1 Martha exclamó, « ¡Noli
me tangere, homo!»
i/vii
(Miniserie, "Fulgencio y Martha")
Se cumplen 59 años de dictadura comunista en Cuba
Opresión
Aceptar la opresión
por parte del oprimido,
acaba
en complicidad.
La
cobardía es consentir el atropello,
pues da vida al existir de la
solidaridad participativa y vergonzosa
entre el régimen que hace el mal
y el pueblo que lo deja hacer”
Charles Bukowski
"Un Asunto Cubano"
"Los Caco, semidioses crème de la crème”
Preámbulos de cuando Cuba falleció
Sin
embargo, no deben faltar los antecedentes del drama horrible actual, en el que
vive la incertidumbre nacional del pueblo cubano, sujeto desde 1959 a sucumbir
por las constantes dentelladas de los comunistas (que ya, ni siquiera son eso,
sino una banda en desbando pugnando por ser cada uno el que se lleve la mejor
parte de los restos ya calcinados del patrimonio nacional. Ello debió acontecer
en su fase peor, el día en que un sala’ o
bicho picó a Batista. Cierto es también que, obviando que tal verdad haya
sido escrita solo en los hielos eternos de Kriptón, son pocos los inmortales
elegibles para vivir como Residente Permanente en y repartidos por todas las
Diásporas a nivel planetario. Con ‘green
card’ y todo lo demás de la bondad norteamericana, en el Olimpo y menos, sin la mirada
escrutadora del inexorable Zeus "el
portero abombado" Algo parecido al drama de Caronte "el Barquero",
quien de gratis accede ligero a surtir todos los clientes que admita el "Inferno", el que en el mejor de los
casos quizás, sea el de Dante Alighieri, el poeta florentino. Por eso nos
impresiona de manera grata la nota que nos envió uno de nuestros Oidores precolombinos, anunciando que
algunos cubanos hayan descifrado la maraña de la clave para colarse en el Olimpo, ese cielo al cual van a parar
los inmortales.
Némesis
(Concepción artística de 'Némesis',
supuesta estrella enana
marrón binaria del Sol,
atravesando la Nube de Oort, 2008
(Cortesía de Fundación Blender.org)
|
Por su parte y al parecer, los hermanos “Caco”
(Caco, el varón y Caca, la hembra) son sátiros de la
mitología greco-romana, quienes jaquearon dicha clave, por lo que hasta hoy día
quedaron convertidos en los santos adorados por cuanto ladrón, pícaro o
asaltante medre por cualquier camino o vereda en penumbras, porque ambos tienen
algo de murciélagos y temen tanto a una ristra de ajos, como al sol del
amanecer. Y es aquí donde a los cubanos se nos enredó la pita o mejor, se
nos trabó el paraguas.
Ello es así, porque la vetusta saga cubana hasta hoy día, es
manto y sudario del mosquerío verdeolivo;
por cierto que los viejos guerrilleros ya sodomizan al pueblo inerme por 60
años y según reafirman sus adoradores espeluznantes, todavía existen los contemporáneos.
Porque ambos semidioses tuvieron sus antecedentes míticos, olímpicos,
mediáticos y cronológicos, en tiempos marcados antes y después de 1952.
Hoy, con el fallecimiento esperado del finado Dr. Fidel (née, Alejandro) Castro Ruz (aka, entre otros mil, Líder Máximo) quien aseguró en algún
momentum a sus fanáticos translúcidos, que “Él (o Ellos”, como los Cacus (malos, malvados) del cuento
mitológico, eran "tan inmortales como
su extraño y único, Partido Comunista, el de un solo miembro-militante,
autorizado para ejercer el derecho al voto y veto sobre Él o Ellos, en calidad
del candidatos únicos permitidos por el partido único"
Sin embargo y al parecer, el protocolo de las exequias del
Líder Máximo no contemplaban (raro) conducirlo tal como es propio de los
semidioses, decir, montado en una 'Carroza
de Fuego' hacia su descanso definitivo junto a Zeus; sino en un burdo GP, “General Purpose o (Jeep)” como carta última de un militar non-scholae inevitable, de fabricación rusa.
El horno
campirano de pizzas
Y resulta curiosa la similitud, por a raiz del despliegue revolucionario en Cuba por mano del Dr Fidel Castro Ruz; cada cubano quedó en una atontada espera del derrumbe físico del Líder Máximo de la Revolución Cubana. Pero solo asomaron las orejas peludas de este personaje, vencido al final por inclemencias del tiempo, en medio de los avatares demenciales del mismo. Sin embargo habria que suponer de alguna forma, la mala y además ridicula intención de algún agente imperialista (por cierto "no cubano exiliado") el cual robó y
arregló la clave y razón por la cual los resto inmortales del Gran Líder,
fueron a parar a una especie de mausoleo suspicaz; colocados por unos soldados tiesos
y amorosos, perdidos ya el respeto al dictador exantemático; en una especie de retiro
pétrico redondo como una bola de billar, propia de cafetines en cualquier
puerto, también urna "polimorfaláctica";
tal vez blindada con láminas de titanio; contra ataques bacteriológicos,
químicos, físicos, láseres, drones enloquecidos, balísticos o nucleares. Tal vez
no, quizás mañana, ante la venganza de la furia popular. Es considerar quizás,
que los arquitectos zurdos de la entelequia castrista, les dio por diseñar el
mausoleo tal vez sin la intención aviesa, que al final les salió al estilo de
los hornos calabreses (una bola campirana con las cenizas en el centro, tal si “EL” fuese el ombligo llameante
alimentador del Mundo (en calidad de parentu
ignis) Siendo justos, nada estruendoso. Veremos en pocas generaciones apagarse Guevara y quedar Castro y el rastro
de sus sombras, todas eliminadas. Solo que allí, quizás también aquí, empleados para cocinar deliciosas pizzas
ordinarias de ajos y quesos, solo que los cubanos tendríamos que ir hasta los altos Pirineos. Pero sucede que
ese privilegio solo es apto para los “compañeros
iguales, que son un poquito más iguales que el resto de los iguales”
Eso nos lo aseguro George Orwell, que bien los conocía y les juramos que no se
trata de un trabalenguas.
Dicen los nigromantes, aquellos en ‘guardia cosaca’ permanente y echado en las tarimas de la Oficina Nacional de Cuba para el Control de
Rumores Hechos en Casa (ONCRHC) que ello fue producto del desborde de
pasiones e incertidumbres. Las mismas que sin razón alguna, se produjeron en
marzo 10 de 1952 a causa del coup d’État que dirigió alucinado y aguijoneado,
el ex presidente de Cuba, Gral. Fulgencio Batista y Zaldívar y sus seguidores
nostálgicos e injustamente ávidos, en contra del gobierno del presidente legítimo Cuba en funciones, Dr.
Carlos Prío Socarrás, y su Partido
Revolucionario Cubano (el Auténtico).
Este mandatario, Prío, a su vez y siguiendo las reglas del juego de
tolerancias políticas y a instancias del propio propio Batista que referendó y
auspició al proclamar a inicios de su mandato de etapa democrática (1940-1944)
en el bello trabajo de la "Constitución de 1940" consintió en que
Batista retornara al juego limpio iniciado por los auténticos, a fin de
participar como candidato en los comicios parlamentarios (a su vez
presidenciales) fijados para junio 1 de 1952. Este presidente democrático en funciones. Con este argumento,
cualquiera que fueran los resultados de la consulta electoral, el Presidente
Prío debería abandonar el curul de su
magistratura de acuerdo a la Constitución vigente y entregar el mando al
candidato electo en la justa electoral prevista para mediados de ese 1952.
Luego, es saber que el Presidente
Prío nunca mostró intenciones de lo imposible o sea, violar la ‘Constitución de 1940’ a los fines de cometer
el mismo error garrafal del ex presidente también también entonces en
funciones, Gral. Gerardo Machado y Morales (1925-1929); contra el cual tanto
Prío (entonces líder estudiantil entonces, como Batista (entonces Jefe del Ejército
Nacional) habían combatido como opositores durante el machadato cuyo presidente
en funciones, violo la ‘Constitución de
1901’ (no a la reelección) de manera que decidió extender su mandato de
manera que perdurara un segundo término hasta 1933. Ese desplante de Machado,
exactamente y entre otros desvaríos, fue la chispa que detonó la revolución de
1933. Nadie supo nunca, antes o después y ni siquiera sus cronistas e
historiadores, cuál fue el sala'o bicho
que picó a Batista en 1952 para llevar a cabo ese cuartelazo contra el
Presidente Prío, tan ilegal como innecesario. Ello dio lugar e igual a la que
entonces (1933) el pueblo, todo, se revirara contra la dictadura machadista
dando lugar al estremecimiento social de la denominada como “Revolución de 1933”
El madrugonazo
Cierto
que el operativo militar de Batista (10 de marzo de 1952) se ejecutó de manera
silenciosa e incruento. Pero que en verdad, de manera irracional, lo cual dio
paso a una corriente de conformismo justificativa, además de exacerbar en la
población por algunos medios y clases sociales y políticas de la época, que tal
arbitrariedad era indispensable a causa de la corrupción imperante. Estas
motivaciones pueriles alegadas por el líder de la conspiración, militares y fans participantes, resultaron en el
disparate mayor (o justificación revertida) del 26 de Julio, 1953 con el asalto
al "Cuartel Moncada" y otros sitios menores, lo cual dio lugar a que los hermanos
Castro y sus seguidores, se apropiaran de la situación muy confusa y pusieran
en marcha sus fines también oportunistas, de sacar provecho del incidente y abriendo
las puertas cubanas a sus pastores y mentores del Comintern
(la III
Internacional Comunista)
De acuerdo a los resultados
calamitosos hotdogs advertidos, se
evidencio de inmediato después que los 'motivos
guerrilleros' eran otros otros y no el mencionado patriotismo.
Así los Castro convencieron a un grupo de jóvenes imberbes e idealistas,
aglutinados en la denominada "Generación del
Centenario de José Martí", para conducirlos
descabelladamente al desastre del 26 de julio de 1953 con el ataque militar al
"Cuartel Moncada" de Santiago
de Cuba y otros sitios menores. Decir que la posterior y alegada tiranía de
Batista de siete años (1952-1959) se tornó en la hecatombe de la nación cubana
sumergida a la fuerza en el sistema stalinista-maoísta
y exclavizante desde hace seis décadas. Cuba, sus ruinas y restos, ha devenido
en ergástula mayor, conduciendo a cada ciudadano en rehén de una encrucijada
infernal, sin salida.
Con este modo demencial de gobernar
una isla antes rica y próspera, devino en la destrucción de toda la economía,
instituciones y otros daños irreparables del modo de vida de los cubanos,
costumbres, cultura, moral, ética de la ciudadanía en general. Además,
desatando la envidia y odio racial, moral y económico permanente entre los
cubanos actuales y aquellos de las generaciones subsiguientes, de manera
irreversible, lo cual afectó a todas las clases sociales desde la bicoca de más
de seis décadas de régimen comunista,
empujando un éxodo de casi el 30 % de la población, incluyendo y los mejores
intelectuales, profesionales, deportistas, músicos, artistas y el resto de
aquello que valía y brillaba en la Cuba republicana y los resultados de haber
destrozado varias generaciones ya envejecidas, depauperada y sin futuro a
vistas. Cuba sufrió el desarrollo demencial de convertirse en una muestra (haitizacion pos revolución) superior a
la de esa isla cercana.
Esta justificación de ‘corrupción’, alegada por Batista contra
el gobierno priista, en pocos meses, permitiría dentro de un marco legal
utilizar los tribunales para solventar cualquier acusación contra personeros
del gobierno 'auténtico' Factores que propiciaron que durante el
transcurso de 1958, los guerrilleros atrincherados desde 1956 en la Sierra
Maestra y otros macizos montañosos descendieran en avalancha incontenible,
hacia los llanos. Allí, en plenas zonas urbanas, donde operaban las bandas terroristas de acción, subversión y sabotaje,
en especial las dirigidas movimiento terrorista del 26 de Julio (M26J).
Los grupos controlados por el "M26J" eran castrista, llamados "Comandos o Células de Acción y Sabotaje"
junto con otros cuadrillas de la oposición democrática. El fragor desatado,
encandiló la vista, mente y el resto del raciocinio de la ciudadanía inerte;
lindando de manera peligrosa con la complacencia ignorante de lo que
significaría el peligro latente representado por los comunistas
y otros mistas, si lograban tomar el
poder.
Fuentes propias de disidentes
castristas y otros desengañados con la ficción revolucionaria, han indicado que
antes del desembarco del yate "Granma", supuesto inicial en playas
“Las Coloradas”, Frank País había organizado en tiempo récord, a las células
castristas a nivel nacional. Ello despertó profundos celos y envidias en los
Castro. Se infiere que fue la causal que le costó la vida, por una delación.
Pero ese, es otro tema de análisis en tiempos diferentes. Estas Némesis
terrícolas (moronas campiranas todas)
bajo ninguna circunstancia o pretexto serían objeto de “castigos justos y merecidos por el pueblo cubano” armadas con la
psicopatía dicharachera pandémica de su ardor viral, por eliminar enemigos
irreales.
Kikuyus kenianos, el ejemplo maldito
Los
guerrilleros, una táctica aneja
entonces una novedad para los africanos independentistas, fue exportada por los
castristas (pero importada de los mau-maus de la etnia ‘kikuyu’ en Kenia, 1950-1960, bajo el
mando de Kom Kenyata) quienes gozaban de toda la aquiescencia e impunidad para
perpetrar desmanes con el pretexto d la lucha independentista apoyada por el
Kremlin en al apogeo del estalinismo ruso, vislumbrada por igual por los Castro
y sus seguidores. Para ello, estos populistas groseros, tales Exterminadores Antigens Funcionales (en
baraturas de garage sales, una
especie adjudicada como Pest Control)
y según el vademécum totalitario declararon no patriotas a todo aquel ciudadano
que les mostrase antagonismo de cualquier tipo. A una buena parte de los
aventureros revolucionarios, vagos con o sin partido, deambulantes y
merodeadores por la meseta indoamericana, los archipiélagos e isla caribeñas;
estaban siempre en alerta máxima ante las posibilidades de incorporarse a
cualquiera de los polos subversivos vibrantes de izquierdismos baratos. De
hecho esa nata de indeseables delincuencial advirtió las posibilidades de
reciclarse en el vendaval cubano, ya propagandizado por los Castro.
Estos extremistas conocedores de
los planes subversivos de comunización indoamericana y mundial, amasados por los
castristas; tales punta de lanza de
los moscovitas los buenos demócratas y los malos izquierdistas; se reagruparon
en torno al círculo de estos pagadores de promesas. Los mismos que solo
mostraron fracasos en todas y cada una de sus andanzas futuras de intra y
extramuros, durante los próximos seis decenios (1959-2017) El impulsor máximo
de este desatino político y económico destructivo, por el cual alcanzó
influencia, credibilidad y fama, sin merecer ninguna de esas donosuras de
ámbito mundial; aun con millones de víctimas bajo la promoción y égida del Comintern y
mandato expreso de la fenecida URSS (ex Unión Soviética) resultó ser; para
vergüenza de Cuba y los cubanos ante el resto de los países atacados por la
subversión comunista; obra del Comintern
y el finado, Dr. Fidel (née,
Alejandro) Castro Ruz; quien ‘falleció de
muerte natural’ y así declarado oficialmente, según anunció la propia
propaganda castrista, en Noviembre 25,
2016, en el Año del Señor, a las 22.45 H. Buena parte de los anti castristas
han lamentado que este personaje haya muerto así de apacible, sin enfrentar
tribunales.
Otras versiones le consideran que al tirano,
ya incapaz de generar nuevos daños en el
futuro; se le mantuvo
vivo fuera de Cuba y con anuencia
oficial; por caridad extrema de fuerzas occidentales misericordiosas, aptas y
bien equipadas ideológicamente en disolver intentos de mesianismos,
canonizaciones y adoraciones futuras.
Pero esta manifestación asombrosa e inescrupulosa de los
nuevos partos se manifestó con crueldad extrema; desde el mismo momento en que
se apoderaron violentamente del mando político en Cuba. Así, sobre la isla
atormentada y sus ciudadanos; se desató la ansiedad de los hermanos Castro
ávidos por politizar sus aspiraciones de caciquismo y enrolarse en los
movimientos sociales y sociopáticos con la toma de los poderes en Cuba montados
en el potro de la violencia
revolucionaria. Ello, sin estar al tanto del significado malévolo de los
fines reales, que estos revoltosos propusieron al pueblo cubano.
Ello, siguiendo alguna de las
variantes propuestas por caders del Comintern o sean, los acuerdos propuestos
por la III Internacional Comunista,
fundada en marzo de 1919, por el vengativo revolucionario ruso Vladimir Ilich
Ulyanov (aka, Lenin) y el Partido Bolchevique (después Comunista) Ruso el cual más tarde devino, Partido Comunista de la Unión Soviética o PCUS.
Esta agrupación político-mafiosa subversiva, debutó placida en el ámbito
internacional bajo ropajes diversos. Todo el espectáculo farisaico, según
soplara el viento desde ese inigualable mundo cavernario. Porque en definitiva
y así pensaban los comunistas de leva casual que para asaltar, violar y en
ocasiones a asesinar a un pueblo desvalido, no se requieren los anuncios de
muchas consideraciones previas.
Un pícaro de tal
escuela, allanó la República de Cuba
Uno
de estos aventureros deambulantes por la Mesoamérica, resultó ser el titulado y
conspicuo nunca reconocido como galeno, el tal nombrado, Dr.
Ernesto Guevara de la Serna (cuyos apellidos como le es
complicado a los tantos comunistas), les resulta controversial. Este personaje,
a veces conocido en su barrio como 'Guevara,
el pibe de la motocicleta' y en otras de sus temporadas luctuosas como "Che" Guevara, quien el apellido
paterno era lo único genuino en su personalidad paranoica, quizás lombrosiana.
Esta "perla de mora" ya por vicio de
puerilidad sociopática, tildaba de peligroso a todo ser “vivo”; ipso facto; que fuera prototipo real no
virtual, integrante de cualquier clase o estamento social, sexual, racial,
espiritual, intelectual o económico adverso. Disfrutaba en asesinar cubanos
patriotas en aras de sus ambiciones sociopáticas. Un tipo que disfrutaba la
muerte ajena. Una alegoría insuperable.
A descampado, por mencionar algunos de los diversos estratos
entendidos sociales significativos y
otros no; que pensaran y actuaran con ideas propias y autónomas, independiente
de la volitud de la mas tarde recién impuesta los cubanos y absolutamente fracasada con
posterioridad, "Dictadura del Proletariado",
espejo estático del estado opresor.; luego, dentro de estas categorías
encajaron tanto a capitalistas, ganaderos inversionistas, terratenientes,
banqueros, ingenieros, médicos, escritores o filósofos; demócratas y
occidentales todos (individuals simples);
en lugar de otros aún más peligrosos por antonomasia, aunque ínfimos 'pesos supermoscas', tales eran y son
ellos mismos, con su comportamiento propios de tabernas y charcos zurdos, para
alegrías de los mosquitos.
El experimento falaz instaurado por los líderes de la
revuelta, al parecer fuera de
concepciones antidemocráticas castrista,
nunca fue concebido como un ‘experimento
social audaz’ tal diseminan como ‘guau’,
la intelectualidad morona, sino la proyección de un primer escamoteo simple a
la sociedad virginal cubana. Tal maña barriotera, con absoluta carencia de
hidalguía patriótica, se tornó atraco a descampado; culminado en una
confrontación entre cuerpos extraños asesinos contra la sociedad democrática,
por una gavilla de monjes rasputines comunistas. Los posibles anticuerpos
democráticos ciertos con muy poca experiencia antisubversiva; exceptos entre
entre otros, la magnífica data de trabajo del Sr. Salvador Díaz-Versón. Este
cubano, un periodista patriota, escritor y revolucionario, desconocido a la
fuerza por los medios oficialistas, combatió a Machado y al resto de las
iniquidades de la época anterior a la II Guerra Mundial. Tras la Revolución de
1933, fue designado como Jefe de la Policía Nacional. En 1948 fue Jefe del
Bureau de Contrainteligencia y Actividades Enemigas, especialmente contra los
comunistas en Cuba y sus resultados destructivos. Ya la Guerra Fría entonces
asomaba sus fauces, en cada punto donde los comunistas deambulaban con sus
diatribas.
Para 1950, el pueblo llano como
siempre, quedó diezmado por carencia de plaguicidas ideológicos democráticos,
ante la pujanza del Bloque Comunista ya estructurado en toda su crudeza,
tergiversando la candidez de los criollos. Los guerrilleros se referían a los
gobernantes que, según los terroristas conjurados bajo guindolas falsas del Movimiento 26 de Julio, "oprimían
política y económicamente al pueblo cubano" Tal fue el leit motiv justificativo de envolver y
sumir a la ciudadanía cubana, inerme y además colmada de ingenuidades y
atavismos supersticiosos, colgado de una idea orgiástica y homicida desatada
sobre Cuba por estos proto comisarios seguidores del comunismo científico, casi todos de una forma u otra bailando
sandeces a los acordes del ‘sincretismo
religioso africano’
Tal como años después, sin una gota
de vergüenza, materializó en esa misma África, públicamente, el ilustre
intelectual sincopado, Líder Máximo, Dr. Fidel Castro Ruz. Según propagaron sus voceros,
“para que su líder se hiciera santos”
Una especie de iniciación vudú y el
consecuente deja-vú caribeño. Los
babalaows miamense, al menos los más cultos y educados, con fuertes argumento
religiosos, desmintieron el subterfugio a los fines de ganarse la simpatía de
los otros reyezuelos del cono africano. Al final quedó demostrado que se se trató
de una "pala" (pancracio) como
las de la lucha libre.
Cierto que estos "peregrinos del monsuno"
contaminaron a mucha gente con su hambre de eugenesias homicidas. No solo a los
espíritus bajos y mediocres sindicados entre el lumpen proletariat, al igual que del resto de la metralla
populachera, sino también a algunos de los demócratas y soñadores con una
patria prístina. Los breviarios intelectuales de medio pelo de esos mestizos
culturales de la Omerta Zurda; hoy
han devenido graciosamente en "Ékues" espirituales escurridos
entre los estamentos anteriores, los cuales nunca dieron soledades explicativas
del quehacer de una buena parte de sus expoliadores, los líderes castristas.
Sino quizás también al estilo bucanero, esos ayes de los victimados, al
ensartar las inteligencias "pura
sangre" y mezclarlos tal vez con lamentos de los Godolphin Barbs, entendidos en la fineza filosófica del vivir
hípico decente, no étnico y otras desinencias de deidades resbalosas en los
líderes totalitarios.
Absolutamente necesarias en aras de que
nuestra civilización azulada, a los fines de que la judeo-cristiana, no perezca
ante el vaho de roñeras verdeolivo que derivan por canales de envidias. Porque
estos celos deambulan no con atuendos delicados y elegantes de maneras
civilizada, sino cubiertos de andrajos y peor aún, con la mirada torva de los
"sin rostro" alucinados con
sus barbas y pelambres hirsutos. Porque estos vándalos, encarnaban imágenes
desarboladas de unos seres extraños, ajenos a este Nuevo Mundo del siglo XXI.
Era la faz estereotipada, alucinante de los guerrilleros comunistas. Que no lo
son como habitantes de academias, sino de establos. Tales caminantes de los
hielos verdosos y enmohecidos, a la manera de falsos "Reyes Magos", venidos
desde el Oriente pero no del bíblico, sino de ese otro zafio empotrado como
fauces saurinas en el extremo Oeste.
“Caco” y “Caca”, dos griegos místicos y señeros
Nada
de presentes en sus alforjas, como antaño fueron los cofres esmaltados para
regalar mirra, inciensos y metales preciosos a los niños; sino sacos vulgares
como aquellos que portan en sus correrías los "Los
Cacos" (una sexualidad
irrelevante en las noches) al final, unisex
trompicas; entre lo bíblico y lo
artificial, alegorías de tropos idénticos en el versar de anomalías cacoxenitas. Una templa radioactiva
repleta de miserias y llantos para los infantes desilusionados por el luto de
sus padres, madres, hijos ajusticiados o por ajusticiar. Y en el mejor de los
casos ahogado en el Estrecho de la Florida o devorados por las fieras
centroamericanas. Y no solo por balas, sino espiritualmente también. Ellos
gozan con mezclarlos, indefensos, con la jauría de los presos comunes para que
degradaran sus razas originarias. Porque mientras más bajos, incultos y
serapios sean, mejor es para la cofradía mitona de pseudos revolucionarios née,
agridulces.
Debutaron, como una especie de
pepinillos curtidos. Daba igual, en esas y jornadas posteriores al 1 de enero
de 1959; hasta que juntaron suficientes víctimas, a fin de definir el período
trágico de la última Navidad y cena, como la auténtica "Era
de Fidel Castro Ruz y sus apocalyptos" Símiles, tales fueron las tiranas arcaicas de Nerón o Calígula. Es que al otro lado Este
de la vieja ciudad de La Habana (mejor, “San
Cristóbal de La Habana”, la tan odiada y enviada por Castro y sus cultores,
eternamente mirando al sudeste de los westeros)
cruzando la bahía, esa especie de taiga
rusa; yace la antigua fortaleza colonial de “San Luis de la Cabaña” adjunta a su vez al emblemático Castillo del
Morro y su faro. Desde enero 1 de 1959, dicha fortaleza fue
transformada en ergástula y a la vez, "pre
cámara de la muerte"; habilitada modernamente con su "corredor" que conduce directamente
a los fosos, donde las ejecuciones sin juicio previo, además, por nada eran
dictados por ese asesino argentino, “Che” Guevara.
Toda una delikatessen guerrillera propia de tiranías como la entronizada en
Cuba por las partidas de esos vencedores irregulares, prendidos de casi todas
las facciones y en especial la castrista.
De madrugada, a veces de manera esporádica, se escucha una o varias descargas
de fusiles y segundos después, los disparos secos; indicando a los prisioneros
aún vivos en el corredor de la muerte; que un oficial ejecutor repartía a cada
víctima el inconfundible "tiro de
gracia", tal si fueran cuñas de pizzas de queso o confetis navideños.
Los cubanos nunca entendimos esa expresión de "tiro de gracia", como si fueran dádivas impensadas. Así,
sucedió cada madrugada, durante días, semanas, meses y años. La maquinaria
comunista, continuaba moliendo a los patriotas cubanos sin importar si los días
eran festivos, de descanso o de paz religiosa.
Tampoco le importó a los cardenales
y obispos de ayer y algunos de hoy, los más señalados, sorprendidos entre los
manglares sospechosos, cuando la UMAP (Unidades
Militares de Ayuda a la Producción) Ergástulas campiranas de una violencia
indescriptible. A veces las ejecuciones comenzaban antes de la media noche
(cuando los guerrilleros estaban apurados)
y así el gobierno ajustaba cuentas a los opositores y continuaban por la
madrugada, según lo acostumbrado. Sin tribunales, defensores ni nada. Tal
desgracia ya se habían convertido en evento rutinario, macabro, porque de la
prisión de "La Cabaña”, no había
escape.
Tampoco aparecieron trazas de
misericordia, aunque los reos fueran ultimados a causa de proferir un simple
grito de "¡Abajo la dictadura de los
Castro!" o "¡Viva Cristo
Rey!" Palabras simples sin daños ni crimen, más que gramatical, pero
que a los comunistas aterraban. Así de simple ha sido y es en cada Era Trágica, cuando sobreviene el
inexorable "La Terreur quotidienne, à l'ordre du jour" (El terror cotidiano, a la orden del día) Da
igual si fue antes o después en La Cabaña
(Cuba), Auschwitz-Birkenau
(Cracovia), Vendôme (Francia), Tian'anmen (China), Lubianka de Moscú (Rusia) o las campiñas del desolador Khmer Rouge (Cambodia) Porque se trató
de la misma ferocidad y faz, de aquella filosofía oscurantista del culto
preferido de los totalitarismos, del "terror
por el terror"
Tan igual al “mear por mear, por ensuciarlo y apestarlo todo” En Cuba, resultó
ser la doctrina de "Los Cacos", con
su bandera verdeolivo, ahora con una media luna virtual. En estos casos,
complaciendo a un gobierno ilegítimo, despótico y cruento; no sujeto a leyes y
que además, se rige por dogmas absolutos ajenos a la civilización
judeo-cristiana. Es la anti cultura de la muerte y la desolación, preconizada
por esa ferocidad desoladora del Marxismo-Leninismo,
enchumbado a su vez en un estalinismo
feroz, orientaloide. Ello era invalidado, tanto para las víctimas como para los
victimarios —estos últimos, ya asqueados de aquella carnicería permanente—;
porque se trataba de la relación inmoral ya rutinaria entre vencidos y
vencedores, imperante en la Cuba desde 1959.
Transcurría una década siniestra,
durante la cual sobre la Isla de Cuba se tendió un manto de silencio. Todo el copycat fue igual, a como vino
sucediendo desde hacía 40 años en el inmenso campo de concentración de Europa
del Este; donde languidecían tras la Cortina de Hierro, millones de seres
despojados de sus propiedades, derechos ciudadanos y sujetos, sin opción, a los
espinos del marabú y las supuestas de las bondades de moronuras del
paternalismo socialista. El mismo por el que suspira la indiada vagabunda,
saturada de alucinógenos cultivados en sus jardines primorosos. Una
monstruosidad, a la que nombran "cultura
roja" De este modo expedito, los miles de opositores al régimen
dictatorial del Dr. Fidel Castro Ruz; quien a su vez ordenó que se le apodara
tras bambalinas como, Castro "el
Grande", a fin de diferenciarse en el liderazgo de su
hermano anodino; fueron uno a uno, eliminados de manera inmisericorde.
El otro hermano del líder estimado
por anodino, Raúl (née, Modesto) Castro
Ruz, medio siglo después le sucedió virtualmente en el trono. Entonces, al Dr.
Castro le dio por aparentar que cedía a éste la herencia monárquica vitalicia,
con el propósito de garantizarse la continuidad del control férreo de la
dinastía; sobre el resto de los cubanos, abrumados con tantos dones hecatombicos,
derramados sobre los vasallos por sus dirigentes epónimos.
Claro, sin preguntarles a los
isleños si estaban de acuerdo con tal paternalismo esotérico del Comité Central del PCC, unos creoles
irrespetuoso, a los que el pueblo les reconoce como "el plante de ñáñigos suicidas” Lo principal, salvaguardar todas las
riquezas malversadas al erario nacional, ocultadas en cada continente en
cuentas secretas, inversiones, valores, acciones, metales y piedras preciosas,
en bienes inmuebles, negocios, latifundios y toda la etcétera que se les
cuelgue.
"Inervación
mesmerizada en un plato “a la Vendôme”
Despertada
la creatividad de esos mismos cubanos de a pie, a estos afortunados les dio por
encender la olla de la burla; para cocinarle a este nuevo líder en ciernes
(Raúl Castro Ruz) un sarcasmo por antonomasia, moteado por algunos injustos
como de Castro “el Pequeño"
Éste ‘elegido para la nación cubana’
no dudaría con posterioridad, en uno de sus lapsus
linguae de inervación mesmerizada, expresar con su habitual falta cultural
y mental (estar claro que no es "idiotez")
de sabia frivolidad apasionada, una conjunción de disculpas en términos de
euritmia culterana, con un pie de firma demencial,
"Los
fusilamientos masivos de los contrarrevolucionarios apátridas, agentes del
imperialismo, traidores y disidentes todos; entre otros traidores; y que hoy
achacan las muertes violentas a excesos de nuestro gobierno, no fueron ni nunca
han sido productos de un Terror Estatal. Ello es una infamia, porque ese
Terrorismo de Estado jamás ha existido en Cuba y menos contra unos ciudadanos
indefensos, por el hecho simple de emitir opiniones diferentes a las del popular
y querido gobierno revolucionario”
Sino, que el
infundio se trató en la realidad conceptual de ‘errores leves’ del ejercicio
interpretativo en la forma del contenido dialéctico de la ley de los contrarios
y la euritmia estética novedosa del marxismo-leninismo", los cuales ya
casi hemos corregido del todo. Así, obramos en nombre del pueblo que ama a sus
líderes de manera entrañable.
Aseveramos
esto, para revitalizar y mostrar a la opinión pública nacional y de la
Hermandad Socialista y al Mundo Socialista, la honestidad y justeza prístina
que impregna el humanismo de nuestra revolución misericordiosa y redentora para
los pecadores"
La tarde anterior, en "La Cabaña", el conspicuo e
imprescindible Comandante Militar de esa ergástula, un miserable extranjero;
militante comunista de nacionalidad argentina; conocido por el nombre de Dr. Ernesto Guevara de la Serna y su aka “Che”;
había firmado sin que le temblara la mano, la ejecución por fusilamiento de
decenas de prisioneros políticos contrarios al régimen, entre ellos un padre
campesino con su hijo "para que
aprendan estos guajiros de mierda", tal era su costumbre deleitosa.
Finalmente en los fosos, se escuchó la voz espirituosa, del oficial encargado
de cumplir la orden, un rechoncho sargento guantanamero:
«¡Preparado's
…, apunten …, fuegooo…, coňo y que viva la revolución, carajo!» ―ordenó él rufián que comandaba el pelotón de
ejecución.
Este argentino, un izquierdista
demencial e idiota de los tantos que vivían del populismo peronista que infesto
la sociedad platense, fue apodado "Príncipe
de los Fracasos" y proclamado en los años 60s como el "Tonto por excelencia del Siglo XX"
Adamado en su idolatría aberrante del marxismo sobaquero, hizo aguas y hálitos
hacia la momia y su moño de motocicleta; inmediato que los rangers bolivianos le ajustaron cuentas, le cargarían como "mingo idiota" con los desmanes
criminales de los lideres castristas. El estorbo inevitable de su lengua,
supuso a sus mentores eliminarlo desde años tempranos, al quedar este cacho de
argentino arrabalero identificado como "verdugo primo del castrismo" Ello, cuando lo estimara el Líder Máximo y
en el momento en que sus aullidos del lobezno se les hicieran peligrosos desde
la acera opuesta.
Primero tomar lo
útil y después, destruir el resto
Y
así fue, a partir de la madrugada del Año
Nuevo, 1 de enero de 1959, la cual con desacostumbrado desgano recién
avanzaba sobre una ciudad que no quería despertar. Muy pocos sabían la razón
verdadera y que más adelante, cuando fue demasiado tarde que los demócratas y
patriotas verdaderos comprendieron y se lamentaron, haber caído en una trampa
descomunal. Entonces, el retroceso a un mundo más libre y democrático, para
todos y por el bien de todos, fue imposible. Es que los cubanos reñían entre sí
para salvar la democracia, aducían los testigos de la tragedia. Solo que por
momentos aciagos, olvidaron que intentaban rearmar una bronca ciudadana
comenzada también en una madrugada siete años antes, el 10 de marzo de 1952.
Porque la corrupción era cierta entonces, pero estimada una "cuestión encarcelable" por
tribunales convencionales, no cosa de institucionalizar el terror ejercido por
el estado, de manera sistemática con su secuela asesinatos, desapariciones y
extrañamientos. Una de las tantas consecuencias prósperas en los totalitarismos
comunistas, totalitarios y fundamentalistas.
«¡Ahí, na’ma!»
« ¡Despierta
Habana!» —le gritó ‘tumba camas’ el timbalero de la
orquesta, a la vedette adormilada en
un rincón del “Sloppy Joe” habanero.
Una escena de sugestivo corte
capitalino, tras aguantarle la vela a uno de los tantos turistas norteños
llegados por el ferry de Cayo Hueso
(Key West) la tarde anterior. Un americano de la entonces San Agustín de la Florida, descendió del barco con su flamante
"Impala" descapotable. Iría
quizás, en busca de su "chiquita
banana", tal hacia cada uno o dos meses.
Por aquel entonces, no se discutían
asuntos de familias celosas y donde cada cual se creía poseedor de la verdad.
Lo cierto fue que las diferentes tendencias políticas —opositoras o no—
disponían de su caudal propio de tácticas y estrategias, para hacer valer lo
que a su entender sería lo mejor en la conducción del país cubano, ahora con
evidencias ciertas de su camino a la destrucción, a manos de los fracasos
comunistas. De esas tendencias se excluían las de los países comunistas
atrincherados contra ellos mismos, no contra el famoso enemigo externo
elíptico, imponderable y tradicional que nunca llega, ni enseña sus pelos ni barbas.
Pero así era el juego.
En base de esta singularidad de los
Ékue ‘jimaguas’, se les consideraba una
ideología exótica con prácticas y estrategias subversivas y terroristas, fuera
de todo lo anterior conocido. Una dogmativa política basada simplemente en el
terror, implacable, permanente, frío, para que cada cubano sintiera la
halitosis de la fiera en su cogote, sin un minuto de respiro. Resultó
paradójico que el Presidente de Cuba, Gral. Fulgencio Batista y Zaldívar, fuese
quien a finales de la década de los años 30, ya en los umbrales de la Segunda
Guerra Mundial (II GM) les abrió el camino a los comunistas (entregados y doblegados por completo a los ukases de los bolcheviques moscovitas) a fin de balancear su imagen genuflexa, ya deteriorada por sus enjuagues con Machado reinventar su indignidad antes y despues de la caida de Machado y equiparar su
incorporación a la vida pública cubana con la anuencia Moscu y Washington. Asi, en espera de tiempos mejores al salir de la semi clandestinidad, en calidad de partido político convencional.
Batista, a manera de obsequio en prenda de bienvenida y óbolos futuros en función de su posible lealtad, no a su
Presidencia, sino al "juego democrático" Recordar que los comunistas siempre traicionan a
quien les paga, pero Batista, con anuencia de Washington; les entregó a estos las riendas del movimiento obrero cubano.
Washington se interesaba en cubrir las espaldas de suministros, manteniendo
sobre sus viejos enemigos el puño cerrado.
Nadie peor que los comunistas, dado
que la legalidad les aterra como una ristra de ajos a los vampiros capiruleros.
Es razón por la cual Batista al parecer de buena fe, les considero como
aliados, tal sucedió en la guerra antifascista a punto de iniciarse y no vaciló
en entregarle a los comunistas la dádiva inmerecida. Recordar que en junio de
1933 estos soldados del Kremlin, se entregaron a Machado a fin de hacer
fracasar la huelga general dirigida por la ‘Revolución del
33’ y sus líderes del ABC y el Directorio
Estudiantil y otras fuerzas ciudadanas. En definitiva, los
demócratas cubanos estaban al tanto, incluyendo el período de los ‘auténticos en el poder, (1944-1952)’ que
los comunistas fueron entrenados por los kremlinianos en las artes de aplicar
el "tentetieso" y el cedazo
del "te lo doi te lo quito, pedazo de mierda" a la vez, “si te portas bien y obedeces”
De igual modo les elevó el rango
político a los comunistas entre 1939-1944, incluyendo líderes y seguidores del Partido Socialista Popular (PSP) Batista
colocó a algunos de sus líderes destacados como miembros pasivos (ministros sin
cartera), situados en los palos de abajo en el gallinero, como receptores de
las excretas y micciones de las filas superiores) de su gabinete presidencial,
y otras posiciones de menor cuantía. Los comunistas, arribistas adictivos, no
desaprovecharon la ocasión. Batista como buen pero astuto ‘Guasón’,
a ratos, les tiraba de la cadena para por donde y en cuales recovecos les
protegían. En 1944 los ‘auténticos’
del Partido Revolucionario Cubano,
ganaron las elecciones y tomaron el poder con el Dr. Ramón Grau San Martín como
Presidente, constitucional y ganaron de nuevo en 1948, con un líder distinto,
el Dr. Carlos Prío Socarrás como
Presidente, dado que la Constitución de 1940, prohibía la reelección de ex
presidentes.
“… ♪ A esconderse, que ahí viene la basura ♪…”
Sin
quitar ni poner nota musical, así eran los versos de una guaracha, de las
tantas del repertorio habanero. La piza reinaba en cada uno de los saraos y
bailes oficiales y populares de la capital, La Habana y el resto de Cuba. Esa
entrenoche transcurrida a finales de Diciembre 31 de 1958 y la madrugada de
Enero 1 de 1959. Ya corriendo inicios del Nuevo Año 1959, se auguraba que
demoraría solo instantes para deslumbrar con fulgor inmaculado. Claro que nunca
igual en luminosidad a su antípoda virtual, la Casablanca del Magreb, como en
las tardes con el sol a 23 grados latitud Norte en su inclinación siempre
cómplice, que algunas veces obnubiló la mente chisporroteante de los cubanos.
Aún faltaba la semi penumbra de los primeros resplandores que todavía no
alcanzaban diafanizar sobre las caravanas de Cadillac, Chrysler y otras
máquinas lujosas. Unos impresionantes sedanes y limusinas de negro
resplandeciente, pero ninguno tipo cabriolé (ou cabriolê) tal como fue lo usual durante la época republicana del
machadato con el empleo de autos
Hispano-Suiza, Mercedes, Rolls y otros
vehículos de alto y mediano nivel social. Estas caravanas, cada una por su
cuenta, se dirigían raudas hacia los aeropuertos oficiales o particulares,
donde aeronaves de todos los tamaños, esperaban por los dueños, pasajeros,
familiares y amigos, ansiosos de ponerse a buen recaudo, lejos del territorio
nacional.
Se trataba de la fuga en masa de un
gobierno y sus seguidores más comprometidos. También de aquellos que se auto
validaran como tales. La escapada se generalizó en toda Cuba y por todos
medios. Había que poner tierra y mar por medio, a toda costa. El Presidente
Fulgencio Batista y Zaldívar se despidió del baile de ‘Fin de Año’ en la Casa
Militar del Polígono de Columbia y partió con su familia y colaboradores,
con rumbo desconocido. Cuando el Presidente dijo las últimas palabras de
cierre, todos los invitados al sarao, de Fin de Ano 1948, la interpretaron como si hubiese dicho,
“¡… A esconderse, que ahí viene la basura!”
En las crónicas, se dice que unos
pocos, intentaron escapar por la otra rampa de lanzamiento todavía en
operación, el “Aeropuerto Internacional
de Rancho Boyeros”, a unos kilómetros al oeste de la capital, donde
operaban las aerolíneas nacionales e internacionales de mayor rango. Las pistas
de Columbia constituían un dispositivo de uso doble, acondicionado como tal en
el influyente municipio de Marianao; al noroeste de la capital. En sus predios
circundantes, se asentaban las zonas residenciales de la mediana y casi alta
burguesía, las cuales serían barridas y arruinadas por el vendaval castrista.
Todo el entramado democrático republicano armado con dificultad extrema durante
los 50 años anteriores, se vino abajo.
Los fugitivos era gente en
retirada, impregnada de temores, mentes sorprendidas y desorientadas; confusas porque el gobierno
del Gral. Fulgencio Batista y Zaldívar, era considerado
—uno de los virtuales "héroes epónimos"
de la Revolución Antimachadista de 1933 1,
según sus cronistas y alabadores gubernamentales y otros al cual casi todos
habían apostado, apoyado y estimado inconmovible. Pero esta vez, los que
corrían en polvorosa, sintieron el piso que ya se tambaleaba bajo sus pies.
El Presidente Batista, después de
cumplir el primer año de su mandato (manu
militari, por supuesto); estuvo sometido a un cerco de los oposicionistas
con ansias más democráticas y a los embates de adversarios políticos repletos
de repulsas y apasionamientos hacia el autoritarismo. El mismo que en la
realidad de sus opositores intolerables, era en el léxico usual de los enemigos
y opositores de denominado régimen “dictatorial, despótico y antidemocrático”.
Los hermanos Castro, sus cuates de la ‘patria chica oriental’ nutrían y comandaban esas filas
oposicionistas, pero armados no solo con el parque y fusiles arrancados al gobierno; sino un parque
inusual y estremecedor y planes
aterradores, al estilo del igualitarismo demencial y destructivo de uno de los
patanes de la “Revolución
Francesa” Donde y en el transcurso de la misma, el agitador y amante
del Terrorismo de Estado, François-Noël
Babeuf, un delirante anarquista y comunista pululante entre los alegres
"égorgeurs" (cortacuellos con
la guillotina recien estrenada) liderados bajo el vademécum “Manifeste des
Égaux” (Manifiesto de los Iguales) escrito por su ideólogo y
promotor enloquecido, Sylvain Maréchal.
Cierto es que la ciudadanía y la oposición afiebrada toda y
confundida por los argumentos de cada facción sediciosa, en una combinación con
los comunistas, quienes les azuzaban tras bambalinas con lanzas en ristre,
absolutamente oportunistas; lograron que a puntas de atentados personales y
bombazos terroristas; que el gobierno batistiano se derrumbara. La estimada
solidez de aquel castillo de naipes, se deshizo en nada y de manera sorpresiva
para los espectadores nacionales y extranjeros. Tal vez así transcurrió el
inicio de esa madrugada fatal de la todavía azulada entrenoche del “Año Nuevo
1959”. Casi de inmediato uno de los líderes más sanguinarios, del castrismo, esa especie de inverecundo deleterio del
La saga continúa,
© Lionel Lejardi.
Enero, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press
Addendum
1 En realidad las figuras pos machadistas
visibles, fueron los miembros de la Pentarquía,
Directorio Estudiantil Universitario,
facción ABC y otros sectores
oposicionistas participantes. Batista, inmediato después de proclamarse el
"coup d'état" (a veces, putsch) y desde el primer momento de
aparecer su firma en la proclama conjunta dirigida a la ciudadanía; fue
aceptado como "Sargento Mayor (no
había otro rango posible) de todas las
Fuerzas Armadas de la República de Cuba" Tal situación perduró hasta
que saltó de Sargento Mayor a Coronel, (designado por Sergio Carbó)
con todas las responsabilidades y atributos inherente al cargo. Tal, en medio
de la mezcla confusa de oposicionistas posibles 'radicales suaves' (soft radicals) activados el 4 de septiembre,
1933 De manera natural Batista ante la no existencia de otro militar, de hecho
devino en el Hombre Fuerte de Cuba. Ello abarcó, tras bambalinas, entre
septiembre de 1933 y junio de 1940, cuando fue precipitado por el voto popular,
hace la presidencia democrática ejercida con pleno éxito entre 1940-1944.
Cierto que con sus claroscuros de todo gobierno democrático según los cánones
de una época de beligerancia mundial, la cual Batista entendió pastorear de
modo semi autoritario.
2 Para octubre de 1917, el gobierno
republicano revolucionario de la burguesía dirigida por el político, Kérenski
se deshizo ante el "genial"
coup d'état (adjetivado así, desde el punto de vista del escritor e
historiador italiano Curcio Malaparte) desarrollado por los destacamentos de
obreros de la fábrica Putilov de Petrogrado, los cuales fueron armados tras el
asalto de sus arsenales militares, bajo el mando de Trotsky. Este lumpen proletariat de la izquierda
radical rusa, pocos de los cuales sabían dónde estaban parados. Sin
embargo, como excelentes oportunistas, no habían contribuido en nada al
derrocamiento del Zar y sí resultaron por tejemanejes de los historiadores
comunistas; como actores impolutos que al final, escenificaron el papel de
cuervos perfectos tras la batalla; sin arriesgarse. Salvo para llenarse los
morrales en el saqueo del Palacio de Invierno, otras dependencias y moradas
particulares.
Serás
bienvenido a mis blogs alternos
EDC-7148/Pag. 22
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