7 Thurgood Marshall vs. Martin Luther
King Jr.
vii/vii
Se
cumplen 61 años de dictadura comunista en Cuba
(Dispensas
por estar en construcción)
“Un Asunto Americano”
(Separata de miniserie, “Marshall vs. King”)
¿Poder de la Ley vs. Desobediencia Civil?
¿Poder de la Ley vs. Desobediencia Civil?
Síntesis
(Inconclusa)
(Inconclusa)
"¡No
ha lugar!", sentenció el magistrado Fuller
Que resultó inexorable, casi brutal
"Sí, ... ñoooo!" y digo con el "sí" de una incomparable afirmación española. Porque lo dicho, hecho está, aunque el golpe de esa respuesta tácita no dejó espacio; ni siquiera para una redención bien fundada y tampoco solicitada. Vale destacar, que de ninguna forma y tiempo, abrió sitio para una rectificación de un dolor ya abominable, sabia e inteligente. Es que el rugido de esas realidades telúricas que yacían ahí desde un ha, incontrovertible, por Dios! Y que casi resultan comparables con el ominoso estallido, inesperado siempre de aquellos Gargantúa modernos; creados y decorados con propiedades acústicas, no menos que trascendentales. Ello, quizás trae a nuestra mente
adjetivaciones fuertes, de acuerdo a los tiempos que corrían a fines del siglo
XIX, en salto y maromas de prominencias hacia el esperanzador siglo XX. Porque así sin fiestas ni otras despedidas Navideñas, devino el fallo del juez, Melville Weston Fuller; a la sazón, Presidente de la Corte Suprema de
Justicia de los EE.UU., en calidad de respuesta tácita. Coincidía casi en puntuación y palabras, con la anteriormente dictada una corte distrital de menor cuantía. Toda una furia no inesperada, a la
impugnación pacífica de un ciudadano común, laborioso y decente, Homer A. Plessy, entonces asesorado a los propósitos de la queja; quien optaba por la rectificación justa en su reclamo; por una 'Junta de Notables' residente en
el estado de Louisiana. Homer
A. Plessy, detonó
su queja prima ante los tribunales competentes,
contra una ley local, Ley 111, de 1890. La misma, que había sido emitida por dicho estado ante una
querella del transporte, pero que el ciudadano Plessy haciendo uso de sus reales derechos y ganas; estimó insoportable, dado que la misma dicha era ilegal por carácter discriminatorio, y por tanto, este ciudadano nato e los EE.UU.; decidió impugnarla judicialmente por estimarla inconstitucional. La solicitud
de amparo se basó bajo las leyes vigentes en la Constitución
de los EE.UU., emitidas y puestas en
vigor tan temprano como 1870, decir, "Ley de los
Derechos Civiles y Ciudadanos” y “Enmiendas a la
Constitución de los EE.UU.” El revuelo que la tal demanda provocó entre sectores de los antiguos demócratas, todavía embelesados con un imposible retorno al pasado ¿romántico? del profundo Sur, fue indescriptible.
Lo que sentenció la Corte Fuller, era la respuesta y bofetada a la impugnación de inconstitucionalidad planteada por un ciudadano simple (según crónicas, un oficiante de zapatero "de calzado fino" ), ' contra el cual dicho magistrado falló al final con un injusto "¡No ha lugar!” emitido por la “Corte Suprema Distrital de Justicia” de New Orleans. Un edicto el cual hizo que los abogados y el demandante, se miraran anonadados. Lo más triste en aquella ocasión resultó, en el desconsuelo que dicho fallo esparció entre las múltiples comunidades minoritarias todas (el ya cuajado "melting pot"); semi apartadas aun entre si; sino alejadas también del resto, de los derechos y privilegios (novísimos, por cierto) e inherentes a cada ciudadano legal de los EE.UU.
Lo que sentenció la Corte Fuller, era la respuesta y bofetada a la impugnación de inconstitucionalidad planteada por un ciudadano simple (según crónicas, un oficiante de zapatero "de calzado fino" ), ' contra el cual dicho magistrado falló al final con un injusto "¡No ha lugar!” emitido por la “Corte Suprema Distrital de Justicia” de New Orleans. Un edicto el cual hizo que los abogados y el demandante, se miraran anonadados. Lo más triste en aquella ocasión resultó, en el desconsuelo que dicho fallo esparció entre las múltiples comunidades minoritarias todas (el ya cuajado "melting pot"); semi apartadas aun entre si; sino alejadas también del resto, de los derechos y privilegios (novísimos, por cierto) e inherentes a cada ciudadano legal de los EE.UU.
Todas esas personas, todavía
desventajadas, aguardaban ansiosas por lograr primero, un reconocimiento bajo la
ley, con la mayor parte de sus derechos civiles validados. Aunque el resto de los
tales derechos, entre los cuales yacía virgen el derecho al voto en las elecciones locales y nacionales. En otras
palabras: “la respuesta debía ser
entendida subyacente en el fallo emitido por la Corte y Magistrados competentes”
Ello era así, dado que tal aseveración no estaba incluida con palabras; sino
ausente en la respuesta de las cortes a los ciudadanos inquietos, quienes a
partir de ese momento deberían esperar a que “arribaran tiempos mejores’ Un practicismo circunstancial, quizás
cínico para cualquiera de los sectores demandantes, pero envuelto en una realidad de sentimientos todavía
frescos a flor de piel de muchos ciudadanos sureños. Tras no pocas luchas civiles y legislativas,
algunas sumidas dolorosamente en esperas insoportables, para las cuales se 'presentarían' otras ocasiones y opciones, en el futuro lejano.
Porque toda la cosecha enorme surtida por
las leyes de Derechos Civiles y Ciudadanos, solo dio frutos en tanto que la solución
definitiva del solicitado del estatus legal de
aquellos sectores aun marginados de la cosa pública, en lo referente a la igualdad
de condiciones para todos los norteamericanos ilegales , por nacimiento o por
naturalización. Saber que la primera condición (por “nacimiento”) en ciertos territorios y áreas en el ámbito mundial
(todavía en pleno siglo XXI), no está reconocida o anda en litigios
constitucionales. De hecho, no es aceptada de
facto, atenidos según preceptúa la ley o la propuesta de legalización
sometida bajo consideración de la Cámara de Representantes, tal pretenden quienes apoyan esta ‘innovación de derecho’ reconocida como
tal o si es analizada, ‘salvo tras cumplirse
ciertas condiciones’ por parte de los solicitantes irregulares.
La interrogante, hoy se encuentra bajo
fuerte escrutinio y posibles re análisis legales, para ciertas minorías, dado los
resultados exasperantes de delincuencia, terrorismo y otras situaciones execrables de todo tipo, incluían el acoso
y violencia sexual en contra de la población receptora o de su asentamiento, relocalización,
etc. Ello, por la acción de ciertos grupos de extranjeros en vías de reciclaje
hacia la naturalización, de aplicar de
facto y no de jure, estas prácticas
legalizadas como tales en EE.UU. y otros países.
“Separate Car Act”
El asunto de la discriminación en los EE.UU. por motivos raciales, se infiere que a causa de su relevancia, ganó el interés de la ciudadanía norteamericana, por la protesta de, Homer A. Plessy contra una especie de "ordenanza local", en la cual se reiteraba la 'legalidad' en la separación (de cuerpos) de los usuarios en el transporte público (ferrocarril) con empleo de vagones separados, 'pero de igual confort' De esta protesta, se generó una estrategia y tácticas (algunos estudiosos la estiman un "complot blanco" (al igual que las "mentiras blancas, pej. dichas a los enfermos terminales) se dicen o hacen, sin trazas malas intenciones. Tales prácticas apegadas al espíritu de las leyes y perfectamente legales, pretendían ejecutar ante las instancias judiciales, ayudados por otros ciudadanos colaboradores, nutridos por un selecto y reconocido grupo de activistas anti segregacionistas. Sin dudas, para la opinión pública local, todos ciudadanos prominentes a fin de presentar finalmente el caso, ante los tribunales.
El caso
Las singularidades de esta querella legal devino en el antológicos "Caso Plessy vs Separate Car Act” este ultimo acta, emitido con cierta anterioridad por la empresa ferrocarrilera local ("Ferrocarril de Oriente") sobre la cual recayó el primer reclamo de amparo bajo las leyes, por parte del demandante ya identificado como 'el ciudadano Plessy' Esta demanda, entonces inaudita, resultó rechazada en su primer intento; fue rechazada, y debió permaneció estancada por anos en lo que se entendió como una especie de 'limbo legal' Ello, bajo la acción impuesta por el primer fallo jurídico del “no ha lugar” contra la petición de Plessy, el cual reclamó aquello que el demandante entendió entonces legal; atenido a varias de las enmiendas constitucionales de los EE.UU. Luego en segunda ocasión, la misma fue expuesta después como uno de “sus derechos”; por parte de la “Corte Suprema Distrital de Justicia” de New Orleans; titulada como:
Caso de “Homer A. Plessy vs. John H. Ferguson” 163 U. S. 537 (1896) dígase, la corte existente durante tiempo en dicho estado sureño, corriendo mayo 18, 1896.
Cierto que dicho fallo judicial, asombroso por su carencia de razones justas y solidez jurídica, significó un deschave completo y absoluto para dicha Corte de New Orleans el cual hizo rodar por tierra, el absurdo legal emitido a destiempo; bajo un cúmulo de circunstancias supuestas excepcionales y el cual perduró de manera innecesaria, por los increibles 57 años siguientes, hasta 1954.
El asunto de la discriminación en los EE.UU. por motivos raciales, se infiere que a causa de su relevancia, ganó el interés de la ciudadanía norteamericana, por la protesta de, Homer A. Plessy contra una especie de "ordenanza local", en la cual se reiteraba la 'legalidad' en la separación (de cuerpos) de los usuarios en el transporte público (ferrocarril) con empleo de vagones separados, 'pero de igual confort' De esta protesta, se generó una estrategia y tácticas (algunos estudiosos la estiman un "complot blanco" (al igual que las "mentiras blancas, pej. dichas a los enfermos terminales) se dicen o hacen, sin trazas malas intenciones. Tales prácticas apegadas al espíritu de las leyes y perfectamente legales, pretendían ejecutar ante las instancias judiciales, ayudados por otros ciudadanos colaboradores, nutridos por un selecto y reconocido grupo de activistas anti segregacionistas. Sin dudas, para la opinión pública local, todos ciudadanos prominentes a fin de presentar finalmente el caso, ante los tribunales.
El caso
Las singularidades de esta querella legal devino en el antológicos "Caso Plessy vs Separate Car Act” este ultimo acta, emitido con cierta anterioridad por la empresa ferrocarrilera local ("Ferrocarril de Oriente") sobre la cual recayó el primer reclamo de amparo bajo las leyes, por parte del demandante ya identificado como 'el ciudadano Plessy' Esta demanda, entonces inaudita, resultó rechazada en su primer intento; fue rechazada, y debió permaneció estancada por anos en lo que se entendió como una especie de 'limbo legal' Ello, bajo la acción impuesta por el primer fallo jurídico del “no ha lugar” contra la petición de Plessy, el cual reclamó aquello que el demandante entendió entonces legal; atenido a varias de las enmiendas constitucionales de los EE.UU. Luego en segunda ocasión, la misma fue expuesta después como uno de “sus derechos”; por parte de la “Corte Suprema Distrital de Justicia” de New Orleans; titulada como:
Caso de “Homer A. Plessy vs. John H. Ferguson” 163 U. S. 537 (1896) dígase, la corte existente durante tiempo en dicho estado sureño, corriendo mayo 18, 1896.
Cierto que dicho fallo judicial, asombroso por su carencia de razones justas y solidez jurídica, significó un deschave completo y absoluto para dicha Corte de New Orleans el cual hizo rodar por tierra, el absurdo legal emitido a destiempo; bajo un cúmulo de circunstancias supuestas excepcionales y el cual perduró de manera innecesaria, por los increibles 57 años siguientes, hasta 1954.
Es sabido, a la luz de las circunstancias
y experiencias actuales, además de estar acentuadas en la realidad de entonces
(y como, en carambola leguleya evidente con la de hoy); no se trataba de una ‘ley
ilegal, sino contradictoria’ (referida
a la “Law 111” de
1890) aunque desde cualquier punto de vista
moral, era injusta e inhumana. Mientras y del mismo
modo jurídico se contradecía ipso facto y violaba
los derechos civiles vigentes desde
1871. Es grato considerar que entre los factores incidentes en la Guerra de Secesión
(1861-1865); yacía el reclamo que hacía el Congreso de los EE.UU., con respecto a la derogación inmediatas del Sistema de la Esclavitud la derogación inmediata
del Sistema de la Esclavitud,
prevaleciente en los estados sureños (confederados-democratas)
Luego, a pesar de la vigencia, tales estados del sur, por cierto bajo
una legalidad “entrecomillada" se empleó la denominada, la "Ley 111" la cual perduró y arrinconó la
justeza de la primada "Ley
de los Derechos Civiles" nada
menos que y durante más de los 5 decenios posteriores.
Este precepto legislativo acerca de la
validación de los “Derechos Civiles”, devino patrocinado por el Partido
Republicano y firmado en calidad de ley aprobada y emitida durante el
pleno; tan temprano como en 1871 por el Presidente Republicano, Gral. Ulysses
S. Grant. Tanto que cuyo texto forma parte de nuestra Constitución.
Advertir que en los EE.UU. corrían los tiempos de la controvertida y denominada
'Era
de la Reconstrucción' bajo preceptos, tiempos e ideas distintas
a las de preguerra. Los estados sureños, en especial, pugnaban por volver
a la situación que los tales ciudadanos estiman ‘su’ normalidad'
intentando conservar, infructuosamente, el máximo de sus capacidades
y fuerzas de antaño.
Sucede que el Mundo de entonces, bajo el consentimiento de los estetas y soñadores, ya había girado bajo el paso de muchas lunas. No fue raro que algunas de las viejas leyes, normas y aplicaciones los antiguos feudos y territorios otrora esclavistas (cuyos sostenedores pensaban con pleno y sano convencimiento, aunque completamente errado) de que la “Esclavitud” y sus secuelas habituales era la ‘mejor palanca y motor’ de desarrollo para el ya vetusto e inoperante “romanticismo sureño” de los EE.UU. Una auténtica entelequia, remada desde antes de sucederse el "Siglo de las Luces" (también, “Ilustración”)
La tal concepción, era esencia de un paisaje desdorado y perdido para siempre de entre las inexpertas, inhábiles en economía manos de los Demócratas Decimonónicos (restantes desde entonces) propugnadores y sostenedores per se, de testarudeces propias del ‘áncien régime ocio-économique’ esclavista. Ya advertido insostenible económicamente, para los tenedores de dotaciones de esclavos. Decir en expresiones normales abolidas desde aquel entonces, tales como ‘mercancía viviente económicamente inoperable’
Es que las mercancías y maquinarias, no fue lo único que desembarcaba en los muelles estadounidenses. Arribaron nuevos viento del modernismo industrial, comercial y filosófico campaneado, a como les diera las gana a los ingleses y entre los fardos se deslizó la práctica de que resultaba mas barato, pagar un salario que mantener a un esclavo y su familia.
Sucede que el Mundo de entonces, bajo el consentimiento de los estetas y soñadores, ya había girado bajo el paso de muchas lunas. No fue raro que algunas de las viejas leyes, normas y aplicaciones los antiguos feudos y territorios otrora esclavistas (cuyos sostenedores pensaban con pleno y sano convencimiento, aunque completamente errado) de que la “Esclavitud” y sus secuelas habituales era la ‘mejor palanca y motor’ de desarrollo para el ya vetusto e inoperante “romanticismo sureño” de los EE.UU. Una auténtica entelequia, remada desde antes de sucederse el "Siglo de las Luces" (también, “Ilustración”)
La tal concepción, era esencia de un paisaje desdorado y perdido para siempre de entre las inexpertas, inhábiles en economía manos de los Demócratas Decimonónicos (restantes desde entonces) propugnadores y sostenedores per se, de testarudeces propias del ‘áncien régime ocio-économique’ esclavista. Ya advertido insostenible económicamente, para los tenedores de dotaciones de esclavos. Decir en expresiones normales abolidas desde aquel entonces, tales como ‘mercancía viviente económicamente inoperable’
Es que las mercancías y maquinarias, no fue lo único que desembarcaba en los muelles estadounidenses. Arribaron nuevos viento del modernismo industrial, comercial y filosófico campaneado, a como les diera las gana a los ingleses y entre los fardos se deslizó la práctica de que resultaba mas barato, pagar un salario que mantener a un esclavo y su familia.
Sucede que aquellos demócratas hicieron oídos sordos, abrumados por la idea ancestral de la ‘patria chica’ opuesta al ruido incontenible de la ya pujante e incontenible industrialización; un fenómeno ya campeante por sus respetos a todo lo largo y ancho de los prósperos y ricos estados norteños. Estos últimos, marchando a todo vapor en especial, por aquellos otros estados colindantes por el sur y oeste salvaje de los EE.UU. Por donde algunos de sus papeles y otros elementos justificativos siguieron activos por un tiempo finito, a causa de la inacción, olvidados o liados durante y transcurriendo pos “Guerra de Secesión” Y así, los legalismos (algunos olvidados al descuido) hasta que la inercia de la maquinaria judicial sureña los arrastró hasta finales del siglo XIX, a través del cual se difuminaron sus obsolescencias.
De modo tal, dando lugar al reverdecer de uno de esos casos renqueados, cuando de una forma indagadora y curiosa por lo innovadora, se invocó en querellas demandantes contra la "Law 111", de Louisiana, impugnada desde antes (1896) La misma apelada entonces en ese mismo año, tras levantar ventiscas sociales por un tiempo, entre capas de los inteligentes y emprendedores del progreso hacia un futuro cercano, tan esplendoroso como ineludible.
App 1
Caso de “Homer A. Plessy v. John H. Ferguson”
163 U. S. 537 (1896)
El asunto trataba de justificar un
concepto de “doctrina de separación”
o (segregación preconcebida) con el
nombre de: “separados, pero iguales” Como una secuela no
oficial sino privada, la cual dictaminó y entró en vigor en la ‘Empresa Ferrocarriles de Oriente”,
dueña, proveedora y prestadora de este servicio de transportación de pasajeros
y ciertas cargas, a la población toda de Louisiana. Dicha empresa impuso
vagones separados “para las personas censadas
como blancas y otros para las de color” de manera que todos los usuarios
disfrutarían este servicio, pero 'separados físicamente entre sí' El propósito
consistió en que todos los “servicio serían iguales”, pero por separados para ambos grupos de ciudadanos. De esta
forma, se cumplía con el propósito de dicha regla
operativa (entendió la empresa,
aunque de manera errónea) de que los usuarios del servicio; decir; las personas blancas y las de color; recibirían el mismo servicio bajo el precepto elíptico de
“igual servicio, pero separados” Con
ello se cumplía el que todos los ciudadanos recibirían los mismos servicios
bajo condiciones iguales, según las leyes comprendidas bajo la que después fue
conocida como la “Ley
111, (1890)” del estado de
Louisiana.
La tal ‘solución’
pareció diseñada para complacer a una parte de la población, específicamente la
de los ciudadanos ‘blancos’; pero en
detrimento moral, ilógicos, espiritual y ético del resto de los ‘no blancos’ de la población louisenses,
extendida casi en su totalidad, al resto de la nación. Este edicto o
disposición se mantuvo inalterable, pero según los
resultados negativos obtenido por varios sectores de ciudadanos louisenses;
hartos con el vuelco dado a los resultados de la apelación subsecuente.
Todo, se entendió elaborado bajo el carácter de un subterfugio legal evidente; por el cual se declaraba ‘sin lugar’ el recurso de inconstitucionalidad incoado en contra la “Ley 111” (basada en la “Separated Car Act” que validó la segregación bajo el lema eufemístico de “Separate but equal” y emitida bajo la primera apelación en el estado de Louisiana, una acción estupenda por su basamento legal, promovido y auspiciado por un grupo de ciudadanos notables , contra dicha falacia legal.
Todo, se entendió elaborado bajo el carácter de un subterfugio legal evidente; por el cual se declaraba ‘sin lugar’ el recurso de inconstitucionalidad incoado en contra la “Ley 111” (basada en la “Separated Car Act” que validó la segregación bajo el lema eufemístico de “Separate but equal” y emitida bajo la primera apelación en el estado de Louisiana, una acción estupenda por su basamento legal, promovido y auspiciado por un grupo de ciudadanos notables , contra dicha falacia legal.
¿Octoroon genuino?
Era la misma que resultó demandada e
incoada por un ciudadano quien por “sí mismo se consideró” vale que recurriendo
a una bien pensada táctica recurrente temporal, aunque no muy ortodoxa pero irrebatible
ante la Ley, como “un "octoroon
genuino” Ello, en busca de un
pretexto legal para volver a la carga en reclamo de sus derechos (o sea, ‘declararse ser un hombre mestizo
contentivo de un octavo de sangre negra’, decir de ancestros negroides (afroamericanos) desde la
4ta. generación)*
(*) Su nombre destacamos, Homer A. Plessy, el cual con sus acciones dio lugar al sonado caso de “Homer A. Plessy vs. John H. Ferguson" 163 U.S. 537 (1896) ante la Corte Suprema de Justicia (distrital) de New Orleans.
(*) Su nombre destacamos, Homer A. Plessy, el cual con sus acciones dio lugar al sonado caso de “Homer A. Plessy vs. John H. Ferguson" 163 U.S. 537 (1896) ante la Corte Suprema de Justicia (distrital) de New Orleans.
Un cierto número de leyes, disposiciones,
edictos, memorándum, etc. venían acumulándose en legislaturas de las
judicaturas estatales, per se, sin
que fuesen revisadas exhaustivamente a fin de ecualizar los viejos y nuevos
tiempos ya en la etapa de la post Guerra
de Secesión y las vibrantes modernas “Enmiendas
Constitucionales” En muchos casos, tales documentos jurídicos fueron agrupados
bajo el nominativo apócrifo de las cacareadas por ambos bandos; "leyes de Jim Crow" (apócrifas, luego que el
nombre de ‘Jim Crow’, era irreal, dado que fue tomado de
un personaje de teatro del mismo nombre, popular entonces, curiosamente, el
mismo era interpretado por un actor blanc0 maquillado de negro)
Dado que según la narración histórica, las tales leyes nunca existieron en calidad de ‘leyes’ y por lo tanto, sin fuerza legal) De manera curiosa pero absurda, algunas de las mismas fueron ‘revividas’ en Louisiana, entre otras leyes segregacionistas, edictos locales, etc. Además de las disposiciones promulgadas por los estados sureños federalizados por la Unión; emitidas también, per se y en este caso por el gobierno estatal de Louisiana y la cual versaba en relación al transporte público advertidas al gran público en su calidad de disposiciones legales, locales aunque privadas; ‘sin permitir u obligarse, per se, a ser contentivas de segregaciones oficiales de ningún tipo'
Dado que según la narración histórica, las tales leyes nunca existieron en calidad de ‘leyes’ y por lo tanto, sin fuerza legal) De manera curiosa pero absurda, algunas de las mismas fueron ‘revividas’ en Louisiana, entre otras leyes segregacionistas, edictos locales, etc. Además de las disposiciones promulgadas por los estados sureños federalizados por la Unión; emitidas también, per se y en este caso por el gobierno estatal de Louisiana y la cual versaba en relación al transporte público advertidas al gran público en su calidad de disposiciones legales, locales aunque privadas; ‘sin permitir u obligarse, per se, a ser contentivas de segregaciones oficiales de ningún tipo'
Sin embargo, la acción, entendida como concepto federal, devino en ser aprovechada redundando copycat e imitada a conveniencia de otros estados, al parecer, sin mayores análisis de lo permisible por las leyes vigentes, saltando en acciones inexplicables y a veces ilegales; sobre las veteranas "Enmiendas Constitucionales” elaboradas y aprobadas por el Congreso de los EE.UU. a instancias del Gobierno Republicano en el poder (entonces la “Unión”) y con vigencia plena desde finales de la ‘Guerra Civil’ tal resultó con el caso coincidente con la promulgación de la "Ley de los Derechos Civiles" de 1871. El alboroto que ello provocó fue tal, que a mediados del siglo XX la queja de un ciudadano simple; tal apuntaban las condiciones propuestas por el propio Dr. Thurgood Marshall en los alegatos de sus tesis contrarias, razonablemente a eufemismos ideológicos tal resultó con la “resistencia pasiva" proclamaba en su esencia como táctica hacia el alcance de una democracia más perfecta.
Estrategias y tácticas
“La opción primaria en el uso de las leyes vigentes” (seguidores de la escuela de Thurgood Marshall) es la opción primada inclusiva, pacífica y efectiva (ver su historial) atenida a las leyes endógenas vigentes, no las exógenas por introducir y validar con triunfos, olvidando por desconocimiento o amnesia galopante; las ya existentes, de manera previsora, por los legisladores de la “Unión” Esa y no otra, fue la cuestión que se plantearon filósofos y letrados, antes de optar por una línea de ruta, entre las diversas corrientes de pensamientos ajustados a lo posible, dictado por la lógica, pero sin rasgar principios éticos. De esta forma apunta como la más apropiada para dilucidar la protección óptima de los “Derechos Civiles” y las “Enmiendas Constitucionales”
Se trató de cubrir la idea general de protecciones,
ante los inevitables ataques infecundos a la idea general de la ponencia, sin
recurrir a nuevas leyes a crear, por lo general,
susceptibles a vivaquear por largo tiempo en el cuadrilátero de lo imposible;
decir, el anti segregacionismo belicoso (innecesariamente) según la novedosa
estrategia desarrollada por el líder del camino legal, no confrontativo de Thurgood Marshall, basada en lo ya
legislado. En cierta contraposición se en contra la titulada opción secundaria de la ‘resistencia pasiva’ (seguidores de la escuela de Martin Luther
King. Jr.) Esta última era la opción secundaria, aunque vista como una
actividad jurídica socio política distinta; por su naturaleza proclive a
generar leyes exógena innecesarias y algo alejada del civilismo estadounidense
de entonces.
Luego, el uso de la segunda opción —‘resistencia pasiva’— aparece estar confundida
con una versión adulterada de la misma; escapada sin control de entre las manos
de sus promotores tildados de pacifistas
originales y/o sus copycats varios, a veces, dependientes o
enlazados de alguna forma con la estrategia original de Martin
Luther King Jr., sin autorización alguna. Se evidencia además,
que esta última debió ser la fuente tergiversada y reorientada después por plagiadores
vinculados con facciones en pugna ya, desde entonces, tildadas de violentas.
Todo el historial o parte del mismo, al parecer intentando aprovechar la inquietud social promovida por la izquierda contemporánea donde se agrupan, liberales, comunistas, bolcheviques, anarquistas y anti norteamericanos; devino el desasosiego resultante, sazonado en el caldo de cultivo de la Guerra Democrática y Anti Comunista de Vietnam, impulsada por los EE.UU. Al igual que lo fueron los mismos EE.UU. en los años 50s durante y en ocasión de la Guerra Anticomunista contra de NorCorea. y otras confrontaciones posteriores, ya en pleno Siglo XXI.
Todo el historial o parte del mismo, al parecer intentando aprovechar la inquietud social promovida por la izquierda contemporánea donde se agrupan, liberales, comunistas, bolcheviques, anarquistas y anti norteamericanos; devino el desasosiego resultante, sazonado en el caldo de cultivo de la Guerra Democrática y Anti Comunista de Vietnam, impulsada por los EE.UU. Al igual que lo fueron los mismos EE.UU. en los años 50s durante y en ocasión de la Guerra Anticomunista contra de NorCorea. y otras confrontaciones posteriores, ya en pleno Siglo XXI.
Las bondades de la democracia, facilitaron radicalizarse
a los activistas desgajados o desprendidos de la ‘resistencia
pasiva’, quienes por separado y sin vínculos estratégicos o
tácticos con Luther King, se conformaron o devinieron falanges urbanas armadas que terminaron en guerras intestinas, destrozándose
entre sí mismas; peligrosamente subversivas (inclusive en reflejos de la letalmente
fracasada aberración guevarista) Las entidades
originales (seguidores de King, al parecer y en algunos casos (‘gracieusement
‘) se mantienen aferradas ‘a la dernière
danse’ de la entidad de ‘resistencia
pasiva’ con su vida propia.
La táctica luterana era la más atractiva para el Comintern, teniendo al sur y a solo a 90 millas (Cuba) un activo campo subversivo de entrenamiento y remanso para los futuros guerrilleros antidemocráticos, entrenados por el régimen castrista.Todo el pastel fue dado a la izquierda, propendedora que su actividad violenta preponderara. Luego, el plan subversivo de esta facción la representara como el "músculo" en ocasiones contingentes. De este modo se acercaría al ideal de la anarquía total, como llave inflamatoria de la sociedad.
La táctica luterana era la más atractiva para el Comintern, teniendo al sur y a solo a 90 millas (Cuba) un activo campo subversivo de entrenamiento y remanso para los futuros guerrilleros antidemocráticos, entrenados por el régimen castrista.Todo el pastel fue dado a la izquierda, propendedora que su actividad violenta preponderara. Luego, el plan subversivo de esta facción la representara como el "músculo" en ocasiones contingentes. De este modo se acercaría al ideal de la anarquía total, como llave inflamatoria de la sociedad.
Luego resultó ostensible que, la
"etnia negra” en la
realidad objetiva resultaba la más emblemática y representativa de aquellas otras minorías a proteger en sus libertades y derechos. Ello, considerando su
liberación reciente del statu quo esclavista; de entre las denominadas “minorías
de color"2 En
el caso “Plessy”, resultó en el modelo o prototipo ha mostrado como
ilustración del tema se emplazó per se y de manera directa, al
estado de Kansas con su apelación contra el viejo fallo judicial ("caso de Plessy vs.
Ferguson") Este último paradigma legal fue
motivo, a causa de sus características tan singulares como idóneas, que
resultara en un incidente similar, a posteriori; incoado
reluciente por la ciudadana negra "Rosa
Parks" 8 cuando la crisis de los autobuses, a
mediados del siglo XX.
La apelación de Plessy ante la Corte Suprema Distrital de New Orleans, fue la misma apelada más tarde en 1896, ante la Corte Suprema de Apelaciones de los Estados Unidos de América. Pero fue declarada "sin lugar" en ambas instancias y así, la antaña "Law 111" recobró valor legal. El caso devino en una retahíla de consecuencias desastrosas para toda la estructura legal de la "Ley de los Derechos Civiles", reiteramos, emitida por el gobierno republicano de entonces, tan temprano como en 1871, tan sólo un tiempo después de concluida la Guerra de Secesión.
La apelación de Plessy ante la Corte Suprema Distrital de New Orleans, fue la misma apelada más tarde en 1896, ante la Corte Suprema de Apelaciones de los Estados Unidos de América. Pero fue declarada "sin lugar" en ambas instancias y así, la antaña "Law 111" recobró valor legal. El caso devino en una retahíla de consecuencias desastrosas para toda la estructura legal de la "Ley de los Derechos Civiles", reiteramos, emitida por el gobierno republicano de entonces, tan temprano como en 1871, tan sólo un tiempo después de concluida la Guerra de Secesión.
(2) Ver
las tesis de Tzvetan Tódorov, en
ocasión del Congreso del Genoma
Humano, Abril de 2003, México. Acerca del racialismo (una especie de racismo científico (por lo general rechazado) como antítesis en contraposición al racismo salvaje generado
y propugnado abierta secretamente, por algunos “totalitarismos modernos” europeos, asiáticos, latinoamericanos, africanos,
etc. además de otras minorías exóticas, extraordinariamente pequeñas y
aisladas. Pero referidas a otros conglomerados así dañados y aún vigentes, entre
finales del siglo XX e inicios del siglo XXI.
En modo alguno, a pesar de que el proceso
incoado por el “Comité de Notables de New Orleans”; auspiciador y
guía del "caso de Plessy v.
Ferguson" en New Orleans, fue derrotado en Cortes.
No por negligencias de la impugnación, sino por no ponderar y tener en cuenta con
mayor profundidad que el ambiente hostil del profundo Sur, estaba obnubilado e
impregnado de pasiones, odios y resentimientos fuertes tras la “Guerra de Secesión” quedadas fuera de la lógica e imparcialidad
justiciera, que debió primar en una Corte Suprema de Justicia de los
Estados Unidos.
Tal sucedió en aquellos finales del
siglo XIX. Si nos referimos a esta institución, como aquella entidad supuesta alejada de la influencia de factores exógenos, sureños, norteños o de cualquier
otra fuerza legal foránea. De modo semejante dicha lógica no percibió o se dejó
arrastrar de manera inexplicable (todo apunta) lindante por su falta de juicio ético
e impericia humanística. Tal cabriola de comportamiento irreflexivo, hacia un
abismo injusto tocante con lo ilegal. Luego, fue esta Corte específica y sus miembros, no la justicia
norteamericana, la que falló al pueblo norteamericano por su falta de madurez, aunque
aparentemente sin intención dolosa.
Entonces, la Law 111, que en lo original nunca tuvo que ver
con la política del gobierno federal de los EE.UU. devino punto de apoyo de
los segregacionistas y otros grupos de estadounidenses privados;
confundidos, quienes campearon por sus respetos durante los siguientes
cincuenta y siete años. Tal dislate judicial casi se paseó orondo, hasta que el
fallo dictado por la Corte Suprema de Justicia de los Estados
Unidos el 17 de mayo de
1954, en ocasión de ventilarse “el caso Brown v. Board
of Education of Topeka, Kansas",
rectificaría todo lo que jorobó y amargó a los negros y otras comunidades, durante
decenios infértiles, clavando otra a la vez en la picota pública a la vergüenza
nacional de los Estados Unidos. En este veredicto trascendental se declaraba
que:
«"La
segregación racial en el campo de la enseñanza (lugar de donde provenía la
queja), era ilegal y estaba proscrita desde ese momento por las leyes de los
Estados Unidos de Norteamérica, lo cual será extensible a posteriori, hasta
cualquier sitio y actividad pública"»
Esta victoria posibilitó, aunque
ahora a la inversa y en revancha, que los antisegregacionistas tomaran
el fallo como catapulta, para irle encima a los promotores de la segregación, pero ahora a marcha forzada
en todo el ámbito nacional, a fin de ecualizar y limpiar legalmente la
arbitrariedad judicial. Se determinó "campo", dado que en lo
que a esta resolución refería, era al "campo educacional"
en específico y no, al resto de las esferas sociales del país y cualquier otra
actividad de la humanística convencional.
App 2
El dilema de la izquierda liberal (extremista)
Cuya gestión política se cataliza a la
sombra de estos prejuicios injustos en
pleno siglo XX, evidenciados y que además serían derrotados durante y después de
transcurrida la II Guerra Mundial (1939-945)
Nos referimos a los totalitarismos
fascistas y comunistas de la
entente del "Eje
de Acero" y
“Pacto de Varsovia”
los cuales no tardaron en devenir
semejantes; en nuestro caso a los clamores de aquellos estados sureños ex confederados, que de pronto se
encontraron atorados con el problema de lograr la mejor estabilidad de la paz,
tal se plantearon las naciones vencedoras al terminar el conflicto destructivo
generado por la “I Guerra Mundial” (1914-1918) y la decisión propuesta, a pesar
de sus magulladuras y remiendos, por Woodrow Wilson, Presidente de los EE.UU. a
fin de crear una novedosa Liga de las Naciones, a los fines de alcanzar una paz mundial,
firme y duradera, lo cual se logró 1921. De modo similar en el terreno de los Derechos Civiles. Dado el caso, los EE.UU. debieron encarar las premuras de resolver
la incongruencia existente con la segregación
racial de una parte significativa de la población norteamericana, recién liberada
de la Esclavitud.
Un escollo que sería superado con
posterioridad y de manera paulatina, inmersos los ciudadanos en un tono
bastante pacífico (con objeciones por parte de algunos sectores excepcionales)
utilizando al descubierto los recursos propios de las leyes norteamericanas. Se
había alcanzado la victoria jurídica, pero de igual modo, se iniciaba otra
etapa cuesta arriba para lograr la implantación y reglamentación igualitaria de
todas las actividades ciudadanas, laborales, comerciales y el resto de las
sensibilidades afloradas, dispersas en el ámbito nacional.
Sin embargo, restaba lo más importante y
de ‘picazón extrema’ en una nación que había hecho su historia peleando
por las causas justas —en especial por otros pueblos oprimidos en otras
latitudes o en vías de serlo, lo que así se logró—, cuando la ciudadanía entera
comprendió, que tenía por delante el abordar un camino álgido. Alcanzado este
punto, ante todos los activistas que
se esforzaron en lograr la anulación de las leyes segregacionistas; se
les presentó el dilema de decidir en qué o cuál forma los denominados aperturistas más
destacados, entenderían desarrollar sus acciones futuras. Ello, a fin de
extender a toda la nación, los beneficios del veredicto final de la Corte
Suprema, al abolir toda clase
de segregación en las escuelas y el resto de las facilidades
públicas.
Porque ya se había arribado con éxito a un
punto de inflexión, que inclinaba a escoger entre la estrategia legal
absolutamente pacifista de Thurgood
Marshall,
acudiendo "... a la fuerza de las leyes vigentes" o
por otra parte, lo menos aconsejable; aquello opuesto de manera tangencial;
decir, volcarse sobre la estrategia que ofrecía la alternativa pro activa
de "... la
fuerza de la desobediencia civil", sustentada por Martín
Luther King Jr.
Sin embargo, tampoco resultaba saludable olvidar las otras corrientes
minoritarias de tendencia abiertamente fundamentalistas, además de proto islamistas
de diversos gados alternativos violentos o de franco cariz subversivo (los
furiosos) capitaneados por Malcom
X (né Malcolm Little)
Después sostenido bajo el aka islamista (una obligación
liturgia para cada convertido al Islam y 'rebautizado' como ‘El-Hajj
Malik El-Shabazz’) o el conspicuo Louis Farrakhan Muhammad, Sr. (né, Louis
Eugene Wolcott o Louis X) Tales desvaríos, de muy elevada notoriedad al sur
del Río Grande, dieron lugar a la proliferación de guerrillas y secuencias,
sonadas en suelo estadounidense.
Entre otros líderes vinculados a facciones religiosas musulmanas árabes (en lo esencial de sus orígenes), declaradas fundamentalistas antagónicas entre sí, aunque en esencia contra el cristianismo y la diversidad de sus sectas, facciones u otras 'denominaciones' que por lo general, se mostraban desprendimientos del protestantismo original de Lutero. Estos movimientos marginales, claro que solo una parte de los mismos, eran vistos como grupúsculos adscritos al numen religioso de los cristianos. Sin embargo, algunos estaban en buena parte insuflados y penetrados por los comunistas , socialistas y el resto de las hordas sinistrorsas, dependientes y alineados con "versiones religiosas" activadas por el Comintern, en especial sostenidos y aupados por facciones y agentes controlados desde la periferia exterior, si nos atenemos especialmente la caribeña y áreas centroamericanas, enquistadas en los reflejos de los auto denominados "fundamentalistas negros"
Y en ocasiones (no clarificadas del todo)
agentes grupusculares pacían sus languideces en espera de la orden general, ya
anticipada desde el Kremlin, desde los inicios del castrismo como agentes grupusculares los cuales pacían sus languideces en espera de la
orden general, ya anticipada desde el Kremlin, desde los inicios de 1948 (en Moscú) Solo
que sus esporas quedaron vinculadas a mafias
locales de intelectuales, plebeyos, resentidos por lo general, interesados en
mantener en ebullición el estado de ánimo adverso de ciertos sectores de estas
minorías liberales, tanto las cultas ociosas, como las violentas. Por ejemplo,
las actividades incesantes de carácter antinorteamericano de elementos
exógenos, patrocinados por el Comintern.
De modo igual, se destacaron ya después en
los 60's, las corrientes redundantes con los grupos violentos de
la izquierda extremista y terrorista auspiciados integrados por un pléyade del detritus demencial
de anarquistas, etarras, castristas, maoístas y
otros conspicuos de "los sin lugar" Estos últimos como incipientes
rarezas fundamentalistas islámicas y otros
de igual prosapia subversiva. Valga no desprendernos del hecho indudable de que
los reclamos que la justicia de los Estados Unidos solicita en especial; a los
países miembros activos del llamado “Eje
Apocalypto”
o (ALBA) ya en disolución, que bajo otras banderas, son refugio
de elementos subversivos, terroristas y delincuentes comunes, los cuales
han tomado como centro de operaciones las sedes (instituciones, legislativas,
judiciales, ejecutivas de los organismos estatales, etc.) amparadas por esos
gobiernos hostiles a los EE.UU.
La esencia del objetivo final, de las
querellas constitucionales consistía en hacerle entender al resto de los
norteamericanos —hasta entonces privilegiados indirectamente—, la justeza de
las legislaciones y leyes anti segregacionistas y la necesidad
de que las mismas fueran apoyadas con fervor por el resto de la nación, en aras
de la unidad nacional. Pero todo este trajín cenagoso de casi seis decenios,
tuvo sus antecedentes a causa de una jugarreta del destino y el desatino de los
hombres en pugna políticas, no humanistas.
Sucedió que transcurrido el primer tercio
del siglo XX, arreció la lucha de varios grupos; algunos inmersos en la
violencia preconizada y aprovechada por los comunistas e izquierdistas violentos de nuestro patio estadounidense y
los envidiosos del vecindario tales encontramos en calidad de castristas, liberales, anarquistas, tupamaros y otros grupos violentos. Tales
segmentos áridos tenían en sus agendas el interés en tomar ventajas de las
tensiones sociales generadas por la segregación,
exacerbadas por el boicot impuesto a Sudáfrica en consonancia
con la preponderancia del sistema del “apartheid” En especial, las
actividades de confusión, agitación y disociativas (en ocasiones, subversivas)
desarrolladas por grupos de provocadores profesionales, envueltos en estandartes
de protestas contra la Guerra Anticomunista
de Vietnam.
Recordar que entre estos movimientos de
nacionalidad norteamericana, se destacó una multiplicidad de grupos, gremios,
partidos políticos y otros, en este caso, sendos grupos de activistas pacifistas, los unos liderados por el Dr. Thurgood (neé, "Thurgood") Marshall (1908-1993)
y el otro, liderado por el Dr.
Martin (né, "Michael") Luther King Jr. (1929-1968); quienes enfocaron los esfuerzos y luchas
igualitaristas y eminentemente anti
segregacionistas, empleando tácticas y estrategias muy diferentes. El
primero, dispuesto a eliminar toda tendencia racista de ciertos supremacistas blancos y negros; respectivamente; mientras que el otro de alguna forma,
preconizaba puntos de vista no exactamente tendentes a la unidad nacional, tal
se pudo observar durante y a todo lo largo de las deliberaciones mutuas; por
los estudiosos de ambas etnias; tanto blancos, negros así como aquellos de
otras minorías. La conjunción de ideas y propósitos sanos por las partes,
culminó en un éxito total.
Se trataba del rescate y revalidación
plena, como seguimiento del dictamen de la Corte Suprema en el "caso Brown v. Board of Education of Topeka,
Kansas"; de la Carta de los
Derechos Civiles y
la indudable revitalización de las Enmiendas XIII (enero,
1865), XIV (julio, 1868) y XV (febrero, 1870) Todas, arte
indisoluble de las “Enmiendas
Constitucionales”, decir de concordancia plena con la erradicación de todo vestigio de las ominosas segregaciones por motivo racial, espiritual u otros divisionismos exógenos; exacerbada por grupos aislados de y en cada bando en pugna.
Estrategias teóricas de ambos líderes
El Dr.
Martin Luther King Jr., quién escogió la estrategia, para su
justa constitucional, la táctica exógena (foránea) de “Poder de la Desobediencia Civil Pro
activa”, resultó un abanderado de la
lucha por la validación total y nacional de los Derechos Civiles. Este lider politico; fundó
(1957) la Southern
Christian Leadership Conference, SCLC (Conferencia Sur del Liderazgo
Cristiano), la cual dirigió hasta su muerte. Este proyecto de activismo
pro activo, se estructuró inicialmente bajo el proyecto de un dispositivo pacifista tal correspondía con sus nexos religiosos e humanista Sin embargo por razones y en momentos desconocidos o al parecer
permeado por la influencia de sus consejeros 9,
lograron que el Dr. Martin Luther King Jr. deslizara sus acciones de protesta por el
sendero intrincado, (a veces tildado de irracional, a causa de la
desesperación que le embargaba, casi bordeando la escucha deletérea de moda, proto izquierdista) e impredecible de la entonces en boga
entre una nutrida de fanáticos por la "Desobediencia
Civil Pro Activa" 10
No solamente en la propuesta de “resistencia pasiva”, enunciada por Mohandas Karamchand Gandhi (aka, Mahatma Gandhi), sino en tomar el movimiento de Gandhi contra un sistema prácticamente “Sin Leyes” para los reclamantes, e igualarlo contra un gobierno como el de los Estados Unidos de América, que “Sí” tenía legislaciones bien claras al respecto, según nos advertía y clamaba Marshall de manera solida e incesante.
No solamente en la propuesta de “resistencia pasiva”, enunciada por Mohandas Karamchand Gandhi (aka, Mahatma Gandhi), sino en tomar el movimiento de Gandhi contra un sistema prácticamente “Sin Leyes” para los reclamantes, e igualarlo contra un gobierno como el de los Estados Unidos de América, que “Sí” tenía legislaciones bien claras al respecto, según nos advertía y clamaba Marshall de manera solida e incesante.
Buena parte de la fundamentación fue basada en los puntos de vista enunciados por otros líderes de tendencias pacifistas; en algunos casos; mientras que en otros no se podría advertir una denominada “filosofía social” dado que los reclamos estaban sustentados en el respeto a las leyes ya existentes, no en la creación de otras adicionales a las legisladas por los padres fundadores de los Estados Unidos de América. Sin embargo, es conocido que, por otra parte, el Dr. Thurgood Marshall y otros norteamericanos de buena fe y probado humanismo, bregaban con todas sus fuerzas considerando los elementos en manos de la ciudadanía y tribunales.
Decir: " El Dr. Thurgood Marshall apuntó, que no entendió necesario clamar y pelear en la vía pública por la 'igualdad social' (algo sorprendente para unos pocos al margen de su mensaje) dado que esta categoria, ya estaba reconocida, por lo que 'no era imperativo' enfrascarse en peleas y encuentros con otras facciones y menos, con la fuerza pública, ni reinventar lo ya legislado y aceptado por la sociedad y el gobierno norteamericano. Aducía este,con cordura extrema; porque lo otro, era innecesario inventarlo de nuevo"
Así de valiente fue la propuesta del Dr. Marshall. Ello, y mucho menos ―pensaba este con sensatez preclara―; contra el espíritu irrespetuoso de una "calidad tortuosa, esgrimir la ficha del odio racial”
Así de simple, todo el andamiaje de sus
discrepantes se esfumó, cuando Marshall aclaró que todo el objetivo yacía al
alcance todos y cada uno de los ciudadano, fuese el movimiento en forma
individual o en grupos pacíficos, dado que se estaba
reclamando con cordura máxima y pacíficamente el reverdecer de lo ya amparado e
integrado a la hermosa Constitución
de los EE.UU. y
sus enmiendas. En esencia, estos norteamericanos pacifistas como el
Dr.
Thurgood Marshall,
exigían echar a un lado cualquier subterfugio o artimaña ilegal tendente a
opacar o demeritar la igualdad social constitucional y de una y por todas,
desvincular lo de “racial” estipulado en una connotación
confusa; para gusto de los enemigos de los EE.UU. desenterrando una supuesta y
titulada “igualdad
racial transfigurada”,
que los EE.UU. ('nuestro país' dijo) no necesitaba. Advirtió este líder,
que "sería como desvalijar de un tajo, cualquier disposición local
que se enfrentase a la simple aplicación de la Constitución", tal
propusieron Marshall y otros norteamericanos cuerdos.
Dialéctica
en la ‘lucha de contrarios’
Trata de las contradicciones dialécticas en la lucha de contrarios en la que las tesis que por una parte se interpenetran, mientras que por otra se excluyen (recíprocamente) y que según variantes de la filosofía marxista, afronta el momentum de la ‘lucha de contrarios’ la que impele movimiento al desarrollo dialéctico de la confrontación (wiki) Tales tácticas confrontativas, apuntaba el Dr. Thurgood Marshall, ya habían dejado de ser estratégicas, dado que de manera inevitable; conduciría más tarde o temprano, a la exacerbación de las pasiones y el encontronazo físico ineludible con las autoridades del orden o sus oponentes envueltos en riñas segregacionistas violentas; lidiando sus diferencias filosóficas en medio de las calles; tuvieran o no estos seguidores activos, como demandantes, la Razón.
En medio de tal mar de confusiones e intereses fundamentalistas y exógenos, es que se gesta y demostró en cada uno de los choques anteriores y posteriores a la etapa liderada por el Dr. Martín Luther King Jr. como líder de ese movimiento ciudadano (o sus seguidores) inconformes con el statu quo imperante. Este último de innegable ilegitimidad a la vista de todos. Por ejemplo, notorias fueron las protestas de los veteranos de la I Guerra Mundial ante la falta de empleos, la lucha de las mujeres por el derecho al voto, las que el propio King auspició, advertida después como "equivocadas" dentro del contexto histórico, en contra de la Guerra de Vietnam.
Trata de las contradicciones dialécticas en la lucha de contrarios en la que las tesis que por una parte se interpenetran, mientras que por otra se excluyen (recíprocamente) y que según variantes de la filosofía marxista, afronta el momentum de la ‘lucha de contrarios’ la que impele movimiento al desarrollo dialéctico de la confrontación (wiki) Tales tácticas confrontativas, apuntaba el Dr. Thurgood Marshall, ya habían dejado de ser estratégicas, dado que de manera inevitable; conduciría más tarde o temprano, a la exacerbación de las pasiones y el encontronazo físico ineludible con las autoridades del orden o sus oponentes envueltos en riñas segregacionistas violentas; lidiando sus diferencias filosóficas en medio de las calles; tuvieran o no estos seguidores activos, como demandantes, la Razón.
En medio de tal mar de confusiones e intereses fundamentalistas y exógenos, es que se gesta y demostró en cada uno de los choques anteriores y posteriores a la etapa liderada por el Dr. Martín Luther King Jr. como líder de ese movimiento ciudadano (o sus seguidores) inconformes con el statu quo imperante. Este último de innegable ilegitimidad a la vista de todos. Por ejemplo, notorias fueron las protestas de los veteranos de la I Guerra Mundial ante la falta de empleos, la lucha de las mujeres por el derecho al voto, las que el propio King auspició, advertida después como "equivocadas" dentro del contexto histórico, en contra de la Guerra de Vietnam.
Debemos puntualizar, que un sector estimado
mayoritario de los negros norteamericanos se preguntaba las razones que
condujeron al Dr.
Martín Luther King a encandilar a sus seguidores para que se inmiscuyeran
en el conflicto de Vietnam, cuando dicha guerra era un evento "sin relación
con la lucha por los Derechos Civiles" de
ciudadanos norteamericanos y sí, una confrontación genuina contra
las dictaduras
totalitarias comunistas, fundamentalistas, socialistas y otras;
todas las cuales eran aupada y financiadas por la URSS. Este conjunto era el el bloque de sateliteras
enriquecido con satrapías nepóticas y dinásticas en un escandaloso "melting-pot" de entidades europeas, africanas y
asiáticas; montamos contra un país democrático de
solvencia reconocida, tales son los EE.UU.
Ello, al contrario de la claqué (entente) comunista, de entidades mafiosas que nos circundan
y amenazan hoy día desde la frontera sur y el Caribe. Muchos de sus adictos,
abandonaron sus filas Luther King, considerando que tal proceder lindaba en una
actitud antipatriótica, al ponerse (en el mejor de los casos 'inadvertidamente
por sus estrategas, “de parte de los comunistas conjurados
contra Norteamérica” También se destacaron la batalla sobre el boicot
al transporte o las riñas anti aborto, la efervescencia de
los “verdes” también vinculados
a los ambientalistas o
cualquiera de los otros aspectos por los que sectores ciudadanos se sintieran
molestos o quejosos.
El Dr.
Martín Luther King Jr.
decidió en alguna forma o por motivos no diafanizados del todo por los
historiadores (o quizás solo algunos), tal vez casi humectados o impregnados
por esquirlas trasnochadas, lanzadas por los “fundamentalistas herméticos”; a los fines de entrar en consonancia con
las “modas” estiladas de la época y limpiamente y abrazó parte de las
doctrinas escandalosas y amodorrantes de un líder confundido como Henry David Thoreau. En esencia, un visionario cuasi repleto de atolondramientos,
aunque cierto, un reconocido idealista, soñador antiesclavista (un puritano,
de ideas placidas cuajadas y adheridas al trascendentalismo) Este
ideólogo exaltado en medio de su prédica propia, además singular; era autor de
un panfleto "La
Desobediencia Civil" (lamentablemente
escrito en la cárcel, a causa de esa misma actitud contestataria) y algunos
puntos de vista de bordeando coincidencias con Tolstoi, Gandhi, similares
a las propuestas hoy por Habermas y otros tantos modernos líderes, pensadores y
otros filósofos connotados.
La desobediencia civil en
la esencia de su estilo y tácticas en su calidad de lucha contestataria, es una
forma de disidencia política propia
de los ciudadanos objetores de conciencia que; dentro de una democracia; dicen y muestran
pacíficamente (por lo general) sus inconformidades con ciertas actividades o
puntos de vista del gobierno actual.
Si se entiende dentro de otro contexto, "de la política de estado" que puede ser general y sostenida. Uno de los rasgos característicos de dicha táctica como instrumento de lucha, sino el de mayor distinción, es el de la desobediencia civil como tal; donde Luther King Jr. aplicó con frecuencia los enunciados tácticos de Gandhi y otros artilugios de la ristra idealista, afines con el quehacer de copycats (estáticos) innumerables, a la hechura contemporánea. Esta línea del gandhiismo, a su vez en su ejecución, contemplaba una forma consciente y sin estridencias públicas, su claro pacifismo y no violencia, manteniendo una actitud de protesta contra la autoridad (entonces la británica) pero en términos respetuosos.
Ajustados a
esa divergencia, asume otras fases de violencia extrema bajo los totalitarismos
comunistas que; como fantasmas ineludibles nos acompañan en todos los
tiempos, aun los aciagos contemporáneos; es cuando la cuestión en la ‘lucha de contrarios’ agudiza como un
hipnótico desesperante. Todo, a causa de la represión contra los protestantes
por la intolerancia extrema del régimen opresor al mando; renuente a abrir un espacio
que ha estado cerrado a cal y canto
para el resto de la ciudadanía asombrada e inerme. Dicha actitud contestataria,
puede ser silente y de inamovilidad absoluta en lugar o zona específica; tras
el envío de un mensaje a la autoridad pública, aduciendo las razones del tal
quehacer de manera indefinida, hasta conseguir que las autoridades cesen, bajo
cualquier acción cognoscitiva, aun, al margen de todas las leyes.
Es cuando
brotan incontenibles los temibles nódulos de venganza. La mesura de las democracias,
resultaron bálsamos para los generadores de atrocidades. Un conjunto de
retaliaciones que los ciudadanos agredidos a mansalva por los Tirano Bandera de la rojura
izquierdista vergonzosa indoamericana; es casi vendida como paradigmas
repetitivos; que hacían y deshacían amparados bajo la sombra larga moscovita apuntando
al suroeste, hacia la Mesoamérica letrinosa por corruptelas genocidas, guiada y
amamantada desde la inmensa crueldad del Muro de Berlín (Berliner Mauer), nunca fueron obligados a un mea culpa y condena efectivos ante su indispensable “Nüremberg
Prozesse” (Juicio de Nüremberg) correspondiente.
Fin de la saga.
© Lionel Lejardi. Mayo, 2011
Legacy Press
Addendum
8 El boicot terminó gracias a una decisión de la Corte
Suprema de los Estados Unidos del 13 de noviembre de 1956 que
declaró ilegal la segregación en los autobuses, restaurantes, escuelas y cualquiera
de los otros lugares públicos.
9 La
consejería advertida o inducida en la táctica aplicada por el Dr. Martín Luther King por fuerzas extrínsecas, no deben
dejar de vincularse con la existencia de factores enemigos jurados de los
Estados Unidos. Recordar que por entonces, los restos del nacionalismo
tercermundista (empantanados por la corrupción en sus fracasos económicos y
políticos totales), aupado y subvencionado por la URSS y su brazo político armado y
subversivo; el Comintern (todavía activo en la introducción
de drogas para destruir la moral de la sociedad occidental, en especial
la juventud estadounidense); arribaron a las entrañas de los
norteamericanos disconformes, convoyados y vigorizado con la mensajería
testaferra de los marxistas y sus cómplices de la izquierda
extrema más destacados, si atendemos a su perfil alto de tales: izquierdistas todos, supuestos
la cofradía de adalides justicieros, humanistas y benevolentes.
10 Henry
David Thoreau (1817-1862) fue un poeta, escritor y filósofo estadounidense de
tendencia trascendentalista y origen puritano,
autor de "La
Desobediencia Civil",
entre otras obras y se le considera entre los padres de la literatura
norteamericana. En 1846, Thoreau se negó a pagar impuestos debido a su oposición
a la guerra contra México (como también lo
era Lincoln) México (también lo era Lincoln) y a la
esclavitud en Estados Unidos, por lo que fue encarcelado. De este hecho nace su
tratado, La desobediencia civil, pionero al proponer algunas ideas como
el pacifismo y la no violencia que resurgieron con fuerza en esa
especie de el ‘altermundismo-oscurantista’, ya anticipado por Thoreau para el siglo
XX (próximo pasado).
11 El
caso...
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