..No existe el “Enemigo
Pequeño”
ii/ii
Se cumplen 58 años de dictadura comunista en Cuba
Un disidente, para 'ellos' es un “ex” de algo
que despierta recelos. Cada
Humano conlleva en sí un disidente
¿Y qué con eso, si Cristo era
un judío nazareno que aceptó
la existencia del Talmud, la Torá
y el Antiguo Testamento ?
Lionel Lejardi
“Un Asunto Cubano”
Heurística conceptual de la Libertad
Oposicionistas y Disidentes, mártires o abnegados
Sucedió a tenor del alboroto por el desmonte de la jaca republicana en Cuba, en enero de 1959, hito de la malatesta comunista contra plácemes de la ‘Heurística conceptual de la Libertad’ en términos de la poeta judía Emma Lázarus. Es incontrovertible el estrago del republicanismo de EE.UU. al aterrizar en predios de la granja castrista, además de
coronarse totalmente inexpugnable ante los ataques de la reacción izquierdista. Por cierto, una retorta de alquimias démodé cuyos ideólogos andan 'loquitos' por ser, oler, parecerse
y ser aceptados (una solicitud de simple obra de caridad o dádiva en manos republicanas) entre el abanico selecto
de los eternos Altos Principios Morales y Éticos (buenas costumbres) disponibles para cada sociedad. Cierto es que tales categorías despliegan interrogantes y suelen ser perturbadoras al paladar exiguo de la izquierda, con todas sus posibilidades y ventajas, la cual por antonomasias
es de facto liberal y violenta, acciones demostradas fehacientes en las revueltas llevadas a cabo tras la elección del Presidente Donald J. Trump. No
debe ser sorpresa que los liberales e izquierdistas norteamericanos, adictos
consuetudinarios al vagabundeo en sandalias y sin pelambre de entretelas, nos
den la impresión de simples discordantes de las prácticas democráticas.
Pensemos por un instante en la nacionalidad ilota (multiétnica o melting pot) de Cristo (el
“Azul”) raíz de su nuevo verbo tildado de parabólico. También eso, porque los imperios se sucedían y así las lenguas locales desde los inicios de
los tiempo y Él, siempre ungido de transparencias e impoluteces, continuó su vida terrenal a lo manso y multifacial, escudo impasible ante
cualquier agravio de mano o boca. Algo diferente a cómo observar la vida
cotidiana dentro de los principios básicos y generales del judeo-cristianismo, aunque el hebreo
de entonces no fuera su lengua natal. Es que Cristo entendía y hablaba en arameo, la lengua más común en la
Palestina (hoy, lengua muerta) una de
las tantas o sus dialectos semíticos de toda la cuenca mediterránea del Medio
Oriente. Hoy hablada también en regiones de unos 10 países actuales.
"Duendecillos" Francisco de Goya (Caprichos 1799) Cortesía, Museo del Prado, Madrid y wiki |
Pero volviendo a la temática cubana actual, ello se dice al margen del tiempo real; considerando dos bloques en gestación, la Disidencia y la Oposición. Ambas, decantaciones naturales de un seudo país casi en extinción, cuyos valores de libertad y soberanía resultaron asesinados con la daga borgiana del “internacionalismo” Una seudo doctrina maléfica, atea y apátrida, enquistada en el salcocho de política hórridas del liberalismo de cocoteros y platanales; el cual por sus naturaleza filosófica e ideológica, considera las democracias vinculadas desde y en sus respectivos estados evolutivos en los que para los tacos de opacidad de sus mentores, resultan inconvenientes en niveles insoportables para el patriotismo norteamericano original. Ellos, constituyen y son la inhiesta polución madrugadora de cada banco neblinoso, por desgracia nacional, proveniente del pantano.
Ambas interactúan, como actitudes políticas fieles
y verdaderas corrientes, contrarias a la filosofía marxista-leninista y su
parcela introductora e infértil del comunismo anonadante, una doctrina sociopática divulgada
por Karl Marx montado en parihuelas de sus fans.
Unos ansiosos que, como este filósofo resultó ser uno de los tantos auspiciadores
de la neuroimagen distorsionada del comportamiento de un humano en perspectiva
(el titulado Hombre Nuevo) un ser nemético
(Rhamnous) También dentro del mundo
de las ideas turbias, reflexionemos que a tenor de la idea forzada de la contemporaneidad
de nuestro mundo actual, las vinculaciones en otros tiempos de antagonismos
étnicos, clasistas, ancestrales o religiosos entre denominaciones católicas,
protestantes, judías, islamitas, taoístas, hinduistas, budistas, ateas, zulúes
y nigerianas, etc., fueron el quehacer de la pasta a hornear por la
intolerancia humana. Residuos de las cuales, asolan a los países atrasados y
atrapados devastados por los totalitarismos tribales pululantes a todo lo largo
y ancho del mundillo tercermundista.
Después, no fueron extrañas las divergencias entre las grandes hegemonías antagónicas en lo ideológico, filosófico, económico y los novísimos conceptos de "Derechos Humanos", durante las post I y II Guerras Mundiales. Tales fueron los destellos de encuentros entre democracia y totalitarismo, convergentes en La Habana, Cuba a mediados de julio de 2015; durante la pretendida visita honesta y conciliadora de nuestro Presidente, Barack Hussein Obama II y los mandatarios cubanos, los hermanos Castro. Cuyos resultados, por un quid pro quo monoraíl de Norte a Sur muy lamentable, sin una vía alternativa de retorno recíproco.
La Disidencia y la Oposición en Cuba, ya en sus etapas de maduración plena, tienen
puntos en común aunque les separa diferencias en los períodos de maceración
propia. Al igual que sucede con los vinos, a los disidentes virtuales
(ex-simpatizantes de ciertas etapas de confusión de ciudadanos cultos
desinformados, como intelectuales, profesionales y otros pensantes atrapados en
telarañas del miedo político animaloide) o los activistas reales (militantes
demócratas) requieren ipso facto de sendos auto auto añejamientos dosificados
en bocoyes à la carte de la democracia tradicional. La Oposición ciudadana en
Cuba y en otras tierras aherrojadas por la telúrica
apocalypto, emana aullido natural de
esta naturaleza intrínseca y propia del humano atribulado por su falta de
libertad. Ello, mientras ama la democracia tal maná bíblico original, no de
desengaños o decepciones inesperadas por cualquier forma de idealismo
atropellado por tiranos.
A los
totalitarismos no les conviene ni interesa establecer distinciones entre sus
críticos inconformes, por su carencia de tiempo inherente y por rehacerse una
otra vez los pretextos de sus fracasos y disparates políticos y sociales, considerados
demenciales bajo cualquier enfoque psiquiátrico de naturaleza endémica. Por
ello les acomoda aglutinar a sus adversarios, indiferentes, opositores y
disidentes; bajo una sola denominación masticable en intramuros y en especial
extramuros, ora opositores elípticos
(decir, no existentes) o disidentes (decir,
niños supra malcriados) Con ello se obvian las inconveniencias
del régimen al brindar extramuros, por ejemplo, el ficticio respeto a los
derechos humanos.
Decir en la parafernalia de
odas finales encargada por dichas chaturas
de regímenes a desarrollar por colimando los “mingos” que la pléyade doblada de intelectuales (Intelligenza Zurda) represora y repleta
de cantautores, bates, escritores, alucinados oníricos y otras rarezas, deben
desprestigiar. Es la estrategia oficialista para justificar su represión y
mantener embobecidos a sus adeptos todos, incluyendo a los indiferentes (indolentes
y aterrados pasivos) bajo la represión del mismo lema atroz del: ‘¡tentetieso cabrón, que te partimos los
cojon…!’
Nos estupefacta el desinterés
del opresor en particular, al no entender por algunos analistas (en especial
los voceros de la dogmática marxista) que la Disidencia
es simplemente la materia prima de la cruda democrática (divergente, cismática,
discordante, contestataria, dubitativa, etc.; sin embargo todas pacíficas) como
antesala de una Oposición fuerte y directa,
ya homogeneizada y desprovista del miedo. El punto es válido, cuando entendemos
que un disidente activo por lo general, en el ámbito distorsionador de los
totalitarismos marxistas, es ‘un ex (algo)’
por militancia o idea, revertido a plenitud en el caudal democrático. En cualquier
caso o sea, uno de ellos, otro
caporegímen de la mafia (ideológica y de hecho)
En estos casos, se trataría de un
ex militante comunista, fascista, totalitario, populista, simpatizante, amigo
de viaje, seguidor, iluso, soñador utópico, fanático, hincha, adorador o como quiera llamársele; distanciado de las filas
militantes agresivas y el ámbito contaminante y deletéreo, auto desencantado o
convencido de la artimaña ideológica que les hizo correr por sus neuronas, el
amable el comisario del “tentetieso”, en este caso, marxista.
En el caso
del militante activo, la pesadilla es alucinante y aterradora para el cuerpo
del ente totalitario; dado que este axioma del sentido común se torna un cuerpo
extraño punible de ser eliminado a toda costa por el órgano rector; esa
asociación delictiva conocida entre sus afiliados como “el Partido
Comunista de Cuba” decir, el único permisible. Es que los
temores de la retorta troqueladora, donde se cuecen los “Hombres
Nuevos” en calidad de clavos futuros con los cuales crucificarán
la siguiente generación de atrapados en la Cuba castristas. Porque en esencia
de la furia contra disidentes y oposicionistas, a los fines de preservar el
secretismo de la horda (familia calabresa) y en aras de reverdecer y laxar el
código de la Omerta. Resulta que el disidente
per se se desprende como un ion
interior (partícula o electrón libre, altamente inestable y muy peligroso para
el cuerpo original de la órbita represiva-ofensiva; adornado a la fuerza
(generalmente rechazado por el candidato) con todos los poderes, conocimientos,
artimañas sinvergüenzadas y otras linduras del parque herramental educativo a conculcar ipso facto por los totalitarismos a sus párvulos,
por lo general constituyentes de la masa de ignorantes adornados de mentes e
inertes.
Luego, en la entraña totalitaria, un “disidente” casi siempre fue
‘un militante o simpatizante real o virtual ideológico, capturado por unos
ciertos fans ideales (rancheadores al descuido) de la leva élite para integrar sus filas también
supuestas “élites” (decir, uno de ellos),
el cual como buen miserable, renunció a su cuota especial extra de arroz n’na pasado al enemigo con toda la
información, por estar desencantado absolutamente con las falacias del régimen,
el que sea. De ahí es la maña totalitaria de endurecen al máximo el terror a
implantar sobre los disidentes, familiares y amigos oteados en los sepulcros blanqueados de sus
alrededores, a los fines de eliminarlos.
Un "opositor" por su parte, es un
testigo exterior séptico teóricamente y sin control oficialista, generalmente
incorporado con todos sus metales democráticos al conflicto, antes, durante o
después de la marcha impositiva de la ciudadanía toda; sin matules pero con una
estaca lista para ejecutar comandos represivos contra la ciudadanía inerme, según
ordene la Dictadura del Proletariado.
El opositor, idealmente, es un
testigo no contaminado por los dogmas o el terrorismo de estado el cual
confronta al régimen de manera directa. El disidente,
es un alma completamente vulnerable a ser colimada, a los fines de ser castigada
al máximo rigor de las premuras totalitarias, a fin de dar el ejemplo a los
otros herejes en ciernes. Es ahí por donde se desatan las corrientes violentas
cundidas de perversidades del Partido.
Conversaciones EE.UU-Cuba
Tal como ha sucedido en las conversaciones entre los EE.UU.
y Cuba a los fines de explorar la posible normalización; en alguna medida; de las
ya faraónicas por su obsolescencia; relaciones diplomáticas, consulares y comerciales;
obviando las políticas castristas ante la presencia de opositores
y disidentes sépticos, claman aterrados con
omnisciencia y soberbias obsesivas:
—'No tenemos nada que discutir con esos traidores. Porque
quienes nos critiquen, atacan a la patria; definida y encarnada en nosotros
mismos y nadie más, los comunistas, sus salvaguardas. Luego, la patria no es de
todos, tal reclaman nuestros opositores, sino nuestra, la de los comunistas.
¡Exclusivamente!
Tales
arpegios de mimetismos risibles, son aquellos que los pajes solícitos profieren
a boca plena y aderezada con los acostumbrados vocablos de idioms corporales; por lo general sincréticos; para consumo de las
galerías dialogantes y claqués siempre convenientes de acólitos y megáfonos
merodeantes por intra y extramuros. La semántica de Oposición-Disidencia no admite divergencias conceptuales
con los objetivos puros de ambos movimientos; los cuales se van fusionando en
un todo; el cual algunos pro castristas
pretenden vociferar para mantenerlos sin éxitos, en un mítico corral rojo de
adversarios. Piensan ellos, los castristas,
que se trata de enemigos entre sí susceptibles de ser reciclados hacia la
ideología madre, ellos, después que se disculpen. Pero estos comisarios de la
bobera bolchevique se equivocan y
peor, no han entendido que disidentes y opositores propenden hacia una victoria
democrática común. El susto de los Castro devino en serio, después de la
inesperada reacción de los cubanos de intra y extramuros, conjugada con el
vuelco de la opinión pública y de las partes en conflictos de las dos orillas,
contra lo recogido y proyectado en las mesas de negociaciones Cuba-EE.UU.
Vale
recordar que cuando se trata de avalar totalitarismos de genética providencial, hecho solamente entendible como maromas en
bicicleta; tales entidades de torceduras prepotentes y prosapias lúgubres de sus
personajes, eluden la vista; porque todos se escapan con la bola zurda y ponen
la mirada en las nubes, las que se deslizan al Norte de la Isla de Cuba. Tal,
si la tragedia cubana no fuera culpa ellos. Los simpatizantes del régimen
castrista, exuberantes dentro de sus propias contradicciones y falacias, no
pueden resistir las ojerizas e interrogantes de los otros, los líderes decentes
de los ya países libres, que parecen preguntarles a ese colchón de larvas
enervadas dentro de sus crisálidas,
—'Si el 'coco' yankee ya se marchó, ¿cuál es tu pretexto para no democratizar
Cuba?
Lo curioso
es que los tumbes del Eje Apocalypto (ALBA)
denotan seres que se desprecian entre sí. Colgados del Familión Común de
inútiles ensartados todos en el ombligo consensual amniótico de alguna
"Maria la O" Quizás y si al menos si fueran algo agradecidos, los 'vaquetetumbos' rendirían culto pre
póstumo, a algunos de los otroros Maestros
Cantores “héroes gerontocráticos" antiguos, los Castro, ahora
suspirando almas liliputienses al estilo tolstoyano. Estos mensajeros sin
mensajes, se ufanan en aparentar lo que no son, 'gente de clase', sin entender que los taparrabos se les deslizan
por debajo de las levitas. Es la eterna lid entre los de clase, contra los
momios sedosos, aunque se disfracen con fraques.
También en calidad de unos Ich,
(Sólo yo, del film argentino "Un
Pérez cualquiera") ante todo. Ninguno desea parecerse o que lo
comparen con el otro de la riada marxista de los "7 Samuráis" sentados
en el sofá de los ronis burocráticos
desempleados por sus fracasos. Ese otro Ángel de la Guardia bobalicón, que
tienen posado a su lado o frente a la hoguera castrista en extinción, con olor
a poncho y calzado con guarachas. Es el caso de los marxistas del Siglo XXI,
obnubilados con sus zorreras inigualables. Ver que en esencia, semejan una
ringlera de cangrejos egoístas, exactamente iguales a aquellos crustáceos del
cuento filosofal, atrapados dentro de un cubo de ordeño, alto y de boca ancha,
pero de bordes inalcanzables.
Los unos
vigilan a los otros y no descansan porque son entes sin párpados, insomnes. Es
que todos saben también, que ninguno dejará que el otro acercarse al borde y
escape de la armadija. Es la esencia y herencia de los regímenes totalitarios
que por naturaleza, les adorna aquello de los 'cangrejos populistas' Es que los totalitarios, obnubilados de
soberbias y omnisciencias, no acaban de entender la validez de la vieja máxima
que advierte:
'No existen opositores,
disidentes ni enemigos pequeños'
Fin de la
saga.
© Lionel Lejardi. Julio 20, 2016
lejardil@bellsouth.net
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