martes, 21 de noviembre de 2017

“Elogio de la Tristeza” I/V

“Elogio de la Tristeza”
 I/V
Se cumplen 59 años de dictadura comunista en Cuba

“Un Asunto Cubano”
La Cautiva (frag...)
(Aser)
“Quiero y  sé, sin embargo,
 que nunca te podré abrazar
al contenido de mi corazón.
Tú eres ese cielo claro y brillante.
Y en este rincón de la jaula,
soy un pájaro cautivo.
 Detrás de las barras frías y oscuras…
Forugh Farrokhzād
(Poetisa iraní)

Ver la belleza interior de esos seres píos, tristes y melancólicos de por siempre

Acerca de entidades, sin máculas execrables
Porque exactamente tal y no otra cosa es la dulzura de la permisibilidad inherente a esa L'élite des élus pur la Providence”  (Elite de escogidos por la Providencia) que gobierna la obra del quehacer diario de los cultores de la Tristeza. Algo así inexplicable solo en los tiempos heroicos, sin ascetas ni ilotas, remando gustozos el bajel oprobioso de los tiranos. Ello, definido así a contrapelo de como el estado catárquico idóneo de auto protección, protege la suavidad natural irradiada por este modo de vida libre y no de un caracol, melancólico apresado dentro de un hábitat virtual tildado a veces de exclusivista. En la mayoría de las ocasiones, la adjetivación es gratuita y peor, activada sin explicar o siquiera manifestar las causas y si estas, persisten. Tal deviene tendencia desordenada del populismo ingenito a la izquierda obnubilada. Es una forma abismal de la magia estrábica del "Ojo de Kelly", a veces confundido con el talisman inca de Zoltec. Porque la secuela social de los agitadores profesionales, se arropa con harapos asumido como uniforme politizado a vestir troncheras y digitalizaciones a manos de la fanaticada del populacho; siempre dispuesta a pescar en toda agua cenagosa, a vistas siempre en el ámbito de su ambiente desordenado. Porque a veces la Tristeza deviene flujo natural, tal trauma humano, siempre interno, aunque silente y ajeno de solemnidades (a veces, mal entendido como apocado) de nuestra alma, sin compromisos con el entorno, ajeno a su hábitat. Esa virtualidad de cada humano con singularidad semejante a la tuya, cristaliza plasma de un paisaje inimitable, como el Überich (Superego) de los tuyos, quizás ancestros de una tradición oscurecida y desconocida para ti para mí y los otros, a veces desconcertados acerca de los origenes verdaderos de nuestro gen.
Dibujo a la pluma de Hans Holbein, el Joven
 en el margen del ejemplar de Oswald Myconius
 de la edición del 
Elogio de la locura de Erasmo
 de la edición de 1515

Porque el tema de  “Elogio de la Tristeza” epónimo per se, ni es sátira ni  razón que ver de manera tácita o aleatoria con ideas, conceptos filosóficos, religiosos u otras reflexiones causales que confunden al humano tipo. Ni tan siquiera con los virtuosismos del holandés, Erasmo de Rotterdam (née, Desiderius Erasmus Roterodamus) ese adalid del anti rutinarismo, corrupción clerical, conformismo y corrientes varias del pensamiento humano y otras ideas. Solo que, a veces, evoca otras el concierto de artes humanistas mentales y sus semejanzas, no somáticas y  casi esotéricas, las cuales han logrado prevalecer por si mismas en el asomo temerario del maravilloso mundo de los Pesimistas.

Porque aseveramos sin lugar a dudas que, dicho sin mayores loas o calideces fundamentadas como irreales, gratifica suponer que la mente humana es optimista per se. Cuando en la realidad, es todo lo contrario como premisa existencial. Es admitir que, dada la consecuencia del hábitat humanizado; sin intervenir que valga la tal categoría desentendida o no como característica insoslayable del supino. Porque, la necesidad urgente es tomar por los pelos, un factor nunca antes considerado en relación al Pesimismo, decimos entre otros más, porque tal vigilante es el alerta requerido, a los fines de obtener la sentencia de un  mundo nuevo. Esta es la razón del eterno vigilante de su entorno, siempre agresivo contra los intrusos que les amenacen penetrar en su Ich (el Yo) siempre reluctante e intolerante con los intrusos.

Recordar que el entorno del plano cotidiano en que nos movemos, se comporta como un monstruo que, aunque horrible y real; a veces se nos presenta físico y a veces intangible, de acuerdo al momentum. Bajo la óptica de la Ciencia Ficción, se catalogaría como lo es hoy; una interfaz digital habilitada con ciertas facilidades y características inherentes a un dispositivo digitalizado (transductor) de acoplamiento de señales, respondientes a ciclos de ondas asimétricas replicadoras. Porque la alegría siempre y por deducción lógica y sin importar el plano en que nos movamos los emisores humanos, es simétrica.

Tanto, tal si fuera un "organismo vivo" y bien organizado; capaz de devenir en un “ser poliformaláctico" o sea, una entidad corpórea capaz de cambiar su forma física a voluntad propia y de manera independiente del hábitat u otros ruidos, negros o blancos, casi siempre presentes (como indeseados) en el tráfico de información por medio de las técnicas de telecomunicaciones. Eso es en cuestiones tocantes al carácter humano yacente en su psiquis, porque el nuestro la tiene por la fuerza natural materna, sino, los resultados serían aleatorios, revueltos en el Überich laxo del subconsciente.

Salvo excepciones, todos los seres orgánicos racionales gregarios (humanos) coinciden en sus puntos de vista en relación a su entorno social, con características afines. Decir, se auto catalogan en el orden de su valor absoluto, como Pesimistas (la gran mayoría) y Optimistas (la minoría) Dado que tal depende, en las estirpes nuevas, de la facilidad ofrecida de contar al nacer con una estructura física y mental, su base física (cuerpo de sostenimiento) no dañada por sus ancestros inclusiva, nominalmente catalogadas desde tiempos ha, de taras o vulgaridades, señaladas  en calidad de máculas apoderadas del mundo interior (Ich), perceptible aun por los nonnatus.

Ninguno de estos últimos, es culpable y en consecuencia, como sociedad debemos auxiliarlos para incorporarlos al concierto de la corriente humana, esa a la que todos, sin distingos; excepto aquellos masoquistas (auto cariados, per se) por retro efecto de sus maldades propias, los infra higienizados por sus sistema políticos o religiosos, aberrantes.

Todos somos o estamos vinculados, queramos e imaginemos o no, a alguno de estos estamentos primarios, en función de álabes imbricados en su catalogación consciente de pesimistas  (Alpha) u optimistas (Betha) donde cada uno de los mismos tendrá su valor preponderante para todo organismo, racional o irracional, decir, respondentes y  condicionados a su estamento primario. Este deviene absoluto y sin variantes cuando lo observamos como el “instinto básico de supervivencia”, vinculado de hecho, al nicho generalizado de los pesimistas,  del cual, por decantación quedan los optimistas.

Estamos por la opción de los pesimistas, dado que es la única que apuntala nuestra seguridad física y mental en relación al hábitat material, generalmente agresivo y sin reservas, por ende, no apto a nuestro entorno psíquico. Dicho en términos, hoy ya populares, son estamentos de la mente obnubilada que apuntan a seres humanos oscilantes, que a veces “están alertas o no lo están” Estas premisas cuando son aletargadas por efectos de distracción introversa, se agotan en ocasiones y descansan, de manera habitual en catarsis temporales.  

Una de estas sensaciones descansa en los mensajes sublimales utilizados en las técnicas publicitarias, cortapisa del “Efecto Poetzle”  (1919) el cual imbrica de cierta manera con estos mensajes de muy corta duración, la potencia de penetración cerebral y su permanencia. Lorenz, les describía mediante tres ecuaciones diferenciales ordinarias acopladas a los fines de describir el clima en el tiempo futuro.

           "La Tristeza”, es el estado mental no catatónico, proveedor de la mayor salud mental, natural para los Pesimistas, sean éstos alegres, tristes o melancólicos

            Porque también existen los pesimistas tristes, como otro de los estamentos innatos adheridos a los diferentes matices dulces de la melancolía. Esta melancolía, subyugante, se manifiesta impregnada de sutilezas que la componen ―absolutamente emanada de la Praxis― donde yacen las fuentes de los recuerdos. Estos eventos plásticos, propios de la destilación inducida por el subconsciente, son los que nutren a quienes disponen del vigor que implica adorar y estar en posesión de la tristeza, en calidad de operador único de lo justo y más deseable, al hombre de todos los tiempos y bajo cualquier circunstancia, no abominable.

La ética máxima” a cuidar por escudriñadores de la psiquis
Es que al romper los sellos de un nicho psíquico les implica, entre otros eventos aleatorios, desenvolver las historias  íntimas sin quebrarlas, tales si fuesen frágiles tramados de telarañas. Porque en esencia gentil es penetrar (invadir), hurgar y desnudar un alma inerme, a veces bajo hipnosis, sin permiso. Es una invasión de segundo grado al Id (Ich) galante. Es cuando son activados los resortes auto defensivos, en calidad de elementos o calzos amortiguadores, contra los ataques súbitos de cualquiera de los planos extraños. Digamos la depresión, la cual es una psicosomía perfectamente neutralizable por medio de la voluntad simple. Nada de pociones brujeras o fármacos. La catarsis optativa del humano es un conjunto de variables emocionales sanativas anidadas en los recuerdos y sueños que dan forma y se manifiesta en aquello confuso que denominamos premoniciones, cuya calidad peor es la lentitud en su activación ―decir, lo contrario a los "instintos" en los animales y hetero animales― en obrar de inmediato ante las señales de alerta proveniente del entorno.

            En los animales inferiores los sensores adquieren esa forma estimulante de lo que llamamos instintos, una manifestación casi única en estos y débil en los humanos; a causa del hábitat civilizador que le ocluye o solapa los elementos sensores desarrollados durante la “etapa salvaje o natural” como pueden ser el oído, olfato o visión ante la proximidad del peligro. Está claro que se exceptúan los instintos de conservación, reproducción y la persistencia enervante en el coito que en el hombre moderno dualiza, zafio, el factor reproductivo con el simple placer por el placer erótico, que en todos los animales de la escala zoológica, constituye su naturaleza primaria o constante como la dominante de protección para la consecución de la especie.

            La lentitud de las premoniciones no puede ocurrir así en el caso del instinto, dado que este impulso natural como virtud del animal inferior le implica hacerle más veloz en sus reacciones, tanto defensivas como ofensivas. Es su arma ambidextra. Entonces, en estos casos, sería saludable considerar que de no obrar los sensores con ligereza, ello pudiera peligrar la vida del animal bajo acecho, por parte de sus iguales o aquellos de otra especie. De donde el optimismo en los humanos, no puede congeniar con los animales, porque estos elementos vivos, solo tienen la opción del instinto, asombro o terror al “otro” Una transliteración conceptual, se acercaría a la del pesimismo en los humanos, y por cuya razón, están en la obligación de permanecer alertas durante todo el tiempo. Es requisito, sine qua non a fin de resguardar su vida.

            Los humanos, influenciados por las comodidades de la civilización, es pensar en una sociedad racional y abierta generadora de los Altos Principios griegos y toda la filosofía misericordiosa de la judeo-cristiana. Nunca, en otras sociedades (lindan en verdaderas sociopatías) opresivas y cerradas como la vendida al "por mayor" ofertadas por las pseudo sociedades comunista y el resto de las fundamentalistas, incluyendo las de opresión política en su ámbito del muestrario o versiones peripatéticas, tienden al totalitarismo, más cruel. Estas beldades tienden a debilitar y bajar nuestras defensas naturales ante

Filosofías artimañolas, ofensivas y defensivas     
Una antítesis (este trabajo no es el lugar del análisis) es el entrenamiento militar intenso que establecen los estados modernos, como los integrantes de la NATO; entre otros objetivosMarines y Policía Special Teams Navy (SEALs), SWAT, etc.; donde ambas categorias decir pesimismo, optimismo, son observadas bajo dinámicas sorprendentes rápidas, dado que estas catalogaciones no son aplicables enteramente y de manera exclusiva a los animales inferiores. Ello es asi, porque el instinto de alerta permanente en los animales, ya advertimos, es un estado psíquico equiparable a la naturaleza pesimista del humano tipo.

Pulgar Falso (thumb tip)
(
Cortesia de MG-MG), 17 nov. 2007)
Se evidencia entonces, que el instinto en cualquiera de sus manifestaciones, incluyendo las reproductivas, es todo lo contrario al optimismo, siendo su equivalente al pesimismo en los humanos. No es redundante, en absoluto, dado que los comunistas disponen de una gama diversa de ADNs. Los líderes integrantes de la sociedad indoamericana, empujaron a las masas del lumpen proletariat, siempre ávido de solazaduras, las cuales yacieron adormilados (curiosamente durante un tiempo en brazos del Eje Apocalypto,  ALBA), acudieron golosos hacia esa especie de pila bautismal del comunismo; renombrado a sotto voce en la misma como socialismo, populismo de izquierda, progresismo, utopía, Jauja, etc.; son en la realidad simple indicadores cuya traza conduce a su apología ideológica real (siempre proclive al mal) hacia una perlesía de catarsis alternativa, paralizante plasmada en una sola página: el encallamiento de sus viejos galeones (líderes), inmovilidad y el fracaso consecuente (grey militante), tal han demostrados los desastres sociales de la ultraizquierda, incapaz de sonreir, tornada en sociopatía endémica.

Tal como advertiremos en cada etapa de estas tesis, el “hombre" no deja de ser el animal superior por excelencia. Y lo es también por cierto tipo de instinto leve subyacente en el individual; algunos de los cuales son los recuerdos de sus andanzas en los finales estructurales de su vivencia dentro de la horda; y no por alguna licencia de alquimia extraviada que se le haya insertado, ni siquiera por auto inoculación casual. El Optimismo y las premoniciones se les consideran, si acaso, factores débiles contaminantes por su naturaleza primitiva psíquica o con la adición bajo estados sublimales, del Ego introvertido en calidad de un "pulgar falso" (thumb tip) asentado en didácticas con visos mágicos.

La aceptación tiene bastante de simbolismo, puesto que el tipo pretendido como optimista en la realidad es un pesimista encubierto, cobarde hasta los tuétanos. Este "Novy ľudská bytost, naplnený strachom" (Ser nuevo, repleto de miedos) de manera inconsciente, tan automática como el afloramiento de multitud de instintos, deviene entre vapuleos y sopetones, en un Pesimista.          

            El planteamiento o tesis: Es infundado admitir o suponer que el hombre como tal, es un animal deambulante en el plano virtual, y que sea por “defectos de fabricación” un optimista intrínseco. En el mundo real, es exactamente lo contrario como un ser entrante a un mundo frío; decir; no vaginal, no amniótico ni digestivo con el cordón umbilical, ya perdido.

            También, porque ello va contra el propio ser asustadizo que marca al bicho humano como tal es su intra naturaleza inteligente. El hombre inculto o no se mete en estos vericuetos del Id o, simplemente, desconoce siquiera que existen esas estructuras armónicas, increíblemente asociadas a psicopatías anamórficas las cuales además, son relucientes para el observador exterior. El Pesimismo, es la condición natural del humano dado que este proviene de la cantera común selvática, aunque dicho individuo se repita interiormente o se deje susurrar lo contrario, por sus vecinos, familiares, amigos u otros identificados como casuales.

La hipnosis exógena, inducida, es incapaz de retrotraerlo a una condición de regresión en busca de sus ancestros o generadores del momentum, inexistentes. El Optimismo,  es poesía palindromática (simple inducida), en la generalidad de carácter exógeno; tan aderezable como cualquier rata del desierto; para acompañar con la papilla dada a los párvulos que plañen por sentirse desatendidos, tales maúllan en calidad de seres inmersos en soledades, tal pucha de “Gatos en la cuna” (2)

            Del mismo modo, el Optimismo carece en lo absoluto per se, de posología médica y actúa como un placebo o remedio ansiolítico; sin solucionar ninguno de los conflictos sicosomáticos del individuo inmerso en sus conflictos, frustraciones y contradicciones emocionales. Por ser una condición psicótica adúltera, sin medicación, debe ser tratado como el fracaso de un mito auto impuesto por su carencia de lógica analítica. Opera exactamente igual, es de naturaleza disruptiva y atormentadora del individual Optimista, reflejo de su vacío interior, tal una filia inconexa de recuerdos primarios y experiencias selváticas que le impelen a buscar refugio donde no existe. Por ello es que la carencia de reflejos interiores, lo hace no equiparable con su posible símil en el sentido latente con el alerta animal. Tal opera en todo el ámbito de la naturaleza animal no humana y a veces, la vegetal (inorgánica), como el rubor de las mimosas.

            Lo otro, incumbe solo a un síndrome de auto hipnosis, a veces colectiva como engaño supremo del líder a la multitud de la masa que estruja; ver la dicotomía maléfica y simbiótica de finado Dr. Fidel Castro; inducida a su vez en todas y cada una de las chaturas que le rodearon y con las que educan al optimistas en cuestión. Entender además, que la masa dentro de la cual suponen la inexistencia de quienes se suponen así; en calidad de mentores infiltrados por el líder; les inclina más a creer por lo que les anuncian estos líderes falsos, que por aquellos instintos humanos que puedan despertar y sienten bajo el trauma sostenido durante decenios.

Del rasero populista esparcido: «Idiotas, ¡sean positivos!»
¿Dudas? No hay por qué, dado que estás utilizando tu derecho inalienable a coincidir o disentir del clan, si este no es opresivo. Desde pequeños, los padres que se estiman cuerdos según el rasero colectivo, aconsejan o proponen a sus hijos que "sean positivos" Por nuestra parte, planteamos que es como si instáramos a nuestros hijos a que cruzaran la Avenida de la Vida (la diaria), mientras cientos de autos (peligros reales y potenciales) la transitan a toda velocidad en la hora pico. Tampoco el peligro latente, dado que no es de ignorar los peligros cuando atraviesen la misma vía a la hora del tráfico menos intenso.

Sucede que los Optimistas Alegres, por lo general la mayoría integrante de la grey humana; viven sin cotas de seguridad, porque su optimismo irresoluto les impide tragarse sus propios consejos que avientan y recomiendan a otros cándidos, en medio de altisonancias de líderes las cuales son egoístas y extremadamente peligrosas para los demás, sus oyentes indefensos. Tal se manifiestan pueriles en jugar con el destino ajeno, como si con esta manera de observar el mundo, como una avenida que puede ser atravesada confiado y que el Optimismo, esa panacea matinal falsa, les sería suficiente como escudo en cualquier momento y que, tal si la vía se quedara sin tráfico vehicular, a expensas de su celebérrimo y libre albedrio (o por encantos) los vehículos se tornaran inmateriales. Es verternos y apuntamos, que no hay forma mejor de convertir a los niños (todos de naturaleza maleable), en seres irresponsables a los que todo evento les asombra, por no estar prevenidos acerca de la fenomenología del entorno donde se debe incluir la agresividad proveniente de esos factores exógenos.

Cultivar la virtud democrática, flores imperecederas
Ahora, a la inversa, se trataría de cultivar la Distopía, antípoda de la Utopía, esta ultima una mercancía barata averiada y de pulgueros, que nos venden los marxistas sobaqueros y en su lugar atender a requerimientos esas flores imperecederas en todas las estaciones, como son la virtud y su prima hermana, la Democracia. Es la hora de disertar acerca del realismo interior de los cuerdos tristes afiliados a la Escuela del Pesimismo: el tuyo, el suyo y el mío; tres instancias en la estructura de la personalidad, indisolubles con otras intemperancias inherentes a cada individual. Entenderemos la razón de incluir la democracia, pero no en su carácter político, sino convoyada con la parte de su cuota participativa del Ego, total y subyugador.

Sucede que la Tristeza es la expresión primaria más seria, del ser social, no la Alegría, una premisa, alentadora y graciosa (al estilo Luis XIV) como antesala de la frivolidad. Esta primacía es catalogada aliada a un concepto filosófico; sino religioso o en sus prognosis atávicas y cercanas a las fisiológicas, presentan una reacción aleatoria inicial del no a todo lo que se identifique con el entendimiento humano. Tanto como la vieja sentencia de que “la paciencia, es la pasión reprimida”  Tal axioma es aplicable al resto de los humanos juiciosos, considerando que los sin juicio deambulan por dimensiones diferentes del intelecto. Estos últimos, pacen ajenos a las finuras deliciosas del mundo real y las encantadoras pero viciosas del mundo irreal.

            Casi todo deviene en medio de los abrazos tercos del absurdo, tal es un dilema optimista, que desde hace tiempo yace operando fuera del contexto de la Lógica del Pensamiento. Así, el factor deambula como esa especie de ilógica renegada del "fu" (advertido en su argot sans, francés original), adorador en el vaso de su imagen superficial andrógina impropia y siempre fuera de la ley humana, raramente escrita. Luego, debemos considerarlo atrincherado en su Überich (Superego) totalitario e incapaz de arrebolarse, ante el dolor humano. Son neblinas de mantos freáticos insípidos con humectaciones idénticas envueltas en ensoñaciones, que se dispersan al levantar el día y que despierta a esa otra pléyade de Optimistas frenéticos, anidados bajo la sombrilla de los alienados alegres.

            Tramoyistas de pasión y estilo, inconformes con la parte alícuota que les tocó por nacimiento, golpean miríadas de puertas que nunca se les abren. Son los que casi siempre andan metidos en líos, dándose cabezazos y halándose las orejas, mientras se atiborran de sucedáneos y somníferos anti pesadillas. Y por si fuera poco, veremos una especie de falso "Cogito, ergo sum" (pienso, luego entonces, existo); intangible y estereotipado como una garganta vaginal de meretriz vieja. Haciendo filas interminables en calidad de guerreras estoicas de la nada propia y ni siquiera copycat de la ajena. Es ser objetivo y comprender sin ofender o menospreciar a estas diligentes señoras; antaño damas de la noche;  y constatar o sencillamente ver, que el acto sexual por el mero placer del ‘por sí solo’ como una manifestación incontrolada del Superyó y por lo tanto, debe ser objeto y  tratado de facto, como una de las tantas irrelevancias difuminadas del optimismo alegre e irresponsable.

         La saga continua,

© Lionel Lejardi. Febrero, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press

Addendum

(1)   Forugh Farrokhzād (1935-1967) poetisa, activista femenina y cineasta iraní que fue exiliada, perteneció a la generación nacida en plena modernización de Irán (antigua Persia). Su primer libro de poemas "La cautiva" la convirtió en una renegada y fue acusada por el régimen teocrático de los Ayatollah, de rebelde e iconoclasta. En 1968 publicó su obra cumbre "Nuevo nacimiento", entre lo más logrado de la literatura iraní (wiki)

(2)   En el año 1974, el cantante y compositor de folk-rock Harry Chapín, saca a la luz una canción llamada "Cats in the cradle", incluida en el álbum “Varities and Balderdash”, inspirada en su relación afectuosa con su propio hijo.

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