“Elogio de la Tristeza”
I/V
Se cumplen 59 años de dictadura comunista en Cuba
“Un Asunto Cubano”
La Cautiva (frag...)
(Aser)
“Quiero y
sé, sin embargo,
que
nunca te podré abrazar
al contenido de mi corazón.
Tú eres ese cielo claro y brillante.
Y en este rincón de la jaula,
soy un pájaro cautivo.
Detrás
de las barras frías y oscuras…
Forugh
Farrokhzād
(Poetisa iraní)
Ver la belleza interior de esos seres píos, tristes y melancólicos de por siempre
Acerca de entidades, sin máculas execrables
Porque exactamente tal y no otra cosa es la dulzura de la permisibilidad inherente a esa “L'élite des élus pur la Providence” (Elite de escogidos por la Providencia) que gobierna la obra del quehacer diario de los cultores de la Tristeza. Algo así inexplicable solo en los tiempos heroicos, sin ascetas ni ilotas, remando gustozos el bajel oprobioso de los tiranos. Ello, definido así a contrapelo de como el estado catárquico idóneo de auto protección, protege la suavidad natural irradiada por este modo de vida libre y no de un caracol, melancólico apresado dentro de un hábitat virtual tildado a veces de exclusivista. En la mayoría de las ocasiones, la adjetivación es gratuita y peor, activada sin explicar o siquiera manifestar las causas y si estas, persisten. Tal deviene tendencia desordenada del populismo ingenito a la izquierda obnubilada. Es una forma abismal de la magia estrábica del "Ojo de Kelly", a veces confundido con el talisman inca de Zoltec. Porque la secuela social de los agitadores profesionales, se arropa con harapos asumido como uniforme politizado a vestir troncheras y digitalizaciones a manos de la fanaticada del populacho; siempre dispuesta a pescar en toda agua cenagosa, a vistas siempre en el ámbito de su ambiente desordenado. Porque a veces la Tristeza deviene flujo natural, tal trauma humano, siempre interno, aunque silente y ajeno de solemnidades (a veces, mal entendido como apocado) de nuestra alma, sin compromisos con el entorno, ajeno a su hábitat. Esa virtualidad de cada humano con singularidad semejante a la tuya, cristaliza plasma de un paisaje inimitable, como el Überich (Superego) de los tuyos, quizás ancestros de una tradición oscurecida y desconocida para ti para mí y los otros, a veces desconcertados acerca de los origenes verdaderos de nuestro gen.
Dibujo a la pluma de Hans Holbein, el Joven en el margen del ejemplar de Oswald Myconius de la edición del Elogio de la locura de Erasmo de la edición de 1515 |
Porque el tema de “Elogio de la Tristeza” epónimo per
se, ni es sátira ni razón que ver de
manera tácita o aleatoria con ideas, conceptos filosóficos, religiosos u otras
reflexiones causales que confunden al humano tipo. Ni tan siquiera con los
virtuosismos del holandés, Erasmo de Rotterdam (née, Desiderius Erasmus
Roterodamus) ese adalid del anti rutinarismo, corrupción clerical,
conformismo y corrientes varias del pensamiento humano y otras ideas. Solo que,
a veces, evoca otras el concierto de artes humanistas mentales y sus semejanzas,
no somáticas y casi esotéricas, las
cuales han logrado prevalecer por si mismas en el asomo temerario del maravilloso
mundo de los Pesimistas.
Porque aseveramos sin lugar a dudas que, dicho sin mayores loas
o calideces fundamentadas como irreales, gratifica suponer que la mente humana
es optimista per se. Cuando en la realidad,
es todo lo contrario como premisa
existencial. Es admitir que, dada la consecuencia del hábitat humanizado; sin intervenir que valga la tal categoría desentendida
o no como característica insoslayable del supino. Porque, la necesidad urgente es
tomar por los pelos, un factor nunca antes considerado en relación al Pesimismo,
decimos entre otros más, porque tal vigilante es el alerta requerido, a los fines de obtener la sentencia de un mundo nuevo. Esta es la razón del eterno
vigilante de su entorno, siempre agresivo contra los intrusos que les amenacen
penetrar en su Ich (el Yo) siempre reluctante e intolerante con los intrusos.
Recordar que el entorno del plano cotidiano en que nos
movemos, se comporta como un monstruo que, aunque horrible y real; a veces se
nos presenta físico y a veces intangible, de acuerdo al momentum. Bajo la óptica de la Ciencia
Ficción, se catalogaría como lo es hoy; una interfaz digital habilitada
con ciertas facilidades y características inherentes a un dispositivo digitalizado
(transductor) de acoplamiento de
señales, respondientes a ciclos de ondas asimétricas replicadoras. Porque la
alegría siempre y por deducción lógica y sin importar el plano en que nos
movamos los emisores humanos, es simétrica.
Tanto, tal si fuera un "organismo vivo" y bien organizado; capaz de devenir en un “ser poliformaláctico" o sea, una
entidad corpórea capaz de cambiar su forma física a voluntad propia y de manera
independiente del hábitat u otros ruidos, negros o blancos, casi siempre
presentes (como indeseados) en el tráfico de información por medio de las
técnicas de telecomunicaciones. Eso es en cuestiones tocantes al carácter
humano yacente en su psiquis, porque
el nuestro la tiene por la fuerza natural materna, sino, los resultados serían
aleatorios, revueltos en el Überich laxo del subconsciente.
Salvo excepciones, todos los seres orgánicos racionales gregarios
(humanos) coinciden en sus puntos de vista en relación a su entorno social, con
características afines. Decir, se auto catalogan en el orden de su valor
absoluto, como Pesimistas (la gran mayoría)
y Optimistas (la minoría) Dado que tal depende,
en las estirpes nuevas, de la facilidad ofrecida de contar al nacer con una
estructura física y mental, su base física (cuerpo de sostenimiento) no dañada
por sus ancestros inclusiva,
nominalmente catalogadas desde tiempos ha, de taras o vulgaridades, señaladas en calidad de máculas apoderadas del mundo
interior (Ich), perceptible aun por
los nonnatus.
Ninguno de estos últimos, es culpable y en consecuencia,
como sociedad debemos auxiliarlos para incorporarlos al concierto de la
corriente humana, esa a la que todos, sin distingos; excepto aquellos
masoquistas (auto cariados, per se)
por retro efecto de sus maldades
propias, los infra higienizados por sus sistema políticos o religiosos,
aberrantes.
Todos somos o estamos vinculados, queramos e imaginemos o
no, a alguno de estos estamentos primarios, en función de álabes imbricados en su catalogación consciente de pesimistas
(Alpha) u optimistas (Betha) donde cada uno de los mismos tendrá su valor preponderante
para todo organismo, racional o irracional, decir, respondentes y condicionados a su estamento primario. Este
deviene absoluto y sin variantes
cuando lo observamos como el “instinto
básico de supervivencia”, vinculado de hecho, al nicho generalizado de los pesimistas, del cual, por decantación quedan los optimistas.
Estamos por la opción de los pesimistas,
dado que es la única que apuntala nuestra seguridad
física y mental en relación al hábitat
material, generalmente agresivo y sin reservas, por ende, no apto a nuestro
entorno psíquico. Dicho en términos, hoy ya populares, son estamentos de la
mente obnubilada que apuntan a seres humanos oscilantes, que a veces “están
alertas o no lo están” Estas premisas cuando son aletargadas por efectos de
distracción introversa, se agotan en
ocasiones y descansan, de manera habitual en catarsis temporales.
Una de estas sensaciones descansa en los mensajes sublimales
utilizados en las técnicas publicitarias, cortapisa del “Efecto
Poetzle” (1919) el cual
imbrica de cierta manera con estos mensajes de muy corta duración, la potencia
de penetración cerebral y su permanencia. Lorenz, les describía mediante tres
ecuaciones diferenciales ordinarias acopladas a los fines de describir el clima
en el tiempo futuro.
"La
Tristeza”, es el estado
mental no catatónico, proveedor de la mayor salud mental, natural para los Pesimistas,
sean éstos alegres, tristes o melancólicos
Porque también existen los pesimistas tristes, como otro de los
estamentos innatos adheridos a los diferentes matices dulces de la melancolía. Esta
melancolía, subyugante, se manifiesta
impregnada de sutilezas que la componen ―absolutamente emanada de la Praxis― donde yacen las fuentes de los
recuerdos. Estos eventos plásticos, propios de la destilación inducida por el subconsciente,
son los que nutren a quienes disponen del vigor que implica adorar y estar en
posesión de la tristeza, en calidad de operador único de lo justo y más
deseable, al hombre de todos los tiempos y bajo cualquier circunstancia, no
abominable.
“La ética máxima” a cuidar por
escudriñadores de la psiquis
Es
que al romper los sellos de un nicho psíquico les implica, entre otros eventos
aleatorios, desenvolver las historias
íntimas sin quebrarlas, tales si fuesen frágiles tramados de telarañas.
Porque en esencia gentil es penetrar (invadir), hurgar y desnudar un alma
inerme, a veces bajo hipnosis, sin permiso. Es una invasión de segundo grado al
Id
(Ich) galante. Es cuando son
activados los resortes auto defensivos, en calidad de elementos o calzos
amortiguadores, contra los ataques súbitos de cualquiera de los planos
extraños. Digamos la depresión, la cual es una psicosomía perfectamente
neutralizable por medio de la voluntad simple. Nada de pociones brujeras o
fármacos. La catarsis optativa del humano es un conjunto de variables
emocionales sanativas anidadas en los recuerdos y sueños que dan forma y se
manifiesta en aquello confuso que denominamos premoniciones, cuya calidad peor es la lentitud en su activación ―decir,
lo contrario a los "instintos"
en los animales y hetero animales― en obrar de inmediato ante las señales de
alerta proveniente del entorno.
En los animales inferiores los
sensores adquieren esa forma estimulante de lo que llamamos instintos, una manifestación casi única
en estos y débil en los humanos; a causa del hábitat civilizador que le ocluye
o solapa los elementos sensores desarrollados durante la “etapa salvaje o natural” como pueden ser el oído, olfato o visión
ante la proximidad del peligro. Está claro que se exceptúan los instintos de conservación, reproducción y la persistencia enervante en el coito que en el
hombre moderno dualiza, zafio, el factor reproductivo con el simple placer por
el placer erótico, que en todos los animales de la escala zoológica, constituye
su naturaleza primaria o constante como la dominante de protección para la
consecución de la especie.
La lentitud de las premoniciones no
puede ocurrir así en el caso del instinto, dado que este impulso natural como
virtud del animal inferior le implica hacerle más veloz en sus reacciones,
tanto defensivas como ofensivas. Es su arma ambidextra. Entonces, en estos
casos, sería saludable considerar que de no obrar los sensores con ligereza,
ello pudiera peligrar la vida del animal bajo acecho, por parte de sus iguales
o aquellos de otra especie. De donde el optimismo
en los humanos, no puede congeniar con los animales, porque estos elementos
vivos, solo tienen la opción del instinto,
asombro o terror al “otro” Una transliteración conceptual, se acercaría a la
del pesimismo en los humanos, y por cuya razón,
están en la obligación de permanecer alertas durante todo el tiempo. Es requisito,
sine qua non a fin de resguardar su
vida.
Los humanos, influenciados por las
comodidades de la civilización, es pensar en una sociedad racional y abierta
generadora de los Altos Principios griegos y toda la filosofía
misericordiosa de la judeo-cristiana. Nunca, en otras sociedades (lindan en
verdaderas sociopatías) opresivas y
cerradas como la vendida al "por
mayor" ofertadas por las pseudo sociedades comunista y el resto de las
fundamentalistas, incluyendo las de opresión política en su ámbito del
muestrario o versiones peripatéticas, tienden al totalitarismo, más cruel.
Estas beldades tienden a debilitar y
bajar nuestras defensas naturales ante
Filosofías
artimañolas, ofensivas y defensivas
Una
antítesis (este trabajo no es el
lugar del análisis) es el
entrenamiento militar intenso que establecen los estados modernos, como los
integrantes de la NATO; entre otros objetivosMarines y Policía Special Teams Navy (SEALs), SWAT, etc.; donde ambas categorias decir pesimismo,
optimismo, son observadas bajo dinámicas sorprendentes rápidas, dado que estas catalogaciones no son
aplicables enteramente y de manera exclusiva a los animales inferiores. Ello es asi, porque el instinto de alerta permanente en los
animales, ya advertimos, es un estado psíquico equiparable a la naturaleza pesimista del humano tipo.
Pulgar Falso (thumb tip) (Cortesia de MG-MG), 17 nov. 2007) |
Se evidencia entonces, que el instinto en cualquiera de sus manifestaciones, incluyendo las
reproductivas, es todo lo contrario al optimismo,
siendo su equivalente al pesimismo
en los humanos. No es redundante, en absoluto, dado que los comunistas disponen
de una gama diversa de ADNs. Los líderes integrantes de la sociedad indoamericana,
empujaron a las masas del lumpen proletariat, siempre ávido de
solazaduras, las cuales yacieron adormilados (curiosamente durante un tiempo en
brazos del Eje Apocalypto, ALBA), acudieron golosos hacia esa especie de
pila bautismal del comunismo; renombrado a sotto voce en la misma como socialismo, populismo de izquierda, progresismo, utopía, Jauja, etc.; son en la realidad simple indicadores cuya
traza conduce a su apología ideológica real (siempre proclive al mal) hacia una
perlesía de catarsis alternativa,
paralizante plasmada en una sola página: el encallamiento de sus viejos galeones (líderes), inmovilidad y el fracaso consecuente (grey militante), tal han demostrados los desastres sociales de la ultraizquierda, incapaz de sonreir, tornada en sociopatía endémica.
Tal como advertiremos en cada etapa de estas tesis, el “hombre" no deja de ser el animal
superior por excelencia. Y lo es también por cierto tipo de instinto leve subyacente en el individual; algunos de los cuales son
los recuerdos de sus andanzas en los finales estructurales de su vivencia
dentro de la horda; y no por alguna licencia de alquimia extraviada que se le
haya insertado, ni siquiera por auto inoculación casual. El Optimismo y las premoniciones se les
consideran, si acaso, factores débiles contaminantes por su naturaleza
primitiva psíquica o con la adición bajo estados sublimales, del Ego
introvertido en calidad de un "pulgar
falso" (thumb tip) asentado
en didácticas con visos mágicos.
La aceptación tiene bastante de simbolismo, puesto que el
tipo pretendido como optimista
en la realidad es un pesimista encubierto, cobarde hasta los
tuétanos. Este "Novy ľudská bytost,
naplnený strachom" (Ser nuevo, repleto de miedos) de manera
inconsciente, tan automática como el afloramiento de multitud de instintos,
deviene entre vapuleos y sopetones, en un Pesimista.
El planteamiento o tesis: Es infundado admitir o suponer que el hombre como tal, es
un animal deambulante en el plano virtual, y que sea por “defectos de
fabricación” un optimista intrínseco. En el mundo real, es exactamente lo
contrario como un ser entrante a un mundo frío; decir; no vaginal, no amniótico
ni digestivo con el cordón umbilical, ya perdido.
También, porque ello va contra el
propio ser asustadizo que marca al bicho humano como tal es su intra naturaleza
inteligente. El hombre inculto o no se mete en estos vericuetos del Id
o, simplemente, desconoce siquiera que existen esas estructuras armónicas,
increíblemente asociadas a psicopatías anamórficas las cuales además, son
relucientes para el observador exterior. El
Pesimismo,
es la condición natural del humano dado que este proviene de la cantera común
selvática, aunque dicho individuo se repita interiormente o se deje susurrar lo
contrario, por sus vecinos, familiares, amigos u otros identificados como
casuales.
La hipnosis exógena, inducida, es incapaz de retrotraerlo a
una condición de regresión en busca de sus ancestros o generadores del momentum, inexistentes. El Optimismo, es poesía palindromática (simple inducida), en
la generalidad de carácter exógeno; tan aderezable como cualquier rata del
desierto; para acompañar con la papilla dada a los párvulos que plañen por
sentirse desatendidos, tales maúllan en calidad de seres inmersos en soledades,
tal pucha de “Gatos en la cuna” (2)
Del mismo modo, el Optimismo carece en lo absoluto per se, de
posología médica y actúa como un placebo o remedio ansiolítico; sin solucionar
ninguno de los conflictos sicosomáticos del individuo inmerso en sus
conflictos, frustraciones y contradicciones emocionales. Por ser una condición
psicótica adúltera, sin medicación, debe ser tratado como el fracaso de un mito
auto impuesto por su carencia de lógica analítica. Opera exactamente igual, es
de naturaleza disruptiva y atormentadora del individual Optimista,
reflejo de su vacío interior, tal una filia inconexa de recuerdos primarios y
experiencias selváticas que le impelen a buscar refugio donde no existe. Por
ello es que la carencia de reflejos interiores, lo hace no equiparable con su
posible símil en el sentido latente con el alerta animal. Tal opera en todo el
ámbito de la naturaleza animal no humana y a veces, la vegetal (inorgánica),
como el rubor de las mimosas.
Lo otro, incumbe solo a un síndrome de auto hipnosis, a veces
colectiva como engaño supremo del líder a la multitud de la masa que estruja;
ver la dicotomía maléfica y simbiótica de finado Dr. Fidel Castro; inducida a
su vez en todas y cada una de las chaturas que le rodearon y con las que educan
al optimistas en cuestión. Entender además,
que la masa dentro de la cual suponen la inexistencia de quienes se suponen
así; en calidad de mentores infiltrados por el líder; les inclina más a creer
por lo que les anuncian estos líderes falsos, que por aquellos instintos
humanos que puedan despertar y sienten bajo el trauma sostenido durante
decenios.
Del rasero populista
esparcido: «Idiotas, ¡sean positivos!»
¿Dudas?
No hay por qué, dado que estás utilizando tu derecho inalienable a coincidir o
disentir del clan, si este no es
opresivo. Desde pequeños, los padres que se estiman cuerdos según el rasero
colectivo, aconsejan o proponen a sus hijos que "sean positivos" Por nuestra parte, planteamos que es como si
instáramos a nuestros hijos a que cruzaran la Avenida de la Vida (la diaria),
mientras cientos de autos (peligros reales y potenciales) la transitan a toda
velocidad en la hora pico. Tampoco el peligro latente, dado que no es de
ignorar los peligros cuando atraviesen la misma vía a la hora del tráfico menos
intenso.
Sucede que los Optimistas
Alegres, por lo general la mayoría integrante de la grey humana;
viven sin cotas de seguridad, porque su optimismo
irresoluto les impide tragarse sus
propios consejos que avientan y recomiendan a otros cándidos, en medio de
altisonancias de líderes las cuales son egoístas y extremadamente peligrosas
para los demás, sus oyentes indefensos. Tal se manifiestan pueriles en jugar
con el destino ajeno, como si con esta manera de observar el mundo, como una
avenida que puede ser atravesada confiado y que el Optimismo,
esa panacea matinal falsa, les sería suficiente como escudo en cualquier
momento y que, tal si la vía se quedara sin tráfico vehicular, a expensas de su
celebérrimo y libre albedrio (o por encantos) los vehículos se tornaran
inmateriales. Es verternos y apuntamos, que no hay forma mejor de convertir a
los niños (todos de naturaleza maleable), en seres irresponsables a los que
todo evento les asombra, por no estar prevenidos acerca de la fenomenología del
entorno donde se debe incluir la agresividad proveniente de esos factores
exógenos.
Cultivar la
virtud democrática, flores imperecederas
Ahora,
a la inversa, se trataría de cultivar la Distopía,
antípoda de la Utopía, esta ultima una mercancía
barata averiada y de pulgueros, que nos venden los marxistas sobaqueros y en su
lugar atender a requerimientos esas flores imperecederas en todas las
estaciones, como son la virtud
y su prima hermana, la Democracia.
Es la hora de disertar acerca del realismo interior de los cuerdos tristes afiliados
a la Escuela del Pesimismo: el tuyo,
el suyo y el mío; tres instancias en la estructura de la personalidad,
indisolubles con otras intemperancias inherentes a cada individual. Entenderemos la razón de incluir la democracia, pero no en su carácter
político, sino convoyada con la parte de su cuota participativa del Ego, total y subyugador.
Sucede que la Tristeza
es la expresión primaria más seria, del ser
social, no la Alegría, una premisa,
alentadora y graciosa (al estilo Luis XIV) como antesala de la frivolidad. Esta
primacía es catalogada aliada a un concepto filosófico; sino religioso o en sus
prognosis atávicas y cercanas a las fisiológicas, presentan una reacción
aleatoria inicial del no a todo lo que se identifique con el entendimiento
humano. Tanto como la vieja sentencia de que “la paciencia, es la pasión reprimida” Tal axioma es aplicable al resto de los
humanos juiciosos, considerando que los sin juicio deambulan por dimensiones
diferentes del intelecto. Estos últimos, pacen ajenos a las finuras deliciosas
del mundo real y las encantadoras pero viciosas del mundo irreal.
Casi todo deviene en medio de los
abrazos tercos del absurdo, tal es un dilema optimista,
que desde hace tiempo yace operando fuera del contexto de la Lógica del Pensamiento. Así, el factor
deambula como esa especie de ilógica renegada del "fu" (advertido en su argot sans, francés original), adorador en el vaso de su imagen superficial
andrógina impropia y siempre fuera de la ley humana, raramente escrita. Luego,
debemos considerarlo atrincherado en su Überich
(Superego) totalitario e incapaz de
arrebolarse, ante el dolor humano. Son neblinas de mantos freáticos insípidos
con humectaciones idénticas envueltas en ensoñaciones, que se dispersan al
levantar el día y que despierta a esa otra pléyade de Optimistas frenéticos,
anidados bajo la sombrilla de los alienados
alegres.
Tramoyistas de pasión y estilo,
inconformes con la parte alícuota que les tocó por nacimiento, golpean miríadas
de puertas que nunca se les abren. Son los que casi siempre andan metidos en
líos, dándose cabezazos y halándose las orejas, mientras se atiborran de sucedáneos
y somníferos anti pesadillas. Y por si fuera poco, veremos una especie de falso
"Cogito, ergo sum" (pienso,
luego entonces, existo); intangible y estereotipado como una garganta vaginal
de meretriz vieja. Haciendo filas interminables en calidad de guerreras estoicas
de la nada propia y ni siquiera copycat
de la ajena. Es ser objetivo y comprender sin ofender o menospreciar a estas
diligentes señoras; antaño damas de la noche;
y constatar o sencillamente ver, que el acto sexual por el mero placer del
‘por sí solo’ como una manifestación
incontrolada del Superyó y por lo tanto, debe
ser objeto y tratado de facto, como una de las tantas
irrelevancias difuminadas del optimismo
alegre e irresponsable.
La saga continua,
© Lionel Lejardi.
Febrero, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press
Addendum
(1) Forugh Farrokhzād (1935-1967) poetisa,
activista femenina y cineasta iraní que fue exiliada, perteneció a la
generación nacida en plena modernización de Irán (antigua Persia). Su primer
libro de poemas "La cautiva"
la convirtió en una renegada y fue acusada por el régimen teocrático de los Ayatollah, de rebelde e iconoclasta. En
1968 publicó su obra cumbre "Nuevo
nacimiento", entre lo más logrado de la literatura iraní (wiki)
(2) En el año 1974, el cantante y compositor de folk-rock Harry Chapín, saca a la luz
una canción llamada "Cats in the
cradle", incluida en el álbum “Varities
and Balderdash”, inspirada en su relación afectuosa con su propio hijo.
Serás
bienvenido a mis blogs alternos:
EDC-3680/Pg. 12