*10«Sargento, ¿a qué esperar
para comenzar la revolución?»
n/...n
(Miniserie)
Se cumplen 59 años de
dictadura comunista en Cuba
“Un Asunto Cubano”
La gente,
exige la libertad de
expresión
como una compensación
por la libertad de
pensamiento,
la que rara vez utilizan.
S. A. Kierkegaard
Saturno, devoró sus hijos, preludiando un culto brutal
Triunvirato virtual
'Turbulencia real para EE.UU'. Luego, tal resultó el apotegma, como línea de batalla diplomática e inteligencia de seguridad; como estandarte con el cual el funcionario descendió por la rampa lateral
del “Ferry Havana-Key West” (SS “Henry M.
Flagler”) De ahí raudo, fue llevado hacia el auto oficial que le esperaba en un lugar
discreto del muelle, alejando la posibilidad de periodistas curiosos. Tal fue lo convenido entre el Dpto. de Estado y el Embajador de EE.UU. en Cuba, Harry F.
Guggenheim. Este tycoon, todo un personaje de la época, adjunto a los
diplomáticos, debió preludiar con sus homólogos norteamericanos radicados en La
Habana. Era y significaba algo distinto a lo convencional en las acciones
diplomáticas entre ambos países y también con sus otros homólogos continentales.
Tal solapamiento resultaba llamativo al gobierno cubano recién en funciones, si
nos atenemos a los poderes y otras prerrogativas investidas a este ‘Enviado Especial y Plenipotenciario de los
EE.UU.’ actuando en Cuba; Welles; por el estrenado Presidente de los EE.UU.
Franklin Delano Roosevelt. Este
funcionario ad hoc insertado a fines
específicos, lucia propender a mediar en los intríngulis generados por "El Asunto Cubano" En esencia
también, abordar la acuciosa martingala colateral producto de la ya denominada 'Revolución de 1933' en desarrollo
pleno, en la más importante de las Antillas Mayores, la Isla de Cuba.
Recordar que la misma era un país situado
estratégicamente en pleno Mar Caribe, como llave natural al Golfo de México y
resto de Centro y Sudamérica. Es dicha zona, en algunos casos, ciertas cabezas
de estado embebidos desde siempre en hábitos y costumbres domésticas (cacicazgos casi tribales), se
entretenían entre solsticios juninos y
decembrinos del calendario; mientras
otras, que se las daban de modernistas
con devaneos proto demenciales o flirts
llamativos con las después potencias del Eje de Acero y otros gobiernos de
prosapia similar.
Este otro enviado por Roosevelt era tan ‘extraordinario’ que su poder e
influencia excedía al del propio embajador norteño. El viajero, fue conducido
al pequeño aeropuerto militar de Key West, FL. de donde un trimotor de la
Marina de los Estados Unidos, curiosamente un 'Fokker F.VIIA-3m', lo condujo
al aeropuerto de Washington DC. Todavía en aquellos tiempos, por las calles de
de La Habana, se escuchaban los acogedores pregones de los vendedores de frutas
y golosinas acarameladas. De cuando Cuba destilaba suavidades como las de
aquellos pregones callejeros (que los castristas ordenaron apagar por ser ‘manifestaciones pequeño-burguesas,
intolerables a los oídos de los trabajadores’ así también estaba vedado vender
pirulíes, boniatillos o crocantes azucarados a las salidas de
las escuelas primarias. Era el despliegue a todo trapo de un mundo orwelliano alucinante, nunca antes visto
por los cubanos, hoy arrinconados.
Pocos funcionarios del Dpto. de Estado de los
EE.UU. tenían versiones claras acerca de la situación política imperante en
Cuba, desde la defenestración el 12 de agosto de 1933 del gobierno del
Presidente Gral. Gerardo Machado. Ello, producto de una revolución popular de
los cubanos dirigida en contra del propio gobierno y los consecuentes cambios de
equipos de dirección en la administración de la isla, arrastró a todas las
capas y estamentos sociales. Ciertos ruidos entre sectores mayoritarios,
alertaron al grueso de los inversionistas norteamericanos, acerca de los
peligros de inestabilidad para sus intereses y negocios en tierras cubanas.
Tampoco a Washington le calmó la sorpresa de una
virtual, pero inesperada incomunicación de la isla con y desde el exterior, después de la
caída del gobierno machadista por manos de una revolución popular. Algunas de
cuyas de sus proyecciones filtradas, las imprevistas; mostraban saber de las actividades
de los comunistas al servicio de sus
archienemigos de la Rusia bolchevique,
contraria a los EE.UU. y el resto de las democracias. Tales incomodidades,
fueron catalizadas de manera violenta en 1959, con la llegada al poder en Cuba
de un régimen totalitario, copycat
del existente en Rusia desde octubre, 1917; con la eliminación del zarismo
junto al magnicidio de la familia imperial, perpetrados por los cuerpos
represivos (CHEKA) armados por los comunistas
en diciembre de 1917. Los hechos acontecidos en Cuba, corriendo ese agosto
de 1933; depusieron al presidente Machado, provocando la fuga de mismo y la dispersión
del gobierno machadista. Este nuevo personaje del gobierno de EE.UU. enchumbado
en adusteces extremas, arribaba a la isla, cuyo nombre era Benjamín Sumner
Welles, el diplomático designado por Roosevelt como Enviado Especial de los
EE.UU. ante su homólogo cubano. Los poderes políticos de este funcionario, eran
absolutos.
En realidad, la situación de incertidumbre
empeoró tras conocerse que el presidente virtual de Cuba, el Dr. Carlos Manuel
de Céspedes y Quesada, hijo del Padre la Patria cubana, fue quien logró
integrar un gobierno provisional en Cuba con un gabinete del agrado de
Washington, tal era lo natural en la isla, Welles se encontró al final del día
con un país virado boca abajo, donde casi todas las instituciones civiles,
colapsaron excepto las Fuerzas Armadas. Céspedes asumió el cargo con cierto
azoramiento, ante aquella 'papa caliente' que sus iguales le había
soltado con la mayor de sus generosidades y comenzó a bregar contracorriente,
con la economía desplomada y la oposición demandando cambios políticos y
económicos fulminantes. El país entero quedó al pairo en un compás de espera.
Céspedes, se tambalea al pairo
Tras unas semanas de no soluciones, decir, 18 días después del derrumbe institucional se
produjo el movimiento cívico-militar del ‘4 de septiembre de 1933’ cuando el
gobierno de Céspedes simplemente, fue ignorado por los revolucionarios con el
surgimiento de la “Pentarquía” constitucional, integrada por
personalidades todas ilustres. Sin embargo en los corredores de la Embajada de
los EE.UU. la noticia descollante resultó en el nombre desconocido hasta
entonces del nuevo Jefe de todas las ‘Fuerzas
Armadas de la República de Cuba’, quien no era un oficial de carrera y de alta graduación como los del Gobierno
Provisional o los anteriores. Todo se ejecutó, según la lógica diamantina, que sustituyó al machadista; un General, Coronel
o Comandante, militar de carrera y academia que ocupó provisionalmente al
Presidente Céspedes; por un anodino y oscuro “sargento, llamado “Batista” o “Zaldívar”, a la sazón, el flamante “primer taquimecanógrafo de los Tribunales Militares”
Otra de las sorpresas resultó para los
observadores de “El Asunto Cubano” el
hecho de que este personaje, para colmos del aventurerismo tropical, se las había arreglado por ser también de la
nada, uno de los firmantes del “Manifiesto
dirigido al pueblo de Cuba” en la madrugada del 4 de septiembre de 1933, y
nada menos que en la realidad devino con el alucinante rango militar de “Sargento Jefe de todas las Fuerzas Armadas
de la República de Cuba", cargo que ni siquiera existía en el papel. O
sea, la cartera oficial “más poderosa”
de entre sus iguales; teóricamente; de la Isla de Cuba y por ende llave
controladora como jefe de todas las armas garantes para sostener el movimiento
de los nuevos amotinados, ante sus azorados seguidores, sus sus electores
futuros.
Welles había sido enviado a Cuba a los fines de
negociar las condiciones reales del viejo status
quo tradicional imperante y por el cual se regían ambas administraciones. Y
además, disposición del nuevo gobierno revolucionario instalado en La Habana,
el cual daba muestras y deseos públicos de inquietudes y promesas de cambios
profundos en las relaciones de Cuba-EE.UU. Roosevelt capitaneaba una ‘Política del Buen Vecino’ puesta en
marcha de inmediato al ganar el poder, tendente a mejorar las relaciones
bilaterales entre EE.UU. y Latinoamérica. Aunque diseñado para una transformación
de la economía interior, tuvo alcances en las relaciones comerciales
exteriores.
En 1933, un día después de su toma de posesión
como Presidente, Roosevelt puso en marcha la denominada “Tennessee Valley Authority Act”, a la cual le surgieron
ramificaciones de experiencias y colaboración con Latinoamérica toda. En el
caso de Cuba, instruyó a su Subsecretario
de Estado para América Latina, de que lograra un entendimiento de las
discrepancias entre ambos gobiernos y negociara cualquier desavenencia a los
fines de aplacar la evidente belicosidad revolucionaria; siempre azuzada por
los comunistas domésticos y foráneos,
con lo cual se evitaría la intervención militar de EE.UU. en la Isla. Por su
parte Cuba, en virtud de lo estipulado en la “Enmienda Platt” la cual estaba aún vigente en la Constitución
Cubana desde 1901. Una Isla de Cuba tranquila y un comercio bilateral justo,
fue invocado por el actuante Presidente de los EE.UU. Franklin Delano
Roosevelt, en ocasión del nombramiento de Welles, le aseguró a éste en tono
suave,
—«Señor Welles, necesitamos la paz, ahora que
se acentúan las amenazas bolcheviques sobre Europa, Medio Oriente y África; con
pretensiones iguales o semejantes a las jingoistas japonesas en Asia. A este
coctel macabro, se le suman los fascistas de “Il Duce” Mussolini, los nazis
“der Führer Herr Hitler” y el insaciable totalitarismo ruso implantado por los
comunistas. El mismo, proclamado por Stalin y sus secuaces en Europa. Recordar
que los rojos, más tarde o temprano y al descaro, se tragarán las tres
repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania. Y para más desgracia, claman
por una rica parte de Polonia»
—«Entiendo
Señor Presidente, valga que que yo sé, exactamente, cómo y con quienes
abordar esas molestas “malacrianzas”
latinas»
—«Recuerde, amigo Welles, que las
cuatro potencias juntas y no olvide que Japón y su equipo de jingoistas, dan
muestras de manera inequívoca, de saltar sobre las bases y colonias de Occidente
en el Pacífico. Será el desastre, porque todas esas potencias viejas y nuevas,
también ambicionan “tierras y materias primas nuevas”, tanto en Europa Central
y del Este, así como en el Norte de África y Asia. Estos totalitarismos son
reales, no virtuales y están repletos, ávidos de adjudicarse una buena parte
del “Lebensraum
nazi”, digo, el expansionismo territorial a costa
de sus vecinos. Además todos, le repito, parecen haberles echado el ojo a las
posesiones coloniales de los europeos en África, Medio Oriente y Asia. Un juego
demasiado peligroso y el asunto —Roosevelt
hizo una pausa—, hiede a una nueva guerra inevitable, en la
que tendremos varios frentes»
Sumner Welles, en aquella ocasión observó al
Presidente fijamente, quien sufría dolores indecibles por la agudización en
etapas, de la poliomielitis que le aquejaba y apuntó,
—«Anda Usted en lo cierto Señor Presidente.
Sucede que la Pentarquía de de ahora, septiembre del 33, reciente desde
septiembre 10 dispone de un presidente algo díscolo, el Doctor Ramón Grau San
Martín, pero que en realidad en lugar de Pentarquía es una especie de juguete o
'Triunvirato virtual'»
—«No entiendo bien Señor Welles. ¿Conoce a sus
integrantes?»
—«El Presidente —apunto Welles—, Doctor
Ramón Grau San Martín’, el Secretario de Gobernación, Sergio Carbó Morera y
Antonio Guiteras Holmes, Gobernador de la provincia de Oriente. Este último, un
agitador de influencia política, por lo demás, afrancesada. Yo diría, uno de
los más peligrosos por su influencia entre los radicales»
—«¿Y dónde me deja a ese nombrado ‘sargento
Batista, Señor Welles —argulló
Roosevelt—, tengo entendido que es simplemente un
Sargento Mayor, un oficinista, no un soldado de línea que manda o haya mandado
tropas tropas?
—«Por razones diferentes, no todos hemos
estado en la línea, pero en mi mente, Señor Presidente, yo no veo un
triunvirato sino una mesa de tres patas a la que le falta una cuarta. Este
"don nadie", Señor Presidente es mi “As del Triunfo” y aunque sea en
el papel; domina las tres armas, Ejército, Marina y Aviación. Decir, es el
dueño de todas las armas en suelo cubano. Y me faltaba decirle que el Sargento
Mayor es ahora “Coronel Jefe de todas las Fuerzas Armadas de la República de
Cuba” Yo diría que por su “karma” y un golpe de suerte»
—«Y ahora Usted nos dice, Señor Welles —intervino Roosevelt, dubitativo—, mejor, asegura, hacia dónde van estos muchachos tan
inquietos. Porque la prensa ya habla de posibles nacionalizaciones,
confiscaciones, entre otras amenazas. Entonces, la Pentarquía surgida el 4 de
septiembre próximo pasado, no augura nada bueno para nuestros intereses. El
Doctor Grau es el presidente en funciones, en sustitución de los Pentarcas.
Pero no parece que la política de Grau sea igual a la del depuesto Presidente
Céspedes. ¿No equivocamos, Señor Welles?»
—«Cierto, y tiene Usted toda la razón. Pero
es maleable y dúctil. No es ni será molestia alguna, le aseguro»
Sumner Welles se equivocaba, porque Grau siguió
con sus galimatías más allá de sus palabras. Permaneció en el Despacho
Presidencial, quizás dos horas más. Ello, en unión de Presidente, el Secretario
de Guerra y el Director del FBI, quien hacia sus pininos en lo nacional. De
dicha reunión se desprendió una estrategia general para lograr la normalización
de la situación cubana, durante los 30 años siguientes por venir. El ya Coronel
Fulgencio Batista, jugaría uno de los papeles de mayor importancia para el
destino de Cuba. Mas, cuando se avecinaba la Segunda Guerra Mundial, a tenor de
los avances totalitarios en Europa (los fascistas,
nazis y bolcheviques) y en Asia (los jingoistas,
japoneses)
La Joven Cuba
Ciertos líderes han acariciado adjetivar sus
movimientos o grupos bajo su comando, partido y bandera. Tal sucedió como a
otros tantos con el impetuoso e idealista Dr. Antonio
(“Tony”)
Guiteras Holmes y su nobel movimiento
de la “Joven Cuba” Saber que no
fueron pocos los grupos residuales de los desastres pos bélicos, en especial
europeos, que el siglo IXX y antes de la ‘I
Guerra Mundial’ que de alguna forma y motivaciones diversas, integraron el
vocablo “joven” a sus facciones de experiencias
debutantes, especialmente en la zona limítrofe con los Balcanes y el
Mediterráneo. Por otra parte, en la Cuba pos machadista y por cierto algo desaliñada tras el machadato y la
revuelta cívico-militar de ‘Septiembre 4
de 1933’ devino una etapa de consolidación de facciones de todos los tipos
y programas inimaginables. Luego, dos de las figuras más significativas de ese
proceso convulsivo; Sergio Carbó Moreira, el periodista más poderoso y
respetado en la Cuba de entonces, en unión de otro líder de la intelectualidad pequeñoburguesa y académica, Dr. Ramón Grau San Martín, quien siempre estuvo en
conjunción con el estudiantado; advirtieron la necesidad de reforzar el
programa del reciente gobierno
revolucionario creado. Entre ambos, acordaron instar a un líder, Dr. Antonio
(“Tony”) Guiteras Holmes
(farmacéutico) , líder de la ‘Unión
Revolucionaria (UR)Éste, era un convencido anti comunista enemigo del Partido
Comunista de Cuba (después camuflado con aka de “Partido Socialista
Popular”) el Ala Izquierda
Estudiantil y otras dependencias izquierdistas locales del Comintern en Cuba.
Entonces, ya participaba como funcionario de la Pentarquía en calidad de Gobernador de la provincia de Oriente y después, como Secretario de “Guerra y Marina” integradas en la Secretaria de Gobernación del gobierno
central. Este líder, fue llamado a integrar el denominado “Triunvirato Virtual” el cual constituiría el pilar del estimados
como el triunvirato civil perfecto, muy innovador, tras el coup d’etat septembrista para domar a Batista para que no se
excediera en sus funciones. Ello extensible al resto de los recién estrenados
líderes militares aglutinados dentro de su línea de control.
Los viejos stalinistas
cubanos aprovecharon los intersticios que presentó el gobierno del Presidente
Dr. Ramón Grau San Martín, tras la disolución de la Pentarquía creada y de la cual Grau fue su Presidente, exaltado a
tal cargo después del 4 de septiembre de 1933. Los demócratas del triunvirato,
debieron rechazar los intentos de otros patrocinadores izquierdistas, solapados
y azuzados por los comunistas, a los fines de fundar nada menos que “soviets al estilo y criminalidad
bolchevique” en la zona norte de la provincia de Oriente. Tal fue la
creación alevosa en septiembre 13 de 1933, de un titulado “Soviet de Mabay” en el central del mismo nombre entre otros
intentos en el ámbito nacional, por parte de grupos de abecedarios, anarquistas,
anarco-sindicalistas y stalinistas
agitadores. Se registró que el ‘intento
de Mabay’ estuvo dirigido por Rogelio Recio, también en la antigua
provincia de Oriente. Estas acciones de conato totalitario, fueron disueltas de
inmediato.
“Tony”
Guiteras, en unión de un grupo de seguidores, impaciente por lo que el estimaba
falta de atención del gobierno de facto
(lo cual no era más que la repulsa de los demócratas genuinos a impedir y permitir
el cambio democrático de la “Revolución de
Agosto, 1933” en una aventura
comunista) De ahí, sus machaqueos lentos sobre ‘la imperiosa necesidad’ de implantar un programa social ambicioso
para aquellos años de penurias económicas; nutridos de los otros varios
proclamados por el arcoíris de partidos y agrupaciones políticas.
La “cama izquierdista”
Guiteras, embrollado entre cimbres su propia retórica,
una ingenuidad e inexperiencia inigualables, además de las trampas que les
antepusieron los agentes comunistas y
socialistas del Comintern;
infiltrados entre cada estamento y organizaciones prometedoras para servir como
‘puntas de lanzas’, en cada entramado
burocrático y político de la época; no dejaron de advertir en Guiteras una de
esas olivas explosivas, utilizables ‘por
una sola vez’ A destiempo el líder joven y de palabra fluida, se encontró
rodeado de un falso auditorio de militantes y corifeos populistas, siempre prestos a la adulación y ensalzamiento
de sus simpatías. Guiteras, frustrado al confundir las manifestaciones de la
claqué, con la cual lo rodearon, confundió cada vez más el silencio de sus fans artificiales con la indiferencia
fabricada por los zapadores comunistas. De donde le sobrevino la abulia emocional
y resbaló hacia el eclipse del desánimo. Ello le indujo más tarde a
distanciarse de sus fuentes de seguridad, junto los triunviros (aunque ya relativos) del movimiento democrático
sustentado por Grau y Carbó. Entonces, no resultó sorprendente que Guiteras
decidiera fundar una organización revolucionaria que denominó “La Joven Cuba”
Esta decisión, difícilmente consolidada como
proyecto y menos estimada como una postal idílica, devino paradoja aurea, aunque
irracional en aquellos momentos. Todo ello, considerando el maratón de nacionalismo
exacerbado, desbordante y propio de economías tercermundistas. Guiteras no
tardó en entrar en conflicto con el Partido
Comunista de Cuba, el Ala
Izquierda Estudiantil y como colofón; con la Embajada de los EE.UU. otros
sectores más conservadores, menos revolucionarios o simplemente engañados. O al
final, al regazo de los siempre solícitos historiadores omnipresentes,
encargados de confeccionar los panegíricos de los proto líderes destinados al
podio de tiro, donde los “mártires” cuidadosamente seleccionados, serian
inhumados. De donde Guiteras y sus seguidores de manera abierta y valiente,
anticomunistas convencidos todos, según crónicas, se convirtió en el “mingo” de combate del Partido Comunista de Cuba.
En otras ocasiones este líder se destacó
navegando al vaivén de las olas de agitadores, guiados en secreto por los comunistas. Es donde la de mayor
consolidación apareció como el advertido como Triunvirato (virtual, no real);
excepto el viejo y peligroso manifiesto original del ABC (que pocos quería
revivir) Tampoco, las anquilosadas monsergas y otros copycats bolcheviques de los primeros tiempos; en la Rusia zarista
ya desplomada; buena parte de las cuales demostraron ser disparates económicos
y sociales. Solo constatar la saga histórica de la estarvación horrorosa (muerte
por hambre y enfermedades inducidas de manera deliberada por cada régimen de
terrorismo estatal) tal sucedió en Ucrania a inicios de los años 30, con saldo
de unos 8 millones de muertos.
No fueron pocos los movimientos u organizaciones
políticas del ámbito mundial que intercambiaron sus nombres a "Joven…..", a fin de deslindarse de
los partidos políticos tradicionales Era casi moda, que en algunos movimientos
revolucionarios burgueses a inicios del siglo XX, emplearan el término de ‘Joven…’ como parte del acronismo, para denotar fuerzas
nuevas, repletas de innovaciones y bienaventuranzas.
Guiteras, un idealista demócrata convencido,
estaba al tanto de que llevar adelante su programa particular, redactado desde
antes; implicaría quizás enfrentar, ejemplificar y tal vez desafiar a los
militares lo cual significaba chocar con el mismo Batista y los soldados que lo
apoyaban. Sin embargo, en la etapa de consolidación de la revuelta del 4 de
septiembre, fue llamado por los Pentarcas a ocupar la Cartera de Gobernación,
desde cuya oficina redactó e impulsó un significativo número de leyes laborales
y económicas en beneficio de los trabajadores y la economía nacional. Ya en
conflicto con diversas fuerzas anti machadistas, en 1935 abogó por una lucha
armada para derrocar al gobierno provisional del Gral. Carlos Mendieta y
Montefur, bien visto por el embajador Caffery y Batista, en su carácter de
haber indicado que sería moderado.
Mientras, se anulaba el nombre de “Ejército
Nacional de Cuba” y se creaba el “Ejercito Constitucional de Cuba”,
tanto que Batista recibió poderes para estructurar todas las fuerzas armadas,
en especial el Ejército. El embajador de los EE.UU. Jefferson Caffery ganó
influencia sobre la política cubana, asegurándoles a los líderes cubanos el
apoyo de los EE.UU. Guiteras, acorralado por sus enemigos gubernamentales,
trató de escapar de Cuba clandestinamente por el Morrillo (Matanzas) junto con
algunos de sus colaboradores (entre ellos, Conchita Valdivieso, el venezolano
Carlos Aponte y otros seguidores) a fin de organizar una expedición armada e
invadir la isla por provincia de Oriente. Sorprendido por fuerzas del Ejército
gubernamental, se entabló el combate y lamentablemente este líder, impoluto,
resultó abatido en unión de otros seguidores.
El gobierno de los cien días. ¿Te reconozco?
Fue el dilema que surgió como una interrogante
en los corrillos de la capital, Washington. Así, siguiendo los reportes de
Welles, quien solicitó el envío de barcos y marinos a fin de atajar el estado
caótico con la caída del frágil gobierno de Céspedes, Washington decidió que no
existían garantías y reusó legitimar la Pentarquía. La vertiginosidad en el
correr de los días, primó la idea de contar sine
qua non con el reconocimiento por parte de los EE.UU. del nuevo equipo de
un gobierno revolucionario de tipo burgués pero entintado de garibaldismo. La Pentarquía había oficiado durante 5 efímeros días en sus funciones
colegiadas desde el 4 hasta el 10 de septiembre, 1933. En medio de una especie
de autogolpe silencioso e incruento, surgieron tres tendencias distintas, con
la proclamación del Dr. Ramón Grau San Martín, como Presidente Provisional y
único de Cuba, como cabeza del novedoso gobierno democrático inicial de varias
cabezas ilustres.
Sin así nombrarlo ni refrendarlo por escrito, se
conformó entre sus integrantes una entidad aleatoria y expectante para el
pueblo, semejante a un “Triunvirato”
Dicho polo de gobierno lo integraban un ala no izquierdista pero nacionalista
del Dr. Ramón Grau San Martín y con la Secretaria de Gobernación ya en manos
del Dr. Antonio “Tony” Guiteras
Holmes.
Este presidente, Grau San Martín, un
inteligentísimo líder popular y profesor universitario, rehusó jurar el cargo y
la "Constitución de 1901"
tal era lo habitual, ante el Tribunal Supremo de Justicia. En su lugar advirtió
que juraría ante el pueblo llano, al cual convocó a reunirse frente a la
terraza norte del Palacio Presidencial de Refugio No 1, el día de la
proclamación del nuevo gobierno democrático. Grau se dirigió a la multitud
enardecida de nacionalismo y no dejó de alertar a sus seguidores y resto del
pueblo, aseguró,
—«No deseo ni quiero abjurar de la actual Constitución
de Cuba de 1901, teniendo esta la ‘percha’ de la “Enmienda Platt” sobre los destinos
de los cubanos”
Desde 1930, EE.UU. había tendido entre La Habana
y Cayo Hueso, otro cable submarino; el más avanzado de entre la familia de los
varios telefónicos y telegráficos, tendidos desde 1920 entre ambos puntos. Este
cable permitía 7 enlaces telefónicos simultáneos y 2 telegráficos; los cuales
dieron una paulatina conexión directa entre zonas (Oriente, Camagüey, Las
Villas, etc.) Los centrales azucareros, los que correspondiesen, pudieron
conectarse con sus casas matrices en los EE.UU. y otros territorios. Luego, no
resultó raro que cuando el propio Presidente Grau, saludaba al pueblo desde la
terraza norte del Palacio Presidencial; de alguna forma, su discurso fue
interrumpido por uno de sus ayudantes de Palacio, quien le advirtió expectante
y medroso, con un murmullo desalentador,
—«Señor Presidente, por favor, atienda que
esta llamada es de Washington»
Grau, sin perder el aplomo, no dudo en contestarle a su funcionario en
tono decidido,
—«Dígale a Washington que espere, porque
ahora yo, el Presidente, estoy hablando con el pueblo de Cuba»
De esta forma, una respuesta de tan insinuante
firmeza, inusual como tacita resultó en un balde de agua fría a los ‘halcones’ del Departamento de Estado.
Ello devino realidad de lo que sería el gobierno del Dr. Ramón Grau San Martín.
Este día, comenzó el casi fabuloso para los cubanos democráticos todos, el periodo
de transcendentalidad histórica, del después denominado “Gobierno de los Cien Días” Tanto Grau como Guiteras, se lucieron en
el pliego de medidas sociales y económicas que propusieron y lograron ser
sancionadas en beneficio de los cubanos de “a
pie”
Todo sucedía al tiempo que el primero de los
nortes invernales, comenzaba a soplar premonitorio sobre el malecón habanero.
Como si advirtiera a los cubanos greñosos que el Tío Sam, como el temible dios
“Mabuya” de los siboneyes, se
mantenía expectante desde Washington. Pero ninguno de los estrategas de ambas
orillas, norteamericanos y cubanos, supuso que no habría manera que, ‘sangre alguna, real o virtual, fuese llegar
al rio’
En enero 14, 1934, concluyó la etapa
presidencial de Grau San Martín; cuando este fue forzado a renunciar, impelido
por Batista y sus seguidores que ya habían clamado y proclamado por un nuevo
presidente. La acción, propendería a dar paso a un líder opaco, pero candidato
predilecto, cierto que auspiciado por Batista y Welles. Cierto, que el Dr.
Carlos Mendieta Montefur, médico y ex coronel del Ejército Libertador fue
designado Presidente de Cuba. El 16 de enero de 1934 Batista ostentaba el grado
de Coronel del Ejército de Cuba. Cinco días después Washington, ante lo que sus
expertos advertían como “un aceptable
grado de mesura, con garantías para la paz regional, la democracia y las
inversiones extrajeras”, reconoció sin dilaciones al nuevo gobierno
instalado en Refugio № 1, La Habana.
Durante el transcurso de la década siguiente,
iniciada entre rumores, teniendo como colofón la nominación para la silla
primada en calidad de Presidente de la República del Dr. Carlos Mendieta
Montefur (1934-1936), quien desempeñó un actividad discreta pero efectiva (con el
ineludible Corl. Fulgencio Batista gesticulando desde las sombras. Se cuenta
que el propio Batista “sugirió” y puso en la presidencia de la república,
además, a José Agripino Barnet y Vinagres (1935-1936), Miguel Mariano Gómez
Árias (1936- destituido por el Congreso en diciembre 20, 1936) y finalmente, a
Federico Laredo Brú (1936-1940). Época en que se avizoraba a Batista, como una
figura presidenciable para los comicios próximos.
En 1940, Fulgencio Batista y Zaldívar (su nombre
aún estaba incompleto), tras aprobarse la Constitución de 1940; resultó elegido
de manera democrática Presidente de la República de Cuba, para el período
(1940-1944) con un fuerte apoyo del voto popular; en hombros de una coalición
de partidos de casi todas las tendencias, incluyendo la entonces influyente
comunidad española enraizada en Cuba. Resulta curioso que el ya entonces
rebautizado con la casaca de Partido
Socialista Popular (en sustitución del viejo bolchevismo, fracasado internacionalmente (como ahora) y ya
desprestigiado partido totalitario, fundado en 1925, como Partido Comunista de Cuba) no
tuviera escrúpulos en aliarse con Batista.
Sucede, que el partido de los comunistas, ya estando legalizado por el
gobierno de Laredo Brú y con el visto bueno bajo cuerda de Fulgencio Batista, líder
castrense y la indispensable anuencia de los demócratas rooseveltianos del
Dpto. de Estado, en concordancia con la correlación de las fuerzas democráticas
integrantes de la Entente de los “Aliados”,
atentos al desarrollo de la Real Politik
( Jingoistische Lebensraum politik ,
mejor entendida por ‘patrioterismo’)
de los nazi-fascistas europeos y el
ya incipiente bloque del Eje de Acero.
La saga continúa,
© Lionel Lejardi. Septiembre 4, 2010
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press
Addendum
(En construcción)
1.
"Técnica del colpo di Stato"
(La técnica del golpe de estado) de Curzio Malaparte, 1930 o "The man on Horseback: The Role of the military
in Politics" (El hombre a caballo: El papel de los militares en la
política) de Samuel Finer.
2 'Jingoísmo',
un hipocorístico coloquial del nombre de “Jesús” (supuesto vasco), usual en Inglaterra desde finales del siglo XVII. Se
vincula desde entonces con ‘un
patriotismo exaltado y agresivo’ (en esencia, ‘patriotería’)
3
El término ‘Entente’ (acuerdo) ver que el concepto de los “Aliados” durante la II Guerra Mundial, aplica a un acuerdo, coalición,
tratado, etc. entre las fuerzas democráticas
antifascistas. La narrativa comunista
lo identifican en sus libro de ideologías, “como
convenio entre enemigos del Proletariado”, siendo en la realidad una “coalición de fuerzas democráticas contra el
totalitarismo comunista” Sin embargo, los historiadores moscovitas (bolcheviques) “no
recuerdan” a la “International Entente Against the Third
International” (fundada en 1924) que era desde entonces, “una coalición de fuerzas democráticas
internacionales para luchar en contra de la III Internacional Comunista”
Serás bienvenido a mis blogs alternos:
EDC-4794 / pag. 15/15