martes, 20 de febrero de 2018

1 Martha exclamó, « ¡Noli me tangere, homo!» i/vii*

1 Martha exclamó, « ¡Noli me tangere, homo
i/vii
(Miniserie, "Fulgencio y Martha")
Se cumplen 59 años de dictadura comunista en Cuba

Opresión
Aceptar la opresión
por parte del oprimido,
 acaba en complicidad.
 La cobardía es consentir el atropello,
pues da vida al existir de la
solidaridad participativa y vergonzosa
entre el régimen que hace el mal
y el pueblo que lo deja hacer”
Charles Bukowski
"Un Asunto Cubano"

"Los Caco, semidioses crème de la crème

Preámbulos  de cuando Cuba falleció
Sin embargo, no deben faltar los antecedentes del drama horrible actual, en el que vive la incertidumbre nacional del pueblo cubano, sujeto desde 1959 a sucumbir por las constantes dentelladas de los comunistas (que ya, ni siquiera son eso, sino una banda en desbando pugnando por ser cada uno el que se lleve la mejor parte de los restos ya calcinados del patrimonio nacional. Ello debió acontecer en su fase peor, el día en que un sala’ o bicho picó a Batista. Cierto es también que, obviando que tal verdad haya sido escrita solo en los hielos eternos de Kriptón, son pocos los inmortales elegibles para vivir como Residente Permanente en y repartidos por todas las Diásporas a nivel planetario. Con ‘green card’ y todo lo demás de la bondad norteamericana, en el Olimpo y menos, sin la mirada escrutadora del inexorable Zeus "el portero abombado" Algo parecido al drama de Caronte "el Barquero", quien de gratis accede ligero a surtir todos los clientes que admita el "Inferno", el que en el mejor de los casos quizás, sea el de Dante Alighieri, el poeta florentino. Por eso nos impresiona de manera grata la nota que nos envió uno de nuestros Oidores precolombinos, anunciando que algunos cubanos hayan descifrado la maraña de la clave para colarse en el Olimpo, ese cielo al cual van a parar los inmortales.
Némesis 
(Concepción artística de 'Némesis',
supuesta estrella enana 
marrón binaria del Sol, 
atravesando la Nube de Oort, 2008
 (Cortesía de Fundación Blender.org)

Por su parte y al parecer, los hermanos Caco” (Caco, el varón y Caca, la hembra) son sátiros de la mitología greco-romana, quienes jaquearon dicha clave, por lo que hasta hoy día quedaron convertidos en los santos adorados por cuanto ladrón, pícaro o asaltante medre por cualquier camino o vereda en penumbras, porque ambos tienen algo de murciélagos y temen tanto a una ristra de ajos, como al sol del amanecer. Y es aquí donde a los cubanos se nos enredó la pita o mejor, se nos trabó el paraguas.

Ello es así, porque la vetusta saga cubana hasta hoy día, es manto y sudario del mosquerío verdeolivo; por cierto que los viejos guerrilleros ya sodomizan al pueblo inerme por 60 años y según reafirman sus adoradores espeluznantes, todavía existen los contemporáneos. Porque ambos semidioses tuvieron sus antecedentes míticos, olímpicos, mediáticos y cronológicos, en tiempos marcados antes y después de 1952.

Hoy, con el fallecimiento esperado del finado Dr. Fidel (née, Alejandro) Castro Ruz (aka, entre otros mil, Líder Máximo) quien aseguró en algún momentum a sus fanáticos translúcidos, que Él (o Ellos”, como los Cacus (malos, malvados) del cuento mitológico, eran "tan inmortales como su extraño y único, Partido Comunista, el de un solo miembro-militante, autorizado para ejercer el derecho al voto y veto sobre Él o Ellos, en calidad del candidatos únicos permitidos por el partido único"

Sin embargo y al parecer, el protocolo de las exequias del Líder Máximo no contemplaban (raro) conducirlo tal como es propio de los semidioses, decir, montado en una 'Carroza de Fuego' hacia su descanso definitivo junto a Zeus; sino en un burdo GP, “General Purpose o (Jeep)” como carta última de un militar non-scholae inevitable, de fabricación rusa.

El horno campirano de pizzas
Y resulta curiosa la similitud, por a raiz del despliegue revolucionario en Cuba por mano del Dr Fidel Castro Ruz; cada cubano quedó en una atontada espera del derrumbe físico del Líder Máximo de la Revolución Cubana. Pero solo asomaron las orejas peludas de este personaje, vencido al final por inclemencias del tiempo, en medio de los avatares demenciales del mismo. Sin embargo habria que suponer de alguna forma, la mala y además ridicula intención de algún agente imperialista (por cierto "no cubano exiliado") el cual robó y arregló la clave y razón por la cual los resto inmortales del Gran Líder, fueron a parar a una especie de mausoleo suspicaz; colocados por unos soldados tiesos y amorosos, perdidos ya el respeto al dictador exantemático; en una especie de retiro pétrico redondo como una bola de billar, propia de cafetines en cualquier puerto, también urna "polimorfaláctica"; tal vez blindada con láminas de titanio; contra ataques bacteriológicos, químicos, físicos, láseres, drones enloquecidos, balísticos o nucleares. Tal vez no, quizás mañana, ante la venganza de la furia popular. Es considerar quizás, que los arquitectos zurdos de la entelequia castrista, les dio por diseñar el mausoleo tal vez sin la intención aviesa, que al final les salió al estilo de los hornos calabreses (una bola campirana con las cenizas en el centro, tal si EL fuese el ombligo llameante alimentador del Mundo (en calidad de parentu ignis) Siendo justos, nada estruendoso. Veremos en pocas generaciones  apagarse Guevara y quedar Castro y el rastro de sus sombras, todas eliminadas. Solo que allí, quizás también aquí, empleados para cocinar deliciosas pizzas ordinarias de ajos y quesos, solo que los cubanos tendríamos que  ir hasta los altos Pirineos. Pero sucede que ese privilegio solo es apto para los “compañeros iguales, que son un poquito más iguales que el resto de los iguales” Eso nos lo aseguro George Orwell, que bien los conocía y les juramos que no se trata de un trabalenguas.

Dicen los nigromantes, aquellos en ‘guardia cosaca’ permanente y echado en las tarimas de la Oficina Nacional de Cuba para el Control de Rumores Hechos en Casa (ONCRHC) que ello fue producto del desborde de pasiones e incertidumbres. Las mismas que sin razón alguna, se produjeron en marzo 10 de 1952  a causa del coup d’État que dirigió alucinado y aguijoneado, el ex presidente de Cuba, Gral. Fulgencio Batista y Zaldívar y sus seguidores nostálgicos e injustamente ávidos, en contra del gobierno  del presidente legítimo Cuba en funciones, Dr. Carlos Prío Socarrás, y su Partido Revolucionario Cubano (el Auténtico).

            Este mandatario, Prío,  a su vez y siguiendo las reglas del juego de tolerancias políticas y a instancias del propio propio Batista que referendó y auspició al proclamar a inicios de su mandato de etapa democrática (1940-1944) en el bello trabajo de la "Constitución de 1940" consintió en que Batista retornara al juego limpio iniciado por los auténticos, a fin de participar como candidato en los comicios parlamentarios (a su vez presidenciales) fijados para junio 1 de 1952. Este presidente democrático en funciones. Con este argumento, cualquiera que fueran los resultados de la consulta electoral, el Presidente Prío debería abandonar el curul de su magistratura de acuerdo a la Constitución vigente y entregar el mando al candidato electo en la justa electoral prevista para mediados de ese 1952.

            Luego, es saber que el Presidente Prío nunca mostró intenciones de lo imposible o sea, violar la ‘Constitución de 1940’ a los fines de cometer el mismo error garrafal del ex presidente también también entonces en funciones, Gral. Gerardo Machado y Morales (1925-1929); contra el cual tanto Prío (entonces líder estudiantil entonces, como Batista (entonces Jefe del Ejército Nacional) habían combatido como opositores durante el machadato cuyo presidente en funciones, violo la ‘Constitución de 1901’ (no a la reelección) de manera que decidió extender su mandato de manera que perdurara un segundo término hasta 1933. Ese desplante de Machado, exactamente y entre otros desvaríos, fue la chispa que detonó la revolución de 1933. Nadie supo nunca, antes o después y ni siquiera sus cronistas e historiadores, cuál fue el sala'o bicho que picó a Batista en 1952 para llevar a cabo ese cuartelazo contra el Presidente Prío, tan ilegal como innecesario. Ello dio lugar e igual a la que entonces (1933) el pueblo, todo, se revirara contra la dictadura machadista dando lugar al estremecimiento social de la denominada como Revolución de 1933

El madrugonazo
Cierto que el operativo militar de Batista (10 de marzo de 1952) se ejecutó de manera silenciosa e incruento. Pero que en verdad, de manera irracional, lo cual dio paso a una corriente de conformismo justificativa, además de exacerbar en la población por algunos medios y clases sociales y políticas de la época, que tal arbitrariedad era indispensable a causa de la corrupción imperante. Estas motivaciones pueriles alegadas por el líder de la conspiración, militares y fans participantes, resultaron en el disparate mayor (o justificación revertida) del 26 de Julio, 1953 con el asalto al "Cuartel Moncada" y otros sitios menores, lo cual dio lugar a que los hermanos Castro y sus seguidores, se apropiaran de la situación muy confusa y pusieran en marcha sus fines también oportunistas, de sacar provecho del incidente y abriendo las puertas cubanas a sus pastores y mentores del Comintern (la III Internacional Comunista)

            De acuerdo a los resultados calamitosos hotdogs advertidos, se evidencio de inmediato después que los 'motivos guerrilleros' eran otros otros y no el mencionado  patriotismo. Así los Castro convencieron a un grupo de jóvenes imberbes e idealistas, aglutinados en la denominada "Generación del Centenario de José Martí", para conducirlos descabelladamente al desastre del 26 de julio de 1953 con el ataque militar al "Cuartel Moncada" de Santiago de Cuba y otros sitios menores. Decir que la posterior y alegada tiranía de Batista de siete años (1952-1959) se tornó en la hecatombe de la nación cubana sumergida a la fuerza en el sistema stalinista-maoísta y exclavizante desde hace seis décadas. Cuba, sus ruinas y restos, ha devenido en ergástula mayor, conduciendo a cada ciudadano en rehén de una encrucijada infernal, sin salida.

            Con este modo demencial de gobernar una isla antes rica y próspera, devino en la destrucción de toda la economía, instituciones y otros daños irreparables del modo de vida de los cubanos, costumbres, cultura, moral, ética de la ciudadanía en general. Además, desatando la envidia y odio racial, moral y económico permanente entre los cubanos actuales y aquellos de las generaciones subsiguientes, de manera irreversible, lo cual afectó a todas las clases sociales desde la bicoca de más de seis décadas de régimen comunista, empujando un éxodo de casi el 30 % de la población, incluyendo y los mejores intelectuales, profesionales, deportistas, músicos, artistas y el resto de aquello que valía y brillaba en la Cuba republicana y los resultados de haber destrozado varias generaciones ya envejecidas, depauperada y sin futuro a vistas. Cuba sufrió el desarrollo demencial de convertirse en una muestra (haitizacion pos revolución) superior a la de esa isla cercana.

            Esta justificación de ‘corrupción’, alegada por Batista contra el gobierno priista, en pocos meses, permitiría dentro de un marco legal utilizar los tribunales para solventar cualquier acusación contra personeros del gobierno 'auténtico'  Factores que propiciaron que durante el transcurso de 1958, los guerrilleros atrincherados desde 1956 en la Sierra Maestra y otros macizos montañosos descendieran en avalancha incontenible, hacia los llanos. Allí, en plenas zonas urbanas, donde operaban las bandas  terroristas de acción, subversión y sabotaje, en especial las dirigidas movimiento terrorista del 26 de Julio (M26J).

            Los grupos controlados por el "M26J" eran castrista, llamados "Comandos o Células de Acción y Sabotaje" junto con otros cuadrillas de la oposición democrática. El fragor desatado, encandiló la vista, mente y el resto del raciocinio de la ciudadanía inerte; lindando de manera peligrosa con la complacencia ignorante de lo que significaría el peligro latente representado por los comunistas y otros mistas, si lograban tomar el poder.

            Fuentes propias de disidentes castristas y otros desengañados con la ficción revolucionaria, han indicado que antes del desembarco del yate "Granma", supuesto inicial en playas “Las Coloradas”, Frank País había organizado en tiempo récord, a las células castristas a nivel nacional. Ello despertó profundos celos y envidias en los Castro. Se infiere que fue la causal que le costó la vida, por una delación. Pero ese, es otro tema de análisis en tiempos diferentes. Estas Némesis terrícolas (moronas campiranas todas) bajo ninguna circunstancia o pretexto serían objeto de “castigos justos y merecidos por el pueblo cubano” armadas con la psicopatía dicharachera pandémica de su ardor viral, por eliminar enemigos irreales.

Kikuyus kenianos, el ejemplo maldito
Los guerrilleros, una táctica aneja entonces una novedad para los africanos independentistas, fue exportada por los castristas (pero importada de los mau-maus de la etnia ‘kikuyu’ en Kenia, 1950-1960, bajo el mando de Kom Kenyata) quienes gozaban de toda la aquiescencia e impunidad para perpetrar desmanes con el pretexto d la lucha independentista apoyada por el Kremlin en al apogeo del estalinismo ruso, vislumbrada por igual por los Castro y sus seguidores. Para ello, estos populistas groseros, tales Exterminadores Antigens Funcionales (en baraturas de garage sales, una especie adjudicada como Pest Control) y según el vademécum totalitario declararon no patriotas a todo aquel ciudadano que les mostrase antagonismo de cualquier tipo. A una buena parte de los aventureros revolucionarios, vagos con o sin partido, deambulantes y merodeadores por la meseta indoamericana, los archipiélagos e isla caribeñas; estaban siempre en alerta máxima ante las posibilidades de incorporarse a cualquiera de los polos subversivos vibrantes de izquierdismos baratos. De hecho esa nata de indeseables delincuencial advirtió las posibilidades de reciclarse en el vendaval cubano, ya propagandizado por los Castro.

            Estos extremistas conocedores de los planes subversivos de comunización indoamericana y mundial, amasados por los castristas; tales punta de lanza de los moscovitas los buenos demócratas y los malos izquierdistas; se reagruparon en torno al círculo de estos pagadores de promesas. Los mismos que solo mostraron fracasos en todas y cada una de sus andanzas futuras de intra y extramuros, durante los próximos seis decenios (1959-2017) El impulsor máximo de este desatino político y económico destructivo, por el cual alcanzó influencia, credibilidad y fama, sin merecer ninguna de esas donosuras de ámbito mundial; aun con millones de víctimas bajo la promoción y égida del Comintern y mandato expreso de la fenecida URSS (ex Unión Soviética) resultó ser; para vergüenza de Cuba y los cubanos ante el resto de los países atacados por la subversión comunista; obra del Comintern y el finado, Dr. Fidel (née, Alejandro) Castro Ruz; quien ‘falleció de muerte natural’ y así declarado oficialmente, según anunció la propia propaganda castrista, en  Noviembre 25, 2016, en el Año del Señor, a las 22.45 H. Buena parte de los anti castristas han lamentado que este personaje haya muerto así de apacible, sin enfrentar tribunales.

Otras versiones le consideran que al tirano, ya incapaz de generar nuevos daños en el  futuro; se le mantuvo vivo fuera de Cuba y con anuencia oficial; por caridad extrema de fuerzas occidentales misericordiosas, aptas y bien equipadas ideológicamente en disolver intentos de mesianismos, canonizaciones y adoraciones futuras.

Pero esta manifestación asombrosa e inescrupulosa de los nuevos partos se manifestó con crueldad extrema; desde el mismo momento en que se apoderaron violentamente del mando político en Cuba. Así, sobre la isla atormentada y sus ciudadanos; se desató la ansiedad de los hermanos Castro ávidos por politizar sus aspiraciones de caciquismo y enrolarse en los movimientos sociales y sociopáticos con la toma de los poderes en Cuba montados en el potro de la violencia revolucionaria. Ello, sin estar al tanto del significado malévolo de los fines reales, que estos revoltosos propusieron al pueblo cubano.

            Ello, siguiendo alguna de las variantes propuestas por caders del Comintern o sean, los acuerdos propuestos por la III Internacional Comunista, fundada en marzo de 1919, por el vengativo revolucionario ruso Vladimir Ilich Ulyanov (aka, Lenin) y el Partido Bolchevique (después Comunista) Ruso el cual más tarde devino, Partido Comunista de la Unión Soviética o PCUS. Esta agrupación político-mafiosa subversiva, debutó placida en el ámbito internacional bajo ropajes diversos. Todo el espectáculo farisaico, según soplara el viento desde ese inigualable mundo cavernario. Porque en definitiva y así pensaban los comunistas de leva casual que para asaltar, violar y en ocasiones a asesinar a un pueblo desvalido, no se requieren los anuncios de muchas consideraciones previas.

Un pícaro de tal escuela, allanó la República de Cuba
Uno de estos aventureros deambulantes por la Mesoamérica, resultó ser el titulado y conspicuo nunca reconocido como galeno, el tal nombrado, Dr. Ernesto Guevara de la Serna (cuyos apellidos como le es complicado a los tantos comunistas), les resulta controversial. Este personaje, a veces conocido en su barrio como 'Guevara, el pibe de la motocicleta' y en otras de sus temporadas luctuosas como "Che" Guevara, quien el apellido paterno era lo único genuino en su personalidad paranoica, quizás lombrosiana. Esta "perla de mora" ya por vicio de puerilidad sociopática, tildaba de peligroso a todo ser “vivo”; ipso facto; que fuera prototipo real no virtual, integrante de cualquier clase o estamento social, sexual, racial, espiritual, intelectual o económico adverso. Disfrutaba en asesinar cubanos patriotas en aras de sus ambiciones sociopáticas. Un tipo que disfrutaba la muerte ajena. Una alegoría insuperable.

A descampado, por mencionar algunos de los diversos estratos entendidos sociales significativos y otros no; que pensaran y actuaran con ideas propias y autónomas, independiente de la volitud de la mas tarde recién impuesta  los cubanos y absolutamente fracasada con posterioridad, "Dictadura del Proletariado", espejo estático del estado opresor.; luego, dentro de estas categorías encajaron tanto a capitalistas, ganaderos inversionistas, terratenientes, banqueros, ingenieros, médicos, escritores o filósofos; demócratas y occidentales todos (individuals simples); en lugar de otros aún más peligrosos por antonomasia, aunque ínfimos 'pesos supermoscas', tales eran y son ellos mismos, con su comportamiento propios de tabernas y charcos zurdos, para alegrías de los mosquitos.

El experimento falaz instaurado por los líderes de la revuelta, al parecer fuera de  concepciones antidemocráticas  castrista, nunca fue concebido como un ‘experimento social audaz’ tal diseminan como ‘guau’, la intelectualidad morona, sino la proyección de un primer escamoteo simple a la sociedad virginal cubana. Tal maña barriotera, con absoluta carencia de hidalguía patriótica, se tornó atraco a descampado; culminado en una confrontación entre cuerpos extraños asesinos contra la sociedad democrática, por una gavilla de monjes rasputines comunistas. Los posibles anticuerpos democráticos ciertos con muy poca experiencia antisubversiva; exceptos entre entre otros, la magnífica data de trabajo del Sr. Salvador Díaz-Versón. Este cubano, un periodista patriota, escritor y revolucionario, desconocido a la fuerza por los medios oficialistas, combatió a Machado y al resto de las iniquidades de la época anterior a la II Guerra Mundial. Tras la Revolución de 1933, fue designado como Jefe de la Policía Nacional. En 1948 fue Jefe del Bureau de Contrainteligencia y Actividades Enemigas, especialmente contra los comunistas en Cuba y sus resultados destructivos. Ya la Guerra Fría entonces asomaba sus fauces, en cada punto donde los comunistas deambulaban con sus diatribas.

            Para 1950, el pueblo llano como siempre, quedó diezmado por carencia de plaguicidas ideológicos democráticos, ante la pujanza del Bloque Comunista ya estructurado en toda su crudeza, tergiversando la candidez de los criollos. Los guerrilleros se referían a los gobernantes que, según los terroristas conjurados bajo guindolas falsas del Movimiento 26 de Julio,  "oprimían política y económicamente al pueblo cubano" Tal fue el leit motiv justificativo de envolver y sumir a la ciudadanía cubana, inerme y además colmada de ingenuidades y atavismos supersticiosos, colgado de una idea orgiástica y homicida desatada sobre Cuba por estos proto comisarios  seguidores del comunismo científico, casi todos de una forma u otra bailando sandeces a los acordes del ‘sincretismo religioso africano’ 

            Tal como años después, sin una gota de vergüenza, materializó en esa misma África, públicamente, el ilustre intelectual sincopado, Líder Máximo,  Dr. Fidel Castro Ruz. Según propagaron sus voceros, “para que su líder se hiciera santos” Una especie de iniciación vudú y el consecuente deja-vú caribeño. Los babalaows miamense, al menos los más cultos y educados, con fuertes argumento religiosos, desmintieron el subterfugio a los fines de ganarse la simpatía de los otros reyezuelos del cono africano. Al final quedó demostrado que se se trató de una "pala" (pancracio) como las de la lucha libre.

            Cierto que estos "peregrinos del monsuno" contaminaron a mucha gente con su hambre de eugenesias homicidas. No solo a los espíritus bajos y mediocres sindicados entre el lumpen proletariat, al igual que del resto de la metralla populachera, sino también a algunos de los demócratas y soñadores con una patria prístina. Los breviarios intelectuales de medio pelo de esos mestizos culturales de la Omerta Zurda; hoy han devenido graciosamente en "Ékues" espirituales escurridos entre los estamentos anteriores, los cuales nunca dieron soledades explicativas del quehacer de una buena parte de sus expoliadores, los líderes castristas. Sino quizás también al estilo bucanero, esos ayes de los victimados, al ensartar las inteligencias "pura sangre" y mezclarlos tal vez con lamentos de los Godolphin Barbs, entendidos en la fineza filosófica del vivir hípico decente, no étnico y otras desinencias de deidades resbalosas en los líderes totalitarios.

            Absolutamente necesarias en aras de que nuestra civilización azulada, a los fines de que la judeo-cristiana, no perezca ante el vaho de roñeras verdeolivo que derivan por canales de envidias. Porque estos celos deambulan no con atuendos delicados y elegantes de maneras civilizada, sino cubiertos de andrajos y peor aún, con la mirada torva de los "sin rostro" alucinados con sus barbas y pelambres hirsutos. Porque estos vándalos, encarnaban imágenes desarboladas de unos seres extraños, ajenos a este Nuevo Mundo del siglo XXI. Era la faz estereotipada, alucinante de los guerrilleros comunistas. Que no lo son como habitantes de academias, sino de establos. Tales caminantes de los hielos verdosos y enmohecidos, a la manera de falsos "Reyes Magos", venidos desde el Oriente pero no del bíblico, sino de ese otro zafio empotrado como fauces saurinas en el extremo Oeste.

Caco” y “Caca”, dos griegos místicos y señeros
Nada de presentes en sus alforjas, como antaño fueron los cofres esmaltados para regalar mirra, inciensos y metales preciosos a los niños; sino sacos vulgares como aquellos que portan en sus correrías los "Los Cacos" (una sexualidad irrelevante en las noches) al final, unisex trompicas; entre lo bíblico y lo artificial, alegorías de tropos idénticos en el versar de anomalías cacoxenitas. Una templa radioactiva repleta de miserias y llantos para los infantes desilusionados por el luto de sus padres, madres, hijos ajusticiados o por ajusticiar. Y en el mejor de los casos ahogado en el Estrecho de la Florida o devorados por las fieras centroamericanas. Y no solo por balas, sino espiritualmente también. Ellos gozan con mezclarlos, indefensos, con la jauría de los presos comunes para que degradaran sus razas originarias. Porque mientras más bajos, incultos y serapios sean, mejor es para la cofradía mitona de pseudos revolucionarios née, agridulces.

            Debutaron, como una especie de pepinillos curtidos. Daba igual, en esas y jornadas posteriores al 1 de enero de 1959; hasta que juntaron suficientes víctimas, a fin de definir el período trágico de la última Navidad y cena, como la auténtica "Era de Fidel Castro Ruz y sus apocalyptos" Símiles, tales fueron las tiranas arcaicas  de Nerón o Calígula. Es que al otro lado Este de la vieja ciudad de La Habana (mejor, “San Cristóbal de La Habana”, la tan odiada y enviada por Castro y sus cultores, eternamente mirando al sudeste de los westeros) cruzando la bahía, esa especie de taiga rusa; yace la antigua fortaleza colonial de “San Luis de la Cabaña” adjunta a su vez al emblemático Castillo del Morro y su faro. Desde enero 1 de 1959, dicha fortaleza fue transformada en ergástula y a la vez, "pre cámara de la muerte"; habilitada modernamente con su "corredor" que conduce directamente a los fosos, donde las ejecuciones sin juicio previo, además, por nada eran dictados por ese asesino argentino, Che” Guevara.

           Toda una delikatessen guerrillera propia de tiranías como la entronizada en Cuba por las partidas de esos vencedores irregulares, prendidos de casi todas las facciones y en especial la castrista. De madrugada, a veces de manera esporádica, se escucha una o varias descargas de fusiles y segundos después, los disparos secos; indicando a los prisioneros aún vivos en el corredor de la muerte; que un oficial ejecutor repartía a cada víctima el inconfundible "tiro de gracia", tal si fueran cuñas de pizzas de queso o confetis navideños. Los cubanos nunca entendimos esa expresión de "tiro de gracia", como si fueran dádivas impensadas. Así, sucedió cada madrugada, durante días, semanas, meses y años. La maquinaria comunista, continuaba moliendo a los patriotas cubanos sin importar si los días eran festivos, de descanso o de paz religiosa.

            Tampoco le importó a los cardenales y obispos de ayer y algunos de hoy, los más señalados, sorprendidos entre los manglares sospechosos, cuando la UMAP  (Unidades Militares de Ayuda a la Producción) Ergástulas campiranas de una violencia indescriptible. A veces las ejecuciones comenzaban antes de la media noche (cuando los guerrilleros estaban apurados) y así el gobierno ajustaba cuentas a los opositores y continuaban por la madrugada, según lo acostumbrado. Sin tribunales, defensores ni nada. Tal desgracia ya se habían convertido en evento rutinario, macabro, porque de la prisión de "La Cabaña”, no había escape.

            Tampoco aparecieron trazas de misericordia, aunque los reos fueran ultimados a causa de proferir un simple grito de "¡Abajo la dictadura de los Castro!" o "¡Viva Cristo Rey!" Palabras simples sin daños ni crimen, más que gramatical, pero que a los comunistas aterraban. Así de simple ha sido y es en cada Era Trágica, cuando sobreviene el inexorable "La Terreur quotidienne,  à l'ordre du jour" (El terror cotidiano, a la orden del día) Da igual si fue antes o después en La Cabaña (Cuba), Auschwitz-Birkenau (Cracovia), Vendôme (Francia), Tian'anmen (China), Lubianka de Moscú (Rusia) o las campiñas del desolador Khmer Rouge (Cambodia) Porque se trató de la misma ferocidad y faz, de aquella filosofía oscurantista del culto preferido de los totalitarismos, del "terror por el terror"

            Tan igual al “mear por mear, por ensuciarlo y apestarlo todo” En Cuba, resultó ser la doctrina de "Los Cacos", con su bandera verdeolivo, ahora con una media luna virtual. En estos casos, complaciendo a un gobierno ilegítimo, despótico y cruento; no sujeto a leyes y que además, se rige por dogmas absolutos ajenos a la civilización judeo-cristiana. Es la anti cultura de la muerte y la desolación, preconizada por esa ferocidad desoladora del Marxismo-Leninismo, enchumbado a su vez en un estalinismo feroz, orientaloide. Ello era invalidado, tanto para las víctimas como para los victimarios —estos últimos, ya asqueados de aquella carnicería permanente—; porque se trataba de la relación inmoral ya rutinaria entre vencidos y vencedores, imperante en la Cuba desde 1959.

            Transcurría una década siniestra, durante la cual sobre la Isla de Cuba se tendió un manto de silencio. Todo el copycat fue igual, a como vino sucediendo desde hacía 40 años en el inmenso campo de concentración de Europa del Este; donde languidecían tras la Cortina de Hierro, millones de seres despojados de sus propiedades, derechos ciudadanos y sujetos, sin opción, a los espinos del marabú y las supuestas de las bondades de moronuras del paternalismo socialista. El mismo por el que suspira la indiada vagabunda, saturada de alucinógenos cultivados en sus jardines primorosos. Una monstruosidad, a la que nombran "cultura roja" De este modo expedito, los miles de opositores al régimen dictatorial del Dr. Fidel Castro Ruz; quien a su vez ordenó que se le apodara tras bambalinas como, Castro "el Grande", a fin de diferenciarse en el liderazgo de su hermano anodino; fueron uno a uno, eliminados de manera inmisericorde.

            El otro hermano del líder estimado por anodino, Raúl (née, Modesto) Castro Ruz, medio siglo después le sucedió virtualmente en el trono. Entonces, al Dr. Castro le dio por aparentar que cedía a éste la herencia monárquica vitalicia, con el propósito de garantizarse la continuidad del control férreo de la dinastía; sobre el resto de los cubanos, abrumados con tantos dones hecatombicos, derramados sobre los vasallos por sus dirigentes epónimos.

            Claro, sin preguntarles a los isleños si estaban de acuerdo con tal paternalismo esotérico del Comité Central del PCC, unos creoles irrespetuoso, a los que el pueblo les reconoce como "el plante de ñáñigos suicidas” Lo principal, salvaguardar todas las riquezas malversadas al erario nacional, ocultadas en cada continente en cuentas secretas, inversiones, valores, acciones, metales y piedras preciosas, en bienes inmuebles, negocios, latifundios y toda la etcétera que se les cuelgue.

"Inervación mesmerizada en un plato “a la Vendôme
Despertada la creatividad de esos mismos cubanos de a pie, a estos afortunados les dio por encender la olla de la burla; para cocinarle a este nuevo líder en ciernes (Raúl Castro Ruz) un sarcasmo por antonomasia, moteado por algunos injustos como de Castro “el Pequeño" Éste ‘elegido para la nación cubana’ no dudaría con posterioridad, en uno de sus lapsus linguae de inervación mesmerizada, expresar con su habitual falta cultural y mental (estar claro que no es "idiotez") de sabia frivolidad apasionada, una conjunción de disculpas en términos de euritmia culterana, con un pie de firma demencial,

            "Los fusilamientos masivos de los contrarrevolucionarios apátridas, agentes del imperialismo, traidores y disidentes todos; entre otros traidores; y que hoy achacan las muertes violentas a excesos de nuestro gobierno, no fueron ni nunca han sido productos de un Terror Estatal. Ello es una infamia, porque ese Terrorismo de Estado jamás ha existido en Cuba y menos contra unos ciudadanos indefensos, por el hecho simple de emitir opiniones diferentes a las del popular y querido gobierno revolucionario”
            Sino, que el infundio se trató en la realidad conceptual de ‘errores leves’ del ejercicio interpretativo en la forma del contenido dialéctico de la ley de los contrarios y la euritmia estética novedosa del marxismo-leninismo", los cuales ya casi hemos corregido del todo. Así, obramos en nombre del pueblo que ama a sus líderes de manera entrañable.
           Aseveramos esto, para revitalizar y mostrar a la opinión pública nacional y de la Hermandad Socialista y al Mundo Socialista, la honestidad y justeza prístina que impregna el humanismo de nuestra revolución misericordiosa y redentora para los pecadores"

            La tarde anterior, en "La Cabaña", el conspicuo e imprescindible Comandante Militar de esa ergástula, un miserable extranjero; militante comunista de nacionalidad argentina; conocido por el nombre de Dr. Ernesto Guevara de la Serna y su aka “Che”; había firmado sin que le temblara la mano, la ejecución por fusilamiento de decenas de prisioneros políticos contrarios al régimen, entre ellos un padre campesino con su hijo "para que aprendan estos guajiros de mierda", tal era su costumbre deleitosa. Finalmente en los fosos, se escuchó la voz espirituosa, del oficial encargado de cumplir la orden, un rechoncho sargento guantanamero:

            «¡Preparado's …, apunten …, fuegooo…, coňo y que viva la revolución, carajo!» ―ordenó él rufián que comandaba el pelotón de ejecución.

            Este argentino, un izquierdista demencial e idiota de los tantos que vivían del populismo peronista que infesto la sociedad platense, fue apodado "Príncipe de los Fracasos" y proclamado en los años 60s como el "Tonto por excelencia del Siglo XX" Adamado en su idolatría aberrante del marxismo sobaquero, hizo aguas y hálitos hacia la momia y su moño de motocicleta; inmediato que los rangers bolivianos le ajustaron cuentas, le cargarían como "mingo idiota" con los desmanes criminales de los lideres castristas. El estorbo inevitable de su lengua, supuso a sus mentores eliminarlo desde años tempranos, al quedar este cacho de argentino arrabalero identificado como "verdugo primo del castrismo" Ello, cuando lo estimara el Líder Máximo y en el momento en que sus aullidos del lobezno se les hicieran peligrosos desde la acera opuesta.

Primero tomar lo útil y después, destruir el resto
Y así fue, a partir de la madrugada del Año Nuevo, 1 de enero de 1959, la cual con desacostumbrado desgano recién avanzaba sobre una ciudad que no quería despertar. Muy pocos sabían la razón verdadera y que más adelante, cuando fue demasiado tarde que los demócratas y patriotas verdaderos comprendieron y se lamentaron, haber caído en una trampa descomunal. Entonces, el retroceso a un mundo más libre y democrático, para todos y por el bien de todos, fue imposible. Es que los cubanos reñían entre sí para salvar la democracia, aducían los testigos de la tragedia. Solo que por momentos aciagos, olvidaron que intentaban rearmar una bronca ciudadana comenzada también en una madrugada siete años antes, el 10 de marzo de 1952. Porque la corrupción era cierta entonces, pero estimada una "cuestión encarcelable" por tribunales convencionales, no cosa de institucionalizar el terror ejercido por el estado, de manera sistemática con su secuela asesinatos, desapariciones y extrañamientos. Una de las tantas consecuencias prósperas en los totalitarismos comunistas, totalitarios y fundamentalistas.

            «¡Ahí, na’ma

            « ¡Despierta Habana  —le gritó ‘tumba camas’ el timbalero de la orquesta, a la vedette adormilada en un rincón del “Sloppy Joe” habanero.

            Una escena de sugestivo corte capitalino, tras aguantarle la vela a uno de los tantos turistas norteños llegados por el ferry de Cayo Hueso (Key West) la tarde anterior. Un americano de la entonces San Agustín de la Florida, descendió del barco con su flamante "Impala" descapotable. Iría quizás, en busca de su "chiquita banana", tal hacia cada uno o dos meses.

            Por aquel entonces, no se discutían asuntos de familias celosas y donde cada cual se creía poseedor de la verdad. Lo cierto fue que las diferentes tendencias políticas —opositoras o no— disponían de su caudal propio de tácticas y estrategias, para hacer valer lo que a su entender sería lo mejor en la conducción del país cubano, ahora con evidencias ciertas de su camino a la destrucción, a manos de los fracasos comunistas. De esas tendencias se excluían las de los países comunistas atrincherados contra ellos mismos, no contra el famoso enemigo externo elíptico, imponderable y tradicional que nunca llega, ni enseña sus pelos ni barbas. Pero así era el juego.
                                                                                                  
            En base de esta singularidad de los Ékue ‘jimaguas’, se les consideraba una ideología exótica con prácticas y estrategias subversivas y terroristas, fuera de todo lo anterior conocido. Una dogmativa política basada simplemente en el terror, implacable, permanente, frío, para que cada cubano sintiera la halitosis de la fiera en su cogote, sin un minuto de respiro. Resultó paradójico que el Presidente de Cuba, Gral. Fulgencio Batista y Zaldívar, fuese quien a finales de la década de los años 30, ya en los umbrales de la Segunda Guerra Mundial (II GM) les abrió el camino a los comunistas (entregados y doblegados por completo a los ukases de los bolcheviques moscovitas) a fin de balancear su imagen genuflexa, ya deteriorada por sus enjuagues con Machado reinventar su indignidad antes y despues de la caida de Machado y equiparar su incorporación a la vida pública cubana con la anuencia Moscu y Washington. Asi, en espera de tiempos mejores al salir de la semi clandestinidad, en calidad de partido político convencional. Batista, a manera de obsequio en prenda de bienvenida y óbolos futuros en función de su posible lealtad, no a su Presidencia, sino al "juego democrático" Recordar que los comunistas siempre traicionan a quien les paga, pero Batista, con anuencia de Washington; les entregó a estos las riendas del movimiento obrero cubano. Washington se interesaba en cubrir las espaldas de suministros, manteniendo sobre sus viejos enemigos el puño cerrado.

            Nadie peor que los comunistas, dado que la legalidad les aterra como una ristra de ajos a los vampiros capiruleros. Es razón por la cual Batista al parecer de buena fe, les considero como aliados, tal sucedió en la guerra antifascista a punto de iniciarse y no vaciló en entregarle a los comunistas la dádiva inmerecida. Recordar que en junio de 1933 estos soldados del Kremlin, se entregaron a Machado a fin de hacer fracasar la huelga general dirigida por la ‘Revolución del 33’ y sus líderes del ABC y el Directorio Estudiantil y otras fuerzas ciudadanas. En definitiva, los demócratas cubanos estaban al tanto, incluyendo el período de los ‘auténticos en el poder, (1944-1952)’ que los comunistas fueron entrenados por los kremlinianos en las artes de aplicar el "tentetieso" y el cedazo del "te lo doi te lo quito, pedazo de mierda" a la vez, “si te portas bien y obedeces

            De igual modo les elevó el rango político a los comunistas entre 1939-1944, incluyendo líderes y seguidores del Partido Socialista Popular (PSP)  Batista colocó a algunos de sus líderes destacados como miembros pasivos (ministros sin cartera), situados en los palos de abajo en el gallinero, como receptores de las excretas y micciones de las filas superiores) de su gabinete presidencial, y otras posiciones de menor cuantía. Los comunistas, arribistas adictivos, no desaprovecharon la ocasión. Batista como buen pero astuto ‘Guasón’, a ratos, les tiraba de la cadena para por donde y en cuales recovecos les protegían. En 1944 los ‘auténticos’ del Partido Revolucionario Cubano, ganaron las elecciones y tomaron el poder con el Dr. Ramón Grau San Martín como Presidente, constitucional y ganaron de nuevo en 1948, con un líder distinto, el Dr. Carlos Prío Socarrás como Presidente, dado que la Constitución de 1940, prohibía la reelección de ex presidentes.

“… A esconderse, que ahí viene la basura …”
Sin quitar ni poner nota musical, así eran los versos de una guaracha, de las tantas del repertorio habanero. La piza reinaba en cada uno de los saraos y bailes oficiales y populares de la capital, La Habana y el resto de Cuba. Esa entrenoche transcurrida a finales de Diciembre 31 de 1958 y la madrugada de Enero 1 de 1959. Ya corriendo inicios del Nuevo Año 1959, se auguraba que demoraría solo instantes para deslumbrar con fulgor inmaculado. Claro que nunca igual en luminosidad a su antípoda virtual, la Casablanca del Magreb, como en las tardes con el sol a 23 grados latitud Norte en su inclinación siempre cómplice, que algunas veces obnubiló la mente chisporroteante de los cubanos. Aún faltaba la semi penumbra de los primeros resplandores que todavía no alcanzaban diafanizar sobre las caravanas de Cadillac, Chrysler y otras máquinas lujosas. Unos impresionantes sedanes y limusinas de negro resplandeciente, pero ninguno tipo cabriolé (ou cabriolê) tal como fue lo usual durante la época republicana del machadato con el empleo de autos Hispano-Suiza, Mercedes,  Rolls y otros vehículos de alto y mediano nivel social. Estas caravanas, cada una por su cuenta, se dirigían raudas hacia los aeropuertos oficiales o particulares, donde aeronaves de todos los tamaños, esperaban por los dueños, pasajeros, familiares y amigos, ansiosos de ponerse a buen recaudo, lejos del territorio nacional.

            Se trataba de la fuga en masa de un gobierno y sus seguidores más comprometidos. También de aquellos que se auto validaran como tales. La escapada se generalizó en toda Cuba y por todos medios. Había que poner tierra y mar por medio, a toda costa. El Presidente Fulgencio Batista y Zaldívar se despidió del baile de ‘Fin de Año’ en la Casa Militar del Polígono de Columbia y partió con su familia y colaboradores, con rumbo desconocido. Cuando el Presidente dijo las últimas palabras de cierre, todos los invitados al sarao, de Fin de Ano 1948, la interpretaron como si hubiese dicho,

“¡… A esconderse, que ahí viene la basura!”

            En las crónicas, se dice que unos pocos, intentaron escapar por la otra rampa de lanzamiento todavía en operación, el “Aeropuerto Internacional de Rancho Boyeros”, a unos kilómetros al oeste de la capital, donde operaban las aerolíneas nacionales e internacionales de mayor rango. Las pistas de Columbia constituían un dispositivo de uso doble, acondicionado como tal en el influyente municipio de Marianao; al noroeste de la capital. En sus predios circundantes, se asentaban las zonas residenciales de la mediana y casi alta burguesía, las cuales serían barridas y arruinadas por el vendaval castrista. Todo el entramado democrático republicano armado con dificultad extrema durante los 50 años anteriores, se vino abajo.

            Los fugitivos era gente en retirada, impregnada de temores, mentes sorprendidas y desorientadas; confusas porque el gobierno del Gral. Fulgencio Batista y Zaldívar, era considerado —uno de los virtuales "héroes epónimos" de la Revolución Antimachadista de 1933 1, según sus cronistas y alabadores gubernamentales y otros al cual casi todos habían apostado, apoyado y estimado inconmovible. Pero esta vez, los que corrían en polvorosa, sintieron el piso que ya se tambaleaba bajo sus pies.

            El Presidente Batista, después de cumplir el primer año de su mandato (manu militari, por supuesto); estuvo sometido a un cerco de los oposicionistas con ansias más democráticas y a los embates de adversarios políticos repletos de repulsas y apasionamientos hacia el autoritarismo. El mismo que en la realidad de sus opositores intolerables, era en el léxico usual de los enemigos y opositores de denominado régimen  “dictatorial, despótico  y antidemocrático”.

            Los hermanos Castro, sus cuates de la ‘patria chica oriental’ nutrían y comandaban esas filas oposicionistas, pero armados no solo con el parque y  fusiles arrancados al gobierno; sino un parque inusual y estremecedor y  planes aterradores, al estilo del igualitarismo demencial y destructivo de uno de los patanes de la “Revolución Francesa” Donde y en el transcurso de la misma, el agitador y amante del Terrorismo de EstadoFrançois-Noël Babeuf, un delirante anarquista y comunista pululante entre los alegres "égorgeurs" (cortacuellos con la guillotina recien estrenada) liderados bajo el vademécum “Manifeste des Égaux” (Manifiesto de los Iguales) escrito por su ideólogo y promotor enloquecido, Sylvain Maréchal.

Cierto es que la ciudadanía y la oposición afiebrada toda y confundida por los argumentos de cada facción sediciosa, en una combinación con los comunistas, quienes les azuzaban tras bambalinas con lanzas en ristre, absolutamente oportunistas; lograron que a puntas de atentados personales y bombazos terroristas; que el gobierno batistiano se derrumbara. La estimada solidez de aquel castillo de naipes, se deshizo en nada y de manera sorpresiva para los espectadores nacionales y extranjeros. Tal vez así transcurrió el inicio de esa madrugada fatal de la todavía azulada entrenoche del “Año Nuevo 1959”. Casi de inmediato uno de los líderes más sanguinarios, del castrismo, esa especie de inverecundo deleterio del

            La saga continúa,

© Lionel Lejardi. Enero, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press

Addendum

1    En realidad las figuras pos machadistas visibles, fueron los miembros de la Pentarquía, Directorio Estudiantil Universitario, facción ABC y otros sectores oposicionistas participantes. Batista, inmediato después de proclamarse el "coup d'état" (a veces, putsch) y desde el primer momento de aparecer su firma en la proclama conjunta dirigida a la ciudadanía; fue aceptado como "Sargento Mayor (no había otro rango posible) de todas las Fuerzas Armadas de la República de Cuba" Tal situación perduró hasta que saltó de Sargento Mayor a Coronel, (designado por Sergio Carbó) con todas las responsabilidades y atributos inherente al cargo. Tal, en medio de la mezcla confusa de oposicionistas posibles 'radicales suaves' (soft radicals) activados el 4 de septiembre, 1933 De manera natural Batista ante la no existencia de otro militar, de hecho devino en el Hombre Fuerte de Cuba. Ello abarcó, tras bambalinas, entre septiembre de 1933 y junio de 1940, cuando fue precipitado por el voto popular, hace la presidencia democrática ejercida con pleno éxito entre 1940-1944. Cierto que con sus claroscuros de todo gobierno democrático según los cánones de una época de beligerancia mundial, la cual Batista entendió pastorear de modo semi autoritario.

2     Para octubre de 1917, el gobierno republicano revolucionario de la burguesía dirigida por el político, Kérenski se deshizo ante el "genial" coup d'état (adjetivado así, desde el punto de vista del escritor e historiador italiano Curcio Malaparte) desarrollado por los destacamentos de obreros de la fábrica Putilov de Petrogrado, los cuales fueron armados tras el asalto de sus arsenales militares, bajo el mando de Trotsky. Este lumpen proletariat de la izquierda radical rusa, pocos de los cuales sabían dónde estaban parados. Sin embargo, como excelentes oportunistas, no habían contribuido en nada al derrocamiento del Zar y sí resultaron por tejemanejes de los historiadores comunistas; como actores impolutos que al final, escenificaron el papel de cuervos perfectos tras la batalla; sin arriesgarse. Salvo para llenarse los morrales en el saqueo del Palacio de Invierno, otras dependencias y moradas particulares.

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