyectos electorales la única aspirante posible a vistas competir por el Partido Demócrata, la Sra. Hillary R. Clinton, en lugar de alejarse del otro paradigmático púrpura en ciernes, Sr. Bernard (“Bernie”) Sanders y sus coqueteos con los carcamales totalitarios. Clinton, es reflejo de una experimentada candidata, muy culta y con experiencia y habilidades notables; aunque no muy alejada del pandemónium de la cadena de sus sus errores actuales y próximos pasados. La cúpula del Partido Demócrata, no se sabe por cuales cábalas y sortilegios, decidió incluir en el ticket de aspirantes presidenciales y en la monta de contrincante en segunda opción para los votantes, a un personaje singular y de no menor prosapia izquierdista, "Bernie" Sanders la cual transpira zurderas por cada uno de sus poros.

            Este último, palafrenero nato, funge en la actualidad como miembro activo del Partido Demócrata del cual es veterano desde 2015, cuando cambió del bando de los Independientes al Demócrata. Tal movida, bajo no se sabe cuáles designios, hitos, cartomancias o revelaciones (encasillados entre los divinos, aunque este líder es ateo) O quizás, atendiendo mandatos de extramuros. Así de fácil, Sanders ahorcó sus hábitos de de filas nihilistas (demasiado visible e incómoda) y se escabulló entre las huestes demócratas donde ciertas pelambres hirsutas de rojo einsteniano decepcionan Inclusive que nos asustan por emitir destellos similares.

            Al parecer, el nido demócrata no advirtió al huevo extraño en su nido y lo ungió con el beneplácito y le arrulló el viejo pedigrí a este conspicuo veterano de jerga socialista, terco admirador de toda clase de extremistas, tiranos y totalitarismos, el irreverente Sr. Sanders. Ver sus años mozos si los tuvo si ponemos a un lado la taciturnidad, porque líder, indudable por la magnitud de sus seguidores, ya senador por Vermont; arrastra un pedigrí joven bien alineado a los movimientos de activismo fachadas (sino todos, una buena parte de los cuales eran apoyados por el Comintern y la Cuba castrista) por desgracia, afiliados a los enemigos sigilosos de EE.UU. La historia completa, debe andar por uno de los folios enrojecidos de los rincones históricos.

          Se trata por el botón de muestra (sus pelos) con una intoxicable fragancia marxista, el cual sus activistas promotores destapa, refresca y reverdece; la marchita y usual inopia futurista de los demócratas cándidos e idealistas aunque confundidos entre la democracia real que palpa a diario y la estarvación de la extrema izquierda. Esta divagación política o manía populista, está basada exclusivamente en aumentar los impuestos a quienes generan riquezas y empleos, a fin de engrosar las filas de sus activistas gubernamentales a los fines de paliar los malos hábitos de estos dependientes de una falta de ánimo endémica y desidia en realizar cosas, decir, mantenerse en un trabajo estable.

Beau Geste
Tal gesto quizás, parangonando un tal beau geste de entre legionarios, debía ser cuidado de no confundirlo con la novela homónima Beau Geste original de P. C. Wren; tan propia de la literatura y cinematográfica de los años 20, sin que tenga nada tiene que ver con el populismo de algunos gobernantes. No es difícil y además gratificador, saludar con sombrero ajeno (regalar los dineros del erario público a la usanza populista) para mostrar a los estadounidenses el absurdo actual y sin futuro del mundillo liberal. Recordar y admitir que tal actuar conduce inexorablemente a ese jardín de una sola "flor de cactus" ya agotada. Es para dejar el país victima desolado de su otrora fertilidad estupenda, es que al parecer los inquilinos de las casas presidenciales propenden a los fines de ganarse la simpatía electoral de los aprovechados de la candidez celestial de demócrata y sus dirigentes, al parecer temporalmente, hipnotizados con redenciones y salvaguardas destinadas a perpetuar un efímero “Culto a la Personalidad”

            La Sra. Clinton, quien arrastra un historial de experiencias políticas reales, acertadas o equivocadas, ha sido dejada al garete por los obamistas quienes; nunca prestos (lo conocido) en enfrentar a quienes son nuestros enemigos mortales según declararon oficialmente ellos mismo. Decimos, los islamistas radicales por citar unos ejemplos infaustos. Estos últimos, auto proclamados "nuestros adversarios” sin haberlos atacado, dan la impresión absolutamente falsa y según ellos; de estimar a Obama desde el punto de vista religioso y ancestral un factor extranjero no antagónico y en su lugar, opinan algunos excedidos en sus apreciaciones, sospechosamente diplomático.

            El manto de populismo desorbitado (su legado) con el cual desea retirarse el Presidente Obama del teatro demócrata; fracasó en arenas del Sahara el cual es un simple tropo regional. Ni tan siquiera, cuando “FORBES” arrimó a Trump a la lista de los hombres más ricos del mundo, asignándole a éste último una fortuna de unos 4,100 millones (USD) La cifra, fluctúa con el tiempo y maldad de sus enemigos, quienes le echan en cara que fue el heredero de su padre y no ellos, envidiosos de su raquítica prosapia. Tampoco cuando la revista lo oreó al aire libre con las delicias de las personas más influyentes de nuestro planeta. Allí y no por volitudes poderosas, confluyen personalidades diversas, de cualquier continente, nacionalidad, religión o etnia.

            Reafirmar y anunciando que en Norteamérica todos los ciudadanos decentes nacidos o naturalizados (con ciertas excepciones) tienen la misma oportunidad de ser senador, excepto Presidente de los EE.UU. Este último, dado que este cargo solo puede ser ocupado por un ciudadano norteamericano por nacimiento.

            Claro que en nuestro caso no se trata de ver el nombre de “Donald” con su apellido actual de “Trump” Saber que este último posee varios significados que van desde “persona admirable o confiable”, hasta un instrumento musical. Sin nada hilarante y sí, muy respetable. De cualquier manera se trata del candidato presidenciable por el Partido Republicano aspirante a la silla prima en las elecciones generales convocadas para noviembre de 2016, Mr. Donald (née, John) Trump.

Yo, me pago lo mío
Trump, penetró bien temprano al pugilato político por la Casa Blanca donde pelearían entre sí los candidatos republicanos aspirantes a la Presidencia de los EE.UU. en las elecciones de 2016. Estos ciudadanos, la mayoría políticos profesionales, de manera sorprendente totalizaron 17 republicanos. Unos pocos no políticos como el propio Trump, pero todos ansiosos por captar la preferencia de los votantes. El tiempo, los fondos (dinero) y la selección natural, decantaría la lista inicial hasta que restara el candidato oficial final, por el Partido Republicano. El vencedor en las primarias, se las vería con el demócrata elegido en las elecciones iguales por aquel partido, entendido con iguales intenciones sanas de servir a su país.

            De inicio, la única favorita por los demócratas se vislumbrada en la ex Secretaria de Estado, la Sra. Hillary R. Clinton. Hoy, por desgracia, la Clinton tambalea en sus deseos atiborrada de denuncias, sospechas y otras alegaciones, por lo que ya en las filas demócratas se vislumbran otros líderes sustitutos, eventuales. Es que dicha candidata se ha visto envuelta en un número intolerable de escándalos por su errática actuación en el cargo, además de no contar con todas las simpatías personales de la grey demócrata. Los simpatizantes de este partido en el poder, una significativa porción casi decepcionados, permanecen en compás de espera hasta que se sientan en condiciones de enunciar su o sus probables candidatos.

            Un consenso advertido entre las respectivas membresías partidistas, apunta a preferir candidatos no políticos profesionales, lo cual enturbia los cuartos de finales en la contienda entre los aspirantes presidenciales. Al parecer y desde los inicios, nuestro conciudadano Donald Trump acaparó el interés y atención diaria de toda la nación y de inmediato, a todo el Orbe. Cada palabra gesto o expresión de su rostro aunque fuese estática, seria símbolo de algo inaudito que todos desearían desatar y desentrañar, o mejor, como si el candidato se lo susurraría solo a "él", un escucha anónimo, impaciente.

            Con sus declaraciones ardientes y controversiales tanto acerca de cómo solucionaría los nudos neurálgicos de la problemática nacional e internacional de los EE.UU. y sus interrelaciones foráneas; como el futuro real de sus planes y programa; millones desearían conocer detalles como las bondades de la prima láctea del Colostrum triunfante. Trump está convencido de que los Estados Unidos requieren de un purgante igual o al menos parecido a aquellos que nos hacían tragar nuestras abuelas, “para limpiar las tripas, espantar el insomnio y aligerar el trasero”, tal decían ellas.

            Este líder aboga, vehemente, por retornarle a los EE.UU. el esplendor y respeto casi perdidos, durante los últimos períodos del actual gobierno demócrata, comandado por el Presidente Barack Hussein Obama II Jr., todavía a cargo de la oficina presidencial hasta noviembre de 2016. De paso, éste republicano sacó a colación una serie de atascaderos de los cuales casi todos los líderes y otros notables sabían y que ninguno optó nunca por debatirlos a la luz de todo el pueblo norteamericano.

Los asombros de la opinión pública de los EE.UU. en especial los líderes del ala republicana, diferentes a Trump, debieron coincidir en que ni nuestras abuelas ni el Sr. Trump, estaban equivocados. Ya no se trataba de la legitimidad de puntos álgidos como prestigio, respeto, terrorismo, racismo, inmigración ilegal u otros latentes, sino de sus causas y contenidos. Algunas sino todas las soluciones propuestas por Trump, chocaban con los puntos de vista de cierta parte de los aspirantes presidenciales republicanos y por decantación a parte de sus seguidores, temerosos de levantar polvaredas de oposición en minorías, de todo tipo, proliferadas hasta el delirio social, durante los últimos decenios.

Él, sin ambages, predijo la solución primaria de cada mensaje de y hacia la población toda de los EE.UU., la cual en esencia se trata de un todo complejo de nacionalidades y minorías, excluyendo los grupúsculos y bandas excluibles, ansiosas todas  (en el mejor de los casos) de soluciones y no de retoricismos.

¿Gobierno Colegiado?
Ya se coció o de hecho se abandonó la idea peregrina de una debacle anticipada de Trump, ya en sus funciones presidenciales. Ello, considerando su elocuencia a veces entendida como inflamatoria, atenidos  a la filtración de rumores desde inicios de diciembre de 2015, en algún que otro de los sectores influyentes o no. Además de otras corrientes del Partido Republicano, las que a contrapelo, según premoniciones, la elaboración de una especie de “Pentarquía” o "Gobierno Colegiado" de probables integrantes de las secretarias, más sensibles y posible reajuste, de manera audaz, del posible presidente de los EE.UU. en una versión de su “gabinete de guerra

Estimada como probable la elección de Trump y si este se desvía de la lógica o programa administrativo y/o política partidista, se advertía la implementación o tenencia de una especie de gobierno plural, como un “gabinete a la sombra” (virtuales de emergencia), que luce no existir en el Partido Demócrata. Veamos el caso del Parlamento inglés que tomara temporalmente los hilos de mayor influencia en los EE.UU., a fin de que el nuevo Presidente, retorne al camino normal, sin estridencias. En septiembre 3 de 2015, Donald Trump firmó públicamente, junto con el resto de los republicanos aspirantes a la Presidencia de los EE.UU. un “Convenio de Intención” en el cual cumplidas ciertas condiciones, este líder renunciaba a formar un nuevo partido político propio, alejado del republicano actual. Este convenio implicaba, lo natural, que todos los aspirantes apoyaran la decisión de la Convención Primaria.

            El Establishment republicano, quizás en una decisión de capricho maniática ante el triunfo de Trump en las primarias, violo su propio juramento al desconocer y mostrar disgusto por la victoria de este candidato e hizo una llamada general a desconocer el Convenio de Intención aceptado inicialmente. Con este modo de actuar, se burlaba los deseos libérrimos  de millones de votantes. Ello fue falta hidalguía.

No fueron pocos, aun desde las filas republicanas, que dudan que Trump cumpliera su promesa, si su candidatura comienza a hacer aguas o si por su popularidad y puntos de vista, el partido le vira las espaldas. De cualquier manera, el Partido Republicano, racionalmente, debe hacer su mayor esfuerzo por no agravar la postura anti Trump, de algunas de sus figuras relevantes (ello, nunca sucedió).

Dejar hacer, dejar pasar
El candidato presidencial Donald Trump, al parecer semejante a como hizo en su tiempo la Élite de Enciclopedistas francesa del siglo XVIII y sin reservas, revolvió hogaño aquellos lodos y polvos de antaño mezclados en el acontecer de la política actual fundamentada en la macroeconomía de los EE.UU. Porque entonces los estratos de la pequeña y media burguesía europeas, se aglomeraban peligrosamente, referidos a aquellos tiempos brumosos y en remolino frente a puertas o reductos de gobiernos que se consideran per se, autárquicos, activos en cada estado europeo. Estos sectores de nuevo tipo, ya estaban solicitando primero y demandando después, un cierto número de libertades y derechos de los ya autodenominados “ciudadanos” en virtud de la ya pre existente e inicial "Déclaration des droits de l'homme et du citoyen" (Carta de los derechos humanos y ciudadanos) aprobada por la Asamblea Nacional francesa de 1789, en plena Ilustración. Hoy, a tenor de circunstancias apremiantes, en parte por las amenazas terroristas; hemos de de retrotraernos a eventos históricos tan lejanos y nos evoca muecas como aquellos raros caramelos sour, recomendados por los médicos para destupir los canales salivares.

Es que hoy se trata de dilucidar, masticando y digiriendo los gerundios de un bolo tornado "intríngulis feo" Es acudir a los pioneros exitosos de la nata filosófica de los precursores  Enciclopedistas, cuando alcanzados ya los dos tercios del siglo XVIII; propusieron un paquete de reivindicaciones mínimas en favor del Hombre y los Ciudadanos, acordes con el ya denominado Siglo de las Luces, donde les ofrecían a dichas monarquías el camino incipiente para un desarrollo pausado pero indetenible, a cargo de las fuerzas sociales, económicas y productivas.

Tampoco es probable que Trump duplique los criterios de esas viejas estructuras institucionales ya arcaicas (sin manejar el concepto de entonces respecto a las colonias de ultramar, en términos imperiales), sin que estas despertaran del letargo de siglos bajo gobiernos autocráticos. El Sr. Trump logró estudiar dos años en la Fordham University en el Bronx, se transfirió a la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, donde se graduó finalmente de Licenciado en Ciencias con grado académico en Economía. En una valoración justa de este líder como tal y en términos de capacidad, experiencia y Coeficiente de Inteligencia (IQ), bien valdría preguntar.

            Y no se trata de un endiosamiento cacofónico o idolátrico, porque atenidos al tono de las opiniones de algunos émulos; el denuesto es muy diferente al de un juicio, siempre válido, pero que sea imparcial y acertado. Claro, sin indulgencias. Luego, sería necesario las cero estridencias de modo que sus oponentes no lo visualicen como una Némesis (Ramnusia) romana, sino la griega original. Porque no nos referimos al canon legal de la justicia retributiva, intrincada en mayólicas de la Ley del Talión* Porque dada la evidencia de que no hay crimen, sería injusto someter el juicio a tal evocación extemporánea.

            Sino, ponderar el juicio con una acción (supongamos el espejo legal) solidarizada y pacificada con la moderna filosofía del utilitarismo justiciero por su finalidad teológica propia, en consonancia con la tolerancia social y compasión contractual. En dicha universidad, Trump aprendió de los viejos reclamos burgueses de alta y media clase, tenedores de los fondos que aguardaran por un cambio en las crujientes e ingentes interrelaciones entre las monarquías y sus ciudadanos.

            Observar que entonces las monarquías de aquella época, tal pretenden los actuales programa del populismo (sus fans le dicen justicia social, sin advertir a los "beneficiarios") que tal justicia devendría de los actuales impuestos, regulaciones y leyes no dejaban avanzar la economía burguesa de entonces, que en las condiciones actuales descansa la base doctrinaria económica del Partido Republicano.

Quizás el más significativo de los lemas burgueses dirigidos a lo más profundo de los Establishments monárquicos en el último cuarto del siglo XVIII, en el que después nos resultó ser en opinión de algunos “La Regla de Oro Básica de la Economía” Este lineamiento quedó sentenciado de la manera siguiente,

Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même
(Dejar hacer y dejar pasar, que el mundo girará por sí solo)

            Este lema, que algunos vemos como el prontuario, vademécum, biblia o el ABC de la gestión económica para el desarrollo, fue enunciado por un filósofo fisiócrata francés de mediados del siglo XVIII, Jacques Claude Marie Vincent de Gournay, en el cual si reflexionamos sobre la ética y lógica, éste nos recomendaba a manera de axioma,

"Que los gobiernos deberían sacar sus manos torpes de la naciente Economía proto Capitalista y dejar en manos de la burguesía e inteligencias productivas, la creación y manipulación de riquezas accesibles para todos"

Montesquieu y los security belts de las democracias
Tal como sucede hoy con plena libertad en todos los órdenes, donde como nunca antes los pueblos alcanzaron el nivel de vida y bienestar social actual, en nuestro caso con la indudable acción bipartidista de la democracia norteamericana; es razón por la cual Servan-Schreiber advirtió los errores populistas de la Europa capitalista de la pos guerra (II Guerra Mundial) en su obra “El Desafío Americano”, una obra indispensable para los políticos y economistas contemporáneos. Claro es que no se ha requerido mayores experimentos (ni menores, como los fracasos del populismo marxista, al decir "partout" (en todas partes) a fin de machacar una y otra vez, para demostrar la eficiencia absoluta de un sistema ya probado como generador de riquezas y libertad sin cortapisas y lo mejor, en manos y alcanzable por cada ciudadano integrante del pueblo común.

Al parecer y pensamos que en el espíritu de Trump, estas frases quizás no expresadas con claridad meridiana, se concentra buena parte sino toda la filosofía propugnada en sus palabras, por el actual candidato a Presidente de los EE.UU. Sr. Trump, a los fines de enderezar el viejo roble americano que a todos parece y evidencia estar hoy torcido. Quizás, Trump apunta a un sacudión apropiado y laxativo como aquel del Gral. Andrew Jackson propinado a Florida a finales del siglo XVIII; cuando soltó unos buenos sombrerazos a diestra y siniestra por el Panhandle, antes de ser elegido gobernador de nuestro estado (FL) y más tarde, como el séptimo Presidente de los EE.UU.

            Su modo de hacer las cosas, considerando la bravura de Jackson durante la guerra de independencia de los EE.UU. (Revolución Americana) y otros eventos, le ganó el mote de "Old Hickory" ¿Cómo y con cuál nom de guerre Donald Trump pasará a historia? Quizás habría que preguntarle a Megera, Alecto y Tisífone  ("Las Tres Furias"), porque esas cosas de profecías, son tales númenes delicados por tratarse del devenir histórico de la Humanidad (hoy en juego por estas presidenciales) solo deben ser manejadas por nuestro nouveau Dante, poetizando la visión futura de los EE.UU. quizás ansioso de reescribir centurias de otra obra similar, quizás al estilo de Wall Street. Nada de ostentaciones. Entonces, el presidente electo haría un gesto,

            "Señores, la cosa es muy simple —diría el Sr. Donald J. Trump a los miembros de su gabinete, en el primer día de su gobierno—, solo se trata de cumplir una promesa reiterativa: poner todo en orden y las leyes en su lugar  

             Los miembros de su equipo gubernamental, todos a la una como los aldeanos de "Fuenteovejuna" los imaginamos azorados tales si los fuesen, pararían las orejas de duendecillos traviesos.

© Lionel Lejardi, Septiembre, 2015                                                                        
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press

Addendum

(*)     “Ley del Talión”,  Deuteronomio 19: 17-21

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EDC-4059

miércoles, 19 de octubre de 2016

La “Estatua de la Libertad” y un poema I/III

La “Estatua de la Libertad” y un poema
I/III
Se cumplen 61 años de dictadura comunista en Cuba
(Editado)
"Si la libertad significa algo,
es el derecho de decir
 a todos los demás,
lo que no quieren oír"
George Orwell
("1984")
Un Asunto Americano

1492: ‘Madre de cambios y destinos para Emma’

¡Vigilad las esbeltas gárgolas parisinas!
Se les veía paseando gráciles, por la 42 Calle y la 5ta. Avenida de New York. Corría el último cuarto de 1887 y Emma Lázarus retornaba de Rusia, desolada y enferma; donde, por rumores falsos los pogromos anti judíos hicieron estragos entre las comunidades europeas de los askenazis del siglo XIX. Entonces, Emma Lázarus era todavía una grácil joven poetiza judía, apasionada y frágil de nacimiento y no por casualidad, neoyorquina. Quizás, con unos labios ni crueles ni finos, como represas de torrentes de palabras inspiradas para ser escritas, no dichas. Labios carnosos, sugerentes y listos para detonar palabras besos y caricias mudas, tan propias de los caracteres más que apacibles, apasionadamente silentes. De aquellos quienes inmersos en medio del arte poético, sienten dónde está la verdad. Emma era de aquellas jóvenes de puntos de vista, los cuales para los unos, de claroscuros irreverentes. Mientras que para los otros, la simple expresión de sensibilidades inaccesibles a los legos. Donde los ensueños hacen hitos en leyendas y el mármol ensaya destellos y sonoridades solo escuchables por almas amigas. No el de cuevas panas repletas de chascarrillos, granjas psicotrópicas y algún ramo de dormideras y zánganos descalzos, echados orondos en hamacas de rones y peyotes mezcalinos, bajo palmeras cómplices. Su mundo, era otro más respetable y menos ruinoso.

Esas congojas
Sin razón de tristezas aquellas otras, la parte de esas congojas declaradas como las últimas decimonónicas. Resultaron las que otrora abochornaban mejillas y despertaban arreboles en los cachetes femeninos. Porque eso acontecía también más abajo, en tierras del altiplano sudoroso o en las callejuelas de La Habana Vieja aprisionada en intramuros, abandonada y destruida más tarde. Desde mediados del por arribar, siglo XX por la furia vandálica de los “irregulares’ proto alpinos.

Es que durante esos años también en extramuros por el intrusismo del Ejército de Ocupación Extraño (guerrilleros orientales) que todavía hace vivac en un anochecer eterno sobre la capital de la antaño República de Cuba. La que ya al medio siglo XIX reventaba murallas, para dar paso a la Ciudad Nueva. La misma que se apoderaron aquellos, que los ‘individuals extraños’ y sus cáfilas de hunos alcanzaron y estigmatizaron a fin de robar y destrozar su propio y viejo sueño de escarabajos bárbaros. Se trataba de algo minucioso, a fin de arrasar y destrozar la capital hasta convertirla en escombros y nidos de moscas basureras.
Emma Lazarus (23 años)
New York, EE.UU. (1849-1887)
Grabado de T. Johnson (1872)
según foto de W. Kurtz 
(Cortesía de The New York 
Historical Society)

Una ciudad apagada por trillos y senderos donde los vacunos deambulaban, desembocaron en avenidas y paseos como los bieldos del mítico Zaal albino, nunca fue encontrado. Ahora sus residuos cuajaban sobre la loma pequeña coronada por la ‘Iglesia del Ángel’ Donde los ansiosos revuelven todo en busca de perdones y redenciones. Aunque siempre fueron bien recibidos, en aquel definitivo y alucinante, Oeste dorado del Paraíso bíblico. Entonces, allá lejos, en la América del Norte; los pioneros resplandecían entre los humos del melting pot emético. Es por lo que las dos las dos amigas se cuidaban de las hebras heladas, rezagadas de los fríos neoyorquinos.

Pira de animales salvados
Mientras al Este de aquel Paraíso, fantasmas de animales salvados, hicieron la última reunión, antes de cubrir el “Arca de la Alianza Americana” Pero ella, poetisa al fin, de esas virtuosas de estilos cuneiformes de sumerios no estaba para ditirambos ni garabatos de chiquillos tormentosos, gritándose obscenidades.

Lo de aquí era grato en el New York de todos los europeos, esperanzados al arribo a los Estados Unidos, por "Ellis Island" , puerto y aduana principal de New York. Las que en mayo de 1965 fue integrada al complejo de Liberty Island (Bedloe Island) donde yace la "The Statue of Liberty" La misma Liberty Island, justamente denominada así desde 1956, junto con Ellis Island tan temprano como desde el siglo XIX; acogió en barcos de pasajeros, galeones, veleros, paquebotes, cargueros o lo que fuese movido por energía humana, eólica, solar, situada en buena estrategia, a la boca del Río Hudson. El complejo, en 1998, pasó a la jurisdicción de estado de New York, junto con parte de "Ellis Island"

Solo que otros esperanzados, como hicieron los erradizos del Canaán; pero sin mandatos celestiales, salvo huir de la crueldad intrínseca de los extraños hombres-rojos y la avidez natural del humano por la libertad; armaron sus bajeles estereotipados con los moldes de la desesperación y partieron esperanzados hacia la nueva Tierra de Promisión. Porque ellos invirtieron luces y faros, los antaño del sur hacia Alejandría por el norteño en el "Cape Florida Lighthouse" del Miami de hogaño.

Eran después nuestros "balseros" (rafters), quizás dirá la rígida Historia, los más que ripiados y dignos de compasión, además de ser nuestros héroes contemporáneos, casi desconocidos. Ese islote de la hoy "Liberty Island", lugar y asiento de la futura e inmensa estatua; desafiaría todas las proyecciones y etiquetas dimensionales acerca de las “Maravillas del Mundo Antiguo” censadas de entonces.

De cualquier manera, la mole regiría sus salvaguardas sobre toda la libertad que los norteamericanos pudieron acumular, cuidar y defender. Por suerte, con toda la avidez de la indudable Santa Codicia una de las patronas del individualismo rugiente y benefactor, desde el estallido libertador del 4 de julio de 1778. Fueron las auras y águilas de cabeza blanca, montadas en las furias, los motores que impulsaron a la después denominada, "Revolución Americana"

     «Una libertad inmediata y sin dilaciones», reclamó Adams

La nación norteamericana derramó generosamente y ofreció a ese mundo global, el ejemplo de los próceres norteamericanos con su gesta emancipadora; todavía hasta entonces; inmersa en el cardumen aristocrático europeo o de satrapías medio orientales, asiáticas y africanas, como hoy con sus populistas "bongoseros" de medio palo, siempre amenazantes en cada uno de esos estados acunados en brazos del fundamentalismo. Era el clamor de una libertad inmediata y sin dilaciones, que abarcara el mundo aun latente tras la Ilustración, devenida radiante antes y durante el Siglo de las Luces.

Fiesta de una luces
Al que el cubano Carpentier le arrancó fulgores, en esa, su novela inolvidable. Pero todo había concluido con la felicidad emanada de las calles y callejones comunales de vía estrecha como las calles "...de la Muralla o del Callejón del Cristo y del Conde Cañongo”, hoy devastadas y arruinadas por las turbas divinas de la anti "civilización comunista" Ellos, iconoclastas de nacimiento, transmutadas sitios por donde habrían caminado sus serenidades, como antaño, entonces nuestras Emma y Georgiana, recuerdos vivientes de almas contemporáneas.

Ahora, en aquel entonces, ambas muchachas se deleitaban en el pequeño café, situado en la marcada de manera virtual (entre la gente que denominaban "del montón") con el sobrenombre de lo que no era: “La Esquina del Pecado", tal la mentó un novelista.   

            — « ¿Sabes Emma? —le inquirió Georgiana, en un instante de vibración, mientras merendaban»―. Me causó algo de zozobra cuando casi rechazas la solicitud de Evarts (1)

             —«Hay demasiada politiquería metida en estas colectas para el pedestal. Es casi insoportable el cacareo de los políticos y el buen número de diletantes, que sólo mueven la lengua para escucharse ellos mismos» —agulló Emma, con un marcado tono de desaliento.

Después de un conversatorio trivial entre solterías, la más joven de la viudez de la otra, Emma continuó solitaria como una brizna de paja a la tenue brisa vespertina. Recién había dejado a su buena amiga Georgiana en la morada de ésta, un bello y floreciente nido, con las ventanas cuajadas de flores en primavera. Tan desesperanzada como Emma, en encontrar un marido educado. Nada de sexo, sino para que le sirviera (se sirvieran mutuamente) de compañía durante los años finales. Pero Emma continuó repleta de fríos ininteligibles al describir lo raro de la temperatura, no muy justificados en aquella zafia primavera neoyorquina llegada con retraso.

Pogromos
Los pogromos rusos anti semitas, eran crueldades insoportables
Una tristeza pegajosa y húmeda, como sólo pueden experimentar las mujeres, le azotaba el alma y rompía sus visiones de un futuro incierto. Y todavía andaba a cuestas con las visiones de los horribles pogromos anti semitas que les tocó ver en la misma Rusia. Tan peores como que la propia experiencia yerma de sus soltería. En otro día cualquiera anterior, serían los asombros y expectaciones ante la carrera de antorchas científicas y artísticas venidas desde la Ilustración, en postas y de relevos hacia los años de 1800 y tantos. Porque ya habían transcurridos casi tres cuartos de esta centuria, cuidadosamente esperada por los gigantes del comercio, industria, artes, economía, humanidades, política, ciencias, guerras y otras disciplinas emprendedoras del quehacer humano individual.

Es que todas las inteligencias y sensibilidades abrillantadas ansiaban mostrar lo mejor de su aporte al subyugante juego civilizador de los hombres. Y no otro, ese quehacer generador de ideas y riquezas, envidiado por morones y lerdos que pastan recolecciones en cada continente, siempre atentos y en lujuriosa espera; de los descubrimientos, obras y esfuerzos ajenos para tenerlos y disfrutarlos como suyos.

Porque ya estaba delineado virtualmente, aunque todavía no escrito, todo el plan para transformar el nacimiento exuberante de las naciones, en particular la nuestra; EE.UU.; por los Morgan, Monet, Zola, Gandhi, Roosevelt, Rockefeller, Einstein, Edison, Heisenberg, Rodin, Curie, Planck, Bohr, Wright, Tesla, Ford, Keynes y más y más de los otros brillantes de cada continente. Algunos estudiosos de la morfología humana, en especial aquellos que hurgan por los caminos del cerebro, los sitúan en el atrio de los genios totales por estar o haber nacido, según la cábala “por encima del paralelo 23 septentrional (Norte).

Quizás por la inclinación geo polar con respecto al sol. Una concertación de bondades intelectuales inigualable. Donde, arguyen los eruditos de hoy al igual que los anteriores, que ellos participaban no sólo en calidad de colegas, sino también de los apreciados competidores enchumbados en su materialismo resecado. Que no es precisamente la fuerza única combustible del desarrollo humano.

Dow le dijo a Jones y … este a Bergstresser  (2)
Y a propósito, nada de asombrarnos que unos pensantes atemporales; como Marx, Blanc o Engels se unieran como "colados" sin invitación al torrente enemigo, pero en línea inversa de la contra corriente humanística. Decir, para disfrutar y solazarse con los éxitos inteligentes de los genios, los eruditos y los elegidos. Los “recoge cosechas” de otros. Los copycats y plagiadores de la creación ajena, tal es tarea catacumbica de los izquierdistas, liberal y comunistas. Sucede que con esta última troika o cuadriga, como es la filosofía de ciertos “peces pilotos” (aliados todos a los tiburones, a causa de su ambliopía meridional con la que estos cacos de la libertad se justifican); existe uno de los tantos dogmas inviolables (son los peros, aunque, no obstante, etc.) dentro de sus sociedades secretas, como aquel cortado al sayo de los comunistas y ciertas etnias de religiosidades mendaces,

      —“Nada de trabajar para generar riquezas. Que las suden otros y después se las quitamos”

  Similar a otras, como aquellas que entonan,

      — "Eso de crear riquezas, que lo hagan los idiotas, con nuestro tiempo y cerebro. Lo nuestro es, por ley natural de los pobres necesitados, tomarlas por la fuerza y disfrutarlas"

Decían los comunistas, liberales, progress y el resto de la canalla de fans aullantes por su amor a la violencia; para quitar al que tiene riquezas porque, dicen, no la creó para el desfrute de todos. Montados en la cresta de la ola zurda cacofónica, ramplona y desaseada; aferrada a su mendacidad trashumante como hacen los pastores con las manadas de vacas infértiles criadas en gaveteros, según les ordenan sus Líderes Máximos. Tragando lo que no es suyo de verano a invierno, regodeándose en defecar y mear, en los pastos ajenos, tal hacen los abigarrados dueños de mascotas. Eran, anunciaron desde sus coches los aurigas del averno rojo, "son las hordas comunistas de Marx y la cohorte de sus vagabundos"

El que bajó le dijo al otro,
          
         —Jones, cuidado con los Marx, Blanc, Bakunin, Proust, Joyce y otros pescaditos defensores del “melting pot"

Le alertó Dow a Jones y éste a su vez, lo descargó en Bergstresser (el silent partner) mientras se alejaban del pub con paso calmo hacia sus oficinas en el No. 15, de la que antaño fue la calle amurallada (hoy, Wall Street) y que protegió la entonces incipiente “New Ámsterdam" (Nueva Ámsterdam) de sus enemigos permanentes, en plena isla de Manhattan. Es que por aquellos tiempos, entre los herbajes, enlodamientos y las postas de los animales de tiro; sonaban distintos alaridos de timbres crípticos de cada "yes mom", "ano pañi" o "sí señora", caucásicos, eslovacos, flamencos o españoles.

Inundantes todos, de las tierras del Nuevo Mundo, el cual uno de los genios de la élite pensante del siglo XV; Cristóbal Colón; se tomó el trabajo de "descubrir en el 1492, para terror de Emma" e iniciar la civilización occidental y judeo-cristiana, en beneficio de los nativos sumidos alegremente en el arcaico mundo (escuchar, bien) imperialista, esclavista y antropofágico. Toda una carga enorme, a fin de puntualizar la obligación europea cristiana de civilizar a los nativos por encomiendas reales y papales de Isabel y Fernando. Y con cuidado, porque algunos aborígenes además, eran de gustos gastronómicos peculiares.

Es la secuela del sensei antiquísimo, como síndrome natural de reverencia a los triunfantes; no a la masa amorfa, populista, desculturizada y pancista; disfrutadora por igualdades, arrancadas a las almas generadoras de bienes y riquezas. También porque allí, en aquellos lares de deidades domésticas, lubricaban sombras de nacionalismos y otras extemporáneos e igual; soles de falsedades adamadas colgadas de una civilización pujante, la europea, que no les pertenecía. Es que la cuerda de la paciencia yankee y sus libertades daba fuertes señales de que arribaba al fin de su tolerancia.

Una mañana fría en París
En otra mañana fría y primaveral en París, cierto que de longitud y latitud fulgurantes aunque diferentes; un team work de lo mejor de la intelectualidad y las artes francesas. Se contaba; Frederick Auguste Bartholdi, el escultor (en ocasiones, todavía envuelto en su alias de "Amílcar Hasenfratz", como pintor sin futuro), tomaba el desayuno en su cafetín preferido. Leía el matutino, a un costado de la Basilique du Sacré-Cœur (Basílica del Sagrado Corazón) En los arboles cercanos, bandadas de pájaros multicolores abrevaban apetitos. Este escultor, andaba menos que contento con los tiempos tomados por el ingeniero civil y estructural, junto con su grupo de colaboradores, que diseñaba la armazón interior de la futura estatua. Este último, Gustave Eiffel, recién llegaba y se sentaba plácido frente a Bartholdi.

            —"Estimado señor Bartholdi, comprendo sus inquietudes. ―comenzó a explicar con voz suave, arrastrando un poco la ere pero sin ninguna inquietud, ante la mirada de reproches del escultor―. Pero, Usted debe entender que no es lo mismo adicionar o quitar barro de una figura escultural. Claro, que no intento demeritar su trabajo; que quitar y poner alegremente factores en una ecuación matemática.
           
Es que si nos fallan los cálculos, la estatua se nos viene abajo y nadie lo regañará a Usted, porque su modelo resultó hermoso en el papel. Pero a mí, sí. Si mi estructura, que no es una obra de arte sino de ingeniería; no funciona; por estar sujeta a un cúmulo de apreciaciones eurítmicas, no técnicas. Luego, como sucedió con su maqueta, es “ingeniería impura"

Bartholdi, el escultor, dedicó la mejor de sus miradas al interlocutor frente a él. Es que se trataba de otro gigante: Gustave Eiffel, encargado de diseñar la estructura metálica de acero que conformaría el esqueleto de la estatua. La misma mole de acero y cobre, que se pretendía plantar sobre el pedestal aun no construido del todo, allá por una pequeña isla en plena bahía de New York. Exactamente sobre los cimientos del antiguo “Fort W

L’ Impressionnisme
A ciertos políticos iluminados, dicha estatua les dio sus buenos dolores de cabeza y querellas recalentadas. Las otras identidades, sumidas en algarabías socialistas, eran las ánimas circulantes escapadas desde los tiempos de la Ilustración en calidad de sueños eremitas, navegando y enredados entre las modas tipo, ya auguradas desde inicios del siglo XIX. Después, sobrevendrían las nuevas olas de aquellos frágiles de espina dorsal siempre enervados, que correrían a hincarse ante la "gatita de María Ramos" y la luminosidad del Impressionnisme tipo siglo XX, per sæcula sæculórum, porque el amén de la terminación de la disputa, brillaba por ser oído. Sí, quizás los labios en rictus espléndido advirtieron lo real e irreal de la verdad.

Porque, aquí y allá coexisten infinidad de pistas y rugosidades al respecto. Cada diletante de todo y maestro de nada, agitaba algarabías o redondeces en función de su idiotez. Más hoy, cuando intereses foráneos tratan de vincular el símbolo original de esta mole de preciosidades estatuarias y uno de nuestros monumentos nacionales de mayor connotación y fama mundial; con otras veleidades exóticas, que nos hacen reaccionar frente a la tozudeces e irregularidades de los ciertos extraños (aliens), no todos averiados, que nos invaden. Por sinrazones tales, es mejor soltar una mirada auscultadora al despertar reminiscente, de algunos de los hechos, porque del decir, hay trechos que recorrer.

El “L’ Impressionnisme, “Señor Absoluto de Tumbas”, corazones y cuerpos de los adalides amortajados en Les Invalides y de la palabra versada musical de Claude Joseph Rouget de Lisle, en su "Chant de guerre pour l’Armée du Rhin" (Canto de guerra para el ejército del Rhin) y que a destiempo se desdobló en "La Marseillaise", era la responsable absoluta de la pradera parisina, Europa y el resto del planeta, que los marxistas-sobaqueros, pretendieron envolver en llamas.
x
Y bien que anduvieron cerca de la tenue línea anárquica, los nuevos sans-coulottes de la Comuna de París y de sus fantasmas de marxismo trunco. Los que revertían clamores y llamados al extraño peregrinaje alocado de un pretendido Adán comunista que nunca existió. Porque los rojizos, esa especie abortada por la izquierda en calidad de gay filosófico (los mismos anatemizados de antes y que ahora el régimen castrista. Atacado en una recaída populista ha puesto de moda) correteando estupideces obre una mula montada al revés, en función de un travestí desnudo con las manos en los bolsillos, ululando por llanuras del tropo marxista europeo. Pero estos jacobinos de medio palo y peor pelo, ya no dispondrían de una réplica del Robespierre cruel, por la simple razón de que el Gral. Adolphe Thiers les había sacudido las posaderas cuando asomaron greñas y orejas por encima de las barricadas parisinas, en ocasión de estallar los desperdicios de la pajarera ecléctica: la “Comuna de París”

Estos desclasados, no tendrían a quien seguir y deberían conformarse con un Marx, tambaleándose de brazos de otro timbalero “del no hacer útil”, su yerno, el cubano oriental Pablo Lafargue; otro vagabundo por el erial comunista europeo; casado con Laura la segunda hija del filósofo y aspirante a economista, Karl Marx y sus socio Engels.

¿Quién es ?           
El rabino dirigió la mirada a su compañero bostezador en el banco en el Parque Central de New York, ya floreciente con la pajarera para encanto de los ornitólogos que por esa y esta época a observar las aves, mientras observó a la joven que con paso decidido, se deslizaba frente a ellos. El otro, hizo un gesto de ignorarlo. Pero le dijo al fin,

       ― ¿Quién es esa muchacha tan espigada? ―repitió

Porque, de modo semejante en la “Estatua de la Libertad” incidieron y coexistieron rugosidades y desavenencias respecto al carácter real de la espiritualidad y objetivos de esta dama incógnita cargada de metales y soledades. La figura adscrita per se, sin proponérselo, destilaba una delicada sensualidad más que romana o espartana. Impregnada de fino aroma al bouquet parisino. Así era la muchacha neoyorquina de rostro afilado, a contrapelo de la estatua. Y por qué no también, del exquisito olor a floresta de rosas y jazmines del hidrocarburo angoleño destilado o el de los cañaverales cubanos; estos últimos; por entonces repletos de mambises enamorados de sus hembras trágicas y de la patria aun aherrojada por la metrópoli española.

Recordar que la faz de La Gran Dama nos señala, no por casualidad geográfica y sí democrática, las coordenadas de uno de los puntos más sensibles y conocidos de todos los humanos despiertos. Claro, por cada gente del valer, saber y también de valor del planeta entero: los: 48 ° 52’ 26” Norte y 2° 17’ 42” Este (06:00 PM hora de París). Es el punto que marca el "Arc de triomphe de l'Étoile"

Exacto, en París. La estatua es la misma que hoy, reverdece con más intensidad en nuestro interés. Cuando intenciones foráneas tratan de vincular el símbolo original de este otro de nuestros monumentos insignias, regalo del pueblo francés al norteamericano, a propósitos egoístas y disimiles; amarrados a agendas raras o   exo nacionales y peor, escondiendo viejos clamores anexionistas de parte de nuestro territorio actual.

Sin embargo, el proyecto y armado de la estatua seguía su imparable cuesta arriba. Bartholdi junto con el compositor Charles-François Gounod, auxiliados de pingües conciertos, tómbolas y loterías efectuadas por toda Francia —especialmente en París— lograron que los franceses reunieran el millón de francos de la época (al principio supusieron unos 800,000, necesarios para proyectar y construir la descomunal obra estatuaria. Ninguna mejor paradoja hoy, que la estatua clavada en el vértice del Hudson donde vería desfilar "carretas y carretones" cargadas de millones de inmigrantes insomnes y de los expelidos ilegítimamente, sin posibilidades de emitir una sola queja u opinión, contra quienes les arrollan su civilización.

Las aduanas de Ellis Island durante los años del Gran Arribo de Inmigrantes, (GAI) solo rechazo al 2% por ser polígamos, criminales o portantes de enfermedades infecciosas. América abrió sus brazos generosos indistintamente y le dio abrigo a ese caudal humano, con o sin ‘Estatua de la Libertad’ ni el poema de marras. Luego es incierto que los inmigrantes de entonces y posteriores penetraron a EE.UU. bajo el manto de dos elementos en vías o inexistentes, hasta materializarse con posterioridad o en vías de materializarse.

The Statue of Liberty"
Mejor ojear, sin espantar los récords contractuales, hasta los tiempos presentes. Es que en los inicios de la idea de la estatua, la pieza no fue bautizada con el nombre oficial que hoy ostenta, "Statue of Liberty" No, fueron otros los pre rumbos e intenciones concurrentes en la génesis estatuaria, cuajadas de alegorías y muecas no declaradas, tal fue "Skrik" (El Grito) del holandés Munch, incrustado en el lugar cimero de la pinacoteca de Oslo, la fría pero acogedora capital. Meditamos, porque cada 28 de octubre, la "Estatua de la Libertad" cumple años.

La "Noble Dama", fue erigida en la actual isla Liberty Island (entre otros anteriores, antes (Bedloe’s Island), en la boca del Río Hudson, Puerto de New York a la vista de New Jersey. El monumento, ya in situ, despertó los naturales recelos y pesares acerca de cuál de las ciudades; New York o New Jersey, correría con los gastos de su operación como atracción turística y además, los propios del mantenimiento provocados por la agresividad ambiental.

Finalmente New York, aceptó la encomienda y la esperanza del dinero federal para cumplir la tarea de preservación. Fondos, los cuales estuvieron pendulando en el clásico "veremos" por los ediles neoyorquinos. Exactamente en ese punto de la decisión aunante de ambas orillas en impulsar la obra, convergieron dos desconocidos electrizados por Thomas Alva Edison. Sería en muestra de las asimetrías del Id con las del Ego, de cada uno de los caracteres. Y también las ventoleras de quienes ya miraban de reojo a nuestra América, algo desprotegida.

Se trataba de dos actores desplegados en el lado estadounidense: la escritora y poetiza neoyorquina, la judía Emma Lázarus y el publicista de origen húngaro Joseph Pulitzer III. De manera singular ambas personalidades de intelectuales contrapuestos, chocarían colosidades y entrecejos por una mayor comprensión respecto al regalo francés.

Los trabajos para armar la inmensa mole de cobre y acero, comenzaron tras una larga y tormentosa gestión del lado estadounidense, tendente a recaudar los fondos necesarios para construir el pedestal. Que aumentó al monumento en tanta altura, casi como la de la estatua propia. Desde mucho antes, un grupo de notables franceses gestores de la idea, ya habían cumplido la tarea de diseñar y construir la estatua en sí. Ahora les faltaba la palabra crucial: erigir. Es que no se trataba de una estatua cualquiera, por y para un país cualquiera. El drama de mármoles, concreto, cobre y aceros, atañía a los admirados y también envidiados, los Estados Unidos de Norteamérica (EE. UU.)

La obra, por su inmensidad y peso, después que sus fragmentos fueron exhibidos en un parque de terrenos parisinos, debió seccionarse antes de ser estibada para su transportación a los EE.UU. Ello fue tarea cumplida a cargo de la fragata francesa, "Isère” El conjunto del monumento se ejecutó bajo un despliegue de opiniones y circunstancias diferentes entre sí, en unos tiempos tormentosos pareceres confusos y en otros, antagónicos. Habría que entender a la América de los melting pots relativamente apacibles de antaño, no los de roñares diversos de hogaño y de los consejos secretos de los viejos mocasines, sandalias o guarachas, que cantan siempre que hay fuegos en manglares o matorrales.

Es que los danzantes con sus flechas, plumas, macanas, lanzas y tambores cocodrilos y los principales actores de cuello duro, chistera y bastón en ristre, siempre andaban en extraños saraos y kermesses vespertinos. Sus fiestas paganas e interminables, roncando como rana toros sobre aquellos tapices tejidos que se les antojan "sus hamacas deliciosas", algunas tejidas con hilos de cáñamo índico, como el mismísimo velamen de las calaveras colombinas. ¡Valga, rediós y joder lo de este hombre!

La saga continúa.

©Lionel Lejardi. Octubre, 2011
    Legacy Press

1     William Maxwell Evarts, quien era a la sazón Secretario de Estado del Presidente Rutherford B. Hayes y presidente de la Comisión para el Pedestal de la Estatua de la Libertad, estaba encargado también de la "Art Loan Fund Exhibition in Aid of the Bartholdi Pedestal Fund for the Statue of Liberty"

2      Charles Henry Dow, fue un periodista norteamericano y cofundador del "Dow Jones and Company" con Edward Jones y Charles Bergstresser. Dow, también fundó el "The Wall Street Journal", el cual devino una de las más respetadas publicaciones financieras en el mundo. Él, también tuvo la audacia de inventar el denominado "Dow Jones Industrial Average" (wik)

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