jueves, 15 de septiembre de 2011

Un password a los "circunstantes", para acceder al sitio del evento trágico

Se cumplen 52 años de dictadura comunista en Cuba

Un password a los "circunstantes", para acceder al sitio del evento trágico

De talk-shows en la radio y la TV
Algunos analistas, especialistas, expertos y también eruditos; los cuales son invitados a programas de la radio o la TV; a veces nos dejan consternados a medias, cuando censuran su ego sin que nadie se lo sugiera y no emiten a cabalidad el juicio que le solicitan –que es la razón exacta de su invitación– sobre un asunto o dilema que el conductor del programa; por lo general talk shows; desea o propende a aclarar e ilustrar en interés de sus espectadores (TV) o escuchas (radio) y los que definimos, "circunstantes".
Esta labor iluminadora de la comunidad, en esencia, es encomiable y útil en extremo, sobre todo, para aclarar o "destapar" temas ocultos, en todos los casos. Una acción decidida y profiláctica de nuestras ciudades y condado, fue la iniciada por la radioemisora WQBA y los canales 41 y 22 de televisión.
Esto, puede interpretarse como una auto protección del invitado a cubrir su aureola de credibilidad. Sucede que tal ingenuidad supina, no les permite entender de una y por todas que los totalitarismos nunca explican sus desmanes, porque siempre están expuestos al ridículo. Es como solicitarle al vecino cretinoide y desconsiderado, que nos explique la razón por la cual su recontra condenado perrito evacua sus hediondeces sobre nuestro césped en lugar de hacerlo sobre el suyo.
Tal es el caso de los enigmas concernientes a la muerte alevosa de Laura Pollán donde, de inicio, se evidenció el interés de La Habana en manejar el concepto de "fallecimiento" de la occisa (la víctima) en lugar de "muerte" por parte de los victimarios. Luego, el invitado no se arriesga a emitir su juicio "hasta que no existan o aparezcan pruebas de que el suceso ocurrió en una u otra forma".
Los ingenieros, arquitectos, físicos, médicos, economistas, abogados, comunicadores y otros de los que deben "quemarse el coco y regar la inteligencia" para comer; por los general; son rápidos y precisos en dar cualquier juicio sobre un tema. No sucede así con algunos filósofos, literatos, músicos, artistas y otros de las ciencias y artes blandas (sucede igual en los premios Nobel), que en alguna forma o momento incursionan en las que ellos estiman las "riesgosas artes de la política".
En estos ultimos (nunca se dan golpes), es como si olieran con cuál paso caerán en una tembladera, de las que nos aterraban en nuestra niñez. Entonces parecería que estos invitados nunca dejaron de ser niños, como reflejos malos de los Peter Pan norteamericanos, atascadosen la adolescencia.
Laxitud
Es una actitud de disciplina laxa ¿...? que tiende a que el circunstante suponga, quizás, que dicha pose (temor) es para no incomodar a los castristas. Luego, es dar la impresión que donde dije dije, no dije nada.
Sin embargo, este arquetipo de invitado tiende a correrse hacia el rojo einsteniano, tal hace la Galaxia Kuklos por la tangente de la pérdida de tiempo y los galimatías de la bobería criolla y deja colgado su juicio ante el asombro de los circunstantes, según el caso; quien permanece trabado en su incomprensión no satisfecha, mientras el disertante pliega sus banderas y se retira incólume.
Se induce con tal actitud olímpica, un recurrimiento obligado al estilo de Cicerón. Porque eso no vale así y no por ética y sí, se presume, por falta de valor escénico el cual de manera indisoluble va ligado a una cuota de riesgo personal. Claro que esto no se refiere a aquellos cínicos que no quieren arruinar su próxima visita a La Habana, aunque sea familiar.
Saber que no se trata de dar la impresión de un huidizo por hábito, por supuesto que este no es el caso, sino de no ser mudo por levantar el escudo. Es envolverse en una pizca de educación formal, para perfeccionar el discurso. En el caso de la Pollán todo era evidente, tanto, que unas horas más tarde estalló el asunto en los medios informativos, nacionales e internacionales.
De modo que las lagunas sobre las denominadas sintomatologías recurridas por la Seguridad del Estado (SE), comenzaron a colmarse. Por lo que es lógico que ellos se defiendan como gatos "boca arriba", porque esa manifestación, recordemos, es el sudor helado de la soberbia.
Sucedió en la hora cumbre de uno de los programas (8-9 p.m.) de un canal prestigioso que transmite toda su programación en español. El invitado, esquivó no se atrevió a dar su opinión sobre las circunstancias probables de que el evento no fuera un "fallecimiento", sino una "muerte anunciada" como todo se evidenciaba hasta ese momento y prefirió quedarse colgado de la brocha.
En buena técnica de los talk shows, eso no vale. Como en todo evento público, existen reglas que nadie nos la dice pero se huelen, si nos sumergimos en el mundo de la lógica, quizás de la metafísica y que son evidencias que nos proporcionan el sentido común.
El error
El error del invitado le hizo resbalar cuando quizás turbado supuso que se trataba, por ejemplo, de un acontecimiento cotidiano sucedido en París, donde siempre habrá una respuesta cuerda por parte del gobierno interpelado y no en La Habana de intramuros, cerrada a cal y canto. De donde éste testigo debe recordar que en Cuba no hay otra "fuente no gubernamental" (FNG) que los refute o con la cual se pueda cruzar la información.
Luego, es imposible para la opinión pública, los medios, entidades, instituciones, el propio individuo como tal, etc., indagar sobre el origen y veracidad de estas sintomatologías y demás circunstancias vinculadas a la muerte de Laura Pollán, mencionadas por los voceros de la SE.
Es un evento, donde los obedientes aceptan las sintomatologías como "aducidas", mientras que los escépticos las suponen "inducidas". Tal desconcierto se debe a que es el propio gobierno cubano el que fabrica y genera los partes médicos.
Los errores del invitado se basan en asumir que en algún momento, el centro emisor de los partes médicos; la SE (que no es mas que una Policía Política de un estado totalitario), enternecida por las dudas de sus opositores, aclarará o dirá la verdad, todo, dándole la vuelta que le dieran a los detalles. Nunca de los sistemas totalitarios emanará una verdad.
No sucede en Cuba, como tampoco aconteció durante la historia trágica y sangrienta del sistema comunista implantado en todo el bloque pro soviético, desde la hecatombe de 1917; cuando asesinaron a la familia imperial completa. O el escandaloso Holodomor o estarvación (muerte deliberada por hambre) desatada por los comunistas contra el campesinado en Ukrania (invierno de 1932-1933), en el denominado "Holocausto Ucraniano", cuando literalmente fueron matadas de hambre 7 o más millones de personas inermes. Entonces, ¿les temblaria la mano a los castristas ante un ruiseñor aislado e indefenso?.
Es probable que alguien aconsejó y otro alguien tomó la decisión de sacar esa piedra del zapato. O quizás no. Eso tampoco lo sabremos. Como que nadie, ni ahora ni después, dispondrá de las evidencias cacareadas, por la simple razón de que estas pruebas se destruyen in situ.
Algunas almas pueriles del exilio, cautelosos siempre cuando recorren los estudios de radio y TV o sentados en el dintel de su tienda de campaña, aguardan apacibles el desfile de las "pruebas" que nunca aparecerán.
Olvidan plácidos, que tratan con totalitarismos no con sistemas humanizados protectores de sus ciudadanos. Y así dejan tupidos a los circunstantes. Es soñar inútilmente con obtener de "ellos" un pass word de acceso al sitio del evento trágico.
Sucede que todo encaja, a pesar de que el hermetismo siempre es útil a los totalitarismos y a otros pícaros, por lo que estos regímenes no permiten otra fuente de información independiente, que no emane del Templo y por boca de sus chamanes, a veces brujos o babalaows.
Es como situarnos en Delfos, Luxor o en el Templo Mayor de Tenochtitlán; para que obediente como lebreles; escuchemos las moncergas y diatribas de los elegidos, que nunca jamás nos cantarán odas gregorianas. La cuota de riesgo (postura) siempre debe ser observada por el invitado o disertante, para evitar su deslustre.
© Lionel Lejardi. Septiembre, 2011
lejardil@bellsouth.net
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miércoles, 17 de agosto de 2011

Respuestas de hitos astrosos de nuestro líderes, pero sin hitos

Se cumplen 52 años de dictadura comunista en Cuba
Respuestas a hitos astrosos de nuestros líderes, pero sin hitos
Sin la venia ajena
El periodista Juan Carlos Chávez, publicó [ver, el Nuevo Herald, "Política migratoria levanta revuelo", Miércoles 3 de Agosto, 2011]; varias entrevistas individuales a figuras políticas e intelectuales, indagando acerca los movimientos propagandísticos del régimen comunista atrincherado en Cuba y sus opiniones, a vuelo de pájaro, sobre la versatilidad el Asunto Cubano. Los interlocutores del reportero, algunos muy conocidos dentro del espectro de opiniones bamboleantes sobre la temática isleña, ofrecieron puntos de vista como voces individuales o a veces, sin decirlo, de grupos o sectores de la diáspora cubana en territorio estadounidense. En general, no parecio advertirse el "toma y daca" (give-and-take) clásico, siempre vaporoso y flexible para reparar el "donde dije tal era Pascual".
Resulta lógico y obvio que la muestra, no podía reflejar un modelo de unanimidades en pleno siglo XXI, sino, el abanico de puntos de vista diferentes, de naturaleza impresionista, distintivo de toda diáspora. Dice a media voz el demiurgo alejandrino de guardia, que es todo un plan delineado entre un pas de deux y un pas de quatre de decir lo que no parece que dije, a veces antagónicos, en el clip art por entregas que representa el drama del Asunto Cubano. No lo creo así.
Al parecer, se trataba de refrescar los criterios de estas figuras destacadas que arribaron en su tiempo a los EE.UU. por razones diversas. Por lo tanto, era ilógico suponerlos a todos exiliados políticos, al menos en el sentido canónico, sin hacer otras consideraciones bañadas en incertidumbres. Ello, conociendo las triquiñuelas normales activadas en las migraciones politicas, en cada Servicio de Inteligencia. Sólo que lo insondable de algunas de las respuestas, decimos el trasfondo que nunca será traslúcido del todo, causa una sensación de estupor. Como una especie de "comezón del séptimo año" o quizás otras ardentías, por tratarse del "Año del Conejo", con sus virtudes peculiares.
Las respuestas, siempre interesantes como un close-up inesperado, versaron sobre las opiniones difuminadas (o mejor, bramadas como directrices del partido único; en el sentido lato de la jerga comunista) por Raúl Castro Rúz; como extensión de la saga interminable de promesas de "cambios" políticos y económicos en el descontrol interior, desplegada a todo trapo bajo el candor del "Gran Hermano".
Advertir al lector que en Cuba, no alimentar con hojas tallos de mambú a la familia de Pandas hambrientos del zoo habanero, sino con pizza; según los oficiosos alabarderos (impensantes) del régimen, es una profunda, revolucionaria y audaz, apertura política. Al menos, así piensa el mítico Bobo de Abela.
En esencia, todos advierten los bolsones de vacuidad que no tienen relación provechosa, ni siquiera paliativa, para el ciudadano común atribulado por el desorden imperante en ese país, que una vez fue suyo y no una finca particular de la dinastía oriental.
Es entender que el concepto de "ciudadano común", según el dogma castrista; aplica gramaticalmente y por unos altos principios inexistentes en la "Animal Farm", a la ralea populachera de los rones anejo y carta blanca, arrolladora de congas en las comparsas habaneras. Es la misma masa que conforma la canalla proletaria del Lumpenproletariat (1), que los comunistas suponen mayoritaria y a su favor, en el apoyo incondicional al régimen por otra panacea de beatitud lisérgica impregnada de un coma inexorable, iniciado en 1959 por los terroristas seguidores de los Castro. Es la nobel comparsa habanera, macerada durante décadas para continuar sumiendo a la sociedad cubana en un sopor sicodélico del que no ha retornado —¿querrán ellos, los embelesados?— , al mundo real.
Este funcionario del régimen, planteó otras divagaciones incongruentes con la metástasis actual, de lo que queda de la sociedad cubana de ayer. Amenaza con poner en práctica una especie de modificación, abrir una rendija o bajar la altura de la cerca de púas sucesivas que circunvalan la "Animal Farm" cubana.
O sea, "continuar royendo las mismas osamentas de los sepulcros blanqueados, descarnados por ellos mismos y sus demonios alados". Es revender sin afeites, el viejo evento fracasado en lo que una vez fue la nación cubana, hoy tornada manicomio goyesco, de brujas indescriptible casi todas n-sexuales.
Lo que nos resalta como una curiosidad de feria, es la casi tonalidad idéntica tanto de políticos como de intelectuales (es su derecho); en considerar dignos de comentar, cada balbuceo de la horda rojiparda actual enquistada en la cabina de mando de los motores zurdos, en La Habana.
Esta última, ha devenido per se faro y guía de cuanta satrapia asome orejas de entre la fauna de saltimbanquis indoamericanos, árabes, africanos o asiáticos. Son las trapisondas alocutivas y fonogramas cíclicos del tercer nivel, moteados como sales analgésicas en agua tibia, para calmar con bains de siège (baños de asiento), ciertos malestares del bajo vientre.
Los bolcheviques y sus ecos locales, miamenses por antonomasia; unos intelectuales y otros artísticos, recomiendan a los cubanos oprimidos y a los exiliados, la posología de este récipe sarcástico; o sea; el tomar esos baños para mitigar las chapucerías zurdas; tales les inducían a los sodomitas en la Roma Imperial, a fin de que aquellos curaran sus daños tras retozar en los cuarteles.
Los comunistas siempre han intentado igualar a los cubanos maniatados de hoy, con la eroticidad de esos otros, sus alumnos disfuncionales de ayer, hoy encumbrados sobre panderetas repletas de abanicos. Son los cantos exóticos habituales de las Ocas Zurdas, orientales, ya en la senectud.
Qué y cómo lo dijeron
Las respuestas (todas editadas) y una evaluación que se me antoja (−10≥0≤10+), a falta de otra no proveniente de un lector, fueron las siguientes:
"Una reformulación de las medidas posibilitaría una reunificación familiar"(-5)
José "Pepe" Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).
"Al gobierno cubano hay que reconocerlo cuando hace cosas en la dirección correcta"(-10).
Carlos Saladrigas, presidente Cuba Study Group (CSG)
"El único paso seria abrir las puertas de Cuba a todos los opositores y exiliados"(+8).
Mauricio Claver-Carone, director de Cuba Democracy
"Cuba maneja el tema por intereses políticos"... "Ellos decidirán quién sale y quién entra"(+6)
Ninoska Pérez Castellón, periodista (Radio Mambí) y por el Consejo por la Libertad de Cuba.
"Esto aliviara la presión interna"... "Es un negocio, no una cuestión humanitaria"(+3)
Jaime Suchlicki, director de Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS).
"Beneficiaria a la comunidad"... "A que éstos se involucren en la economía cubana"(-8)
Philip Peters, vicepresidente del Instituto Lexington.
"Ellos están interesados en seguir controlando el sistema político"(+5)
Andy Gómez, académico del ICCAS.
Fin de la saga.
© Lionel Lejardi. Agosto, 2011
lejardil@bellsouth.net
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(1)   Lumpenproletariat, esta denominación, en ingles respondería a raggedy proletarian incluye: swindlers, confidence tricksters, brothel-keepers, rag-and-bone, merchants, beggars, class fraction, etc. (wik). Karl Marx y Friedrich Engels se atribuyeron el término en la obra "Die deutsche Ideologie" (La ideología alemana) de 1845, en la cual arremeten desesperadamente contra Ludwig Feuerbach, Bruno Bauer y Max Stirner, filosofos idealistas denominados "los jóvenes hegelianos". Ambos, vuelven a la carga en ocasión del conocido "El 18 Brumarie de Louis Bonaparte", en 1852; donde se aventuran a incluir a Bonaparte dentro de la categoría de Lumpenproletariat.

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jueves, 28 de abril de 2011

Uniones sindicadas y otros poimandres herméticos

Uniones sindicadas y otros poimandres herméticos
Se cumplen 52 años de dictadura comunista en Cuba
Sin la venia Ajena
Versos de rima átona, con intenciones
No es extraño que disturbios económicos como la recesión actual en EE.UU, hayan roto las cadenas que mantenían ancladas a medias aguas; en la gran ciénaga político-social; el cofre de las trampas, subterfugios, armadijos y el resto de las inverecundias que nos atormentan. En un tropo forzado, la similitud deviene al toparnos con la farsa de un iceberg; el de los funcionarios y dirigentes de uniones, hablo de aquellos indecoroso no de los buenos; los cuales le hicieron dar la vuelta de campana, hasta que emergió chorreando toda clase de miserias humanas.
La cosa estalla con la diseminación de sartas escandalosas, que los protagonistas preferirían mantener sumergidas y enterradas en el fondo del pantano común. O también, en alguna que otra charca particular, a disposición de cada depredador de la vergüenza pública.
Sin artes ni magias, los sellos se liberaron y con ello, los secretos herméticos vedados al oído y vista de los tristes mortales, los contribuyentes inermes. Porque nosotros los catalogados como los juansinnada, empleados y desempleados de “a pie”; somos la parte mayoritaria productora, cuya carga más álgida es la función de mantener de por siempre; el fabuloso estándar de vida de la parte no productora de la sociedad, los burócratas.
Esta última porción parásita (conceptual), sin la menor compasión; vive a nuestras expensas tragándose todo el erario público y hasta aquello pensado intragable, el menudo de nuestros bolsillos. Sus componentes, "Ellos", son los empleados gubernamentales de la nación norteamericana.
Como en todo hay excepciones, tales son los factores destinados a la oficina ejecutiva, seguridad nacional y defensa, legislación y la judicatura, por mencionar ejemplos casuísticos proto salvables. Los secretos herméticos en parte, se refieren a la repartición del pastel presupuestal, intercambio de influencias, amiguismo, nepotismo, cabildeo, compromisos con y entre las uniones y las administraciones en todos los EE.UU. Y no hablar del resto de las iniquidades que van emergiendo a la superficie, en el día a día.
El echar aceite al mar para calmar las furias en medio de esta tormenta, en nada les ha servido a los pícaros. Tales intentos dilatorios, en su lugar, ha recalentado la indignación ciudadana. Porque la cuestión atañe y es responsabilidad de las uniones y sus afiliados, los cuales se han prestado con “el silencio de las ovejas”, directa o indirectamente, a sancionar y chupar de estos manejos siempre perjudiciales a los contribuyentes.
Y como hace buena parte de los oficiales electos, aplican en su beneficio el dogma de laissez-faire, laissez-passer (dejar hacer, dejar pasar) no émulo de las sociedades abiertas y democráticas como la norteamericana, aunque muy acorde al mercantilismo barato de pulgueros y kandongas. Sucede que al estado, tan pequeñito como un condado o ciudad, es moda à la dernière, estandarizarlo acomodado al silabario del katagana, gobernador de los altos principios de los "Tres Monos Sabios" del templo de Nikko. Pero lo que sí es incierto, como asegura una reportera, que si los controladores aéreos se duermen (los cuales no tienen por qué) es debido a no estar sindicalizados, sino simplemente a que el escalón inmediato donde pace el supervisor cayuco, no funciona o también el tipo andaba dormido
Aconteció que todas las trampas que pusieron a los ciudadanos norteamericanos hasta ayer, les estuvieron saliendo bien. Nos referimos al hermetismo indecoroso en el cual, ex professo, se han envuelto desde siempre los dineros engullidos por la avidez insaciable, de los estamentos que componen la "vieja clase" gubernamental: dirigentes y dirigidos.
Un botín de guerra sui generis
Es opinión de los entendidos que los titulados "paquetes de beneficios", en modo alguno son conquistas de los trabajadores, mejor, empleados públicos. Existen opiniones a cualquier nivel analítico que los consideran lo más parecido: a la repartición simple de un botín de guerra, arrancado a los contribuyentes indefensos; manu militari; por los integrantes de una partida irregular al acecho en los caminos conducentes a la perdición de la vergüenza ciudadana.
La catástrofe nacional actual, provocada por la enorme burocracia ineficiente, inoperante y gastadora; de sueldos descomunales, pensiones múltiples y el resto de los denominados "beneficios"; se traga casi el 90% de los ingresos aportados por los contribuyentes fuera del juego oficial. De igual modo, y es la esencia de la denuncia, esta calamidad contamina y hace metástasis a pie de condados y municipios y sus instituciones fantasmas colaterales, lastrados todos en sus "partos de los montes" con sus uniones.
Estas capas son a grosso modo, la patronal (funcionarios) y la sindical (los empleados), donde yacen incrustados al estuco, todos y cada uno de sus integrantes. En el peor de los casos, las uniones sindicadas protegen bajo sus alas caldeadas de ventajismos, tanto a funcionarios como a los que debieran ser la antítesis naturales de estos últimos, los empleados.
Ambos, son cocidos a fuego lento en la misma olla. Sabrán Dios y las 11,000 vírgenes, la embocadura vinícola del menjurje. Pero si no lo podemos degustar, sí palpamos y conocemos sus resultados ruinosos para la sociedad entera. En nuestro caso, tienen en bancarrota plena a todas las arcas municipales y condales del estado floridense. De ahí, evidente, el terror a la intolerancia comercial de las privatizaciones.
Y aquí desplegamos el abanico de los agraciados por esa mano de cartas divina, que constituyen los empleados gubernamentales. En cada piso del poimandre hermético de cada estado, anidan desde un gobernador hasta el último “limpiapisos” (les intouchables), del último de sus municipios. Nada de qué enojarse, porque en la vida civil el que suscribe, sabe las técnicas de exprimir el trapo y menear la escoba, tan temidos por los falsarios.
El estremecimiento que experimentó nuestra sociedad con la jornada exitosa de la revocación alcaldicia condal, fue desatado por “las viñas de la ira ciudadana” ante el desparpajo en la repartición de sueldos, prebendas, botellas, sinecuras, etc.; en todos los estamentos estructurales del Miami-Dade County (MDC). Ver que los líderes nuevos dicen saber del desefreno y que barrerán con todo eso.
Estimados conservadores repetitivos desde siempre, arrojan un exceso de plantilla de los jefes alrededor del 46% y subalternos, entre un 18 y 21%. Estos valores encajan al igual en el resto de los estados y de nuestra nación, atribulada por los burócratas y sus amigos lánguidos, los ”tragasellos” y otras yerbas del welfare.
Métrica del poema nominal
¿Para qué, sino para mantener a un buen número morones (Amici degli Amici) escondidos entre los empleados decentes y trabajadores; sirve la nómina de unos 60 Jefes de Departamentos y 30,000 empleados en el MDC?. El ejemplo, es aplicable a cualquier estructura nacional. Tan es así, que de igual modo casi todos los futuros aspirantes nuevos (porque debemos desechar a los viejos burladores de la ciudadanía) a los puestos de alcaldes y comisionados en municipios y condados de toda la nación; plantean en sus plataformas reducciones de nóminas y rebajas de salarios, drásticas pero necesarias.
Y recalcamos los nuevos, porque debemos desechar a los viejos –no por viejos, sino por sinvergonzones en sus alianzas invirtuales con las uniones en la repartición del pastel– quienes nos dejaros un legado horroroso: el poema nominal de nuestra ruina como comunidad.
De ahí, y nos sorprende, que formadores de opinión de seriedad indudable, al parecer confundidos en mimetismos con lo que no son (voceros); quizás informales y así ruego; de los estamentos, nos hacen escuchar plañidos, voces y lamentos herrumbrosos y extrañamente amplificados por estos mismos bardos.
La cosa va con las injustificaciones orquestadas por las cabezas iracundas de los estamentos; que se resisten a modificar o poner en su verdadero lugar (el basurero), prácticas inmorales etiquetadas como lesivas a la sociedad. No son palabras, sino, ver la magnitud del desastre económico en que nos han hundido el eje de funcionarios-uniones.
¿Quién se atrevería en sus cabales de persona decente y decorosa, a justificar que un simple bombero de cualquier parte de los EE.UU se ufane de ganar $300 o $450,000 anuales, y lo mejor que se pregunta el pueblo: haciendo qué, para ganar mas sueldo que el Presidente de los Estados Unidos?. Es indudable que algo muy preocupante ha entrelazado las ententes gobierno-sindicato en todo el país. ¿Es resultado del cohecho? Inquirimos alarmados y aterrados, porque se trata de los dineros del pueblo. El nuestro.
El conjunto involucra sectores y actividades diversas de cabilderos de la gran masa, ya acanallada por esos mismos funcionarios y vectores sindicales; a quienes los buenos tiempos del regodeo y la gozadera con los dineros de los contribuyentes, les ha convertido en “demagogos perfectos”, hoy reyectados por la opinión pública.
Saber que el “unionismo” (una especie viva de “unicornios azules” copycats del barrio habanero de Los Pocitos, pero sin guitarras cantautoras encenagadas en la biblia zurda) es una de tales actividades marginales al igual que improductivas –al parecer, esta se auto mantiene el estatus con dinero ajeno–; constituyen el trajín sindical típico, cuyos resultados han devenido en la indignación ciudadana a escala nacional. Ningún estado o sitio, ha escapado de esta práctica cripto proletaria nociva y adictiva.
Cantos fúnebres de las ocas imperiales
Una que otra voz matutina o vespertina, quizás muto propio annon o, han elevado sus cantos funerales en defensa del sacrosanto derecho de los empleados y patronos a pagar una coima a las uniones que les representan, independientes o consolidadas. Pero claro que tienen razón, no hay por qué regañarlos, sólo recordarles que lo hacen a medias. Es que a tales adalides defensores del agua tibia, hay que enseñarles que no se pugna por un derecho que de hecho, existe por acuerdo entre las partes, aunque en contra del pueblo.
Es como lanzar exorcismos banales contra los demonios inexistentes que nos impiden respirar el aire marino de Miami Beach. Los sindicatos, uniones, clubs, gremios y asociaciones deben ser los lobbists de sus afiliados y no simples cajeros de los zánganos que cabildean en los pasillos gubernamentales. He ahí la queja, sobre los dineros supuestamente desvanecidos que las voces, al parecer no entienden, pero que al final se traducen en impuestos al contribuyente.
Cada individuo está en pleno derecho de decidir a ”quién” o a “cuálapôtre –¡por Dios, entenderlo en el sentido de “apóstol” y no de “souteneur”, porque son hechos involuntarios debidos a las trampas de las "homofonías antinómicas”, increíbles, existentes en la “perífrasis sinonímicas” de la lengua francesa (es un intríngulis)!– hace la infeliz entrega mansa y perruna, de sus óbolos.
En el trasfondo –se cuenta bajo cuerdas–, que en todas partes las uniones les dicen a los afiliados de marras que ellos (quizás tal sucedió en Yukon), son intocables. Da igual si el acto ampara por igual a los buenos trabajadores como a los ineficientes, impuntuales, botelleros, vagos, ausentistas, amiguitas de alguien o morones del que “me duele aquí Macorina”.
Se asegura que nadie los toca, ni puede, como a los pariahs, vacas o monos sagrados, indúes. Sucede que estos líderes sacrificados, a su vez mantenidos por los empleados que les agradecen su protección, siempre cuentan con ecos cebados para descarrilar a la opinión pública y dejarla en dubitaciones asoladoras.
Es que no acaban de entender las liaisons existentes entre todos y cada uno de estos pejes (por error, les dicen “líderes”) que detentan el poder en cada lugar. Se trata de las antiquísimas canastas intercambiadas a plena luz del día en las callejuelas de la Casbah condal o estatal, tal si fueran las de Atenas, las de los favores mutuos, grandes y chiquitos.
¿Dónde se escondieron estos líderes en ocasión del revocatorio?. Todos, sino casi todos partout, dan la impresión de estar interconectados a una misma tripa que les ensarta por el ombligo. En verdad es fea la imagen que ofrecen de nuestra hermosa sociedad norteamericana.
Para nosotros dolientes, se evidencia que la función de los sindicatos está desvirtuada, adulterada, corrompida y devastada por el oportunismo, la glotonería y la irresponsabilidad tanto de los sacrificados (líderes) como de los victimados (afiliados).
Todos piensan en cómo y cuánto acumular en las pensiones del gobierno para el retiro dorado. Que en el relajo se ha tornado no en "la" sino por "las" pensiones. Resulta imagen vergonzosa que estos cabritos blancos al degüello en el ara del dueto funcionarios-empleados gubernamentales, cada uno a su manera, “le aguanta la pata a la vaca”.
Sindicatos amarillentos
Ahora las uniones andan en temores de la aversión exacerbada de la ciudadanía harta, que va despertando por la generosa acción de líderes del calibre del Sr. Norman Braman, y no de ninguno de los otros "líderes vaporosos", esas postales que se escondieron a la “hora de los mameyes” y que hoy andan afilándose dientes y uñas, intentando volvernos al desparpajo que ellos crearon.
A todas esas cosas feas de la segunda personalidad u "otro yo" del individuo maligno –apuntado por Stevenson en su "The strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde"– le dicen, alter ego amarillento, al que designo como los yerbajos que comen los "Chivos de la Quirino".
Y le nombro “Sr. Norman Braman” y no “ricachón”, “millonario”, “bimillonario”, “multimillonario” o cualesquiera de esas sandeces envidiosas que les endilgan los energúmenos, sencillamente: porque me da la real gana y el respeto que tengo por la que presumo magnitud de sus “joyas familiares”.
El color amarillo canario era el preferido por Henry M. Flagler para pintar sus hoteles, diseminados por toda la costa este de los Estados Unidos. Sin embargo, el “amarillismo sindical” no es nada parecido a la euritmia estética de los arquitectos e ingenieros de aquel barón de los rieles. Si no, al emético o su consecuencia, la regurgitación de los búhos.
Luego, no sucede ni es lo usual en cada sociedad emética, ante la decencia y la ética; que les espantan como la ristra de ajos o el crucifijo de plata, a los vampiros extra humanos.
Un recuento a escala nacional de la obra de estos artefactos sociales (las uniones), nos mostraría la desolación que lograron en nuestras áreas industriales y de los servicios (ejemplos simples: el desmonte de las industrias y fábricas en Detroit y Hialeah o el desguace de la Eastern en Miami), dejando cientos de miles, quizás millones, de desempleados.
El modus fasciendi de protección sindical es inmoral e inético, atenta contra los altos principios; y en nada se diferencia de las mobs de antaño, salvo las vendettas cruentas, decretando como válida la conexión coima-protección. ¿O no es visto así por el ciudadano común?. Luego, ¿a qué vienen esos ditirambos acerca de las cuotas sindicales, sabidas mal cobradas y al parecer, peor empleadas, en cabildeos fantasmas?
En la realidad contemporánea, agregan los eruditos y salvo excepciones; las uniones de empleados y funcionarios gubernamentales, han demostrado de manera magistral el dominio de dos triquiñuelas de uso corriente:
–Acomodarse a los intereses de la administración de turno y subsistir en una especie de nirvana romano, ecechando arrancar cada año dádivas a la administración (también corrupta en algunos casos) y que en primer lugar; van contantes y sonantes a los bolsillos de ellos mismos en forma de sueldos, seguros, viáticos, horas extras, retiros, etc. Los distróficos mentales, que además son cínicos, tratan de seducirnos a los contribuyentes y les dicen “beneficios”.
–A cambio, utilizando el sudoku de los “Tres Monos Sabios”, todos se hacen de la vista gorda ante la repartición del presupuesto oficial en cualquier instancia (después de asegurarse su mordida alícuota) por parte de la administración, gravámenes por nuevos impuestos, aumentos de cuotas por servicios y obligaciones a la población ya esquilmada, etc. En esencia, no se puede probar la malversación, cohecho, soborno o el robo.
Un parche ineludible que da ronchas
La consecuencia de este modus operandi desfachatado, nos muestra un caso típico, no singular, tal es el escándalo general desatado en el Condado de Miami Dade y ciertas de sus ciudades, que culminó con el arrebato revocatorio impuesto por el voto ciudadano, al alcalde del condado y parte de sus colegas y beneficiados.
Un caso contrario, excepcional al parecer, de poner el parche antes de que salga el grano; pudo verse en Hialeah, donde el alcalde Julio Robaina dijo haberse enfrentado y contenido a las uniones, poniéndolas en su lugar. A falta de dinero, este funcionario disponía de dos opciones unicas: reducir sueldos o reducir personal. Osadía (nadie la ha desmentido), que al parecer no tuvieron ninguno de los “comecandelas” anteriores, ni que se atreverán los posteriores, ya cocinados en el mismo caldo. Desconocemos otros aspectos de la trayectoría política de Robaina.
Una variante de los sindicatos amarillos es aquella que se manifiesta en los países sometidos a gobiernos autoritarios, dictaduras, castas fundamentalistas y otras abyecciones políticas y religiosas; donde las uniones no son libres y autónomas y sí, impuestas de dedo por la alta instancia de la pandilla depredadora nacional encaramada en la cúpula, sus caudillos, líderes, iluminados o como quiera llamárseles.
Los totalitarismos y sus instituciones, todos, operan de esta forma indecorosa, y lo mejor del cuento: no se esconden y además; desafiantes; cuentan con decenas de apologistas y ocas nacionales y extranjeras (algunos pagos y el resto fellow travellers), a tiempo completo.
Volviendo al patio con el tema plañidero de lamentos, llantos y gemidos de algunos comunicadores; por las ententes de nuestras virtuosas uniones de empleados y funcionarios, no sorprende que al final del día aciago, los ciudadanos les pregunten a los políticos, funcionarios y empleados malos; ya rabiosos y soltando espumarajos por sus bocas retorcidas y desdentadas:

¿Y no les da vergüenza esquilmar así también, a sus familiares, amigos y vecinos?

Claro que no. O como dijo el Hon. Thurgood Marshall, magistrado de la Corte Suprema de los Estados Unidos: "...quizás cuando América vuelva a ser la América que todavía no ha sido".
© Lionel Lejardi. Abril, 2011
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lunes, 17 de enero de 2011

¿Dar el sí a Sarah, a la II Enmienda y gritarle ¡haššāšīn! a Jared Lee?.

¿Dar el sí a Sarah, a la II Enmienda y gritarle ¡haššāšīn! a Jared Lee?.
Se cumplen 52 años de dictadura comunista en Cuba
Algunos dicen que somos una sociedad violenta, tal si ellos vivieran en el planeta K-PAX asexual (eso lo expresó Prot, no yo) o en el de la Inopia Catatónica y no donde debieran, en los hermosos Estados Unidos de Norteamérica. Es llevar a cuestas dos tarecos que les enturbian la realidad: las orejeras que les cuelgan a los mulos díscolos y los tapones que portan los del síndrome de Ménière. Son los virtuosos escogidos del pensar unívoco para que anden recto, unidireccionales, sin mirar a los lados. Sólo que una consecuencia de este vagabundeo frontal, es que los trastos les impide ver y oír lo qué sucede en los otros tres lados de sus humanidades. De ahí, los lapsus calami y linguae clásicos, espontáneos, sanos, pero irreflexivos ante la inmesura temática¹. Claro sin dolo literario, moral o ético. Porque tildar el terruño de violento y quedarse plantado en siete y media, sin ir más lejos, es obviar la Fiesta Brava de los matarifes en las bananeras al sur del Río Grande, las estepas de África y las taigas de Ásia, y ha veces las europeas, estas últimas sufridas a manos de extranjeros ingratos; de la cobija inmerecida que les ofrecieron esos países a los cuales estos viles bombardean y les asesinan sus nacionales inocentes, como los de aquí el 9/11. Por ello, secar al aire criterios traposos no es justo, por no decir de elegancia impropia.
Lo primero, seria plantearnos qué entendemos por una sociedad violenta. ¿Serán las referidas a México, Rwanda, Puerto Rico, Sudan, Iraq, Afganistán, Venezuela o la Cuba chata y miserable de siempre, como otros tantos errores humanos y geográficos; en especial, los que tenemos plantados en nuestros vecindarios?.
Sucede que pocos se atreven a decirlos, porque la variedad y profusión de los estamentos humanos en el mundo actual no son homogéneos vistos desde una virtualidad étnica, cultural, filosófica o religiosa (son idioteces de los panteístas eufóricos; aclaramos), por mencionar algunas posibles diferenciaciones, no las abstracciones rumberas de los folcloristas sicodélicos haciendo de curadores de la nada local. Otras más sofisticadas, sin perder su criticada falta de naturalidad, pueden abordar la euritmia hermosa ambiental del hábitat estabilizadora, la belleza corporal y las habilidades mentales, manuales y/o fuerzas físicas. Porque las hay de esas que no encuentran quienes las admiren y menos imiten, como a las solteronas dientudas, tales son las seudo sociedades de la chusma tercermundista.
Filosofemos. Porque en todo cuadro humano o animal, hay puntos de vista de inflexión tan discímiles como los existentes entre un elefante (Macho Alfa) y una hormiga (gay travestí), sujetos a mutuas seducciones inconfesables. Por ello no es de esperarse que en nuestro micro mundo cotidiano exista un elíxir divino que como tal, le sea sabroso a todos los paladares y en consecuencia, funja como ecualizador de las pasiones humanas. Decir las altas y bajas pasiones, por donde pueden cabalgar tranquilamente todos y cada uno de los pecados capitales bíblicos, al menos los registrados en los libros sagrados susceptibles a nuestro entendimiento profano.
Cuando citamos el "entender", acudimos a la más simple versión de la inteligencia elitista creadora de riquezas económicas, artísticas y espirituales, los ricos y los eruditos de las ciencias y las bellas artes. No la masa holgazana, improductiva e impensante con la mano extendida. Esos chicos dotados, que sin saber nada de nada y de manera intuitiva saben cual es la cuerda a pulsar. En esta sentencia, obligada a saber en forma tácita, ni los atolondrados ni los mediocres, tienen un puesto o lugar en la fila de los dotados.
Por el contrario, desde los inicios de la Humanidad; quizás por una desgracia ocurrida durante el diseño original o error involuntario del alquimista a cargo; nos encontramos aún sin adultez y como nos sigue sucediendo hasta ahora. Según nos cuentan las biblias hebreas y cristianas, en castigo por portarnos mal, siempre hemos dispuesto de bebistrajos y mejunges, en lugar de manás y ambrosías. Tales disparidades han existido desde la noche de todos los tiempos y así continuarán con nuestros gustos y disgustos futuros, como ajustes sociales del hábitat humano; nunca conforme con lo que ha logrado al desarrollar su performance en poner a disposición de los suyos el ara de la subsistencia.
Dado que las irregularidades han sido y serán por sæcula sæculorum motivos "legítimos" en el pensar de quienes guían esas sociedades (los viejos casos de Hitler y Lenin y los contemporáneos de Perón, Chávez y Castro) de incomprensiones y confrontaciones, que en momentos cruciales han sido violentas en sus guerras ideológicas o convencionales, solidificado en el pensar de cada grupo integrante del gen antes de su destrucción.
Tanto en lo social como en lo político, no es extraño que en ocasiones inesperadas sucedan hechos sorprendentes por la magnitud y profundidad de su crueldad y violencia. Es casi siempre un subproducto clonado de una especie truculenta de tatoo intrínseco de los idiotizados psíquicos, conversos de improviso en carniceros tarados, como lo fueron las masacres de Littleton, Colorado; Blacksburg, Virginia y Ft. Hood, Texas.
Hay grupos, etnias y países que basados en filosofías religiosas, políticas, complejos anti gen o por simple envidia humana; asumen y adoptan conscientes, per se, poses violentas contra sus paisanos, enemigos personales o contra aquellos los cuales estiman castigables por sus ideas o decisiones políticas. Generalmente son tipejos de la morralla plebeya y lúmpenes sociales, desclasados y marginados que toda sociedad arrastra dentro del cúmulo de sus aguas negras. Algunos bocones o bembones lengua'etrapo (casi todos caucásicos) los idealizan como desheredados por el ente social y culpan a los sectores pudientes y al capitalismo en general, cuyo pecado terrible es ponerlos a trabajar sin contemplaciones.
Son los indeseables o parias de fácil reclutamiento por los líderes de filosofías confusas, religiones homicidas e idolatrías ensombrecidas. Es muy improbable que la gente culta, educada, con clase donaire (no necesariamente de pedegrú aristocrátic0) y rica, se preste a estas barbaridades. Siempre es la chusma envidiosa faveliana la que entona esos clarines y tambores, tocando a arrebatos.
Porque cuando un pistolero aislado como el asesino de Tucson, Jared Lee Loughner; un franco odiador de su país, la sociedad norteamericana, sus amigos y hasta de la propia madre que lo parió; y quien además coquetea lubricidades con las doctrinas marxistas y nazistas, estamos en presencia de un burro casiblanco de los montes, una especie de yeti, que no sabe de qué o de cuál les están habland0.
Para colmos, se nos presenta (ver que en cualquier rinconera le aparecerá un "compañero sentimental") como un discípulo drogadicto de Astarté, quien tirotea a personas inocentes y desprevenidas ante el asalto brutal; es imperativo sellarle el criterio de que éste esperpento maléfico ejecutó toda la masacre por sadismo puro, no por convicción política o religiosa. Aunque en este caso, existen pistas conducentes a causales alejadas de la locura, como seria el ideal de ciertos profetas APDM (antipenademuerte) de estamparle el gomígrafo de nolo contendere² como es práctica habitual entre los grupos o sectores adiestrados en defender a estos agentes letales.
Es interesante recordar del título, que la palabra "asesino" es un vocablo de origen árabe (haššāšīn), ya que con este denominativo se identifica en los países islámicos a los viciosos adictos al hashish (ya fuera este alucinógeno ingerido en tisanas o fumado como tabaco). Dicha yerba, es también conocida como "cáñamo índico", "cannabis sativa" o "marijuana" ³ que algunos parapléjicos mentales tratan de legalizar.
El asesino, en práctica normal entre estos aberrados, sabe de antemano que no recibirá una respuesta similar o superior a la fuerza y violencia de su ataque. Lo minucioso del planeamiento sobre la agresión a sus víctimas y la meticulosidad en la selección de los objetivos, indica la morbidez de mostrar al gran mundo ofrecido por los medios, sus ansiados 15 minutos de supuesta gloria ad æternum, y su miserable poder circunstancial.
Es aleccionador advertir que los osos no buscan miel en los avisperos colmenares, ni capturan salmones donde los tiburones pacen sus insomnios. De igual modo, los asesinos en serie no se enfrentan a ningún futbolista Offensive takler que le pueda ripostar y despedazar de inmediato, a mano limpia. Tanto que bajo premisas semejantes, los degenerados sexuales de cualquiera de las denominada "aberraciones-preferenciales", suelen desayunarse niños.
Es el mismo patrón de conocer con antelación malvada la "no respuesta esperada de la víctima", al que se abrazó con premeditación, alevosía, ensañamiento y ventaja (todas, llaves agravantes de asesinato tipificado como de primer grado), el pistolero de Tucson. Luego, no es relevante destacar que el ofensor, donde quiera que actúe y de encontrarse con que en el territorio existen las inconveniencias de un control de armas (México, Francia o Inglaterra), ello a él, le atañen tres pepinos, dado que las importaría con una transacción comercial simple.
La II Enmienda es un instrumento formidable para controlar el crimen por la disuasión preventiva que ejerce de por sí a este flagelo siempre latente y además, habiendo sido el objetivo cardinal de aquellos tiempos creadores de la Constitución de los Estados Unidos, servir como valladar (que en las democracias puras como las nuestras de hoy y tras dos siglos de ejercicio democrático prístino, ya la premisa se ha tornado "virtual-conceptual") de los posibles excesos del gobierno en funciones.
Según los evangelios sinópticos de estos cándidos lamentables –quienes dan la impresión de imaginar la Humanidad como una congregación altruista de monjes cartujanos asidos por el ombligo con un cilicio común, áspero–, no fabricaríamos y comerciaríamos con armas de caza, pesca, deportes o los mortíferos automóviles (Rony), aviones (Twin Towers), bisturíes (Hannibal), sierras (Freddy), cuchillos (Psycho), tijeras (Dial-M) o cigarrillos (Rick, Casablanca).
Sí, reiteramos, y entendemos el razonamiento mantenido incólume; en base de la sentencia exhaltada por la "National Rifle Association", aunque no le guste a algunos sofistas retores, porque el trick de la cosa estriba en que "todo depende de la mano que esgrime el producto".
Cuando Sarah Palin dice que "si fuéramos ángeles, no habría necesidad del gobierno", la dama está más clara que el "agua de coco". Y bien que, como ella recalca, debemos mantenernos "recargados" no sólo de municiones vivas (lenguaje campechano y obvio en una mujer formada en la feracidad ártica) contra los enemigos internos y externos; sino también de parque político e ideológico, claro que pacíficos y democráticos, y de alertas contra los colibríes casquivanos ansiosos de desarmarnos para destruir nuestra república con sus vuelos rasantes en reverse, como helicópteros imperfectos.
Cierto es que han existido algunos excesos –perfectamente controlables en el futuro por ambos lados políticos– durante las justas electorales, bicamerales o callejeras; pero tales intercambios de opiniones no son en modo alguno, proclives a inducir actos repudiables de naturaleza tan perversa como los de Tucson, contra uno u otro bando. No ha sido el estilo de los políticos del siglo pasado y este, por lo que si existen anomalías sanas (como son todas estas), se requiere a lo sumo de un análisis calmo, sin tocar la I Enmienda. Recordemos que los encuentros, trifulcas e intercambios verbales, son los que dan colorido al dulce encanto de las democracias.
Pero también los políticos, analistas y columnistas plañideros de nuestros medios; que nunca han olido la pólvora; deben educarse en que la primera ley promulgada por los totalitarismos fascistas, comunistas y otros de la tarantela mediterránea y caribeña, es prohibir la compra y tenencia de armas por parte de los ciudadanos. Ello ("¡evidente, Watson!") es a los fines de pisotear al pueblo ya indefenso, como se les venga en ganas e igual que se hace con las cucarachas; tal nos sucedió en Cuba; donde la "violencia" es un factor represivo que se halla en posesión absoluta de los opresores, tal si fuera una marca registrada exclusiva o el platillo de una delikatessen del ancien régime, exportada por los comunistas.
Los padres de los Estados Unidos de Norteamérica, nuestra patria adoptiva, no tenían nada de locos andróginos o de Bobos de la Yuca y ni siquiera de los de Abela. Ello lo afirman 200 años de una república apacible y ejemplar. Y porque siempre nos ha valido aquello de que "A Dios rogando y con el mazo dando", más si de cuidar el terruño, se trata.
© Lionel Lejardi. Enero, 2011
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(¹) Una segunda regla parece ser que el fin justifica los medios. En el libro de Stephen Jay Gould, "The Mismeasure of Man" (La Inmesura del Hombre), este autor evolucionista argumenta que los prejuicios sociales y políticos de un autor (Gould por sí mismo admitió ser un marxista) afectan los resultados científicos. Comentando sobre esto, otro marxista evolucionista en la Universidad de Harvard, Dr Richard Lewontin, ha (sin duda alguna) sugerido esta segunda regla del plan de juego evolucionista:
'Los científicos, como otros, algunas veces deliberadamente mienten porque creen que pequeñas mentiras pueden servir para las grandes verdades' (wik)
(²) En Estados Unidos, el término nolo contendere es un alegato que se puede declarar en vez de culpabilidad o inocencia. El resultado, de hecho, es parecido a la culpabilidad, pues normalmente conlleva una condena, pero el acusado no confiesa "culpabilidad". Spiro Agnew (genial) una vez describió el alegato así: "I didn't do it, but I'll never do it again" (traducido en "no lo hice, pero no lo volveré a hacer jamás"). Este alegato es exclusivo al Derecho en los Estados Unidos.
(³) Una historia alrededor de esta droga (hashish), se reafirmó en tiempo de las cruzadas. Una secta practicante del ismailismo en Irán, rama minoritaria del chiismo la cual a su vez era minoritaria en un país eminentemente sunní; llego a ser muy temida tanto por los cristianos como los propios musulmanes. Los miembros de estas secta ejecutaban asesinatos estratégicos de políticos o militares. El líder fundador Hassan Al Sabbah, era conocido como "El viejo de la montaña". Sus militantes, asesinaban a los cruzados utilizando armas blancas; estando bajo los efectos de grandes dosis de hashish concentrado. Éstos fanáticos ismaelitas eran activos en la montaña fortificada de Alamut en Iran, entre los siglos VIII y XIV y controlaban también el castillo de Masyaf en Siria. La secta pasó a ser conocida como Hashsha-shin, cuya fonética en árabe es como "haššāšīn o ħashshāshīyīn" que en inglés dio lugar al vocablo assassin.
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miércoles, 12 de enero de 2011

Aquellos que sólo oran por la tragedia de Arizona, yerran.

Aquellos que sólo oran por la tragedia de Arizona, yerran
Se cumplen 52 años de tiranía comunista en Cuba
La ética del discurso
La ética del discurso, a veces llamada ética de la argumentación (mesurada y complaciente con el "otro") , se refiere a un tipo de argumento que intenta establecer verdades éticas o normativas a través del examen de los presupuestos del discurso (con la lesión menor para el contrincante).
(Es saber que a este modo de comportarse limpio a todo lo largo del discurso-riposta como en una justa medieval y en la cual la acción ética va destinada a destrozar y hacer polvo, de manera elegante, la argumentación del adversario, se le presume llamarlo en lenguaje plano y sin ditirambos, "intercambio civilizado").
(Es que,) "los filósofos alemanes Jürgen Habermas y Karl-Otto Apel son considerados adecuadamente como los autores probables (y generadores) de la ética del discurso moderno (en el buen decir de los debates civilizados). La ética del discurso de Habermas (no) es su intento (único) de explicar las implicaciones de la racionalidad comunicativa en el ámbito de la intuición moral, (ética y espiritual) de la validez normativa. Se trata de un esfuerzo (teórico) complejo (destinado) para la reformulación de las ideas fundamentales de la ética deontológica kantiana; en términos del análisis de las estructuras comunicativas.
Esto significa que es un intento de explicar el carácter universal y obligatorio de la moral, al evocar las obligaciones de servicio universal de la racionalidad comunicativa. Es también una teoría cognitivista moral, lo que significa que afirma (y) justificar la validez de las normas morales se puede hacer de una manera análoga a la justificación de los hechos. Sin embargo, todo el proyecto se realiza como una reconstrucción racional de la intuición moral. (Se) alega que sólo reconstruir las orientaciones normativas implícitas que orientan a las personas y afirmar (el) acceder a esto (sólo es viable) a través de un análisis de la comunicación." (wik).
(Por otra parte), la ética de la argumentación de Hans-Hermann Hoppe es una defensa de los derechos "libertarios"1. Basándose en el trabajo de Habermas y Apel, Hoppe; un antiguo alumno de Habermas; afirma que la argumentación o discurso, es por su naturaleza una manera de interactuar libre de conflictos y que requiere un control individual de los recursos; por lo que, según él, algunas normas se presuponen como verdaderas en cualquier persona que ejerza el discurso real. Estas normas incluyen el principio libertario de "no-agresión" (concepto de importancia capital, para la tesis crucial de la agresión a mansalva en Arizona), (el) que a su vez implica los derechos libertarios. Por lo tanto, nadie puede negar argumentativamente los derechos libertarios sin (caer en la) auto-contradicción (wik).
Luego, si en nuestro discurso afirmamos que "aquellos que sólo oran por la tragedia de Arizona, yerran", no es porque en estas personas misericordiosas de cualidades de alta sensibilidad como "El alma buena de Sezuan" (Der gute Mensch von Sezuan); en el decir suave de Berthold Brech; y que hacen esfuerzos de fe sincera irradiada, exista nada reprochable o que las plegarias sean inútiles (las cuales reafirmamos como útiles); ni que nos basamos en los enunciados filosóficos de Habermas y Apel por simple referencia a la dialéctica intuitiva, ni tan siquiera por distorsionar de manera inadvertida la scjentologia (cienciología) de L. Ron Hubbard o que en un final de albedríos equívocos, aseveremos así por caprichos o disgregaciones eclécticas; sino; por lógicas irrefutables simples de los que definimos en calidad de "complementos terrenales verdaderos" de suma efectividad coercitiva, todos en nuestras manos absolutas, tal como profesamos en tantos estados de la Unión. Nos referimos al derecho de poseer armas para la defensa personal.
Ni el estado ni los ciudadanos de Arizona, sus oficiales electos como la Gobernadora Jean Brewer, el condado de Marycopa ni tan siquiera el mismísimo sheriff Joseph M. Arpaio, tienen un ápice de responsabilidad en la hecatombe de sacrificios perpetrados por el asesino. ¡Y que ahora, no vayan a tildarlo de loco! Porque lo primero que hizo este endiablado fue aprenderse de memoria "El Manual del Perfecto Sinvergüenza", de entre sus otros libelos.
El punto de vista planteado por H-H. Hoppe, sí puede ser traído por los pelos y plantarlo en medio de la tragedia inmensa de las víctimas de la masacre de Arizona. Sólo que ese animal perverso no entiende de filosofías, como cualquier otro depredador carnicero deambulante por los bosques. En esencia, es un licántropo depredador por descendencia y autodidacta de envidias por no ser aceptado por sus iguales, que de hecho lo convierten en un paria social asociado a una reluctancia repugnante con su "yo" propio. Ahí, es que comienza su punto de inflexión odiosa hacia el gen que rehúsa, siquiera a verlo u olerlo.
La tragedia emanada de la masacre de Arizona, ejecutada fríamente por un respondente al nombre de Jared Lee Loughner; quien no deja de ser un malvado de marca mayor; le ha sido servida en bandeja de plata a quienes asocian indebidamente el modo de actuar de este felón; al consumar el hecho repelente y aparentemente aislado; puesto que hasta ahora no ha aparecido su antípoda complementaria; con un hipotético clima de odio temperamental enraizado en la sociedad norteamericana, decir en su conjunto, el derecho a comprar y portar armas y sus municiones.
Claro es que este privilegio es la pesadilla de nuestros enemigos que sueñan con vernos inermes. Saber además que esta es la primera disposición tomada por los totalitarismos comunistas y proto fascistas, en cuanto se encaraman en el poder. El objetivo, aupado por fuerzas extrañas (tal sucedió en Cuba), es cortar de raíz estos derechos ciudadanos, como anhelan los liberales izquierdistas de nuestro patio.
Otras opiniones se basan en supuestas políticas o sentimientos anti inmigrantes, expresamos, por decir algo conocido del muestrario insurgente. Porque esta última presunción es exactamente la esgrimida por los mareros (pandilleros hispanos delincuentes de la peor calaña, dispersos en los estados del oeste y suroeste), como motivo justificativo de su prisión o deportación. Luego es abordable que todas estas elucubraciones de los sociópatas rebeldes pululantes en nuestros medios, tribunas políticas, de algunas organizaciones comunitarias de activistas pro-emigrantes, VOLAGs y otras agrupaciones, que en ocasiones son aupados por la ingenuidad de nuestro gobierno federal, la maldad de la filial del Cominter que actúa desde La Habana, gobiernos bananeros de Centro, Sudamérica y de la cayería antillana del Caribe, que han tomado a los EE.UU como vertederos de sus delincuentes y morones.
En esencia, se trata de unos cócteles lúbrico asequibles a estos antisociales, lúmpenes espirituales y religiosos, políticos e intelectuales, en los bares de idearios clandestinos en cualesquier esquina de nuestros barrios. Si los puntos de vista de cada estrato social son tildados de vectores hegemónicos y beligerantes activos contra el resto de los que atesoran opiniones divergentes, estaríamos como sociedad libre y democrática, bien arreglados. Los hay malagradecidos que se derriten por convertir toda disparidad política, social, económica o étnica; en elementos sabrosos de confrontación viva para cebar y amancebar sus miserables agendas anti norteamericanas.
Una recapitulación de las causales inductoras del crimen, incluyen una amalgama de situaciones, sentimientos encontrados y complejos subyacente en las tinieblas del Superego del asesino, ninguna justificativa:

  1. Disociaciones basadas en envidias denteras propias de sus vectores de complejos raciales y étnicos portadores de fisionomías de fealdad estrambótica –ver al propio asesino– ajenas al modelo caucasiano, al que casi todo el resto de las minorías suspiran en asemejárseles auxiliados por la cosmetología
  2. Vectores políticos por ser portadores de estándares tercermundistas de retraso social, económico y religioso, achacables injustamente a las sociedades superiores social y económicamente exitosas
  3. Vectores culturales por ser sustentadores de líneas de euritmias artística, literarias, musicales e indumentarias chabacanas y de calidad baja o pésima, al ser comparadas con las vigentes en sociedades punteras.
  4. Por decir o si tomamos cualquiera de las otras irrealidades o desvaríos atávicos seleccionados al azar, que nos agotarían si las desguazamos analíticamente, una por una.
Estas realidades que nos asaltan en callejones ininteligibles entre los meandros de la psíquis, han conducido a la Humanidad inviviente a una encrucijada; porque le ha sido de mayor comodidad no esforzarse y sí mantenerse en un status quo de placideces, fumaderas y libaciones roñeras bajo las palmas; hasta alcanzar puntos de diametralidad opuesta que; con mucho, son los factores que guían los designios de un asesino en serie como resultó el tipejo de Arizona.
Esta es una violencia localizada en un ser extrapolado de su Id y Superego ansioso de hacer daño por el placer de dañar, exacerbado ideológica e intuitivamente por sus vinculaciones edulcorada con una mezcla de comunismo-fascismo-drogadicción y el inevitable complejo sexual insatisfecho.
Exactamente similar a un paroxismo alucinante de su alter ego; como polo diametral opuesto; a lo que Habermas, uno de los mas respetados, definió al sentenciar sabio lo que es evidente: "...que el comunismo es simple fascismo de izquierda"; del barato (añadimos); no en balde los vademécum ideológicos marxistas, fascistas, supremacistas, esotéricos, astrales, anarquistas, de perversión sexual y otros de iguales lascas; fueron los encontrados entre sus lecturas habituales como libros de cabecera.
Todos ellos son pruebas evidentes de las fuentes nutricionales ideológicas de tales monstruos, no en los breviarios bíblicos de la iglesia cristiana situada al doblar de la esquina, como pueden ser los vectores (veremos después) causantes de su criminalidad innata o inducida por la eca familiar o la de sus amicis habituales.
Por lo tanto, es innecesario rebuscar "los motivos del lobo" en los alrededores de parques infantiles otra cosa intrínseca a nuestra sociedad, tan hermosa como paradigmática a seguir, sino, hurgar en las emanaciones provenientes de nuestros enemigos políticos y sociales externos e internos (comunistas, mareros, islamitas, delincuentes allendes, infiltrados, izquierdistas liberaloides del patio, etc.), no afines a nuestro limpio modo de vida, fe cristiana o requiebros éticos, espirituales y morales.
El estado de Arizona se gobierna por leyes estatales y federales acordes con la necesidad y el sentir de sus ciudadanos decentes, no el de la chusma populachera. Animalejos como este asesino se les infiltran diariamente por sus límites estatales, fronteras extranjeras o se generan en los gettos donde anidan aves extrañas que nos odian per se. Del mismo modo sucede en el resto de los estados que componen la nación norteamericana.
Aquí en Florida, de donde el decir de "aquellos que sólo oran, yerran" van siendo superados; sucede igual con las amenazas foráneas incesantes que nos llegan desde Europa, Ásia, África y América Latina y del Caribe (incluyendo el bestiario local); por decir de las fuentes exógenas de las desgracias que afligen al norteamericano decente de todas las razas y denominaciones; porque las estamos "amarrando a lo cortico" sin dejar de quitar la mano sobre la culata del "cachimbo" y con el percutor presto; por aquello del refranero religioso popular que apunta con solidez: "A Dios rogando y con el mazo dando" es como reiterarle a toda esa gente de alma buena que, "quien sólo ora, yerra". América, de seguro, contraatacará.
© Lionel Lejardi. Enero, 2011
lejardil@bellsouth.net
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(1) En el sentido expuesto en EE.UU desde 1950 del individualismo capitalista partiendo del individualismo filosófico, desenvuelto en 1940 en el uso moderno del término "individualista pro-propiedad" de Leonard Read y luego en 1955 Dean Russell promueve el uso durante la década de 1970 identificando la filosofía que apoya la "libertad individual" en lo social y la "propiedad privada" en lo económico (wik).
() Lo encerrado en los paréntesis del texto del bloque inicial, no pertenece a la cita original. Son addendum del autor.

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