sábado, 21 de diciembre de 2019

1 Ucrania, un Holodomor bolchevique clásico i/iv

1 Ucrania: Un holodomor bolchevique, clásico
i/iv
Se cumplen 61 años de dictadura comunista en Cuba
(En construcción)
Testamento (frag.)
Y a mí, en la familia grande,
 En la libre familia, nueva,
 No olvidéis recordarme
 Con palabras dulces, buenas.
Tarás Shevchenko
“Un Asunto Ucraniano”
« ¡A la tercera, va la vencida!»

Ucrania, paciente, cuenta hasta tres
Tal vez, así sentenciaron los cosacos ucranianos. Saber y conocido es, que desde el último siglo los rusos (fundamentalmente los comunistas, comisarios represivos destinados a implantar en la etapa stalinista, sus desastroso "Planes Quinquenales") le deben dos golpes que le propinaron a traición a Ucrania. Esta nación, con cierta independencia en las etapas zaristas, cayó en desgracia con el advenimiento de un karma maligno junto con la pesadilla idealizada por la extrema izquierda decimonónica (babubista) Quienes tomaron lo peor de la Revolución Francesa: el incipiente comunismo idealista, en su versión más cruda y disparatada, preconizada por Sylvain Maréchal, autor del Manifeste des Égaux (Manifiesto de los Iguales", 1796) devenido cartilla de "La conspiration des Égaux" (La Conspiración de los Iguales) al parecer, dirigida por el alucinado genocida François-Noël Babeuf. aka "El Graco" Para consuelo de los comunistas idealizados (ser ellos los repartidores del dinero ajeno) siendo aquellos raposos sustentadores de la 'nueva ola' que hoy, en pleno siglo XXI aventan confusiones; tal hacen una parte los zurdos estadounidenses con espinazo roto y cerebro gelatinoso como el de los futbolistas, desplegados hacia el 2020. Para ellos, no habrá IA (inteligencia artificial.

En tales andanzas viejas se vieron inmersos los ucranianos a finales de los años 20 del siglo XX. Estos, se alistaban para sacudirse espejismos de la Rusia ancestral. Una ex nodriza tapujada por recuerdos alucinantes; estarvación y hambruna impuesta por los stalinistas (en todos los órdenes de la vida cotidiana de los ucranianos) Una tragedia sin igual, durante el bienio 1932-1933. Sucede que esta región, aún más de la actual, devino en el siglo XI la poderosa ‘Rus de Kiev’, cuna de los fieros patriotas nacionalistas-románticos, conocidos como los "Cosacos del Don"

En el primer tercio del siglo XX esta región (a la fuerza, impuesta como "república socialista" por la integración a la nueva URSS; aquel engendro marxista-leninista. Luego en represalia, fue colimada por el Kremlin para dar un escarmiento general al resto de los opositores y de paso; leitmotiv subversivo del lumpen proletariat europeo anidando posaderas en Moscú. Los ucranianos, no se dejaron doblegar por el tal lumpen (o mafia de vagos comunistas) a que aceptaran bajo amenazas de "venganzas terribles" de las tales "¡sí!" fueron víctimas; por no promover o demorarse en la colectivización forzosa bajo el cruel "I Plan Quinquenal" decretado por los rusos moscovitas, desde sus buroes.

Por supuesto como todo lo proto socialista, este y los planes subsiguientes, devino fracaso de manera estruendosa, con un saldo cuasi in cuantificable, de millones de ucranianos indemnes, victimizados por los comunistas. Con esta ‘hazaña espuria’ los ‘bolos’ (tal les tildaban los europeos, marcaron el ‘paso de ganso’ a los teutones, decir, los nazis.

Shólojov
Lo de Ucrania resultó en todo un horror, como si un sello tantrico, indescifrable, reviviera la constante teatral de Beckett; desarrollada en la impresionante saga histórica (ficción novelada ) descrita de manera magistral por el escritor ruso Mijaíl Alexándrovich Shólojov en su obra "Tiji Don" (Don Apacible) en cuatro tomos; sobre una parte del conflicto interno al sudeste de Moscú, en dicha obra se cuenta un paisaje de la cruenta "Guerra Civil Rusa" (1917-1923) Obra (cierto que tendenciosa) que nos llegó a Cuba tal, “El Don Apacible”  Escritura mayor de esa guerra civil de resistencia al bolchevismo, entre el Ejército Rojo repleto de campesinos bisoños, (unas fieras analfabetas y bárbaros demoníacas) arrastrados por la leva y propaganda militar moscovita (aka, los "rojos") y el Ejército de la Entente Democrática de los "blancos" filiados , rusos nacionalistas. Entonces, la estepa de la Rus, hervía.

La conflagración resultó matizada a ultranzas de épica revolucionaria, por sugerencias del Comisariado del Comité Central del PCUS; soporte arribista del régimen bolchevique, en especial del líder Trotsky (arquitecto del asalto al Palacio de Invierno con el consecuente coup d’État, arrebolado y casi prendado como un fan desde antes, en sus pininos marchitos e idolatrías del surréalisme francés (*) Esta onda modernista era  ajena a la dialéctica materialista bolchevique; luego, fue catalogada dentro de las creaciones occidentales o degeneraciones de la burguesía. Stalin y sus perversidades habituales, le pasaron cuenta a Trotsky, cuando lo asesin0 en México DC., a manos de un sicario de la KGB rusa, Ramón Mercader (con otros akas). Igual, a finales de los años 20, como lo fue Julio Antonio Mella en la misma ciudad. Este ruso, personaje siniestro, fue recibido con gozo en la Cuba castrista, donde vacacionó (no, de paso) tras cumplir su condena de 20 años, en México.

(*) «Movimiento literario y artístico que buscaba trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo irracional, uno de cuyos pilares excepcionales fue el francés, André Breton »

Retomando...
La obra monumental tomó brillos propios alejada de la inmensa e insuperable “La Guerra y la Paz” de Tolstoi, en consecuencia, a este escritor (   le fue adjudicada calidad de summum literario comunista al escritor soviético (ucraniano) de la tal obra, "Tiji Don" (Don Apacible) Mijaíl Alexándrovich Shólojov a posteriori, “Premio Nobel de Literatura, 1965” No olvidar, que los líderes de la vieja guardia comunista cubana, del recién fundado (1925) Partido Comunista Cubano; entonces clandestino por el Presidente Machado. Dicho así, dado que tanto ayer y todavía hoy, obedece y apoyaba ipso facto y sin chistar, toda acción o lineamiento ideológico ejecutado o dictado por el Comintern; desde Moscú.

Recordar que es un copycat del mudus fascendi eterno de los bolcheviques, cuyos resultados cruentos han lastimado hasta hoy, a Cuba y su pueblo, arruinarlo y empujarlo hacia el desastre. Acerca de estos líderes en su tiempo, el Dr. Raúl Roa García (1907-1982) un excelente luchador antimachadista, del Directorio Estudiantil Universitario, en época del Presidente Gerardo Machado (1929-1933) calificó a los comunistas, casi todos registrados con akas y nom de guerre cambiado en nombres falsos) de auténticas "focas mendaces, amaestradas por el Kremlin" (edit.)

Fue el mismo Roa que los comunistas cubanos utilizaron (de alguna forma o bajo presión, quizás) al presentarlo con el disfraz de 'revolucionario castrista' y vendido así (desconocemos si protestado por éste) a la opinión pública de intra y extramuros, después de 1959. Otras especulaciones conducen a que este líder (dicen, que amenazado, no confirmado) y sobornado con fueros y prebendas comprometedoras como otros tantos apparatchik temporales; más absorbido por el terror; resultó investido de rango alto (inexplicable) como "Canciller de la dignidad" No es que Roa compaginara con los guerrilleros. Sino mejor, que cada cual, si su curiosidad le insta; saque conclusiones de tal intríngulis de estos pasajes de la historiografía cubana.

Por supuesto, volviendo a este épico escritor ruso (Shólojov) el Presídium de la URSS, no le adjudicó el visto bueno al escritor, hasta que la temblorosa Academia Sueca, no le entregó en firme el "Premio Nobel de Literatura 1965")... y en espera dudosa, no solicitara éste de inmediato, bajo su amparo, el escape de la URSS, para respirar a pulmón pleno, como tantos otros probables ex comunistas.

Nicolás II, un Tzar postizo
Cierto que acentuamos cuando nos referimos al personaje, adjetivado como paseante aristotélico, quizás tan despierto y atento como lo era también el perrito “Ortino” mascota de Alexei; el zarévich, su hijo y único descendiente varón de los Romanof. Quien para más desgracias padecía de hemofilia. Porque casi sin darse cuenta, su padre el Tzar, su formación military y formal, (por razones inexplicables) las había dejado a su suerte en manos de propio Tzar, cargado del inmenso imperio y preceptores, como supuesto defensor único de la Corona Imperial Rusa. No es que solo, le "quedara grande el trono" sino por 'default' y culpa de sus ancestros. Condenados a un imborrable descuido miserable. Solo entrañable (por completo) a la evidente ignorancia y dejadez supina. Ignorando la existencia de un complot palaciego de los preceptores imperiales. Un tema álgido, impronunciable en cortes. El inexplicable abandono, per se, de los preceptos fundamentales y vitales de la educación integral de los príncipes, todos (*) La tal inercia le caló hasta los huesos día a día.

(*) Para entender la magnitud de la indefeccion absoluta de este triste hombre, ver “El Príncipe" de Nicolás Maquiavelo. Además, repasar aspectos sorprendentes, de la biografía acerca de la educación académica (menos que de un nivel secundario) acusada por Isabel II, reina actual de los restos de United Kingdom de durante el interregno de entonces. Una baladronada surgida en ocasión del desparpajo del inefable Príncipe de Gales de entonces, enredado con otra aventurera; mientras alegremente perdía el trono inglés y  quien se desparramo como el actual “principito Harry y la bofetada de su partner Meghan, unidos en una venganza contra Isabel II, la Reina Madre, solitaria y ya vencida por tantas congojas.  Después, abrillantada, per se, a pesar de los desmanes de sus descendientes y filias secundarias, durante el hermoso y templado al fuego quijotesco, de su inigualable reinado.
¿¡“Why”¡?
Cortesía de Leonid Denysenko, 
2008 Artista Gráfico 
Australiano-ucraniano
Sídney, Australia
Artworks

Es narrativa, que por esos insondables avatares de la Historia, las principales fuerzas democráticas opositoras al zarismo; en especial los liberales y los socialdemócratas, se asombraron ante la negación del Zar Nicolás II a introducir reformas políticas (ver los regímenes totalitarios de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, etc.) y sociales; junto a la depauperación del pueblo ruso por la I Guerra Mundial (IGM); estos hombres avanzados iniciaron la denominada “Revolución de Febrero de 1917" Ellos, se adelantaron a cumplir las ansias populares, tan en boga en aquellos tumultuosos tiempos de la inminente pos guerra de la I Guerra Mundial, iniciada en 1914 tras el incidente de Sarajevo. Tal de indudable denominación onomástica fue debida a que la cuenta actual funciona, per se, demarcada por el calendario actual gregoriano, cuando el evento golpista fue a inicios de marzo de 1917.

Entonces, las fuerzas democráticas ya en el poder, disolvieron la vieja Duma (Parlamento promovido por el zarismo) y plantaron en Petrogrado el denominado "Gobierno Provisional Democrático de Febrero, 1917", con una estructura de los tres poderes independientes a la usanza de las democracias burguesas actuales: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo (Cámara y Senado) y Poder Judicial. Además del pluripartidismo, se adoptó la "Carta de los Derechos del Hombre y los ciudadanos" emanados de la exitosa Revolución Francesa. Un conjunto de estructuras, leyes y derechos, algo inusual, que en su conjunto o por separado, resultó intolerable para los comunistas de ayer y los de hoy.

De ello, el enorme engaño de los comunistas, que de forma tan brillante nos ofreció el desilusionado ex-comunista peruano, Eudocio Ravines, en su obra "La Gran Estafa" Este autor, fue posteriormente asesinado a traición por agentes del Comintern. Ver de forma igual, la obra del escritor yugoslavo, Milovan Dilas "La Nueva Clase. Análisis del régimen comunista" (o también conocido como  "La Nueva Clase") Ello, dado a que en los países sujetos más tarde a la égida totalitaria moscovita (bloque de "Democracias Populares" fabricadas en serie por la metrópolis moscovita, en la denominada Europa Oriental.

Este quehacer occidental y cristiano, con la "Revolución de Febrero en Rusia, en 1917", devino novedad sorpresiva para los rusos, en especial para los "marxistas sobaqueros" Esta "ópera prima" de los demócratas rusos revolucionarios estaba presidido por un noble liberal, el príncipe Georgy Y. Lvov. Ucrania seguía las normas al viejo estilo de los políticos europeos.

Kerenski y los demócratas
La inestabilidad del nuevo estado, heredada del siglos autocráticos, ajeno a la arbitrariedad de la autocracia zarista, continuó en plena guerra y para julio del propio año; hasta que entrara a jugar su papel, un socialista moderado de inteligencia alta el cual asumió la cabeza del gobierno, abogado Aleksandr Kérenski, el cual controló en el mes siguiente el coup d'état derechista en agosto de 1917, del Gral. Lavrenty G. Kornilov, enemigo de los bolcheviques. Pero la confusión en todo el teatro de operaciones entre demócratas y bolcheviques, se incrementó de manera delirante. Así, hasta que en octubre, en el peor momento de la deflagración mundial (I GM 1914-1917), se produce la denominada “Revolución de Octubre” dirigida y dominada por el Soviet bolchevique de Petrogrado y sus líderes, Lenin, Trotski, Stalin y otros radicales violentos. Casi un milenio de gobierno zarista se vino abajo con la "Revolución de Febrero" que quedó a cargo de Kerenski, el cual junto con toda la aristocracia rusa, fueron masacradas en octubre de 1917 y sus instituciones hechas trizas, en cuestión de horas.

 El Zar abdicó en marzo de 1917 (los comunistas no habían movido un dedo) y al cesar la protección del gobierno de Kérenski al Zar y su familia, éstos y otros miembros de la nobleza real fueron hechos prisionero por los bolcheviques. Hasta ese momento, los demócratas dominaban la escena, considerando que los radicales violentos como los anarquistas, bolcheviques (comunistas) entre otras minorías o facciones exiguas, no contaban en la política rusa para nada. Sin embargo, en el último cuarto trimestre de ese año, los bolcheviques aprovecharon la turbulencia con los ejércitos zaristas aun en operaciones militares contra los alemanes (y austro-húngaros) e irrumpieron por sorpresa en el escenario de la Rusia de 1917, al desatar la cruenta “Revolución de Octubre”

Este movimiento insurreccional horroroso de los ya proclamados a la luz pública bajo el nombre de “comunistas”, además de otras facciones violentas todas arribistas, arremetieron contra el Gobierno Provisional de los demócratas liderados por Kérenski y los restos de las fuerzas comandadas inercialmente por el Zar Nicolás II, entonces confinado bajo el amparo de los demócratas. El golpe fue instigado con éxito por la facción de los bolcheviques radicales con Lenin a la cabeza, ya a buen recaudo en la capital. La nueva situación concluyó en el acto que por su desgano antibélico, ya trascendental, elevando la importancia del relato vivido y literario de Shólojov. A posteriori, en calidad de militante de este partido comunista ‘único’ de características diversionista y terrorista, adquirió otra dimensión de falsedad épica tal convino a los extremistas.

Ver, como se ha venido demostrando, a todo lo largo del siglo XX y lo que va del XXI; que los "casa talentos” (cuadros) comunistas, semejantes a los que pululan entre los deportistas y otras actividades; se apuraron en que Shólojov fuera exaltado a la palestra pública. El barraje propagandístico incidió en la falacia histórica y social, de que tales sismos eran producto genuino de las "artes del proletariado bolchevique y no de sus mañas y artimañas espurias" quizás como uno de los escritores ruso-ucraniano contemporáneos; clasificados a la fuerza de los medios, como de los más importantes de la primera mitad del siglo XX. Una exageración insalvable.

Claro que Shólojov disponía de un talento especial, solo que el mismo era un talento de calidad baja, vil y oportunista. Cada ofensa que los rusos infringieron a la nación ucraniana, fueron letra muerta en el sentir tóxico de Shólojov. El escritor, confundido en sus avideces por escalar la pirámide del nuevo poder, prefirió hacer carrera como fan bolchevique, siendo todavía un ser humano, en lugar de hacer la gesta hermosa en calidad del ucraniano natal.

“Pluma Mayor”
Para entonces, el escritor yacía doblegado asumiendo la típica genuflexión axilar, de los intelectuales zurdos mesoamericanos de la era pos colombina, con alas desplegadas a 180 grados, en consonancia con el horizonte virtual del giroscopio mendaz de los Líderes Máximos comunistas. En pago, el cronista oficial de la incipiente intelectualidad proletaria (una mendacidad perfecta), fue laureado con una especie de estandarte como "Pluma Mayor" de la más alta relevancia literaria entre los benjamines del aborto bolchevique. Bajo este manto, Shólojov se consolidó amamantado con la leche ponzoñosa de las anémonas lúgubres, unos "intelectuales raros" pululantes entre el cardumen del régimen bolchevique.

Sus libros, catequizados por el INDEX ideológico de los comisarios, resultaron biblias obligadas en las disciplinas oficialistas de la literatura; con el zipper bucal, mental e inspiracional, cerrado a cal y canto, de la troqueladora estatal que fabricaría durante los decenios siguientes a las riadas intelectuales oficialistas de los comunistas (más tarde Hombres Nuevos), en serie, expelidos sin cerebros a la velocidad de la troqueladora manual.

Por supuesto, considerando que las recomendaciones a los panelistas otorgantes del “Premio Lenin”, funcionaban provistas de un filtro, casi osmótico (no humanoide), que operaba como guillotina intelectual de los disconformes con un sistema popular; tan cruel y totalitario como el dogma político, ya apto para ser entronizado en Rusia por Lenin, Trotsky, Stalin y la sarta de sus amigos aventureros, ya en marcha hacia la épica totalitaria.

Figuras destacadas de la intelectualidad rusa y de tanto prestigio como Máximo Gorki y otros, se doblegaron y se dejaron convencer a garrotazos por la marea roja y apuntalaron el fenómeno. De modo igual, son y fueron aquellas “eminencias artísticas y literarias” en el ámbito mundial, sustentadas por regímenes comunistas. Cuando cada cenotafio intelectual repitió el cartabón de censura en la riada de sátrapas encaramada sobre el Kremlin que azotaron por decenios a los rusos. Toda la algarada perduró, en medio del ruido pomposo que tosió la branquia del buque “El Aurora” por boca de su "trabuco" de popa.

Ese día del estruendo nocturno, enardeció del susto a todo Petrogrado. La ciudad desconocía que era la señal para lanzar el ataque masivo de las bandas bolcheviques armadas sobre el desprotegido “Palacio de Invierno” La detonación, instó a los destacamentos del lumpen proletariat; ralea de los bajos fondos y todo tipo de rufianes callejeros; jubilosos tras asesinar a los defensores del palacio; o sea, los "feroces niños cadetes" de las Escuelas Militares, así como el “Batallón de la Muerte” integrado por mujeres heroicas, multi condecoradas en el frente europeo de batalla.

Tras la escaramuza y rendición de los defensores del palacio, los bolcheviques comenzaron su acostumbrado plan de violación selectiva de los prisioneros, seguido del asesinato posterior de sus víctimas inermes, acompañado del indispensable saqueo de la riqueza imperial del palacio. Antes del ataque, hubo un diálogo espantoso. Según los teólogos nigromantes, entre dos comunistas infernales.

            — «Camarada Sverdlov (*) —inquirió uno de los jefes de grupo de obreros sacados de la fábrica moscovita de armamentos "Putilov"—, nos dicen que al palacio lo defienden niños cadetes y mujeres del Batallón Femenino. ¿Qué haremos si hay prisioneros»?

Sverdlov miró despreciativo al hombre y escupió la bola de tabaco masticable. Se repantigó sobre la silla giratoria y puso las botas enfangadas sobre el buró de la Intendencia del Kremlin. Después, este personaje siniestro sentenció, en tono suave,

            —«Camarada, aprenda que "esos", no son niños convencionales como los hijos glorioso de obreros, sino cachorros burgueses. Y "esas" mujeres, tampoco son heroínas delicadas como las nuestras, sino, putas 'soldaderas' de los cuarteles de invierno. No habrá prisioneros. Luego, en consecuencia, ¡fusilen a todos como escarmientos! Esas son las órdenes de Lenin y del Comité Central del Partido, por boca del camarada Trotsky y de todo lo cual me encargó a mí, Sverdlov. ¡Y, carajo!, ¿ya le quedó claro?
         
De manera definitiva, al autor del “El Don Apacible” y al resto de su obra literaria, le opacan la sumisión enaltecedora e irresponsable del culto a la personalidad stalinista y silencio antes los crímenes bolcheviques, además de haberse convertido al jacobinismo como el arribista perfecto por antonomasia. El tipo, un ser de blanca palidez, derivó en cultor represivo contra sus propios camaradas contemporáneos, aplastando a quienes estimaba competidores en ciernes.

Nada de extrañar, es el más simple de los modus faciendi de los fascistas, esos de la izquierda violenta insurgente, de hoy desplegada a todo trapo, en el ámbito norteamericano atada a sus sueños psicotrópicos de alcanzar el poder político, a fin de un imposible: pulverizar la democracia en los comicios de 2020, en EE.UU.

La saga continua,
                                    
© Lionel Lejardi. Mayo, 2010
     Legacy Press
                                                          Addendum

(*)     Yákov Mijáilovich Sverdlov, un conocido líder bolchevique y sicario selecto de la después KGB comunista, fue enviado y estaba al mando del Comité Central del PCUS en la región de los Urales. Fue el encargado por Lenin de ejecutar, borrar el sitio de todo rastro del asesinato; así como el desmembramiento y quema de los restos mortales, del Zar Nicolás II y la familia imperial completa. La ejecución sumaria, sin un tribunal, sin una acusación, juicio y dictamen legal; se llevó a cabo el 17 de julio de 1918 en los sótanos de la nombrada “Casa Ipátiev”, en Ekaterimburgo, Siberia. En el sitio del crimen horrendo, se levanta hoy una hermosa y majestuosa catedral y complejo estructural religioso, bajo donaciones voluntarias del pueblo ruso, denominada “Iglesia Sobre la Sangre” 

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