domingo, 29 de enero de 2017

Castro y sus provincias ultramarinas

Cuba y sus provincias ultramarinas
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Se cumplen 58 años de dictadura comunista en Cuba

"Un Asunto Cubano"

  Cuba comunista, ‘banana copycat’ del imperio español
                              
Preámbulos y eructos de las guerras mundiales
La división grosera de la sociedad norteamericana y sus valores lograda a propósito por los demócratas en los EE.UU., tal residuo de su derrota en las elecciones p.p en noviembre 8, 2016, marcar por generaciones al pueblo estadounidense todo. Para los unos (comunistas, liberales, populistas, anarquistas, etc.) representó un chiste de mal gusto e irresponsable, cuando en su despedida de la derrota, acentúa a sus adeptos y seguidores con aquel grito de guerra de 'resistan', con las intenciones aviesas de dejar un rastro de destrucción, anarquía y caos delatando una falta de hidalguía supina en admitir, lo que es aconsejable en los líderes 'con clase", lo cual es propio de los chabacanos. Ello da lástima y ofrece una imagen detestable para la ciudadanía en general, republicanos, demócratas y aquellos de otras ideas peregrinas. Etapas similares fueron vividas y se repiten en la actualidad, si retomamos la historia contemporánea; un botón de muestra explícito de nuestra propia Guerra de Secesión (Guerra Civil), un conflicto interno entre los estados norteños (Unión) y sureños (Confederados) desarrollada entre 1861 y 1865. Es de perfil alto e incompresible, abandonando toda lógica, que un partido demócrata; recordemos; el cual de manera curiosa era por decantación, la agrupación racista y estandarte de los esclavistas sureños; y que siguiendo (al parecer hoy) las orientaciones del fracasado Foro de Sao Paulo, de la impresión inequívoca de bregar por el también ahuecado "Socialismo del siglo XXI", un cuchitril proto extranjerizante y de naturaleza anti democrática. 

            A los norteamericanos tal proceder demencial los ha dejado atónitos, dado que el mismo teoricismo fue desarrollado y tomado de facto como un pedazo de terreno propio de libertad y anti esclavismo propugnado por Abraham Lincoln y siempre sostenido por los republicanos. Peor les resultó, abanderarse entre pliegues de un populismo demagógico deleitado al estilo de las bananeras, a los fines de lograra adeptos a base de prebendas y dádivas las cuales solo han servido para alimentar a nuestros enemigos internos y externos, y conduciendo ipso facto a sus seguidores hacia una falsa panacea derivada ineluctablemente hacia a la morosidad y vagancia colectiva de lo peor del lumpen proletariat de estilo munichista.

            Vienen al caso los antecedentes sentados por la fuerza, de tres de los espejismos relevantes derivados de la Primera Guerra Mundial(I GM), los cuales se caracterizaron como movimientos violentos, bañados en un caldo sazonado con socialismo, anarquismo, eutanasia, eugenismo, etc., los cuales de acuerdo a sus proyectos político-sociales pretendían solucionar las causas de las guerras, aplicando sistemas dogmáticos, dictatoriales y absolutos al implantar regímenes totalitarios, generalmente ateístas. Reponen sobre el tapete lo de rentable como todo antojo imperial dirigido a lograr beneficios 'del otro mas débil'en base del "doctrinaje" ilegal denominado 'Lebensraum'

            Con ello, la necesidad de aplicar el expansionismo territorial bajo cualquier costo; despojando por la fuerza, anexionando; subvirtiendo territorios con sus agentes y fanáticos; con los propósitos perversos de apoderarse de sus facilidades, recursos naturales, materias primas convencionales o estratégicas, etc. escamoteados a otras naciones o pueblos. Mientras que para los otros (demócratas, en el sentido de los republicanos), una broma macabra de mal gusto, destructiva e irrecuperable.
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Algunos dicen que las guerras son beneficiosas, por la gran cantidad de bienes desarrollistas, antes técnico-industriales y hoy mayoritariamente tecnológicos y de otras mejorías afines o derivadas. Sectores varios, argumentan que el disloque social y económico, incluye la pérdida o lesión de valores éticos, morales, espirituales, personales y religiosos; citando aquellos afines a nuestra civilización de punta, la judeocristiana y las otras pacifistas, humanistas  y misericordiosas (no asesinas), sería un tema de estudio amplio. Nos referimos a aquellas doctrinas religiosas, que respetan los Derechos Humanos, como filosofía exitosa y curiosamente recuperable tras hecatombes, tal demostró la Humanidad entera en los períodos de las posguerras,  I y II Guerras Mundiales. Sin lugar a dudas, de estas naciones, países o territorios generalmente europeos, afectados por el destrozo de la Primera Guerra Mundial (IGM) reunidos en París; surgió supuestamente avenidos; esa especie de concordat de la Liga de las Naciones (63 países), promovida tras el fin de la (IGM) y el consecuente ‘Tratado de Versalles’ (1919-1946), con la participación entusiasta del Presidente de los EE.UU., Woodrow Wilson.

Este organismo, ya en la etapa de recuperación, fue sustituido en razón de su probada ineficiencia operativa, carencia de fuerza político-militar efectiva y aceptación de los lineamientos plasmados en la Declaración Conjunta aprobada en la Carta de Intenciones de dicha Liga de las Naciones, en prevenir la IIGM. Tales consideraciones pacifistas, ordenamiento y recuperación de la nueva hecatombe, dieron lugar a la fundación de la actual ‘Organización de las Naciones Unidas’ (ONU)

Tal nueva versión pretendía ser una organización pacifista y mediadora entre hegemonías y bloques en conflictos; por lo que devino proclamada el octubre 24 de 1945 en San Francisco, EE.UU. como elixir de fines encomiásticos y de ayuda mutua de las naciones integrantes; entre otros objetivos, fines y propósitos. Resulta lamentable que hoy la ONU se ha tornado versión galimática de activismos insanos y tribuna de solipsismos, tales fueron o son en nuestro tiempo los residuos de les vieux totalitarismes, comunistas  y  fascistas ocultas en versiones nuevas apegadas a residuos evidentes de layas nazi-fascistas contemporáneos y sus afines. Estos últimos, destilados con etilos izquierdistas fuertes  de manera simple, susceptibles a ser generalizados como simple efectos ópticos, de los avasalladores espectros del colorama fascista, abrazados hoy por la izquierda liberal recalcitrante. Uno de los ensayos culminados en fracaso, resultó el pretendido “Socialismo del Siglo XXI” promovido por el ala izquierda (si la hubo) del 'Foro de Sao Paulo', Brasil.    943

Tales liberaloides y neo comunistas injustificables, por lo general endosables a este organismo mundial por la izquierda insomne; se tornaron algideces sociales bajo la influencia del mundillo comunista y las riadas de sus seguidores. Estos grupos eran proclives a apoyar y aupar ideas anexionistas a cánones filosóficos proto izquierdistas (extremistas en ocasiones) y definitivamente, se embadurnaron como propios de un virtual engendro tercermundista totalitario. Repetimos, volver al “Socialismo del siglo XXI” aupado y fracasado en Indoamérica y otras regiones copycats.

Ese verano de 1945, concluyó  la serie evento rememorando encuentros y recuerdos devoradores, desplegados por todos los actores tocados por las furias de la II Guerra Mundial. Conflicto, en el cual se vieron envueltos el elenco de potencias más poderosas, países, colonias, territorios tribales en casi todos los continentes y mares. En no pocas ocasiones regidos por sus respectivas metrópolis europeas y los países democráticos integrantes de la coalición denominada los 'Aliados' y aquellos otros 'reacondicionados' a marcha forzada en función de los tiempos azarosos por venir, considerando los inexplicables resultados de la I Guerra Mundial.

Algunos, la mayoría naciones constituidas como tales, revivieron sus sueños casi siempre aguijoneados por ofensas intestinas. Los más fuertes, como otrora potencias europeas (colonialistas) afectadas del jingoísmo, se integraron en calidad de polos ideológicos totalitarios al agruparse mancomunados bajo el lema de la Entente proyectada como el 'Eje de Acero' (el “Eje”) Recordar que a finales de los años 30s la inquietud generalizada consistía en que la Humanidad optara, entre vivir en un lugar democrático bajo el pendón de los cruzadosAliados’ (todavía no conformado) o convertirse en un sitio totalitario y esclavista tipo bolchevique, pero bajo la entente opresoraEje de Acero’

Desde inicios de las años 30s Italia realizó incursiones en el norte africano (Abisinia, Libia, etc.) mientras que el Japón lo hizo en el continente asiático (China, Corea, Manchuria y otros territorios aledaños) Hacia finales de esa década comunistas (URSS) y nazis (Alemania) tras una repartición forzosa, invadieron y conquistaron países y regiones débiles, con ayuda de simpatizantes locales activos o adormilados.

Así, fascistas y comunistas, primo hermanos ideológicos y de modus operandi se unieron en la repartición y rapiña del botín de guerra europeo la insaciable sed depredadora, sumidas en sopores de las delicias revanchistas y el novedoso Lebensraum (el ansiado espacio vital) el cual a ambos regímenes totalitarios, les venía como anillo al dedo. De tal manera, quedaron echados los cimientos de la inevitable y subsiguiente consecuencia para la Humanidad toda, la espantos II Guerra Mundial (IIGM) Las potencias democráticas todas, se encontraron, inermes, en una encrucijada por no advertir el desastre que se avecinaba, a causa de sus cegueras, imprevisiones, torpezas y cobardías.

El nuevo conflicto estallado entre el 1 de Septiembre de 1939 y el 2 de septiembre de 1945 (6 años y 1 día) resultó de los acuerdos entre los bolcheviques rusos y los nazis hitlerianos, ávidos de aplicar cada uno por su parte el concepto teutón denominado Lebensraum (espacio vital) enarbolado por los jingoístas alemanes. Tal nuevo desastre devino tragedia inevitable después del reparto de Europa entre Alemania, sus aliados y la Unión Soviética y sus respectivas esferas de influencia.

Al final, la Entente fascista concluyó en Europa con la rendición de Alemania y sus seguidores fascistas a inicios de mayo, 1945 y finalmente con el triunfo de los Aliados, sobre el Japón Imperial y sus aliados del Pacífico con la firma del Acta de Rendición en septiembre 2, 1945 que culminó con el fin del Eje de Acero y las políticas proto fascistas. Cuba, bamboleaba todavía bajo el carácter acendrado, así supuesto por un líder castrense, ya domado por las bondades del ejercicio democrático, el Gral. Fulgencio Batista. Este líder, a regañadientes suavizados, había retocado con el beneplácito de la ciudadanía, aristas de su imagen política. Todo ello, tras la entrega dúctil de su mandato al candidato autentico por el oposicionista Partido Revolucionario Cubano (auténtico) electo abrumadoramente por los cubanos. Auténticos y batistianos, coincidieron en la fiesta nacional democrática en  junio 1 de 1944.

La falaz quijotería castrista
Finalizando enero de 1959, no transcurridas dos quincenas del impensado defenestramiento del régimen del Gral. Fulgencio Batista; quien a su vez en unión de partidarios y seguidores nostálgicos había tomado manu militari el poder en Cuba el 10 de marzo de 1952; momento que ya el Comintern perfilaba planes para su nuevo delfín caribeño, el Dr. Fidel Castro Ruz y sus seguidores, los unos quizás quijotes mal dirigidos y peor engañados. Luego  la acción de Batista devino ilegítima, dado que unos meses a posteriori estaban convocadas elecciones presidenciales para el 1 de junio de 1952. Las fuerzas políticas en Cuba, habían seguido el cauce democrático marcado por el propio Batista desde 1940 con la promulgación de la ‘Constitución de 1940’ y el retorno a la estabilidad democrática, alterada por la ‘Revolución de 1933’  A ello se sumaban la sarta de factores inestables y las confusiones proliferantes en el ámbito mundial a instancias de la pre guerra en ciernes (II Guerra Mundial) colgada esta última de los avatares de dos totalitarismos descollantes: los arrabaleros comunistas bolcheviques, cargados con los restos del imperio ruso de los Romanov y el bloque nazi-fascista de pedigríes similares, adornados con residuos de las casas europeas imperiales (cristianas), incluyendo el imperio otomano (islamita) y el ancestral jingoísmo (ver al radical, George Holyoake), enarbolado (versión fascista) y puesto en marcha en el segundo cuarto del siglo XX, por el imperio japonés en el otro extremo del globo terráqueo.

La saga continúa.

© Lionel Lejardi. Enero, 2017      
lejardil@bellsouth.net
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