2 ¿Espías en
Miami? ¿Dónde, dónde? -rugió el negro enfurecido
ii/ii
Se cumplen 60 años de dictadura comunista en Cuba
“In den Wohnungen des Todes”
(En las moradas de la
muerte)
“¿Quién vació la
arena de vuestros zapatos
Cuando debíais levantaros de la muerte?”
Nelly Sachs (Berlín, 1946) (a)
"Un Asunto Americano"
(Ficción política acerca de hechos reales)
Zorrerías
de otra ‘Odd Couple,
demodé’
Parece
cierto el proverbio que dice: “Dios los cría y el Diablo los junta” Porque
se trata de unos tales Golems; académicos
ellos, por desgracia inconexos entre sus destinos. Aunque tal vez embadurnados
con algún tipo ‘Ékue’ ambarino del besevilló.
Y considerando la gravedad y vergüenza de una probable y más tarde efectiva condena,
por ‘traición a la patria’ Tal entendida,
en calidad de confesión de haber actuado en función espías de un país, Cuba, declarada muto proprio, enemiga de los EE.UU. Ello, dado lo inevitable de una suspicacia
ante una Justicia algo original. Aunque en ocasiones, muy raras por cierto, aparentara
estar sin lienzo sobre los ojos. Luego, a fin de entender algo del meollo,
causas y origen de la traición, todo el intríngulis advierte de la confusión
que afecta a cada enemigo interno o externo de los EE.UU. Mejor, hagamos un
genuino círculo de tiza caucasiano, al estilo de Brecht, apto para
el aterrizaje forzoso en prisión de unas kalingas
brumosas estas, de hogaño. Porque esa otra couple
de antaño fue convicta, confesa y condenada por iguales delitos y luego; barridas
por el FBI
a purgar años de prisión por sus culpas in
fraganti. Sería normal que sus capullos florecieran a orillas de ríos o
lagos apacibles, donde el agua corre límpida y ausente de alimañas. Sucedió que estas flores,
eugenésicas como tales, no desean ser sino bardas traidoras impregnadas de
aromas exóticos y relicarios espinosos. Porque son mutaciones genéticas de su
DNA deshumanizadas y tornadas en otros
entes raros. Quizás homínidos bivalvos,
insensibles a todo lo humano que le fuese ajeno y descorazonados ente
los deberes y soplos de agradecimientos ante la patria agredida por miríadas de
arañazos extraños.
No a
causa de abonos o prestaciones en
efectivo o alimentos especiales, sino por el nivel acústico de la Voz
Ominosa del Comisario Político que les ladró y vapuleó mentalmente
durante las sesiones de forja catequizadora e ideologizante. Singulares, por la
ausencia de martillos y hoces envueltos en los fuegos y espadas
incandescentes como las que cegaron al Mijail
Strogoff, el inolvidable Correo del Tzar.
Porque
esta couple de extranjeros no vaciló
en estrangular la ansiada ciudadanía por tantos, con la deslealtad de los
envidiosos de los EE.UU. tan habituales; entre los que hoy nos invaden
disfrazados de tonos variados para cocer, en los siguientes minutos; quizás
años; miríadas de ingratitudes, no solo las normales, sino las premeditadas
como totalitarias.
En especial, los de cepas de cizañas sinistrorsas.
Como el melting pot canalla, borboteante a unos pasos al sur
de nuestra amada “Cayohuesera” miamense.
Tanto que ya hartos de las repulsas democráticas habituales de la decencia humana, la izquierda raposa se torna redundante y desmedida. Ya ni siquiera son espejo de una ideología forjada a martillazos. Es que estas kalingas no requieren amortiguaciones de suelos buffers, ni siquiera de aguas con nutrientes, rayos solares ni atmósferas metaneras. Son plantas auténticas hidropónicas sin invernadero, que crecen colgadas al revés en medio del hábitat que les acogió en el extrañado y al cual ansían destruir.
Y también
porque de eso se trata. Ellos son una especie de organismo semi vegetales,
aumentan su resistencia al medio agreste, en la medida que la Voz eleva
decibelios fónicos e ideológicos. Dado que en la conjunción de factores tales,
radica la esencia del otro DNA raro, el del comunismo
desnudo y asimétrico como el detergente del lavaplatos, pero ahora cargado con
una solución quimioterapéutica de alcances insospechados, así es el lavacerebro,
el viejo artilugio del ‘tentetieso
cabrón’ proveniente de la sifarra elocuente, alma y dogma, de los hipocritones
monjes bolcheviques.
Sí, que son
unas especies raras, que no dejan de tener una forma subcutánea muy peculiar de
tratar, con las cepas abruptas. Y lo peor del caso, es que en algunos individuals dan
resultados ominosos. Los bolcheviques
les entienden así, ptiálicos, en no menos curiosas concupiscencias peores que
las de arañas distróficas auto fecundadas con sus propios venenos..
Facetas e inopias catilinarias
Concierne a
las lucideces humanas, algunas alucinantes, porque se trata de imágenes
antropomorfas a implantar en el último del candidato de la cáfila, a veces
repleta de ruidos y devastaciones (comunismos y secuelas) tales legiones de langostas
zahareñas. Tan iguales en furias a elementos de la ‘Ley Mosaica’ Ello, según reglas del Comunismo Científico que les inmuniza
contra cosas ansiadas por ser decentes como las ideas democráticas y los conceptos
espirituales. Meditemos que al hacernos de ‘cuerpo presente’ aquí, en el Gran Miami;
es suponer que la comunidad cubana y de otras nacionalidades afines con las
ideas democráticas, no tendríamos a menos sobre la existencia en denominar al
inmenso y acogedor territorio todo de los “Estados Unidos
de América” (EE.UU.)
y no solo las ciudades integrantes o anexas
que abrieron sus puertas generosas, sino como ‘un todo”, mejor,
nuestro “Muro de Lamentaciones”
Decir el concepto, no exclusivo en lo espiritual; sino también en lo moral,
laboral, decencia y las restantes dignidad plenas de cualquier comunidad.
Ignoremos a las avetontas de casinos, estadios, ruletas, loterías, tips, aficiones, manías y distracciones supra
mentales de los fans.
Ninguna de estas reflexiones, fueron más importantes en peligrosidad para otra couple exótica de tránsfugas; lamentablemente oriundos de la mayor de las islas caribeñas; que el aval intrínseco de la voz del “Gran Hermano” un Morlock individual por excelencia. Portador de pócimas consabidas (devenidas destilaciones letales de ‘amok’ de fino añejamientos, inclusivos); aptas para la pesca, amaestramiento absoluto, inescrupuloso e irredento de los viejos o nuevos, Walter y Gwendolyn.
En
transfiguración semejante, advertir, que se trata de otro par de ‘individuals mammals adictivos a la traición. El dossier espeluznante nos trae a dos ‘almas tolstoyanas’ auto aherrojadas, per se, adheridas a la cumbancha solariega castrista (sentir la tralla del vergajo como avisos de la vieja historia)
conducente sin dudas a la anulación de los cinco sentidos. Resaltando de estos
la sordera (c0fosis) hasta la ceguera
(invidencia) resultados astrosos de
la falta de sentido común en las cuestiones de la paridad patrióticas. Tal bajo
los mandatos cavernarios, copycats de
eficacia sorprendente, para el coto de caza energúmena de la ‘Inteligencia castrista’
Seres entómicos, antaño programados ahora como
David y Deborah, a fin de
ejercitar el estupro de traición
alevosa y premeditada, contra el país que les brindo a ambos y sus
descendientes, abrigo, apoyo y protección. Todo un asco de diapasones quebrados con
intenciones casi fálicas, donde para los comunistas
no es importante perforar el himen ‘musical’
sino el del entendimiento.
Porque este
otro par de flores uliginosas, siendo tropicales, se comportaron como un at eternum de años, tales copycat mendaces
de la otra pareja, la caucásica-sajona
de Walter y Gwendolyn (ver i/ii) Advertirla con trazas coincidentes
con este otro dueto de serigrafías en laca china, ahora devenidas malas yerbas
del patio miamense y del resto de los EE.UU. (titulado hispano) Quizás con
destellos de semejanza, por inoculación inadvertida por ellos mismos, en
calidad de un intrazable pedigrí
malévolo, intrínseco de toda destilación de la montuna guerrillera, im propia y
desechable como el mosto vituperables, fracasado, del vetusto alambique castrista.
Unas prédicas
inadvertidas
Hablamos
del Golem praguense y sus copycats miamenses, porque solo esta vez la odd couple de
cinturosos académicos, fue armada con residuos y orondeces de arquetipos propios de barrios
como “El Pontón’, “Vieja Linda”, “Llegaypon” y del patriarcal “Pogolotti” Porque cualquiera de sus
vecinos machos o hembras, eso sí que de los sátrapas bíblicos; tan solitos como
tal ‘couple de hormigas
bravas’ deambulante por el tronco de un ébano; en la noche más sombría;
detendría de un sopapo aladino, a toda una división de tanques comunistas, como los héroes de “Tian’anmén” O, al descuido, trataría de iluminar al proto monstruo
(criatura nigromántica del “Hombre Nuevo”) una esencia zurda:
inigualable a pesar de los intentos
fallidos de apareamiento, con una genuina Golem praguense. Esa pieza
arqueológica prefabricada y destinada a ser desenterrada, durante una “sixed”
(pala o coito reservatus entre entelequias falsas) devendría armadija curiosa,
diseñadas por el propio Centro Generador
de Aberraciones (CGA) Los altos
hornos de los Servicios de Inteligencia
castristas; imbricados en la martingala superior habanera. O sea, el intragable y displicente,
Dpto. Ideológico del Partido Comunista
de Cuba (PCC). Se trata de re-descubrir, por ellos, supuestas
ruinas óseas de quienes fueron los primitivos aborígenes, del archipiélago
cubano. Baladas baladíes, para entretener al pueblo adormecido por los
interminables "tentetieso cabrón que te partimos los cojo…"
Si
mencionamos zorrerías en el caso de
este otro matrimonio atlético de unos
tales rare sixeds (‘pala’
deportiva) de ex cubanos, tornados entes de la ya couple alienígena
de “David y Deborah
“ (nom de guerre) La misma de
estos conspicuos proto antihéroes, espejismo de vieja miseria humana de siempre
oprobiosa inmersión zurda, empeñada en destruir per se, los valores regios de los EE.UU. empleando trajines y
herramientas falsas de olisqueadas ajenas.
Similares a los de aquellos otros nivosos (Walter
y
Gwendolyn) Porque la
traición, como toda larva de hormiguero, son idénticas las unas a las otras. Toca
a una especie de “raza paralela” de mammals
infrahumanos, por lo general (advertimos), carente de un DNA registrable, ni con
vinculación con los siboneyes y otros pobladores precolombinos
del archipiélago cubano. No es un sarcasmo. Es saber que según concepciones de
la mitología semita, vista como folclore judío, a veces en otros tiempos
de las sociedades europeas; los hombres naturales coexistieron con unos seres
abominables, los ya mencionados Golems, fabricados con barro
extraído de muladares, decían sus detractores, su materia prima esencial. Al
respecto, de los comunistas, nadie
sabe.
Estos
ejemplares raros, son de terminación tosca, lo que resulta imposible indagarlos
para su catalogación como obras cimeras de
tecnología nueva; siendo nigromancia pura y no otra. Ello es por no ser
producto de procesos tecnológicos, fabriles o de la alquimia simple, por
responder a mecánicas caseras. Luego, sí
son susceptibles a ciertas homologaciones literarias con esos otros prospectos.
Quizás su símil contemporáneo, en una etapa superior: ver Comunismo y Socialismo tal concreción del “Hombre Guevarista” con el cual
sus propulsores pretendieron edulcorarnos la vida “amarga” para ellos.
Antinomia ptiliácas de las exitosas y siempre emprendedoras sociedades judeo-cristianas modernas.
Uno de los
propulsores de la arcaica y ya denunciada como pseudo anti cultura golem, (mencionados con frecuencia en crónicas
de la época, sino el yerro principal) es
que yace en la narrativa que le identifica al respecto con las tablas sumerias (al barro) que implican
al famoso erudito ‘Judá Loew ben Bezalel’ Tales episodios datan de finales del siglo XVI
quien era un judío culto y religioso, que a su vez fungía como rabino de Praga.
Existen cuentos y narrativas que difieren en cómo el Golem original
o los otros transculturizados cobraron vida, se consolidaron como entes
fabulosos, generalmente temidos por tenebrosos y pasaron a ser controlados
después por los humanos, sus creadores.
Igual
pretenden los castristas con sus ‘militantes’ (muñecos, arlequines o muppets tercermundistas. Creación y
posesión de aquel genial Jim Henson (tanto como su Kermit the Frog”) y demos una pausa compasiva a los ‘tontos útiles del socialismo europeo’ Una
recua de oxítonos u oxitontos gramaticales vistos desde el
castillo de Hamlet, al revés de la diosa celta y olvidemos la filosofía
extrínseca de los izquierdistas. Casi todos sujetos a imponerse como heraldos
de Gran Hiato: una riada tabloide de moppets
convencidos con aquello de: poseer lo ajeno, golpear
a sus contrincantes políticos, prohibir a los ciudadanos la libre expresión, etc. Luego,
sucedió el así esperado en la consecuencia del “Gran
Fracaso” consecuente, de todos
los agoreros devenidos apostatas de su generación.
Clamor aséptico: « ¡Suchen, der FBIRattenfänger! »
‘¡Busquen a los Cazaratas del FBI!’
Claro, porque no podía ser otra la orden. Tampoco harto difícil y menos
sorprendente, reconocer que nuestros Servicios
de Inteligencia y Contrainteligencia
(CÍA y Homeland)
cuenten con métodos y dispositivos varios, destinados a la protección de
nuestra sociedad, de sus enemigos múltiples internos (los más peligrosos) y los
externos a barrer de un escobazo. Porque de todos es conocido y en grado
extenso y profundo, aquello de que solo nos bastaría estornudar o mover la
punta de la uña de nuestro menique, para la diana insomne nos ponga a todos y
al entero, en zafarrancho de combate. Luego, el muestrario ilustra especies
varias del epítome repetitivo detectado en este otro dúo de zorras académicas que nos ocupan. Ambos,
resultaron atrapados de modo igual por las tarrayas pescadoras infalibles echadas
por el FBI. Pero esta vez,
alucinante, concierne a un montón de aquellos desperdicios que, a ratos, nos
ensucian el patio y las instituciones, como en este caso, las miamense.
De manera
penosa y humillante, estos aperitivos de nuestros paladines, yacen
cabizbajos, anidados en solazaduras y
esparcimientos que les corre hacia el rojo einsteniano (en
términos astro-físicos, quizás cuánticos no precisos en tonalidades
ideológicas) pero sí, de una impenitencia tercamente contumaz. Tales ictiolitos intelectuales provenientes de
la antepenúltima hornada acrisolada del “Hombre
Nuevo” castrista (pescaditos
semicultos, pero nosoformes), gélidos veraneantes en este mundo saturado de
informáticas crueles; a veces benditas al poneros en guardia a la usanza milanesa
de los templarios. Es que por ese quehacer de la tecnología, los tales fueron
sorprendidos in fraganti mientras nadaban al estilo libre
(creían ellos), para cada uno de sus espectadores fatuos, respirando
estolideces en atmósferas inertes.
Esos para quienes los golfos se les hacían, de manera inexplicable invisibles a todos los testigos oculares; fueran estos colegas, supervisores, jefes y autoridades cercanas y lejanas. Como los denunciados por un literato haitiano, Jacques Roumain, en obra “Gobernadores del Rocío” (Gouverneurs de la roseé) casi ajenos al entorno de los espías. "Cumbite (1964), un film realizado por Tomas Gutiérrez Alea. Regados por entre las narraciones de esos aguadores míticos de cuanto peregrino emprendiera durante el Medioevo las vicisitudes del “Camino de Santiago de Compostela”, en Galicia (España), y las siempre acogedoras aulas de nuestras universidades algunas, sus Némesis, la sede habanera de los Servicios de Inteligencia de Cuba (CuIS). Unos eventos generados por extranjeros (de origenes varios y otros del abanico multicolor de las luces) de unos ciertos naturalizados. Estas, entre otras lesiones al patriotismo ininteligible para la credibilidad del norteamericano confiado en el fiel de su balanza inmigratoria.
Resultaba
también curioso, según versiones privadas, que dichas “prácticas natatoria”
se ejecutaran sin que nadie de su entorno o área de trabajo —ni siquiera los
mentores, empleadores, promotores, supervisores, jefes inmediatos o
superiores—, no se percataran durante decenas de años de aquello tan
evidente para buena parte de la población docente. Porque la fiesta sinuosa de
estos pescadillos en salsa roja,
iniciaron sus devaneos de espionaje, bien temprano. Es que en opiniones varias,
airadas hasta el desespero, nadie les cree a los oficiales evasivos que en los campus universitarios de los cuatro
puntos cardinales inconexos.
Claro que extensible
al resto de las universidades en cada uno de los estados, sobre los cuales nadie
advirtiera con el ojo derecho o fueran informados de las artimañas de
espionajes escandalosos desarrolladas impunemente y al aire libre, por estos individuals
(matriciales) personajes, según les
motearon algunos allegados, tras ser pescados por el FBI.
La cuestión
resultó, en que dichas actividades ilícitas fueron ejecutadas en favor del
mismo régimen totalitario comunista apoltronado en Cuba; al cual
los EE.UU. lo tienen (tuvieron) sindicado en la lista de “países terroristas” y el mismo impulso de esta couple endemoniada,
sirvió también en conspiración religiosamente, durante decenas de años.
Remembranzas
Tampoco para
esta pareja de mente y principios hirsutos, la cual se imaginaba inmersa en una
saturación de vanidad triunfal; resultó sorprendente que su actuación impune
les diera o dictara el paso franco para que se consideraran no afines a la
piara esteta de los denominados como un “montónpilaburujónpuña’o” (montón-pila-burujón-puñado),
grupo de simples traidores a su patria. Y no digo “a la cubana” la cual
tenemos como expresión exagerada de algo ilegal; sino “a la estadounidense”, una sociedad amable, benevolente y dadivosa
en extremo; a la cual ambos le juraron constitucionalmente y brindaron su
fidelidad absoluta en “contra de los enemigos internos y externos” Claro
una acción inexcusable e imperdonable, sin antes haberse mirado en el espejo.
Porque esta gente, de modo abyecto
y sin ningún escrúpulo, obtuvo la ciudadanía de los Estados Unidos de
Norteamérica; sin que lector alguno pueda siquiera inferir y menos verificar,
que esas ciudadanías después deshonradas, les fueran retiradas para siempre.
En todos estos casos, permanece la incertidumbre. Un verdadero succès de fiesta para quienes se derriten por los thrillers al estilo de Graham Green o John Le Carré. Ellos, ya deambulaban orondos por los mundos sórdidos del espionaje, antes de conocerse entre lujurias propias de uniones entre tembas y puros (adultos, mujeres y hombres de medio tiempo) ansiosos de encontrar un puerto seguro e intercambiar votos de fidelidad eterna, proscritos en los manicomios comunistas. Falsos de cabo a rabo, en sus hechizos concomitantes con el mal, les sucedió que por clamores hasta que les envolvió el desastre.
—«Esto apunta a que nunca se acabará con nuestro
triunfo. Pero, me parece que no vamos por buen camino» —reflexionó
el hombre. Un ser de amor propio estrujado como una pasa de uva, introvertido
en lo más ignoto de su interior tembloroso.
— ¡«Y a mí lo de ellos, me importa tres carajos»! —soltó
ella, sarcástica, en un tono retador y repleto de furias. Lo natural en medio
de sus puerilidades habituales. Y miró despreciativa a su pareja armado con
espejuelos de aros, como si la pieza fuera un monóculo doble.
Aunque
desalentado esa tarde otoñal, quizás por olores extraños y horridos además de amenazantes
percibidos en derredor, el hombre observó tierno a la esposa, orgulloso de sus
travesuras mutuas. Y algo le recordó a ella sus juventinas en
la Universidad de Gainesville (1974), cuando se unió a los indignados estridentes contra la Guerra de Vietnam y Cambodia,
países vapuleados por los cariñosos del khmer Rouge o
cualquier otra cosa de la sinvergüencería terrorista y anti
norteamericana. Corrían los tiempos iniciales de sus contactos con el espionaje enemigo,
actividad a la cual ella amó de manera entrañable.
Claro se
evidencia que los tales, “ellos”,
se referían a Usted, yo, nuestras familias y amigos. Con tal soberbia
petulante, contestó ella a Carmelo, el tenido como su muñeco de peluche. Fue
cuando éste le inquirió al respecto si ella, desafiante, no sentía temores de
ser descubiertos. Entonces, desde lo alto de su vanidad despectiva ella lo miró
arrogante, como si el marido se le hubiera achicado y reblandecido como una
zapatilla de ballerina, tal hizo efectivamente después cuando Él no
vaciló en denunciarla como cómplice, no en calidad espectadora, ante
el FBI. Por tales razones entre
humanos, surgió la imperiosa necesidad de clamar por el “Der Rattenfänger von Hameln” (El
cazaratas de Hamelin) quien encantaba a los niños con melodías y ensueños de su
flauta dulce.
Pero el
diálogo no paró ahí cuando rememoró aún, soltera, la primera noche deleitosa en
el cabaret “Tropicana” —invitada
gratis por el gobierno castrista en
unión de otros ‘tontos útiles’, las
unas tembas y las otras, además puras (madres)
todos ‘ligeritos de cascos, capturados en universidades y grupos liberales
similares—, donde brincó con los exotismo del punk rock de la
banda inglesa “Buzzcocks” Que ella se las bailaba todas, orgullosa
(decía) de menear pechos y cintura con ritmos de la rumba cubana, de la cual
ella no tenía la menor idea, acerca de qué era y menos, cómo se bailaba.
La Adenda (*), no
un “Trol” intencionado
Así, ella
andaba embelesada desde los inicios de la gran aventura de una ríspida revolucionaria
para ganarse ‘sus ansiados 15 minutos de
fama’, ya de bruces y a medio vestir en la trampa inicial de los machazos caza
bobas, las ‘mosquitas muertas’ provenientes
de la “Yuma” Ellos
componían esa horda de tembas y puros
docentes (los cacareados "encuentros pueblo a pueblo” de talantes
ávidos, vertidos en tropel arrollador por el vuelo procedente de Miami., para
gozar en aras de un “intercambio académico” Ahora se hallaba
en un sitio tan exclusivo, que ni los propios cubanos de esa sarta de
chicharrones laudatorios del régimen; podían entrar y también; tan distinto a
las que ella estimaba insipideces y vulgaridades “country” (tosquedades
de guajiros o campesinos), sus viejos ‘cúmbilas’
de las recholatas nocturnas en Gainesville.
Fue cuando
en 1979 a ella la ensartaron por medio de José Ignacio Márquez —un
semental, machazo y halterófilo, de cota sexual, A1—; y además
apuesto oficial de la CuIS
(Inteligencia); escogido por su talante, educación (se rumora que era
descendiente de un ex miembro del Servicio Diplomático de la Cuba democrática) y entrenado para esas “Noches de
Cabiria” siempre repetitivos con las ‘loquitas americanas’
y trotamundos liberaloides de
otras latitudes (incapaces de lograr un grado universitario) géneros,
razas, lenguas y oficios similares. Mujeres y hombres todos fundidos en el
mismo molde de a quienes la juventud se les escapa por cada hebra canosa.
Pero esta
gente, sentíase como dioses a la par de la copiosidad de sus propinas,
todavía en unos calzoncillos mata ilusiones o deshabillé
de trasnoche. Porque a los agentes castristas, esa especie ‘prostitutos masculinos de penacho alto’ o (scorts); si cabe,
en el mejor sentido sexual o para el público. Tales fungían de intérpretes de
la voluptuosidad oficial donjuanes, valentinos, rubirosas, gigolós, etc. les
entrenan y exigen comportarse como profesionales. Ello significa entre otras
virtudes: poseer “buen diente y estómago, para digerir todo aquello ventral
que los jefes (comisarios) les
pongan delante”
Pero tales
premisas a Márquez, uno de los cuadros de prospección mejores del Departamento (“el Aparato”), le importaban tres cominos, las abluciones y
hartaderas matinales con los restos de las bacanales (todas filmadas) considerando
sus éxitos sonados con las tembas. Tales porque los puros eran
trajinados por mesalinas, venusinas o afroditas también
dispuestas a tales efectos y porque él les chamullaba suave en un español casi perfecto.
Y además, el tipo se expresaba con fluidez aceptable en francés, inglés e
italiano. Mejor, si eran solteronas como la tal Déborah y sus paisanas con indicios de descocadas, “loquitas por el mambo” o como se les
llame; ahora desesperada por el disfrute en el turno que le reservaban para esa
y las otras noches de pasiones incontroladas.
Enervaciones
lujuriosas imaginadas con las que siempre soñaron desde que optaron por
tornarse solteronas reales o virtuales (valido todo, igual y al dedillo) para
los solterones empedernidos, fracasados o nosesabequé, con la
autoestima femenina o masculina al nivel des marchés aux puces (pulgueros)
Y se los echaron encima, cuentan las fuentes en todos los casos y sexos, en
calidad de como scorts o ‘callboys’ at night y callgirls profesionales, todos aptos para las gozaderas
imaginables. Destinados a otras u otros visitantes, políticos, empresarios,
artistas o diplomáticos sembrados o de paso de la Ceca a la Meca habanera.
Atrapados en
el mundillo de los progress, liberales, librepensadores, rebeldes sin
causa y un sinfín de personajes sujetos a otras veleidades
acomplejadas con el síndrome de Peter Pan, considerando que eran
unos pasma’os o sea personas, por lo general nacionales
cubanos, que no manejaban dólares. Una moneda maldita para los infelices
isleños. Era la muchedumbre de los patones (los que no saben
bailar) y de las papillons de nuit (mariposas
nocturnas)o las tembas de Giovanni Boccaccio, arribadas
desde cualquier punto del planeta. Excitadas hasta el paroxismo y ya húmedas
antes de desembarcar en la isla.
Curiosas y
ansiosas de cargar con un buen cuento que llevar a la vuelta, a sus otras
amigotas del reguilete. Las mismas que se derretían, por saber acerca de las
fabulosas rutinas durante las sensualidades tropicales. Unas experiencias
inolvidables y desafiante, despampanantes
decir, daba igual si era bailando una columbia solitaria
o una rumba de cajón o un yambaó de media tripa tipo capetillo,
en parejas. En el mismísimo barrio habanero de “Los Sitios”
El
agente Márquez y los ‘bolos rusos’
Nada de lo
cual ese grupo entendía y lo mejor del tour sicalíptico: aventuras
con habitación, comida y bebidas pagadas por los anfitriones comunistas, en nombre del “generoso pueblo cubano”. Cierto era, que
no existía nada igual a las fiestas amistosas, perpetuas en las ‘Casa Cuba Socialista’
—Porque la verga de los “bolos” (rusos,
bolcheviques), no hay quien se la dispare”―, clamaban
las candidatas.
Ansiolíticas,
con aire de Venus o Afrodita experimentadas en extremo. Pero a las que los
inteligentes de “el aparato” castrista (oficiales de Inteligencia), como
a los pájaros migratorios, las conocían por sus deyecciones y regurgitaciones
pos delirium tremens. El agente Márquez, el apolíneo, fue un tipo
que por breve se convirtió en el “affaire
dore” de ella (tal aparece en las confesiones del atestado
judicial presentado por el FBI);
mientras duraran las sesiones de apasionamiento en horcajadas sentimentales.
Por lo menos, las tembas se las creían así como tales.
Tras
el rendez-vous galant sobrevino el chantaje programado. Dado
que en especial con todos los norteamericanos (agentes futuros o no) el
protocolo indicaba que deben ser fotografiados y vídeo-grabados en y durante
todas sus actividades en el país, aplicando las técnicas del momento, en el
montaje de las pruebas. Especialmente durante los contactos íntimos (coitus
reservatus) con él o la agente que les sirviera de anfitrión. Todo un
muestrario seductor, pero que en la mayoría de los casos esos clientes no se la
podía gastar. Tales paisajes de la saga, son válidos de igual modo que con otros
extranjeros o funcionarios que, en especial, puedan hacer sombra al Líder
Máximo. Todos sin excepción, son de interés para los agentes del CuIS.
Es la rutina
establecida, andante y sonante en cualquiera de los Servicios de Inteligencia en el ámbito mundial. Es puro chisme para
saber lo más íntimo o impublicable, de las debilidades de los candidatos en
ciernes, hombres y mujeres. Aun aquellos que aspiran a posiciones elevadas,
aunque nunca las alcancen. Observar que todos los lugares de estas bacanales
orquestadas en lugares íntimos (saber que en Cuba no existe la posibilidad de
otros sitios privados, ajenos al control gubernamental); donde se llevan a cabo
los rendez-vous. Absolutamente todos, yacen en manos de los
dispositivos administrativos y de control de los CuIS.
Otros
dos gatitos de “María Ramos”
Después, en
1981, Déborah se topó con Carmelo, al parecer de manera ‘fortuita’. Este último, cargado todavía
con el moquero pos obitum ex matrimonial, era un docente
divorciado con dos hijos pequeños. Como la mayoría de los caracterizados como
"solitarios", vulnerable.
Sucedió en los predios del “Instituto” y de inmediato, hicieron química (dicen que
fue espontánea y no inducida, como creen algunos escépticos), hasta que se
casaron. En realidad, se desconoce lo casual o programado del encuentro a menos
que ella o él lo confesaran indistintamente, inducidos por los “CuIS”
Un par dilecto de arrobadores “gatitos
de María Ramos” En la realidad del mundo real, unos testigos de excepción
fracasados, devinieron Carmelo y Déborah
Ambos
tuvieron el nada envidiable privilegio de ser condenados a prisión por ‘traición a la patria’, según el memorándum del
Juez Federal, K. Michael Moore, en específico. La condena punitiva les alcanzó
por ser espías confesos de actividades subversivas anti norteamericanas en
favor del régimen comunista de los
Castro (entre otros cargos), reiteramos un país declarado como enemigo de los
EE.UU. Sin embargo, es opinión generalizada, la incongruencia por la levedad y
peso de la acción judicial ante la gravedad de los cargos y resultó lamentable;
tal si en un memorándum analítico de los “por
cuantos” de la condena se expresara:
“No se explicaron las razones por las
cuales estas personas no fueran multadas con los $250,000 c/u tal manda la ley,
ni obligadas a devolver salarios, viáticos y otros rubros a la FIU, cuyos
tiempos de espionaje (infidencias y entrenamiento) corrían a cargo de fondos de
contribuyentes norteamericanos y otras entidades particulares”
De modo
igual sucedería con la responsabilidad de la Universidad en no exigir que tales
emolumentos fueran devueltos a los fondos de la institución docente, como
patrimonio del pueblo y gobierno de los Estados Unidos. En disfavor de ambos
reos, existen versiones de ciertas complicidades que no salieron a relucir (o
que poderoso intereses no las dejaron salir a flote, comentan algunos), según
fuentes no confirmadas. Una curiosa vinculación de estos espías con “Manila” (La Habana), aflora
con sus respectivos nom de guerre (nombres falsos, alias o
apodos de guerra).
¿Akas?
Y también, interludios del chivo de “La Quirino”
Al
parecer y a pesar de la negación, quizás estas actividades eran sufragadas
también (o parte de estos) con dineros de los contribuyentes norteamericanos.
Emolumentos cuyo origen provenía de las arcas del “no se sabe qué, ni
quién" les autorizaba. Incide por
otra parte y de manera sorprendente, apuntan crónicas oficiales y de prensa,
que la “Fundación Ford” auspició y pagó otra parte de los tours de
ambos espías; aunque los gastos como empleados de la universidad eran suplidos,
según informó el más alto nivel de esa institución, no con el bolsillo de los
contribuyentes norteamericanos. Cosa, que muchos cubanos de la diáspora
miamense dudan.
Déborah
después, esposa de Carmelo, estuvo fichada como elemento pro castrista desde mucho tiempo anterior a estos devaneos. Repasar
la lista denunciada contentiva de agentes y colaboracionistas con la satrapía
castrista (unos 92); emitida en enero de 1980 por el Rev. Manuel A. Espinosa, quien después se
auto declaró ex agente doble. Por ende, este religioso vinculó a los traidores
con grupos que obedecían directa o indirectamente los dictados de los agentes CuIS castristas. Sucede que al menos con
el arresto de los Álvarez, se corrobora que el Rev. Espinosa estaba en lo
cierto y que éste no era, como propagaron los interesados (agentes
castristas y cómplices universitarios) como un “fabricante de conspiraciones”
Por ello y a
causa de sus filiaciones pro izquierdista ya conocidas, Déborah tuvo que
comparecer ante un Gran Jurado para dar explicaciones de su conducta. De manera
milagrosa, sin que sucediera nada desde el punto de vista administrativo, ella
continuó campante con los planes trazados por la CuIS
habanera, sin que nadie de sus centros laborales, la supervisara. Uno de los
grupos considerados como “afectos” al régimen habanero y así declarado por sus
dirigentes y al cual se evidencio que Déborah
fue activista, al menos por parte de los estudiosos de “El Asunto Cubano”, es la denominada “Brigada Antonio Macéo”, al parecer hoy
diluida en la nada de la habitual abundancia de fondos de la vagancia zurda.
Claro que
después de cada desastre, todo se transforma en los consabidos y ya trillados “yo
no fui y me entero ahora”, “yo no estaba al tanto” y “quien lo
hubiera sabido”; clásicos; que en el buen decir del refranero cubano es “échale
tierra y dale pisón” Por supuesto, todo el endrungue en tensión, hasta el
próximo intercambio académico entre Cuba y EE.UU.; que concluirá el día en que
aparezcan nuevamente las badges y handcuffs de los inexorables
oficiales del FBI, y se produzcan los
consabidos arrestos.
Tal sucedió,
tras un largo tiempo, con el caso de Walter y Gwendolyn Myers; también
capturados por el FBI y llevados ante los
tribunales.
De modo
similar, comparecieron bajo los cargos de
espiar durante 3 décadas para el gobierno cubano actual y que en ocasiones
se dice, cobrando estipendios, aunque todos lo han negado y que todo hecho fue
por un desmedido amor por las artes del espionaje, contra sus patrias
adoptivas. Los Myers, alardearon de
haberse reunido personalmente en La Habana (1995) con el Dr. Fidel Castro Rus.
Este líder comunista, fue quien no dudo en colmarles de diplomas y medallas por
sus actividades relevantes de traición a los EE.UU., sin que sucediera nada en
lo absoluto.
Carmelo,
según el dossier del FBI traicionó a su patria (era norteamericano
por naturalización) consuetudinariamente durante 30 largos años; mientras que
su costilla Déborah resultó un poco más modosita, ya que su espiadera pública
la ejecutó cabalgando impunemente a través de sólo dos décadas, rayándonos a
todos las espaldas con sus uñas filosas.
“En
ocasión justa”, dijo el juez Walton
Tras
escuchar los testimonios de la fiscalía y la defensa, el Juez Walton, soltó un
merecido sermón. Y resultó que en ocasión justa, el juez Walton sentenció,
«Cierto
que los Estados Unidos de América no constituyen una nación perfecta. Pero no
es el demonio que usted (míster Myers) podría
creer. Usted contó con privilegios que otros no tuvieron, pero usted derrochó
esos privilegios a expensas de su propio gobierno (norteamericano) Si Usted creía en la revolución (castrista), usted
debió haberse ido del país y no parar hasta
llegar a Cuba”
Así les dijo
el magistrado a Walter Myers y a su esposa Gwendolyn. Se trataba de un
juez del Distrito Federal, el Hno. Reggie B. Walton, cuyo bisabuelo
curiosamente había sido esclavo, [”ver, el nuevo Herald,
sábado 17 de julio, 2010, “Duras sentencias a agentes que espiaron para
Cuba”]. Exactamente esas eran las palabras sabias que también les encajaban
a los cubanos. Walter, el personaje aludido,
enarboló algunos ditirambos e intríngulis de la sarta de disparates filosóficos
extraídos de otros tantos versículos raros del “Manual del
Felón Perfecto” y del “Manual
de Marxismo-Leninismo”, los que declamó durante diez minutos en
la Corte, utilizando la habitual jerigonza bolchevique, un himno propio de retretes.
Resaltan paradojas históricas de sus
ancestros respectivos, cuando Walter Myers fue
también un biznieto y descendiente directo, nada más ni nada menos que del
destacado inventor del teléfono, Alexander Graham Bell, un patriota íntegro,
sin lugar a dudas.
Entre otras
de las cosas bochornosas a anotar en el dossier
vergonzoso aunque familiar de los Myers
—si observamos de soslayo y sin aspirar profundo—, es el hecho de que este
conspicuo personaje en momentos en que el gobierno de Bush estaba en baja, tras
la pérdida sufrida en las elecciones legislativas del 2006 (midterm elections),
criticó a Bush de manera inmisericorde.
No en balde,
Denis MacShaue, un alto funcionario y ministro del gobierno laborista de la
época, calificó a Myers de “rata inmunda
que abandona el barco” Ya desde 2006, Walter Myers
se quejaba públicamente de lo que él denominaba (quizás siguiendo líneas e
instrucciones de La Habana) “relación
especial”; referido a la exitosa colaboración EE.UU y el Reino
Unido (entre el presidente George W. Bush y el primer ministro Tony Blair), en
los asuntos de la Guerra
contra el Terrorismo.
Walter y Gwendolyn Myers, fueron condenados respectivamente a cadena
perpetua para Él (sin derecho a parolee) y 5
años de prisión para Ella con 1 año de probatoria;
más la devolución al gobierno y los contribuyentes de los EE.UU, de $1 735 054
USD, por salarios y viáticos indebidamente ganados durante sus labores de
espionaje.
Una justicia (se preguntan algunos) que quizás
perdió la venda con la que le ataron el fiel de la balanza?
Lo tal es
inimaginable en los EE.UU. ni en la pureza de sus magistrados. Se consideró entre los espectadores el resalte que
Carmelo y Déborah, de manera sorpresiva para los conocedores de las sentencias
judiciales, gozaron de mejor suerte.
De la devolución de salarios mal cobrados la pareja de Carmelo y Déborah, durante el
lapsus de tiempo que llevaron a cabo sus fechorías, no hay constancia pública
de la fiscalía ni la Junta de Gobernadores de la Universidad, a fin de rescatar
esos salarios que pertenecen al pueblo norteamericano.
Los cargos criminales imputados a los cubanos, de ser hallados culpables (tal
lo fueron), implicaban una pena máxima de 10 años de prisión, más el pago de
una multa $250,000 USD mandatorio para cada uno de ellos.
Fidelidad,
hasta que muerte nos separe
¿Quién
justificaría las traiciones tales contra los Estados Unidos de Norteamérica? Sucede
que “El esposo Carmelo, los, había ‘echa’o p’alante’
a ambos al (delatar a
Ella) ante el FBI” Pudieran
quedar pendientes reflexiones y preguntas admonitorias a estas cuatro personas,
inmutables y despreocupadas ante el vendaval de sus culpas terribles.
Una de las
divisas más hermosas del Cuerpo de
Infantería de Marina de los Estados Unidos de América, entre las
otras instituciones armadas, la que es parte del “spirit de corps” de los soldados norteamericanos en misiones
de guerra:
“Es que aún en medio de las situaciones más terribles,
nunca dejan abandonados a sus hombres. Ni siquiera, sus cuerpos abatidos, en territorio ni en manos
enemigas”
Estos son
los casos bochornosos de ambas couples, (que en esencia, no fueron
más que escalofriantes restos vituperables de quienes les vendría bien (una
agua bendita endemoniada) que le esculpieran a cada uno sobre sus lápidas
mortuorias.
Los versos —líneas
estatuarias, punitivas de pecados irredentos —, resultaron manchas de una teutonía apresada y per se también dolida. Aterrada toda, al verse inculcada por el fascismo
innato; en virtud del objetivo final del nazismo: la hecatombe “indispensable”
clamaban los totalitarios por una eugenesia total, en la que
sustentarían el infame “Holocausto Judío”
Estas personas malvadas, no
fueron las únicas ni antes ni después que intentaron armar en contra los EE.UU.
una rebelión racista y étnica. Ellos proponen una disolución de la nación
norteamericana hasta convertirla en
cacicazgos indigenistas colmado de vagabundos. Solo ver que hoy día,
“California decidido ‘per se’
convertirse en el primer “Estado Tercer Mundista
de los EE.UU.” Decir, el neo imperio de ‘chamanes’ , las drogas y
algún que otro, ‘mundillo sicofante de
los druidas’
En opción, alertamos
acerca de una cierta joya del Levante. Decimos, sobre unas líneas poéticas de la Premio
Nobel de Literatura (1966),
la judía Nelly (née “Leonie”) Sachs.
Cuando ella dijo,
“In den
Wohnungen des Todes”
(En las moradas de la muerte)
“¿Quién vació la arena de vuestros
zapatos
Cuando debíais levantaros de la
muerte?”
Nelly Sachs (Berlín, 1946)
Fin de la saga.
©
Lionel Lejardi. Julio, 2011
Legacy
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Paisajes
ampliados de la saga, pueden ser vistos en:
Serás
bienvenido a mis blogs alternos:
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