miércoles, 19 de junio de 2019

2 ¿Espías en Miami? ¿Dónde, dónde? -rugió el negro enfurecido ii/ii

 2 ¿Espías en Miami? ¿Dónde, dónde? -rugió el negro enfurecido
ii/ii
 Se cumplen 60 años de dictadura comunista en Cuba

“In den Wohnungen des Todes”
(En las moradas de la muerte)
“¿Quién vació la arena de vuestros zapatos
Cuando debíais levantaros de la muerte?”
Nelly Sachs (Berlín, 1946) (a)

"Un Asunto Americano" 
(Ficción política acerca de hechos reales)

Zorrerías de otra Odd Couple, demodé
Parece cierto el proverbio que dice: “Dios los cría y el Diablo los junta” Porque se trata de unos tales Golems; académicos ellos, por desgracia inconexos entre sus destinos. Aunque tal vez embadurnados con  algún tipo ‘Ékue’ ambarino del besevilló. Y considerando la gravedad y vergüenza de una probable y más tarde efectiva condena, por ‘traición a la patria’ Tal entendida, en calidad de confesión de haber actuado en función espías de un país, Cuba, declarada muto proprio, enemiga de los EE.UU.  Ello, dado lo inevitable de una suspicacia ante una Justicia algo original. Aunque en ocasiones, muy raras por cierto, aparentara estar sin lienzo sobre los ojos. Luego, a fin de entender algo del meollo, causas y origen de la traición, todo el intríngulis advierte de la confusión que afecta a cada enemigo interno o externo de los EE.UU. Mejor, hagamos un genuino círculo de tiza caucasiano, al estilo de Brecht, apto para el aterrizaje forzoso en prisión de unas kalingas brumosas estas, de hogaño. Porque esa otra couple de antaño fue convicta, confesa y condenada por iguales delitos y luego; barridas por el FBI a purgar años de prisión por sus culpas in fraganti. Sería normal que sus capullos florecieran a orillas de ríos o lagos apacibles, donde el agua corre límpida y ausente de  alimañas. Sucedió que estas flores, eugenésicas como tales, no desean ser sino bardas traidoras impregnadas de aromas exóticos y relicarios espinosos. Porque son mutaciones genéticas de su DNA deshumanizadas y tornadas en otros entes raros. Quizás homínidos bivalvos,  insensibles a todo lo humano que le fuese ajeno y descorazonados ente los deberes y soplos de agradecimientos ante la patria agredida por miríadas de arañazos  extraños.

No a causa de abonos o prestaciones  en efectivo o alimentos especiales, sino por el nivel acústico de la Voz Ominosa del Comisario Político que les ladró y vapuleó mentalmente durante las sesiones de forja catequizadora e ideologizante. Singulares, por la ausencia de martillos y hoces envueltos en los fuegos y espadas incandescentes como las que cegaron al Mijail  Strogoff, el inolvidable Correo del Tzar.

Porque esta couple de extranjeros no vaciló en estrangular la ansiada ciudadanía por tantos, con la deslealtad de los envidiosos de los EE.UU. tan habituales; entre los que hoy nos invaden disfrazados de tonos variados para cocer, en los siguientes minutos; quizás años; miríadas de ingratitudes, no solo las normales, sino las premeditadas como  totalitarias. En especial, los de cepas de cizañas sinistrorsas. Como el melting pot canalla, borboteante a unos pasos al sur de nuestra amada “Cayohuesera” miamense.
 
Tanto que ya hartos de las repulsas democráticas habituales de la decencia humana, la izquierda raposa se torna redundante y desmedida. Ya ni siquiera son espejo de una ideología forjada a martillazos. E
s que estas kalingas no requieren amortiguaciones de suelos buffers, ni siquiera de aguas con nutrientes, rayos solares ni atmósferas metaneras. Son plantas auténticas  hidropónicas sin invernadero, que crecen colgadas al revés en medio del hábitat que les acogió en el extrañado y al cual ansían destruir. 

Y también porque de eso se trata. Ellos son una especie de organismo semi vegetales, aumentan su resistencia al medio agreste, en la medida que la Voz eleva decibelios fónicos e ideológicos. Dado que en la conjunción de factores tales, radica la esencia del otro DNA raro, el del comunismo desnudo y asimétrico como el detergente del lavaplatos, pero ahora cargado con una solución quimioterapéutica de alcances insospechados, así es el lavacerebro,  el viejo artilugio del ‘tentetieso cabrón’ proveniente de la sifarra elocuente, alma y dogma, de los hipocritones monjes bolcheviques.
Sí, que son unas especies raras, que no dejan de tener una forma subcutánea muy peculiar de tratar, con las cepas abruptas. Y lo peor del caso, es que en algunos individuals dan resultados ominosos. Los bolcheviques les entienden así, ptiálicos, en no menos curiosas concupiscencias peores que las de arañas distróficas auto fecundadas con sus propios venenos..

Facetas e inopias catilinarias
Concierne a las lucideces humanas, algunas alucinantes, porque se trata de imágenes antropomorfas a implantar en el último del candidato de la cáfila, a veces repleta de ruidos y devastaciones (comunismos y secuelas) tales legiones de langostas zahareñas. Tan iguales en furias a elementos de la ‘Ley Mosaica’  Ello, según reglas del Comunismo Científico que les inmuniza contra cosas ansiadas por ser decentes como las ideas democráticas y los conceptos espirituales. Meditemos que al hacernos de ‘cuerpo presente’ aquí, en el Gran Miami; es suponer que la comunidad cubana y de otras nacionalidades afines con las ideas democráticas, no tendríamos a menos sobre la existencia en denominar al inmenso y acogedor territorio todo de los “Estados Unidos de América (EE.UU.) y no solo las ciudades integrantes o anexas  que abrieron sus puertas generosas, sino como ‘un todo”, mejor, nuestro “Muro de Lamentaciones” Decir el concepto, no exclusivo en lo espiritual; sino también en lo moral, laboral, decencia y las restantes dignidad plenas de cualquier comunidad. Ignoremos a las avetontas de casinos, estadios, ruletas, loterías, tips, aficiones, manías y distracciones supra mentales de los fans.  

Ninguna de estas reflexiones, fueron más importantes en peligrosidad para otra couple exótica de tránsfugas; lamentablemente oriundos de la mayor de las islas caribeñas; que el aval intrínseco de la voz del “Gran Hermano” un Morlock individual por excelencia. Portador de pócimas consabidas (devenidas destilaciones letales de ‘amok’ de fino añejamientos, inclusivos); aptas para la pesca, amaestramiento absoluto, inescrupuloso e irredento de los viejos o nuevos, Walter y Gwendolyn.

En transfiguración semejante, advertir, que se trata de otro par de ‘individuals mammals adictivos a la traición. El dossier espeluznante nos trae a dos ‘almas tolstoyanas’ auto aherrojadas, per se, adheridas a la cumbancha solariega castrista (sentir la tralla del vergajo como avisos de la vieja historia) conducente sin dudas a la anulación de los cinco sentidos. Resaltando de estos la sordera (c0fosis) hasta la ceguera (invidencia) resultados astrosos de la falta de sentido común en las cuestiones de la paridad patrióticas. Tal bajo los mandatos cavernarios, copycats de eficacia sorprendente, para el coto de caza energúmena de la ‘Inteligencia castrista’

Seres entómicos, antaño programados ahora como David y Deborah, a fin de ejercitar el estupro de traición alevosa y premeditada, contra el país que les brindo a ambos y sus descendientes, abrigo, apoyo y protección.  Todo un asco de diapasones quebrados con intenciones casi fálicas, donde para los comunistas no es importante perforar el himen ‘musical’ sino el del entendimiento.

Porque este otro par de flores uliginosas, siendo tropicales, se comportaron como un at eternum de años, tales copycat mendaces de la otra pareja, la caucásica-sajona de Walter y Gwendolyn (ver i/ii) Advertirla con trazas coincidentes con este otro dueto de serigrafías en laca china, ahora devenidas malas yerbas del patio miamense y del resto de los EE.UU. (titulado hispano) Quizás con destellos de semejanza, por inoculación inadvertida por ellos mismos, en calidad de un intrazable pedigrí malévolo, intrínseco de toda destilación de la montuna guerrillera, im propia y desechable como el mosto vituperables, fracasado, del vetusto alambique castrista.

Unas prédicas inadvertidas
Hablamos del Golem praguense y sus copycats miamenses, porque solo esta vez la odd couple de cinturosos académicos, fue armada con residuos  y orondeces de arquetipos propios de barrios como “El Pontón’, “Vieja Linda”, “Llegaypon” y del patriarcal “Pogolotti” Porque cualquiera de sus vecinos machos o hembras, eso sí que de los sátrapas bíblicos; tan solitos como tal ‘couple de  hormigas bravas’ deambulante por el tronco de un ébano; en la noche más sombría; detendría de un sopapo aladino, a toda una división de tanques comunistas, como los héroes de “Tian’anmén”  O, al descuido, trataría de iluminar al proto monstruo (criatura nigromántica del  “Hombre Nuevo”) una esencia zurda: inigualable a  pesar de los intentos fallidos de apareamiento, con una genuina Golem praguense. Esa pieza arqueológica prefabricada y destinada a ser desenterrada, durante una “sixed” (pala o coito reservatus entre entelequias falsas) devendría armadija curiosa, diseñadas por el propio Centro Generador de Aberraciones (CGA)  Los altos hornos de los Servicios de Inteligencia castristas; imbricados en la martingala superior  habanera. O sea, el intragable y displicente,  Dpto. Ideológico del Partido Comunista de Cuba (PCC). Se trata de re-descubrir, por ellos, supuestas ruinas óseas de quienes fueron los primitivos aborígenes, del archipiélago cubano. Baladas baladíes, para entretener al pueblo adormecido por los interminables "tentetieso cabrón que te partimos los cojo…"

Si mencionamos zorrerías en el caso de este otro matrimonio atlético de  unos tales rare sixeds (‘pala’ deportiva) de ex cubanos, tornados entes de la ya couple alienígena de “David y Deborah “ (nom de guerre) La misma de estos conspicuos proto antihéroes, espejismo de vieja miseria humana de siempre oprobiosa inmersión zurda, empeñada en destruir per se, los valores regios de los EE.UU. empleando trajines y herramientas  falsas de olisqueadas ajenas. Similares a los de aquellos otros nivosos (Walter y Gwendolyn)  Porque la traición, como toda larva de hormiguero, son idénticas las unas a las otras. Toca a una especie de “raza paralela” de mammals infrahumanos, por lo general (advertimos), carente de un DNA registrable, ni con vinculación con los siboneyes y otros pobladores precolombinos del archipiélago cubano. No es un sarcasmo. Es saber que según concepciones de la mitología semita, vista como folclore judío, a veces en otros tiempos de las sociedades europeas; los hombres naturales coexistieron con unos seres abominables, los ya mencionados Golems, fabricados con barro extraído de muladares, decían sus detractores, su materia prima esencial. Al respecto, de los comunistas, nadie sabe.

Estos ejemplares raros, son de terminación tosca, lo que resulta imposible indagarlos para  su catalogación como obras cimeras de tecnología nueva; siendo nigromancia pura y no otra. Ello es por no ser producto de procesos tecnológicos, fabriles o de la alquimia simple, por responder a mecánicas  caseras. Luego, son susceptibles a ciertas homologaciones literarias con esos otros prospectos. Quizás su símil contemporáneo, en una etapa superior: ver Comunismo y Socialismo tal concreción del Hombre Guevarista  con el cual sus propulsores pretendieron edulcorarnos la vida “amarga” para ellos. Antinomia ptiliácas de las exitosas y siempre emprendedoras sociedades judeo-cristianas modernas.

Uno de los propulsores de la arcaica y ya denunciada como pseudo anti cultura golem, (mencionados con frecuencia en crónicas de la época, sino el yerro  principal) es que yace en la narrativa que le identifica al respecto con las tablas sumerias (al barro) que implican al famoso erudito ‘Judá Loew ben Bezalel’  Tales episodios datan de finales del siglo XVI quien era un judío culto y religioso, que a su vez fungía como rabino de Praga. Existen cuentos y narrativas que difieren en cómo el Golem original o los otros transculturizados cobraron vida, se consolidaron como entes fabulosos, generalmente temidos por tenebrosos y pasaron a ser controlados después por los humanos, sus creadores.

Igual pretenden los castristas con sus ‘militantes’ (muñecos, arlequines o muppets tercermundistas. Creación y posesión de aquel genial Jim Henson (tanto como su Kermit the Frog”) y demos una pausa compasiva a los ‘tontos útiles del socialismo europeo’ Una recua de oxítonos u oxitontos gramaticales vistos desde el castillo de Hamlet, al revés de la diosa celta y olvidemos la filosofía extrínseca de los izquierdistas. Casi todos sujetos a imponerse como heraldos de Gran Hiato: una riada tabloide de moppets convencidos con aquello de: poseer lo ajeno, golpear a sus contrincantes políticos, prohibir  a los ciudadanos la libre expresión, etc. Luego, sucedió el así esperado en la consecuencia del Gran Fracaso” consecuente, de todos los agoreros devenidos apostatas de su generación.

Clamor aséptico: « ¡Suchen, der FBIRattenfänger! »
‘¡Busquen a los Cazaratas del FBI!’ Claro, porque no podía ser otra la orden. Tampoco harto difícil y menos sorprendente, reconocer que nuestros Servicios de Inteligencia y Contrainteligencia (CÍA y Homeland) cuenten con métodos y dispositivos varios, destinados a la protección de nuestra sociedad, de sus enemigos múltiples internos (los más peligrosos) y los externos a barrer de un escobazo. Porque de todos es conocido y en grado extenso y profundo, aquello de que solo nos bastaría estornudar o mover la punta de la uña de nuestro menique, para la diana insomne nos ponga a todos y al entero, en zafarrancho de combate. Luego, el muestrario ilustra especies varias del epítome repetitivo detectado en este otro dúo de zorras académicas que nos ocupan. Ambos, resultaron atrapados de modo igual por las tarrayas pescadoras infalibles echadas por el FBI. Pero esta vez, alucinante, concierne a un montón de aquellos desperdicios que, a ratos, nos ensucian el patio y las instituciones, como en este caso, las miamense.

De manera penosa y humillante, estos aperitivos de nuestros paladines, yacen cabizbajos,  anidados en solazaduras y esparcimientos que les corre hacia el rojo einsteniano (en términos astro-físicos, quizás cuánticos no precisos en tonalidades ideológicas) pero sí, de una impenitencia tercamente contumaz. Tales ictiolitos intelectuales provenientes de la antepenúltima hornada acrisolada del “Hombre Nuevo” castrista (pescaditos semicultos, pero nosoformes), gélidos veraneantes en este mundo saturado de informáticas crueles; a veces benditas al poneros en guardia a la usanza milanesa de los templarios. Es que por ese quehacer de la tecnología, los tales fueron sorprendidos in fraganti mientras nadaban al estilo libre (creían ellos), para cada uno de sus espectadores fatuos, respirando estolideces en atmósferas inertes. 

Esos para quienes los golfos se les hacían, de manera inexplicable invisibles a todos los testigos oculares; fueran estos colegas, supervisores, jefes y autoridades cercanas y lejanas. Como los denunciados por un literato haitiano, Jacques Roumain,  en obra “Gobernadores del Rocío” (Gouverneurs de la roseé) casi ajenos al entorno de los espías. "Cumbite (1964), un film realizado por Tomas Gutiérrez Alea. Regados por entre las narraciones de esos  aguadores míticos de cuanto peregrino emprendiera durante el Medioevo las vicisitudes del “Camino de Santiago de Compostela”, en Galicia (España), y las siempre acogedoras aulas de nuestras universidades algunas, sus Némesis, la sede habanera de los Servicios de Inteligencia de Cuba (CuIS). Unos eventos generados por extranjeros (de origenes varios y otros del abanico multicolor de las luces) de unos ciertos naturalizados. Estas, entre otras lesiones al patriotismo ininteligible para la credibilidad del norteamericano confiado en el  fiel de su balanza inmigratoria.

Resultaba también curioso, según versiones privadas, que dichas “prácticas natatoria” se ejecutaran sin que nadie de su entorno o área de trabajo —ni siquiera los mentores, empleadores, promotores, supervisores, jefes inmediatos o superiores—, no se percataran  durante decenas de años de aquello tan evidente para buena parte de la población docente. Porque la fiesta sinuosa de estos pescadillos en salsa roja, iniciaron sus devaneos de espionaje, bien temprano. Es que en opiniones varias, airadas hasta el desespero, nadie les cree a los oficiales evasivos que en los campus universitarios de los cuatro puntos cardinales inconexos.

Claro que extensible al resto de las universidades en cada uno de los estados, sobre los cuales nadie  advirtiera con el ojo derecho o fueran informados de las artimañas de espionajes escandalosos desarrolladas impunemente y al aire libre, por estos individuals (matriciales) personajes, según les motearon algunos allegados, tras ser pescados por el FBI.

La cuestión resultó, en que dichas actividades ilícitas fueron ejecutadas en favor del mismo régimen totalitario comunista apoltronado en Cuba; al cual los EE.UU. lo tienen (tuvieron) sindicado en la lista de “países terroristas” y el mismo impulso de esta couple endemoniada, sirvió también en conspiración religiosamente, durante decenas de años.

Remembranzas
Tampoco para esta pareja de mente y principios hirsutos, la cual se imaginaba inmersa en una saturación de vanidad triunfal; resultó sorprendente que su actuación impune les diera o dictara el paso franco para que se consideraran no afines a la piara esteta de los denominados  como un  “montónpilaburujónpuña’o” (montón-pila-burujón-puñado), grupo de simples traidores a su patria. Y no digo “a la cubana” la cual tenemos como expresión exagerada de algo ilegal; sino “a la estadounidense”, una sociedad amable, benevolente y dadivosa en extremo; a la cual ambos le juraron constitucionalmente y brindaron su fidelidad absoluta en “contra de los enemigos internos y externos” Claro una acción inexcusable e imperdonable, sin antes haberse mirado en el espejo. Porque esta gente, de modo abyecto y sin ningún escrúpulo, obtuvo la ciudadanía de los Estados Unidos de Norteamérica; sin que lector alguno pueda siquiera inferir y menos verificar, que esas ciudadanías después deshonradas, les fueran retiradas para siempre.

En todos estos casos, permanece la incertidumbre. Un verdadero succès de fiesta para quienes se derriten por los thrillers al estilo de Graham Green o John Le Carré.
Ellos, ya deambulaban orondos por los mundos sórdidos del espionaje, antes de conocerse entre lujurias propias de uniones entre tembas y puros (adultos, mujeres y hombres de medio tiempo) ansiosos de encontrar un puerto seguro e intercambiar votos de fidelidad eterna, proscritos en los manicomios comunistas. Falsos de cabo a rabo, en sus hechizos concomitantes con el mal, les sucedió que por clamores hasta que les envolvió el desastre.

            —«Esto apunta a que nunca se acabará con nuestro triunfo. Pero, me parece que no vamos por buen camino» —reflexionó el hombre. Un ser de amor propio estrujado como una pasa de uva, introvertido en lo más ignoto de su interior tembloroso.

            — ¡«Y a mí lo de ellos, me importa tres carajos»—soltó ella, sarcástica, en un tono retador y repleto de furias. Lo natural en medio de sus puerilidades habituales. Y miró despreciativa a su pareja armado con espejuelos de aros, como si la pieza fuera un monóculo doble.

Aunque desalentado esa tarde otoñal, quizás por olores extraños y horridos además de amenazantes percibidos en derredor, el hombre observó tierno a la esposa, orgulloso de sus travesuras mutuas. Y algo le recordó a ella sus juventinas en la Universidad de Gainesville (1974), cuando se unió a los indignados estridentes contra la Guerra de Vietnam y Cambodia,  países vapuleados por los cariñosos del khmer Rouge o cualquier otra cosa de la sinvergüencería terrorista y anti norteamericana. Corrían los tiempos iniciales de sus contactos con el espionaje enemigo, actividad a la cual ella amó de manera entrañable.

Claro se evidencia que los tales, “ellos”, se referían a Usted, yo, nuestras familias y amigos. Con tal soberbia petulante, contestó ella a Carmelo, el tenido como su muñeco de peluche. Fue cuando éste le inquirió al respecto si ella, desafiante, no sentía temores de ser descubiertos. Entonces, desde lo alto de su vanidad despectiva ella lo miró arrogante, como si el marido se le hubiera achicado y reblandecido como una zapatilla de ballerina, tal hizo efectivamente después cuando Él no vaciló en denunciarla como cómplice, no en calidad espectadora, ante el FBI. Por tales razones entre humanos, surgió la imperiosa necesidad de clamar por el Der Rattenfänger von Hameln (El cazaratas de Hamelin) quien encantaba a los niños con melodías y ensueños de su flauta dulce.

Pero el diálogo no paró ahí cuando rememoró aún, soltera, la primera noche deleitosa en el cabaret “Tropicana” —invitada gratis por el gobierno castrista en unión de otros ‘tontos útiles’, las unas tembas y las otras, además puras (madres) todos ‘ligeritos de cascos, capturados en universidades y grupos liberales similares—, donde brincó con los exotismo del punk rock de la banda inglesa “Buzzcocks” Que ella se las bailaba todas, orgullosa (decía) de menear pechos y cintura con ritmos de la rumba cubana, de la cual ella no tenía la menor idea, acerca de qué era y menos, cómo se bailaba.

La Adenda (*), no un “Trol” intencionado
Así, ella andaba embelesada desde los inicios de la gran aventura de una ríspida revolucionaria para ganarse ‘sus ansiados 15 minutos de fama’, ya de bruces y a medio vestir en la trampa inicial de los machazos caza bobas, las ‘mosquitas muertas’ provenientes de la “Yuma” Ellos componían esa horda de tembas  y puros docentes (los cacareados "encuentros pueblo a pueblo” de talantes  ávidos, vertidos en tropel arrollador por el vuelo procedente de Miami., para gozar en aras de un “intercambio académicoAhora se hallaba en un sitio tan exclusivo, que ni los propios cubanos de esa sarta de chicharrones laudatorios del régimen; podían entrar y también; tan distinto a las que ella estimaba insipideces y vulgaridades “country” (tosquedades de guajiros o campesinos), sus viejos ‘cúmbilas’ de las recholatas nocturnas en Gainesville.

Fue cuando en 1979 a ella la ensartaron por medio de José Ignacio Márquez —un semental, machazo y halterófilo, de cota sexual, A1—; y además apuesto oficial de la CuIS (Inteligencia); escogido por su talante, educación (se rumora que era descendiente de un ex miembro del Servicio Diplomático de la Cuba democrática)  y entrenado para esas Noches de Cabiria siempre repetitivos con las ‘loquitas americanas’ y trotamundos liberaloides de otras latitudes (incapaces de lograr un grado universitario) géneros, razas, lenguas y oficios similares. Mujeres y hombres todos fundidos en el mismo molde de a quienes la juventud se les escapa por cada hebra canosa.

Pero esta gente, sentíase como dioses a la par de la copiosidad de sus  propinas, todavía en unos calzoncillos mata ilusiones o deshabillé de trasnoche. Porque a los agentes castristas, esa especie ‘prostitutos masculinos de penacho alto’ o (scorts); si cabe, en el mejor sentido sexual o para el público. Tales fungían de intérpretes de la voluptuosidad oficial donjuanesvalentinos, rubirosasgigolós, etc. les entrenan y exigen comportarse como profesionales. Ello significa entre otras virtudes: poseer “buen diente y estómago,  para digerir todo aquello ventral que los jefes (comisarios) les pongan delante

Pero tales premisas a Márquez, uno de los cuadros de prospección mejores del Departamento (“el Aparato”), le importaban tres cominos, las abluciones y hartaderas matinales con los restos de las bacanales (todas filmadas) considerando sus éxitos sonados con las tembas. Tales porque los puros eran trajinados por mesalinasvenusinas o afroditas también dispuestas a tales efectos y porque él les chamullaba  suave en un español casi perfecto. Y además, el tipo se expresaba con fluidez aceptable en francés, inglés e italiano. Mejor, si eran solteronas como la tal Déborah y sus paisanas con indicios de descocadas, “loquitas por el mambo” o como se les llame; ahora desesperada por el disfrute en el turno que le reservaban para esa y las otras noches de pasiones incontroladas.

Enervaciones lujuriosas imaginadas con las que siempre soñaron desde que optaron por tornarse solteronas reales o virtuales (valido todo, igual y al dedillo) para los solterones empedernidos, fracasados o nosesabequé, con la autoestima femenina o masculina al nivel des marchés aux puces (pulgueros) Y se los echaron encima, cuentan las fuentes en todos los casos y sexos, en calidad de como scorts o ‘callboys’ at night y callgirls profesionales, todos aptos para las gozaderas imaginables. Destinados a otras u otros visitantes, políticos, empresarios, artistas o diplomáticos sembrados o de paso de la Ceca a la Meca habanera.

Atrapados en el mundillo de los progress, liberales, librepensadores, rebeldes sin causa y un sinfín de personajes sujetos a otras veleidades acomplejadas con el síndrome de Peter Pan, considerando que eran unos pasma’os o sea personas, por lo general nacionales cubanos, que no manejaban dólares. Una moneda maldita para los infelices isleños. Era la muchedumbre de los patones (los que no saben bailar) y de las papillons de nuit (mariposas nocturnas)o las  tembas de Giovanni Boccaccio, arribadas desde cualquier punto del planeta. Excitadas hasta el paroxismo y ya húmedas antes de desembarcar en la isla.

Curiosas y ansiosas de cargar con un buen cuento que llevar a la vuelta, a sus otras amigotas del reguilete. Las mismas que se derretían, por saber acerca de las fabulosas rutinas durante las sensualidades tropicales. Unas experiencias inolvidables y desafiante, despampanantes  decir, daba igual si era bailando una columbia solitaria o una rumba de cajón o un yambaó de media tripa tipo capetillo, en parejas. En el mismísimo barrio habanero de “Los Sitios
          
El agente Márquez y los ‘bolos rusos’
Nada de lo cual ese grupo entendía y lo mejor del tour sicalíptico: aventuras con habitación, comida y bebidas pagadas por los anfitriones comunistas, en nombre del “generoso pueblo cubano”. Cierto era, que no existía nada igual a las fiestas amistosas, perpetuas en las ‘Casa Cuba Socialista

            Porque la verga de los “bolos” (rusos, bolcheviques)no hay quien se la dispare―, clamaban las candidatas.

Ansiolíticas, con aire de Venus o Afrodita experimentadas en extremo. Pero a las que los inteligentes de “el aparato” castrista (oficiales de Inteligencia), como a los pájaros migratorios, las conocían por sus deyecciones y regurgitaciones pos delirium tremens. El agente Márquez, el apolíneo, fue un tipo que por breve se convirtió en el “affaire dore” de ella (tal aparece en las confesiones del atestado judicial presentado por el FBI); mientras duraran las sesiones de apasionamiento en horcajadas sentimentales. Por lo menos, las tembas se las creían así como tales.

 Tras el rendez-vous galant sobrevino el chantaje programado. Dado que en especial con todos los norteamericanos (agentes futuros o no) el protocolo indicaba que deben ser fotografiados y vídeo-grabados en y durante todas sus actividades en el país, aplicando las técnicas del momento, en el montaje de las pruebas. Especialmente durante los contactos íntimos (coitus reservatus) con él o la agente que les sirviera de anfitrión. Todo un muestrario seductor, pero que en la mayoría de los casos esos clientes no se la podía gastar. Tales paisajes de la saga, son válidos de igual modo que con otros extranjeros o funcionarios que, en especial, puedan hacer sombra al Líder Máximo. Todos sin excepción, son de interés para los agentes del CuIS.

Es la rutina establecida, andante y sonante en cualquiera de los Servicios de Inteligencia en el ámbito mundial. Es puro chisme para saber lo más íntimo o impublicable, de las debilidades de los candidatos en ciernes, hombres y mujeres. Aun aquellos que aspiran a posiciones elevadas, aunque nunca las alcancen. Observar que todos los lugares de estas bacanales orquestadas en lugares íntimos (saber que en Cuba no existe la posibilidad de otros sitios privados, ajenos al control gubernamental); donde se llevan a cabo los rendez-vous. Absolutamente todos, yacen en manos de los dispositivos administrativos y de control de los CuIS.

Otros dos gatitos de “María Ramos”
Después, en 1981, Déborah se topó con Carmelo, al parecer de manera ‘fortuita’. Este último, cargado todavía con el moquero pos obitum ex matrimonial, era un docente divorciado con dos hijos pequeños. Como la mayoría de los caracterizados como "solitarios", vulnerable. Sucedió en los predios del “Instituto”  y de inmediato, hicieron química (dicen que fue espontánea y no inducida, como creen algunos escépticos), hasta que se casaron. En realidad, se desconoce lo casual o programado del encuentro a menos que ella o él lo confesaran indistintamente, inducidos por los “CuIS”  Un  par dilecto de arrobadores “gatitos de María Ramos” En la realidad del mundo real, unos testigos de excepción fracasados, devinieron Carmelo y Déborah

Ambos tuvieron el nada envidiable privilegio de ser condenados a prisión por ‘traición a la patria’, según el memorándum del Juez Federal, K. Michael Moore, en específico. La condena punitiva les alcanzó por ser espías confesos de actividades subversivas anti norteamericanas en favor del régimen comunista de los Castro (entre otros cargos), reiteramos un país declarado como enemigo de los EE.UU. Sin embargo, es opinión generalizada, la incongruencia por la levedad y peso de la acción judicial ante la gravedad de los cargos y resultó lamentable; tal si en un memorándum analítico de los “por cuantos” de la condena se expresara:

            “No se explicaron las razones por las cuales estas personas no fueran multadas con los $250,000 c/u tal manda la ley, ni obligadas a devolver salarios, viáticos y otros rubros a la FIU, cuyos tiempos de espionaje (infidencias y entrenamiento) corrían a cargo de fondos de contribuyentes norteamericanos y otras entidades particulares

De modo igual sucedería con la responsabilidad de la Universidad en no exigir que tales emolumentos fueran devueltos a los fondos de la institución docente, como patrimonio del pueblo y gobierno de los Estados Unidos. En disfavor de ambos reos, existen versiones de ciertas complicidades que no salieron a relucir (o que poderoso intereses no las dejaron salir a flote, comentan algunos), según fuentes no confirmadas. Una curiosa vinculación de estos espías con Manila (La Habana), aflora con sus respectivos nom de guerre (nombres falsos, alias o apodos de guerra).

¿Akas? Y también, interludios del chivo de “La Quirino”
 Al parecer y a pesar de la negación, quizás estas actividades eran sufragadas también (o parte de estos) con dineros de los contribuyentes norteamericanos. Emolumentos cuyo origen provenía de las arcas del no se sabe qué, ni quién" les autorizaba. Incide por otra parte y de manera sorprendente, apuntan crónicas oficiales y de prensa, que la “Fundación Ford” auspició y pagó otra parte de los tours de ambos espías; aunque los gastos como empleados de la universidad eran suplidos, según informó el más alto nivel de esa institución, no con el bolsillo de los contribuyentes norteamericanos. Cosa, que muchos cubanos de la diáspora miamense dudan.

Déborah después, esposa de Carmelo, estuvo fichada como elemento pro castrista desde mucho tiempo anterior a estos devaneos. Repasar la lista denunciada contentiva de agentes y colaboracionistas con la satrapía castrista (unos 92); emitida en enero de 1980 por el Rev. Manuel A. Espinosa, quien después se auto declaró ex agente doble. Por ende, este religioso vinculó a los traidores con grupos que obedecían directa o indirectamente los dictados de los agentes CuIS castristas. Sucede que al menos con el arresto de los Álvarez, se corrobora que el Rev. Espinosa estaba en lo cierto y que éste no era, como propagaron los interesados (agentes castristas y cómplices universitarios) como un “fabricante de conspiraciones

Por ello y a causa de sus filiaciones pro izquierdista ya conocidas, Déborah tuvo que comparecer ante un Gran Jurado para dar explicaciones de su conducta. De manera milagrosa, sin que sucediera nada desde el punto de vista administrativo, ella continuó campante con los planes trazados por la CuIS habanera, sin que nadie de sus centros laborales, la supervisara. Uno de los grupos considerados como “afectos” al régimen habanero y así declarado por sus dirigentes y al cual se evidencio que Déborah fue activista, al menos por parte de los estudiosos de “El Asunto Cubano”, es la denominada “Brigada Antonio Macéo”, al parecer hoy diluida en la nada de la habitual abundancia de fondos de la vagancia zurda.

Claro que después de cada desastre, todo se transforma en los consabidos y ya trillados “yo no fui y me entero ahora”, “yo no estaba al tanto” y “quien lo hubiera sabido”; clásicos; que en el buen decir del refranero cubano es “échale tierra y dale pisón” Por supuesto, todo el endrungue en tensión, hasta el próximo intercambio académico entre Cuba y EE.UU.; que concluirá el día en que aparezcan nuevamente las badges y handcuffs de los inexorables oficiales del FBI, y se produzcan los consabidos arrestos.
Tal sucedió, tras un largo tiempo, con el caso de Walter y Gwendolyn Myers; también capturados por el FBI y llevados ante los tribunales.

De modo similar, comparecieron bajo los cargos de espiar durante 3 décadas para el gobierno cubano actual y que en ocasiones se dice, cobrando estipendios, aunque todos lo han negado y que todo hecho fue por un desmedido amor por las artes del espionaje, contra sus patrias adoptivas. Los Myers, alardearon de haberse reunido personalmente en La Habana (1995) con el Dr. Fidel Castro Rus. Este líder comunista, fue quien no dudo en colmarles de diplomas y medallas por sus actividades relevantes de traición a los EE.UU., sin que sucediera nada en lo absoluto.
Carmelo, según el dossier del FBI traicionó a su patria (era norteamericano por naturalización) consuetudinariamente durante 30 largos años; mientras que su costilla Déborah resultó un poco más modosita, ya que su espiadera pública la ejecutó cabalgando impunemente a través de sólo dos décadas, rayándonos a todos las espaldas con sus uñas  filosas.

En ocasión justa”, dijo el juez Walton
Tras escuchar los testimonios de la fiscalía y la defensa, el Juez Walton, soltó un merecido sermón. Y resultó que en ocasión justa, el juez Walton sentenció,

«Cierto que los Estados Unidos de América no constituyen una nación perfecta. Pero no es el demonio que usted (míster Myers podría creer. Usted contó con privilegios que otros no tuvieron, pero usted derrochó esos privilegios a expensas de su propio gobierno (norteamericano) Si Usted creía en la revolución (castrista), usted debió haberse ido del país y no parar hasta llegar a Cuba”

Así les dijo el magistrado a Walter Myers y a su esposa Gwendolyn. Se trataba de  un juez del Distrito Federal, el Hno. Reggie B. Walton, cuyo bisabuelo curiosamente había sido esclavo, [”ver, el nuevo Herald, sábado 17 de julio, 2010, “Duras sentencias a agentes que espiaron para Cuba”]. Exactamente esas eran las palabras sabias que también les encajaban a los cubanos. Walter, el personaje aludido, enarboló algunos ditirambos e intríngulis de la sarta de disparates filosóficos extraídos de otros tantos versículos raros del Manual del Felón Perfecto y del “Manual de Marxismo-Leninismo”, los que declamó durante diez minutos en la Corte, utilizando la habitual jerigonza bolchevique,  un himno propio de retretes.

Resaltan paradojas históricas de sus ancestros respectivos, cuando Walter Myers fue también un biznieto y descendiente directo, nada más ni nada menos que del destacado inventor del teléfono, Alexander Graham Bell, un patriota íntegro, sin lugar a dudas.

Entre otras de las cosas bochornosas a anotar en el dossier vergonzoso aunque familiar de los Myers —si observamos de soslayo y sin aspirar profundo—, es el hecho de que este conspicuo personaje en momentos en que el gobierno de Bush estaba en baja, tras la pérdida sufrida en las elecciones legislativas del 2006 (midterm elections), criticó a Bush de manera inmisericorde.

No en balde, Denis MacShaue, un alto funcionario y ministro del gobierno laborista de la época, calificó a Myers de “rata inmunda que abandona el barco” Ya desde 2006, Walter Myers se quejaba públicamente de lo que él denominaba (quizás siguiendo líneas e instrucciones de La Habana) “relación especial”; referido a la exitosa colaboración EE.UU y el Reino Unido (entre el presidente George W. Bush y el primer ministro Tony Blair), en los asuntos de la Guerra contra el Terrorismo.

Walter y Gwendolyn Myers, fueron condenados respectivamente a cadena perpetua  para Él (sin derecho a parolee) y 5 años de prisión para Ella con 1 año de probatoria; más la devolución al gobierno y los contribuyentes de los EE.UU, de $1 735 054 USD, por salarios y viáticos indebidamente ganados durante sus labores de espionaje.
Una justicia (se preguntan algunos) que quizás perdió la venda con la que le ataron el fiel de la balanza?

Lo tal es inimaginable en los EE.UU. ni en la pureza de sus  magistrados. Se consideró entre los espectadores el resalte que Carmelo y Déborah, de manera sorpresiva para los conocedores de las sentencias judiciales, gozaron de mejor suerte.

            De la devolución de salarios mal cobrados la pareja de Carmelo y Déborah, durante el lapsus de tiempo que llevaron a cabo sus fechorías, no hay constancia pública de la fiscalía ni la Junta de Gobernadores de la Universidad, a fin de rescatar esos salarios  que pertenecen al pueblo norteamericano.

            Los cargos criminales imputados a los cubanos, de ser hallados culpables (tal lo fueron), implicaban una pena máxima de 10 años de prisión, más el pago de una multa $250,000 USD mandatorio para cada uno de ellos.

Fidelidad, hasta que  muerte nos separe
¿Quién justificaría las traiciones tales contra los Estados Unidos de Norteamérica? Sucede que El esposo Carmelo, los, había echa’o p’alante’ a ambos al  (delatar a Ella) ante el FBI” Pudieran quedar pendientes reflexiones y preguntas admonitorias a estas cuatro personas, inmutables y despreocupadas ante el vendaval de sus culpas terribles.

Una de las divisas más hermosas del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos de América, entre las otras instituciones armadas, la que es parte del “spirit de corps” de los soldados norteamericanos en misiones de guerra:

            “Es que aún en medio de las situaciones más terribles, nunca dejan abandonados a sus hombres. Ni siquiera,  sus cuerpos abatidos, en territorio ni en manos enemigas”

Estos son los casos bochornosos de ambas couples, (que en esencia, no fueron más que escalofriantes restos vituperables de quienes les vendría bien (una agua bendita endemoniada) que le esculpieran a cada uno sobre sus lápidas mortuorias.

Los versos —líneas estatuarias, punitivas de pecados irredentos —, resultaron manchas de una teutonía apresada y per se también dolida. Aterrada toda, al verse inculcada por el fascismo innato; en virtud del objetivo final del nazismo: la hecatombe  “indispensable” clamaban los totalitarios por una eugenesia total, en la que sustentarían el infame Holocausto Judío

Estas personas malvadas, no fueron las únicas ni antes ni después que intentaron armar en contra los EE.UU. una rebelión racista y étnica. Ellos proponen una disolución de la nación norteamericana  hasta convertirla en cacicazgos indigenistas colmado de vagabundos. Solo ver que hoy día, “California decidido ‘per se’ convertirse en el primer “Estado Tercer Mundista de los EE.UU.” Decir, el neo imperio de ‘chamanes’ , las drogas y algún que otro, ‘mundillo sicofante de los druidas’

En opción, alertamos acerca de una cierta joya del Levante. Decimos, sobre unas  líneas poéticas de la Premio Nobel de Literatura (1966), la judía Nelly (née “Leonie”) Sachs. Cuando ella dijo,

“In den Wohnungen des Todes”
(En las moradas de la muerte)
“¿Quién vació la arena de vuestros zapatos
Cuando debíais levantaros de la muerte?”
Nelly Sachs (Berlín, 1946)

Fin de la saga.

© Lionel Lejardi. Julio, 2011
Legacy Press

Paisajes ampliados de la saga, pueden ser vistos en:

Serás bienvenido a mis blogs alternos:
EDC-6321/ Pag. 20/20


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