Postal de la “Guerra de Secesión” de los EE.UU.
Separata (editada)
"Un Asunto
Americano"
De la serie, “Thurgood Marshall vs. Martin Luther King
iv/vi”
Justa entre caballeros
En Abril 12, 2018 contamos con otro
aniversario de la “Guerra
de Secesión de de los EE.UU.” Valga el recordatorio de advertencia, dado que, desde montes y llanos del
Oeste, Sudoeste y otros puntos de los EE.UU. nos llegan ruidos y rugidos
augurantes de algo inaudito en el 'País de
las Leyes': los intentos infructuoso de los populistas de provocar y forzar un alumbramiento a destiempo,
del otrora alucinante y carcomido "Parto de los Montes" Ello, porque nos llegan oleadas de
inquietudes respecto al cumplimiento de leyes justas, iguales o semejantes a
las implantadas por la mayoría de los países integrante del
mundo civilizado, a los fines de resguardar y asegurar sus fronteras allendes
a otros territorios extraños. Increíble que ciudadanos de
EE.UU. beneficiados con el fruto de su duro bregar diario propio, manifiesten
apoyo al lumpen proletariat desbordado
en verdaderas razzias tal si estuviesen
operando en territorio enemigo (se trata de individuals,
que de trabajadores no tienen nada en común). No es la ira
propia o la antipatía contra enemigos; sino que éstos hagan
causa común con extranjeros y subversivos internos deseosos de ver destruido
nuestro país. Peor, apoyando la irresponsabilidad de políticos "populistas
electos" quienes nos proponen simpatizar con los violadores de nuestras leyes en vigor.
Tales inquietudes
nos traen a colación, recuerdos trágicos de que en un Abril 12 de 1861 (un
aniversario a las puertas) estalló la “Guerra
de Secesión” Entonces, la rada de Charleston, una especie
de golfo cerrado (ver la entrada y salida del Puerto de La Habana); era una de
las vías marinas estratégicas de la vertiente atlántica, mas importante para el
gobierno federal. Por tejes y manejes de la política norteamericana y al
convertirse el estado de Carolina del Sur en secesionista;
paradójicamente; el fuerte militar disponía de fuerzas de la Unión ocupando sus territorios y bastiones
defendidos por esas fuerzas federales regulares.
Porque entonces, en virtud de los cambios políticos en ciernes, como la secesión de una parte de los estados sureños; el fuerte militar que antes fue federal (unionista) quedó entonces en territorio secesionista (confederado) Tales eran los casos críticos como lo fue el de ‘Fort Sumter’ en construcción sobre un islote en el medio de la bahía y que sería el punto militar más importante de Charleston. También el modesto ‘Fort Moultrie’, en el cual el cacique Osceola estuvo detenido como prisionero de guerra, durante la segunda Guerra Seminole hasta su muerte; apunta las crónicas de la época; a causa de una bronquitis pulmonar. Ello, después que Osceola fue capturado en una emboscada que le tendió (“de manera artera”) según un amplio sector de la opinión pública norteamericana y los medios, de entonces), por el Gral. a cargo del Ejército Federal en operaciones militares, en Florida.
Este último fuerte, militarmente estimado indefendible contra fuerzas
regulares, poseía una pequeña guarnición, curiosamente, al mando de un sureño de
Kentucky, el Major Robert Anderson; quien fue veterano de las Segunda Guerra
Seminole, la Guerra Estados Unidos contra México y otras campañas. Este Major,
fue antiguo dueño de esclavos y un pro-esclavista convencido de la justeza de
la causa sureña. Sin embargo, Anderson, se vio envuelto por el destino en el
primer combate frontal entre las fuerzas de la Unión y las de la Confederación; donde pudo demostrar su patriotismo y
lealtad de este soldado, al Gobierno y Ejército Federal de la Unión a los cuales servía bajo juramento. Cuando la
guerra se hizo inminente, Anderson traslado en secreto y sin permiso del
gobierno federal, su pequeña guarnición de Fort Moultrie y se replegó
hacia Fort Sumter, mejor situado y defendible, aunque en
proceso de construcción. Allí permaneció en espera de los suministros,
municiones de boca y de guerra, solicitados a la Intendencia de Guerra en Washington.
El Comandante del Ejército Confederado de Charleston, Gen. Pierre Beauregard, por encomienda del Gobierno Confederado, demandó del Major Robert Anderson, siendo las
03:30 h que evacuara sus fuerzas de Fort Sumter. El 11 de abril de 1861 el General sureño
envió un ultimátum al Major norteño, el cual este Major
replicó. En el documento, el Gen. Beauregard amenazó al Major con abrir fuego
sobre la posición en la hora siguiente, pero este kentuckiano hidalgo se negó a
rendirse y evacuar la posición. En su contesta que envió este último a su
colega confederado que le cercaba, Anderson filosofó como
buen cristiano y le recordó,
—«If we do not
meet again in this world, I hope we may meet in the better one» ("Si no nos encontramos de nuevo
en este mundo, espero que lo hagamos en el “otro”, que es mucho
mejor" edit.)
A las 04:30 A.M. en abril 12 de 1861, una batería de 43 cañones confederados desplegados
en círculo alrededor de Fort Sumter, desató de inmediato un bombardeo infernal
sobre el islote. La estructura de la edificación mostró de la solidez tenida en
cuenta, en el cuidadoso diseño de los ingenieros militares del gobierno
federal; en brindar el máximo de seguridad a la posición, ahora bajo el fuego
directo del enemigo.
Así, teniendo esta acción militar como detonante comenzó la más sangrienta
guerra fratricida de la Historia de los Estados Unidos de América. El Major Robert Anderson, un
sureño de nacimiento pero caballero norteamericano fiel y pleno al gobierno
constitucional al que juró lealtad, fue condecorado y reconocido como héroe nacional
por el pueblo de los EE.UU. Este primer acto de guerra de los confederados, el
asalto a la guarnición de Fort Sumter en 1861; hizo que la fuerte represión
posterior del Ejército de la Unión al recuperar el fuerte, motivara que a los
estados secesionistas se
les unieran Virginia, Arkansas, Tennessee y Carolina del Norte.
Los sureños, para mediados de 1861, se encontraron empeñados e inmersos, sin posibilidades de retroceso; en medio de una cruel guerra de "independencia virtual", que mantuviera las relaciones entre el Norte (Unión) y el Sur (Confederación); pero bajo entidades jurídicas, legislativas, ejecutivas, militares gubernamentales, etc. separadas e independientes del Gobierno Federal Central, radicado en Washington DC. Se trataba de detener las intenciones de algunos, resueltos a destripar a los EE.UU. con tal de mantener el sistema esclavista y extenderlo hasta los nuevos estados que se fundaran.
Los confederados generalmente, en los inicios de
la contienda, tuvieron la ventaja de pelear en su propio territorio y también
durante buena parte de la guerra, peleando con una moral excelente. Cierto que
éstos, disponían de magníficos soldados, especialmente la caballería, pero eran
muy inferiores en varios aspectos prácticos relacionados con pertrechos,
armamento, tácticas y estrategias para enfrentar una guerra tan terrible y de
esa magnitud. Este conflicto concluyó tras haber transcurrido un lustro después
(1861-1865)
La Historia, se encargó de demostrar con el tiempo, qué parte de los norteamericanos tenía la razón; en abolir la Esclavitud como institución y en no permitir la creación de nuevos estados esclavistas en el futuro devenir de los EE.UU. ya despuntando entre fulgores para la buenaventura de todos los ciudadanos de los Estados Unidos de América. Cierto es que no debemos esperar por otro "Parto de los Montes", artificial, el cual que bien sabido era por los antiguos, de que nunca parió un "León" sino, un "Ratón"
La saga,
continua,
© Lionel Lejardi. Mayo, 2012
lejardil@bellsouth.net
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