jueves, 5 de julio de 2018

Estados Unidos vs. “ULYSSES” v/v

Estados Unidos vs. “ULYSSES”
v/v
Se cumplen 58 años de dictadura comunista en Cuba
EDC (Edición Dinámica Contractual)
(Miniserie)

"Un Asunto Americano"


El pulido de Dingley, ¿un juego de Jingles?
(Dispensas por estar en construcción)


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Pulir la "Acta de 1890"
Cuando desde lejos se perciben rumores nítidos y aullidos un tanto estentóreos de las claqués del oficialismo totalitario y sus primos liberales, libertarios, anarquistaspopulistas, etc. Esa "Nueva Clase" voraz de "chupadores ultra diamantinos" de las Nomenklaturen todas; nos producen espasmos e inclinación a divagar pesadillas (con filtros de aprobación democrática) entre los meandros cerebrales siempre protestones, de un brillante autor, complicado en armar tinglados dramáticos de complejidad alta. Es que tales evocaciones, no podrían escapar en otra modalidad de un James Joyce. Uno de los tantos creadores literarios enfrascados en domeñar, a cualquier costo personal o artístico, las  ansias y placeres en contra de cada eunuco ridículo; encargado gubernamental del orden (según los tiranos) que debe reinar entre las hetairas de un serrallo erótico. Tales artilugios, son exactamente en lo que desean los enemigos de la democracia en todos los territorios ocupados por los totalitarismos. Es advertir que tales singularidades atañen a los intelectualoides tripulantes del  bajel castrista; ya naufragados; convertido en prenda de los 'Juegos Chamanes', a fin de no prescindir del bocado oficial y su terror intrínseco a expresar la verdad que les ataruga. En realidad, el interés único de estos morones; yace en el cómo y cuándo molestar a la sociedad norteamericana; siempre bondadosa con los malagradecidos y tunantes, esos con las manos y pies extendidos al noreste. 
            Tales integraban el listado de quienes, desarraigados, como casi todo 'exiliado' primado; algunos, falsos de nacimientos; entrenados para hacer de beligerantes a diario lo de Baudelaire, cuando este arremetía como 'toro de San Fermin', contra la nada de la generosa sociedad francesa toda. Aquel emporio de justezas y verdades productivas; en todo el ámbito bello de la laboriosidad humana. La que "El", nigromante de letras y adivinanzas, servía de espejos lúdicos a estos otros cariados sociales, en su conjunto.
            Tales copycats de nuestro caso, habanero, todavía sin compases ni genuflexiones de bailes corrompidos y revertidos en beneficio de los enemigos internos y externos de los EE.UU. Porque no son secretas las malas intenciones de sectas adoradoras de lo que ellos, los acechantes del génesis criollo (el old country de Oregon) inventaron entre relinchos y boqueos foráneos (eminentemente anti norteamericanas) chulampines de cresta alta que, resoplan y claman por espacios bajo la sombrilla constitucional, acampadas en nuestros lares. 
            Es por ello que la "Acta de 1890", pulida por Dingley en 1897; marcó puntos de cotejo, a veces de confrontación; por parte del gobierno federal norteamericano con la intelectualidad liberal, anti purista, de modo igual e ignorante a 'cal y canto' de su esencia y reminiscencias ilógicas. Casi siempre inmersa per se  y furiosamente proto liberal, por el simple vicio de refunfuñar; además de eternamente boyante sobre la falsedad de sus hongos fálicos humectados de ridiculeces; prosiguió su contaminado inescrupuloso. Ello abarco tanto a la sociedad norteamericana de entonces y parte de la actual, aunque no toda, dado las denuncias  y alertas de las medias probas y sus líderes.

En el decir de Bloom y Dédalus
Joyce se sorprendería más adelante, con la ventolera provocada por las remembranzas que él insertó por mano propia en las meditaciones, casi a ultranzas, entre monólogos de sus personajes, Bloom y Dédalus, en aquellos días aciagos en Dublín, en especial, uno. Elementos básicos para desarrollar la receta de la destrucción moral argüida por algunos, perfecta. Se dice de los sistemas totalitarios cuna y remanso diabólico del INDEX sinistrorso; un erial pétreo, por donde deambulan con sus ridículas mochilas, soldadas al hombro guevarista. En ese tumulto, afloraban liberales, marxistas, fascistas, izquierdistas de toda la gama chancletera, incluyendo las nunca fiables fundamentalistas y de otros costales del "tentetieso cacho e'cabrón, que te parto los coj... Por lo general, los modernistas atendieron más a la forma expresiva de sus obras, a veces con las naturales insipideces de cualquier obra humana, como de momentos estelares. Valedero al contenido vertido por su Ego y no por la belleza de lo comunal. Tales algoritmos de la aparente lujuria infrahumana, son los que conducen a los infames tríos sexuales, contemporáneos.
            De esta indolencia se exceptúan luminosidades tales, incluidas como los escritores distópicos; quienes así lo revelaron en sus obras; tales fueron sindicados de clarividentes, como las de George Orwell con sus "1984" y "Animal Farm" o quizás también el épico, "(El) Señor de las Moscas" de William Golding (ninguno, con relación temática o narrativa alguna con el "Ba'al Zvuv" de la literatura mítica o el también "huésped" mirado de reojo, presente en la iconografía cristiana. Joyce, resultó entre sus otras variadas adjetivaciones, un autor nunca mejor pegado a la posible realidad del futurismo sintáctico del propio realismo de ficción
            Este creador representó la calidez de un escritor serio. Una buena parte de los intelectuales, incursionan en la literatura y pintura, ambas 'obras duras', a través del género de "Ciencia-Ficción", cuya interpretación requiere del lector, no solamente el saber leer entre lineas, sino también, saber sobre qué lee. Es un doble esfuerzo, no muy popular, por la demanda extra de sentido común e inteligencia, siempre empobrecidos por la dogmática conculcada por los comisarios marxistas, patrocinadores furibundos del liberalismo, concupiscencia, desorden sexual, anarquismo mental y otras debilidades dipsomáticas. 
            Variante, sobre la que bien pueden opinar autores que van, sin que establezcamos temporalidades; desde Thomas Moore, pasando por W. G. Wells; hasta detenernos en un nuevo compás de espera, en George Orwell, la cita, por mencionar algunos ejemplos. Dando un salto en el espacio-tiempo, veríamos que el  "Cándido", de Voltaire, es un caso de protesta metonímica al expresar bajo un tropo a plenum, la siempre indeseada opinión además de discordante, con la de los míticos “Orejones” sudamericanos. Es cuando la censura brota y es llevada a cabo tal si fuera un oficio excitante y no menos libidinoso. Un ejercicio de entes lúbricos, claro exceptuando toda actividad de los editores, atormentados entre las sombras. Así, con la participación obligada y excluyente de mediocridades sensualoides, atañibles al partido político, plutocracia o secta religiosa que ostente y ejerza el absolutismo, en ese momento preciso.
            Tales medianías burocráticas, alardean de practicar esta cirugía pateta del cómo le conviene a sus colmillos tiránicos y a lo burdo de la tarea de opresión sobre los individuos. Tal, previo Joyce, que en su esencia de mayor rigidez, es aplicada con el empleo de serruchos desdentados, en lugar de escalpelos, tal hacen los izquierdistas en su furia homicida.

Marchas en común
Se destacan, coitos reservatus entre escarabajos tornasolados y mariposas picassianas, es la esencia frustrante del mensaje, porque de antelación, fueron logrados coitos entre escarabajos, mariposas y palomas picassianas, todas de un rasante 'vuelo popular' Es la nacionalización de los ayes del pueblo apresado para colmar las arcas de la camarilla comunista de turno, hasta el aire mismo. Ese aroma agrio y  pernicioso además de confundidor, ayer y hoy, aleteando en el lado opuesto de las democracias. Allí se retuercen como escarabajos ansiosos de coitar a las mariposas zurdas del batilongo rojo. Esas responsables eternas del desastre amenazante mancomunando entre las izquierda tornasoladas, entidades ultra destructivas como es esa especie gerontocrática de la izquierda liberaloide, que se hace pasar por democrática, mientras acuna ensoñaciones con el dueto Comunismo-Fundamentalismo; ahora con intenciones de crear una imagen con trasfondo religioso. En dichos sistemas totalitarios, liderados por uno o más déspotas o una entelequia teocrática de las más aburridas y grotescas conjunciones estereopáticas; como son las mediorientales; sin importar la etnia. Ello, dado que el pastel es ofrecido falsamente envuelto en perfecciones diabólicas de un cuerpo y un espíritu, cuasi humanos. Inculcándoles que en la inmolación, el desarte de matar encontraran el pasaporte al paraíso. Toda una preciosidad que sus mentores evitan dar el ejemplo, a cualquier precio.
            Los individuos son lacerados cuando se les aplica la censura oficial, la cual es para deleite de los opresores y torturadores; una especie no disimulada actuante como un filtro y osmótico, amoral y sub ideologizado, el cual actúa como barrera de desinfección del himen policíaco. Este último tornillo de los tiranos, es de instalación obligada entre los centros generadores de ideas y el cerebro inerme del ciudadano común. Le apodan bien, lavado de cerebros. En sus inicios, Joyce no pareció entender la reacción estatal y de sociedad estremecida por los sans culottes y las camisas rojas garibaldinas, arrollados por las fuerzas de Louis Adolph Thiers, en  la Revolución de 1848, a las que Marx atribuyó dones fantasmagóricos cabalgando en calzoncillos por toda Europa, de los cuales no poseía ni siquiera el contenedor, entonces incrustada en barricadas de toda la región parisina.
            Dédalus, nunca entendería el intríngulis, del por qué bajo estos regímenes totalitarios, la censura es coquetonamente partidista y sectaria, supeditadas en cuerpo y alma a la voluntad del líder de turno en la banqueta de mando. En su plano genético paralelo, la lengua se tuerce y abdica solemnidades, cada día y por siempre, mientras la acción represiva brota, ya avizorado en unos casos, del éxtasis coital (sublimado) entre escarabajos kafkianos de vuelo popular y mariposas exóticas fellow-travellers, siempre ansiosas de ser violadas en descampado. Mientras que en otros, la torcedura del Id venal y el Superyó pineal, devienen envueltas en la más letal de las supersticiones: imaginar que lo irreal es real y que lo falso es verdadero, en una aceptación virtual de la falacia como resultado del ideal dialéctico enunciado por los griegos. Es el mundo fantasmagórico descrito a fustazos en "1984"

« ¿Qué es obsceno
 Inquirió el magistrado J. Woolsey. Tal es y seria la primera interrogante a contestar por los críticos y censores habituales, dueños del habitáculo oficialista. Entre ellos, uno de los nueve escarabajos negros, inescrutables; el concienzudo y siempre inesperado magistrado, J. Woolsey. Porque entre otros avatares diversos, al menos, existían aquellos ejemplares raros no vedados a la vista profana del público. Porque Woolsey, no era, ni parecido a un parsimonioso miembro de la corte judicial interpretativa, más alta, de los EE.UU. Además, propio de otras sociedades (donde no existen aun) pero con las huellas entre sus manos. No una indefensa criatura literaria, sino todo un avatar forzado sin historia previa, que vibraba entre el ente que ulula enloquecido en el alminar del censor público fundamentalista y la yegua alada que le revolotea erotismos paradisíacos, aferrándose más a sus ilusiones adictivas para dañar lo mejor de la intelectualidad nacional. Ver las odiseas de Salman Rushdie, Reinaldo Arenas, Karel Čapek o Aleksandr Solzhenitsyn. Solo, por citar algunos de actores dañados por lo "real maravilloso" del onirismo carpenteriano, al cual los arquetipos de hombres bisagras, por cierto, bien acorralados por Martin Luther King Jr. cuando definió; en uno de sus pensamientos certeros a los "Hombres Mediocres" de su tiempo y entorno, en calidad de medianías chatas, atentas a doblegarse para que otros hombres cabalguen sobre sus espaldas, siempre genuflexas en "L" invertida. 
            Bloom y Dédalus navegaban, al parecer, en un inexplicable bajel de lujuria excitante; ajenos a que tiempo después su quehacer 'cotidiano' se la tendría que ver con unos aduanero neoyorquinos, acuciosos como todos los demás en el oficio. Algo así por sus implicaciones o malos entendidos, como las circuncisiones estelares inferidas por un tal Henri de Toulouse-Lautrec en el mismo agujero del "Moulin Rouge" escanciando un Pinot Noir borgoñés. En la disyuntiva de los términos latos inherentes a la censura apologética de los tipos obscenos, basta que el ciudadano alcance el punto excelso de la oclusión psíquica. O también, que se sienta azocado por el terror clásico de su propia auto flagelación, a causa de la escandalera censurable.
             "Todo consiste... (aseguran los cronistas stalinistas, historiadores intoxicados de etilidades únicas con aptitudes anti regurgitantes aptos para resistir la mordacidad cínica de la nomenklatur)... en arrojarle algunas piltrafas al populacho, de vez en cuando, para se calme y no piense como los estrujan y de lo que carecen para una vida digna" 
            Al final, se puede agregar, que las cúpulas se regodeen gozosas y seguras en medio del rebaño, obediente y silencioso cuyas manadas pacen en sus primorosas “Animal Farms" al estilo orwelliano. Los estudiosos ejemplarizan tales sociedades con los casos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Vietnam, Corea del Norte, China, Yemen, Irán, etc. Entre otros, conformando un retablo perfecto de saurios políticos o religiosos, los cuales rondan tercamente la quinta edad de la ya carcomida y destornillada era Comunista-Fundamentalista. Una proto form del no igualitarismo en alas de un despotismo distópico e inaceptable. En forma directa, es el ciudadano quien se reprime a sí mismo, en auto flagelación sin atender a cualquier vicio de dicción o señales unívocas de su arrepentimiento ante el entorno del estado policíaco o curia fundamental que le rodee. Recordar la odisea del autor de  "Versos satánicos" de Ahmed Salman Rushdie. 
            Luego, el conjunto de conceptos imbricados y enlazados a este término tan sensible aunque claro y sin dubitaciones; varía en cada sociedad aunque su definición por lo general, siempre ha reñido con la época y clases calaña de las clases dominantes. Es entonces que los magistrados ante el “ULYSSES” de James Joyce, debieron replantearse ¿Qué es obsceno?, como la expresión posible de un mundo en transformación hacia un liberalismo destructivo, envuelto en una expresión escrita en forma artística (ético-sensorial) Por lo demás, contraria a lo que acontece con el resto de los elementos exaltadores de valores 'puristas' (los tipos que abogan por la destrucción y desbande de toda 'línea de contención' (digamos, la fornicación libre en público, detrás de cada latón de basura) en nuestro caso tales serían líneas rojas contentivas del desborde como son: decencia, moralpureza, euritmia, civismo, lealtad, patriotismo, respeto y otros miles de axiomas humanísticos que nos diferencian de los animales, por siempre, irrebatibles en nuestra cultura judeo-cristiana (ver los zoofilicos) Otro de los magistrado, dicen que arguyo respecto a la moda,

  «“Obsceno, es todo aquello no cubierto por el atuendo casual”»

            "Según plañeron los castos (argumentan con cinismo, los impúdicos), esta palabra es maldita o divina, según el ojo negro del canario, tiende a poner a los humanos en su justo lugar. Pero nadie quiere hurgar en su interior. Es el rubor del comedimiento humano. Así, encontrar el meollo para solventar la cuestión de lo que se puede interpretar como 'obsceno', fue reeditado entonces en la Corte Suprema de EE.UU. Entonces, esta última estaba poblada por magistrados coincidentes con la “Ley Seca” El caso de Joyce, su “ULYSSES”, arribó casi náufrago ante los magistrados. Exacto, cuando surgió la controversia a causa del mencionado "libro inmigrante"; que daba patadas en las canillas de los aduaneros para que lo dejaran entrar, como una especie nueva de "indocumentado" Nada menos que al paraíso terrenal americano de la expresión libre y al cual ansiaba conquistar. Al final, dicha Corte, había pre dictado o dejado "liquear" cuerdamente:

«"Obsceno es aquello tendiente a provocar impulsos sexuales o inducir a una sexualidad impura y de pensamientos lujuriosos"»

            Luego, el tratamiento de lo obsceno resulto finalmente atemperado a las reales opciones ético-morales in situ, no en calidad de proclamación pública. Pero resulta equivocado sostener que éstas naturalidades son valores exclusivos de Occidente. Tal es, aquilatando que tal modo de pensar conduciría a mistificaciones peligrosas si damos por aceptado que el desenfreno de bacanales sexuales articuladas por nuestros enemigos como coreografías trascendentes en grupos, según sus ganas, es "virtud" y no "indecencia" Por otra parte vemos los casos de absolutismos aberrantes observados en sociedades selváticas o de cafres mentales; donde es oficial la poligamia, maltrato y ablación de la mujer (el indudable salvajismo de las mutilaciones sexuales auspiciado por los fundamentalistas y sus sectas), por no decir más allá de las otras infamias tan mortales como denigrantes
            Es saber que estos salvajes y sus aberraciones, conviven entre nosotros. En esencia, son las mismas entelequias demagógicas que hipócritamente sólo dejan mostrar los ojos a sus mujeres, relegándolas física y mentalmente a la miserable vida oculta y mental del camuflage, que padecen en medio esa terrible "Misoginia Fundamental" No son muchos los que entienden la jerigonza del mesianismo. De donde emanan iniquidades literarias, tanto conceptuales, morales y corporales, los cuales son con frecuencia artículos confundidos. Luego, sería ingenuo suponer que estas sartas de calamidades no se extiendan al resto de las actividades de sus ciudadanos ya maltrechos, como es el abanico de las bellas artes.
             Tales iniquidades, de hecho, sí resultan inmorales y obscenas, bajo la sensibilidad de la exquisitas buenas costumbre ciudadanas (privadas) en las democracias occidentales y las doctrinas judeo-cristianas. Por lo que debemos estar atentos, con el otro ojo negro del canario y saber, perfectamente abierto:

            “Hacia una moral sin dogmas”, planteó con aciertos el argentino luminoso, José Ingenieros, indignado contra los amorales.

            En esas otras sociedades totalitarias, tales desmanes están pretextados en dogmas políticos, tribales, étnicos, religiosos o todos juntos. En eso, “ULYSSES” delineó una catarsis casi perfecta del desdoblamiento humano. Estos arquetipos de oligarquías mentales, ensoberbecidas e inmersas en sus impunidades totalitaristas y populistas; tremolan su propio mal concepto de la moral y decencia al determinar el diapasón monoaural (por lo general, zurdo) sin derecho a réplica, dentro del cual han de moverse las virtudes y defectos de sus atribulados conciudadanos. Por eso fue importante para los EE.UU. discernir gradaciones en aplicar el sello de "obsceno" respecto a la publicación de marras (ULYSSES); ya que se hubiera confundido o arruinado la preservación del patrimonio ético-moral de la sociedad occidental, de implantarse censuras literarias ominosas, aunque fueran sin intenciones dolosas. Ver los anales de este conspicuo proceso en la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU. según el legajo jurídico:
                                                                                                         
UNITED STATES vs. ONE BOOK CALLED "ULYSSES"

            Sucedió que la moción no pleiteaba contra un libro del trópico sensual y más que tibio, sino, de manera sorprendente contra una obra arribada desde la fría Irlanda. Cuando la cuestión fue puesta en manos del magistrado J. Woolsey, la cosa tomó su nivel, ya que desde 1929 el Senador Cutting había desentrañado parte del acertijo. A Woolsey le recayó la tarea de opinar acerca de la obscenidad sospechada por los oficiales de aduana, con respecto a esta publicación extranjera que se pretendía ingresar en los EE.UU. Woolsey no entendió otra forma más justa de opinar, que leerse la obra de cabo a rabo (unas 800 páginas) y tomar criterios de otras personas, ajenas entre sí.

¿Qué dijo J. Woolsey sobre la moción y el beneplácito?
El fallo final, de unas 1800 palabras, señaló la obra, con una respuesta magistral condensada como:

            «"Una alegoría del  “tour de force” sorprendente, en un intento sincero y serio de desarrollar métodos nuevos para observar y describir el comportamiento humano. No es apreciable que haya sido un intento pornográfico.
            La posibilidad de que dicho libro despierte tales sensaciones en una persona de instinto sexual promedio, los franceses le denominan "l'homme moyen sensuel", es remota.
            Luego, después que hice largas reflexiones, considero que la obra en ciertos aspectos es emética para (algunos) de los lectores, pero de ningún modo afrodisíaca. El libro, por lo tanto, puede ser admitido en los Estados Unidos de Norteamérica"»

            Dicho fallo devino lección trascendental que marcó época para todos los estamentos de la sociedad norteamericana. Woolsey, dejó establecida la diferencia entre lo decente y lo obsceno, sospechado infundadamente por los puntillosos, pero alertas aduaneros quienes pulían a diario la excelencia de sus pruritos profesionales. En esencia, el choque de los puntos de vista entre ambas corrientes, hizo que la moción apuntaba al caso específico de: UNITED STATES vs. ONE BOOK CALLED "ULYSSES" (Estados Unidos vs. un libro llamado "ULYSSES") de 5 Fed. 182, 1933 y no otro, deviniera pauta para la libertad de expresión amparada por la Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU.
            Para entonces, la corte había fallado sobre este libro mayor de Joyce, que más adelante marcaría uno de los hitos en el quehacer literario modernista de la lengua inglesa y como patrón de la nueva corriente literaria. Nuestro autor, reiteramos, era un irlandés nombrado James Augustus Aloysius Joyce. Tras el fallo de Woolsey acerca del "ULYSSES", y ya con la obra liberada de sombras, la misma fue acogida en los EE.UU. con todos los honores del beneplácito norteamericano.
            Este clásico y sus personajes, de manera permanente, son objetos de discusión a través de los años, por parte de sus admiradores en Talleres y Círculos Literarios. Es el 'por qué' estas actividades se acostumbran realizar durante todo el mes de junio ―tal ocurrió en junio 16, día en que se desarrollaron los eventos narrados en "ULYSSES" por parte del personaje principal, Leopold Bloom―, a causa del Bloomsday de marras. Sucede que también, medio que cunde el pánico en la efemérides, puesto que Joyce nació en Dublín, Irlanda el 2 de febrero de 1882 y murió el 13 de enero de 1941, en Zúrich, Suiza. Un enigma que al parecer, todavía nadie ha podido descifrar.

            Fin de la saga.

© Lionel Lejardi. Febrero, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press

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