martes, 20 de febrero de 2018

Los "Miami Marlins" y el sofá beisbolero de los mikeyjacks

Los "Miami Marlins" y el sofá beisbolero de los 'mikeyjacks'
Se cumplen 59 años de dictadura comunista en Cuba

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  "Un Asunto Americano"

 Peter Panquizás tras mi puñado de milímetros y pennies

Trova de los Mikeyjacks del ancien régimen
Claro que no son ni deben ser catalogados en calidad de proto delincuentes en ciernes (potenciales) a todos los deportistas profesionales y sus representantes como delincuentes vulgares de "cuello blanco" Ello, aunque la proliferación de tantos delitos personales y corporativos en el ámbito mundial, como entes individuales o asociados en entidades  metidas de lleno en conspiraciones para hacer trampas a sus compañeros de equipo o a los de team o equipo contrario; ademas a los jueces, fanáticos y hasta la Madre de quien Tiro el Tomate; asquean y solo merecen la cárcel y expulsión definitiva del deporte. Razón? No es cuestión de multas o suspensión temporal; sino de entender que si eres fanático y tienes un poquito de decoro, que estas adorando a una cosa (jugador-franquicia) que no es  (son) mas que (como la tormenta del film) una Bola de Mierda Perfecta; dispuesta, exclusivamente, a los fines de violar abierta y descaradamente las reglas, disposiciones y conductas éticas y estatutos vinculados a esa especie de raqueterismo de corrupción impregnado en casi todos los deportes profesionales y ocasiones vergonzosas en aficionado (amateur) con el estimulo y anuencia de los gobiernos y naciones totalitarias propias  (ver el caso de los deportista olímpicos rusos), verdaderas suciedades extensibles, por antonomasia; a toda  l'âge d'or de la fraude olympique communiste (la época dorada del fraude olímpico de los comunista) explotada por estas mafias repleta de seudo deportistas facinerosos, como el mundo encartonado que ofrecían a toda nuestra Humanidad de ingenuidad democrática candorosa. 

            Claro que ninguno de los picaros actuales se atrevería de revisar "esos indiscutibles triunfos" de los Hombres Nuevos que prometió el socialismo. Ello, admitiendo, quizás o tal vez, la posible complicidad o soborno de jueces, árbitros, jugadores, etc. Imaginemos que si los millonarios hacen trampas para ganar mas dinero, que no harán (piensa mal y acertaras "pata de banco") los jugadores "muertos de hambre" por un dollar USD?

            De modo igual, las cabezas de estas federaciones y sus ramificaciones locales han convertido la decencia y el honor deportivo en deshonor e indecencia, tales son por igual las filosofías espurias en que se sustentan. Todo ello, ha despertado en los amantes de los deportes, la desilusión, amargura y frustración en la candidez supina, amenazante, a veces letal, de los excesos de entusiasmo de la fanaticada en su totalidad. Todo ello ha desatado en buena parte de los fans, como en el resto de la opinión pública decente, un sentimiento de desilusión y repulsa en contra de tales actos inéticos y criminales participativos, de tantos individuos como de las franquicias que les gobiernan y de hecho, sus empleadores y cómplices. En esencia, los deportistas en ejercicio directo o indirecto de estas actividades al parecer en su esencia probos y beneficiosos para la salud, complementación física y espiritual de la población en general. Vemos con horror, como buena parte de sus guías y representantes o instituciones, federaciones y otros responsabilizados con el buen mantenimiento de actividades lícitas de estas disciplinas, han sido acusados formalmente de estar implicados en actividades delictivas punibles por las leyes. A causa de la expansión sin freno e impunidad casi plena de los delitos deportivos, a los ciudadanos todos nos llega la repulsaba a que en algún momento, todos, de una forma u otra continuarán guiando sus cabalgaduras de Rocinantes quijotescos falsos, empujados por si mismos, hacia el abismo del deshonor profesional. 

            Es como si estas personas de vidas, nacionalidades y lenguas varias, hayan logrado reunirse en una misma tarea deleznable de timar a la ciudadanía durante años; tales si hubiesen aprendido las "El Arte del Delito" (igual que resulta con el manual "El Arte de la Guerra" de Sun Tzu) en calidad de un ejercicio de memoria y al dedillo, de todas y cada una de las trampas y trapisondas, recomendadas en los dogmas vigente en los totalitarismos zurdos. 

            Son tales aquellas, que dictan los juramentos espurios  conculcados a sectores de cáfilas deportistas populacheras del clásico lumpen proletariat izquierdista, sermoneados en el singular "Manual del Sinvergüenza Perfecto" decir sobre la existencia además de una apócrifa "Biblia Negra del comportamiento Inético, Ilógico y Desmoralización" del humano tipo. Es advertir la consideración de que una parte de aquellos integrados en esas habilidades ya sea por profesión y ambición carecen del 'Espirit de Corps' (espíritu de cuerpo o, camaradería) como identidad de un amor propio prístino, no enlodado. Cuya virtud queda ejemplarizada en los mas simples alistados de nuestras Fuerzas Armadas de los EE.UU. 

            Esos de características iguales de imitar, o mejor dicho, anti arquetipos de los viejos , balompedistas, futbolistas y otros deportistas llorones; plantados en sus sedes de cada estado, mientras no se les descubran chivos, como a los futbolistas de la (NLF) Es cambiar en otros profesionales a nivel mundial y de otras disciplinas probas. No comprendo por que les siguen llamando 'disciplinas', palabra demasiado seria, para cubrir a deportes tan repletos de tramposos. Ello cuando el relajo y los trampantojos dan a el pecho, como el agua de una ciénaga; cuya magnitud y peso, pueden llegar a parar en seco hasta una locomotora.

            Ahora, tras ser destapada la olla juguetona (melting pot) del béisbol, fútbol 0 balón pie profesional al escrutinio público, advertimos que entre los males esparcidos por esta acaudalada "Caja de Pandora"; pudiéramos encontrarnos con un número de infractores posibles, serian los investigados por fraude de las reglas deportivas, franquicias, corporaciones, etc. No se trata solo del consumo de alucinógenos, sino en la infracción mas leve considerando el efecto dopaje por la ingestión o inyección de sustancias prohibidas, entre otras bellaquerías ilícitas. Es el ingerir suplementos estimulantes, supuestos en un cierto numero de deportistas activos; descubiertos desde hace tiempo y obligados a entregar sus preseas; con el fin de que estos 'ejemplares falsificados' mejoraran motu proprio y per se, índices falsos de su denominado "rendimiento" 

            Es que las trampas, aun entre ellos mismos, se esparcen como la gripe del pez con ciguatera; con los intercambios de mentirazos y corruptelas, los cuales, como un Ito descontrolado, abarca desde el que monta la bicicleta hasta quienes patean el balón ovoideo o la esfera balompedista. Un desastre total.

            En términos de los mas altos lemas olímpicos ello significaría, «Citius, altius, fortius» (más rápido, más alto, con más fuerza), sin trampa alguna. Sucede que se atestigua para buena parte de esta gente adormilada en caballerizas, que la cuestión no esta referida a un determinado jugador del equipo contrario, ni siquiera a sus iguales. Se trata de su rendimiento individual respecto a todos y cada uno de los jugadores. No solo aquellos de su equipo y los del contrario, sino contra todos los jugadores de su liga y las del resto de las ligas a nivel nacional. En términos latos, ello significa: a big money. Sucede que tal aspiración, si se materializa por medio de trucos, es ilegal. Recuerdan que sucedió con Jim Thorpe (dispense el lector la ortografía),  aquel astro norteamericano olímpico (un indio norteamericano de cuya tribu no me acuerdo) de los años 20, del siglo pasado, por aceptar en un verano, un miserable puñadito de dolares para comer mejor?

            Los mismos arquetipos de franquicias que cada una en su tiempo rogaron sumergidos en medio de sus placideces habituales y suplicaron para que el "Condado Primo" (por ahí le dicen el "Condado repleto de tontos y comemierda"); en el caso de Miami-Dade; o de sus estados respectivos y sobre el lomo de sus contribuyentes —que no tienen nada que ver con el deporte ni con la benemérita 'Madre de los Tomates' les construyera a estas plañideras de calandracas difuntas, un Stadium caro y no menos hermoso , como obra arquitectónica. Razones, aunque no soy fanático de los deportes y menos de los profesionales (y si lo fuese, admiraría a los amateurs) porque siento una absoluta abulia ante el estruendo idolátrico de las fanaticadas. todas, por sus "ídolos de barro"

            Es decir, son los dueños de las franquicias quienes han estirado la mano en busca de caridades y subvenciones gubernamentales, para montar o mejorar las instalaciones de sus negocios millonarios. En tanto, tal como hemos visto en Miami, los jugadores permanecen a la sombra apacible de los dugouts, saturados de gatorades isotónicos. Se entiende que, como seria propio de cualquier hijo de vecino que elige una profesión —tal es el divertimento de todos los deportistas profesionales—; el objetivo único e inmediato de los mismos es hacer mucho dinero en el menor tiempo posible. Curiosamente, mientras se divierten (béisbol) con el palo y una pelota en forma de naranja u otra placidez (golf) y sus inevitables bastones apalados, sin faltarles la dichosa pelota de tripa de pato, mas pequeña. 

            Nadie más en el planeta Tierra, utiliza sus dotes, destrezas o habilidades; quizás los músicos, artistas u otros, goza de tal ventura disfrutada por los deportistas y que Dios se la conserve, junto con sus habilidades, por siempre. Al final, todo consiste en la mise-en-scène, de un espectáculo con toda la belleza, fanfarria y colorido inimaginable, a los fines 'misericordiosos' de suplir la abulia vespertina o dominguera del "Síndrome del Aburrimiento Fan" Se trata en esencia del culto farisaico de un 'ptialismo perverso' tan incontrolable como intoxicante para el espíritu del fan poseído de esquizofrenia precoz.

Johan Santana
            (Les aseguro que a pesar de su expresión de ira,
 es una persona mansa y apacible)
            Es entonces que estos babies, juguetones ejemplares, aun de unas 220 libras de peso corporal, continuaran entretenidos y se divertirán como adolescentes perfectos, en medio de solazaduras, gritos de la fanaticada que los admira y maldiciones de los fans contrarios. Estos  niños grandotes, de un andar y pensar lindando en lo mastodónticos del 'Sumo", actúan con las mismas calistenias que han permanecido invariables, como en otras disciplinas olímpicas, evento mundial de una limpieza inigualable; desde los tiempos de los Juegos Pan-helénicos  a celebrar en Olimpia, Grecia. 

            El béisbol es un conjunto de actividades anquilosadas, como el resto de las disciplinas deportivas de grupo o insoladas por la no evolución, pero que sin dudas a buena parte de la Humanidad les entusiasman y magnetizan el intelecto, de tirarse los unos a los otros 'peloticas' y 'pelotonas' por todos los medio posibles. Algunas de estas ultimas, verdaderas 'bolas de fuego' para colmos de la estupidez, acordes y comenta con el coeficiente de imbecilidad peligrosas de los 'jugadores' que son vernáculas, según las malas lenguas, de ciertas culturas del Pacífico.

            Los jugadores, serán aplaudidos por la desorientación y adrenalina generada, siempre presente y desbordada en aquellos seres fanáticos de cualquier cosa. Al igual elucubraron antaño otros jugadores con nombres de otras comarcas, los cuales se concertaron para obtener localmente un stadium sede. Así se fueron conformando las Ligas Atléticas poderosas. El nombre de la camiseta puede ser cualquiera, no precisamente el de la franquicia local como en el caso de los Miami Marlins Solo mirar cómo de fructífero les fue al mancomunar sus llantos, con los propietarios del club y las "viejas aves ennegrecidas funcionarias" que reptan entre penumbras y que por descuidos de los electores, empantanaron nuestro futuro. 

            Cierto que hasta ahora, a pesar de las turbideces que según los críticos se manejaron como es habitual, incluyendo los escándalos que casi concluyeron con la expulsión del alcalde condal, entre otros, todo ha permanecido como un lago apacible. Porque en esta cumbancha de zangaletones, al parecer, pueden estar envueltas de un modo u otro y cada una por su lado, todas las franquicias a nivel nacional. Además, por lo que la ignominia y duda recae sobre todos los jugadores, dado que los que han callado por la Omerta, de hecho, otorgaron validez a la trampa.

            Siempre, desde muy temprano, consideré a los deportistas como una especie de mikeyjacks (así los nombro) renuentes a madurar y dejar de comportarse como  genuinos Peter Pan; por lo menos para cubrir las apariencias de los demás personajes inmaduros, alebrestados en medio del éxtasis que les imponen los juegos sarmentosos de béisbol. Decir, si los consideramos inmersos en el mismo complejo pueril, dulcificado con mentas sarracenas, aunque el caso de éste es diferente. 

            Es difícil escribir sobre el tema de la posible corruptela múltiple imperante en esas bancadas de peloteros, entre otros imitadores, cuya ambición por el dinero (lo que, por supuesto no es pecado ni vergüenza, como tampoco lo es la avaricia, cuando se compite en negocios de manera honrada y legal, sin daño  a los mas jóvenes), devino escándalo nacional para vergüenza del ciertos de estos deportes distinguidos como el béisbol, nada menos que el deporte nacional de los Estados Unidos de Norteamérica. Una cagada, tan perfecta como la tormenta fílmica.

La punz’á'e de Pascuas de la guajira Cristobalina  
Vemos que estos no-ejemplos lucen que se han burlado de todos sus seguidores y de los que no lo son y de los jóvenes y niños que lo están por serlo. No de mí ni de ti y por lo tanto, diríamos indolentes que “es asunto de sus adoradores fanatizados”. Veríamos si con las trampas y engaños consuetudinarios sus fanáticos reales, no los virtuales, “venderán o no el sofá del adulterio” Es el mismo criterio que debió resolver el pobre guajiro, cuando a su amada le dio la "Punz'á'e Pascua" y le pegó los cuernos en el sofá de marras y que en venganza cruel, el guajiro vendió el mueble pecador. Sucede que estos coterráneos de lengua, porque no por casualidad y vergonzosamente es así; si nos atenemos a la lupa genética, lo son todos los implicados, se abrogan derechos que (no poseen) de romper cuanta cerca legal les controle. Y que no se diga que están bajo el ojo negro del canario vengador, por racismo. No tiene el menor decoro ni dignidad, ensuciar el deporte para atragantarse con mas y mas dineros, engañando a sus vecinos y a todos los ciudadanos del mismo país que los acogió. Pero la culpa incluye a quienes no han sido descubiertos todavía y los jefes que los toleraron activando su ojo bizco y prosapia bipolar. Vale que se tornarán extraños indeseables para el resto de los norteamericanos.

            ¿Quizás como esos personajes 'hacedores de ilegalidades' que desde ahora, sin siquiera haber entrado aun en los EE.UU, ya reclaman a viva voz con su chantaje de que “castigarán a quienes no les apoyen el indulto. ¿Qué se ha creído esta otra gente, también extraña?

            Y vienen al caso, cuando los vemos y oímos cómo se comportan entre amenazas, marchas y protestas, esperando comenzar su vida en este país vociferando amenazas, contra quienes ni los llamó ni invitó. A menos que aguarden órdenes foráneas, según ya se rumorea a vox populi de muchos ciudadanos patriotas de los EE.UU., para encender otra espantosa guerra civil en 20 o 30 años. Es que si siguen con esas trampas y amenazas ya intolerables, estarán bien jodidos, porque el resto de los hispanos cuerdos, agradecidos y fieles a los Estados Unidos de Norteamérica; como su segunda patria; los tendrán bien colimados para que no repitan aquí la danza deplorable de sus estados fallidos, por el narcotrafico, lastimosamente para ensuciarles el futuro a sus coterraneos decentes, como resulta el desastre centro y sudamericano de hoy, con todo lo que tiene dentro.

            A estos peloteros, como a los de otras disciplinas deportivas; les adornan habilidades únicas: golpear certeros con un palo una pelota que otro colega les lanza y por supuesto, se vislumbra en las investigaciones, y todo apunta, a pasarse el tiempo haciéndose trampas los unos a los otros y engañando al resto de sus fanáticos. Claro que eso no va con el conjunto de nuestra nación norteamericana,  donde se incluyen los norteamericanos oriundos e inmigrantes decentes y hacendosos de otras latitudes. 

No toquen mis pennies o milímetros
Nadie íntegro deberá suponer una sola gota de patriotismo en esta gente deportiva ni en la de sus 'fanáticos extraños" Incluyendo a los interesados que les revolotean y apoyan sus mendacidades, quizás bajo una Omerta ya imperecedera en el giro de la pelotera. En lo personal, no soy fanático de ningún deporte profesional y menos de estas, sus estrellas opacas. Pero sí lo soy de esas mismas actividades dignas y ejemplarizantes para los jóvenes, que cursan estudios en escuelas y academias desde la primaria hasta la universidad, incluyendo las competencias  cumbres, como las maravillosas "Olimpiadas Mundiales" Pero hasta ese punto del divertimento, nada de profesionalismo. Porque cruzando la esquina, los deportistas son presa del torrente profesional, donde pululan intereses de otra índole dudosa, como son todas aquellas controladas de trasmano por mafiasDe ahí la infinidad de ejemplos repletos de trampas y acuchillamientos entre las filas que parecen tratar de imitar, la de los viejos soldatis y caporegímenes, generadores exgenos de irregularidades.

            Esa ambición tan peculiar les degenera y desmoraliza, dado que a su vez corrompen el deporte, hogar, familia, hijos, amigos y el resto de quienes les rodean deseosos de mirarse en esos espejos, hoy empañados. Pero el estigma no debe alcanzar a los inocentes, luego, se exceptuaría a los mozos carga batescarga maletas y carga mochilas que les surten de hot-dogs, sodas o gatorades, por decir de cualquier otro.

            Tengo un hobbypasión frustrada o si se quiere, manía. Es el ardor de contar el dinero de mis ahorros en los EE.UU. y vigilar que se enriquezcan. El mío, que no es mucho ni poco, porque apenas rebasa los $100.00 (USD). Y los cuento cada noche antes de dormir (es mi deporte preferido) seguro de que al día siguiente estarán en el mismo lugar, intactos, aunque no hayan aumentado ni un penny, producto de trampas. Es que siempre, por sinrazones de las cuales me disculpo, consideré a los deportistas como una especie ya extinta de alegres mikejacks juguetones, renuentes a madurar y dejar de comportarse como unos fornidos Peter Pan; con el cerebro repleto de algodones, alebrestados en éxtasis durante la emoción que les imponen los juegos. Acechados por iguales complejos pueriles de plagio imperantes en cierta profesiones.

            ¿Y por qué opino si no soy fanático, ni siquiera de mi propio Ego ya marchitado? Es  que, en alguna cota de ese terreno y edificación, como sucede con el "Stadium Miami Marlins", aquí en el Condado de Miami-Dade, yace mi parte alícuota: quizás un simple tornillo, o un puñadito de milímetros, cuadrados o cúbicos; me da igual; del piso, techo o paredes, si quieren, de los restrooms, pero que son MÍOS y no me da la real gana que sean ELLOS, los viejos políticos de antaño, el vetusto ancien régime, corrompan a los de hogaño ahora en ciernes, quienes hagan nuevamente de las suyas y se enriquezcan con mi propiedad y peor, con mi dinero.

            Quizás, hoy en el 2018, con los nuevos dueños que les rondan (y que al parecer, sí saben hacer dinero decente) no se dejen atraer por artilugios y trajines exóticos y consideren intocables, siquiera por una puñetera vez, a mis pobres pennies y milímetros amenazados de bancarrotas como por falta de liquides.

(c) Lionel Lejardi. Junio, 2013
lejardil@bellsouth.net
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