4 Martha exclamó, «¡Noli me tangere, homo!»
iv/vii
(Miniserie, “Fulgencio y Martha”)
Se cumplen 59 años de dictadura comunista en Cuba
Apotegma del Pensar
El totalitario dicta a sus iguales
acatar los pensamientos de su Ego.
Decir, sumisión
absoluta al Ente Máximo.
Es el Superego del pensar sublimado.
Lippmann sentó, que “si todos piensan igual
ello supone (decir, los comunistas)
que nadie está pensando”
Lionel Lejardi
“Un Asunto Cubano”
Faget, el tercer hombre
Soirées del “Mulato Lindo
Por supuesto que a Batista le dio por igual 'tres cominos o pepinos' dado que el nombrete que le endilgaron a su figura militar, brilló antaño pre y pos 12 de agosto de 1933. Además porque ese aka cargado a Batista, nada denigrante denigrante por cierto; dado que la intencion del mismo era exaltar la figura masculina del líder, por una razón simple: de acuerdo al texto, no fue elaborado por enemigos varones, sino por admiradoras (fans) hembras. También se destaca que el mismo lo arrastraba desde que era un simple 'sargento taqui mecanógrafo' (dicen que autodidacta y entre los mejores) del Estado Mayor del Ejército) que cuanto fue el 'Coronel' mas conocido y poderoso; a quienes los medios y analistas de entonces, siguiendo la moda del cotilleo pueril de clubes femeninos y la prensa: Un "Hombre Fuerte" cuya coletilla de 'mandamás' en Cuba, le acompañó para siempre. Y no por mañas y marañas femeninas de alguna que otra pepillona debutante en el gran mundo del oficialismo de la pre II Guerra Mundial (IIGM); tal otra de las "cocotte" (femme de mœurs légères) vestida con trapos de Dior o Ricci. Valga que tales señoras no lo eran así, ni por casualidad. Aunque en general sí presumirían tanto o más que cualquier otra de sus iguales. Este mentado por sus admiradoras y fans, como "Mulato Lindo", le valió que el née, se lo encajaron solo entre ciertos círculos fulgurantes de gente azorada por la inesperada novedad de un simple 'sargento' tornado 'Coronel' por la flecha dorada del destino. Porque sí se trataba de damas respingadas ansiosas, tales proto adolescentes, de su 'debut en sociedad'; pero sin advertir al auditorio que ya no eran casaderas. Sino integrantes de columnas sólidas y apretadas de damas noveles tocadas por fortuna de sus cónyuges varones al servicio del gobierno. Claro, ligados casi todos a la sorprendente hornada revolucionaria de 1933. Solo que algunas de estas damas arribadas envueltas en sueños e imaginaciones múltiples, olfateando olores de las otras hembras competidoras, acerca de qué era en realidad, la high life.
Cuentan que alguien del séquito presidencial les explicó el misterio por medio de una parábola mas que atrevida, picante. Todas devenidas en calidad de flor y nata fresca de aquella sociedad cuajada y madura, en el melting pot ideológico del modernismo social. Aquel anuncio a sotto voce era repetido por cada revista o página dedicada a las mujeres, dejando entrever, lo sugerido por el propio Batista para los nuevos tiempos tormentosos del independentismo femenino. Pero de aquel sargento decidido de 1933, no pareció quedarle mucho, en esa cagalitrosa madrugada de enero, 1959, si nos atenemos a los aciagos días iniciales en sus infaustos idus de marzo de 1952.
Surréalisme,
Tampoco resultó lo esperado del cocido estrenado por los audaces y hábiles alquimistas de la ya también en evolución plena, durante la etapa entendida como post "Revolución de 1933" Por ello, cuando Trotsky se enamoró (decimos virtualmente) de esa también levantisca la tal corriente, dicha de manera virtual artística del novedoso surréalisme, apostillada en teatros y operas por Guillaume Apollinaire (1917) en "Les Mamelles de Tirésias" (Las tetas de Tirésias); reflexionó que no tenían razón quienes abogaban por retornar a las delicias del ancien régime zarista y así, traicionar al pueblo ruso. Por lo tanto, el (Trotsky) tenía razón en su anti stalinismo como líder de los comunistas exiliados, desde París hasta México. Este último, vino a despertar con el inesperado golpe mortal que le propinó a traición, el agente de la KGB rusa, Manuel Mercado, en la la barriada de Coyoacán, Ciudad México (21 agosto, 1940) por 'encargo' asesino ordenado por Stalin.
Es que Trotsky, tal parece, concibió la Revolución Bolchevique como una obra de arte al estilo de los impresionistas, donde lo irreal se muestra como real. Ello, entendido, dado que en 1917 el asalto y toma del poder zarista en Petrogrado por hordas trasnochadas del lumpen proletariat bolcheviques; lo cual devino monstruosidad social disforme, dado que la criatura, aún garrapateaba entre "pañales ensangrentados" Un acto feroz, delineado así como obra de ámbito mundial no sainete doméstico; lo cual era contrario a lo deseado por Stalin, aspirante y electo como fue, tornado per se en autócrata sanguinario, quien convirtió la rebeldía roja en una entelequia local, solo tolerable y posible en Rusia, entre paisanos. Un crimen revisionista, a los ojos de la gendarmería de los "bolos" de tendencia bolchevique, en el decir de ellos la 'mayoría', respecto a las criticas de Trotsky.
Decimos, porque aquella saga antimachadista, devino momento destacado
del sentido patriótico innato de la cubanía, donde la cosa política bullente entró en un período cuasi
constitucional. De modo igual, se gestó a instancias de las fuerzas vivas; a los fines de poner
en manos del pueblo a finales de ese decenio, la reluciente “Constitución
de 1940” Todo este esplendor fue destrozado a partir de enero 1ro de
1959, momento en que los castristas implantaron en Cuba una cruel dictadura comunista.
Porque la sociedad cubana nunca necesitó, pidió ni clamó por ese estremecimiento y desorden injusto y abusivo; propio de los totalitarismos; intrínsecamente destructivos de la nación y además tornado, con almas (siervos) y todo lo otro que tenia adentro como herencia dinástica, regalada a los mismos causantes del fracaso. Luego, no le quedó a los nuevos partos otra opción que hacer el copycat al carbón de la absurda algarada bolchevique rusa, china, coreana, etc. de acuerdo soplaran los vientos hegemónicos de los nuevos imperialismos rojos y sus ejecutores, los inefables guerrilleros verdeolivo.
Ello, siempre sujeto por supuesto, a ciertos indicadores en su etapa de asentamiento y reflexiones políticas que a inicios de la otra fase posterior de proyecciones realmente constitucionalista de los años 40. En el decursar de ese otro período previo al estallido de la tumultuosa II Guerra Mundial; cuyo inicio demarcó el final de los eventos sociales cubanos acontecidos a partir de la Revolución del 1933 los cuales dieron al traste con el derrocamiento por la fuerza, del gobierno fallido del también Gral. Gerardo Machado y Morales.
Por supuesto que a Batista le dio por igual 'tres cominos o pepinos' dado que el nombrete que le endilgaron a su figura militar, brilló antaño pre y pos 12 de agosto de 1933. Además porque ese aka cargado a Batista, nada denigrante denigrante por cierto; dado que la intencion del mismo era exaltar la figura masculina del líder, por una razón simple: de acuerdo al texto, no fue elaborado por enemigos varones, sino por admiradoras (fans) hembras. También se destaca que el mismo lo arrastraba desde que era un simple 'sargento taqui mecanógrafo' (dicen que autodidacta y entre los mejores) del Estado Mayor del Ejército) que cuanto fue el 'Coronel' mas conocido y poderoso; a quienes los medios y analistas de entonces, siguiendo la moda del cotilleo pueril de clubes femeninos y la prensa: Un "Hombre Fuerte" cuya coletilla de 'mandamás' en Cuba, le acompañó para siempre. Y no por mañas y marañas femeninas de alguna que otra pepillona debutante en el gran mundo del oficialismo de la pre II Guerra Mundial (IIGM); tal otra de las "cocotte" (femme de mœurs légères) vestida con trapos de Dior o Ricci. Valga que tales señoras no lo eran así, ni por casualidad. Aunque en general sí presumirían tanto o más que cualquier otra de sus iguales. Este mentado por sus admiradoras y fans, como "Mulato Lindo", le valió que el née, se lo encajaron solo entre ciertos círculos fulgurantes de gente azorada por la inesperada novedad de un simple 'sargento' tornado 'Coronel' por la flecha dorada del destino. Porque sí se trataba de damas respingadas ansiosas, tales proto adolescentes, de su 'debut en sociedad'; pero sin advertir al auditorio que ya no eran casaderas. Sino integrantes de columnas sólidas y apretadas de damas noveles tocadas por fortuna de sus cónyuges varones al servicio del gobierno. Claro, ligados casi todos a la sorprendente hornada revolucionaria de 1933. Solo que algunas de estas damas arribadas envueltas en sueños e imaginaciones múltiples, olfateando olores de las otras hembras competidoras, acerca de qué era en realidad, la high life.
Cuentan que alguien del séquito presidencial les explicó el misterio por medio de una parábola mas que atrevida, picante. Todas devenidas en calidad de flor y nata fresca de aquella sociedad cuajada y madura, en el melting pot ideológico del modernismo social. Aquel anuncio a sotto voce era repetido por cada revista o página dedicada a las mujeres, dejando entrever, lo sugerido por el propio Batista para los nuevos tiempos tormentosos del independentismo femenino. Pero de aquel sargento decidido de 1933, no pareció quedarle mucho, en esa cagalitrosa madrugada de enero, 1959, si nos atenemos a los aciagos días iniciales en sus infaustos idus de marzo de 1952.
Surréalisme,
Tampoco resultó lo esperado del cocido estrenado por los audaces y hábiles alquimistas de la ya también en evolución plena, durante la etapa entendida como post "Revolución de 1933" Por ello, cuando Trotsky se enamoró (decimos virtualmente) de esa también levantisca la tal corriente, dicha de manera virtual artística del novedoso surréalisme, apostillada en teatros y operas por Guillaume Apollinaire (1917) en "Les Mamelles de Tirésias" (Las tetas de Tirésias); reflexionó que no tenían razón quienes abogaban por retornar a las delicias del ancien régime zarista y así, traicionar al pueblo ruso. Por lo tanto, el (Trotsky) tenía razón en su anti stalinismo como líder de los comunistas exiliados, desde París hasta México. Este último, vino a despertar con el inesperado golpe mortal que le propinó a traición, el agente de la KGB rusa, Manuel Mercado, en la la barriada de Coyoacán, Ciudad México (21 agosto, 1940) por 'encargo' asesino ordenado por Stalin.
Es que Trotsky, tal parece, concibió la Revolución Bolchevique como una obra de arte al estilo de los impresionistas, donde lo irreal se muestra como real. Ello, entendido, dado que en 1917 el asalto y toma del poder zarista en Petrogrado por hordas trasnochadas del lumpen proletariat bolcheviques; lo cual devino monstruosidad social disforme, dado que la criatura, aún garrapateaba entre "pañales ensangrentados" Un acto feroz, delineado así como obra de ámbito mundial no sainete doméstico; lo cual era contrario a lo deseado por Stalin, aspirante y electo como fue, tornado per se en autócrata sanguinario, quien convirtió la rebeldía roja en una entelequia local, solo tolerable y posible en Rusia, entre paisanos. Un crimen revisionista, a los ojos de la gendarmería de los "bolos" de tendencia bolchevique, en el decir de ellos la 'mayoría', respecto a las criticas de Trotsky.
"Les mamelles de Tirésias"
de Francis Poulenc
Escenografía (2001) ópera
basada en la obra de teatro
de Guillaume Apollinaire
(Cortesía de Sylvain Lhermite et wiki)
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Porque la sociedad cubana nunca necesitó, pidió ni clamó por ese estremecimiento y desorden injusto y abusivo; propio de los totalitarismos; intrínsecamente destructivos de la nación y además tornado, con almas (siervos) y todo lo otro que tenia adentro como herencia dinástica, regalada a los mismos causantes del fracaso. Luego, no le quedó a los nuevos partos otra opción que hacer el copycat al carbón de la absurda algarada bolchevique rusa, china, coreana, etc. de acuerdo soplaran los vientos hegemónicos de los nuevos imperialismos rojos y sus ejecutores, los inefables guerrilleros verdeolivo.
Ello, siempre sujeto por supuesto, a ciertos indicadores en su etapa de asentamiento y reflexiones políticas que a inicios de la otra fase posterior de proyecciones realmente constitucionalista de los años 40. En el decursar de ese otro período previo al estallido de la tumultuosa II Guerra Mundial; cuyo inicio demarcó el final de los eventos sociales cubanos acontecidos a partir de la Revolución del 1933 los cuales dieron al traste con el derrocamiento por la fuerza, del gobierno fallido del también Gral. Gerardo Machado y Morales.
Este presidente en fugas junto con parte de su equipo, Gral. Fulgencio Batista y Zaldívar, ahora en esa madrugada se encontraba atenazado por sus enemigos en el Aeropuerto Militar del Campamento de Columbia,
devino figura pública a raíz de la victoria de la revolución antimachadista de
1933. Coyuntura crucial, cuando azares de su destino lo catapultaron casi de inmediato, al
ser premiado por la Pentarquía armada de entonces, con el rango militar de 'Sargento
Jefe del Ejército' (de todas las armas); cuando más tarde fue elevado al rango de "Coronel' con mando igual; pero esta vez por designación personal y expresa del entonces
Ministro de Gobernación de la Pentarquía; el destacado y popular periodista
Sergio Carbó Morera. Batista, no era el mismo oficial bisoño de arreos militares,
uniforme, gorra de plato y botas altas lustrosas de piel
de cochino; toda una indumentaria propia de los oficiales. Ni el tan brioso semental triunfador y
repleto de supuestos lances sentimentales, la mayoría atribuidos o inventados
por el cotilleo de pasillos, en las soirées
sociales o actos oficiales a finales de los años 50.
Luego, tal como sucedió con la caída del Gral. Gerardo Machado en agosto de 1933, al huir éste de Cuba en un avión trimotor alemán; ahora
en los albores de los años 60 sucedía de forma similar o igual con al derrumbe del
gobierno del Gral. Fulgencio Batista a finales de 1958. Esa noche de Año Nuevo de 1959, a éste otro y sus seguidores; les esperaban varias
aeronaves militares de fabricación americana DC-4 de servicio regular y militar
del gobierno, acondicionadas entonces como naves de pasajeros. Los unos,
soñadores, esperaban el retorno al cauce constitucional y el disfrute de la
democracia plena o de aquello del ajiaco criollo, tenido como tal.
Los sicofantes prácticos, comunistas todos, no “estaban para esas tonterías idealistas” y como buenos pícaros, hacían sus cuentas acerca del reparto del botín, tal como de manera metódica, hicieron utilizando aquel engendro armado para oficializar el despojo a diestra y siniestra, de aquel oropel de fantasmas, a manos de la reluciente "Oficina para la Recuperación de Bienes Malversados"
Los sicofantes prácticos, comunistas todos, no “estaban para esas tonterías idealistas” y como buenos pícaros, hacían sus cuentas acerca del reparto del botín, tal como de manera metódica, hicieron utilizando aquel engendro armado para oficializar el despojo a diestra y siniestra, de aquel oropel de fantasmas, a manos de la reluciente "Oficina para la Recuperación de Bienes Malversados"
La incautación y reparto de aquellos titulados "bienes malversados" no se referían a los del controvertido Presidente Batista, amigos y sus seguidores jerárquicos, sino también los de aquellos presidentes, funcionarios, familias y de todos los períodos anteriores hasta el primer gobierno constitucional
de la Cuba Republicana. Todo, porque en la jerga revolucionaria, aquellos
personajes, entidades religiosas, financieras, capitalistas, profesionales, etc.,
y personas de cierto y envidiado nivel
económico o triunfadores detentadores de riquezas, de hecho e ipso facto, no
podían ser menos que 'facinerosos, enriquecidos
con el dolor del pueblo’ Esa barrabasada de confiscación y decomiso alcanzó mas tarde al resto de los ciudadanos con cualquier recurso o aquellos que decidieron abandonar Cuba.
La monserga castrista diseminada y repetida por casi todas las medias, atrajo como moscas a cuanto malandrín, aventurero y holgazán se despertó un día con el mismo cuento, desde cada rincón e la isla, todo bajo el manto de una absoluta visión del “terror de estado” Después, les tocó el turno a los opositores, disidentes, oponentes y familiares; incluyendo el resto de los ciudadanos, es decir, el despojo patrimonial de los bienes acumulados de la Cuba completa, incluyendo cada uno de sus habitantes, sin importar el monto del sustento diario como trabajador o empleado.
La monserga castrista diseminada y repetida por casi todas las medias, atrajo como moscas a cuanto malandrín, aventurero y holgazán se despertó un día con el mismo cuento, desde cada rincón e la isla, todo bajo el manto de una absoluta visión del “terror de estado” Después, les tocó el turno a los opositores, disidentes, oponentes y familiares; incluyendo el resto de los ciudadanos, es decir, el despojo patrimonial de los bienes acumulados de la Cuba completa, incluyendo cada uno de sus habitantes, sin importar el monto del sustento diario como trabajador o empleado.
Estas agrupaciones armadas sublevadas, algunas políticas, estaban
integradas por 'irregulares' en su
conjunto, pero en lo individual y personal se sentían con el "mejor derecho" a sentarse en la
poltrona presidencial antes ocupada por Batista y sus seguidores. Otras, mal
organizadas, pertrechadas y sin una ideología afín con los intereses populares,
deambulaban hacia el mejor postor entre los guerrilleros triunfantes. Tales
grupos subversivos que ahora resultaron vencedores en la guerra civil a punto
de concluir, tras la caída de la ciudad de Santa Clara en manos de los rebeldes
castristas o lo que se declarara ser por sí mismos, se surtieron con amplitud
de los bienes creados y acumulados por los cubanos. Igual con todos los otros
puntos de almacenaje de pertrechos estratégicos a todo lo largo de la isla.
Batista se convenció de que su permanencia en Cuba, como presidente
de la nación cubana, tenía sus horas horas contadas, los guerrilleros se
disponían a cortar su pedazo del pastel cubano, todavía intacto, antes del
saqueo general y repartición de las migajas del botín a capturar. Considerar
que se trataba de la última y más rica de las ex colonias españolas, donde sus
clases más avanzadas habían acumulado bienes y riquezas por más de cuatro
siglos
Luego era de esperar que cada organización política vigilara
a sus aliados con vistas a atajar cualquier sospecha de trampas, robo o
acaparamiento, desvío, apoderamiento, etc. Una acción virtual y efímera dado
que los castristas, mancomunados con los comunistas, se convirtieron en los chefs idóneos para ‘cortar el bacalao’ En otros términos,
separadas las preciosidades de la riqueza, cultura, artes todas de la herencia
nacional; solo les faltó acumular los polvos de las migajas (de todos modos
tomadas ilegalmente de sus dueños) manteadas a los indigentes desde el cuarto
piso del Palacio Presidencial. Del botín ansiado, cada ciudadano ávido de lo
ajeno, esperó ‘su parte’ sin
distingos, pero en la incautación de bienes fue considerado todo, incluyendo
los artículos de uso personal, como si fuesen posesiones malversadas, robadas o
sustraídas de un mítico erario público y pasaron a ser propiedad del gobierno
castrista, sujetos a un simple decreto de los vencedores.
El nuevo Gobierno
Revolucionario de erigía de
facto, no de jure en “dueño único de toda la riqueza nacional,
incluyendo las posesiones personales” decían sus voceros, 'desde los
calzoncillos hasta los sostenes, pertenecen al pueblo (ellos, los revolucionarios comunistas)' Bramaban,
inconexos en medio de sus demencias ¿Qué, cuáles y a quienes se beneficiarían con esos despojos que pasarían
a ser "entregados al pueblo"? El objetivo y destino de cada uno de tales desvarios, aplicados minuciosamente a todo aquello material, espiritual, ético, moral, cívico, político, educacional o social que cayera en manos de los ávidos Hombres Nuevos resultaba la Gran
Incógnita.
¿Qué decía el “Factbook” del CIA?
Muchas
realidades que a ciertas personas (los castristas) y líderes de regímenes
izquierdistas o similares de la misma cuerda, de tiranía distópica; no desean
que otros ya embaucados por sus agentes y activistas, sepan la realidad nefasta
de sus gobiernos. Considerar que, atendiendo a los datos suministrados por la Central
Intelligence Agency (CIA) se tildan estos hechos de
controvertidos. Luego, la realidad es que las datas emitidas por ONU y otras
instituciones similares, siempre aparecen sujetas a la volitud de sus
gobiernos, so pena de perder el sustento, privilegios y sabrosuras de esa
institución. Sin embargo y es por lo que la carencia de confianza en la
legalidad de los nuevos dueños de Cuba y se advierte, que tales informaciones
ratificadas (por lo que supuestas o amañadas) no pueden ser confiables a causa
de sus inclinaciones políticas hacia cánones proto liberales e izquierdistas,
además de indudable parcialización afín a los intereses espurios del Tercer
Mundo.
Portada de la última edición del "The World Factbook" del gobierno de los EE.UU. Dirección de Inteligencia, (edición 2014-2015) |
Mientras que, por malabares de la decencia, honestidad,
honradez, frugalidad y pulcritud; el
mínimo de las virtudes humanas supuestas inherentes a unos supuestos comunistas
probos; la gerencia actual de los chicuelos tránsfugas de Fidel Castro, según
radiografías explícitas de órganos especializados, tras más de medio siglo de
bonanzas castrista (decir comunistas) el haber líquido de los actuales
mandatarios y cúpula dinástica, apuntan los entendidos, sobrepasa unos 22,510 millones de (USD)
Aclarar, solo en un grupo de entidades financieras acreedoras a las cuales los
castristas les birlaron el efectivo como marugas verdaderos. El valor de cambio
de la moneda circulante entonces (1957) era de 1.02 dólares por 1.00 peso
cubano. Es decir, que el peso cubano valía más que el dólar estadounidense.
De alguna manera, los financistas de Fidel Castro, lograron
que de la noche a la mañana, revertir la entonces favorable en favor de Cuba;
ahora por magias de tasa de cambio actual inflacionaria galopante, dictara que
es ahora de 25 pesos cubanos por 1.00 (USD), a pesar de las acusaciones falsas
de los comunistas contra los gobiernos democráticos y constitucionales que les
antecedieron. Y la pregunta obligada tiene una respuesta obligada:
Solo en la envidia a La Habana, la capital de
Cuba, puede albergar tanta maldad en destruir de la noche a la mañana, un
patrimonio de 4 siglos.
La eficiencia del comunismo: devaluó el
peso cubano en 250 veces. Una fabulosa, prestidigitación nunca vista. En 1958,
Cuba por su desarrollo su economiza, discutía con Canadá el segundo lugar entre
los países más desarrollados de América y del Mundo. Hoy, gracias a las
artimañas del birlibirloque comunista, Cuba cayó en picada (ver la Venezuela de
hoy) cayendo hasta el lugar 147, un ‘logro
tambaleante’ de los tantos que se adjudica el régimen castrista.
En el ranking
mundial, producto de la actual y devastadora mano rapiña del patrimonio castrismo,
todo ello fue acumulado en poco más de 50 años de república democrática, tras
una guerra por la independencia contra la metrópolis española y que perduró a
su vez 50 años. Un caso único en nuestro continente. Porque buena parte de las
actuales repúblicas, recibieron la independencia “sin tirarles ni un hollejo de
naranja de China a los españoles
colonialistas” Recordar que la data suministrada por los totalitarismos en
cualquiera de sus renglones, por defecto, siempre es falsificada por el régimen
imperante.
En la ONU, estas caricaturas de naciones se hacen cómplice de estupro e indolencia, dado que se hacen de la vista ‘bien gorda’ cuando se trata de la datas de los totalitarios y jamás, han denunciado esta práctica. Luego, a finales de año (1958), allá en el centro de la isla, la ciudad de Santa Clara estaba siendo asediada por fuerzas hostiles y finalmente, cayó en manos de las guerrillas activas mancomunadas en ese punto. Inicio de la hecatombe batistiana.
En la ONU, estas caricaturas de naciones se hacen cómplice de estupro e indolencia, dado que se hacen de la vista ‘bien gorda’ cuando se trata de la datas de los totalitarios y jamás, han denunciado esta práctica. Luego, a finales de año (1958), allá en el centro de la isla, la ciudad de Santa Clara estaba siendo asediada por fuerzas hostiles y finalmente, cayó en manos de las guerrillas activas mancomunadas en ese punto. Inicio de la hecatombe batistiana.
Los comunistas del Partido Socialista Popular (PSP) bien conocidos en aquella época, hizo
presencia anodina en “Las Villas” (Santa Clara) sin que aparecieran récords de
combates en contra de las fuerzas gubernamentales, aducían ellos, “cuidando de sus cuadros (los dirigentes)
como de la niña de sus ojos” En Las
Villas otros sectores autóctonos convergieron unidad con columnas guerrilleras provenientes desde la Sierra Maestra en la
provincia de Oriente; se unieron a las que ya operaban en el macizo central
montañoso de la Sierra del Escambray, cuyos efectivos que desde ha, ya
combatían a las fuerzas terrestres del gobierno batistiano en esa provincia.
Este Coronel de Inteligencia, era
un experimentado cuadro militar, entrenado en los EE.UU; el cual bajo aquellas
circunstancias excepcionales, sustituyó al Gral. Manuel A. Ugalde Carrillo en
el cargo, desde la noche anterior al desenlace de la fuga, por un telefonema de
confirmación del propio Presidente Batista. Ahora, el oficial esperaba paciente
al resto de las figuras gubernamentales de mayor prominencia que ya arribaban,
a la pista. El desenvolvimiento del evento era conocido por el Coronel por
medio de la radio interconectada entre el aeropuerto militar y la comandancia,
en los bajos de la Torre de Control Aéreo, desde donde se dirigía la
evacuación.
Un parte de los fugitivos, ya
montados en los otros aviones, los suyos propios o los pertenecientes a familiares
y amigos impelidos como ellos a esa onerosa huida en medio de la noche, los más
impacientes del bloque comprometido esperaban la orden del despegue final. Por
recomendaciones del Cap. Mariano Faget y Díaz, los aviones principales de la
comitiva presidencial despegarían en conjunto hacia rumbos distintos, en aras
de confundir al enemigo sobre la identidad de los pasajeros y el destino de los
mismos.
¡Chilla, chilla!,
walkie-talkie
Es
que todo el endrungue le sucedía a los fugitivos en medio de la neblina densa
–ya casi abrazo gélido del relente hacia el final vespertino-, jadeos y temblor
interior provocado por el seísmo
homicida en ciernes sobre los evadidos. Uno de sus ayudantes, con su
acostumbrada diligencia, se acercó al jefe del dispositivo; le saludó marcial y
le entregó un walkie-talkie. Cuando
el oficial tomó el aparato escuchó por el auricular la voz del operador
proveniente desde una radio microondas móvil, la misma que desde días antes fue
activada en los patios del Estado Mayor. Faget activó el canal de contesta y sin
tiempo a contestar, pero volvió a escuchar de inmediato la voz del operador quien
le instó a esperar por la voz del oficial llamador. La misma que instantes después,
de quien le inquiría desde el otro extremo.
— ¿Mariano? —inquirió la voz rasposa, muy familiar,
que parecía perderse en la lejanía de aquel final inconcebible por los
partidarios de gobierno, ahora en desgracia.
—Sí, mi general. Y a la orden
—asintió el coronel.
—Coronel, todo “en verde” y "El Hombre” (el
Presidente) pronto ira
en
camino. ¿Está claro, Coronel? —inquirió Cantillo con firmeza, con la voz
cargada de emoción ante la impotencia de sus fuerzas militares que se
desmoronaban, frente a las bandas guerrilleras, como merengues en la puerta de
un colegio.
—Rights, señor general —asintió Mariano.
—Escúchame bien, Coronel —le
recalcó Cantillo, en su tono más convincente—. El estado Mayor concluyó que
solo tú,
eras el hombre idóneo para esta operación de repliegue. Así le prometí al
Presidente. Todos quedamos en tus manos y en la de tus hombres. Y, ¡fuego a la lata, coño, hasta que suelte el
fondo! —exclamó finalmente Cantillo, sobreexcitado, desde el otro extremo de
la línea.
Se trataba de uno de los
dicharachos preferidos por los oficiales gubernamentales cubanos que combatían
a las bandas guerrilleras. Los oficiales, especialmente aquellos involucrados
en operaciones en el frente de combate,
poroso y ondulante, lo empleaban incesantemente para arengar a la tropa. En
especial a los soldados bisoños, apodados "casquitos"
—Seguro y siempre. ¡A la orden, mi
general! —exclamó Mariano conmovido y en voz alta para que los otros oficiales
y soldados que le circundaban, escucharan la gravedad del momento
En ese instante crucial, quien hablaba con el Coronel era era, el Gral.
Eulogio Cantillo Porras, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas
de Cuba.
Nada más embarazoso al Coronel, quien maquinalmente hizo un
el saludo militar en seco, cuando vio que los subalternos le observaban. Pero
se compuso de inmediato, y se sintió, incómodo, al ver que su primer ayudante
le observaba por su muestra de disciplina. No quería ser tomado como servil.
—Señor, ¿puedo ayudarle? —preguntó
el oficial, turbado aun y con una expresión de incertidumbre, nada parecida a
los que él se había imaginado.
—No, teniente, gracias a Dios todo
anda bien, muy bien. Es que cargamos con una responsabilidad muy grande. Más
allá de nuestras posibilidades militares. Porque "timbales" hay de sobra para rato. ¿No?
El Coronel estaba dispuesto por el
Alto Mando del Ejército para continuar recibiendo a los fugitivos, con el
máximo de consideraciones. Su posición, ante los opositores, no era igual a la
del Corl. Orlando Heleno Piedra Negueruela, jefe del Bureau de Investigaciones.
Piedra estaba acusado de maltrato y asesinato de opositores. Entre ellos, el
del líder opositor y ex senador de la república Pelayo Cuervo Navarro, como
represalia a raíz del asalto al Palacio Presidencial por comandos, casi todos estudiantiles,
integrantes del Directorio Estudiantil Universitario (DEU) Sin embargo, algunos
cronistas y estudiosos aducen que los conjurados de todas las tendencias
opositoras achacaban al gobierno la “limpiezas interior” de sus cuadros,
disidentes y traidores. Nada de extrañar si atendemos la historia macabra de
los sistemas comunistas, fascistas, etc. Es decir, “la culpa es de las
víctimas, no de los victimarios”
Ojos
alejandrinos,… quizás en el primer círculo
El
Coronel Faget, también Jefe del SIM (Servicio de Inteligencia Militar) hablaba
con tono quedo, de suavidad amable. Cualquiera lo habría supuesto rudo, porque
se trataba de un militar y experimentado experto en Inteligencia y
Contrainteligencia Militar, adjunto al primer círculo de protección del
Presidente. Este, era un verdadero héroe entre sus iguales y para muchos
cubanos de su generación, incluyendo líderes anticomunistas latinoamericanos y
también Presidentes de naciones. A éste militar, todos le conocían
perfectamente encajable dentro del grupo de colaboradores cercanos al Presidente
Batista y de ser enemigo de mayor recelo, por parte de los opositores
violentos, que le temían por su inexorabilidad en defensa de la presidencia,
además de ser un anticomunista probado. Algo, que buena parte de los opositores
demócratas no entendían, puesto que echaban en el mismo saco a quienes
defienden ciertos privilegios; los mismos; a los cuales aspiraban disfrutar los
contestatarios actuales al gobierno batistiano, tal lo demostró después la
historia y los que actuaban de acuerdo a su juramento de fidelidad al poder
constituido.
El oficial, esperaba a los autos del gobierno y también los
particulares y sus pasajeros con los brazos en jarras (la actitud de quien,
estimaban sus envidiosos, se las daba de ser un "militar hasta los tuétanos"), protegidos por un escuadrón de
oficiales jóvenes, armados hasta los dientes. En especial, galopaban con las
novedosas metralletas Uzi (9 mm),
israelíes (todavía experimentales, obtenidas mediante un judío con conexiones
en las armerías floridenses; pistolas belgas Browning (parabellum), todas armas cortas de 9 mm, entre otras armas de
combate, de calibres todavía inusuales entre los oficiales de las Fuerzas Armadas cubanas.
Sucede que este oficial de alto
rango y mayores responsabilidades, quien se las gastaba de ser un ente
solitario; era quizás el más apto y sereno en la óptica presidencial; para
desplegar la logística de protección en momentos tan excepcionales, tal corrían
ahora en medio de aquella madrugada. El dispositivo de defensa incluía armadas
y listas, un par de bazookas M1A1 (60 mm) con su parque ambulante, guardadas en
los maleteros de los carros celulares, listas para ser desplegadas.
Este coronel, se había convertido en el anfitrión idóneo
escogido por su profesionalismo frío y de una eficacia aterradora, capaz de
afrontar situaciones tan excepcionales como el desvió de la sociedad
gubernamental hacia ese vericueto laberíntico, el exilio. Una tarde anterior,
dos días antes, preocupada por los rumores entre las esposas de los oficiales y
de algunos altos funcionarios del régimen, la suya propia le preguntó, cuando
permanecían aún en su casona del barrio de “Buen
Retiro”, en el municipio de Marianao, a un “tiro de piedra de Columbia”
—Mariano, ¿es tan grave la
situación?
—Sí, amor, esto se acaba. Debemos rehacer
las maletas y llevarnos lo indispensable, no lo que teníamos supuesto, y ya. No esperar por un milagro que nunca
sucederá.
— ¿Y los niños?
—Por supuesto que se van también,
para los Estados Unidos. Esto, terminó para siempre. Lo que viene sobre Cuba,
apréndetelo de memoria, es “mucho con
demasia’o"
Mariano Jr. ("Marianito"), el primogénito, abrió
los ojos claros y se arregló la gorra del equipo beisbolero del club “Almendares” azorado sobre lo que no
entendía pero que de alguna forma observó expectación en la expresión de la
madre. El coronel, se encontraba dispuesto para catalizar la orientación de los
prófugos civiles y militares, hacia las aeronaves ya activadas y recalentadas
en las pistas, pero con los motores en baja (ralentí). También, porque este hombre era otro de los militares de
carrera más temido por los facciosos, en especial los comunistas. Mariano, el
padre, se trataba del Coronel Mariano Faget Díaz 2, a la vez, Jefe del Bureau de
Represión de Actividades Comunistas (BRAC), al cual los
comunistas, en especial los de la vieja
guardia, le colgaron después atrocidades y otros eventos, al parecer, sin
evidencias de que hayan sucedido.
Este, era quien debía constatar que los autos arribados
vaciaran su abigarrada carga y que todo marchara en orden, considerando la
premura del tiempo disponible. Faget, aguardaba las oleadas de fugitivos
esperanzados en que cada cual de los autorizados a abordar los aviones, según
las órdenes del Presidente Batista, encontrara un puesto en el albur de
arranque de acuerdo a su rango y categoría. Porque las adorables mascotas de
las damas, con moquillo tempranero, se quedarían en tierra, les había advertido
el Presidente. Quien, ya él mismo había sacrificado sus dos Dóbermann originales de figuras y
fiereza imponentes, traídos desde la “Selva
Negra” (Schwarzwald) de
Baden-Baden, Alemania. El Presidente no soportaría que los canes fueran a parar
a manos guerrilleras.
El Coronel sabía que lo único
importante para esas personas, era poner espacio entre ellos y los sediciosos
de la oposición violenta —los mau-mau, tal les decían entre la
tropa de combate—, ya conformados en partidas urbanas punitivas nutridas con apparatchiks en función de comisarios
políticos. Estas tropas punitivas, iban provistas de todos los poderes verbales
(que nunca dejan rastro) para la búsqueda, captura —y en ciertos casos
ajusticiamiento marcial sin corte, in
situ—, de aquellas figuras connotadas, componentes de una lista
interminable elaborada personalmente por los Castro y otros de su entera
confianza.
En la misma, aparecían líderes políticos, sociales, obreros,
militares, religioso, periodistas y sus simpatizantes; los de mayor
significación y a los cuales “en aras de
los altos fines de la revolución, había que modificarles la salud, de cualquier
manera y bajo cualquier pretexto" Los Castro habían sido tácitos al
dirigirse personalmente a los responsables provinciales conjurados, de los que
después conformaron los “grupos de exterminio” 3 A sus sicarios les
advirtieron,
—Ante las dudas, disparen y nada de
piedad con los enemigos. Fusilen y después hacemos las preguntas. Es la Ley de
la Sierra Maestra. Si es necesario, un tiro en la nuca, donde el cerebelo.
Porque cuando se genere la señal de dolor, ya el sujeto estará muerto. Así
dijeron los alemanes que era lo menos doloroso para limpiar Alemania de los
judíos, cuando, según sus hobbies no
los gasificaban y quemaban. Comprenderán que nosotros somos "humanistas" y no
podemos caer en esos extremos. A nuestros enemigos, los eliminamos y los
enviamos a la ya “socializada”, santa sepultura. ¡Aaa…men!
Estos grupos irregulares armados
por los castristas, dispusieron de carta blanca para sus actividades punitivas.
En esencia, aunque sin ninguna organización ni estructura interna de mandos,
eran turbas cuyos objetivos se asemejaban a las "Unidades de Asalto" del Partido Nazi, la archi conocidas Sturmabteilung
(los "camisas pardas") en la represión de los burgueses, religiosos,
homosexuales, etc. Ello era así, puesto que los "otros" serían
simples cucarachas burguesas a las que se debían eliminar a cualquier costo y
de manera expedita, extrajudicialmente. Con tal proceder, se obviaban los
peligrosos inconvenientes y demoras ante los tribunales; por medio de juicios
públicos formales tal indicaban las leyes, de las cuales los castristas
alardeaban y se afanaban en anular.
Las hordas de comandos urbanos, ya desenfundaron sus armas
adquiridas en cada rincón de las ciudades, pueblos y zonas campesinas, prestos
a limpiar el país de los restos del agua pesada que les representarían las
viejas instituciones gubernamentales sustentadoras del ancien régime. Los tres
poderes, legislativo, judicial y ejecutivo, se barrerían sin la menor
contemplación. El plan inicial y definitivo: terminar con todas las instituciones.
Se incluirían los institutos armados, la prensa televisiva,
radial o escrita y a los medios libres se les aplastaría bajo pretextos,
destruidos o confiscados por el nouveau régime. De este modo expedito, Cuba se
convertiría en una sociedad fuera de la ley y su régimen dispondría del pase de
abordo, para sumergirse en el pavor subyugante del mundillo comunista.
De inmediato, comenzaría la
transformación del país cubano hacia un totalitarismo deshumanizado. Todos los
ciudadanos, incluyendo personas adineradas de las clases medianas y altas
andaban esa noche desesperadas y confundidas, por saberse lanzadas hacia un
destino incierto. Algo que ya sabían de antemano al escrutar los ejemplos de la
URSS y el desbalance social impuesto por los bolcheviques en la Europa del
Este, desde la pos guerra (II Guerra
Mundial), sólo una parte de la gente de “a pie” percibió la naturaleza real de aquello que se les
sobrevendría.
La ventanilla del pasajero más prominente
Ya
supuesto finalizado el arribo de los fugitivos, Faget se dirigió hacia el carro
apartado del resto de los vehículos recién llegados, —un Cadillac tipo
limusina, blindado, también "Cola de
Pato" y de color negro—, aparcado en medio de las sombras y a la vera
del edificio de la torre de control de vuelos. En dos Chevrolets modelo “Bel Air”, del 1958, con los colores
oficiales crema y blanco de los Servicios de
Inteligencia Militar (SIM) donde le esperaba el team de asalto que integraba la guardia personal del mandatario. Esta
mini tropa era la encargada de la custodiaba presidencial, dispuesta en un
dispositivo circular. Aquella élite de gards
du corps, era estimada como la de mayor fiereza y lealtad al Presidente
Batista. Un lejano tintineo metálico, a veces con un fondo sonoro de
detonaciones apagadas y cláxones traídos por la brisa temprana, se percibía
proveniente de cada punto de la ciudad circundante. Además de algunos que otros
fuegos artificiales y cohetes voladores
detonantes, tardíos, de quienes no se habían enterado de que el Presidente, ya
no estaba en casa. Eran expresiones de júbilo de simpatizantes del gobierno,
ajenos al drama gestado en el Campamento de Columbia, pero que daban
espectáculo al cielo.
Se trataba de una actividad festiva prohibida, por bordear
imágenes terroristas, pero a la que ningún oficial se atrevería a cerrarle las
puertas, atenidos a los rumores tremendos que circulaban. La ventanilla derecha
trasera del pasajero descendió con lentitud. Desde el interior, el Presidente
Batista, último mandatario de la era republicana; atinó hacerle a Faget un
gesto para que se acercara y le susurró algunas palabras.
—Mariano, ¿cómo tú ves la cosa? —le
inquirió Batista, sin gota de desaliento.
—Señor Presidente, ¿puedo serle
franco?
—Claro, hombre. Seguro que puedes, y
ahora, más que nunca.
—La cosa esta, “color de hormigas” Esto se jodió de
manera absoluta e irremediable, señor Presidente —acertó decir el Coronel—.
Usted se va ahora y le sugiero que no
deje embarcarse con que alguien le susurre al oído, sobre un retorno. Esto, se
acabó. ¿Usted me entiende, mi general?
—Mariano, ¿y tú, tus hombres y las
familias de todos Ustedes, tan fieles, qué?
—Señor Presidente, esa bronca es
mía. Yo, personalmente, cuidaré de su seguridad. Ya tengo dispuesto los medios
de su evacuación, incluyendo sus familiares —aseguró Faget, tácito.
Batista le saludó emocionado, con
un brillo fugas en sus ojos achinados. Faget hizo un gesto de asentimiento y le
devolvió un saludo militar. Era la señal para que los funcionarios y familiares
allegados al mandatario, seleccionados entre los más destacados —extrañamente, excepto el Vicepresidente de
la República, el cual nunca logro ser avisado de la estampida— abordaran el
DC-54 Ejecutivo, nombrado, “el
Guáimaro", quizás rememorando la Constitución del mismo
nombre , que rigió la República en Armas
del Ejército Libertador contra los colonialistas españoles.
Esta era una aeronave acondicionada idéntica al "Bataan", la cual condujo al
Gral. Douglas MacArthur en 1945 4; en su histórico vuelo sin escolta hasta el
aeropuerto de Atsugui en Yokohama, para concluir la rendición del Shōwa (Emperador) japonés, el emperador
Hirió-Hitó y su inmenso ejército imperial, todavía intacto. El mismo ejército
que el Emperador estimó una vez imbatible, hasta que el general norteamericano
y su corncob pipe (pipa de maíz), les
demostraron lo contrario al emperador japonés, derrotándolo ignominiosamente.
Y también, el gesto de Faget era
para que el resto de los pasajeros corriera hacia los otros aviones, ya
ronroneantes de manera ensordecedora a todo gas. De los equipajes de mano, algunos
iban atiborrados con valores, joyas y dinero cash en dólares, francos y libras inglesas que, acumuladas de manera provisoria y lograron rescatar. Aquellas alforjas, en ese momento
constituían los bienes más preciados por los fugitivos. Otras aeronaves ligeras
personales, multi plazas, pertenecientes a los más precavidos de que aquella
guerra civil terminaría como "la
fiesta del Guatao"; concluían el abasto de combustible, reventadas de
pasajeros azorados —los de bajo pelambre—, o rodaban enloquecidas pidiendo
pista para el despegue.
La saga continua,
© Lionel Lejardi.
Enero, 2012
lejardil@bellsouth.net
Legacy Press
Addendum
1 (En construcción)
Serás
bienvenido a mis blogs alternos
EDC-5582/Pag,
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