jueves, 27 de abril de 2017

Un Benedetti descosido i/ii

Un Benedetti descosido
i/ii
Se cumplen 58 años de dictadura comunista en Cuba
"Un Asunto Cubano"
Flotó en su eterno lapsus calami
 y alabó a tiranos enrojecidos
defendió el terror en su Yo,
 anido malicias comunistas.
 “Tres Monos Sabios"
rigieron su Ego indecoroso.
Lionel Lejardi

"La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla"
José Martí

Saga de un escritor extraviado en el Tropo de su Ego
La imbricación le descosió el camuflaje de virtuoso. Es exactamente de lo que se trata: desmitificar la entelequia ambigua y ropaje bufo de un sabio escritor, Mario Benedetti, cuya imagen se forjó entre las comodidades de la Oz, Martillo y Yunque bolcheviques. O lo que ajusta igual también con la mocha verdeolivo y de modo igual el "tentetieso" castristas, las barras trituradoras de cráneos camboyanos. Instrumentos todos del terror, con los cuales los comunistas de ayer y hoy, atormentan a los pueblos por ellos pisoteados. Un quehacer de distorsiones y falacias fascinantes, innatas y desconcientizadas, impregnadas a todo lo largo de su obra mendaz. Se trata de esa sordera y ceguera de cañón de estos picaruelos intelectuales y además; de mala muerte a pesar de oropeles, títulos, medallas y pergaminos; mientras le llovieran invitaciones con todos las dietas y condumios pagos con el sudor y explotación de los pueblos oprimidos a manos de los gerifaltes bolcheviques. Sus inefables cúmbilas y Líderes Máximos, a los cuales amó casi hasta un raro concubinato ideológico, inético y político. Tal hedor, se vincula inicialmente con la cruel Époque de la Terreur Stalinien, (Época del terror stalinista) de la cual el escritor hizo mutis estentóreo en Montparnasse y olvidó sus traspiés adolescentes. Como hizo con todo el horror que le antepusieron y siguió tal si los atropellos de sus cómplices del partido comunista, fuesen nimiedades. Porque para él –con lo cual también embarró al público de sus admiradores idiotizados–, las frases montadas por la troqueladora del Comintern y otras más del maniqueísmo zurdo, resultaron injusta de la cultura occidental, decía orondo raptada por los ‘capitalistas’
"Los Tres Monos Sabios"
Hidari Jingorō (1594-1634)
Cortesía del santuario Toshogu
 en Nikko (Japón)
            
            Decir: la carnicería bolchevique de antaño y la represión alienada de comunistas, izquierdistas, liberales, populistas y de otras yerbas inodoras de hogaño, uno de los tantos ejemplos reales que existen documentados perfectamente con más de cien millones de víctimas las cuales, para este amamantado del Comintern (Comité de la Internacional Comunista), nunca existieron en la realidad. Luego, los 7 u 8 millones de ucranianos asesinados (1931-1932) por la 'estarvación' tosiga inducida por Stalin y sus asesinos, nunca existió. Benedetti, siempre supo que sí era cierto. Tampoco sorprende, porque hoy algunas corrientes comunistas, fascistas, indigenistas, ateístas, musulmanas y antisemitas; entre otras banderolas esgrimidas por pillastres de igual talante; atestiguan también que los Konzentrationslager nazis y el Archipiélago GULAGs bolchevique, entre otras finuras represivas de los totalitarismos, nunca sucedieron. Los primeros, por ser tachada como calumnia de los segundos (siendo ambas pandillas, primo-hermanas de criminalidades); mientras que los segundos fueron atribuidos a la imaginación pequeño burguesa de un algún intelectual anti comunista verdadero, tal lo fue el escritor e historiador ruso Aleksandr Solzhenitsyn, Premio Nobel de Literatura (1970)

            Es mucho decir de tales padrinazgos deyectados por los hombres de bien y los intelectuales de moral y éticas prístinas, en los cuales hay mucho de la decencia que no atropella ni golpea el espíritu y carne de la gente inerme, ante las tropelías de estos hipocritones zurdos, detentadores del poder, terror y miedo absolutos., de los que tanto ellos gozan en sus veladas de "Grande Absente" de la Botánica de nuestros abuelos. La diafanidad, veracidad y credibilidad que el lector espera, sin que el escritor le haga trampas sutiles o al descaro; y que sean estas de avidez políticas o literarias; descansa en el entramado filosófico de  la textura moral y ética que le ofrezca puntual el escritor, sino en lo mostrado en las analepsias (flashback) de su vida entera. Es que tal, al apacible Benedetti le causaban gracias los atropellos de los comunistas, sus liaisons en saraos y kermesses de las tembladeras rojas. La palabra en manos de este hombre, nunca fue utilizada para decir la verdad, sino para encubrirla; en una antinomia burda al pensamiento diáfano de un patriota como nuestro José Julián Martí.

            Una ficción a la cual éste intelectual, quizás afectado por algún holismo psicosomático (o tal vez, de doble costura epistemológica, claro, nunca infantil), le integró de a porque sí, la negación de la negación del horror implantado por la dialéctica materialista preconizada y aplicada hasta el paroxismo por los comunistas y sus secuaces. Lo cual no es más que una destilación del ateísmo desalmado de los zurdos, hoy revertido por los comunistas de pacotilla, tal fue el caso de Hugo Chávez, ahora mal reverdecido por su faldero Maduro; quien aterrado ante la muerte cierta, hace evocaciones falsas constantes, a un Dios al cual se cansó de pisotear y vituperar en público. Ellos no desean advertir que este proto fetiche hollywoodense, perfecto para el cine mudo, nunca hizo alusión; ni siquiera por un lapsus calami; sobre la existencia por todos conocida de los Glavnoye Upravlenie ispravitel’no- LAGerei (GULAGs) bolcheviques, los Konzentrationslager nazis, las gloriosas (terminología oficial) Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAPs) armadas por los castristas o los alucinantes Camps D’Ëstermination (CDEs) del Khmer Rouge.

Claro que el grado de crueldad de cada uno de estos regímenes, como la mortandad, mutilación, desórdenes psíquicos, mentales y emocionales; dependía del vademécum sobre las torturas a los opositores, aquellos tenidos por tales o simples disidentes del status quo imperante. Decir expandir de la generalización del horror comunista.

            La indolencia y ceguera absoluta mostrada en el modus operandi gazmoño de Benedetti trasciende a sus cultores. Quienes en calidad de copycats perfectos, exceptúan las dádivas, prebendas y limosnas acostumbradas, restregadas en la gula desmedida de los literatos izquierdistas. Vale que el concepto supra ético, sea la Alma Mater de la dialéctica hegeliana, de la que tampoco el vate ni se dio por enterado; porque es allí donde valen los altos principios, verdad y justicia, existen y son considerados valederos e inalterables. Cierto es que a veces, instrumentos de la virtud resultan almohadillas ultra incómodas para algunos, cuando intentan disertar sobre los altos principios en los cuales, en su calidad de cínicos celebres, no creen y desprecian.

Trotsky y el marxismo sobaquero
Es el acíbar del cardumen propio de los "marxistas sobaqueros", que andan pipa en mano, sucios un gabán o saco viejo, sandalias y con el "Manual Práctico del Marxismo-Leninismo"  atornillado al sobaco de la axila zurda, irrespirables. Porque el tipo era algo así, dependiendo del tiempo y la latitud. También porque el Sr. Benedetti se pasó su vida inútil de medianía rutilante, eructando alabeos incesantes contra la hidalguía de quienes arremeten contra  la izquierda asesina. Pero de albricias raras, puesto que pugnó a brazo partido, a fin de adelantarse a otros juglares ansiosos de recibir el electrizante toque divino cargado de realismo mágico del Líder Máximo, por cierto un seudo habanero rechazado en todos los barrios capitalinos de los temidos Negros Curros guapos y susTembas Chancleteras” sinmiedos.

Ello detonó al Nobel de literatura, el panteico  Gabriel (née, José de la Concordia) García Márquez, quien lo primero que hizo fue visitar a su empleador Dr. Fidel Castro y cuadrarse frente a su líder, en ‘atención plena” al estilo militar; quien lo recibió encaramado en una especie ara y el escritor  le solicitó órdenes. Recordar que este Intelectual Amos, un personaje de opereta fantasioso, lo fue desde 1959. Recordar que este agente empleado de los castristas como reportero de la oficialista Prensa Latina. No dejó de militar desde los 70 en las filas guerrilleras comunistas del “Movimiento 19 de abril” (de 1970) o mejor conocido como el (M-19) una copia al carbón de la épica castrista. El Dr. Fidel Castro y otros terroristas de igual cojera como el titulado Dr. Ernesto Guevara de la Serna (aka, “Che”), sin que por un instante a este lastimoso intelectual, le temblara la pluma, al volcar sus ditirambos sobre la imagen de este homicida, engañado por sus promotores y ahora prisionero dócil de los rangers bolivianos, rogando clemencias ya herido y desgarrado en combate.

            Sólo ver su ceguera irresoluta ante los desmanes de los comunistas en los cinco continentes, en especial las viejas satrapías satélites de Moscú, que integraron el Bloque Comunista. Este personaje, nunca se dolió por sus colegas encarcelados, estrujados y asesinados en las ergástulas de las granjas orwellianas europeas o caribeñas. Y este espécimen siempre insistió en que infiernos tales, nunca existieron. Luego, Benedetti derivó en caída libre hacia el extremismo jugoso en matices, abogado por pejes del calibre de León Trotsky.

Nuevo Twetter "Zunzuneo. com"
rompe aislamiento castrista
de redes sociales a cubanos
de la Isla (2014)

            Y resulta sorprendente, porque a finales del años 30 este otro mujik; viejo y cruento bolchevique; andaba en el tête-â-tête surréaliste con otro par de sus cuates, André Breton y Diego Rivera, después de su quimérico Manifeste pour un "art révolutionaire indépendent" (Manifiesto por un Arte Revolucionario Independiente), encarceló al decoro de los peleadores intelectuales uruguayos y se fue a pactar con los comunistas, al parecer, por encargos presidenciales.

            Lo no dicho por comunistas desnudos y los escondidos en el closet, es que "por cuestiones tácticas" su nombre (Trotsky) –embadurnado con la sangre del Soviet de Petrogrado fue uno de los responsable del todo el Holodomor ucraniano (muerte por hambre del pueblo de Ucrania, cercado por destacamentos chekistas) y otras lindezas habituales en el breviario comunista–, no apareciera como firmante del manifiesto. Buen oportunista rectificador de la filosofía roja.

¿Homme fatale?
El poeta Benedetti, siempre miró hacia el otro lado, donde imperaban las sombras, donde yacen las delis adormiladas entre cremas y los sabores de las heladeras del Saint Germain. Porque él, era un ente proclive a la ternura mórbida de cómo decaen las lágrimas en "Les fleurs du mal" (Las flores del mal) de Baudelaire, claro, sin el estorbo de la libido. De ahí la extraña pasión exótica de homme fatale del escritor Benedetti por los totalitarismos oscurantistas, en lugar de abrazar las democracias luminosas. Por estas cuevas del infortunio le encantó bregar, aunque nunca conocido, sin detenerse un instante a mirar de reojo a sus mecenas. Mostró la faz y carácter de un ser omnisciente e incapaz de admitir el mal que modela y menos, excusarse con aquellos a quienes les arañó las pupilas castas, con sus confusiones hieráticas. Es el intríngulis de un carácter hito sin ternuras, desorientado ante el camino perdido hacia la ética de grupo, tolerado sólo por su Superego de saltimbanqui oportunista. Una pieza bailable en la cual también danzaba sones y pasillos el otro peje de la suerte blanda comunista con los Nobel, José de Sousa Saramago, Premio Nobel de Literatura (1998). Es la implosión de los yerros y el resto de los intelectuales y políticos de estas polillas enrojecidas, como introitos a su medianía espirituales  de opacidades refulgentes entre las sombras totalitarias y las traiciones de la Academia Sueca a la libertad del hombre.

            Además de subyugantes extrañezas amargas; como seria definida en el decir maravilloso del argentino José Ingenieros, el peruano Mario Vargas Llosa, el mexicano Octavio Paz Lozano o el norteamericano Ernest Hemingway, entre otras luminarias nobeles. Algunas de estas personalidades descollantes entre las intelectualidades literarias, per se, se embriagaron cada uno en su tiempo de un liberalismo democrático, el cual bajo el barraje propagandístico de las dictaduras bolcheviques, derivaron confundidos a impulso de alisios apacibles en la barca del comunismo totalitario. Ejemplo notorio, la satrapía castro-comunista, de cuyos predios odiosos retornaron a las democracias. Era la catarsis inconclusa que trastorna a ciertos proto intelectuales, como en el caso de Benedetti, como partes y piezas de repuesto en la  juguetería de los progress mantenidos en cada país, por el Comintern y apuntalados por las destilaciones de sus procacidades cuasi adolescentes.

            Son sus mejores abluciones escalofriantes y cosas calenturientas, como las de viejos eritrocitos y otros glóbulos obnubilados con morbideces en el canal de las agujas hipodérmicas. Así cantaba sus baladas poéticas átonas a los Ángeles de la Muerte del Mar Rojo y desde cuyo lecho de injusticias corrompidas componía de la nada, un sainete chulampin. Porque esa mórbida generación american en términos de un lastimoso melting pot, en especial la uruguaya –si singularizamos la duda– y tan contemporánea como la de 1945, recién despertaba envuelta en los viejos coqueteos de sus líderes con los totalitarismos nazi-fascista y comunistas. Esta alucinación de la comodidad zurda, atañe por igual a casi todos los protagonistas de la interbellum (IGM-IIGM), para justificar sus coitos virtuales y desmayos eróticos de boudoirs caledonios, a manos de esos regímenes y filosofías anti democráticos, fueran comunistas o fascistas.

¿Les gustó la marcha de los pingüinos panzer?
Porque esa fue la trompetilla ganada por el indoamericanismos acusado por los demócratas genuinos de intelectualoides oportunistas, cuando las lides entre democracia y las troupes fascio-comunistas estaban por definirse. Los líderes intelectuales indoamericanos, en especial los castrenses, les dispensaron simpatías fascistoides a la Europa tambaleante ante el empuje teutón; según les batiera el viento enrarecido de las divisiones panzers en su marcha triunfal de pingüinos medio que rojinegros. Pero es que también les daba igual si esta brisa les soplara desde o hacia el altiplano, de barlovento o sotavento. Parte de las vergonzosas capitales indoamericanas,  de las cuales se apoderaron unos seres antropomorfos, apostaban cartas a cuál de los totalitarismos sonreírles con el colmillito de oro, en la compra-venta del destino de sus bananeras respectivas, a fin de no quedar sumidas en embelesos rambuleros. Este poeta oportunista (Benedetti) repleto de ilusiones muertas, le apostó en segundas nupcias exactamente al mingo rojo comunista en contra del fascista negro y ganó ‘por nariz’. Así,  el 8 de mayo de 1945 (lo de oportunista lo ponen ustedes los lectores), cuando los rusos tomaron por asalto el Reichstagsgebäude y el Hitlerbunker  en el corazón de Berlín, nuestro hombre de manilas, bailó algunas tarambanas de complacencia.

            Como por encanto, durante la preguerra (IIGM), las escuelas militares francesas o inglesas, perdieron atractivos para los segmentos militares indoamericanos. Un espacio que de inmediato ganaron las escuelas alemanes, belgas y otras. Casi igual sucedió con la literatura, ya adormilada en brazos trotskistas y stalinistas vigiladas por la KGB. Porque ya fue hábito insomne en estas elites intelectuales y académicas, el excusarse con esa especie de ‘prurito de nalgas’ ya definido desde el acomodaticio “donde me pongo” Una parte alocada de la masa intelectual decepcionada con sus propias idioteces, se mantenía prendada de "The ten days that shook the World" (Los diez días que conmovieron al mundo), una gesta casi de épica de baratura indudable, pero narrada apasionadamente sobre la marcha junto a los destacamentos bolcheviques durante la denominada "Revolución de Octubre”, por un periodista norteamericano comunista, John Silas (Jack) Reed.

            Benedetti, anonadado con lo que nunca se atrevió y a quien además, nunca le cruzó por la mente poner en juego ese cómodo estado anímico, de ponerse al borde de la insurgencia; por su carencia absoluta de pantalones; no pudo resistir el llamado de la selva bolchevique. Eso sí, curioso, cuando ya todo era calma en el palo alto del gallinero zurdo. No le resultó difícil el integrarse plácido al oropel kermesse enfundado en los bombachos, a esa banda de jóvenes descoloridos quienes; cuidadosamente; nunca se asomaron ni por curiosidad a las oficinas bolcheviques de reclutamiento de las huestes de las letales "Brigadas Internacionales Comunistas" Era demasiado el embeleso caprino con las suavidades de la papilla roja, pródiga a los intelectuales descoloridos, juntados después en el lacayuno “bloque comunista

            Es que la nueva entente de la lujuria por lo capitalista, hizo que los zurdos repartieran invitaciones gratis para sus saraos y ferias (incluyendo los tragos y platos fríos); además del consabido remeneo con las jóvenes komsomolas, impregnadas de olores a "flor de muerto", las uñas sucias y la mitad del trasero al aire libre. Una realidad que a aquellos solterones con levitas, no les hedía. Es que por aquellos tiempos, fue racha entre los intelectuales indoamericanos, el soñar con las piernas hermosas de las komsomolas  (mejor si eran blancas caucásicas) resembrando amapolas falsas (de papel rojo) con los vientos primaverales, enfundadas en sus zayas de línea escocesa bien cortas, como ordenaron los líderes para deleite de los curiosos invitados con todos los gastos pagos, a ver el “Disneyland” del zoo comunista. Para estos curiosos con levitas, lo bueno sobrevenía cuando las komsomolas se  inclinaban sobre los canteros en la Plaza Roja de Moscú.

Cánticos de erotismo político disfuncional
Todo dependió de una espiral biconvexa, ya a inicios de la Guerra Fría, ya se habían fomentado la ONU y la OEA. Entonces, el gobierno democrático y constitucional de Cuba yacía envuelto entre incertidumbres de un buen amigo coyuntural de los comunistas criollos, el ya Presidente Gral. Fulgencio Batista y Zaldívar y el ojo insomne de un curioso óptico eskenazi del “Callejón del Cristo” en la Habana Vieja, Pan Yavich Zarajan. Los EE.UU. país integrante de la coalición anti-fascista de los "Aliados”, durante la Segunda Guerra Mundial (IIGM); no tuvo reparos en la acción de Batista, como hicieron otros países de Centro y Sudamérica con sus ácaros comunistas, aliados al final (no todos) a las fuerzas democráticas. Saber que la pequeña Cuba, fue promotora de la "Declaración Universal de los Derechos Humanos" Un obligado complemento de la “Declaración Universal de los derechos del Hombre” de finales del siglo XVIII en Francia, la que originalmente se nombró en específico, "Déclaration des droits de l'Homme et du citoyenen", (Declaración de los Derechos del Hombre y los Ciudadanos)

             Derrotada la Entente del Eje de Acero (Alemania, Italia, Japón y sus otros aliados europeos y musulmanes de África, Asia y Oceanía), el planeta se polarizó casi a ciegas entre dos grupos de naciones; las demócratas ajustadas a la civilización judeo-cristiana occidental y las comunistas, conductoras hacia regímenes totalitarios, amorales, ateos y destructivos, tal demostraron más cerca que tarde, de lo pensado. Nuestro escritor, el fementido "buen maese Benedetti" no dudó en abanderarse con la filosofía marxista –es lo grave– sustentadora de los despotismos comunistas, regímenes totalitarios impregnados de marionetas teleguiadas entonces por el Comintern por encargo y fondos del Kremlin, como siempre, robados al pueblo ruso. A estos gobiernos rufianes, Benedetti les prestó su pluma humillante tan genuflexa como su cintura, a los cuales este personaje siempre equivocado en su oportunismo, defendió denodado hasta sus días finales. Benedetti, se desvaneció sin reconocer nunca; tozudo; que se equivocó no del bando digno, sino del sitio probo y decoroso del que habló esplendores José Martí. Un sitio, impregnado de bondades ciudadanas, donde gobernaba la justicia y donde la iniquidad era repudiada por todas las puertas y ventanas.

            Según uno de los principios marxista, lo social se mueve en una espiral biconvexa; lo que contradice el movimiento del universo físico; de ahí que la tesis de la praxis marxista enunciada como poseedora del estamento empírico de que en ella yace el criterio de la verdad, es tan falsa como un billete norteamericano de tres dólares. Vimos que los vetustos Frentes Populares (gestores de las bandas de progress) azuzados por el Comintern de antaño y la fascinación ante la entelequia castrista de hogaño, indujeron a sus cuadros aventureros insertados en toda Latinoamérica, al asalto del poder no por elecciones democráticas, sino por medios violentos. De ello, por supuesto, el autor nunca se dio por enterado, sumido en sus comparsas walkirianas, druídicas y de duendes etilizados. La rapiña bolchevique en Asia y este de Europa y el consecuente descalabro económico con la miseria y pobreza de los pueblos raptados hacia el barrio bajo comunista, resultaron catarsis hipnótica para los Partidos Comunistas de todas las Américas. Estas bandas, se alinearon hambrientas en pos de las riquezas nacionales, en las cuales no habían invertido ni una gota de sudor, ni un centavo de sus bolsillos. Una fuente del saber destructivo de esta seudo filosofía, es colgada del Internet Rojo del Dr. Fidel Castro Rus, sus asociados y la Cuba actual estrangulada y después despedazada a nivel de basurero.

            La mise en scène abrupta de los guerrilleros castristas, subvirtió de manera inusitada la imagen influyente del viejo cartel bolchevique, el cual fue tomado (casi) por sorpresa ante la inmediata alineación de los intelectuales; hacia la nueva fuente cercana, sensual, de igual idioma y ciertas idiosincrasias étnicas de carácter variopinto. El autor, precavido, echaba su ancla flotante en cada tormenta y elucubraba los ditirambos de su próxima comparecencia pública ante un auditorio de gente desordenada moral, ética y sin principios.

Unos "rangers" oportunos chapean el marabuzal guevariano
La cuña subversiva puesta en marcha en Bolivia (1965-66) por el régimen castrista, estuvo liderada por el Dr. Ernesto Guevara de la Serna (aka, "Che") El Dr. Fidel Castro adhirió a este competidor (en la realidad, Guevara se lo creyó) a un grupo de escopeteros de fidelidad perruna a su "Superego" oriental, en calidad de cómplices enceguecidos y en segundo término, a "Manila" (La Habana) Se trataba de una banda mercenaria de forajidos, de tipo patibularios, los cuales y a pesar de ello no dejaron de mostrar, la constancia de su valor personal y fiereza de “tipos duros”, en los combates contra los rangers de las fuerzas democráticas bolivianas, que los acosaron sin darle cuartel hasta su exterminio final en la escuelita de “La Higuera”, en Valle Grande, Bolivia. Guevara –uno de los lugartenientes dilectos del Líder Máximo del castrismo, al menos en público– fue eliminado a posteriori  en ese intento efímero, por "hacerle sombra" al dictador Castro (dicen enviados de las moscas verdes angoleñas) algo intolerable para los Máximos-Mínimos vitalicios de cualquier latitud. En específico: los hermanos Fidel y Raúl Castro Rus. Con la aventura guevarista "Manila" pretendía fomentar bolsones guerrilleros, con miras al Lebensraum (expansión territorial) clásico de los hitlerianos, bajo el supuesto prestigio a ganar por su banda de escopeteros colgados en Bolivia.

            Nadie se sumó a la pandilla guevarista, ni siquiera la membresía del Partido Comunista Boliviano. Abandonados a su suerte, los integrantes de la banda facinerosa sucumbieron como licántropos rotos a palos por los rangers bolivianos. Sus restos-símbolos, aparecieron después dispersados al olvido, en las vitrinas de los promos castristas. El rotundo fracaso de la intentona, por la decidida acción de los rangers y el gobierno boliviano, bajo la excelente asesoría de instructores norteamericanos y cubanos, anticomunistas todos, paró en seco otros planes expansionistas urdidos desde La Habana. Donde Bolivia seria el epicentro de la conspiración a expandir en círculos concéntricos. La izquierda intelectual dominada por los comunistas, puso sordina a estos complots contra sus propios países. Los comunistas uruguayos enyuntaron con una facción terrorista de opositores ("Tupamaros") controlada por los castristas. En 1971 fundaron una agrupación proto terrorista que se integró a la coalición izquierdista del Frente Amplio (“Movimiento 26 de Marzo”)

            Ver que este autor nació en 1920, en "Paso de los Toros", Uruguay (nombrado con la tónica ajedrecista de: Mario (née, Orlando Hamlet Hardy Brenno) Benedetti Farugia; finalmente mentado (aka, "Mario Benedetti") Para 1949, Benedetti entró en conflicto con el gobierno uruguayo, cuando su partido le hizo criticar el Tratado Militar con los Estados Unidos.

            Más tarde, todavía deslumbrado por la saga guerrillera castrista; integra la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio, agrupación izquierdista de profundas proyecciones sediciosas, sin que el escritor diera muestras de sus ansias de participar en las escaramuzas. Entonces, Benedetti viajó a Cuba y participó en el jurado del concurso de “Casa de las Américas

La troqueladora intelectual hincha velas
De ahí salta al encuentro sobre "Rubén Darío" Viaja a México y coadyuva en el II Congreso Latinoamericano de Escritores, orquestado por La Habana. Junto a la camada azteca izquierdista, actúa en el Congreso Cultural de La Habana proponiendo un disparate perfecto, apologético de la violencia y del "macho cabrío predestinado” Su tesis involutiva la apodó, "Sobre las relaciones entre el hombre de acción y el intelectual"  Se embobece en brazos del primero y repta bajo el ala del segundo. Le solicitan para el Consejo de Dirección de Casa de las Américas –un INDEX oficialista excluyente, por supuesto, de los escritores demócratas y anti comunistas del patio latinoamericano–; y Benedetti, al parecer, se torna en "Cirujano Torquemada Literario e Intelectual" de sus colegas, pero ahora en calidad de “Compañero Índice Expurgatorio” (censor literario oficial del régimen del Dr. Fidel Castro y el comunismo indoamericano. En 1968 funda por órdenes y fondos de Castro, el Centro de Investigaciones Literarias (sobre las obras comunistas, por supuesto, no las demócratas) de Casa de las Américas.

El golpe de estado de junio 27 de 1973, le hace abandonar Uruguay rumbo al exilio en Buenos Aires. Después a Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado; para saltar nuevamente al puerto seguro para cosarios y piratas literarios, al GULAG cubano, esta vez como “exiliado”. Su reincorporación al Consejo de Dirección de Casa de las Américas, es el acto final para la consumación de su idolatría por el Líder Máximo. Sucedió que La Habana, ya desde 1959, había montado un aparato de auspicio de la intelectualidad adicta a los Castro y su régimen comunista. Así este intelectual de moneda de cambio fácil, vendió las imágenes de los atontados latinoamericanos a la troqueladora del bloque comunista, de donde se obtuvieron pingües ganancias propagandísticas, tanto para la causa castrista como para la pléyade chata de sus promocionados.

             Desde 1980 Benedetti recibió múltiples honores como la "Orden Félix Varela", Cuba; "Premio Jristo Bote", Bulgaria; "Llama de Oro de Amnistía Internacional (¿...a un cardumen que apoyó los totalitarismos?" Bélgica; "Medalla Haydée Santamaría" (‘suicidada’ ésta, por disparidades con el Dr. Castro), Cuba; "Premio Maricela de Plata", Uruguay; "Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral", Chile. De modo igual se le orló “Doctor Honoris Causa”, Alicante; igual en Valladolid; "Premio León Felipe", España; “Doctor Honoris Causa en Ciencias Filológicas"; Cuba. En 1999 "VIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana"; España, habilitado con 6, 000,000 Ptas. Por la mano del propio Castro, "I Premio Iberoamericano José Martí", España. "Ciudadano ilustre", Uruguay; "Premio Etnosur", España. Roma, en 2004, exhibe un documenta, "Mario Benedetti y otras sorpresas" Este escritor, participó en el "Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano", Cuba; "XIX Festival del Cinema Latinoamericano di Trieste" y "Festival Internacional de Cine de Santo Domingo"

«Terræ filius meus: Pecunia non olet »¹
Es conocido, que en tiempos del Imperio Romano, el emperador Vespaciano se encontró con las arcas imperiales vacías, a causa de las obras públicas y la vida licenciosa de la corte. Al parecer, uno de los recaudadores de impuestos le propuso gravar las letrinas públicas (incluyendo los urinarios) con un impuesto especial. Su hijo Tito, regañó al padre reprochándole que obtuviera dinero de los servicios sanitarios, por ser unos sitios malolientes (lo que no era completamente cierto en aquellos tiempos imperiales) El emperador se justificó mediante una sentencia que decía algo así como:

            «Terræ filius meus: Pecunia non olet»” (Hijo mío, recuerda que, el dinero no huele),  le aclaró el emperador, con profunda ironía.

            Tal sentencia, no sorprendió que fuera el faro, guía y objetivo cardinal de todo el quehacer literario enchumbado con la ideología pseudo marxista, una falacia intencional urdida cómodamente por la vida muelle y disipada de la intelectualidad izquierdista y de la cual, la locuacidad de la moronura benedecttina, del propio Mario Benedetti, le resultó imposible de sustraerse como el resto de los pensantes zurdos. El escritor no pudo ocultar que estuvo domeñado por avideces de famas y riquezas, toda la añoranza de  sueño perfectamente humano; por lo que nunca rechazó distinciones y dineros. Hasta de las democracias; cínicamente y sin menor escrúpulo; a las que él y el resto de medianías de mediocridad semejantes ansiaban destruir, al menos en teoría.

            Porque el estatus y beneficios de “clase media”, son bondades las cuales, ninguno de estos demagogos que andan en sandalias, ponen en juego. Al menos esa era la imagen pública que proyectó Benedetti. Obvio, incluyendo a las dos manos, las incesantes dádivas en dinero y especies que le fluían de dictaduras, países u organizaciones izquierdistas y comunistas y otros sitios e ideologías impronunciables, apuntan opiniones cercanas. Tal es el caso vergonzoso de la Cuba castrista, todavía considerada hoy entre los países comunistas que apoyan el terrorismo. Quizás, para el autor se trató de una simple cuestión de paladares o de "no escrúpulos pecaminosos" propios de los tipos campiranos. En esencia, él se nos muestra como un autor minusvalorado, para representar algo tan serio como el aplicar los principios austeros de la vieja y selecta rectitud romana, implícita de los grandes caracteres. Y menos la Lex Oppia (un anatema exorcizante para los payasos garibaldinos), de los mismos compas fulleros que antaño envolvieron en asfixias a Catón, "El Viejo"

            Fueron décadas en el Jardín de las Delicias, de fiestas, pietajes, brindis y solazamientos al estilo Satiricón –cierto que de "éxtasis de crueldad abrumadora, tal sucede en toda francachela bohemia"–; durante su calvario maravilloso a través del mundo occidental; al que envidian y odian los intelectuales descosidos, no auténticos como él mismo (un enfant terrible de la nada picassiana), que nos da escozor durante todas las primaveras aleutianas. A Benedetti le resultó suave accionar desde adentro los resortes democráticos, para obrar plumas necias contra el mismo Occidente democrático que le abrigó y al que despreció, como es dogma y endemia de cada indoamericano irreverente con la democracia, de la cual vive. Aprovechó cada rendija para loar tiranos o, hacerse el loco cómplice, al estilo de la irresistible indita Menchú. La sugerente aborigen de siete suelas, esbelta, hermosa como una sílfide o walkiria nórdica o quizás tal ondina en Emaús, en espera del Cristo redentor y además, anti sex-appeal por excelencia, frente a los desmanes de la canalla roja dorada. Espiritual, ética e ideológicamente, Mario Benedetti resultó ser otra de las "La Gran Estafa"; tal se diría en el buen estilo de un peruano ex comunista e intelectual valiente, asesinado por el Comintern, Eudocio Rabines; pócima deletérea, dañina y decepcionante para las juventudes latinoamericanas.

            Es el tiempo presente, un día antes, cuando aún estaba vivo y de cuando yo pensaba que un toque divino le haría arrepentirse. Pero el personaje, cruel hasta con los ripios de su mala sombra, no lo hizo antes de "estirar la pata" ¡Solavayas!

La saga continúa.

© Lionel Lejardi. Abril, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press

ADDENDUM

1   Suetonio y Dio Cassius, recogieron la frase en sus tratados.  Balzac se ayuda de la misma en su "Sarrasine". Mientras que Fitzgerald le da espacio en su "The Great Gatsby" (wik)
2  Ver la segunda y última parte ”Un Benedetti desvertebrado ii/ii”

Serás bienvenido a mis blogs alternos:
EDC-5097


Un Benedetti desvertebrado ii/ii

Un Benedetti desvertebrado
ii/ii
Se cumplen 58 años de dictadura comunista en Cuba

Tropos y saudades
"Al morir, Benedetti dejó las tristes saudades
de siempre, incoloras e inodoras por igual
 al eco sordo de sus lágrimas falaces.
Escurridas como atropellos inético
de una auto estima inexistente.
Plegó banderas y dignidades
en loas a tiranos y déspotas, al final,
 esas lágrimas negras vertidas,
 se tornaron ayes vengativos
 de sus víctimas revueltas, confundidas,
en la justa furia de la Mar Océano"

“Un Asunto Cubano”

(Crítica y ética literaria)

Epílogo roto, para una saga enmohecida
¿Desmitificar su culto? Sería preguntarle a los fans del balompié o del béisbol acerca de cuál es la excitación sensual que experimentan por sus ídolos de barro, al vociferar durante en minuto, tales descerebrados ansiosos de estrujar al equipo contrario (a veces se asesinan los unos a los otros) con un alucinante y mal entendido grito estentóreo de un, ¡Gooooooooo…l, coño o un hit...Recoño! Es que en cuestiones de idolatrías polito-literarias alguien decía "... ¡ay de aquellas plumas envilecidas, al servicio de tiranos!" No es probable que existan hebras con saudades de un escritor sin gota de verguenza, capaces de convocar a un admirador y un adversario, suyos, decir el finado Sr. Mario Benedetti. Ello, por la razón simple de que su admirador nunca daría la cara. Porque las fanaticadas en políticas y deportes se asemejan, tanto como las escamas de las cobras con la pelambre hirsuta de un pez tigre. Tanto que los rugidos estentóreos de ambos fans  compiten con los maullidos de un gato mitón devorando a un gallo bolo con moquillo. No por ello, dejan también de cojear de pata igual los adictos a componer himnos y loas a sus machos cabríos, las guitarras roncas de los cantautores, martillos y cinceles de escultores, pinceles y espátulas de pintores, replumas, dactilogramas  y estilos cuneiformes de escritores zurdos liberaloides, entre esos coros marsupiales de alabarderos de la izquierda tatuada, panderetas, sandalias y trenzas extremistas. Aquellos, a veces lisiados por el aguardiente o el cannabis índico y también sus cigarras amoladoras de tijeras, hoy enmohecidas entre arrugas impronunciables. Apenas me deleitaba con la "declaración de principios" de un blog vecino de azarosa elegancia y de redacción cuasi impecable. En esta pagina, el editor colocó a manera de admonición: "La jerarquía del blog actúa como juez y jurado"  Y bien lo dice en su hechura inexorable. Así sin más, escribió algo así de bello.

Ello es vinculante, porque el señor Mario Benedetti contó con un sinnúmero de esos otros garfios, como lo fue él mismo a trasmanos, porque como todas las plumas mercenarias dobladas ante los despotismos, les fascinan aquellos populismos que le aseguran la pitanza. Esos lípidos grasientos, son los sicarios intelectuales que colgaría la izquierda en la tendedera pública y sin remordimientos, a cualquier ciudadano crítico, opositor o contestatario, en este caso, del Dr. Fidel Castro Ruz, su “Dios Viviente”,  ya devorado por sus fans, anélidos. El de la mesada oportunista. Es que esta semi deidad, amamantó a sus falsos héroes durante decenas de años. Y estos, mientras asesinarían de un soplo a quienes fuesen víctimas indemnes, cargadas con el delito de "ser decente" Virtud extraña y anatemática a los intelectuales y artistas comunistas, unos entes individuals que per se actúan inéticos y absolutamente amorales como ciudadanos.
"Leyenda de Cuerpo Desnudo”
 Circa, 1972, Florida

(Cortesía de Basilio Álvarez)

Cualquiera de las pitonisas asiáticas que fungen de escorts en los tugurios, adornos propios de la vieja y colonial calle Zanja, la misma que atraviesa el Barrio Chino de La Habana, diría con exactitud cuasi meridiana; cuál es la cuestión guerrera entre genes (ADN) de los  enfurecidos misántropos, si vale hurgar en las profundidades de quien sabe que concurre en cualesquier desorden patológico. Saber extrañaduras de aquellos que solo cavilan en la manera de plagiar las dotes naturales de los creadores y robar a mansalva las riquezas del prójimo. Ello deviene del complejo de Janus, el dios griego de las dobles caras opuestas, tal hoy en Cuba y desde los inicios de la era castrista cuando el ciudadano ha de disponer de una moral en casa y otra en el exterior. Aunque no resalte vínculo con el tema, es muestra sui géneris del derecho sagrado del dueño del blog, el nuestro, a plantar en su sitio un criterio que atañe sólo a nosotros, con la dispensa no solicitada de otras independencias plenas de opiniones.

Aunque las respetemos y consideremos a todas las otras en su mero sitio. Sin embargo, hay las excepciones inaceptables provenientes y gestadas por los oficialismos totalitarios, dígase la entelequia pictórica y folclórica del comunismo sobaquero imperante en Cuba desde 1959. Y lo principal: estas cantaletas liberales o proto marxistas, no deben estar vinculadas a pactos, plumas viles siempre genuflexas  y complacientes con los despotismos, filosofías y baraturas de esquinas proletarias. Unos buenos disparates cargados de moronuras, adalides circunstanciales, sinvergüenzas enrojecidos y ni siquiera, a la mismísima Madre de los Tomates. Ellos, han estrujado demasiado a sus semejantes y por lo tanto, tal hicieron abusos a los inermes avasallados, se han auto cercenado el derecho a opinar. Es el resultado deleznable del complejo de Janus, la doble moral y la doble cara. Coincide ahora, cuando llega el aluvión detrítico de loores y ditirambos mediáticos de las viudas y viudos implícitos de los escritores virtuales, ululantes sanos los unos por la pérdida del bardo y los otros; demagogos insanos de escarapela púrpura, por la pérdida de un aparente cómplice ideológico.

            Porque el Sr. Mario Benedetti fue pluma equivocada de acera y sombrero, quizás al tomar errático el mensaje surrealista de Marx Ernst; de que "El sombrero hace al hombre" Tales indignidades, a expensas de la rutilancia esquiva de su prisma artístico interno –enrojecido hasta el "punzó" ambiguo–, un color de nombre único con el cual los negros cubanos denominan al color rojo muy vivo y de destellos morados. También porque al suyo externo le parecía apático, si las camisas pardas del Sturmabteilung (SA) de antaño (del hitleriano Ernst Röhm, homosexual y pendenciero) se corrieran primero hacia el verdeolivo guerrillero y en nada, hacia el rojo einsteniano de hogaño. Resultó una pérdida fabulosa de tiempo (que en definitiva era el suyo) además de labor miserable, poetizar banalidades alejadas del humano sufriente, para alabar el Ego del Líder Máximo. Y a su cohorte de lebreles gerontocráticos y obedientes. Es un modo de pensar y actuar tal la estera de una máquina de trotar, que con sus jadeos de solterona en busca ansiosa siquiera de una carga de maridos no trotones y sudorosos como ellas, pero una máquina que nunca llevó a nadie a ningún lugar encomiable. Idéntico, al drama de los intelectuales isleños arrodillados como islamitas, esperando las migajas de sus Señores. Es somia inherente a los intelectuales zurdos amancebado y ellos se lo creen así, con su  superego transcendental. Sucede que a que estos arcángeles del mal, estereotipados, les fascina mirar su figura en espejos con aberraciones (porque los límpidos les estallan en la cara), también como gustan de olisquear en los manicomios castristas del "♪aé, aé, aé la Chambelona♪"
          
            Dr. Fidel Castro Rús, reconocer, tuvo la gentileza de que el pueblo llano viera orondo a veces y avergonzado en otras, durante todo su reinado dinástico, la inclinación perpetua de la cáfila de sus intelectuales y artistas protervos. Porque tal acertó el Dr. Martin Luther King cuando dijo: "...la mejor manera de que un hombre puede encaramarse y cabalgar sobre otro, es cuando el primero esté inclinado, haciendo reverencias a un tirano"

El socialismo bondadoso de Fourier y "Les Mameyes de Tirésias"
Porque el despiste de Marx, entre otras confusiones innatas, es que de joven trocó lo espiritual por lo material, en lugar de extraer lo humano del socialismo bondadoso de Fourier, entonces defendido por Dühring. Es que fue ávido y acudió orondo a las tres leyes de la dialéctica (propias de teens almidonados con bórax) defendidas por un tal Engels; también adolescente; en su "Herrn  Eugen  Dührings Umwälzung der Wissenschaft" (La subversión de la Ciencia por el Señor Eugen Dühring), más conocida por "Der Anti-Dühring" Una filosofía recocida hasta la quemazón, devenida más tarde como el "Manual Práctico del Marxismo-Leninismo", entre en el otras canzonettas que nuestro escritor apoyó junto a los desaciertos de Karl Marx, un mantenido por su amigo Engels, al cual embobeció y desplumo con su teoría general del desatino económico al entregar las riquezas atesoradas por la Humanidad, aun palpitante, en manos de la chusma orillera y morona.

            Es que toda esta capa umbilical de filosofía social y económica, además de una superficialidad astronómica; se sentía abanderada de oficio, por aquel otro proto soñador de antaño, abanderado por otro enajenado; el de "los cuchillos largos", devenido como si fuese otro emblema de los nazis, François-Noël Babeuf (aka, "el Graco"). Un proto imbécil psicosomático y sociópata empedernido, aunque práctico, al soñar en cómo apropiarse de las riquezas ajenas, sin dar un golpe. Este utopista de mal dormir, proclamó en su proyecto "Conjuration des Égaux" (Conspiración de los Iguales) todo el detritos de su fracaso personal: "...  a los burgueses —clamaba sediento el gañan y ¡cuidado, que Benedetti nunca fue un burgués!—, hay que quitárselo todo, antes de guillotinarlos" Benedetti, simplemente, cuando el Dr. Castro y sus seguidores, aplicaron los mismo en Cuba y destrozaron toda la sociedad cubana y molieron el país hasta los cimientos (excepto la guillotina, imposible en el siglo XX) miró despreocupadamente hacia el show del cabaret "Tropicana" y continuó impertérrito, en su fiesta personal.

            Un estilo cavernario intrínseco de los comunistas, que el escritor defendió contra los creadores de riquezas en este planeta. Aunque disfrutaba a plenitud de las suyas propias, obtenidas por la pluma doblegada a los dictadores. Una vergüenza familiar perfecta, de la cual solamente él, se percató. Desconocemos si el Sr. Benedetti tuvo la gentileza de distribuir entre "sus proletarios amados" (los intelectuales zurdos, a los que proclama pero a los que quieren bien lejos por su vicio de la pedigüeñería) toda la riquezas y bienes materiales de oro y plata acumulados durante su vida prolífera. Una pluma en ristre jorobada por las malas causas, según cánones imperantes en la selva roja de “El Graco”

            Y retornamos a la esencia fundamental de las lágrimas y gemidos tras el estallido de este otro "cadáver exquisito, surrealista" Si, porque como otras tantas plumas atacadas por el lapsus calami de cronicidad endémica, a que les obliga la bandeja proletaria si quieren ser reconocidos, es vender su estilo cuneiforme de forma zurda, para beneplácito adulón al partido dominante, por lo general, el comunista. Ahora nos retrotraemos hasta los tiempos de la pos Guerra Fría, de extrañezas iguales a los de la pre y pos I Guerra Mundial (IGM), parecidos a los que tocó vivir un romano de nacimiento y parisino de convicción; Guillaume Apollinaire; en que se le ocurrió escribir una obra teatral, a la que al descuido llamó "surrealista y cuasi travestí  "Les Mamelles de Tirésias" (Las Tetas de Tirésias, 1917).

            En la obra, el adivino tebano Tirésias es invertido hacia un personaje de carácter contrario, feminista y anti militarista, para dominar a los hombres (ver el original de la obra en Bibliotheca Augustana en http://www.hs-augburg.de/), dando lugar a uno de los movimientos artísticos más sonados del siglo XX: "Le surréalisme" (El Surrealismo).         Apollinaire, no pareció en esta ocasión; como tampoco Sartre ni Camus; haberle pedido permiso a Søren Kierkegaard, tildado de "Padre del Surrealismo" Pero el escritor, sí pedía permiso a sus empleadores. Nada semejante encontraremos en los intelectuales oficialistas de la zurdera desperdigada a nivel mundial, canalla atragantada de dádivas. Todos muertos de miedo, como el enrojecido Mario Benedetti o la misma  (Nobel de Literatura), la sudafricana comunista Nadine Gordiner); salvo los juegos pirotécnicos emitidos por ese volcán Jean-Paúl Sartre, en su "L'existentialisme" (El existencialismo)

            Porque si observamos a los intelectuales cubanos finos de la época republicana –también en casi toda Indoamérica–, encontraremos entre ellos filósofos y pensadores del "aporquesí", sin pedirle permisos a los gerifaltes del partido comunista local para dar a conocer sus obras. Los cuales, por su valentía, quedan exentos de ser juzgados. Mientras que si oteamos la pajarera intelectual castrista de hogaño (todos ellos lo saben), veremos que el Gran Hermano no permite aparecer en lontananzas ni una sola voz que se atreva a filosofar sobre lo que esté o no esculpido, en los manuales del dogma marxista. Es el mismo que toda la escuela zurda porta bajo el sobaco o las propias "Reflexiones" de Fidel Castro. Porque aquello escrito, pintado o compuesto por los disidentes o fanáticos del régimen; dado que Castro en es una simbiosis abominable de sí mismo. Se destaca que son intrascendencias explicadoras del desastre experimental, resumible en un axioma inocuo que no dice nada, por ejemplo, compone una de esta ave tontas,

            "Por qué las tonalidades argentadas de los cangrejos moros, excitan en el punto "G" de los crustáceos hembras, esos diablillos del Complejo de Electra". Pero de ahí, no pasan los pucheros intelectualoides.

            También porque para encantos del finado Sr. Benedetti, el sarao de premios y honores continuó impertérrito, sin los sustos ni riesgos que corren los intelectuales decentes y decorosos en su impronta divina, bajo los totalitarismos. Solo ver el vía crucis élégante –en el decir torvo de los represores–, por el que el Comandante el Jefe hizo transitar a los 75 intelectuales apresados como rehenes durante la razzia garibaldina de "La Primavera Negra", aquella especie de "Nacht der langen Messer" (Noche de los cuchillos largos) enviados de un sopetón y derechitos hasta las ergástulas camaradas. O el martirio dominical de "Las Damas de Blanco" bajo nubes de las moscas chusmas del zoo castrista. ¿Dónde estaban los Benedetti entonces? Ellos, las "focas intelectuales amaestradas por La Habana", siempre andan por ningún lugar, mirando hacia "el otro lado"

Operación Kolibrí
Y si tiene que ver, porque los nazis, en la etapa de su toma del poder y estructuración como dictadura totalitaria; tras disolver la República de Weimar; estructuraron la nombrada "Operation Kolibri" y puesta en marcha entre otros objetivos estimados obstaculizantes para la implantación del nazismo, recurriendo a la eliminación física (exterminio) de los intelectuales, pensadores, filósofos y entre otros; los homosexuales, minusválidos, enajenados, disidentes, opositores políticos, etc. La misma, fue conocida también como "Noche de los Cuchillos Largos"  Estas acciones genocidas del nazismo, ya enunciadas, con premoniciones antecedidas y después precedidas en firme por el terror estalinista o simplemente bolchevique; no resultaron extrañas al "tentetieso" castrista. Luego, estos fueros antisépticos resultaron los idóneos a copiar y enaltecer, tras ser aplicados en Cuba sobre toda la ciudadanía. La "noche más larga del terror” se tendió sobra la campiña cubana.

            “El Terror Simple, mata a alguna gente; pero el Terrorismo de Estado está diseñado y es su propósito mediato, aterrorizar a toda la gente”, enunciaba Lenin.

            Todo el menjurje con sus aderezos del "terror puntual" se aplicó a los ciudadanos cubanos e impregnó del terror por el terror; según dictaban los cánones de la matriz kremlinianas, vigente en plena Guerra Fría; sin sorprender a nadie que sustentaran la razzia castrista contra los opositores y disidentes la nombraron "Gorriones Inconformes"  Alguien nos lo dirá en el futuro. Porque casi siempre empujados por la mano peluda de los cómpas, quienes accionan la troqueladora para el ajuste de las "personalidades criminalizadas”, entre ellas y no podía escapar del primer plano, la Intelectualidad isleña, todavía guardando ciertos vestigios vírgenes de los garfios comunistas, por la mala costumbre de pensar libremente. Al menos, un asesino convicto y confeso, el Dr. Ernesto Guevara de la Serna cuando vivo, no necesitó del padrinaje castrista y su maquinaria para que lo ensalzaran; porque fue cierto que a sabiendas de “la cama” que le prepararon; tuvo los pantalones de jugársela al canelo, por aquello de que, siendo aún cómplice de un disparate criminal, entendió el hecho social coincidente que con sus ambiciones aberradas entre sus estelas de protagonismo continental, desaparecería como otros tantos. Y no permaneció aullando y azuzando detrás de la cerca, como sus mentores del buen recaudo. Aunque después de su muerte la troqueladora propagandística del régimen lo convirtió en promo tétrico, dolarizado para engrasar la propaganda castrista. Es que los muertos, según los Líderes Máximos, ni protestan ni dan opiniones.

            En 2005, Mario Benedetti presentó el poemario "Adioses y bienvenidas" y otro, "Canciones del que no canta" En esa ocasión, también se exhibió el documental "Palabras verdaderas", donde el poeta hizo una aparición deslumbrante, un succès encantador como el de un Jean-Paúl Sartre divorciado de las musas enanas.

La vanidad humana, un fuego lento
Abordamos aquello de "encantos", porque Simone de Beauvoir asó a estos abalorios de “Pépé le Moko” del Casbah argelino, en el fuego lento de la vanidad humana, cuando expresó brillanteces tales:

"Encanto es lo que tienen algunos, hasta que empiezan a creérselo"

            Todo le vino a ella (imaginamos) desde que su padre George le anunció orgulloso, con su delicado machismo:

"Tú, tienes el cerebro de un hombre". Mientras Hélène, su hermana menor, les observaba atónita.

            Simone, quien no era precisamente espejo de su amigo Sartre, había sacado a éste por las orejas, cuando lo sorprendió en uno de sus interminables tête-â-tête proto filosóficos, con fogosos petite rouges del "Quartier Latin" Es que a ciertos intelectuales, tales como sucede a los Mario Benedetti, que sea sabido, nunca nadie les tiró de las orejas soplonas.

            Para 2005, al poeta le adjudicaron el XIX Premio Internacional “Menéndez Pelayo”, (48.000 €€ y Medalla de Honor), en Santander. La Fundación "Lolita Rubial", Uruguay; le vuelve a condecorar en 2006 con el "Premio Morosoli de Oro"  En enero de 2006 hubo un simbólico-virtual “Toque de Tambores Batá”  (nombrados los kónkolo, itótele e iyá) con el escritor presente –dicen que organizado por el bardo oficialista Pablo Milanés Arias, conocedor por línea ancestral (naturalizada cubana) de las artes y magias de las brujas Sangoma sudafricanas–; para demandar de los EE.UU. “la soberanía de Puerto Rico” Un acto, eco de un escurridizo Partido Independentista boricua con su impresionante simpatía arrolladora del 4% de toda la población isleña.

Un ukase del Líder Máximo
La sugerencia del Líder Máximo, demandaba otra comedia fantasmagórica para despertar a las galerías soñolientas. Extrañas aves, sólo canoras, acudieron al silbato. Se presentaron (bajo estricta invitación) tallas intelectuales XX-Large, como: Gabriel ("Gabo") García Marqués, Ernesto Sábato, Eduardo Galeano (otro finado de igual talante), Carlos Monsiváis, Pablo Armando Fernández, Pablo Milanés Arias, todos, inquilinos del panal de las no singularidades con los principios morales y cívicos, rotos. Destacable: en diciembre de 2007, en la sede del Paraninfo de la Universidad de la República en Montevideo, Benedetti recibió nada menos que de manos del propio Hugo Rafaél Chávez Frías, paladín democrático y de la libertad de expresión, la "Condecoración Francisco de Miranda" Ese mismo año le colgaron la "Orden de Saurí", de El Salvador.             Todas las cuales denotan ser artificios del quehacer político, no académico, copiando los desplantes educacionales de los voceros del régimen abroquelados en las ya desacreditadas, Universidad de La Habana y la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC); las cuales desde los inicios de la era castrista, se sometieron a todo tipo de arbitrariedades, contra los estudiantes, profesionales, escritores y artistas.
          
No recordamos de éste personaje conspicuo, una sóla línea contra las barbaridades anti ciudadanas en Cuba ni en los países que han asolado las dictaduras izquierdistas; tanto las del bloque comunistas, las africanas, musulmanas, asiáticas o como las del Eje Apocalypto (ALBA, UNASUR, etc.) Como tampoco las poses lastimeras de intelectuales boyantes al estilo macondo en ese mundillo de trampas, simulaciones y sibaritismo rampante entre los perros andaluces del Bruñuel de turno. Qué decir ante el cúmulo de méritos, reconocimientos, honores, condecoraciones, famas y glorias otorgados en vida al Sr. Mario Benedetti "estrella y orgullo de las letras envilecidas al servicio de tiranos" Claro, sin atender o dar fe de las especulaciones, que aluden a posibles "honores y premios silentes", una práctica común en los bajos fondos comunistas para subvencionar secretamente a sus corifeos, sin deslustres. Todo unido a su prolífera producción literaria, le abrió un lugar en el concierto de las literaturas latina, hispana y mundial. Lo difícil es leer la Histoire rélle contada al revés, que tanto duele a los castristas, como un revisionismo hermético, de calidad ordinaria.

            Benedetti, tuvo suficiente claridad mental para discernir diferencias entre el dólar, euro y libra en el platillo de su pesa financiera y medallas, pergaminos y otros conforts no suntuarios, en la otra. Se desconoce si el escritor mostró algunos escrúpulos, en aceptar los óbolos de los sistemas capitalistas "perversos"; porque de los totalitarismos, el repudiarlos, habría sido su suicidio intelectual, social y político. Los desmanes dictatoriales de los hermanos Castro y sus seguidores contra el pueblo de Cuba, las ejecuciones de Erich Honecker y la Stasi contra los alemanes, la represión brutal del Ejército Rojo y la KGB en 1953 contra los patriotas húngaros alzados en Budapest, después los checoslovacos en Praga, nunca existieron en el avatar de estos pseudo intelectuales y cronistas. Tampoco los millones de camboyanos asesinados al estilo fascista por Pol-Pot y el Khmer Rouge y otros (algunos de los tantos ejemplos), encontraron oídos sordos en este inefable personaje, sin otra bandera que la roja, ante la cual inclinarse.

Serrallo del Eje Apocalypto
Bonita forma de ser ejemplo ciudadano para las personas decentes y patrón de moral y cívica para las juventudes. Si el Sr. Benedetti, tuvo alguna hipoteca castrista insondable colgando sobre su personalidad y vida, se ignora. Tampoco él sería el único, chantajeado por los Servicios de Inteligencia Cubanos. Entre los premios y honores recibidos, sin embargo, proliferan aquellos de connotación ideológica otorgados por países de dudosa reputación democrática, los países comunistas actuales y los ex de entonces controlados por los soviéticos, también de alguno que otro abrevadero de patanes, escapado del serrallo del Eje Apocalypto. Es no querer diferenciar ex professo de los abusos de Fidel Castro y sus asociados, con las clases de civismo y patriotismo del electricista Lech Walesa y sus compañeros victoriosos de Solidaridad. ¿Qué sabría este bardo sin principios ni fines, de la solidaridad humana? Para tal abyección zurda, no se requieren versos lujuriosos ni ditirambos repletos de comejenes.

            Será improbable que los gobiernos decentes que le adularon y premiaron, les exijan a la imagen virtual del poeta la devolución de todos los trofeos, premios y distinciones recibidos; para así disculparse ante sus ciudadanos y reeducarse ellos mismos en lo que "no se debe hacer", si no lo es en nombre de la moral, virtud y los altos principio, ya olvidados en las universidades apócrifas, mancebas al servicio de la élite izquierdista. En uno de sus últimos libros, titulado "Canciones del que no canta", el escritor alude a su historia personal.

            —«No fue una vida fácil, francamente» –dijo, al parecer, exhausto de su farsa propia del dios Janus, el de las caras opuestas y a manera de confesión auto redentora.

            Quien con su pluma quimérica e irresponsable, marcó a varias generaciones de tontos, anidados y condimentados con azafranes de la ciguatera castrista; siempre de la manera equívoca y al estilo de los tirapiedras sesenteros. Ver cuando escribió su último poema, que a mi entender, fue la única vez que se mostró sincero y tal vez improbable, con una pizca de preocupación por el daño que su deshonor hizo a su familia (sic):

            «Mi vida ha sido una farsa
            Mi arte ha consistido
            En que esta farsa, no se notara demasiado» (frag)

             « ¡Avemariapurísima —grité.

            Pero me gustó más y asoció con remembranzas de todas partes, al poeta irlandés conocido por "Moriuht", es de pensar que precisamente eso fue lo único que nuestro poeta hizo sólo para él y su egoísmo enervante; a lo largo, ancho y durante toda su vida de ilusiones marchitas desde su aburrida adolescencia. Porque niño, nunca fue.

             El 17 de mayo, 2009, el poeta Mario Benedetti se apagó manso, lo que siempre fue. Encorvado y con la cabeza  gacha; quizás abochornado de toda su estulticia y sin mirar al cielo del Montevideo al cual, en el fondo, pareció aborrecer.

Claro que no podemos desearle que descanse en paz, a quien nunca se lo mereció.

            Fin de la saga.

© Lionel Lejardi. Abril 12, 2012
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