1 Ucrania: Un holodomor bolchevique,
clásico
i/iv
Se cumplen 61 años de dictadura comunista en
Cuba
(En construcción)
Testamento (frag.)
Y a mí, en
la familia grande,
En la libre familia, nueva,
No olvidéis recordarme
Con palabras dulces, buenas.
Tarás Shevchenko
“Un Asunto Ucraniano”
« ¡A la tercera, va la vencida!»
Ucrania, paciente, cuenta hasta tres
Tal vez, así sentenciaron los cosacos ucranianos.
Saber y conocido es, que desde el último siglo los rusos (fundamentalmente los comunistas, comisarios represivos
destinados a implantar en la etapa stalinista, sus desastroso "Planes Quinquenales") le deben dos
golpes que le propinaron a traición a Ucrania. Esta nación, con cierta
independencia en las etapas zaristas, cayó en desgracia con el advenimiento de
un karma maligno junto con la pesadilla idealizada por la extrema izquierda
decimonónica (babubista) Quienes tomaron
lo peor de la Revolución Francesa: el
incipiente comunismo idealista, en su
versión más cruda y disparatada, preconizada por Sylvain Maréchal, autor del “Manifeste
des Égaux” (Manifiesto de los Iguales", 1796) devenido cartilla de "La conspiration des Égaux" (La Conspiración de los Iguales) al parecer, dirigida por el alucinado genocida François-Noël Babeuf. aka "El Graco" Para consuelo de los comunistas idealizados (ser ellos los repartidores del dinero ajeno) siendo aquellos raposos sustentadores de la 'nueva ola'
que hoy, en pleno siglo XXI aventan confusiones; tal hacen una parte los zurdos estadounidenses con espinazo roto y cerebro gelatinoso como el de
los futbolistas, desplegados hacia el 2020. Para ellos, no habrá IA (inteligencia artificial.
En tales andanzas viejas se vieron inmersos los
ucranianos a finales de los años 20 del siglo XX. Estos, se alistaban para sacudirse
espejismos de la Rusia ancestral. Una ex nodriza tapujada por recuerdos
alucinantes; estarvación y hambruna impuesta por los stalinistas (en todos los órdenes de la
vida cotidiana de los ucranianos) Una tragedia sin igual, durante el bienio
1932-1933. Sucede que esta región, aún más de la actual, devino en el siglo XI
la poderosa ‘Rus de Kiev’, cuna de los fieros patriotas nacionalistas-románticos,
conocidos como los "Cosacos del Don"
En el primer tercio del siglo XX esta región (a
la fuerza, impuesta como "república
socialista" por la integración a la nueva URSS; aquel engendro marxista-leninista.
Luego en represalia, fue colimada por el Kremlin para dar un escarmiento
general al resto de los opositores y de paso; leitmotiv subversivo del lumpen
proletariat europeo anidando posaderas en Moscú. Los ucranianos, no se
dejaron doblegar por el tal lumpen (o
mafia de vagos comunistas) a que
aceptaran bajo amenazas de "venganzas
terribles" de las tales "¡sí!"
fueron víctimas; por no promover o demorarse en la colectivización forzosa bajo
el cruel "I Plan Quinquenal"
decretado por los rusos moscovitas, desde sus buroes.
Por supuesto como todo lo proto socialista, este
y los planes subsiguientes, devino fracaso de manera estruendosa, con un saldo
cuasi in cuantificable, de millones
de ucranianos indemnes, victimizados por los comunistas. Con esta ‘hazaña espuria’ los ‘bolos’ (tal les tildaban los europeos, marcaron
el ‘paso de ganso’ a los teutones, decir, los nazis.
Shólojov
Lo de Ucrania resultó en todo un horror, como si
un sello tantrico, indescifrable, reviviera la constante teatral de Beckett; desarrollada
en la impresionante saga histórica (ficción novelada ) descrita de manera
magistral por el escritor ruso Mijaíl Alexándrovich Shólojov en su obra "Tiji Don" (Don Apacible) en
cuatro tomos; sobre una parte del conflicto interno al sudeste de Moscú, en
dicha obra se cuenta un paisaje de la cruenta "Guerra Civil Rusa" (1917-1923) Obra (cierto que tendenciosa)
que nos llegó a Cuba tal, “El Don
Apacible” Escritura mayor de esa
guerra civil de resistencia al bolchevismo,
entre el Ejército Rojo repleto de
campesinos bisoños, (unas fieras analfabetas y bárbaros demoníacas) arrastrados
por la leva y propaganda militar moscovita (aka,
los "rojos") y el Ejército de la Entente Democrática de
los "blancos" filiados , rusos
nacionalistas. Entonces, la estepa de la Rus, hervía.
La conflagración resultó matizada a ultranzas de
épica revolucionaria, por sugerencias del Comisariado del Comité Central del
PCUS; soporte arribista del régimen bolchevique,
en especial del líder Trotsky (arquitecto del asalto al Palacio de Invierno con
el consecuente coup d’État, arrebolado y
casi prendado como un fan desde antes,
en sus pininos marchitos e idolatrías del “surréalisme”
francés (*)
Esta onda modernista era ajena a la
dialéctica materialista bolchevique;
luego, fue catalogada dentro de las creaciones occidentales o degeneraciones de
la burguesía. Stalin y sus perversidades habituales, le pasaron cuenta a
Trotsky, cuando lo asesin0 en México DC., a manos de un sicario de la KGB rusa, Ramón Mercader (con otros akas). Igual, a finales de los años 20,
como lo fue Julio Antonio Mella en la misma ciudad. Este ruso, personaje
siniestro, fue recibido con gozo en la Cuba castrista, donde vacacionó (no, de
paso) tras cumplir su condena de 20 años, en México.
(*)
«Movimiento literario y artístico que
buscaba trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo
irracional, uno de cuyos pilares excepcionales fue el francés, André Breton
»
Retomando...
La obra monumental tomó brillos propios alejada
de la inmensa e insuperable “La Guerra y
la Paz” de Tolstoi, en consecuencia, a este escritor ( le fue
adjudicada calidad de summum literario comunista al escritor soviético
(ucraniano) de la tal obra, "Tiji Don" (Don Apacible) Mijaíl
Alexándrovich Shólojov a posteriori, “Premio Nobel de Literatura, 1965” No
olvidar, que los líderes de la vieja guardia comunista cubana, del recién
fundado (1925) Partido Comunista Cubano; entonces clandestino por el Presidente
Machado. Dicho así, dado que tanto ayer y todavía hoy, obedece y apoyaba ipso facto y sin chistar, toda acción o
lineamiento ideológico ejecutado o dictado por el Comintern;
desde Moscú.
Recordar que es un copycat del mudus fascendi eterno de los bolcheviques, cuyos resultados cruentos
han lastimado hasta hoy, a Cuba y su pueblo, arruinarlo y empujarlo hacia el
desastre. Acerca de estos líderes en su tiempo, el Dr. Raúl Roa García
(1907-1982) un excelente luchador antimachadista, del Directorio Estudiantil
Universitario, en época del Presidente Gerardo Machado (1929-1933) calificó a
los comunistas, casi todos
registrados con akas y nom de guerre cambiado en nombres
falsos) de auténticas "focas mendaces,
amaestradas por el Kremlin" (edit.)
Fue el mismo Roa que los comunistas cubanos utilizaron (de alguna forma o bajo presión,
quizás) al presentarlo con el disfraz de 'revolucionario
castrista' y vendido así (desconocemos si protestado por éste) a la opinión
pública de intra y extramuros, después de 1959. Otras especulaciones conducen a
que este líder (dicen, que amenazado, no confirmado) y sobornado con fueros y
prebendas comprometedoras como otros tantos apparatchik
temporales; más absorbido por el
terror; resultó investido de rango alto (inexplicable) como "Canciller de la dignidad" No es que
Roa compaginara con los guerrilleros. Sino mejor, que cada cual, si su
curiosidad le insta; saque conclusiones de tal intríngulis de estos pasajes de
la historiografía cubana.
Por supuesto, volviendo a este épico escritor
ruso (Shólojov) el Presídium de la URSS, no le adjudicó el visto bueno al escritor,
hasta que la temblorosa Academia Sueca, no le entregó en firme el "Premio Nobel de Literatura
1965")... y en espera dudosa, no solicitara éste de inmediato, bajo su
amparo, el escape de la URSS, para respirar a pulmón pleno, como tantos otros
probables ex comunistas.
Nicolás II, un Tzar
postizo
Cierto que acentuamos cuando nos referimos al
personaje, adjetivado como paseante
aristotélico, quizás tan despierto y atento como lo era también el perrito “Ortino” mascota de Alexei; el zarévich,
su hijo y único descendiente varón de los Romanof. Quien para más desgracias padecía
de hemofilia. Porque casi sin darse cuenta, su padre el Tzar, su formación military
y formal, (por razones inexplicables) las había dejado a su suerte en manos de
propio Tzar, cargado del inmenso imperio y preceptores, como supuesto defensor único
de la Corona Imperial Rusa. No es que solo, le "quedara grande el trono" sino por 'default' y culpa de sus ancestros. Condenados a un imborrable
descuido miserable. Solo entrañable (por completo) a la evidente ignorancia y
dejadez supina. Ignorando la existencia de un complot palaciego de los preceptores imperiales. Un tema álgido,
impronunciable en cortes. El inexplicable abandono, per se, de los preceptos fundamentales y vitales de la educación
integral de los príncipes, todos (*)
La tal inercia le caló hasta los huesos día a día.
(*)
Para
entender la magnitud de la indefeccion absoluta de este triste hombre, ver “El Príncipe" de Nicolás
Maquiavelo. Además, repasar aspectos sorprendentes, de la biografía acerca de
la educación académica (menos que de un nivel secundario) acusada por Isabel II,
reina actual de los restos de United Kingdom de durante el interregno de
entonces. Una baladronada surgida en ocasión del desparpajo del inefable Príncipe
de Gales de entonces, enredado con otra aventurera; mientras alegremente perdía
el trono inglés y quien se desparramo
como el actual “principito Harry y la bofetada de su partner Meghan, unidos en
una venganza contra Isabel II, la Reina Madre, solitaria y ya vencida por
tantas congojas. Después,
abrillantada, per se, a pesar de los desmanes de sus descendientes y filias
secundarias, durante el hermoso y templado al fuego quijotesco, de su
inigualable reinado.
¿¡“Why”¡?
Cortesía de Leonid Denysenko,
2008 Artista Gráfico
Australiano-ucraniano
Sídney, Australia
Artworks
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Es narrativa, que por esos insondables avatares
de la Historia, las principales fuerzas democráticas opositoras al zarismo; en
especial los liberales y los socialdemócratas, se asombraron ante la
negación del Zar Nicolás II a introducir reformas políticas (ver los regímenes
totalitarios de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, etc.) y sociales; junto a
la depauperación del pueblo ruso por la I Guerra Mundial (IGM); estos hombres
avanzados iniciaron la denominada “Revolución de
Febrero de 1917" Ellos, se adelantaron a cumplir las ansias
populares, tan en boga en aquellos tumultuosos tiempos de la inminente pos
guerra de la I Guerra Mundial, iniciada en 1914 tras el incidente de Sarajevo.
Tal de indudable denominación onomástica fue debida a que la cuenta actual
funciona, per se, demarcada por el
calendario actual gregoriano, cuando el evento golpista fue a inicios de marzo
de 1917.
Entonces, las fuerzas democráticas ya en el
poder, disolvieron la vieja Duma (Parlamento promovido por el zarismo) y
plantaron en Petrogrado el denominado "Gobierno
Provisional Democrático de Febrero, 1917", con una estructura de los
tres poderes independientes a la usanza de las democracias burguesas actuales:
Poder Ejecutivo, Poder Legislativo (Cámara y Senado) y Poder Judicial. Además
del pluripartidismo, se adoptó la "Carta
de los Derechos del Hombre y los ciudadanos" emanados de la exitosa Revolución Francesa. Un conjunto de
estructuras, leyes y derechos, algo inusual, que en su conjunto o por separado,
resultó intolerable para los comunistas
de ayer y los de hoy.
De ello, el enorme engaño de los comunistas, que de forma tan brillante
nos ofreció el desilusionado ex-comunista
peruano, Eudocio Ravines, en su obra "La
Gran Estafa" Este autor, fue posteriormente asesinado a traición por
agentes del Comintern.
Ver de forma igual, la obra del escritor yugoslavo, Milovan Dilas "La Nueva Clase. Análisis del régimen comunista"
(o también conocido como "La Nueva
Clase") Ello, dado a que en los países sujetos más tarde a la
égida totalitaria moscovita (bloque de "Democracias Populares" fabricadas en serie por la metrópolis
moscovita, en la denominada Europa Oriental.
Este quehacer occidental y cristiano, con la "Revolución de Febrero en Rusia, en
1917", devino novedad sorpresiva para los rusos, en especial para los
"marxistas sobaqueros" Esta
"ópera prima" de los demócratas
rusos revolucionarios estaba presidido por un noble liberal, el príncipe Georgy
Y. Lvov. Ucrania seguía las normas al viejo estilo de los políticos europeos.
Kerenski y los demócratas
La inestabilidad del nuevo estado, heredada del
siglos autocráticos, ajeno a la arbitrariedad de la autocracia zarista,
continuó en plena guerra y para julio del propio año; hasta que entrara a jugar
su papel, un socialista moderado de inteligencia alta el cual asumió la cabeza
del gobierno, abogado Aleksandr Kérenski,
el cual controló en el mes siguiente el coup
d'état derechista en agosto de 1917, del Gral. Lavrenty G. Kornilov, enemigo de los bolcheviques. Pero la confusión en todo el teatro de operaciones
entre demócratas y bolcheviques, se incrementó de manera
delirante. Así, hasta que en octubre, en el peor momento de la deflagración
mundial (I GM 1914-1917), se produce la denominada “Revolución de Octubre” dirigida y dominada por el Soviet bolchevique de Petrogrado y sus
líderes, Lenin, Trotski, Stalin y otros radicales
violentos. Casi un milenio de gobierno zarista se vino abajo con la "Revolución de Febrero" que
quedó a cargo de Kerenski, el cual junto con toda la aristocracia rusa, fueron
masacradas en octubre de 1917 y sus instituciones hechas trizas, en cuestión de
horas.
El Zar
abdicó en marzo de 1917 (los comunistas no habían movido un dedo) y al cesar la
protección del gobierno de Kérenski al Zar y su familia, éstos y otros miembros
de la nobleza real fueron hechos prisionero por los bolcheviques. Hasta ese
momento, los demócratas dominaban la escena, considerando que los radicales violentos
como los anarquistas, bolcheviques (comunistas) entre otras minorías o facciones exiguas, no contaban
en la política rusa para nada. Sin embargo, en el último cuarto trimestre de
ese año, los bolcheviques
aprovecharon la turbulencia con los ejércitos zaristas aun en operaciones
militares contra los alemanes (y austro-húngaros) e irrumpieron por sorpresa en
el escenario de la Rusia de 1917, al desatar la cruenta “Revolución de Octubre”
Este movimiento insurreccional horroroso de los
ya proclamados a la luz pública bajo el nombre de “comunistas”, además de otras facciones violentas todas arribistas,
arremetieron contra el Gobierno
Provisional de los demócratas liderados por Kérenski y los restos de las
fuerzas comandadas inercialmente por el Zar Nicolás II, entonces confinado bajo
el amparo de los demócratas. El golpe fue instigado con éxito por la facción de
los bolcheviques radicales con Lenin
a la cabeza, ya a buen recaudo en la capital. La nueva situación concluyó en el
acto que por su desgano antibélico, ya trascendental, elevando la importancia
del relato vivido y literario de Shólojov. A posteriori, en calidad de
militante de este partido comunista ‘único’
de características diversionista y terrorista, adquirió otra dimensión de
falsedad épica tal convino a los extremistas.
Ver, como se ha venido demostrando, a todo lo
largo del siglo XX y lo que va del XXI; que los "casa talentos” (cuadros)
comunistas, semejantes a los que pululan entre los deportistas y otras
actividades; se apuraron en que Shólojov fuera exaltado a la palestra pública.
El barraje propagandístico incidió en la falacia histórica y social, de que
tales sismos eran producto genuino de las "artes del proletariado bolchevique y no de sus mañas y artimañas
espurias" quizás como uno de los escritores ruso-ucraniano contemporáneos;
clasificados a la fuerza de los medios, como de los más importantes de la
primera mitad del siglo XX. Una exageración insalvable.
Claro que Shólojov disponía de un talento
especial, solo que el mismo era un talento de calidad baja, vil y oportunista.
Cada ofensa que los rusos infringieron a la nación ucraniana, fueron letra
muerta en el sentir tóxico de Shólojov. El escritor, confundido en sus avideces
por escalar la pirámide del nuevo poder, prefirió hacer carrera como fan bolchevique,
siendo todavía un ser humano, en lugar de hacer la gesta hermosa en calidad del
ucraniano natal.
“Pluma Mayor”
Para entonces, el escritor yacía doblegado
asumiendo la típica genuflexión axilar, de los intelectuales zurdos mesoamericanos
de la era pos colombina, con alas desplegadas a 180 grados, en consonancia con
el horizonte virtual del giroscopio mendaz de los Líderes Máximos comunistas. En pago, el cronista oficial
de la incipiente intelectualidad proletaria (una mendacidad perfecta), fue
laureado con una especie de estandarte como "Pluma Mayor" de la más
alta relevancia literaria entre los benjamines del aborto bolchevique. Bajo
este manto, Shólojov se consolidó amamantado con la leche ponzoñosa de las
anémonas lúgubres, unos "intelectuales
raros" pululantes entre el cardumen del régimen bolchevique.
Sus libros, catequizados por el INDEX ideológico
de los comisarios, resultaron biblias obligadas en las disciplinas oficialistas
de la literatura; con el zipper bucal, mental e inspiracional, cerrado a cal y
canto, de la troqueladora estatal que fabricaría durante los decenios
siguientes a las riadas intelectuales oficialistas de los comunistas (más tarde
Hombres Nuevos), en serie, expelidos sin cerebros a la velocidad de la troqueladora manual.
Por supuesto, considerando que las
recomendaciones a los panelistas otorgantes del “Premio Lenin”, funcionaban
provistas de un filtro, casi osmótico (no humanoide), que operaba como
guillotina intelectual de los disconformes con un sistema popular; tan cruel y
totalitario como el dogma político, ya apto para ser entronizado en Rusia por
Lenin, Trotsky, Stalin y la sarta de sus amigos aventureros, ya en marcha hacia
la épica totalitaria.
Figuras destacadas de la intelectualidad rusa y
de tanto prestigio como Máximo Gorki y otros, se doblegaron y se dejaron
convencer a garrotazos por la marea roja y apuntalaron el fenómeno. De modo
igual, son y fueron aquellas “eminencias artísticas y literarias” en el ámbito
mundial, sustentadas por regímenes comunistas. Cuando cada cenotafio
intelectual repitió el cartabón de censura en la riada de sátrapas encaramada
sobre el Kremlin que azotaron por decenios a los rusos. Toda la algarada
perduró, en medio del ruido pomposo que tosió la branquia del buque “El Aurora” por boca de su "trabuco" de popa.
Ese día del estruendo nocturno, enardeció del
susto a todo Petrogrado. La ciudad desconocía que era la señal para lanzar el
ataque masivo de las bandas bolcheviques armadas sobre el desprotegido “Palacio de Invierno” La detonación,
instó a los destacamentos del lumpen proletariat; ralea de los bajos fondos y
todo tipo de rufianes callejeros; jubilosos tras asesinar a los defensores del
palacio; o sea, los "feroces niños
cadetes" de las Escuelas Militares, así como el “Batallón de la Muerte”
integrado por mujeres heroicas, multi condecoradas en el frente europeo de
batalla.
Tras la escaramuza y rendición de los defensores
del palacio, los bolcheviques comenzaron su acostumbrado plan de violación
selectiva de los prisioneros, seguido del asesinato posterior de sus víctimas
inermes, acompañado del indispensable saqueo de la riqueza imperial del
palacio. Antes del ataque, hubo un diálogo espantoso. Según los teólogos
nigromantes, entre dos comunistas infernales.
— «Camarada Sverdlov (*)
—inquirió uno de los jefes de grupo de obreros sacados de la fábrica moscovita
de armamentos "Putilov"—, nos dicen que al
palacio lo defienden niños cadetes y mujeres del Batallón Femenino. ¿Qué haremos si hay prisioneros»?
Sverdlov miró despreciativo al hombre y escupió
la bola de tabaco masticable. Se repantigó sobre la silla giratoria y puso las
botas enfangadas sobre el buró de la Intendencia del Kremlin. Después, este
personaje siniestro sentenció, en tono suave,
—«Camarada,
aprenda que "esos", no son niños convencionales como los hijos
glorioso de obreros, sino cachorros burgueses. Y "esas" mujeres,
tampoco son heroínas delicadas como las nuestras, sino, putas 'soldaderas' de
los cuarteles de invierno. No habrá prisioneros. Luego, en consecuencia,
¡fusilen a todos como escarmientos! Esas son las órdenes de Lenin y del Comité
Central del Partido, por boca del camarada Trotsky y de todo lo cual me encargó
a mí, Sverdlov. ¡Y, carajo!, ¿ya le quedó claro?
De manera definitiva, al autor del “El Don Apacible” y al resto de su obra
literaria, le opacan la sumisión enaltecedora e irresponsable del culto a la
personalidad stalinista y silencio antes los crímenes bolcheviques, además de haberse convertido al jacobinismo como el
arribista perfecto por antonomasia. El tipo, un ser de blanca palidez, derivó
en cultor represivo contra sus propios camaradas contemporáneos, aplastando a
quienes estimaba competidores en ciernes.
Nada de extrañar, es el más simple de los modus faciendi de los fascistas, esos de la izquierda violenta insurgente, de hoy desplegada a todo trapo, en el ámbito
norteamericano atada a sus sueños psicotrópicos de alcanzar el poder político,
a fin de un imposible: pulverizar la
democracia en los comicios de 2020, en EE.UU.
La saga continua,
© Lionel Lejardi. Mayo, 2010
Legacy Press
Addendum
(*) Yákov Mijáilovich Sverdlov, un conocido líder
bolchevique y sicario selecto de la
después KGB comunista, fue enviado y estaba al mando del Comité Central del
PCUS en la región de los Urales. Fue el encargado por Lenin de ejecutar, borrar
el sitio de todo rastro del asesinato; así como el desmembramiento y quema de
los restos mortales, del Zar Nicolás II y la familia imperial completa. La
ejecución sumaria, sin un tribunal, sin una acusación, juicio y dictamen legal;
se llevó a cabo el 17 de julio de 1918 en los sótanos de la nombrada “Casa Ipátiev”,
en Ekaterimburgo, Siberia. En el sitio del crimen horrendo, se levanta hoy una
hermosa y majestuosa catedral y complejo estructural religioso, bajo donaciones
voluntarias del pueblo ruso, denominada “Iglesia Sobre
la Sangre”
Serás bienvenido a mis blogs:
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