Lid de la Utopía estadounidense vs. la Ucronía castrista
Se cumplen 55 años de dictadura comunista en Cuba
Sin la venia ajena
Epopeya de Gilgamesh
Si caigo, habré conquistado la fama.
La gente dirá: ¡Gilgamesh cayó
luchando contra el fiero Humbaba!...
Estoy decidido a penetrar
en el bosque de los cedros,
Hasta ahora es feliz mi corazón:
oigo este canto, veo una flor
y quiero fundar toda mi gloria.
Tablilla III, columna 4
“Motivos de los Lobos”
Lo
que todo ciudadano decente ansía
Indudablemente,
atenidos al fracaso de los totalitarismos y sus desastres históricos,
políticos, económicos, morales, sociales y en especial éticos; y considerando
cada uno de los factores humanistas distintivos de cualquier comunidad humana
decente, la respuesta seria: no. Dicha negación responde al halo misantrópico
de la idea y no a una actitud de oposición sistemática a los totalitarismo. Sino, porque estos
regímenes malignos son ofrecidos al público cándido, basados en formas que
incluyen otros factores filosóficos desvirtuados por mendaces y disparatados,
como sus distintivos, siempre abortados en los totalitarismos cotidianos como
sistemas nefastos sin anti crítica, de naturaleza átona para los izquierdistas.
Ahí yacen las promesas de no trabajar, sino
vivir bajo un subsidio paternalista del estado, que toda persona decente ansia,
pro que no todos merecen. Los totalitarismos, en particular los de izquierda,
proponen el paternalismo a costa de las fuerzas productoras, sin hacer
distingos entre los beneficiarios de la dádiva publica.
En consecuencia, a estas tiranías les es
necesario mantener al individuo sobre la forma en que se preocupe en como
subsistirá en el día siguiente. De tal forma el conjunto de necesidades de las
familiar que supeditados a la volitud estatal. Los bolcheviques, ensayaron variantes conducentes a doblegar al pueblo ruso.
Esta maniobra devino en el término Holodomor o sea, matar a las personas por el hambre y las enfermedades inducidas artificialmente por el estado totalitario que posee en sus manos todas las llaves. Esta forma opresiva es el elemento de control, alimentos, calzado, vestuario, vituallas, servicios, medicinas, empleo, movimiento, prebendas especiales de la Élite en el Poder, etc.
Esta maniobra devino en el término Holodomor o sea, matar a las personas por el hambre y las enfermedades inducidas artificialmente por el estado totalitario que posee en sus manos todas las llaves. Esta forma opresiva es el elemento de control, alimentos, calzado, vestuario, vituallas, servicios, medicinas, empleo, movimiento, prebendas especiales de la Élite en el Poder, etc.
Toda actividad, por ínfima que sea, excluye
el pensamiento individual y libre. Luego, estará supervisada y autorizada por
organismos del estado totalitario y la burocracia estatal. Recordar que la
clase oficialista parasitaria, la cual detenta todos los privilegios, como la
excepción de la leva militar y otras corrupciones. Ello es debido a que la
Inteligencia del Klan no puede poner en peligro la continuación de la dinastía
castrista.
Esta clase generacional de brote
reciente, siempre anda en aumento por la incorporación de los nuevos nepóticos
generacionales: hijos, parientes, concubinas y el resto de los cómplices del
Klan reinante; arribados a la edad laboral para los cuales no existen plazas
vacantes en el círculo de la Maffia
opresora.
Esa es una de las razones alucinantes de la
deficiencia extrema de las sociedades socialistas, para no decir de las
declaradas comunistas, una enajenación kafkiana inducente a la destrucción sistemática
de la dignidad del individuo, la familia y los valladares morales y éticos de
la sociedad judeo-cristiana (y no otra que se lo merezca), por ejemplo, en la “Utopía
Comunista”, apoyar la “obliteración de las mujeres”, en aras
de preservar la cruel cultura musulmana.
Nadie en la Distopía
Castrista (ejemplo viviente, no teórico ni futurista) estará
autorizado para plantearse metas personales. El Estado (o sea, el Máximo Líder) es quien decide a qué debes aspirar y la cantidad que el estado suministrará al
individuo y su familia "si se porta
bien" Además de recalcarle siempre, el resto de las necesidades
(educación, medicina, etc. controlados por el Estado) que le Líder Máximo les provee y que a todos
les preocupan.
Otra consecuencia consiste en la creación de
un aparato estatal burocrático inmenso, a los fines de controlar y vigilar a
cada ciudadano. De toda esta estructura infernal, solo los miembros de la
cúpula tienen acceso a la abundancia de los países libres y democráticos, al
resto solo le corresponde la starvación permanente
de todas (lo que es falso) sus necesidades.
Cierto que Utopía es una abstracción
idealizada como un estado perfecto, el cual debe ajustarse sine qua non, a las necesidades y aspiraciones del ciudadano común,
decente. Los delincuentes, tales residuos de la vieja corrupción de los
izquierdistas indoamericanos, son aupados por los comunistas como elementos de
auto destrucción de las democracias.
Es entender que esa redención durante la
vida carece de sentido. Al igual sucede con los fieles fervorosos del
cristianismo. El concepto aclara que la vida no es un suplicio, sino, la gracia
divina máxima de la cual debemos disfrutar como un regalo. Y no como castigo;
vital, sin dañar al prójimo.
El grupo de países integrantes del
Mercado Común Europeo, después de abandonar los criterios jingoístas que incluían las trifulcas
permanentes elevadas a política de estado y tornarlas pacifistas, sentaron
determinadas bases indispensables tendentes al utopismo, con aires de un
socialismo popularizado. La unificación de monedas bajo el símbolo del
"euro", fue uno de esos pasos.
Los Estados Unidos de Norteamérica de
manera igual, han venido trabajando por el bienestar de su población con
propósitos semejantes, desde sus inicios, ha avanzado hacia el objetivo
utopista, con pasos discretos y firmes.
Es entender que en un sector cumbre de
esa pirámide-hábitat donde hoy bien
convive una gran parte de la Humanidad; se asienta un grupo de las naciones más
potentes del mundo libre y democrático, liderado por los Estados Unidos de
Norteamérica, a manera de Utopía, junto con otras naciones todavía esforzadas
con los rudimentos del pleno ejercicio de la democracia
Desde ese sector privilegiado, hacia
el abajo abismal, yace el resto de las comunidades las cuales muto proprio,
renuentes al Gran Cambio que les
enderece el camino. Es una histéresis de naciones fallidas, las cuales de
alguna forma y etapa, fueron o son en la actualidad regentadas por los hilos
del castrismo retrógrado.
Allí pernocta la tripa
insaciable de la Ucronía, un
conjunto secuencial integrado por conglomerados binarios, inevitables,
devenidos de Distopías
Malvadas.
Aquel paraíso, todavía perdido como el
de Milton; soñado por cada generación desde hace siglos, tantos, que la
aspiración se remonta hasta el proyecto de Utopía (y aun
antes en liturgias, tradiciones y leyendas de sociedades arcaicas), expuesto
por el ateniense Platón (347 a.C.) en su “República”, una de sus
obras imperecederas.
Valdría decirles, basta, a estos
depredadores. Sucede que las miserias humanas y chabacanerías que adornan a los
líderes de esas turbas desclasadas y rambuleras, que integran los
totalitarismos políticos y fundamentalismos religiosos contemporáneos
(indo-latinoamericanos, africanos y asiáticos); como ejemplos significativos;
intentaron en vano colgarse de este resquicio histórico de la cultura
judeo-cristiana
Durante el Renacimiento surgieron otros
proyectos con propósitos semejantes: hacer de este mundo un lugar agradable
para todos sus habitantes, sin distingos de fueros, privilegios, razas e ideas
políticas o religiosas.
Esta bienandanza del pensamiento occidental,
no encaja en el tribalismo fundamentalista de las sociedades atrasadas cuya
finalidad única, dictada por la envidia, descansa en el terrorismo contra
Occidente y todo lo que huela a civilizado.
Anterior a la obra renacentista del inglés,
Thomas More (Tomás Moro); existieron otros intentos algunos basados en
leyendas, narraciones épicas o religiosas, dirigidas al mismo tema.
Nadie podría suponer hoy día, que los viejos
totalitarismos, ya desprestigiados por el crimen, genocidio contra sus pueblos,
narcotráfico y corrupción galopante, promuevan la Utopía para la
Humanidad.
Tales fueron, como mundos justos y
alternativos; la “Isla de la Inscripción Sagrada” del griego Evémero (340-260 a.C.), “El Jardín
de Gilgamesh” (del Edén, coincidente con el relato bíblico), Teogonía
con los mitos de Hesíodo (VIII, a.C.) y otros.
Desde el Renacimiento, cada proyecto tendente a alcanzar el ideal de la “sociedad perfecta” o “sociedad utópica”; es una
mezcla de aspiraciones filosóficas, mitos, leyendas religiosas y razonamientos
inherentes a cada sociedad en particular.
Sin embargo la concepción parte, en buena
medida, de la propuesta hecha por Tomás Moro (1478-1535) en 1516; momento en
que presentó su obra definitiva “Utopía”; la cual dio nombre a otras
utopías entre el cúmulo de obras político-sociales sobre el mismo tema.
El término lo concibió Moro para su obra ”Dē Optimo
Rēpūblicae Statu de que Nova Ínsula Ūtopia”, donde Utopía es el
nombre dado a una isla y a su comunidad ficticia que la habitaba; cuya
organización política, económica y cultural contrastaba con las sociedades
humanas de la época.
Así, aparecieron durante el Renacimiento hasta bien
entrado el siglo XIX proyectos de sociedades utópicas, que fueron desde la
mencionada Utopía, pasando
por las narraciones de Américo Vespucio sobre las recién avistadas islas de “Fernando de Noroña”, en 1532 y otras
menos significativas.
En general el espacio abierto por el
descubrimiento de un Nuevo Mundo (América) a la imaginación,
devino terreno fértil natural para que infinidad de factores imaginativos,
estimularan el desarrollo de la ficha utópica de Tomás Moro.
No todos los criterios desarrollados o
simplemente propuestos en relación a la sociedad utópica, han sido considerados
viables de manera tan idealizada, inicialmente, por estar alejados de la
realidad. Y en la mayoría de los casos inabordable, por el valladar que
representaban los intereses creados.
Existen criterios que critican tal sociedad,
entre otros factores, la tendencia a la morosidad y lenitud de los ciudadanos;
tal como se ha demostrado en los experimentos comunistas, mundiales, con la
instauración de dictaduras férreas (URSS, Cuba, hoy el Eje Apocalypto (ALBA),
bloque de satélites europeos, etc.) por parte de los líderes, que se auto
consideran eternos (por contar con la fuerza represiva, que no es la
benevolente imaginada por Platón) para mantenerse en sus cargos.
Los
socialistas utópicos, tocan a las puertas
Ya
adentrados en 1800, fundamentalmente por el fenómeno de la burbuja creada en
virtud de la incipiente revolución industrial y el liberalismo, alimentados por
el ímpetu comercial y económico de Inglaterra; salieron de sus agujeros las
riadas de sans
culottes de intelectuales y sofistas, residuos de la añagaza
cruenta de la Époque de la Terreur (Terror
jacobino del siglo XVIII). Ellos, estaban ansiosos de retornar a los buenos
tiempos de la guillotina del rompe y raja.
Los más destacados de esta corriente fueron
Robert Owen en Inglaterra, y Henri de Saint-Simon, Charles Fourier y Étienne
Cabet en Francia entre otros de menos brillo. Rasgos comunes se pueden
encontrar también en las facciones insurreccionalistas de Graco Babeuf, Filippo
Buonarroti y Auguste Blanqui.
No tardó que estas fuerzas dispersas se
disolvieran hacia 1864, cuando un amplio movimiento socialista se agrupó en la Asociación Internacional de Trabajadores
(1864-1876) ―nominalizada como la "I Internacional Comunista"―
según el ideario tan utópico como cruento por las ideas de Karl Marx y Mijail
A. Bakunin. Y paso el tiempo.
De tal modo, se sucedieron antes de la
Primera Guerra Mundial (IGM) otras convocatorias; donde los seguidores del
alemán Marx, artífice de su obra cumbre “Das Kapital” (El
Capital), antecedido en 1848 con su incendiario “Manifest der Kommunistischen Partei”
(Manifiesto del Partido Comunista), que no vacilaron en conectar con el
extremismo izquierdista.
Marx, logró después eliminar hábilmente a
sus contrincantes ideológicos (Bakunin, Plejanov, etc.) cuyos puntos de vista
hacia una sociedad justa, él repudiaba. De esta manera, presionó a los fines de
que los puntos de vista suyos, prevalecieran.
Vladimir Ilyich Ulyanov (aka, Lenin), procedente de una familia de
terroristas ―antípoda de Bakunin―, entendió que la tesis marxista le venia como
anillo al dedo de sus ambiciones vengativas.
Tal odio a la familia imperial, se incubó en
Lenin puesto que uno de sus hermanos, Aleksandr; miembro activo de una facción
terrorista la Naródnaya
Volia (Voluntad del Pueblo); había sido ahorcado por atentar
en 1886 contra la vida del Zar Aleksandr III.
En consecuencia, Lenin estructuró a sus
adeptos en un partido político, cuyos fines eran derrocar el zarismo en Rusia e
implantar la denominada "dictadura del proletariado",
instrumento del Terror Rojo, desatar do
por los bolcheviques sobre la
burguesía citadina y rural, incluyendo los mujicks rusos.
Tal sucedió en octubre de 1918, finalizando
la IGM, cuando destacamentos bolcheviques
comandados de manera certera por Trotsky; uno de los lugartenientes de Lenin;
tomaron apaciblemente el Palacio de Invierno en Petrogrado, desatando una
verdadera carnicería entre los defensores ya rendidos, incluyendo a las
heroínas del “Batallón de
Mujeres”, fieles al Zar; las cuales fueron violadas y después
masacradas por la ordalía bolchevique.
La
ordalía bolchevique
Durante los
siguientes 60 años, la ordalía sangrienta desenlazada por los bolcheviques; entonces rebautizados “comunistas”; continuó
inexorable; a fin de desentenderse de las masacres de los sicarios bolcheviques originales implicados en el
asesinato innecesario de la familia imperial y millones de ciudadanos rusos y
de otras nacionalidades, entre un sinnúmero de barbaridades.
En el intervalo de paz entre el inicio de la
IGM y la IIGM, en Europa sucedieron acontecimientos extraordinarios. Entonces
el continente se estremeció por el ascenso al poder político de otros
sociópatas ―Adolph Hitler en Alemania con su ideología nazi y Benito Mussolini
en Italia, fundador del fascismo―;
incluyendo masacres genocidas como las perpetradas por los nazis contra
las minorías judías, gitanas, homosexuales, discapacitados, etc.
Emergida la URSS triunfante entre las
potencias vencedoras contra el nazi-fascismo, los comunistas rusos
armaron el cerco en torno a sus nuevas posesiones anexadas en la Europa del
Este, instalando “repúblicas populares”
(tiránicas). La fiesta macabra se le terminó a Moscú (y a La Habana) con la
caída del Muro de Berlín (Berliner Mauer).
Desde mucho antes, en 1959, el Dr. Fidel
Castro Rúz; auxiliado por fuerzas mercenarias nacionales y foráneas
confabuladas en el extranjero (México); dirigidas por el Comintern (Internacional
Comunista); desalojó del poder al Presidente Fulgencio Batista y
Zaldívar e instaló en la silla republicana una dictadura comunista.
Los guerrilleros, ofrecieron al pueblo la “igualdad social y la abundancia de Jauja,
sin esfuerzos mayores", iguales a las existentes en el campo
socialista. Una demagogia absoluta, dado que ello era falso, aunque si aherrojo
a los cubanos en medio de la satelitería europea comunista, supeditada al
Kremlin.
Al
final, se apoderaron de todos los bienes públicos y privados, fusilaron a los
opositores y exiliaron a dos millones y medio de ciudadanos. Nada nuevo en las
tituladas “revoluciones”, la cual
se apoltrono en el poder desde hace más de 50 años.
Sobre la Isla de Cuba y sus cayos
adyacentes, no tardó en cernirse una sombra siniestra. La Isla de Cuba fue
cercada con un Muro de Azúcar
Amargo, idéntico al Muro de Berlín y en su interior,
conformaron una sociedad coincidente con la narración de George Orwell en
su “Animal Farms: A Fairy Story”. Donde:
"En la granja ―apuntaba el
dueño cada recién llegado, apresado, esclavizado o capturado―, todos los
animales son iguales, excepto que algunos animales, son mas
iguales que otros”
Utopía
democrática vs Ucronía
totalitaria
El tiempo desastroso
de la pos guerra (Primera Guerra Mundial, IGM) se deslizaba sin mayores
desatinos. Un día, Adolph Hitler, veterano de la misma y condecorado con dos “Cruz
de Hierro”; decidió que era el tiempo fin de poner en marcha su viejo
proyecto eugenésico de implantar su utopía
racial “en el bien de Alemania y del
Drittes
Reich (Tercer Reich)”, salvadores de la Humanidad. Hitler, apoyaba la tesis de "Eugenesia es la auto dirección de la evolución humana"
Sueño-pesadilla se reverdeció, a partir del momento cuanto fue nombrado
Reichskanzler (Canciller Imperial) de la todavía República de Weimar, por el Presidente
de Alemania, Paúl von Hinderburg, en 1933. De inmediato implanto la dictadura
nazi. En 1939 Europa estalló en llamas.
Sus
huestes blindadas no tardaron en hacer desaparecer a todas las naciones
europeas independientes, las cuales fueron ocupadas por los ejércitos a
alemanes. Mientras, los rusos ya puestos de acuerdo con sus primos nazis
y deseosos de ensanchar su imperio, ocuparon y se zamparon las repúblicas
bálticas independientes de Estonia, Letonia y Lituania.
Sin embargo, ambas potencias, autos titulados como promotores de
un "Nuevo Orden Utópico para toda la Humanidad", no tardaron
en entrar en conflictos de intereses a causa de sus ambiciones respectivas. En
1941, Hitler puso en marcha el “Plan Barbarosa” y no dudó
en invadir la tierra rusa.
Para mayo de 1945, sobrevino el doble
desastre a la nación alemana, con la victoria de los Aliados contra el Eje
de Acero y por su parte, sobrevino la ocupación de parte de su
territorio por los ejércitos bolcheviques.
El Comintern se percató
de la posibilidad de inmiscuirse en el traspatio norteamericano e hizo varios
intentos de montar revoluciones, en Centro y Sudamérica y el Caribe, con el
pretexto agrario y la justicia social
El Jóker Cubano, el Dr.
Fidel Castro Rúz logró engatusar a un grupo de jóvenes idealistas y en
unión de sus propios secuaces, invadió Cuba desde México y desató en la isla
una cruenta guerra de guerrillas, montada sobre el terrorismo. La democracia en
Cuba seria enterrada, sin ningún miramiento.
Tras dos años de confrontación contra las
fuerzas armadas del Presidente Fulgencio Batista y Zaldívar, finalmente tomó el
poder por métodos violentos e instauró en Cuba; la que este líder
denominó “dictadura
del proletariado”, de franco corte marxista y al estilo sanguinario de
los bolcheviques rusos
comandados por Stalin.
Los castristas, anunciaron después la
construcción de una utopía popular
comunista, basada en el marxismo-leninismo y abjuraron de todo vestigio de
democracia y derechos ciudadanos. Las libertades civiles y los derechos humanos
fueron sepultados, basados en el terror
de estado desplegado por el régimen castrista, sobre los atribulados e
inermes ciudadanos.
Fracaso
del experimento castrista
La Utopía (o “lugar que no existe”), cuya
versión satánica los comunistas intentaron enraizar en Cuba, nunca primó en la
realidad. El intento malsano, no tuvo oportunidad de cuajar y les resultó a los
castristas y a sus émulos indoamericanos, un rotundo fracaso. Tal sociedad
utópica, en la pesadilla bolchevique,
supuso un bodrio inerte y así hicieron creer a los cubanos; que los bienes y
servicios colgaban de los árboles, como en mítica Jauja 1. Allí, nadie debía ni tenía que trabajar, todo
preconizado y auspiciado bajo una ideología paternalista, falsa, actuando como decoración
siniestra.
Como resultó natural, era la receta perfecta
para convertir un país laborioso y emprendedor en un territorio donde pastarían
los morones, sin mover un dedo. El caldo, resultó desastre desde sus inicios.
Las Utopías
falsas como las castristas y sus versiones indoamericanas, africanas y
asiáticas, como tales, devinieron en sus antónimos o sea, distopías (cacotopías o utopías
perversas) contrarias a sociedad libre y civilizada.
En la etapa distópica, el estado totalitario
se torna en maquinaria trituradora de la libertad y la decencia de sus miembros
e incluso, conducente al exterminio de ciudadanos pacíficos bajo una fachada
benevolente.
Hacia su final, algo que sus líderes
demagogos saben de antemano, nunca lograrán arribar al “punto
Jonbar de inflexión” a fin de invertir la historia. Dicha abstracción letal
les conduce a una "Ucronía" o “momento que
no existió”, como parte de una historia contra factual,
alternativa. Bajo esta premisa, la historia habría tomado otros derroteros.
En las Ucronías clásicas
(generadas dentro de una anomalía virtual), ya en su estado sublimal, por
ejemplo se enuncia: “Hitler no fue
derrotado sino que venció a los Aliados”
Un ejemplo clásico ucrónico ha sido
propagado en un intento de reescribir la Historia, cuando comunistas y
fundamentalistas islámicos afirman que: "El Holocausto de los Judíos,
nunca existió"
La práctica de la libre empresa y la
democracia, muestran que el fracaso ideológico de las Utopías Radicales deviene en Distopías
Malignas clavadas en el pasado y suspendidas sobre el abismo de
una Ucronía
enajenante, de cuyo virtual binario no hay retorno al mundo real donde se disuelven.
“En las ideas expuestas en este artículo, cualquier símil
o análisis de la lid republicana-demócrata vinculada al proceso electoral
convocado para Noviembre 6 de 2012, es pura coincidencia”.
Lionel
Lejardi. Noviembre, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press
1
País de Cucaña o La Cucaña (también País de Jauja o Jauja)
es un país mitológico del cual se hablaba frecuentemente durante la Edad Media. En esta tierra mitológica
no era necesario trabajar y el alimento era abundante. Se suponía que quienes
lo habitaban vivían entre ríos de vino y leche, y que montañas de queso y
lechones ya asados pendían de los árboles ya con una faca en el lomo, listos
para ser prontamente degustados.
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