martes, 20 de febrero de 2018

3 Martha exclamó, "¡Noli me tangere, homo!" iii/vii*

3 Martha exclamó, «¡Noli me tangere, homo
iii/vii
(Miniserie, "Fulgencio y Martha")
Se cumplen 59 años de dictadura comunista en Cuba
  
Diferencias
“Una de las diferencias ostensibles entre
 democracias y tiranías consiste, en que
 en las democracias, puedes votar antes
de obedecer las órdenes de los tiranos
Charles Bukowski

“Un Asunto Cubano

¿Coup d’État alebo pecuñia non olet?

Porque el asunto estribaba…
... en encontrar ‘a ese barquero tétrico' quien suele visitar la otra orilla de la laguna "Estigia"donde las puertas del Reino de Hades y de paso, la entrada del Inferno. Un sitio pavoroso y apocalíptico a través del cual Dante Alighieri, el italiano sublime nos pasea junto a su amigo Virgilio, otro poeta insigne, quien nos estremece al presentarnos su poema épico de la saga y encuentro con su amada Beatriz. Un panorama impropio de mortales inmaculados, pero descrito con la crudeza de un vate encantado, en su "Divina Commedia" Una panorámica radiante y aleccionadora del lugar de castigos y tormentos inenarrables, nuestra estación terminal,  a la cual arribaremos en caída libre para ser juzgados de manera estremecedora en el Día del Juicio Final. Porque si hemos pecado sin habernos arrepentido, vagaremos segun entre hielos o llamas eternas. Es el inframundo fétido de los muertos y el resto de los difuntos envueltos en lamentos de agonías. Son los vagantes por aquel sitio de sombras sin esperanzas. Porque ese barquero (y ningún otro podía ser diferente al llamado por nombre  Caronte”) era un anciano melancólico y terrible; carcomido por alimañas y ponzoñas; designado por Hades a fin de ser el simpar apto para navegar con su barca por el río "Aqueronte" (El Doloroso) una de las varias corrientes del Infierno. Ello, puesto que el piloto singular, tiene por remo un garfio para impulsar su nave medio encantada mientras enzarza con ese remo castigador a los clamantes. 

            Es que barca y remero, eran entre lo animado o desanimado en aquel mundo fabuloso de la mitología greco-romana y su sincretismo; los entes o dueto de entidades o artefactos capaces de no hundirse, flotar y navegar, a voluntad de los dioses, por el Aqueronte. Esta nave timoneada por aquel guía elegido para traspasar la laguna Estigia conduciendo a los difuntos hasta las puertas del Averno, inicio de regiones tenebrosas del inframundo, donde los difuntos serían juzgados por sus posibles maldades. Porque el peaje de cruzar hasta la otra orilla (sin retorno, salvo excepciones) tenía el costo caritativo de un “óbolo” por cabeza, según anales. Y no los de plata, sino aquellos otros de cenizas puestos 'boca abajo', cocidos por alquimistas en doquier lugar donde que crepitan los fuegos. 

            Saber que pocos eran quienes salían absueltos de esa ergástula endemoniada (los únicos, casi siempre los héroes) guardada celosamente por el can Cerbero (Perro Guardián del Pozo) el terrible animal tricéfalo y cola de serpiente cuyo amo único es Hades. Una fiera la cual cuidaba que las almas difuntas o vivas, salieran o entraran sin permiso. Caronte, este barquero sinécdoque del todo y la nada debía bregar por el río Aqueronte, que entonces nadie ni él sabían con exactitud, si esta corriente venida ptiálica y apestosa desde los ríos infernales de los avernos, alimentaba o si por el contrario, aliviaba de aguas negras repletas fecas de difuntos, clavados con astillas portentosas en los fondos de la pantanosa laguna Estigia.
Barca de Dantes
(A veces, "Dante en el infierno")
Eugene Delacroix (1821)
(Cortesía de Museo del Louvre, 
Paris y wiki)

            Tal devendría la tarea sibilina a un eco parangón por el nuevo "Coronel" (así le conocía su tropa élite) recién ascendido a Tte. Col. de los Servicios de Inteligencia y Contrainteligencia del Ejército de Cuba. Todo porque esa madrugada del 1 de enero de 1959, sería la última del "discutido presidente Presidente" en funciones, Gral. Fulgencio Batista y Zaldivar, defenestrado por la oposición armada de los partidos políticos y el resto de los movimientos de la época. Este Coronel fue encargado del dispositivo armado que protegería y trasladaría al mandatario, familia y colaboradores cercanos, hasta la salida aérea de Cuba. Claro que esa laguna teórica (virtual), nunca fue ni sería el destino futuro (final) de este líder militar. Tampoco la real inexistente y solo mencionada en las literaturas de ficción o religiosas. No obstante el cruce abierto entre la Casa Militar de Columbia (hasta si se quiere en calidad de tropo, en la otra "rivera") por lo pronto solo se trataba de llegar hasta las pistas del Aeropuerto de Militar de Columbia, donde ya les esperaban los transportes en marcha ralenti de calentamiento. Por lo general, transportes militares y de pasaje del tipo DC ya acondicionados para la fuga de Cuba de este grupo heterogéneo de tan abigarrados pasajeros.
           
          De modo casi igual, pocos fueron los líderes políticos contemporáneos, decir aquellos, idealista-prácticos de visiones verdaderas, logrados ser impregnados de una genuina pasión por el adecentamiento de la cosa pública y que en algún momento no hayan dejado de estimar, como práctica despreciable la aplicación de una simple ‘lógica aristotélica y platónica’ Ver que en esa mala práctica filosófica, afloraba la siempre terquedad propia de los marxistas, la cual no es más que (si nos atenemos a las escuelas alemanas filosóficas modernas) el breviario de los populismos izquierdistas o sea al final: se trasluce como ... «la falta de ejercicio de una función política real y saludable»... (…der Mangel an Übung einer echten und gesunden politischen Funktion, le dicen los alemanes) Luego,  la política actual tiende no solo a drenar aguas fétidas y pantanosas, sino también a sanear la política original, de una falsedad generalizable, advertida ya como "verdad" injusta por completo. Ello, si tenemos en cuenta que la política del drenaje, no es ni por asomo y como se le pretende denigrar por los neo-populistas, callejeros,  tal espejo no solo de una ruindad social autoflagelante sino también tales alucinaciones típicas destructivas de los supra-totalitarismos de izquierda, remendados a diario por sus deschaves en las praxis.

Mas, cuando tratamos con entes políticos que según creíamos y creemos, ante la duda de cada cual a su manera, pensaban hacer lo mejor. Pocos advertían si tales líderes se deslizaban imbricados entre ambiciones o adicciones a la pecuñia (del) non olet” (paráfrasis, por lo general, cínica y deshonesta de la máxima, ‘el dinero no huele ni apesta, venga de donde venga) en el decir de los antiguos, todas conducentes a sostenerse en el poder. De cualquier tono del cual pintaran sus debilidades (hoy, gracias o preferencias degeneradas), nada que hacer por los votantes si fuesen o no estas todas, ansias diabólicas y de poca monta. Todo un espectáculo de observar en cada endemoniado, bregando cada uno contra sus enemigos de entonces, reales o virtuales. Una tarea casi inenarrable, si atendemos a que al final del Armagedón (el peaje de cruzar hasta la otra orilla, sin retorno, tenía el costo caritativo de un “óbolo” por cabeza especificado ('no son los de plata sino de cenizas') Ver que Dante no dudó en meter ‘de cabeza’  a Caronte, en su poema épico de la “Divina Commedia”  

De la Casa Militar de Columbia
Sucede que entonces en correrías similares, cursando mediado del siglo XX, en medio del drama intenso del ‘Asunto Cuban0’ el objetivo de los sindicados a punto de ser sitiados en la Casa Militar del Polígono de Columbia, era salvar la distancia entre este abrigo en estado de evaporación y alcanzar las pistas del aeródromo militar del propio campamento. Ello, dado que no estaba claro cuán cercanas estaban las partidas de comandos urbanos armados, ni el poder ofensivo de su armamento. Decir, la capacidad de sitiar a cal y canto el campamento e instalar artillerías portables de tiro libre hiperbólico (morteros) o de algún que otro obús de la ‘artillería de montaña’, aún en uso por las fuerzas gubernamentales capaces de alcanzar las instalaciones civiles, militares, pistas del aeropuerto, naves de evacuación, etc. del enclave militar. En consecuencia, el traslado y seguridad de la comitiva oficial fue encomendado a un oficial de mando medio en actividades de Inteligencia y Contrainteligencia de confianza absoluta, el "Coronel" a quien en ese momento le investía poderes suficientes y absolutos, a fin de garantizar la salida del Presidente depuesto tras su renuncia; Fulgencio Batista y asegurar así la integridad de toda la  comitiva presidencial, sus allegados, colaboradores y fieles más cercanos, de la posible furia vengativa de los guerrilleros y comandos mezclados con los castristas y los pertenecientes a otras partidas armadas oposicionistas. 

            Este hombre,  había sido llamado por Batista a servicio por sus méritos durante la II Guerra Mundial en la captura de espías alemanes, con el rango de Coronel del Ejército, desde tiempo antes. Época en que el gobierno de los EE.UU. había suspendido la entrega de armas y otros pertrechos al equipo batistiano. Ello, teniendo en cuenta además, los conocimientos abundantes acerca de los movimientos de buena parte de los los comunistas fichados por el FBI y la CIA, conspirando contra las democracias, en Cuba, incluyendo Centro, Sudamérica y los propios EE.UU. Esta decisión presidencial implementada por el Departamento de Estado de los EE.UU., resultó un regalo en manos de la propaganda de los revoltosos en armas y las medias comprometidas con el apoyo a la oposición democrática, que los comunistas dieron como la suya propia.

            Luego, los rumores, falsas apreciaciones y desconocimiento intencional, aventados por la oposición subversiva, especialmente la comunista; redundaron en confusiones para los oposicionistas pacíficos, con lo cual se pretendió tergiversar la realidad de dicha medida restrictiva tomada por Washington. En la realidad, ello ‘no se debió a que los EE.UU. deseaban castigar al gobierno ‘dictatorial’ del Presidente Batista por abusos contra los ciudadanos’ Sino en base del Pacto Anticomunista Continental diseñado para la estrategia antibolchevique de Occidente, liderado por los EE.UU. y del cual participaron la mayoría de las entonces democracias occidentales, por el que las armas entregadas a Batista para defender la democracia, no debían ser empleadas contra los nacionales.

            De este pacto Cuba era firmante y garante como integrante del bloque democrático vigente, contra el totalitarismo soviético a causa de la ya  declarada Guerra Fría” (un término acuñado por el periodista norteamericano Walter Lippmann) ya en marcha contra la URSS y sus aliados del bloque comunista sujetos todos a las órdenes de la URSS; había empleado parte de estos recursos (indebidamente) en contra de ‘ciudadanos oposicionistas indefensos’ sin el  consentimiento de Washington y el resto de los firmantes, tales eran las antiguas metrópolis europeas con respecto a las inquietudes independentistas armadas, entrenadas y azuzadas en sus excolonias por el Comintern (III Internacional Comunista) en complicidad con los Partidos Comunistas locales, tal se manifestó en Cuba con Castro y sus seguidores, incluyendo de trasmano el viejo Partido Socialista Popular (PSP) de Cuba.

La propaganda liberal, aliada del comunismo, obvió presentar las razones aducida por el gobierno batistiano; a los fines de garantizar la vida de los funcionarios del resto del gobierno, considerando que Cuba todavía catalogaba entre los países "aceptables como democráticos" (aunque con ‘deficiencias a rectificar’), dicho en el argot diplomático, ‘en especial, la protección de una democracia, sus instituciones, la familia presidencial de un aliado y otras personas de funciones oficiales allegadas

Para nadie fue un secreto el valor de la escala estimado como elevado en la respuesta gubernamental batistiana al comunismo violento agresor desatado en todos los frentes, por Castro y sus adeptos; tal se demostró con la implantación de una abierta, genuina y públicamente declarada por los Castro como una Dictadura del Proletariado sustentada en los principios de la filosofía marxista-leninista y aliada incondicional, obediente y vasalla de la esfera imperial de la URSS, (Unión Soviética) El líder principal de dicho movimiento político subversivo, Dr. Fidel Castro Ruz, si atendemos a su característica trotskista (abanderado de la titulada “revolución mundial permanente”, y que le costó la vida al líder bolchevique,  Trotsky (aka, Lev Trotsky, née, Lev Davidovich Bronshtein) al ser asesinado a mansalva y a traición en Ciudad México (1940),  por un agente de la KGB rusa enviado desde Moscú, especialmente para esta 'tarea de castigo' el titulado Ramón Mercader (aka, Jaques Mornard, etc.).

Un Coronel inteligente y contra inteligente
Este militar, de figura mediana, corpulenta, algo rolliza, se destacaba por su pelo trigueño y rizado, un rostro sobresaliente y ojos verdes (quizás alejandrinos), brillantes. Dicho militar fue el elegido para la tarea, por el propio Jefe del Ejército  del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Cuba, tras ser ascendido al rango de Coronel. Al mismo, le apoyaba un grupo de operativos selectos, todos oficiales de carrera, los cuales habían sido escogidos por ser solteros y voluntarios todos; considerados idóneos para servir de guardianes celosamente leales al gobierno y su líder ahora defenestrado, replegado y en fugas, el Presidente, Fulgencio Batista y Zaldívar.

          Sin embargo y en esencia, Fulgencio Batista, carente de una formación militar académica, demostró ser en 1933 un excelente, hábil y decidido conspirador, cuando logró emerger de la nada salirse con la suya (en verdad, ni siquiera supuesta por él mismo, ni en sueños) en la madrugada del 4 de septiembre de 1933, con la designación unánime de los participantes en aquella alucinante reunión, con el cargo de "Sargento Jefe de todas las Fuerzas Armadas de la República de Cuba" una posición inexistente en la plantilla militar de los aforados gubernamentales. Esta designación, sorpresiva, resulto aprobada entonces por los líderes promotores del mitin efectuado en la madrugada entre el 3 y el 4 de septiembre de 1933, en el campamento de Columbia, Marianao, La Habana; convocado por las fuerzas vivas de la política cubana, en el cenit de la revolución antimachadista de 1933.

Este pronunciamiento político-militar, culminó con la destitución del Col. Carlos Manuel de Céspedes, entonces Presidente Interino del Gobierno Provisional que sustituyó al depuesto presidente Gral. Gerardo Machado y Morales, el 12 de agosto del mismo 1933. Sucede que el Asunto Cubano desiguala y no coexistió en métrica alguna; dadas sus características endógenas, muy propias; dentro del contexto historiográfico convencional, al no sin vincularse al drama eterno del compadrazgo de sus homólogos de la convulsa Latinoamérica, contemporáneos. Repicantes a los tamborileos y fanfarrias nacionalistas de las corrientes indoamericanas, excepto con las conocidas y connotadas como excepciones de patriotas ilustres.
 
            De alguna forma, existió un equilibrio radial, no longitudinal (no en paralelismo conceptual) entre el Batista de 1952 y el Castro bisoño; bien acotado y blindado por sus brazos y dobles hemisferios cerebrales de cojera izquierdista, de 1953. Un esquema sucinto repetido en el esquema piramidal, armada por los castristas bajo la egida táctica y estratégica del Comintern (manteados bajo la máxima trotskista, de ‘obligatorio e indispensable cumplimiento para los militantes de fila’, donde se ordena a la masa de seguidores, fanáticos o simples "compañeros de viaje": cuidad de los cuadros como de la niña de vuestros ojos, valedera e inalterable, desde 1917. Es referirnos respecto al conocimiento académico de ambos líderes orientales, perfectamente diferenciados en lo elemental de las tácticas y estrategias propias de las artes de la guerra. Ello, sin intenciones peyorativas, lo que en términos médicos arrojarían que “el primero era ‘medio tuerto’, pero con cataratas en el ojo activo”; mientras que el segundo (indiscutible) se mostraba como ‘tuerto de ambos ojos  tan igual a un “sordo de cañón” Castro denotó ser un invidente socio-político inepto, de manera absoluta, si atendemos a sus fracasos reiterado en todo cuanto tocaba, además de la destrucción minuciosa, total y absoluta de la nación cubana.

Luego, la situación política y militar en casi todo el territorio nacional cubano hacia finales de 1958, había tomado un cariz de gravedad extrema para los batistianos (también carentes de una oficialidad no solamente bien entrenada, orgullosa y sólida; sino de modo igual, aguerrida, salvo contadas excepciones) y en especial, durante las últimas semanas de diciembre, 1958 por lo cual el reducido ‘gabinete de guerra’ había considerado la renuncia del Presidente Batista y su salida inmediata del territorio nacional hacia un lugar seguro, bajo la condición rigurosa de "un ex presidente exiliado con su familia, que pide protección y amparo en el extranjero, porque tuvo que huir de su país de origen por saber su vida y la de su familia en peligro, tal estipulan las leyes internacionales y por considerar que Cuba; se había tornado un país democrático cercado por fuerzas comunistas enemigas hostiles y anti democráticas" Luego de inmediato, el Coronel al mando puso en alerta extrema al grupo táctico de sus hombres. El movimiento de los integrantes de la Casa Presidencial sería ejecutado de manera independiente del natural desconcierto que esta acción de repliegue significaría para sus colaboradores y el resto de pueblo cubano.

Un GRANMA expedicionario
A finales de noviembre, 1956 en México ya el grupo liderado por Fidel Castro disponía entre sus recursos alistados, un yate pequeño y un contingente de 82 hombres armados, los cuales integrarían una expedición militar invasora pertrechados, con municiones de guerra y de boca, entre otros enseres indispensables El grupo debía embarcarse en el mencionado yate de recreo nombrado “Granma”  (de unos 45 pies de eslora y 55 Ton brutas de desplazamiento) a los fines transportar la nutrida expedición con toda su impedimenta adicional a los fines de invadir Cuba por el suroeste de la provincia de Oriente. La nave fue adquirida de trasmano con ayuda de un ciudadano norteamericano y bajo el nombre falso de un comunista mexicano, no por exiliados cubanos. Todos, bajo vigilancia aparente de las autoridades mexicanas y en la realidad, por los Servicios de Contrainteligencia de Cuba; a fin cubrir las apariencias finales por parte de una firma norteamericana y otros pormenores inicialmente ocultos.  Estos hombres partieron de Tuxpan (navegando por el río homónimo), corriendo noviembre 25, 1956. Resultó curioso que en esa misma fecha pero 60 años después, noviembre 25, 2016 murió el tirano, Dr. Fidel Castro Ruz. El régimen todavía imperante en Cuba por boca de su heredero actual, Raúl Castro, anunció la que resultó la buena nueva para todo el pueblo cubano; sobre el fallecimiento (¿causas?) del que fue dictador vitalicio de Cuba.

Del mismo modo devino noticia regocijante esperada durante decenas de años, para el resto de los demócratas y personas decentes en el ámbito mundial y el resto de los países que sufrieron daños personales, económicos o físicos, de alguna forma y a causa del flagelo de la guerra; impuesta por la intervención directa o indirecta de fuerzas militares comunistas integradas por tropas regulares (mercenarios cubanos), empleadas contra las democracias de otros países. Por desgracia, la estructura del régimen castrista (catalogado como tal por haber sido impuesto, mantenido y provisto por fuerzas destructivas exógenas (URSS) a las que debían obediencia absoluta) además de extrañas a la cultura, espíritu e idiosincrasia cubana, toda la cual los comunistas continúan destruyendo con su minuciosidad acostumbrada.

Los preámbulos del desastre final para Cuba, se solidificaron tras la travesía escabrosa iniciada por el yate “Granma” y su carga invasora, muchos de los cuales eran idealistas conscientes. La expedición íntegra desembarcó subrepticiamente, no en una playa tal les pronosticaron los historiadores. Al parecer no muy cuidadosos o siguiendo instrucciones gubernamentales, quienes durante años, aseguraron que el desembarco fue ejecutado en playas de “Las Coloradas”); sino en medio de un cenagal adyacente, con toda su impedimenta. De inmediato, los invasores se internaron entre las ‘uva caleta’ y otros follajes de rivera y montes cercanos al Este de la Sierra Maestra.

            El Ejército y los cuerpos de Inteligencia Militar, gubernamentales, ya alertados de la zona probable y fecha aproximada de la acción, sin estar al tanto de los detalles de la incursión ilegal, conocían que la nutrían personas de condiciones personales y nacionalidades diversas. Los varios pelotones de la fuerza expedicionaria penetraron tierra firme tras el naufragio, con los pertrechos indispensables; teniendo en cuenta la pequeñez de la nave y capacidad de carga útil representada por tripulantes, pasajeros, agua, alimentos, combustible, medicinas y la impedimenta bélica que debieron transportar  desde el puerto de embarque en México, hasta la cota final de desembarco ya mencionada.

Durante años, el gobierno castrista se aferró a este relato, dado que más tarde adujeron, en sus habituales confusiones, que era otro el punto donde tocaron tierra firme. La cota fue modificada por un sitio diferente que si era cenagoso donde la Granma encalló iniciándose el desembarco a través del agua pantanosa, probablemente tal como dijeron los expedicionarios, por falta de combustible. Se trataba del punto real del desembarco en el denominado “Los Cayuelos”, unos km más lejano de Las Coloradas en la misma línea de la costa sudoeste de la provincia de Oriente. Los mapas, cartas de navegación, marinos y los organizadores, mostraron desconocer las peculiaridades tanto de las aguas limítrofes del sitio, así como  características del terreno playero y orografía de la zona por donde tocarían tierra y ello les devino desastre en los primeros tiempos. Tres días posteriores al desembarco, en las cercanías de Cabo Cruz;  los expedicionario toparon con una emboscada tendida por el Ejército gubernamental en los cañaverales cercanos y los castristas intentaron esconderse, después de haber sido sorprendidos.

Casi de inmediato, según la narración tardía de historiadores del régimen, se entabló una especie de combate asimétrico en el cual los expedicionarios fueron diezmados y casi arrollados por las fuerzas gubernamentales. Una parte de los invasores escapó y otros se dispersaron en la huida y el resto cayó herido, muerto o resultó apresado por los soldados gubernamentales. El saldo, según la información dada a posteriori por las propias fuentes castristas; fue exorbitante dada la magnitud de los invasores, al situar una cifra de 60 bajas entre muertos, herido y prisioneros; restando al final 22 de los 82 expedicionarios originales. Todo ello arrojó en el desastroso encuentro (similar al descalabro ‘‘moncadista” de 1953) un saldo impresionante del 73.17 % de bajas totales, entre muertos, heridos y prisioneros. Ello denota las circunstancias reales de la ineptitud de los comunistas en sus andanzas bélicas y sus partes o reseñas militares; a veces trágico-cómicas; que ofrecen a sus idólatras y de carambola, a una parte de los cubanos actuales ya envilecidos bajo la conciliación ideológica.

Al parecer, atenidos a las crónicas castristas, escaparon del cerco e se internaron en los montes aledaños, unos 22 hombres. La propaganda castrista se ufanó en destacar (aún no se habían declarado marxistas-leninistas y furibundos ateos) y elaboraron una especie halo religioso, casi bíblico palindromático, de los sobrevivientes que al final (según cuentas de los historiadores castristas, solo se salvaron del exterminio total unos bien convenientes” 12 hombres, tales fueron los apóstoles bíblicos. Por supuesto que entre los afortunados se contaban, como siempre, los hermanos Castro y sus lugartenientes más connotados sobrevivientes.

Saga revolucionaria
De modo igual se trata también acerca de la validez dudosa de mentises. Porque transcurridos unos 25 meses y un sin número de vicisitudes atañibles a cada uno de la casi una docena de otros grupos sediciosos en armas, incluyendo otros desembarcos expedicionarios similares por el norte de Oriente y Matanzas, efectuados por diferentes organizaciones políticas oposicionistas al régimen de Batista. Estos intentos, también fracasados "convenientemente" casi siempre por delaciones, siempre resultaron ignorados por la narrativa castrista, a menos que fuese para contrastarlos o minimizarlos. Estos narradores no eran historiadores serios, dado que seguían o copiaban el mismo estilo de borrado o ignorado aplicado por los bolcheviques en su imperio. Por ejemplo, dado que los historiadores comunista ya en el poder y dueños de todos los medios de difusión masiva, magnificaron todo el proceso de la Revolución Comunista de octubre de 1917, opacando o ignorando la primogenitura de la revolución democrática de 1905 que hizo volcar al zarismo autocrático hacia una monarquía parlamentaria controlada por la Duma semi democrática la cual revolucionó ipso facto el estatus de servidumbre del campesinado en toda la Rusia controlada y guiada entonces por la aristocracia urbana de casa y terratenientes rurales.

De modo igual, estos mentises se aplicaron cuando por los resultados sociales, militares y económicos (todos  catastróficos) presentados por el zarismo ruso a finales de la I Guerra Mundial, impulsaron una genuina revolución democrática burguesa, conocida como la Revolución de Febrero de 1917, la creación del Gobierno Provisional y con la consolidación de la oposición que debutó finalmente con la abdicación del Zar Nicolas II Romanoff. En ninguno de estos cambios democráticos, nada tuvieron que ver los marxistas-leninistas, siempre oportunistas de última hora.  Este líder de la aristocracia rusa, un pacifista rancio, quedó bajo la protección de la naciente república democrática rusa, liderada finalmente por el Dr. Aleksandr Fyódorovich Kérensky, un destacado líder demócrata, abogado social-revolucionario en contra de los bolcheviques y la desaparición del zarismo y con ello, los restos del gobierno aristocrático de la autocracia rusa.

 Este proceso de democratización fue detenido por la furia de los bolcheviques sujetos al dogma marxista-leninista en contra de los estados democráticos. Toda una situación, alimentada por una venganza personal de Lenin contra el zarismo. Ello fue debido a que su hermano mayor, Aleksandr Uliánov, un terrorista de profesión, fue ahorcado; por haber rechazado el perdón que le ofrecieron los jueces, si se arrepentía de haberse complotado aliado con el polaco József Piłsudski y otros extremistas para ejecutar el magnicidio contra el Zar ruso. Este Aleksandr, era el encargado de diseñar y preparar las bombas para asesinar al Zar Alejandro III, en 1887. Sucedió que la conspiración fue abortada. 


Lenin, un paranoico vengativo (perturbado por la sífilis ramificada cerebral endémica, que portaba), extendió su venganza a toda la aristocracia rusa. Especialmente incluyendo el genocidio de la familia imperial rusa, incluyendo su sequito y mujeres y niños; a la cual asesinó a mansalva incluyendo al perro "Ortino" (la mascota del zarevich) en los sótanos de la denominada "Casa Ipatiev" en Ekaterimburgo. Todavía no satisfecho, Lenin encargó a su sicario preferido, Sverdlov; descuartizar e incinerar los restos de los masacrados en una mina abandonada "Los Tres Hermanos" tras lo cual ordenó sellar la entrada a cal y canto, el 16 de julio de 1918 en Siberia. Este personaje siniestro, Lenin, pensó que al ocultar este genocidio le salvaría del juicio de la Historia, 

La furia del despojo
Porque de eso se trató. Luego estos esfuerzos del gobierno autoritario de Batista, denotaron una saga de luchas entre la oposición y el gobierno, que con dolo público,  incluyeron, asesinatos, bombardeos, atentados personales a funcionarios y militares, sabotajes a industrias, servicios públicos, ajusticiamientos intra y extrajudiciales, torturas, represión, etc. Todo lo cual; ensombreció aún más el panorama de esa guerra civil entre cubanos nacionales. Ya a la altura de finales de 1958, los múltiples grupos guerrilleros, con un abierto apoyo de los medios de información independientes, (los Castros aprovecharon la TV incipiente) y lograron de manera descabellada polarizar y arrinconar al gobierno de Batista, sus fuerzas militares y simpatizantes. Todos confundidos, entre otros sectores comprometidos de ambos bandos y el mandatario junto con sus errores, no encontró otra salida que abandonar el poder.

El grupo táctico en cuestión, que aseguraba la retirada de Batista, más bien en retén de espera como dispositivo de protección y seguridad; al final de diciembre, 1958, había permanecido a la sombra de las medias y los curiosos habituales del fenómeno político isleño. Ahora, dicho dispositivo militar permanecía alerta plena en espera, de accionar la orden ejecutiva ya en marcha desde horas antes del ahora 'tiempo real', decir en enero 1ro, 1959 a las 02:00 h. Su objetivo único era desplegar en el momento preciso, el dispositivo táctico de repliegue final del gobierno y sus figuras destacadas además de otras personas, parcial o absolutamente comprometidas con el régimen de Batista.

Aunque para la mayoría de los ciudadanos del pensar y quehacer en libertad absoluta, experimentados con casi tres períodos de gobierno democráticos: Batista (1940-1944), Grau  (1944-1948) y Prío (1948-marzo de 1952); el gobierno batistiano actual, el cual propició la creación y puesta en vigor de la denominada 'Constitución de 1940'; devino en la conducción de los destinos de Cuba de manera autoritaria y a veces dictatorial, en los últimos 7 años (1952-1959) amén de haber tomado el poder por la fuerza. La rigidez esperada de los auténticos, era supuesta bajo el criterio de firmeza demostrado por sus líderes en la lucha contra Machado, pero sucedió que el Grau de 1933 era otro y las pandillas gansteriles universitarias, increíbles en medio de de una democracia con calzos, cobraron fuerza. Así sucedió también con el gobierno auténtico del Dr. Carlos Prío Socarrás. Lo cierto es que, la imbricación de un cierto estado de opinión casi neutro, veces desconsolado, caló entre los cubanos.

¿Autoritarismo dictatorial?
Por eso es probable que la indiferencia de la población ante el golpe militar de Batista, le ganara también a Batista adeptos entre quienes deseaban tranquilidad frente a las peleas entre esas pandillas gansteriles. Lo que también fue cierto es que los temores ciudadanos Batista los barrió, al eliminar sin miramiento a todas esas agrupaciones, en un santiamén. Ello contribuyó a que otros muchos sectores de la ciudadanía, que a partir de esos momentos olvidaron los temores de que todos estarían bajo asedio de las bandas políticas variopintas, en actividades políticas insurgentes o contra insurgentes; que desde hacía dos años se enfrentaban militarmente al gobierno, algunos sectores, usufructuarios de prebendas populistas, tildan de ‘autoritario’ al gobernante Fulgencio Batista. Tal estado de la opinión pública, se exacerbó con ayuda de la prensa local e internacional.
 
            Para entonces, finales de diciembre de 1958, las principales fuerzas opositoras al gobierno de Batista; habían logrado ciertas uniones locales embebecidas entre sí, pero sin ningún basamento o tesis ideológica apreciable, incapaces de pugilatos. Una especie de pelota dura, disciplina partidista militarizada, como la mostrada por los comunistas y sus proto grupos de militantes, quienes reverdecieron estas prácticas, en aquellos lugares donde operaban, aún dentro de la legalidad. En realidad, difícil de ser mantenidos alejados de los otros sectores democráticos y en especial; en cuarentena estratégico-táctica por órdenes expresas del Comintern los fines de no ‘desdorar o ensuciar’ las múltiples imágenes increíbles de los Castro y su seguidores, ante la opinión pública y de paso, mostrar un frente común ante el agrupamiento y refuerzos gubernamentales efectuados para combatir a los sediciosos.

En esencia, se manifestaban como un conglomerado de ruidosos y alborotadores sujetos en una conspiración, armada con el performance de aspectos organizativos, igual a una medusa pelona, con sierpes a manera de cabellos hirsutos, espendrunes, cola de caballos, etc., como parte de la utilería y maquillaje táctico aunque tirando cada uno para su lado. Como todas, siempre, es ofrecer la imagen de los demócratas del old fashion. Por otra parte, ya situados en los preludios del gran drama por desarrollarse en la Isla de Cuba; iniciado 'ad bellum' con lo que más tarde sería conocido por el nombre aglutinador de la saga, “El Asunto Cubano”

La proporción de una de cal y dos de arena, en cualquier evento político, brillaba por su ausencia. En esencia para aquellos hombres desplegados en perímetro defensivo del último reducto masticable del mandatario cubano; con visos democráticos; se trataba de defender ese aeropuerto de la 'Ciudadela Militar de Columbia' De manera lastimosa  e impregnada de nostalgias paradójicas, como el último pedazo de la Cuba aún libre y su último presidente republicano, aunque no de denominación y gusto para todos. In situ, se trataba de las pistas de despegue (era lo vital) y las áreas circundantes de protección, donde los aviones del complejo gubernamental aguardaban la orden de salida.

Estos y otros aforados de menor rango, pertenecientes a los garde du corps presidenciales; escrutaban de manera incesante el entorno penumbroso, ciertos y además temerosos de infiltraciones de comandos enemigos hacia el medio ambiente circundante familiar, del Presidente. La familia presidencial se había tornado desde el primer momento, en el objetivo principal de las bandas comunistas, que desde unas horas antes; se habían apoderado de varios baluartes gubernamentales sensibles, en el interior del país y se desplegaba a campo abierto desde los suburbios de la capital de la república, en dirección al campamento de Columbia. Sitio natural donde estarían las naves del escape. Este contingente militar permanecía en alerta máxima para garantizar la consumación del viaje al extranjero, sin retorno, dado que todas esas personas se exiliarían hacia tierras extrañas. Algunas tenidas como amigas en aquellos momentos álgidos, porque ni pensar en un posible regreso. Otros destinos estarían ansiosos de recibir a tan prominentes personajes. Rangos coincidentes y correspondientes a los del Ejército EE.UU.

Algideces
Ahora en el aeropuerto militar del Campamento de Columbia, el oficial a cargo de la dinámica estratégica vestían desde días antes el uniforme militar de campaña del Ejército de Cuba, color del ya kaki inoperante, al igual que el resto de los hombres integrantes de ese dispositivo especial. El oficial, por sus insignias en la solapa de la camisa y el abrigo les distinguían y reconocía como Coronel. La indumentaria militar sería cambiada por ropas de civil durante el trayecto. A dicho oficial se le catalogaba como una persona de extraordinario respeto y ascendencia sobre el Presidente y entorno de sus fieles, familiares, amigos y funcionarios más allegados. Su influencia, emanaba de la fidelidad absoluta jurada al gobierno y en especial, por estar a cargo de los “Servicios de Inteligencia y Contrainteligencia Militar” (SIM) cuya sede estaba dentro del perímetro interior del campamento militar de Columbia. El oficial, recién había sido designado de facto, 'Comandante de la Guardia Presidencial' el cual cuidaría de la familia del Presidente en ese día (noche) aciago. Quizás también otras más porque ahora el grupo presidencial y su entorno estaban bajo peligro de muerte, si caían en manos de sus enemigos políticos; los cuales les buscarían hasta en el último rincón de Cuba, para exterminarlos

            Sus adversarios, sabía el Presidente, estaban conformados por bandas de irregulares, guerrilleros, milicias armadas y delincuentes jíbaros o  liberados por los guerrilleros bajo promesas de redención; obedientes a sus varias agrupaciones políticas opuestas al gobierno batistiano, desplegadas en casi todas las provincias de la isla. Siendo las más peligrosas aquellas comandadas por los comunistas de tendencia bolchevique, bajo el ala del Comintern; integrantes del grupo de los sediciosos más extremistas, el “Movimiento 26 de Julio" (M26J), comandado por el Dr. Fidel Castro Ruz, un líder de cierto renombre desde los años 40-50s a causa de sus andanzas juveniles entre los grupos universitarios violentos, cuando este líder era un estudiante universitario, se decía, no ajeno a los ‘bonches gansteriles’ El el argot del cubanos común: pertenecientes a los grupos de los ‘chicos del gatillo alegre

         La saga continúa,

© Lionel Lejardi. Enero, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press

Addendum

1     Algunos historiadores han conjeturado o especulado sobre este cambio, considerando que “Las Coloradas”,  quizás por su paisaje, el desembarco caminando decenas o cientos de metro casi sumergidos en el agua, el cieno del fondo marino, etc., les resultó a los comunistas más dramático para enaltecer su ‘epopeya guerrillera’ algo nada raro en cualquiera de los contendientes.

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